Re: 60 minutos restantes...
Publicado: Mié Dic 05, 2012 7:26 pm
Todo fue muy confuso y repentino. Estaba en el suelo, había logrado sobrevivir a la caída, ¿pero cómo? Sólo recordaba que mi sombrero no podía aguantar el peso de los dos, y de pronto algo cruzó mi mente: una misteriosa figura encapuchada que pasó fugazmente. Después estaba en el suelo, totalmente confusa, rodeada de lucecitas verdes, que rápidamente se elevaron hacia el cielo, despareciendo.
—¿Quién...? —musité reincorporándome.
—¡Eso sí que no me lo esperaba! —exclamó Ariasu cayendo delante de nosotros—. Os habéis tirado, así que no os voy a matar. Aunque parece que a alguien no le gusta que la gente se suicide así. Puedes irte, guapetona. Pero en cuanto a tu compañero...
Antes de poder reaccionar siquiera, una barrera mágica surgió alrededor de la Game Master, separándonos a Jack y a mí, dejando a él dentro con ella.
—Me habías retado, ¿verdad? No voy a ser yo quien te quite el placer de enfrentarte a mí. ¿Estás preparado?
—Mierdamierdamierda... —murmuré mientras palpaba la barrera y comprobaba que, efectivamente, era impenetrable.
Apreté los puños y me mordí el labio, impotente. No podía hacer nada por ayudar a Jack, así que sólo podía hacer una cosa: correr.
—¡Voy a pedir ayuda! —exclamé mientras comenzaba a correr para alejarme de la torre.
¿Realmente quería ir a pedir ayuda para Jack? ¿O solamente intentaba huir de Ariasu, dejando a mi compañero atrás? No lo sabía ni yo... Sólo sabía que no podía quedarme allí.
Mientras corría hacia la estación de trenes, cogí mi móvil y llamé a Joshua.
—¡Joshua! ¡Jack ha retado a Ariasu! ¡Ayúdanos, por favor! —exclamé poniéndome el móvil en la oreja, ni siquiera estaba segura de si Joshua había descolgado o no, los nervios se habían apoderado de mí.
Ni siquiera sabía adónde estaba yendo. Mis piernas se movían solas, por instinto, huyendo de aquella maldita torre. El miedo por perecer ante Ariasu se había apoderado de mí, y tuve que dejar a Jack atrás. No tuve otra alternativa.
—¿Quién...? —musité reincorporándome.
—¡Eso sí que no me lo esperaba! —exclamó Ariasu cayendo delante de nosotros—. Os habéis tirado, así que no os voy a matar. Aunque parece que a alguien no le gusta que la gente se suicide así. Puedes irte, guapetona. Pero en cuanto a tu compañero...
Antes de poder reaccionar siquiera, una barrera mágica surgió alrededor de la Game Master, separándonos a Jack y a mí, dejando a él dentro con ella.
—Me habías retado, ¿verdad? No voy a ser yo quien te quite el placer de enfrentarte a mí. ¿Estás preparado?
—Mierdamierdamierda... —murmuré mientras palpaba la barrera y comprobaba que, efectivamente, era impenetrable.
Apreté los puños y me mordí el labio, impotente. No podía hacer nada por ayudar a Jack, así que sólo podía hacer una cosa: correr.
—¡Voy a pedir ayuda! —exclamé mientras comenzaba a correr para alejarme de la torre.
¿Realmente quería ir a pedir ayuda para Jack? ¿O solamente intentaba huir de Ariasu, dejando a mi compañero atrás? No lo sabía ni yo... Sólo sabía que no podía quedarme allí.
Mientras corría hacia la estación de trenes, cogí mi móvil y llamé a Joshua.
—¡Joshua! ¡Jack ha retado a Ariasu! ¡Ayúdanos, por favor! —exclamé poniéndome el móvil en la oreja, ni siquiera estaba segura de si Joshua había descolgado o no, los nervios se habían apoderado de mí.
Ni siquiera sabía adónde estaba yendo. Mis piernas se movían solas, por instinto, huyendo de aquella maldita torre. El miedo por perecer ante Ariasu se había apoderado de mí, y tuve que dejar a Jack atrás. No tuve otra alternativa.
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