Re: [Encuentro] La ciudad eterna.
Publicado: Dom Mar 11, 2012 2:43 am
Gray, durante el camino se quejaba de un olor que no pude percibir en ningún momento, Saxor tampoco parecía haber sentido aquel aroma que el muchacho de cabello azul describía, aunque no podía saberlo con seguridad. Tras meternos por un callejón bastante estrecho en el que había poste de la luz, que recordé al instante como el mismo desde el que había visto a Kazuki largo tiempo atrás. Gray nos detuvo un momento. Durante el camino se había comportado de una manera poco habitual en él, a mi parecer.
— Tengo que ir a un sitio, nos volveremos a encontrar dentro de un rato en el rascacielos para intentar entrar a la fortaleza blanca, si tardo mucho no me espereis.—Dijo de pronto el muchacho cuando estuvimos casi al lado de lo que era mi antigüo hogar. Asentí debilmente viendo como Gray desaparecía por uno de los múltiples callejones preguntándome si estaba bien que dejara que se fuese con tanta facilidad. Estaba bastante preocupado por lo que pudiese ocurrirle, pero confiaba en su fuerza. Ahora éramos caballeros de la llave espada, aprendices, pero no por ello indefensos. Podríamos sobrevivir sin problemas en aquel lugar.
—Ya lo encontraremos luego—Dije en voz alta dirigiéndome a Saxor quitándole importancia al asunto, acto seguido me apresuré a internarme más en el callejón hasta un camino sin salida en el que solo había una puerta que llevaba al portal de uno de los edificios, subí las escaleras velozmente, nada había cambiado salvo que ahora había una gruesa capa de polvo que lo cubría todo. Llegué finalmente al último piso, inspiré antes de empujar el pomo de la negra puerta.
Mi casa seguía igual que siempre, invité a Saxor para que pasase a dentro. El lugar era amplio y oscuro, tenía varias ventanas de un tamaño considerable por las que entraba la luz de las farolas del exterior, había un sofá del mismo color que el techo y las paredes de la casa (negros) y una mini-nevera a juego con el resto de la casa. Una puerta, en una discreta esquina llevaba a un baño en cuyo techo colgaba una simple bombilla que iluminaba tenuemente el escaso mobiliario de aquel cuarto de baño. Cerca del centro del amplio salón, única estancia de toda la casa sin incluír el baño había unas escalerillas metálicas que se unían a otras de hormigón negro un poco más arriba que llevaban a la azotéa del edificio. Al fondo, una cama reposaba con unas sábanas revueltas y una mesilla de noche con una daga oxidada y varios libros sobre ella.
No sentí ninguna clase de morriña al ver el lugar que estaba tal y como lo había dejado, nunca le había tenido cariño a aquel lugar.
Cogí rapidamente la daga y los libros que estaban sobre la mesilla de noche, los metí en una pequeña mochila y miré a Saxor diciéndole que ya estaba listo para volver frente al rascacielos donde Gray había prometido quedar con nosotros.
—¿Vamos?
— Tengo que ir a un sitio, nos volveremos a encontrar dentro de un rato en el rascacielos para intentar entrar a la fortaleza blanca, si tardo mucho no me espereis.—Dijo de pronto el muchacho cuando estuvimos casi al lado de lo que era mi antigüo hogar. Asentí debilmente viendo como Gray desaparecía por uno de los múltiples callejones preguntándome si estaba bien que dejara que se fuese con tanta facilidad. Estaba bastante preocupado por lo que pudiese ocurrirle, pero confiaba en su fuerza. Ahora éramos caballeros de la llave espada, aprendices, pero no por ello indefensos. Podríamos sobrevivir sin problemas en aquel lugar.
—Ya lo encontraremos luego—Dije en voz alta dirigiéndome a Saxor quitándole importancia al asunto, acto seguido me apresuré a internarme más en el callejón hasta un camino sin salida en el que solo había una puerta que llevaba al portal de uno de los edificios, subí las escaleras velozmente, nada había cambiado salvo que ahora había una gruesa capa de polvo que lo cubría todo. Llegué finalmente al último piso, inspiré antes de empujar el pomo de la negra puerta.
Mi casa seguía igual que siempre, invité a Saxor para que pasase a dentro. El lugar era amplio y oscuro, tenía varias ventanas de un tamaño considerable por las que entraba la luz de las farolas del exterior, había un sofá del mismo color que el techo y las paredes de la casa (negros) y una mini-nevera a juego con el resto de la casa. Una puerta, en una discreta esquina llevaba a un baño en cuyo techo colgaba una simple bombilla que iluminaba tenuemente el escaso mobiliario de aquel cuarto de baño. Cerca del centro del amplio salón, única estancia de toda la casa sin incluír el baño había unas escalerillas metálicas que se unían a otras de hormigón negro un poco más arriba que llevaban a la azotéa del edificio. Al fondo, una cama reposaba con unas sábanas revueltas y una mesilla de noche con una daga oxidada y varios libros sobre ella.
No sentí ninguna clase de morriña al ver el lugar que estaba tal y como lo había dejado, nunca le había tenido cariño a aquel lugar.
Cogí rapidamente la daga y los libros que estaban sobre la mesilla de noche, los metí en una pequeña mochila y miré a Saxor diciéndole que ya estaba listo para volver frente al rascacielos donde Gray había prometido quedar con nosotros.
—¿Vamos?
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