Llegué a la planta más alta del enorme crucero propiedad de Ivan, donde se suponía que debía estar mi compañero cuando un movimiento brusco me lanzó contra el suelo logrando que batiese mi cara contra el frío hierro.
Me llevé la mano al labio dolorido manchando mis dedos con sangre. Al menos no me había partido un diente.
Abrí la puerta encontrando a alguien que estaba tratando de entrar por la fuerza en el puesto de mando.
—
¡Kit! ¡Abre la puta puerta de una vez! —gritaba mientras golpeaba la puerta.
¿No había visto a aquel pelirrojo antes?
En... ¡El Mundo Inexistente, claro! La primera vez que había visto a Silvercat estaban juntos. ¿Es que aquellos Cats estaban por todos lados o qué?
Y lo que era peor, tenía dos sincorazón al lado suyo que también llevaban aquel extraño collar con el que controlaban las mentes.
—
Purplecat, Yellowcat, Silvercat y Redcat —dije en voz baja.
Por como llamaba a Ivan significaba que lo conocía, y no parecía muy contento precisamente. Fuese como fuese, aquellos
Cats eran enemigos.
Invoqué mi llave espada y la apunté hacia él.
—
¡Láser Oscuro!Un fino rayo de oscuridad salió desde la punta de mi arma perforando su camisa azul y logrando causar una pequeña quemadura en su piel que debía escocer bastante. El joven rugió.
Redcat se giró con una mirada llena de ira que cambió de golpe a una de sorpresa en cuanto me vio.
—
Imposible —abrió los ojos como platos—.
¿Prí...?—
Flama Tenebrosa —impedí que acabase lo que iba a decir. El hombre salió propulsado hacia un lado envuelto en llamas esquivando mi ataque—.
¡Ivan, soy yo Ragun! ¿¡Qué demonios estás haciendo!?Por como la nave estaba moviéndose diría que... Nos íbamos a estrellar contra el mundo. ¡Íbamos a morir!