El trío de jóvenes se quedó observando a Jack, que había sido tremendamente maleducado con ellos. Pese a los intentos de Maya de relajar la situación, estos ya estaban disgustado con la presencia de ellos, intrusos de Tierra de Partida.
Aun así, la chica del grupo fue la única que se atrevió a hablar con ellos:
—
Hace apenas media hora había otros tres Jugadores aquí, pero bajaron las escaleras y justo llegasteis vosotros. Deberíais haberos cruzado...—
No les digas más, Olette —ordenó otro de los chicos, el de pelo de punta—
. Son Jugadores, la lacra de este mundo. Ojalá aparezca Ariasu y os eliminen.—
¡Y hablando del diablo!Una gota de sudor frío debió recorrer la espalda de ambos aprendices de la Llave Espada. Nada más girar la cabeza, vieron a la mujer que esperaban no volver a cruzarse en largo tiempo: Ariasu, la Game Master, bloqueando el paso hacia las escaleras. Habían caído de lleno en una trampa.
—
No sois los cuatro que esperaba ver, pero me servís —comentó la mujer ladeando la cabeza y mostrándoles una amable sonrisa—
. Os ofrezco un trato. Si os tiráis vosotros de la torre, no os eliminaré. En caso de no hacerlo, haré el pito pito gorgorito y me llevaré a uno de vosotros. ¡Pensad en ello como un juego!Aquello pintaba realmente mal. No había otra salida que no fueran las escaleras... Y a aquella distancia, obviamente, se matarían. Pero quizás, después de todo, había otra salida. Quizás, y sólo quizás...
* * *El callejón al que entraron Fyk y Yagami estaba vacío. Sólo llamaba una cosa la atención de él: una serie de cubos de basura amontonados y reunidos cerca de la pared del fondo. Al parecer, allí era donde dejaba la gente sus desechos...
Pero tuvieron suerte. En el suelo, cerca de los cubos, había una esfera grisácea que les podía ayudar en su camino. Pero al poco de verla, una barrera mágica se levantó y tres nubes de oscuridad surgieron frente a ellos: de ellas salieron dos Sincorazón con forma de momia, a los cuales ya habían visto el día anterior... Y un nuevo tipo de enemigo no visto antes. Era uno de aquellos seres de cuerpo oscuro, pero parecía una seta e incluso podía recordarles ligeramente a Ariasu por su gorro morado.
x2
Aviso: el Hongo Negro es un Sincorazón
fuerte. Yagami no lo puede controlar.
El camino de vuelta, al menos, no lo tenían bloqueado. Podían dar media vuelta todavía y olvidarse del objeto, en vez de exponerse al peligro.
* * *Sorkas y Paul atravesaron el agujero del muro, llegando a la Plazoleta del Tranvía. Si alguno había estado allí antes, podría orientarse con suma facilidad: tenían realmente cerca el transporte por el que el lugar recibía su nombre, y a su izquierda podían llegar al Solar Deportivo, donde muchos jóvenes pasaban las tardes luchando con Struggle.
Sin embargo...
—
Caído como un rayo del cielo...Cinco nubes de oscuridad surgieron alrededor de ambos, y así fueron invocados un grupo de Sincorazón que pronto rodearon a los dos jóvenes. Su cabeza circular y una cuerda encima de ellos a modo de pelo les recordó la forma de una bomba, y era más que probable que fuesen eso: bombas que estallarían de un momento a otro.
—
¡Es la hora de la Entrevista Reaper! —anunció la misteriosa voz femenina, poniéndoles los pelos de punta—
. Fallad, y estos Sincorazón explotarán por los aires, eliminando vuestra existencia. Acertad, y quizás os deje ir... O no.»
¡Primera pregunta! ¿Por qué los Sincorazón no llegan a Tierra de Partida?»
¡Segunda pregunta! ¿Qué considera Hiro Inukai "un dibujo original"?»
¡Última pregunta! ¿Qué plato recomienda Yami para la flora intestinal?¿Y ellos qué sabrían las respuestas? Lo tenían realmente complicado para salir ilesos de aquella situación. Sin embargo, con un poco de suerte, quizás tuviesen la suerte de que un halo de luz divino les inspirase y les susurrase las respuestas... O, si no, estarían acabados.
* * *Las puertas del tren se cerraron para Hana y Mickael, impidiendo al último ir a buscar al compañero desaparecido. Estuviera donde quisiera que estuviese, ya daba igual: había quedado atrás y ya no volverían a verlo. No al menos ese día, claro.
Un cartel luminoso indicó su próximo destino, al que tardarían unos minutos en llegar: el Sector Ocaso. No tendrían ni idea de dónde quedaba aquello, pero sonaba divertido y relajante. Con un poco de suerte, llegarían pronto...
Un señor sentado en uno de los asientos no apartaba la vista de ellos; en especial de Mickael, que seguramente estaría llamando la atención por su aspecto ratonil. El hombre abrió la boca para dirigirse hacia ellos:
—¿Sois Jugadores? Se os ve en el rostro, esa mirada decidida, desesperada... ¿Queréis ver algo? —el hombre revolvió en sus bolsillos y sacó dos esferas grisáceas que mostró a la pareja—. Son vuestros si hacéis algo muy simple: eliminar a otro Jugador que os crucéis hoy. ¡Así de fácil!
Qué loco. Como si alguno de ambos se planteara hacer algo así...
La próxima vez, contestaré a vuestra escena en el Sector 3. Pero ojo, en este post de ahora debéis señalarme a qué zona del Sector queréis moveros.
Fecha límite: sábado 1 de Diciembre, 21.00, hora peninsular.
Siguiente ronda: domingo 2 de Diciembre, hora desconocida.