Muy buenas. Voy a publicar aquí esta historia que fue practicamente mi primera historia. La hice hace mucho tiempo, y estubo por aqui publicada. Como ya han pasado años desde entonces y he mejorado mi capacidad de escribir, la voy a reescribir, trabajándomela un poco más. Y además, voy a hacer algo que nunca había hecho: Me voy a fijar unas fechas. A cada capítulo, pondré la fecha de publicación del siguiente. Así me obligaré un poco a no quedarme en la parra y escribir más.
Os pongo el primer capítulo, aunque es bastante corto, y casi se podría considerar prólogo
Capítulo 1
Koerl caminaba por el bosque por un camino que se abría ante él. Llevaba días intentando salir de ahí, y algo le decía que no le quedaba mucho para conseguirlo. Tenía la piel pálida, cabello blanco y largo como la nieve, ojos marrones y unas orejas puntiagudas típicas de su raza. Su apariencia era como la de unos veintidós años humanos. Koerl era un “druchii”, o Elfo Oscuro, y vestía con una gran capa verde que le cubría todo el cuerpo y unas botas negras que apenas se veían.
De pronto se paró, y su rostro cambió a una mezcla de tristeza y odio. Un ruido detrás de un matorral le hizo sacar su brazo derecho de por dentro de la capa, revelando unos ropajes oscuros. La empuñadura de una espada asomaba colgando de su cintura. Una esfera azul brillante de magia apareció en la palma de su mano y con fuerza la disparó al matorral, haciendo que se quemara. Siguió su camino después de ver el rostro desfigurado y verde de un orco muerto.
Tras un rato mas de camino, ya de noche vio un pueblo a lo lejos y fue allí. Al llegar se dirigió directamente a la posada. Al entrar observó unas pocas personas tomando cerveza en una mesa y otras sentadas en la barra, dando un aspecto de tranquilidad. Allí se dirigió y el posadero se sorprendió de ver un elfo, ya que su clientela habitual eran solo hombres como él. Pidió una habitación para esa noche y le entregó un saquito lleno de monedas a cambió de no hacer preguntas.
El posadero le indicó cual era su habitación y Koerl le siguió hasta la planta de arriba hacia una puerta. Entró cerrando la puerta tras de sí sin mediar palabra. Se sentó en una silla y sacó su espada revelando una vaina bastante simple, pero un mango totalmente dorado. La dejó apoyada en un rincón y se tumbó en la cama sumergido en sus pensamientos hasta que se durmió.
Un ruido le sobresaltó e hizo que se levantara. Un mal presentimiento le llevó a recoger su espada y bajar abajo. Un cuerpo muerto estaba en el suelo. Era el posadero. Se dio la vuelta y frente a él vio un troll enorme con una maza en la mano rugiendo con aspecto amenazador.
-Genial.- Dijo antes de lanzarse hacia el troll.
Fin del capítulo 1
No os preocupéis que los siguientes serán más largos. Y decir que deseo todo tipo de críticas, mientras sean constructivas. No os contengáis, quiero mejorar todo lo que pueda.
Próximo capítulo: 28/03