[Evento Global] Ocaso de una estrella

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Demyx » Mar Sep 11, 2012 11:03 pm

Edge estaba corriendo justo detrás de Aeris y León cuando la oscuridad le engulló. Intentó resistirse, pero de nada sirvió. Antes de desaparecer de ese mundo pudo ver u oír como a los demás aprendices que iban con él les ocurría lo mismo. Justo como el inicio de esa involuntaria y misteriosa incursión en Bastión Hueco.

Cuando las sombras se desvanecieron se encontró en un lugar oscuro, no obstante pudo notar la presencia de otra gente, de los demás aprendices, no estaba solo. Entonces se encendieron las luces que iluminaron la sala, que lejos de aclarar las cosas, hizo que su desconcierto aumentara todavía más. Estaba en la sala del trono de Tierra de Partida… No, no estaban de regreso a casa. Era una sala muy parecida, pero mucho más oscura y tétrica. Para sorpresa del muchacho, también estaban el resto de aprendices que habían decidido ir por otras rutas.

La confusión, la duda, el miedo… Todas esas sensaciones eran palpables en el ambiente. ¿Por qué estaban allí? Muy pronto lo averiguaría.

Un hombre mayor de pelo castaño les dio la bienvenida. No tardaron en averiguar quién era, pues el responsable de todo aquello había sido él. Les hacía promesas de sabiduría, conocimiento y verdad, mientras que a la par ponía en entredicha a los maestros de Tierra de Partida, lo que incluía a su maestra… Rebecca.

Edge permaneció callado rodeado de sus compañeros, frunciendo el ceño e intentando comprender las complejas explicaciones de ese enigmático hombre. Hacía muy poco que había llegado a Tierra de Partida, de hecho muchas de las cosas le venían de nuevo. Incluso el resto de aprendices… apenas conocía a unos cuantos.

Sin embargo las visitas no habían terminado. Nuevas caras se unieron a aquel hombre, de quien Edge pudo averiguar el nombre gracias a una mujer. Se llamaba Ryota.

Algunos aprendices reaccionaron ante los que habían aparecido, lo que le hizo pensar que los conocían.

Las sorpresas no habían terminado. Tras un largo rodeo pudieron averiguar que Ryota era uno de los maestros que, teóricamente, se habían perdido en Bastión Hueco. La mujer que intervenía junto a él debía ser la otra maestra, mientras que el resto tenían que ser por fuerza los aprendices… No, había una mujer que no, pero Edge no pudo comprender los enigmas que la rodeaban.

Ryota y los demás maestros y aprendices perdidos, eran traidores, eran los amos del castillo, eran los que habían usado la llave espada con fines perversos. Por fuerza una de las que se encontraban allí tenía que ser Diana, la que había conseguido engañar a León.

Uníos a mí —les propuso Ryota—. Podéis seguir siendo la avanzadilla de Tierra de Partida, la primera línea defensiva de una guerra, aquellos que nunca regresan a casa con vida… O podéis ser más. Podéis participar realmente en el futuro que pronto forjaré.

Había llegado un punto de no retorno. El silencio no tardó en romperse, varios aprendices empezaron a dirigirse a sus compañeros para convencerles de que se quedaran en su bando, otros para reafirmarse a sí mismos, hubo incluso varios que se dirigieron al mismísimo Ryota.

No le sorprendió ver que varios de ellos se encaminaron hacia los tronos, aceptando así su nueva propuesta. Abandonaban Tierra de Partida. Pero… ¿qué es lo que haría Edge? En Bastión Hueco apenas había podido ayudar a León, ni siquiera hacer frente a los sincorazón.

Traidores, muertes, mentiras… Él, que había creído siempre en la bondad de la gente, empezó a replantearse varios de sus principios. Tenía dudas, y ese hombre le ofrecía respuestas.

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“Podéis seguir siendo la avanzadilla de Tierra de Partida, la primera línea defensiva de una guerra, aquellos que nunca regresan a casa con vida…”

Esa frase que había pronunciado Ryota resonó en su interior. No pudo evitar pensar en su vida como soldado en Port Royal, toda y cada una de las batallas libradas. Los que no vuelven a casa… Siempre había creído que luchando en primera línea podría cambiar las cosas. Pero jamás fue capaz de proteger a sus camaradas. Una batalla, una cicatriz. Una cicatriz, un amigo que jamás volvería.

Rebecca le había otorgado el poder de la llave espada. Un poder que al inicio de su viaje creyó que le serviría para cambiar las cosas. Pero no había sido así, en Bastión Hueco había sido completamente inútil, si no hubiera sido por los demás posiblemente ni siquiera seguiría vivo.

"Podéis participar realmente en el futuro que pronto forjaré".

Un nuevo futuro. Una promesa esperanzadora. Ese hombre le ofrecía certeza, seguridad. Ya había tomado su decisión.

La propuesta de Ryota les separaría en dos bandos. Luz y ¿oscuridad? Edge ignoraba tantas cosas… todo lo que había conocido desde su llegada a Tierra de Partida hasta ahora le era completamente desconocido en su anterior vida. ¿Qué sabía él para discernir qué era correcto y qué no? Algo estaba a punto de cambiar en todo aquello. Ryota había hablado de una guerra. Aquella propuesta causaría dolor, y con ello debilidad. Antiguos amigos y compañeros luchando en bandos opuestos. ¿Quiénes cederían más? Edge lo sabía bien, en una guerra había poco espacio para sentimientos como la compasión o la amabilidad.

Eso tenía que cambiar. Él siempre había intentado ayudar a los demás, incluso cuando luchaba contra piratas preguntaba primero y atacaba después. Sin embargo no siempre había sido capaz de evitar un trágico final, había llegado a matarlos. Del mismo modo que ellos habían matado a sus camaradas. ¿Qué sentido tenía todo aquel ciclo que se repetía una y otra vez? Incluso fuera de su mundo. ¿Cambiaría eso el futuro que les proponía Ryota? ¿El fin justifica los medios?

Rebecca, Hana, Maya, Zait, Fyk, Alec, Hiro, Kairi… Desde luego conocía muy poco a sus camaradas. Sin embargo… estaban vivos. Quizá no fuera gracias a él, pero lo estaban. Puede que no estuviera del todo equivocado. No sería ni aquel día ni el siguiente. No tenía la certeza de si hacía lo correcto. Pero algún día, en un futuro lejano, lo sabría.

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Edge se queda en Tierra de Partida.
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Mentos escribió:Lemons es Don gato pardo bañado en diarrea galletosa comiendo limones con su mayordomo viejo que se tira pedos llamado Mentos que se quedó encerrado en el congelador

Hollowriku escribió:Pues que mal ¿no? =(

Hollowriku escribió:Omg, ¡muchas gracias por el primer puesto en User invisible! No me esperaba algo así :cry:
En realidad he trabajado duro para conseguirlo, creo que me lo merezco xD

Edgar13 "en resultados en el test de kh ¿k personaje sois?" escribió:Primer post: lo hago para buscar gente compatible con otras personas y hacer amigos :)
Doblepost: esto es para hacer amigos
Triplepost: asi k si alguien cree ke su personaje es compatible con otros ke aya , k venga
Cuadruplepost: tanto chicos como chicas pueden entrar

Kiba/Littlesho escribió:Es que no sabeis hacer otra cosa que insultar?=Nop, topotamadre

Jeanny escribió:Demyx: What?
Jeanny: No sé, what tú.

Kurogane escribió:No sex, no fun here

Claus escribió:Maldito psicópata, la has cagado tio, porque en el remite viene tu dirección, y pienso ir allí pegarte una paliza por listo

Artema escribió:Antes se pilla a un Zerkdo que a un cojo

En una multi de verano escribió:Red: Yo soy especial
Demyx: Especialmente tonto
Vanitas: xDDDDDDDDDDDDDDDD

CHRIS IN THE LiGHT escribió:a finales de este verano sere mod
apuesto tds mi platines
os jugais muxo tu i mentos
sere el rei de los mods

^Sure
Vanitas3, actual Velacrow, & Demyx escribió:Demyx: Darcnesssss es true pawah qVanitas3
Vanitas: Demyx, puta xDDD

Gambit Van Cooper escribió:
Sombra escribió:Una opcion es crear un foro completamente nuevo en otro servidor como puede ser puntoforo o ir al foro de Miké que ya está echo y seguramente os daría a los Mods y Admin los rangos que aqui teniais

Buen chiste.

La derrota de Mentos: http://khworld.webcindario.com/phpbb/viewtopic.php?p=608521#p608521

Jrucsora escribió:OYE SITO TU QUE DICES DE QUE TENGO LOS PECHOS PROMINENTES Y GLUTEOS COMPACTOS MENTIROSO ¬¬

RedXIII en la KHW Family escribió:Dios ¿Porque coño no me despierto como el calvo de los serrano?

RedXIII escribió:COMUNISTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS *Señala el gorro de Soda*

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Award de no me acuerdo cuándo ya xD
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Pirica pirilala pupurina papalatus :B

#Y todo el mundo sabe, al fin y al cabo, que Nell es Larxene.

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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Nell » Mié Sep 12, 2012 12:20 am

Poco a poco, varios aprendices se dejaron embelesar con las bellas palabras de Ryota, y fueron cruzando la habitación hasta el lado donde se encontraba la nueva facción de Maestros. A pesar de las críticas de otros por las acciones de Ryota, éste ni se inmutó, sino que esperó a que no hubiera más rostros en duda por la decisión para bajar el brazo. La oferta había concluido.

Sabia decisión —alabó Ryota, dirigiéndose a sus nuevos aprendices—. Pronto comprobaréis lo poco que dejáis atrás respecto a lo mucho que ganáis. En cuanto al resto…

Se giró nuevamente hacia los aprendices, hacia quienes extendió el brazo, pero, esta vez, con la palma de la mano hacia abajo, no precisamente para hacerles otra proposición.

Es una lástima que no sepáis comprender la verdadera realidad a la que os enfrentáis. Tan ingenuos que seguís defendiendo, a capa y espada, la mentira que quería aclararos —comenzó—. Seguramente sea mucho más limpio para vosotros que no la veáis nunca.

Sus dedos comenzaban a envolverse en una extraña negrura, a punto de hacer algo a los aprendices (quién sabe qué), cuando un destello al final de la sala, detrás de éstos, sorprendió a todos. En ese mismo punto, apareció un ancho portal de refulgente luz, de donde apareció inmediatamente una figura que muchos reconocerían.

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

Ronin, con su característica amable expresión, su parche en el ojo, su vestimenta, su… su todo. Finalmente, uno de los Maestros había aparecido. Y los demás no tardaron en hacer lo mismo, saliendo del portal en tropel, mientras dirigían varias miradas a sus aprendices. Ninguno de ellos iba armado.

¡Y cuánto tiempo, Ryota! —exclamó Ronin, mientras se iba aproximando al pie de las escaleras, manteniendo aun así las distancias—. Pensaba que estabas muerto.

Fuera lo que fuese lo que tenía pensado hacer Ryota, cambió de opinión y bajó el brazo, sonriendo efusivamente a su antiguo colega.

No moriré antes que tú, viejo.

Mientras tanto, varias reacciones ocurrían alrededor de las demás personas presentes. Nanashi miraba fijamente a Ryota, con una seriedad hasta impropia de ella. Ariasu se esforzaba en hacerle llegar un guiño a Akio, el cual ponía todo el rato cara de desagrado, como si no le hiciera gracia estar allí. Alexis hacía rato que se había aburrido y, fingiendo distracción, jugaba cerca de Andrei con su consola. Yami no perdía detalle de aquella sala, la cual no era, en absoluto, de su agrado. Y Rebecca parecía incapaz de hablar con tanta gente presente, sobre todo sin su siempre leal Simon cerca.

¿Qué es lo que realmente buscas? —preguntó, sin perder el ánimo.

¡Qué pregunta! Lo mismo de siempre. ¿Y por qué no te decides a ayudarme esta vez?

No, creo que no tengo tantas esperanzas como tú. Pero gracias por la oferta —sonrió Ronin—. ¿Estás seguro de saber qué es lo que quieres?

Completamente —aseguró—. ¿Y tú?

En esta ocasión, Ronin no respondió. Finalizada la breve charla, se giró hacia sus aprendices.

¡Volvamos a casa, chicos! —ordenó Ronin, señalándoles a todos el portal. Su, por fin, vía de salida.

A pesar de que estaban claramente huyendo de su territorio, Ryota no reaccionó, sino que se limitó a sentarse en su trono y a ver cómo partían. No impidió, en ningún momento, que se marcharan, ni tampoco hizo amago de atacar. Los que estaban con él le imitaron.

El Maestro volvió a acercarse al portal, alejándose de su enemigo. Fue entonces cuando se dio cuenta de la actitud de su compañera. Y, aún con su tono afable, se dirigió a ella:

Nanashi —llamó—. ¿Vienes?

La Maestra tardó un poco en responder.

No.

Caminó, sin la firme determinación que tanto la caracterizaba hasta las escaleras. No dijo nada. Únicamente, se posicionó al lado del trono de Ryota antes de volver a dirigirse al Maestro Ronin.

Mi verdadero sitio está aquí —confirmó, tan repentinamente—. No volveré nunca más a ese lugar.

Ronin suspiró. Se llevó una mano al cuello, cansado, y le hizo un gesto de despreocupación.

Como quieras.

Nanashi, con la cabeza bien alta, como siempre, asintió imperceptiblemente y se mantuvo en su sitio, sin fijarse ni mirar a nadie, esperando a que se marcharan. Tampoco haría caso a cualquier aprendiz que intentara hacerla cambiar de opinión, o criticarla.

Los Maestros instaron a los aprendices a cruzar el portal para regresar, y únicamente los siguieron cuando el último rezagado obedeciera.

Estando todos en el lado que ahora les correspondía, el portal se cerró y los dos mundos volvieron a separarse. Unos, se hallarían aún en la sala de los tronos, rodeados de personas que les habían ofrecido promesas y verdades. Otros, contemplarían de nuevo el despejado cielo de Tierra de Partida, en el mismo punto donde partieron: los jardines.

Sin duda, tanto en uno como en otro lugar, aún quedaban cosas por aclarar.

~


Varios portales de luz se abrían, mientras tanto, en Bastión Hueco. De todos ellos salía un niño pequeño, presentándose ante la persona (o mascota) a la que iba a recoger, en cada ocasión. Fueron quienes tuvieron la oportunidad de ver a un Akio bastante molesto.

Siempre me tocan los peores trabajos —se quejaba todo el rato—. Vamos, adentro. ¿O prefieres que te deje de almuerzo para los sincorazón?

Poco a poco, los aprendices que se habían ido quedando atrás (como Flynn, Sam, Yu…) pudieron regresar también a Tierra de Partida, donde los demás estarían teniendo una interesante charla con el resto de Maestros en los jardines.

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Éste será vuestro penúltimo post.

Y, aviso que, aunque ahora mi conexión me está dando unos pocos problemas (que espero que se solucionen pronto), tengo intención de dividir ya las fichas. Paciencia~~







Fecha límite: 15 de septiembre.

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Turnos perdidos: Ueki Expulsado; khsora (2); Axelpower (1); HappyDelice (1); Kousen (1); Deja Abandono; Final Fan (1); Hitori (1); Pharos (1); YuOchiga (3) Expulsado.

Ausentes: Axelpower, Pharos.

(Aparecer como ausentes quiere decir que habéis avisado de que probablemente no estéis disponibles, por lo que quedáis exentos de postear, aunque no estaría de mal que lo hicierais si podéis, y de castigos hasta vuestro regreso).
Si no aparecéis como ausentes y habéis anunciado vuestra indisposición, avisadme por PM con el link donde lo hicisteis.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Sombra » Mié Sep 12, 2012 2:08 am

Muchas cosas pasaron cuando me uní a Ryota, algunos aprendices, como Xefil habían dedicado palabras que me hicieron sonreir, otros simplemente soltaban largos discursos a los que no prestaba atención e incluso otro... No supe que pasó, pero aquella persona murió sin que nadie hubiese podido hacer nada. No supe que pensar de aquello...

Varias personas más se acercaron a Ryota, al igual que yo con la intención de unirse a sus filas, entre ellos estaba un hombre de aspecto ratonil que había visto por Tierra de Partida en varias ocasiones pero con el que nunca había tenido oportunidad de hablar.

En cuanto Ryota vio que nadie más se uniría a nosotros este se dirigió a nosotros.

Sabia decisión —halagó el que hubiesemos escogido aquel bando—. Pronto comprobaréis lo poco que dejáis atrás respecto a lo mucho que ganáis. En cuanto al resto…

El Maestro se giró hacia los que habían rechazado la oferta y levantó su brazo señalando hacia ellos.

Es una lástima que no sepáis comprender la verdadera realidad a la que os enfrentáis. Tan ingenuos que seguís defendiendo, a capa y espada, la mentira que quería aclararos —explicó—. Seguramente sea mucho más limpio para vosotros que no la veáis nunca.

Entre sus dedos una bruma oscura empezó a hacer acto de presencia. Me puse rígido al pensar que podría atacar a nuestros compañeros, incluso estuve a un solo instante de invocar mi llave espada para defenderlos si era necesario. Pero entonces, una poderosa luz similar a una estrella apareció al fondo de la sala del trono de lo que parecía ser Bastión Hueco.

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

Reconocí aquella voz con tono despreocupado. Era Ronin. Me puse nervioso al verle, no quería mirarle a la cara. Menos aún al resto de Maestros que aparecieron al poco rato, sobre todo a Kazuki.

Kazuki... Quería explicarle el motivo de mi decisión para que no pensara mal de mí, pero era imposible. No podía ir en aquella situación tan tensa a junta suya.

Todos los maestros de Tierra de Partida estaban allí.

¡Y cuánto tiempo, Ryota! —saludó Ronin abriendose paso a traves de todos los aprendices—. Pensaba que estabas muerto.

Ryota bajó el brazo y dedicó una sonrisa al viejo maestro del parche.

No moriré antes que tú, viejo.

¿Qué es lo que realmente buscas? —preguntó, Ronin sin cambiar su habitual expresión risueña y amable.

¡Qué pregunta! Lo mismo de siempre. ¿Y por qué no te decides a ayudarme esta vez? —ofreció Ryota.

No, creo que no tengo tantas esperanzas como tú. Pero gracias por la oferta —respondió Ronin al ofrecimiento. No entendía a que se refería con aquellas esperanzas, quizás con el tiempo lo supiera—. ¿Estás seguro de saber qué es lo que quieres?

Completamente ¿Y tú?

Ronin se mantuvo en silencio, las siguientes palabras se las dedicó a los aprendices que pertenecían a Tierra de Partida, aquellos que volverían al castillo.

¡Volvamos a casa, chicos! —señaló el maestro hacia el brillante portal de luz.

Ryota se sentó en su asiento mientras veía como todos aquellos que habían decidido no quedarse se marchaban de allí a traves de aquella brillante luz. Contemplé como todos se iban, conocidos o desconocidos.

Nadhia, Fyk, Xefil, Hitori, Ivan... Esperaba que todos se cuidaran, no quería que les pasara a nadie nada malo. Nyx se frotó a mi pierna con su hocico

El Maestro volvió hacia el portal para volver a Tierra de Partida, fue entonces cuando me di cuenta de la actitud que la Maestra Nanashi estaba teniendo. Era como si dijese que quería estar con nosotros, pero Ronin hizo como si aquella expresión no estuviese en la cara de su compañera.

Nanashi —hizo que esta prestase atención al Maestro de maestros—. ¿Vienes?

No —respondió ella tras unos segundos más seria de lo habitual. La maestra se acercó hacia nosotros, los desertores de Tierra de Partida.

Mi verdadero sitio está aquí —se refirió a Bastión Hueco—. No volveré nunca más a ese lugar.

Como quieras —quitó importancia al asunto despreocupadamente. ¿La maestra Nanashi había cambiado de bando? No me lo podía casi ni creer.

La maestra se mantenía firme y serena, orgullosa con un rostro delicado y bien esculpido como una escultura griega.

Ningún maestro abandonó el lugar hasta que el último de los aprendices hubiesen abandonado el lugar. Eché una última ojeada a todos ellos.

Hasta nunca.

El portal se cerró cuando todos hubiesen abandonado aquel lugar dejandonos con todos aquellos que serían mis nuevos compañeros y maestros.

Tal vez debí haber aceptado su oferta la última vez que nos vimos, Maestra Ariasu —me referí a la mujer de cabello rubio que estaba sentada en uno de los tronos—. Total, solo retrasé lo inevitable.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Light » Mié Sep 12, 2012 12:57 pm

Un aprendiz emergió de la multitud, y no era uno cualquiera. Se trataba de Zeix, un residente de Villa Crepúsculo y amigo de la infancia de Light, aunque se mostraba algo cambiado...

No... puede ser... ¿Zeix? ¿Eres tú? —musitó aturdido.

Aquellos no eran sus ojos, no. Los ojos rojos le delataban: su mirada era aterradora, como si la locura se hubiera apoderado de él.

Desgraciadamente... sus sospechas fueron ciertas. Zeix empezó a burlarse de Xefil, y en general de todos los aprendices, con un comportamiento de chiflado que no era normal en él.

Light no se lo podía creer, nunca se habría imaginado encontrarse a uno de sus amigos de su mundo en Bastión Hueco, ¿acaso Zeix era otro aprendiz como ellos? No había tenido constancia de ello, y de hecho nunca se le había cruzado por Tierra de Partida. Increíble, aunque menos creíble sería su actitud burlona y extraña.

Lo siguiente resultaría lo más absurdo de todo. Aquel no podía ser Zeix, de ninguna de las maneras. Light se negaba a admitirlo.

Bueno, y usted, sir. ¿No teme a la Oscuridad? Al final terminará devorando su inocente corazoncillo. Es humano, después de todo, persigue un objetivo, después de todo, ¿qué sucedería si todo eso se frustra? ¿Es capaz de transformarse en Sincorazón por lograr su objetivo? Bah, con perdón pero... sólo es un memo que no recibió la atención suficiente en Tierra de Partida y decidió crear todo esto para tener importancia, aunque le elogio, se ha ganado mis respetos, para ser humano. Porque lo es, ¿o no? A diferencia de esos de ahí... —se refería a todos los aprendices.

No puede ser... esto tiene que ser alguna especie de broma cruel... no...

¿Qué bando elijo? ¿Cuál me conviene? Ay, es que tengo miedooo. —Dijo con sorna—. Sin duda... —se dirigió hacia Wix para acabar con ella, y para rematar la faena que Light y sus compañeros no habían terminado—. ¡La Oscuridad!

¡¡No!! —vociferó rotundamente, y salió corriendo para detener su locura—. ¡¡Detente!!

Tenía que pararle a toda costa, debía ayudar a su amigo. La oscuridad se había apoderado de él, y necesitaba que le iluminaran el camino. Debía hacer lo mismo que aquella voz había logrado con él.

Era su tarea ayudarle a recuperar la luz.

¡¡No dejes que la oscuridad te controle!! —chilló desesperado sabiendo que no llegaría a tiempo para detenerle.

No había respuesta para lo siguiente que sucedió. Quizás fue gracias al grito de Light, o quizás no, pero una cosa era segura: Zeix se había detenido al fin. Cayó rodando por los escalones de aquella sala que tanto se asemejaba a Tierra de Partida. Parecía haber perdido la conciencia, Light se acercó un poco más para comprobarlo.

Y para su sorpresa, se levantó, con un resplandor de luz en el pecho. Sus ojos habían vuelto a la normalidad, ¿había recuperado el joven la luz que había perdido? De todas formas estaba herido, Light no tardó en detectar que se agarraba el pecho y que intentaba ocultar el dolor.

Impresionante... Light.. verte aquí... No dudes, al llegar a éste mundo la Oscuridad se fue apoderando de mí, no fui un buen aprendiz, fui débil y permití que Daichi muriera, son cosas que no podré perdonarme pero... en el último momento, gracias a vosotros, he descubierto que... La luz, gracias a ella vencí a mi oscuridad interior... Ahora lo tengo claro...

¿La... oscuridad? —intentaba asimilar todo lo que su amigo le estaba contando.

¡El verdadero camino hacia la paz es la luz, confiad en ella! Light, sé que puedes! —sus últimas palabras le calaron de lleno, y desapareció, junto a su Llave Espada.

No... —se dejó caer en el suelo.

¿Cómo se podía sentir Light tras todos aquellos acontecimientos? Su amigo de Villa Crepúsculo había aparecido de repente, enloquecido por la oscuridad, y acababa de morir delante de sus narices.

Zeix había muerto, y no volvería nunca más. ¿De qué manera se podía describir el sentimiento de la perdida de un ser querido? Era una sensación angustiosa e imposible de explicar. Ya no podrían entrenar, ni participar juntos en algún torneo de Struggle. Aquel que era su pupilo del Struggle había fallecido, aquel que era uno de los pocos amigos que tenía en Villa Crepúsculo, aquel que tuvo que cuidarse con sus abuelos y que nunca pudo conocer a sus verdaderos padres....

Sus historias se asemejaban tanto... hasta ahora. Zeix ahora se encontraba muerto, y en cambio, él seguía vivo.

¿Cuánto más dolor le quedaba por soportar?

Alguien había estado jugado con sus recuerdos, y había terminado por provocarle la completa demencia.

Amistades como las de Axel y Saxor (que había decidido unirse al bando de la oscuridad) se habían perdido.

Zeix estaba muerto por culpa de la oscuridad.

Y es que Light lo tenía muy claro, la oscuridad tenía la culpa de todo, ya que ella le había arrebatado a sus seres queridos, e incluso había acabado con uno de ellos. Aquella oscuridad que le estaba atormentando desde que llegó a ese mundo había intentado acabar también con su cordura.

¿Habría acabado tan loco como el Zeix de hace un momento?

Imperdonable...

Utilizar el poder de la oscuridad... es imperdonable. Solo acarrea destrucción, muerte...

Eso es mentira. La Oscuridad, la Luz... Todos son destructivos por igual. Un elemento no representa que su portador sea bueno o malo. ¿Crees que la Maestra Yami es cruel o malvada por usar la oscuridad como arma? Porque yo creo que no

Para él eran bobadas, aquello le parecía simplemente ridículo. ¿La cálida luz algo destructivo? Aquellas malas excusas solo podían ser venir de un afín a la oscuridad, de un traidor, por ejemplo. Los Sincorazón procedían de la oscuridad de los corazones de las personas, y resultaba lógico que aquellos afines a este poder fueran más propensos a dejarse llevar por ella. Solo hacía falta fijarse en Saxor y en Ragun... los traidores.

Zeix tenía toda la razón...

Light Intentaba recordar desesperadamente las últimas palabras de Zeix, como si olvidarlas supusiera el mismísimo fin de su vida. Las repetiría para sí tantas veces como hiciera falta para aprenderlas, no las olvidaría nunca.

La luz era buena.

La oscuridad era mala.

Sus palabras le habían calado tanto que no podría perdonar a Saxor, ni a Ragun...

Ni a ellos.

Es una lástima que no sepáis comprender la verdadera realidad a la que os enfrentáis. Tan ingenuos que seguís defendiendo, a capa y espada, la mentira que quería aclararos. Seguramente sea mucho más limpio para vosotros que no la veáis nunca.

Eres un... bastardo... —dijo Light entrecortadamente mientras se levantaba y volvía a apuntar a Ryota de nuevo con su Teluria. Parecía que estaba a punto de preparar algún tipo de ataque, y el muchacho se encontraba justo delante de él (en los peldaños) ¿Acaso aquel iba a ser su fin?

Mantuvo la mirada desafiante en todo momento, y no se dejó intimidar por lo que les pudiera hacer Ryota. No podía llorar o asustarse delante de aquellos que habían organizado todo este juego, porque se trataba de eso: un simple juego en el que los aprendices habían sido las piezas.

Era imperdonable, tenían que pagarlo...

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

Aquella voz... ¿podía resultar él? El aprendiz se giró vertiginosamente para comprobar lo que sospechaba. Ronin había venido a rescatarles, y no iba solo, todos los Maestros de Tierra de Partida habían aparecido en la sala. Lo sabía, sabía que sus Maestros no les abandonarían.

¡Y cuánto tiempo, Ryota! —exclamaba Ronin mientras se acercaba hacia los peldaños, donde Light se encontraba. Éste desmaterializó su Llave Espada y se hizo a un lado, permitiendo que consiguieran hablar sin él de por medio—. Pensaba que estabas muerto.

No moriré antes que tú, viejo.

Si no hubiera llegado a ser por los Maestros, quizás podía haber acabado muerto. Light no habría esperado un segundo más para atacar a Ryota, le tenía muchas ganas. Por culpa de él... se habían visto envueltos en todo aquello, y su amigo había muerto...

Se tuvo que guardar las ganas y limitarse a escuchar la conversación que tuvieran estos.

¿Qué es lo que realmente buscas? —le preguntaba Ronin, sin perder el ánimo que le caracterizaba.

¡Qué pregunta! Lo mismo de siempre. ¿Y por qué no te decides a ayudarme esta vez?

¿Su maestro ayudando a alguien como él? Light se imaginaba su respuesta, sería tan lógica como rotundente: “no”

No, creo que no tengo tantas esperanzas como tú. Pero gracias por la oferta —le agradeció sonriente. Sin duda, Ronin nunca perdía la compostura ni la sonrisa en los momentos más tensos—. ¿Estás seguro de saber qué es lo que quieres?

¿Qué es lo que podría estar buscando Ryota?

Completamente —afirmó el cuestionamiento de Ronin, y le devolvió la pregunta—: ¿Y tú?

Ronin no añadió nada, por alguna razón que Light desconocía. Quizás no quería decirlo, o simplemente aún no sabía lo que quería. Light intuía que aquella se trataba de una conversación que no comprendería, por ahora.

¡Volvamos a casa, chicos! —ordenó su maestro indicándoles la vía de escape, un portal. El joven se percató tardíamente de que aún seguían en Bastión Hueco, y que aquella no era la cálida Tierra de Partida, ni por asomo. Tendría que dejar su mundo natal en las manos... de aquellos.

Pero no podía hacer nada.

Light acató las ordenes de su Maestro, y empezó a alejarse de los tronos... y de sus ex-compañeros. No medió palabra con nadie, y se dirigió con la cabeza gacha hacia el portal que su Maestro les había indicado, solo...

Porque ya no le quedaba nadie.
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144. Xion Forma Final
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor RedXIII » Mié Sep 12, 2012 3:21 pm

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Hiro se alzó, al ver que nadie había escuchado lo que había dicho ¿Era mejor quedarse ahí quieto y luchar? Seguramente no, pero tampoco se podía quedar con las manos cruzadas.

Lo más insultante de todo aquello es que Ryota ni siquiera se digno a atender a lo que decían ¿Después de soltar el discurso hace oídos sordos? No era algo demasiado bueno.

Sabia decisión, pronto comprobaréis lo poco que dejáis atrás respecto a lo mucho que ganáis. En cuanto al resto…

¿Traicionar a sus amigos? Pensar en que el día de mañana uno de ellos podría estar amenazándolo con su llave Espada era una idea cruel.

Ryota se giró nuevamente hacia los aprendices, hacia quienes extendió el brazo, pero, esta vez, con la palma de la mano hacia abajo.

Es una lástima que no sepáis comprender la verdadera realidad a la que os enfrentáis. Tan ingenuos que seguís defendiendo, a capa y espada, la mentira que quería aclararos — Comenzó —. Seguramente sea mucho más limpio para vosotros que no la veáis nunca.

Cada uno ve su propia verdad, no la que los otros intentan imponer — Comentó.

Sus dedos comenzaban a envolverse en una extraña negrura, a punto de hacer algo, cuando un destello al final de la sala, a espaldas de Hiro, le sorprendió. Apareció un ancho portal de luz, el cual, des de luego, tenía mejor pinta que los que le absorbieron con anterioridad.

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

Aquella voz la reconocería en cualquier lugar, la única que podía, sin duda, traer una pizca de esperanza a la situación, Ronin, apareció del portal con una cara alegre, como siempre, daba igual cual fuera la situación, el siempre alegraba al mundo con una sonrisa. No tardaron en ir saliendo los demás maestros, aunque desarmados daban a Hiro la confianza de que todo saldría bien en ese momento.


¡Ronin! — Exclamo de una forma exagerada, haciendo que su voz resonara por toda la sala de la emoción.

¡Y cuánto tiempo, Ryota! — Exclamó Ronin, mientras, caminaba al pie de las escaleras, Pero no acercándose demasiado—. Pensaba que estabas muerto.

Al parecer la aparición de los maestros fue suficiente para que este desistiera de su plan principal, Hiro no pudo más que soltar un suspiro.

No moriré antes que tú, viejo.

Aunque Ronin estuviera allí ¿Quien mas había? Algunos maestros estaban allí, y no demasiado contentos, aun así pudo notar la ausencia de Lyn, su maestra ¿Tenia una tarea tan importante que no le permitía venir a ayudar a sus aprendices, o es que iba con retraso?

¿Qué es lo que realmente buscas? —preguntó Ronin.

¡Qué pregunta! Lo mismo de siempre. ¿Y por qué no te decides a ayudarme esta vez?

No, creo que no tengo tantas esperanzas como tú. Pero gracias por la oferta — Sonrió Ronin—. ¿Estás seguro de saber qué es lo que quieres?

Completamente — Aseguró—. ¿Y tú?

En esta ocasión, Ronin no respondió. Finalizada la breve charla, se giró hacia sus aprendices.

¡Volvamos a casa, chicos! — Ordenó Ronin, señalándoles a todos el portal.

Aunque fuera una orden de Ronin, Hiro decidió aguardar un poco más, esperando a que sus compañeros fueran entrando y no quedarse ningún rezagado.

El Maestro Ronin fue acercándose al portal.

Nanashi — La llamó—. ¿Vienes? Le preguntó a continuación

Aunque simple, tardo un tiempo en responder.

No.

Sin decir nada más, se puso al lado del trono de Ryota y se dirigió al Maestro Ronin.

Mi verdadero sitio está aquí, No volveré nunca más a ese lugar.

Ronin suspiró. Se llevó una mano al cuello, y le hizo un gesto de despreocupación.

Como quieras.

¡¿Que?! — Hiro exclamo —¿Que coño? Una Maestra... — No sabía exactamente que decir, aunque sobraba lo que el dijera, no podía impedir que estuviera de nuevo nervioso ¿Una Maestra de la Luz, pasándose al lado de la Oscuridad? Era algo impensable para el.

Hiro alzo el Revolver e hizo girar el tambor con una bala, una única bala, firme, apunto al trono de Ryota.

Volvere — Dijo, a todos aquellos que les habían dejado, a los que les miraban, y, sobretodo, a Ronin, a continuación apretó el gatillo sin pensarlo y una bala salió disparada hasta el centro superior del trono, sin ni siquiera rozar a Ryota, no sabe exactamente el porqué, pero lo hizo. Seguidamente se giro, con una mirada fría, y viendo que solo quedaba el, camino lentamente hacia el portal para irse a donde fuera, con la intención de volver allí algún día.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor A Nerd Girl » Mié Sep 12, 2012 7:07 pm

Traté de evitar escuchar todo lo que pasaba... Zeix no parecía el mismo de cuando estuvimos en el entrenamiento. Parecía una locura. Me tapé los oidos y traté de cerrar los ojos. ¡No quiero nada! Maestros, ¿Dónde estais? Quiero irme, quiero irme a casa. ¿Por qué no negué la oferta de Lyn? No quería ver como la gente se iba, como era así de egoista. Solo quería amigos, y veía como Ragun y Saxor se iban, como Zeix moría... ¿Por qué?

-¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!-

Esa voz... Destapé mis oidos y miré bien. ¡Maestro Ronin! Miré bien, ¡los demás! Me sentí aliviada. Estaban. No nos habían abandonado. Mothy se fue. ¿Me iba a volver a dejar sola? No, recuerdo bien que me dijo que la próxima vez no se iría sin aviso.

-¡Y cuánto tiempo, Ryota! -¿Le conoce?-. Pensaba que estabas muerto.-
Ryota no parecía inmutarse. Aunque ver a Ronin me reconfortaba, era un hombre alegre y bastante agradable. En ocasiones, desearía que mi padre hubiese sido así de amable.

-No moriré antes que tú, viejo.-

Me daban ganas de soltarle algún insulto. Ryota, o como se llame, ya acababa de caerme mal. ¿Cómo puede decir eso?

-¿Qué es lo que realmente buscas?-

-¡Qué pregunta! Lo mismo de siempre. ¿Y por qué no te decides a ayudarme esta vez?-

¿Está bromeando? Estaba claro que el Maestro Ronin negaría la oferta.

-No, creo que no tengo tantas esperanzas como tú. Pero gracias por la oferta -Suspiré de alivio-. ¿Estás seguro de saber qué es lo que quieres?-

-Completamente -¿Qué es lo que quieren decir?-. ¿Y tú?-

Ronin no contestó. ¿No quería contestar a eso? Esto es dificil de entender. Quizás las cosas de Maestros solo sean para maestros. Los aprendices no deberíamos meternos en esas cosas, así que mejor no preguntar.

-¡Volvamos a casa, chicos!- Eso despertó mi ánimo de nuevo. Aun así no dudé en mirar a Ragun y compañía. ¿Estarán seguros? ¿No les pasará nada? Pensé en rezagarme un poco para ver como Ryota no parecía inmutarse. ¿Y si trama algo?

La Maestra Nanashi, la Maestra de Xefil, parecía que no quería irse...


-Nanashi -Ronin la llamó.-. ¿Vienes?-

-No.-

Me quedé algo sorpendida, ¿ella iba a dejarnos? Es una Maestra, ¿Iba a dejar a sus aprendices?

-Mi verdadero sitio está aquí -¿Su sitio? ¿Qué quiere decir?-. No volveré nunca más a ese lugar.-

Ronin parecía dejarla quedarse. ¡No! ¿Y si luego tenemos que pelear? ¿Contra los compañeros? ¿Contra los amigos? ¿Por qué? ¿Solo por que unos están de un lado y otros de otro? ¿Solo por egoismo y avaricia? Entré rápidamente a el portal para llegar a los jardines de Tierra de Partida. No quiero seguir allí.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor EspeYuna » Jue Sep 13, 2012 5:04 pm

Muchas cosas sucedieron tras mi decisión de quedarme con mis compañeros: Kousen habló, dedicándome una sonrisa cuando decidí no aceptar la invitación de Ryota.

Después, un muchacho de Tierra de Partida subió a los tronos, con un comportamiento extraño y cuyo rostro reflejaba locura. Pero antes de que pudiese añadir alguna palabra más, tras todo aquel discurso sin sentido, eligiendo la oscuridad, fue envuelto en luz y, tras hablar con un muchacho de la sala, fue desapareciendo junto con su Llave-Espada, sonriendo hacia el bando de Tierra de Partida.

¿Ese muchacho... no era de Villa Crepúsculo? Una lágrima se asomó por mi mejilla. Ese chico, lo había visto un par de veces en la plaza de la Villa. Y el que estaba allí, viendo como su amigo desaparecía... Light. Le conocía, sí.

Entonces me di cuenta de que aquella desaparición, esa que sólo ocurría en los cuentos, sólo significaba una cosa: aquel chico nos dejaba. Estaba muriendo, delante de nuestras narices, invadido por la locura, la oscuridad.

Y lo hizo.

Otros se quedaron en Tierra de Partida, dirigiendo unas palabras a Ryota: Fyk se quedaba, Zait y Fran también. Sonreí, con las pocas fuerzas que me quedaban tras todos aquellos acontecimientos. Todos los de mi grupo también se quedaban: Kit, Fátima, Kousen, Adelaida... cada uno de ellos decidió quedarse a mi lado.

A pesar de los discursos tan extensos y bellos de mis compañeros, Ryota pareció no prestarles atención: sólo se fijaba en quienes se iban con él. Aunque la decisión de Ragun fue la que más me sorprendió, también lo hizo la de ese chico que me encontré en el Gremio, amigo de Ragun, quién sus ojos me recordaron en su momento a los de los sincorazón.

Nos estaban engañando. ¿Ragun se convertiría en alguien como aquella mujer cubierta de sangre, sentada en el trono sin expresar ningún tipo de emoción?

Es una lástima que no sepáis comprender la verdadera realidad a la que os enfrentáis. Tan ingenuos que seguís defendiendo, a capa y espada, la mentira que quería aclararos —dijo, complacido de ver que algunos habían decidido cambiar de bando—. Seguramente sea mucho más limpio para vosotros que no la veáis nunca.

No. ¡No, no, no! ¿¡Nos iba a matar!? No... ¡no!

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

Abrí los ojos, tras haberlos cerrado por el repentino susto. ¡No podía ser! Reconocería aquella voz despreocupada en cualquier sitio:

¡¡Ronin!!

Y no fui yo la única que esbozó una sonrisa. Hubo un jolgorio de caras que se iluminaron de esperanza al presenciar la aparición del Maestro Ronin tras un portal de luz. Y más sorpresas.

¡Akio! Y los demás Maestros, a excepción de Lyn y Kazuki. Allí estaban, ¡habían venido a salvarnos!

Pero el comportamiento de Ronin fue del todo inusual. Se acercó a Ryota, quien paró su repentino ataque contra nosotros. Los dos mantuvieron una conversación... ¿amigable? Quién sabe... pero Ronin negó su invitación. Acto seguido, se dirigió a nosotros, mandándonos a volver a casa en aquellos portales de luz.

Por una parte, estaba deseando entrar en aquella cálida entrada para volver a "casa". Pero... me paré un momento, observando a Ragun en la lejanía, quien nos miraba mientras.

Me quedé atónita, al igual que muchos otros aprendices, cuando la Maestra Nanashi pronunció un rotundo "No". Boquiabierta, la vi dirigirse a los tronos, con su elegancia y firme decisión. ¿¡Pero qué narices estaba pasando!?

¿Maestra Nanashi...una traidora?

No, aquello no podía estar pasando de verdad. Siempre me había fijado en ella como una mujer acorde con sus principios, valiente, bella, una excelente tutora... puede que temperamental, pero incapaz de hacerle esto a Ronin o a los demás Maestros. Incluso a Mog...

Mientras mis pies andaban asustados hacia la salida que nos había ofrecido Ronin, se quedó en mi cabeza la imagen de aquella sala: Ryota, Andrei... la Maestra Nanashi... y Ragun.

Una vez pisé el portal, la luz me cegó, llevándome a mi... ¿hogar?
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Little Sho » Jue Sep 13, 2012 6:38 pm

Ryota ni siquiera movió un músculo. Escuchó únicamente a aquellos que se unieron a sus filas. Me parecía un comportamiento más que habitual. Había… Tantos aprendices dirigiendo todo tipo de palabras a su persona. Se volvería loco si quisiese escucharlos a todos.

Tras acabar los discursos y haber tomado todo el mundo una decisión, Ryota habló, de la misma manera que lo hizo minutos atrás. Alzó su mano hacia nosotros, mostrándonos la palma.

Es una lástima que no sepáis comprender la verdadera realidad a la que os enfrentáis. Tan ingenuos que seguís defendiendo, a capa y espada, la mentira que quería aclararos. Seguramente sea mucho más limpio para vosotros que no la veáis nunca.

Entre sus dedos, pequeños fragmentos de sombra comenzaban a atenuarse. Como si de un reflejo se tratase, empuñé mi espada y me adopté una posición defensiva al instante.

Un destello me sorprendió desde atrás, dando a mostrar un amplio portal de luz, algo que Nanashi me había mostrado tiempo atrás. Una figura conocida surgió de él, seguramente contestando a las plegarias de más de uno.

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

Era él, el gran maestro Ronin. Una de las personas, que jamás pensé que volvería a ver desde que me perdí en Londres. Es… Curioso, hasta donde puede llevarle a uno el destino. Los demás maestros le siguieron, proporcionando completa confianza y seguridad a sus aprendices. Yami entre ellos.

¡Y cuánto tiempo, Ryota! —Ronin se acercó al pié de las escaleras—. Pensaba que estabas muerto.

Ryota bajó el brazo y sonrió al recién llegado. Todo aquello me parecía fuera de lo normal, sobre todo después de lo sucedido.

No moriré antes que tú, viejo.

Todos parecían conocerse. Al menos, esa fue la impresión que tuve. Por su lado, Ronin y Ryota intercambiaron varias palabras, perdiendo efusividad con ello. Tras un par de preguntas finales, Ronin se giró y se dirigió a todos nosotros.

¡Volvamos a casa, chicos! —dijo mientras señalaba el portal.

Sin embargo, antes de entrar en el portal, Ronin se dio cuenta de algo importante.

Nanashi. ¿Vienes?

Nanashi parecía realmente seria. Juraría que en todas las ocasiones que estuve bajo su tutela, jamás la había visto así. Incluso, tardó en responder.

No.

Y con un caminar distinto al suyo habitual, avanzó hasta Ryota y se sentó a su lado. Comprendí enseguida lo que sucedía. No sólo unos cuantos aprendices seguían las palabras de Ryota. Sino que otra alumna, seguiría a su único Maestro hacia el final. Sonase desbaratado o no, es la impresión que tuve. Es más, no encontré otro motivo más obvio que aquel, para que una Maestra abandone su cometido.

Mi verdadero sitio está aquí —dijo al fin—. No volveré nunca más a ese lugar.

Ronin parecía cansado, yo diría incluso agobiado. Mostrando una aparente despreocupación, se expresó.

Como quieras.

Seguí a Ronin y crucé el portal que, como suponía, me llevó hasta Tierra de Partida, mi actual hogar, si es que alguna vez tuve uno. Aún así… Para mí… Mi hogar se hallaba allí dónde mi corazón estuviese. Allí donde mi familia me esperase. Allí donde los recuerdos surgían…

Sin hablar con nadie, sin escuchar a nadie, sin prestar atención ni pensar en nadie, invoqué mi Glider y tras un par de piruetas me monté en él. Importase o no, fuese obligatorio o no, quería irme de aquel lugar. Al menos, momentáneamente. Quería… Ir a mi hogar.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Kousen » Vie Sep 14, 2012 3:15 am

Aún me encontraba aturdido por lo que acababa de ver. Un aprendiz que se acercó a las escaleras de repente cayó al suelo, y comenzó a desvanecerse. Le dirigió unas palabras a sus conocidos y... desapareció. No quedó nada de él.

Apreté los puños. La primera víctima de toda aquella locura había sido ante nuestros ojos... y sin embargo, aquella gente lo ignoró por completo.
Cuando nadie mas avanzó, Ryota retiró el brazo y volvió a hablar.

Sabia decisión —asintió a aquellos que nos dejaron—. Pronto comprobaréis lo poco que dejáis atrás respecto a lo mucho que ganáis. En cuanto al resto…

Esta vez nos miró a nosotros y dijo unas palabras más, pero cerré mis oídos a cualquier cosa que aquel hombre dijese. Un aura oscura empezó a concentrarse alrededor de sus dedos, apuntándonos directamente.
Fuese lo que fuese apestaba a oscuridad, me preparé a tomar una posición defensiva.

Y de repente... Luz.

Un destello al final de la sala desgarró las sombras, abriendo un gran portal luminoso del que salió una voz muy familiar.

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

Primero fue Ronin. Después todos los maestros empezaron a salir uno tras otro, a excepción de Lyn y Kazuki. ¡Por fin nos habían encontrado!

Ronin se dirigió entonces a Ryota, comenzando una charla con un tono que era hasta impropio para la situación, como un saludo...

Los maestros, que estaban observando todo aquel escenario, mostraban un amplio abanico de emociones y reacciones. Yami no dejaba de ojear aquel sitio, visiblemente angustiada por aquel lugar... cuando vi a mi Maestra pude sentir que respiraba con mucha más facilidad.
Nanashi clavó su estricta mirada en Ryota, pero su cara era la seriedad echa carne.

Ryota no se cansaba, al parecer. Esta vez le ofreció hasta a Ronin pasarse a su lado.

No, creo que no tengo tantas esperanzas como tú. Pero gracias por la oferta —faltaría más, Ronin lo rechazó —. ¿Estás seguro de saber qué es lo que quieres?

Completamente ¿Y tú?

La conversación se cortó en ese mismo punto, con Ronin dirigiéndose a nosotros.

¡Volvamos a casa, chicos! —ordenó, trayendo más de una sonrisa a todas aquellas caras que hasta hace un momento estaban hundidas, ya sea por la traición de sus compañeros o por todo lo que habían vivido en aquel infierno. No pude contener mi alegría.

Todos empezaron a dirigirse a la luz, entrando en el portal y mirando a sus respectivos maestros y sin ninguna intervención por los habitantes de Bastión Hueco.
Estaba ya caminando hacia aquella luminaria cuando escuché de nuevo la voz de Ronin:

Nanashi —llamó—. ¿Vienes?

No.

Me quedé de piedra al escuchar aquella respuesta. ¿Acaso pensaba enfrentarse sola a Ryota o es que...?

Mi verdadero sitio está aquí —se limitó a añadir—. No volveré nunca más a ese lugar.

Ronin no parecía sorprendido, ni mucho menos enfadado o preocupado. Mi cara tuvo que ser un verdadero poema, pues no comprendía qué diablos estaba haciendo Nanashi. Una maestra con unos principios tan firmes... ¡una figura de ejemplo para los caballeros de la llave espada, ni más ni menos! No podía ser que nos estuviese traicionando para luchar junto a aquello contra lo que siempre nos había estado guiando...
Sin mediar media palabra más, la Maestra se alejó de la luz y fue a pararse junto al trono de Ryota.

Tenía que tener a alguna razón para aquello, tenía que haber algo. De algún modo sentí que no podía dejar de confiar del todo en Nanashi... al menos no de momento.

Los maestros volvieron a insistir en que regresásemos. No me hice de rogar. Pasé junto a Yami y me hundí de lleno en el portal de Luz.
Aquella luz tan cálida... sentí una comodidad y una relajación que eran todo lo contrario a cuando pasé por los pasillos oscuros. Era como un abrazo que me daba la bienvenida, me arropaba...

Finalmente, el portal se cerró y no pude ver más aquella horrible sala. Ni a nuestros compañeros que habían partido de nuestro lado.
Aquella indescriptible sensación de comodidad solo duró un poco, mientras terminamos de atravesar el camino que nos dejó en el origen de todo. Nuestro hogar.

El cielo ya no estaba cubierto de nubes, ni la oscuridad rezumaba de ninguna parte. Solo llegaba una cálida brisa, acompañada del sonido de los árboles y el aroma de las flores que crecían en los jardines de Tierra de Partida.
Miré al cielo infinito y no pude evitar un poco de tristeza en pensar en todos los que se habían ido... ni el estado en que estaba aquel pobre mundo comparado con lo que había sido.

Una lágrima silenciosa se deslizó por mi mejilla al recordar aquel sueño.

Maestro Ronin — me preparé a preguntar — La próxima vez que veamos a nuestros compañeros... Tendremos que luchar con ellos, ¿verdad?

Necesitaba que una voz de autoridad me confirmase aquello, no solo a mí, sino a los demás. Que aquella mala pesadilla no era sino una broma cruel del destino.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Kairi » Vie Sep 14, 2012 8:17 pm

Kairi se quedó atónita cuando vio a algunos aprendices, entre ellos el que había sido su compañero una vez, Mickael, unirse al desconocido que decía ser un Maestro y a su grupo de secuaces.

- Sabia decisión. Pronto comprobaréis lo poco que dejáis atrás respecto a lo mucho que ganáis. En cuanto al resto…- dijo mientras alzaba el brazo con la palma de la mano hacia abajo, lo que alertó a la joven.

- Es una lástima que no sepáis comprender la verdadera realidad a la que os enfrentáis. Tan ingenuos que seguís defendiendo, a capa y espada, la mentira que quería aclararos. Seguramente sea mucho más limpio para vosotros que no la veáis nunca.

Su mano se vio envuelta en las mismas sombras que había aparecido antes en la sala. Temiendo lo que pudiera ocurrir, Kairi se acercó más a Hiro y se preparó. Pero al final de la sala hubo un destello de luz y en ese punto apareció de repente el Maestro Ronin, lo que sorprendió a muchos y a la vez los alivió.

- ¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

- ¡Menos mal!- exclamó Kairi. La llegada de Ronin supondría una salvación para los aprendices que habían elegido estar del lado de Tierra de Partida, pensó. Detrás de él fueron apareciendo los demás Maestros, así que en teoría ya no habría nada que temer. Pero le extrañó bastante que ninguno de ellos tuviera la Llave Espada en la mano.

- ¡Y cuánto tiempo, Ryota! Pensaba que estabas muerto.- saludó Ronin al desconocido.

El tal Ryota bajó el brazo.

- No moriré antes que tú, viejo.- dijo sonriendo.

Los Maestros y los subordinados de Ryota se miraban y se lanzaban extraños guiños entre ellos. Por lo que parecía, aquella gente eran o habían sido Maestros de Tierra de Partida, al menos eso le parecía a Kairi.

- ¿Qué es lo que realmente buscas?- preguntó Ronin.

- ¡Qué pregunta! Lo mismo de siempre. ¿Y por qué no te decides a ayudarme esta vez?

- No, creo que no tengo tantas esperanzas como tú. Pero gracias por la oferta. ¿Estás seguro de saber qué es lo que quieres?- sonrió.

- Completamente. ¿Y tú?

Ronin no respondió. Se dirigió a los aprendices y dijo:

- ¡Volvamos a casa, chicos!- señaló el portal por donde habían llegado. Kairi se alegró de que por fin podría regresar a casa. Ryota no actuó, se limitó a ver cómo los aprendices entraban en el portal. Sus compañeros hicieron lo mismo.

Ronin volvió al portal, pero advirtió un raro comportamiento en una de las Maestras.

- Nanashi. ¿Vienes?

- No- respondió ésta. Y dicho esto se dirigió hacia Ryota y se puso a su lado.

- Mi verdadero sitio está aquí. No volveré nunca más a ese lugar.

¿Sería posible que una Maestra se pusiera de parte de esos desconocidos que apoyaban la Oscuridad? Kairi bajó la mirada mientras se dirigía al portal de salida con aire de preocupación.

- Como quieras- dijo Ronin.

Kairi cruzó el portal con el resto de sus compañeros y los Maestros. Al llegar al otro lado, el portal se cerró cuando hubo cruzado el último de ellos. Volvían a estar en los jardines de la verdadera Tierra de Partida, el lugar donde habían desaparecido.

Kairi tenia varias cosas que preguntarles a los Maestros, pero lo primero es lo primero. Se dirigió hacia Hiro.

- Gracias por salvarme antes- dijo sonriendo, aunque no entendía por qué le temblaban las manos - . Pero ten más cuidado, el ataque de León podría haberte alcanzado si nadie hubiera lanzado Reflejo- añadió.
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La Historia Del Hipercor By Rmedive92
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Suzume Mizuno » Sab Sep 15, 2012 1:24 am

Cuando Ryota alzó la mano los peores presentimientos de Fátima amenazaron cumplirse y la chica sintió un puño atenazar sus pulmones que le provocó un violento mareo. Casi podía sentir la oscuridad que se acumulaba en torno a los dedos del hombre.

Los aprendices pronunciaron exclamaciones, aguantaron el aliento.

Fátima supo que estaban sentenciados.

Hasta que escuchó esa voz con un timbre alegre, tan fuera de lugar. Nunca se alegró tanto como entonces de escuchar al Maestro Ronin. Se volvieron hacia su salvador con el alivio reflejado en el rostro, especialmente al ver que venía seguido por todos los demás Maestros.

Tan contenta estaba de la llegada de Ronin que al principio no prestó atención al intercambio de saludos entre este y Ryota. Luego se puso tiesa como un palo y en su mente, todavía algo lenta por el efecto del shock de haber estado a punto de morir, sonaron las alarmas.

¿Se conocían?

¡Qué pregunta! Lo mismo de siempre. ¿Y por qué no te decides a ayudarme esta vez?

Fátima miró a Ryota, boquiabierta. ¿Le estaba ofreciendo descaradamente abandonar Tierra de Partida?

No, creo que no tengo tantas esperanzas como tú. Pero gracias por la oferta —dijo Ronin, como quien rechaza la invitación de un amigo a salir a cenar—. ¿Estás seguro de saber qué es lo que quieres?

Completamente —respondió Ryota, rotundo—. ¿Y tú?

Ronin guardó silencio y eso pilló por sorpresa a Fátima, que se había esperado algún tipo de respuesta por su parte. Sin embargo, el Maestro de Maestros les hizo un gesto para que marcharan hacia el portal de luz por el que habían entrado.

Nerviosa, Fátima se dio cuenta de que ninguno de los Maestros iba armado. No lo entendía, se suponía que estaban en territorio enemigo y que podrían acabar enzarzados en una violenta pelea. Al fin y al cabo, Ryota había querido eliminar los refuerzos que los Maestros de Tierra de Partida se habían esforzado por reunir.

Pero ni Ryota ni sus compañeros hicieron ningún amago de atacarles cuando los aprendices se dirigieron en tropel hacia el portal.

Nanashi —llamó—. ¿Vienes?

Fátima, al escuchar el nombre de su Maestra, se giró para buscarla con la mirada. Ella, tan digna y adusta como de costumbre, respondió al cabo de unos instantes:

No.

Los pies de Fátima se clavaron en el suelo al verla caminar con resolución en dirección contraria hasta situarse junto a Ryota.

Mi verdadero sitio está aquí. No volveré nunca más a ese lugar.

Fátima se quedó mirándola con los ojos desorbitados. ¿Qué acababa de decir?

No podía creerlo. Nanashi, fría, estricta, seria, a la que al principio había mirado con profundo resentimiento… Nunca pensó que pudiera darle la espalda a aquello a lo que tan firmemente se dedicaba. No, le resultaba impensable y sin embargo… Estaba ocurriendo.

Ronin se masajeó el cuello, con un suspiro, y dijo como si no le importara:

Como quieras.

Fátima se quedó rezagada todavía unos instantes. Y por primera vez se dio cuenta de que detrás de los Caballeros de la Llave Espada había algo más que la determinación de acabar con los Sincorazón y servir a la hermandad sin importar los sacrificios. Lo que no dejaba de confundirla era que lo hubiera averiguado precisamente a través de Nanashi.

Algo aturdida, siguió los pasos de sus compañeros hasta que atravesó el cálido portal de luz.

Estaban de vuelta en los jardines de Tierra de Partida.

Una vez allí, a salvo, los aprendices comenzaron a hablar entre ellos, algunos todavía perplejos, otros más conscientes de la magnitud de lo que acababa de ocurrir. Fátima todavía tardó un poco en reaccionar. Entonces, con decisión, se encaminó hacia el Maestro Ronin, a tiempo de escuchar la pregunta de Kousen. Esperó a que fuera respondida, aunque pensando con sangre fría la respuesta le resultaba más que evidente, y entonces inquirió:

—¿Dónde han estado? —no fue una pregunta acusadora, sino una repleta de cansancio—. ¿Cómo fue posible que no os dierais cuenta de que habían desaparecido todos los aprendices? —abrió la boca y trató de expresarse sin dejarse llevar por el creciente sentimiento de desazón. Y entonces le vino a la cabeza otra pregunta que le provocó escalofríos—. ¿Y cómo es posible que hayan podido acceder a Tierra de Partida tan fácilmente? ¿No se suponía que este lugar está protegido, para que ni los Sincorazón ni nadie pueda acceder aquí? —su propia pregunta la llevó a una conclusión que se le atragantó al musitarla en voz baja—. ¿Fue Nanashi?

No quería creerlo, pero aquella mujer tenía los nervios de acero. No la conocía en absoluto, nunca pondría la mano en el fuego para decir que no les había traicionado, permitiendo la entrada de Ryota y sus subordinados a Tierra de Partida.

Sin embargo, no podía acusar a nadie infundadamente. No parecía que la decisión de Nanashi hubiera sido fruto de un impulso, pero si hubiera estado metida en aquella especie de prueba a la que les habían sometido desde el principio, ¿no se habría presentado junto a Ryota desde el principio?

Tragó saliva. En ese caso, ¿habría otro traidor entre ellos?
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Final Fan » Sab Sep 15, 2012 2:36 am

Algunos volvimos a Tierra de Partida. Pocos se quedaron en Bastión Hueco. Pero, al final, lo que contaba... era que nuestros caminos comenzaban a diverger. Supuse que tarde o temprano tenía que ocurrir. Éramos tantos, y buscábamos tantas cosas... pero dejar nuestros objetivos personales por una causa mayor me parecía un sacrificio que teníamos que estar dispuestos a realizar. Los que habían decidido quedarse con Ryota y los suyos no sacrificaban eso, pero seguramente pronto descubrirían que tendrían que dejar de lado alguna otra cosa. Igual de importante.

Me sorprendió (mucho) ver que Nanashi se quedaba en aquel lugar. Aquellos que ahora presidían Bastión Hueco... bueno, antes eran sus compañeros. Pero, aún así, me chocó. Era una de las maestras que más confianza me inspiraba, y tenía pensado hablar con ella de la carta que había recibido en el Coliseo en el Olimpo. Pero, ahora...

Supuse que era hora de volver con Kazuki, Ronin y los demás. Mis compañeros aprendices, amigos, me acompañaban, pero algo me hacía pensar que algunos no pensaban de la misma forma que yo. Aquello no era una separación. No estábamos trazando una línea irrebasable entre nosotros. Seguíamos estando juntos. Me negaba a pensar de otra manera.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Quico » Sab Sep 15, 2012 10:25 am

La encuesta había acabado para todos y cada uno de los aprendices. Algunos habían decidido pasarse al lado de Bastión Hueco con Ryota. Sin embargo algunos seguían siendo fieles a Tierra de Partida.

Ryota entonces empezó a dar la bienvenida a sus nuevas incorporaciones:

Sabia decisión. Pronto comprobaréis lo poco que dejáis atrás respecto a lo mucho que ganáis. En cuanto al resto…

Se giró otra vez mirándonos al resto que no habíamos elegido estar con él y que nos quedábamos al final en nuestro hogar. Extendió su brazo hacia nosotros, pero con la mano mirando abajo. Yo aún seguía en guardia.

Es una lástima que no sepáis comprender la verdadera realidad a la que os enfrentáis. Tan ingenuos que seguís defendiendo, a capa y espada, la mentira que quería aclararos. Seguramente sea mucho más limpio para vosotros que no la veáis nunca.

Entonces su mano empezó a rodearse de oscuridad, quizás intentando lanzar un ataque mágico hacia nosotros. Lo imaginaba, iba a atacarnos.

Vamos…

De repente hubo una especie de flash detrás de mí. Me giré rápidamente esperando que ese no fuera el ataque de Ryota. Atrás había un portal, pero esta vez estaba lleno de luz, al contrario del que me había encontrado en Tierra de Partida y que se me había tragado. De allí salió el maestro de los maestros de Tierra de Partida, Ronin.

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

Entonces del portal empezó a salir aún más gente, que al momento identifique como maestros: Nanashi, Akio, Yami y otra persona que no conocía. Pero faltaba alguien.

¿Y Kazuki? —murmuré extrañado.

¡Y cuánto tiempo, Ryota! Pensaba que estabas muerto —dijo Ronin acercándose a las escaleras, donde estaba su “compañero”.

No moriré antes que tú, viejo—le respondió Ryota bajando el brazo en el que estaba invocando ese hechizo extraño.

¿Qué es lo que realmente buscas?

¡Qué pregunta! Lo mismo de siempre. ¿Y por qué no te decides a ayudarme esta vez?

No, creo que no tengo tantas esperanzas como tú. Pero gracias por la oferta. ¿Estás seguro de saber qué es lo que quieres?

Completamente. ¿Y tú?

Ronin se quedó callado, finalizando la discusión. Entonces se giró hacia nosotros preparado para dar el escopetazo de salida:

¡Volvamos a casa, chicos!

Por mi parte salí corriendo, esperando volver a la verdadera Tierra de Partida, así que no escuché nada más. Dentro del portal había una sensación de calma y calor que me ayudó a recuperarme. Por alguna razón estaba herido, aunque no tenía ni idea cómo me había pasado eso.

Al otro lado del portal se encontraban los jardines del castillo. Por fin ya estaba de vuelta a mi hogar. ¿Qué les pasará a los que se han quedado en la sala del trono oscura? Esperaba que estuvieran bien allí.
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¿Os acordáis del tal HushHush? Digamos que le falta un rato largo.
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor Zee » Sab Sep 15, 2012 10:36 am

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Hoygan, no muevan mi trama como se les antoje u.u (Zeix) No quiero ser restrictivo ni limitante, pero si alguien vuelve a decidir que se puede poner la mirada de la locura así, by the face, me tiraría todo el teatro xD


Miente. No sé qué truco ha usado, pero aquella no era la mirada de la locura.

Asentí con la cabeza, coincidiendo con las palabras de Elizabeth, a la par que observábamos la extraña desaparición de aquel curioso Aprendiz. La chica, impasible y casi inmóvil, no tuvo reacción alguna ante tan peculiar muerte; mas yo no pude evitar sentirme nervioso. Ese joven... ese joven me había mirado con los mismos ojos que me habían poseído durante la batalla contra Wix: rojos como la sangre. Y por un momento pensé que, si tan parecido era a mí, el mismo destino podría estarme esperando.

Esa mirada te pertenece a ti y sólo a ti.

Pero Elizabeth se deshizo de mi miedo. Si tan segura se hallaba de ello, entonces tenía que seguir confiando en ella... como había hecho hasta ahora. Su existencia no tenía ningún sentido o relevancia, pero me había ayudado a deshacerme de la locura y, por alguna razón, parecía estar atada a mí ahora. Sí, tendría que seguir confiando en aquel espectro, por lo menos hasta el final del día.

Mi alivio desapareció tras unos instantes. Caí en cuenta que, si era único como había dicho Elizabeth, entonces algo más grande me esperaba en un futuro. Y esa posibilidad me aterraba: la posibilidad de volverme a perder a mí mismo en aquella tétrica insanidad.


Alcé mi Llave-Espada y me puse en guardia, esperando el ataque que el Maestro de la Oscuridad estaba a punto de, seguramente, lanzarnos a todos los que habíamos negado su oferta. Su mano se hallaba extendida hacia nosotros, envuelta por sombras.

Había sido débil y me había dejado llevar por las ansias de poder. Estuve a punto de volverme contra mis propios amigos. Y no había sido capaz de mantenernos unidos. Sólo era un Aprendiz...

Los débiles nunca serán capaces de valerse por sí mismos.

Era débil...

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto!

Un destello y la jovial voz de Ronin resonando por aquella tétrica Sala del Trono. Todos girando la cabeza en el mismo instante, sorprendidos por la aparición de un pasillo de luz en la parte trasera de la sala. Y nuestros Maestros finalmente allí: primero Ronin, con su usual sonrisa y su porte despreocupado, como un padre para todos; Kazuki, aunque distraído y perezoso, preocupado por sus Aprendices; Yami, siempre curiosa y en su propio mundo, pero amable con todos; Akio, travieso y burlón, pero empujándonos a ser mejores; Rebecca, quien hacía lo posible para dejar su miedo atrás para ayudarnos como alumnos; Lyn, si bien dura, con la única intención de hacernos más fuertes...

Y la que más me importaba en el mundo: Nanashi. La Emperatriz de Hierro. La Maestra que había confiado en mí, quien me había elegido, quien me enseñaba todo lo que era necesario porque había demostrado ser suficiente para ella. La única persona en el mundo a quien, con el paso de los meses, había llegado a admirar y cuya aprobación había comenzado a buscar.

Todos se hallaban allí. Finalmente habían aparecido, demostrándonos que, después de todo, teníamos una valía para ellos; enseñando que las palabras de Ryota no eran más que mentiras y engaños; recordándonos por qué habíamos elegido la Luz sobre la Oscuridad.

Y en mi caso... haciéndome caer cuenta, finalmente, de dónde se hallaba mi nuevo hogar.

Finalmente... iremos a casa.

***

No tienes razón de ser. Si existes, es por un propósito que no puedes cumplir.

Me desplomé sobre mis rodillas apenas cruzamos el portal de luz que el Maestro Ronin creó para devolvernos a Tierra de Partida. Elizabeth, por alguna razón, desapareció en cristales de espectro en aquel momento.

Poco a poco, los que habíamos rechazado la oferta del Maestro Ryota volvimos por aquel mágico pasillo fulgurante... o casi todos, quiero decir. Después de una breve conversación entre ambos Maestros, la cual extrañamente pareció una discusión entre amigos rivales más que una entre enemigos, sin enfrentamientos de por medio... después de eso...

Mi Maestra nos había traicionado.

Me llevé las manos a mi cabeza y sujeté con fuerzas mis mechones, resistiendo apenas el impulso de jalarme el cabello de la desesperación. Terminé inclinándome tanto que terminé con los codos apoyados en el césped, en una posición bastante incómoda y algo ridícula, mientras me inclinaba en un esfuerzo de mantener las lágrimas en su lugar.

No... no lo entiendo... —gemí, sintiendo mi voz quebrarse. Debí sonar tan vergonzoso en aquel momento, como un frágil y pequeño niño, como un débil muchacho indefenso, no como un Caballero de la Llave-Espada... pero no me importaba. No me importaba en lo más mínimo. ¿"Honor ante todo"? ¿"Un hombre jamás debe llorar"?

¿Qué podía interesarme el honor en aquellos momentos? ¿Por qué debería de preocuparme por mi propio aspecto? ¿Para qué mantener una reputación? Si ya no me quedaba nada. Nada.

Mi propia Maestra, Nanashi, aquella que me había elegido... se había ido. Nos había abandonado. No le había costado ni un instante decidirse entre la Luz y la Oscuridad. ¡Nos había dado la espalda como si en ningún momento hubiéramos significado nada para ella!

Porque no significábamos nada, tal vez... ¿Y si Ryota decía la verdad? ¿Y si... y si sólo éramos carne de cañón? ¿Y si había tomado la decisión errónea? ¿¡Y si nada de lo que había hecho hasta aquel momento tenía significado!?

Nanashi me había elegido para mantener las apariencias, ¿entonces? ¿Me había entregado la Llave sólo porque había estado en el lugar y momento preciso? ¿Acaso... acaso yo había sido sólo una parte más de su disfraz? Había estado del lado de Ryota todo ese tiempo, ¿no? ¿Por qué habíamos sido llevados todos a Bastión Hueco tan fácilmente? ¿Dónde se habían metido los Maestros cuando más los necesitamos? Ella nos había traicionado... y... y yo no fui para ella más que una parte más de su máscara.

Desde el principio... desde que desperté en aquel reino encantado, o tal vez desde mucho antes...

Había estado solo...

Quise ponerme de pie, pero no pude mover ni un dedo siquiera. El nudo en mi garganta se hizo finalmente insoportable y comencé a sollozar, sintiendo cómo el muro que había intentado formar en mi corazón se caía pedazos en cuestión de segundos. Sentí un vacío inmenso en mi pecho, y conforme más lágrimas corrían por mis mejillas, más grande se hacía.

Yo era sólo un débil muchacho... Y los débiles nunca serán capaces de valerse por sí mismos...

¡¡No lo entiendo!! —rugí desde mi lugar. Allí me hallaba yo, a unos metros frente al portal de luz, rodeado por todos mis compañeros, apoyado solamente sobre mis rodillas y con mi cara completamente sucia. Allí me hallaba yo, mostrándoles a todos lo débil que era.

Lo solo que me hallaba en realidad.

¿¡Por qué habría de dejarnos!? ¿¡Por qué habría de dejarme!? —volví a gritar, girándome hacia el Maestro Ronin—. ¿¡Qué significó todo esto para ella, entonces!?

Logré ponerme de pie. Pero no me moví ni un poco. Simplemente me quedé allí, parado y llorando, con los puños cerrados con tanta fuerza que me hacía daño y esperando la respuesta del Maestro. Esperando lo imposible: que, de alguna manera, me hiciera sentir mejor.

No vales nada.

Ni para ella ni para nadie.

¿Lo ves, mi príncipe?

Estás solo. Al final, así es... y así será siempre.

Soy la única que te ama, Félix. Yo nunca, nunca te dejaré ir.

Nunca.


Yo sólo quería alguien que me salvara, como Nanashi lo había hecho en aquel castillo. Yo sólo... sólo quería no estar solo.

Alguien... por favor.....
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Re: [Evento Global] Ocaso de una estrella

Notapor LightHelco » Sab Sep 15, 2012 5:27 pm

Los que habían decidido unirse a Ryota se acercaron a él dejando atrás a sus compañeros. Viendo ya que todos nosotros teníamos la decisión tomada, el Maestro bajo el brazo dando por finalizada su invitación, pero a los pocos segundos volvió a levantarlo apuntándonos con él a los que habíamos decidido quedarnos en Tierra de Partida.

Es una lástima que no sepáis comprender la verdadera realidad a la que os enfrentáis. Tan ingenuos que seguís defendiendo, a capa y espada, la mentira que quería aclararos —comenzó—. Seguramente sea mucho más limpio para vosotros que no la veáis nunca.

Sus dedos comenzaron a reunir energía y un aura oscura los rodeó. ¡Preparaba un ataque para matarnos! Invoqué mi llave espada y colocándome en frente de Fyk y Maya esperé a que Ryota lanzara su ataque, el cual no llego gracias a una intervención en el último segundo.

¡Vaya! ¡Cuánto chaval por aquí suelto![/b

Me giré para ver la llegada de Ronin y el resto de los maestros. Me alegré de saber que estaban bien y que nos habían encontrado al fin. Por un momento pensé que sería testigo de algún enfrentamiento entre los maestros de ambos bandos, pero Ronin y el resto no parecían haber venido con intenciones de comenzar una batalla campal.

Tras una charla con Ryota, Ronin nos ordenó volver al castillo usando el portal que él había abierto.

Maya, deberíamos seguir a Fyk y entrar rápido por el portal, no sea que a Ryota se le crucen los cables y quiera matarnos a todos —le sugerí a la pequeña brujita mientras seguía a Fyk por el portal. Antes de entrar vi como la maestra Nanashi, conocida en el castillo por ser bastante dura, se colocaba al lado del trono de Ryota.

[b]Mi verdadero sitio está aquí
—confirmó —. No volveré nunca más a ese lugar.

Ninguno de los maestros hizo nada para detenerla. No entendía lo que acababa de ocurrir, ¿por qué uno de los maestros se volvería hacia el grupo de Bastión Hueco? Las dudas me asaltaban, si Nanashi nos había traicionado de esa manera sería por algo ¿quizás Ryota era el que tenía razón y sus intenciones eran mejores que las de Ronin y el resto? No sabía que pensar, realmente no estaba interesado en los objetivos de cada bando, pero era preferible saber qué lugar era el que menos cosas nos ocultase…o mas aprendices mantendría con vida.

Por ahora solo eran preguntas sin respuestas, por lo que tras empujar un poco a Maya para que se diese prisa, entré por el portal para regresar a Tierra de Partida, justo donde había aparecido horas atrás el que nos llevó a Bastión Hueco.

Quería separarme cuanto antes del grupo para asegurarme de que los aprendices con los que había entablado amistad seguían allí, no me apetecía el descubrir que tendría que enfrentarme a ellos a partir de ahora.
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