[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3
Publicado: Sab Dic 22, 2012 12:59 am
Zait, Edge, Sorkas, Paul, Kousen y Rhía despertaron para dar comienzo al tercer día.
El lugar en el que habían recuperado la consciencia era una estación de trenes; si alguno había estado alguna vez en Villa Crepúsculo, sabría que aquella estación era la de las Terrazas del Atardecer. Y como venía siendo habitual, el sol brillaba con intensidad en el horizonte con su eterno crepúsculo.
Zait y Edge, por un lado, podían agradecer estar allí. Habían huido asustados de un niño con un arma de juguete, temerosos de que les hiciera pupa en la cabecita. Además, habían logrado engañar a la Reaper del paraguas, algo de lo que sí deberían tener miedo: si Alexis se daba cuenta del engaño, seguramente les haría lo mismo que hizo con Saito. O peor.
Sorkas y Paul, por su lado, se habían salvado de una situación crítica por el tiempo límite por segunda vez en el juego. Shinju casi acababa con ellos gracias a dos factores: el Sincorazón con los cañones incorporados, al que esperaban no ver, y el intento de separación de ambos. Ahora al menos sabían que no era posible viajar cada uno a diferentes sectores a menos que uno de los dos muriese cruelmente... O tuviesen la concesión de la Game Master.
Kousen y Rhía no tenían mucho que agradecer. Resultaba que, al llegar a la mansión el día anterior, les entró el sueño y se echaron la siesta entre las plantas del jardín. Estaban vivos, al menos...
Los seis notaron cómo sus móviles vibraban con la llegada de un nuevo mensaje de texto. Al ir a recogerlo, podría notar uno de cada pareja un objeto circular en sus bolsillos que, al sacarlo, comprobarían que se trataba de un PowerUp.
El mensaje de móvil de la misión era bastante sencillo. Sencillo, y terrorífico en cierto modo:
Tenían el tiempo de la misión, pero no más. ¿Qué significaba aquel corazoncito? La misión más críptica no podía ser para su desgracia. Al fin y al cabo, si no la cumplían, serían eliminados. ¿Qué clase de injusticia era aquella por parte de la Game Master?
El lugar en el que habían recuperado la consciencia era una estación de trenes; si alguno había estado alguna vez en Villa Crepúsculo, sabría que aquella estación era la de las Terrazas del Atardecer. Y como venía siendo habitual, el sol brillaba con intensidad en el horizonte con su eterno crepúsculo.
Zait y Edge, por un lado, podían agradecer estar allí. Habían huido asustados de un niño con un arma de juguete, temerosos de que les hiciera pupa en la cabecita. Además, habían logrado engañar a la Reaper del paraguas, algo de lo que sí deberían tener miedo: si Alexis se daba cuenta del engaño, seguramente les haría lo mismo que hizo con Saito. O peor.
Sorkas y Paul, por su lado, se habían salvado de una situación crítica por el tiempo límite por segunda vez en el juego. Shinju casi acababa con ellos gracias a dos factores: el Sincorazón con los cañones incorporados, al que esperaban no ver, y el intento de separación de ambos. Ahora al menos sabían que no era posible viajar cada uno a diferentes sectores a menos que uno de los dos muriese cruelmente... O tuviesen la concesión de la Game Master.
Kousen y Rhía no tenían mucho que agradecer. Resultaba que, al llegar a la mansión el día anterior, les entró el sueño y se echaron la siesta entre las plantas del jardín. Estaban vivos, al menos...
Los seis notaron cómo sus móviles vibraban con la llegada de un nuevo mensaje de texto. Al ir a recogerlo, podría notar uno de cada pareja un objeto circular en sus bolsillos que, al sacarlo, comprobarían que se trataba de un PowerUp.
El mensaje de móvil de la misión era bastante sencillo. Sencillo, y terrorífico en cierto modo:
<3
180 minutos.
Tenían el tiempo de la misión, pero no más. ¿Qué significaba aquel corazoncito? La misión más críptica no podía ser para su desgracia. Al fin y al cabo, si no la cumplían, serían eliminados. ¿Qué clase de injusticia era aquella por parte de la Game Master?
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