Re: [Port Royal] De copas con la muerte
Publicado: Dom Nov 15, 2015 12:19 am
—Auch… Ha sido raro, ¿no crees? —preguntó Simbad.
—Sí, desde luego ha sido muy raro… Creo que es la noche más rara de mi vida —concluyó la joven—. ¿Nos vamos, Simbad? Aquí ya no hacemos nada, aunque un día de estos me tendré que disculpar con Ban por fastidiarle la salida.
Con una sonrisa, Keiko hizo un movimiento elegante e invocó a su Llave Espada la cual lanzó al aire y apareció su Glider, que era un vehículo dorado bastante raro:
También materializó su armadura, que al igual que su Glider, resultó ser dorada.con una capa roja.
—Espero que nos volvamos a ver pronto—auguró la chica antes de marcharse hacia el inserticio.
----
En el espacio, el joven albino llegó hasta una nave gummi y desembarcó en el hangar de la misma. Allí fue recibido por un hombre de largo cabellos rubios y violetas ojos, que iba vestido de negro y llevaba una marrón que normalmente le cubría la ropa.
—Te has pasado de listo —le amenazó, con su voz grave.
—No me he pasado, mi identidad no se ha visto comprometida.
—Puede, pero es mejor no correr riesgos.
—No iba a matarlos allí mismo.
—Todavía sigues siendo muy blando —el hombre chasqueó los dedos y entonces un dardo tranquilizante se clavó en el cuello del joven albino—. ¡Llevadle a la celda, y dejadle encerrado unos días! Por supuesto, torturadle de la manera que ya sabéis.
Mientras aquel hombre de negros ropajes se dirigía al puente de mando de la nave, pensó en lo que haría a continuación. La alianza entre Bastión Hueco y Tierra de Partida, además de la destrucción de Villa Crepúsculo habían echado al traste sus planes. Debía planear con más cuidado sus próximos movimientos.
—Sí, desde luego ha sido muy raro… Creo que es la noche más rara de mi vida —concluyó la joven—. ¿Nos vamos, Simbad? Aquí ya no hacemos nada, aunque un día de estos me tendré que disculpar con Ban por fastidiarle la salida.
Con una sonrisa, Keiko hizo un movimiento elegante e invocó a su Llave Espada la cual lanzó al aire y apareció su Glider, que era un vehículo dorado bastante raro:
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También materializó su armadura, que al igual que su Glider, resultó ser dorada.con una capa roja.
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—Espero que nos volvamos a ver pronto—auguró la chica antes de marcharse hacia el inserticio.
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En el espacio, el joven albino llegó hasta una nave gummi y desembarcó en el hangar de la misma. Allí fue recibido por un hombre de largo cabellos rubios y violetas ojos, que iba vestido de negro y llevaba una marrón que normalmente le cubría la ropa.
—Te has pasado de listo —le amenazó, con su voz grave.
—No me he pasado, mi identidad no se ha visto comprometida.
—Puede, pero es mejor no correr riesgos.
—No iba a matarlos allí mismo.
—Todavía sigues siendo muy blando —el hombre chasqueó los dedos y entonces un dardo tranquilizante se clavó en el cuello del joven albino—. ¡Llevadle a la celda, y dejadle encerrado unos días! Por supuesto, torturadle de la manera que ya sabéis.
Mientras aquel hombre de negros ropajes se dirigía al puente de mando de la nave, pensó en lo que haría a continuación. La alianza entre Bastión Hueco y Tierra de Partida, además de la destrucción de Villa Crepúsculo habían echado al traste sus planes. Debía planear con más cuidado sus próximos movimientos.