Los ataques de Fátima y Edge fueron menos efectivos de lo esperado. Ambas lanzas rebotaron al tocar el metálico cuerpo del Sincorazón, que las repelió sin problema alguno. La de la aprendiza impactó sobre uno de sus ojos, pero de poco sirvió: estaba hecho de un cristal muy resistente, por lo que necesitaría algo mucho más potente.
Neku, en un principio, se resistió a escuchar las palabras de Fátima: seguía concentrando toda su rabia en el Sincorazón, sobre el cual se lanzaría de un momento a otro para intentar otro ataque inútil. Sin embargo, cuando la joven mencionó a las "chicas", el muchacho dejó de tensar el brazo. Dedicó una mirada con un atisbo de duda a Fátima y apretó los dientes con fuerza.
—
¡Mierda! —gritó, echando a correr junto a ella.
El Sincorazón no vio con buenos ojos aquella huida. Volvió a introducirse bajo tierra para, a los pocos segundos, emerger con el rostro hacia el cielo. Su cuerpo comenzó a girar como una peonza lentamente y fue ganando velocidad hasta, para el horror de los cuatro jóvenes allí presentes, se convirtió en algo sencillamente horrible: un tornado gigante. La arena comenzó a levantarse bajo los pies de los cuatro, cegándoles e impidiéndoles ver más allá.
La capa de Zait no tardó en acudir al rescate de ambos, pero poco pudo hacer. Los cuerpos de Neku y Fátima comenzaron a verse atraídos hacia el gigantesco monstruo, y para su desagradable sorpresa, sus pies se despegaron del suelo para verse elevados a unos centímetros.
A Edge y Zait les iba ligeramente mejor, pero no demasiado. Podían notar cómo la arena bajo sus pies empezaba a correr hacia la bestia, y con ella, sus propios cuerpos. Desplazarse en aquella situación no era fácil, y más cuando a cada segundo que pasaba se veían más atrapados bajo tierra, como arenas movedizas que les arrastraban hacia el monstruo. No escaparían de ese modo, y no tenían nada a lo que agarrarse. Aunque Zait alcanzó a tocar una esfera grisácea conocida como PoweUp...
Neku intentó correr en el aire, pero era inútil. Él y su compañera comenzaron a orbitar alrededor del gigantesco cuerpo, a la vez que otros pequeños objetos que volaban a la vez que ellos. Fátima tuvo la suerte de ver un PowerUp volando por allí, el cual pudo capturar al vuelo. Aunque en aquella situación, de poco le serviría...
—
¡Su pecho! ¡Ahí está el nido!Entre vuelta y vuelta, Neku señaló en dirección al cuerpo del enorme Sincorazón. Parecía ser que en su cuerpo sobresalía una masa de oscuridad que antes no había sido capaz de apreciar la chica, pues seguramente el coloso la había mantenido oculta bajo la arena. Fuera lo que fuera aquello, parecía haber llamado la atención a Neku, y no tardó en llegar un aviso a la chica (y a Edge y Zait) de un nuevo concepto:
▪ Nido
Zona donde nacen los Sincorazón. Tienen aspecto de una mole de oscuridad. Si es eliminado, las criaturas dejarán de aparecer en el sector al que pertenecía el nido, librando de peligro a los Jugadores. Es aconsejable destruirlos en grupo.
—
¡Voy a destruirlo!Ignorando lo que opinara su compañera sobre el tema, el Jugador se impulsó directo hacia el orbe, cargando un ataque de velocidad sónica mientras agarraba un pin en la mano. Sin embargo, Neku fue rechazado por una sombra que surgió entre ambos como barrera con la oscura figura de Andrei, fácilmente reconocible por su peinado.
Destruye al Reaper de la zona para acceder al Nido.—
¡Ignóralo! ¡Sigue atacando!Neku volvió a lanzarse contra la mole, aunque nuevamente fue repelido... Y esta vez con daños más graves. Fuera con lo que estuviese siendo bloqueado, le había provocado un corte en la frente que pronto comenzó a sangrar. Pero no le importó. Volvió a intentarlo por tercera vez, decidido con que lo lograría en aquella ocasión. Y de nuevo falló.
Y seguían girando y girando...
* * *Paul y Sorkas decidieron no entrometerse en los asuntos de la Playa, y no tardaron en darse cuenta de que había acertado en su huida. Al poco de dar media vuelta, algún ciudadano señaló en dirección a la costa, asombrado con lo que veía: un gigantesco tornado se había adueñado de esta, levantando una tormenta de arena como nunca habían visto. Increíble... Y aterrador.
Asustados por la situación, los habitantes de la Villa corrieron a sus casas y los establecimientos más cercanos, en este caso unos bares. La tormenta pronto alcanzaría a los dos jóvenes y perderían la vista del todo, por lo que sería mejor refugiarse cuanto antes. Sin embargo...
Dos barriles con patas de araña caminaban hacia ellos al final de la zona de bares. No había duda: eran Sincorazón. No les dio tiempo a ver más, pues la tempestad les alcanzó y perdieron la vista del todo: pero sin duda alguna, estaban por allí.
Los bares era el único lugar donde podían guardar refugio, pero se arriesgaban a encontrarse con aquellos monstruos. Siempre podían tirar calle arriba, si lo deseaban.
* * *Ike y Saito no pudieron acabar con el Sincorazón con los dos golpes, pero el tercero fue suficiente para hacerlo desaparecer por completo. Su corazón vacío se elevó hacia el cielo, desapareciendo de la vista de ambos... Y dejándoles fuera de peligro de nuevo.
Sin embargo, no pudieron salir del casino. Nada más abrir las puertas, pudieron comprobar para su desagradable sorpresa que Villa Crepúsculo había sido azotada por una tormenta de arena más típica de Agrabah que de aquel mundo. Se vieron obligados a cerrar la puerta del edificio y quedarse allí encerrados, aunque por suerte la misión de aquel Día había sido ya cumplida.
Los jugadores de póker siguieron a su rollo, ignorando a los dos muchachos y la batalla contra los Sincorazón que acababa de tener lugar. Sonaba de locos, pero para ellos parecía sólo existir aquella partida de póker.
Tendrían tiempo para charlar, al menos.
Faltas: ruan (1)
Pero un aviso. Si pongo un horario es por algo. En este caso os he perdonado a todos vuestra tardanza, pero en próximas ocasiones quizás no sea tan amable. Tengo mucho que escribir y ya es bastante que la mayoría de usuarios posteen en torno a las tres últimas horas, cuando yo estoy en la univesidad, en vez del resto de días, como para que me retiréis también el tiempo que tengo yo para escribir a esas personas.
Un poco de consideración, que no bajo de las doce páginas cada tres días.
Fecha límite: 16 de Noviembre, 20.30, hora peninsular.
Final del Día: 17 de Noviembre, 00.00, hora peninsular.