Efectivamente, a Fyk no le costó nada llegar hasta el cuello del sincorazón, debido a que aquel pesado cuerpo no daba para mucho ritmo ni anticipación. Su plan era muy bueno, además. Los otros dos sincorazón, viendo al peleón subido a su compañero, se adelantaron hacia él para pegarle sendos puñetazos e intentar alcanzarlo. No obstante, siendo su parte delantera tan resistente, ninguno de ellos salió herido, sólo se picaron unos segundos entre los tres.
Fyk no tuvo problemas en bajarse y en pensar un modo de usarlos en aquel estado, como hicieron sus compañeros, Kairi, a continuación. Los golpes en la espalda de dos de ellos (en los restantes, quitando al que se había subido Fyk) eran, sin duda, efectivos, pero…
Pronto, sucedió algo. Los dos sincorazón que habían estado golpeando comenzaron a brillar misteriosamente, con un halo azul. E, inmediatamente, se dieron la vuelta, para dejar a su compañero y enfrentarse a sus verdaderos enemigos. Saltando como niños pequeños enfadados, estaban claramente cabreados con aquellos que los habían tomado por tontos (porque lo eran…). Tomaron impulso, al unísono, se elevaron y… se dejaron caer al suelo con toda la fuerza que pudieron, provocando un mini-terremoto en el lugar que desequilibró a todos. Se mantuvieron en pie Fyk y Hiro. Cayeron Edge, Alec, Kairi y Maya.
Tendrían que planear otra estrategia para eludir a los dos nuevos sincorazones peligrosos que se habían labrado…