[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Sector 3 - Ocaso

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

60 minutos restantes...

Notapor Soul Artist » Mié Ene 09, 2013 11:55 pm

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[youtube]http://youtu.be/oupDl0isifU[/youtube]

El disparo del cañón del pequeño Sincorazón de Yagami no acertó en Andrei, el cual se apartó unos centímetors flotando en el aire; en vez de darle a él, la bala impactó sobre la cabeza de la estatua. El Reaper río para sí mismo, sonriéndoles con prepotencia.

Típi...

Sin embargo, tuvo que callarse cuando la agrietada cabeza de la fuente fue arrancada de cuajo por la presión del agua. Andrei se protegió con los brazos como acto reflejo, pero de poco le sirvió: la cabeza de la estatua le golpeó en estos y el energético chorro de agua le alcanzó, dejándole completamente aturdido y a merced de sus enemigos.

Estos no tardaron en aprovechar la situación. Por un lado, light envió una Onda Lunar y Xefil lanzó un Púlsar que rápidamente alcanzó al Reaper, el cual no mostró ninguna clase de defensa contra él; acto seguido, el joven se lanzó contra él con la idea de seguir atacándole con todo cuanto tenía. Con un rápido movimiento hizo un corte en el pecho de Andrei, el cual soltó un quejido en bajo que sólo el joven pudo escuchar. Sin embargo, Xefil no llegó a ejecutar un segundo golpe; al intentar provocarle otro corte, Andrei alzó la cabeza y tomó, con una carta en la mano, el puño del chico.

Sus ojos no mostraban ira, ni tampoco prepotencia. El Reaper había pasado a tomarse las cosas en serio. La carta en su mano se rompió y tras él apareció la figura de un potentoso emperador, con una espada en mano.

Castigaré tu locura.

El emperador fantasma extendió su espada hacia Xefil y la clavó en su hombro, tirando al chico con gran fuerza al suelo, junto con el agua. Andrei invocó una nueva carta y se dispuso a lanzarla contra él, pero un nuevo ataque le frenó: el bumerán de Fátima, el cual golpeó su cuello, descentrándole. Sin embargo, no terminó allí.

Light y Ragun se habían unido para crear un ataque definitivo que fue imposible de parar, hecho a través de las cadenas de uno y la luz lunar del otro. Saavedra no pudo hacer nada contra ello; recibió el ataque de pleno y cayó al suelo, al otro lado de la fuente, salpicando el agua, completamente desorientado.

Con las órdenes de Xefil y Fátima Neku se apresuró a arrancar una de las máquinas con su poder mental. De inmediato las chispas de esta alcanzaron el agua que comenzaba a extenderse por todo el casino.

Andrei gritó, y también Xefil, que no pudo terminar de alejarse del agua. La electricidad recorrió el cuerpo del Reaper a gran velocidad, iluminando su cuerpo y haciéndole sufrir como nunca habían visto; sus ojos se salían de sus órbitas y su lengua se retorcía, quedándose sin aire.

Las lámparas del casino se apagaron de golpe, debido al cortocircuito que habían sufrido. Las luces de emergencia se encendieron, dándoles un mínimo de visibilidad... Realmente mínimo.

Xefil estaba realmente jodido, pero sobreviviría. Pudo levantarse, más débil que nunca, y contemplar con sus compañeros a su enemigo. Fátima recuperó la vista en aquel momento, pudiendo verle a él.

Andrei se encontraba tirado en el suelo, inconsciente y con quemaduras a través de todo su cuerpo. Ni siquiera parecía respirar.

Neku suspiró, clavando su mirada en Fátima y esperando su aprobación para hacer lo que tenía que hacer. Después de que ella se lo permitiese o se lo denegase, se abrió paso entre los Jugadores hasta Andrei, colocándose encima de él. Le tomó el pulso con dos dedos y bajó la cabeza.

Está vivo.

Después de que el grupo diera una contestación a aquellas palabras o no, y antes de que nadie decidiera el destino del Reaper, Neku ya había decidido. Invocó una bola de fuego que contentró en su mano, preparado para hacer lo que debía hacer.

Voy a acabar con esto.

Neku atacó, directo al rostro de Andrei.

Sus ojos se abrieron de inmediato. Con la velocidad del rayo, Andrei cogió la carta que había tomado para intentar atacar a Xefil y la clavó en el pecho de Neku, volviendo a surgir frente a él la imagen de una torre derrumbándose. Una barrera hecha de pequeños objetos recolectados por todo el casino no sólo se colocó entre ambos y bloqueó el ataque del Jugador, sino que además explotó para enviar a todos a un par de metros hacia atrás para volver a crearse frente a él.

¡¡Jugadores!!

Los ojos de Andrei brillaban con gran intensidad mientras volvía a flotar en el aire, con la barrera a su espalda para hablarles directamente. Su mirada estaba llena de odio, algo que parecía imposible viendo su actitud unos minutos antes. Tomó una carta de su baraja y la colocó frente a su rostro.

No permitiré que destruyáis lo que hemos creado aquí, no admitiré más intromisiones de escoria como vosotros —sentenció. Clavó su mirada en Ragun concretamente—. ¡¡Acabaré con vosotros ahora mismo!!

Envió la carta hacia el chico, al cual golpeó en la frente. La imagen de una mujer con una balanza surgió en su mente... Y entonces lo vivió todo.

El agua, el Púlsar de Xefil, la fusión, la electrocución... Todo cuanto sufrió Andrei, lo sufrió también Ragun. Y no pudo resistirlo. Era demasiado para su vitalidad.

Eliminado


Ragun murió allí, frente a todos. A Andrei no le importó lo más mínimo; volvió a colocar la barrera frente a él y preparó tres cartas en su mano. Si cualquiera intentaba atacarlo, contestaría con ellas.

Quedaba trabajo por hacer.

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Fecha límite: domingo 13 de Enero de 2013, 17.00 p.m., hora peninsular.

Ragun puede resucitar cuando quiera gracias a su vestido. Andrei no sabe que puede volver de los muertos.

El estado alterado será congelación de sus piernas.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Suzume Mizuno » Sab Ene 12, 2013 4:38 pm

Fátima intentó guiarse por el oído para entender cómo se estaba desarrollando la batalla. Trataba, a la vez, de mantenerse lo más inmóvil posible para no molestar, lo cual era algo complicado, porque al no ver su sentido del equilibrio no respondía correctamente. Escuchó agua, gritos, estruendos, y, de pronto, un aullido final de Andrei.

Después el mundo se aclaró y recuperó la visión. Se llevó una buena impresión pero, para su sorpresa, no se quedó deslumbrada. Había esperado que las luces la aturdieran y, sin embargo, tuvo la sensación de estar todavía en la oscuridad mientras sus ojos se iban adaptando poco a poco a ella.

Miró a su alrededor, reconociendo el terreno, acostumbrándose a ver de nuevo y se dio cuenta de que las luces estaban muy bajas. Sus ojos pasaron por encima de Neku, por suerte estaba bien, y se detuvieron sobre una figura inmóvil.
Sufrió un escalofrío.

¿Estaría muerto?

Como si le hubiera leído el pensamiento, Neku la miró fijamente, pidiéndole permiso. Fátima tragó saliva y, aunque vaciló y se le oprimió el corazón, asintió con la cabeza. Le vio ponerse sobre el Reaper y tomarle el pulso. La chica aspiró una larga bocanada de aire y aguantó la respiración.

Está vivo. —sentenció y, acto seguido, materializó una brillante bola de fuego que hirió las retinas de Fátima, todavía en proceso de acostumbrarse a la nueva luzVoy a acabar con esto.

En el momento que el muchacho lanzó el pequeño bólido contra el rostro de Andrei, la situación dio un vuelco de ciento ochenta grados. Fátima juraría que vio el fantasma de una torre derrumbarse sobre Neku. Luego hubo una explosión y recibió la onda expansiva, que la dejó sin aliento y la mandó de culo al suelo. Después de rodar varios metros hacia atrás, se incorporó de un salto. Tuvo que agitar los brazos para no perder el equilibrio y se abrazó el estómago, dolorido.

¿¡Neku!? —gritó, buscando a su compañero, que había recibido el violento golpe de lleno.

¡¡Jugadores!!

El grito de Andrei la hizo alzar la mirada. El Reaper volvía a flotar y la barrera, ¡la maldita barrera!, se encontraba a su espalda, preparada para en cualquier momento proteger a su invocador. Su rostro estaba crispado por el odio, un odio tan profundo e intenso que Fátima se pudo en tensión, notando que el miedo trataba de expandirse por sus venas.

No permitiré que destruyáis lo que hemos creado aquí, no admitiré más intromisiones de escoria como vosotros —clavó la mirada en Ragun. Fátima soltó una exclamación ahogada y materializó un cubo de tierra para que le hiciera de barrera—. ¡¡Acabaré con vosotros ahora mismo!!

Pero no llegó a tiempo; la carta que le lanzó el Reaper golpeó la frente del joven y…

Eliminado

“No… No puede…”

Un grito de angustia y rechazo trepó por su garganta, queriendo escapar y descargar todo su horror. Pero se contuvo en el último segundo y el instinto de supervivencia la hizo encararse a Andrei, que estaba a la defensiva, con la barrera protegiéndole y tres cartas preparadas.

“No pasa nada, no ha muerto, sólo ha salido fuera del juego, ha… ¿Lo sabrán los demás?”

No estaba segura de que fuera así. Pero… Si Andrei se fijaba en ellos, quizás tendrían una oportunidad de… ¿De qué?

“Si está tan rabioso es porque le hemos hecho daño. Tenemos que aprovechar. Hay que acabar con él, como sea”.

Entonces se hizo la luz.

Corrió hasta Neku y, si estaba todavía en el suelo, aturdido por el golpe, le ayudó a incorporarse.

¿Quieres matarlo? —susurró entrecerrando los ojos—. Entonces vamos a tener que colaborar. Vamos a tener que hacer una fusión —le miró fijamente, esperando un asentimiento, una respuesta por su parte—. Pero nosotros dos solos no podremos con él. Llámale la atención, vuélvelo loco, dile todo lo que se te ocurra. Tenemos que darle una oportunidad a los demás para que ataquen cuando se centre en nosotros. ¿Comprendido?

Sin más, para no darse tiempo a pensárselo dos veces —le aterrorizaba pensar qué podría pasarle si le afectaba una carta que provocara algo peor que una simple ceguera— se volvió hacia Andrei, y exclamó:

¡Eh, tú!

Entonces miró a Neku y dejó que hablara. Mientras tanto fue mentalizándose para lo que iba a ocurrir a continuación. Su elemento afín era el agua, Nanashi le había ayudado a descubrirlo. Por tanto, agua sería lo que utilizaría para vencer.

En el momento que Neku dejó de gritar, Fátima clavó los ojos en Andrei. Un instante. Un suspiro.

"Vamos a por ti".

Luego, utilizando el aire, finos hilos de agua se extendieron desde sus dedos y palmas a toda velocidad. Se desplegaron hacia arriba, hacia Andrei, pequeños cauces que se colaron por los huecos de la barrera para abatirse sobre el Reaper:

¡Ahora, Neku!

El joven se puso a su lado y, rozando sus manos con las de Fátima, entró en contacto con el agua y hubo varios violentos destellos.

La electricidad salió despedida por las vías de agua, directa contra el Reaper. No sería algo tan violento como la electrocución anterior pero, por fuerza, tenía que hacerle mucho daño.

En cuanto Neku terminó de lanzar descargas, Fátima desplegó una barrera, dispuesta a protegerse a sí misma y a su compañero. Sólo entonces buscó a los demás con la mirada, deseando fervientemente que hubieran aprovechado la oportunidad. Se les acababa el tiempo, tenían que derrotar a Andrei, o…

¿Serían eliminados?

Casi sin darse cuenta, apretó con fuerza la mano de Neku, con un nudo en la garganta al pensarlo.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor VaniRoxy801 » Sab Ene 12, 2013 7:35 pm

El plan funcionó bastante bien. La fuente explotó y Andrei acabó empapado y aturdido. Entre el ataque de todos, le dejamos prácticamente en las últimas. Neku actuó también arrancando una de las máquinas y logrando que la electricidad hiciese contacto con el agua donde estaba el Reaper. Desgraciadamente, Xefil también se encontraba en el charco.

Aunque estaba muy herido, parecía que podía seguir aguantando, pero Andrei se había quedado inmóvil en el suelo. Neku se acercó a él para confirmar que estaba vivo, listo para rematarlo. Pero cuando estuvo a punto de lanzar su ataque, el Reaper despertó para volver a invocar la barrera y bloquear el golpe de Neku.

¡¡Jugadores!! —gritó —No permitiré que destruyáis lo que hemos creado aquí, no admitiré más intromisiones de escoria como vosotros. ¡¡Acabaré con vosotros ahora mismo!!

Andrei lanzó una carta hacia Ragun y acto seguido cayó desplomado, eliminado… muerto.

Eliminado


Había que espabilarse, si la cosa seguía así, podría morir cualquier otro de nosotros… o incluso todos. Teníamos que lanzar un último ataque definitivo, todos a la vez sobre el Reaper. Ordené al cañón que se apartase todo lo posible para que no recibiese daños y empecé a acercarme a Andrei por el lado derecho, avanzando con cuidado entre los pocos objetos que quedaban en pie para no llamar su atención.

Cuando vi la oportunidad perfecta, lancé mi Flama Tenebrosa sobre el Reaper, lo suficientemente cerca como para alcanzarle, pero guardando distancias por si intentaba contraatacar. Tras volver a cubrirme, di la orden al cañón.

¡Kabu, bombardéalo! —grité para que el resto pudiese oírme y pudiesen apartarse para no recibir algún proyectil accidentalmente.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Light » Sab Ene 12, 2013 10:44 pm

Apretó su puño y se mordió los labios.

Andrei seguía vivo, y aún tenía energías de sobra para seguir dándoles un poco de guerra. El compañero pelirrojo de Fátima, que se había acercado para rematar al Reaper, salió despedido tras el ataque sorpresa de éste.

¡No puede ser! ¡Nuestra fusión tendría que haber bastado! —se lamentó. Quizás sobrestimaba sus poderes; sin duda, la experiencia de ejecutar el Colapso de Memorias había sido tan increíble para el joven que nunca se hubiera imaginado que Andrei pudiera sobrevivir.

¡¡Jugadores!!

El enemigo se reincorporó, alzándose de nuevo ante ellos y exhibiendo el profundo enfado que sentía a través de su mirada; unos ojos brillantes y repletos de odio y rencor, que observaban en aquel momento a todos los aprendices.

Light agarró con determinación la ridícula red de oro que Stan le había vendido, y se puso en guardia.

No permitiré que destruyáis lo que hemos creado aquí, no admitiré más intromisiones de escoria como vosotros —afirmaba Andrei, dirigiendo su mirada hacia Ragun—. ¡¡Acabaré con vosotros ahora mismo!!

Para variar, Andrei lanzaría otro de sus peculiares naipes contra uno de los Jugadores. En este caso, sería Ragun quien tendría que soportar los efectos de la carta…

Eliminado


¿Qué...? ¿¡Qué cojones acaba de pasar!?

Ragun se había desvanecido.

¡N-no puede ser! ¡Ragun! —exclamó tras presenciar la aniquilación de su compañero—. Espera, pero tú… tú…

No has podido morir.

Sí, en efecto. Su compañero aún tenía una segunda oportunidad, así que no estaba todo perdido para él, aunque… sería mejor que no dijera nada al respecto, por si acaso.

Alzó la cabeza y se volteó hacia Xefil, confundido y algo aturdido por el impresionante poder de Andrei. El aprendiz del Reino Encantado conocía también la habilidad del vergonzoso traje de su compañero, y por la mirada seria y ceñuda de Light, éste debería intuir que había que actuar con precaución y con mucho cuidado.

Sin revelar sus cartas antes de tiempo.

Mientras tanto, Fátima estaba susurrando algo a su compañero derribado. Seguramente ya estaban tramando su siguiente movimiento.

Los demás jugadores no serían menos. Situado justo delante de Xefil y los demás, Light alzó tres de sus dedos. Los cerró momentáneamente y alzó únicamente uno, dirigiéndolo hacia su pecho, y después otros dos, orientados hacia Xefil y Yagami. Después, se giró disimuladamente hacia su enemigo.

El mensaje no podía ser más claro.

¡Eh, tú! —exclamó Fátima, permitiendo que su compañero se desahogara con Andrei. ¿Estaría dándoles una oportunidad para sorprenderle?

No la desaprovecharía permaneciendo quieto en el sitio. Light se acercaría hacia Andrei por el lado izquierdo (opuesto al lado de Yagami, quien seguramente había entendido su mensaje a la perfección), aprovechando la mínima visibilidad que la oscuridad les ofrecía (y que irónicamente les ayudaría), haciendo uso además de las máquinas tragaperras que el mismo contrincante había utilizado anteriormente contra ellos, para ocultarse tras ellas. Sumado al numerito de Fátima y Neku, Andrei seguramente no se percataría de sus movimientos.

Tarde o temprano, su contrincante se vería rodeado de hilos de agua manejados por la Fátima, y seguidamente, recibiría las descargas eléctricas de Neku.

Al mismo tiempo, Light fijaría su mirada en los dos compañeros que le acompañarían en ese ataque.

Pronto sería el momento.

¿Pero cuándo? Estaba claro que no podía atacar a Andrei mientras recibía el ataque eléctrico, pues si en verdad su red estaba realmente hecha de oro, ésta conduciría la descarga y recibiría por accidente el terrible el ataque.

Por tanto, esperaría a que la fusión terminara.

¡¡Ahora!!

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Tenían que aprovechar esos escasos segundos. Elevó la red sobre su cabeza, preparado para esquivar la Flama Tenebrosa de Yagami (si éste la había utilizado en ese momento, en el caso de que Andrei la evadiera o la desviara hacia él), y tras dicho posible ataque, arremetería contra el enemigo con el arma dorada, en coordinación con su compañero Xefil, otorgándole siempre el espacio que necesitara para desenvolverse, sin perder de vista los movimientos de Andrei; en especial, de sus manos con sus cartas…

¡Kabu, bombardéalo!

… ¿Kabu?

No le quedaba otra que retroceder, pues el cañón apodado como Kabu empezaría a atacar a Andrei con sus cañonazos. Light volvería sobre sus pasos y se mantendría otra vez en guardia, con la red alzada, deseando que Ragun regresara cuanto antes.

Ganaremos.

El Reaper tenía que morir. Sus vidas estaban en juego.

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He ordenado los acontecimientos tal como los habíamos planeado. Si se me ha escapado algo, enviadme un mp para que lo edite.
Edit 1: cambio del theme del combate por Vim and Vigor n_n
Edit 2: corrección de fallo de los códigos.
Última edición por Light el Dom Ene 13, 2013 1:51 pm, editado 2 veces en total
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Zee » Dom Ene 13, 2013 8:38 am

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Fuck Camela. Dis shit be serious, yo


Mi puño, el cual todavía sujetaba con fuerza la empuñadura metálica de la daga de plasma, se encontró con la palma de Saavedra. Demostrando su fuerza, el orgulloso Reaper me sujetó con muy poco esfuerzo, evitando que le asestara un segundo golpe, después de haberle hecho una herida en el pecho.

Por unos breves instantes, el resto del mundo pareció desaparecer mientras nuestras miradas se topaban, llenas de ira y sed de sangre.

Castigaré tu locura.

Y yo, tu traición.

La carta que Saavedra había invocado me clavó una espada en el hombro, con tal fuerza que me obligó a retroceder. El golpe me hizo trastabillar y caer al suelo, donde no pude hacer más que sostenerme con las manos para terminar sentado.

Mis dedos y mi ropa comenzaron a mojarse.

Mierda.

Me levanté de un salto, salpicando a mi alrededor, a la par que Ragun utilizaba un curioso ataque con cadenas en contra de Saavedra. Por lo que veía, el plan ya estaba en marcha.

Y yo estaba en medio.

Quise gritar que se detuvieran... pero si lo hacían, podríamos perder una valiosa oportunidad. No, lo que debía hacer era alejarme. Y lo más rápido que pudiese. Por encima de mi cabeza, Light saltó, arrastrando las cadenas consigo.

La fuente había empapado casi todo el lugar. Corrí en dirección a Maya. ¿Podría llegar? A lo lejos, advertí cómo Neku alzaba su mano, como para usar sus habilidades.

Una sacudida me recorrió por completo. No pude hacer más sino soltar un alarido de dolor cuando sentí todo mi cuerpo ardiendo y sacudiéndose por una fuerza que no podía controlar. La electricidad me recorría, desesperadamente buscando una salida, quemando todo a su alrededor.

Cuando mi tortura terminó, no pude ver nada más que oscuridad. Débil... muy débil... me desplomé al suelo húmedo. Sentía todos mis músculos temblar, pero no querían responderme. El interior de mi cuerpo quemaba, y el veneno que todavía recorría mis venas no lo hacía mejor.

Lentamente, sentí las fuerzas volviendo a mí. Con no poco esfuerzo, comencé a ponerme de pie. La Locura me había abandonado, y había demostrado ser sólo un truco de Saavedra.

Revitalia —recordé.

Todavía podía luchar.

Todavía...

¿Pero habíamos ganado? Neku se acercaba amenazante, dispuesto a asestar el golpe de gracia, con un orbe ígneo en su mano, a un Saavedra inconsciente.

Parecía tan sencillo...

No... no lo es...

Súbitamente, Saavedra demostró ser capaz de seguir luchando, cuando con sus cartas invocó un nuevo escudo y una onda expansiva que nos hizo retroceder a todos. Volví a caer al suelo.

Pero todavía podía luchar... Todavía...

Lo supe con todavía más seguridad cuando uno de los hechizos de Maya logró alcanzarme, sanando varias de mis heridas casi al instante. Fue entonces cuando pude ponerme de pie y sujetar mi arma de nuevo.

Ragun había desaparecido... ¿Habíamos perdido a uno de los nuestros? ¿Había sido... eliminado...?

Me lo vendió un tipo ayer. Tiene una habilidad especial que evita el que me eliminen.

No... Ragun todavía podía luchar...

Y yo todavía...

No iba a darme por vencido. No así, cuando todavía quedaban tantas cosas por proteger.

Nadie iba a hacerlo. Neku y Fátima atacaron en conjunto, demostrando también que iban a darlo todo. Demostrando que todavía podíamos vencer.

Me lancé de nuevo contra Saavedra, tras haber recibido una seña de Light que, francamente, no entendí muy claramente. La tomé como un gesto de ataque en conjunto, por lo que me lancé sin pensar en las consecuencias. Light me acompañó en todo momento, armado con su red de oro.

Todavía podíamos luchar... Íbamos a ganar...

Ambos luchamos como los buenos compañeros y amigos que éramos, intentando complementar los huecos del otro. Yo con mi daga, él con su red; él con su fuerza, yo con mi velocidad... ambos con el mismo objetivo. Como hermanos de guerra.

Me aparté al escuchar la orden de Yagami. Aproveché la oportunidad para lanzarle Anti-Gravedad al Reaper, esperando que surtiese efecto y no pudiese moverse bajo su propio peso. Apenas y advertí cómo la bala golpeaba el lugar donde habíamos estado Light y yo hacía unos instantes.

Todo sucedía tan lento... pero tan rápido... y tan incomprensible. Aquello era una pelea de verdad. Y por lo tanto, yo también tendría que luchar de verdad.

¡Maya, te necesito! —grité, retrocediendo hasta mi compañera. Si ella estaba conmigo, tal vez...— Contigo, puedo ganarle. Podemos ganarle. ¿Lo entiendes?

Un poco nervioso y apresurado, me puse en cuclillas para quedar aproximadamente a su altura y luego, tomándola de la mano, continué:

Somos compañeros. Y por eso, confiaré en ti. Lucharé por ti.

Apreté con fuerza mi daga y me puse de pie de nuevo, mirando en dirección a Saavedra. Si me entretenía, el Reaper podría volver a la carga.

Tenía que hacer todo con seguridad y determinación. Y rápido, evidentemente.

Sólo sigue el camino que te mostraré, Maya. Confía en que podrás hacerlo.

>>Confía en tu compañero.

Alcé la mano, arma entre mis dedos, en dirección al Reaper. Entrecerré los ojos, concentrándome exclusivamente en su silueta y en sus alrededores inmediatos: cuatro direcciones, tres ejes, todo lo que pudiese probar ser un obstáculo.

Respiré con profundidad, cerré brevemente los ojos y luego volví a abrirlos a la par que vaciaba todo el aire de mis pulmones. Me concentré fuertemente en deshacerme de todo punto de tensión en mi cuerpo; cada músculo debía estar relajado.

Sólo estábamos Saavedra, Maya y yo...

...rodeados por un Espacio que podía doblar a mi voluntad.

Súbitamente, comencé a sentir la familiar sensación de mi cuerpo desvaneciéndose. Sin embargo, esta vez hice lo posible por arrastrar a Maya conmigo. Recé porque la sensación no estuviese asustándola, y que entendendiera qué era lo que iba a ocurrir. La niña seguramente sentiría cómo, poco a poco, su cuerpo se iba haciendo más ligero; y casi poroso, como si el aire pudiese pasar a través de ella.

Y luego, el reconfortante chasquido del éxito... multiplicado por dos.

Ambos aparecimos por unos breves instantes a los lados de Saavedra. Veloces como el mismo viento, asestamos un golpe con nuestras armas, con la mayor fuerza que nos fue posible.

Dos chasquidos más, resonando por el casino al unísono.

Maya cayendo desde las alturas, yo deslizándome por el suelo. Dos golpes más.

Dos chasquidos. Golpeamos por detrás y por delante; dos golpes. Dos chasquidos. Ambos desde arriba; dos golpes. Dos chasquidos, dos golpes, dos chasquidos, dos golpes, dos chasquidos, dos golpes...

Aquella secuencia se repitió varias veces y, finalmente, aparecimos los dos justo enfrente del Reaper.

Coup de grâce.

Unimos el sombrero y la daga, y ambos las tomamos con las manos contrarias, entrelazando nuestros dedos y cruzando las muñecas. El último golpe lo daríamos juntos. Con la mayor fuerza que nos fue posible, ambas armas salieron disparadas en dirección a nuestro oponente, golpeándole de lleno en el pecho.

Dos chasquidos más... y nos hallábamos en el mismo punto de antes, lejos de cualquier posible contraataque.

Ahora, Maidun, muéstrame que ese disfraz tuyo valió la pena.
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Zodiark » Dom Ene 13, 2013 3:48 pm

El plan había surtido efecto, y Andrei fue electrocutado gracias al agua de la fuente y a las chispas de una de las máquinas del casino, pero había una pega: Xefil también había sufrido su mismo destino.

¡Xefil! —exclamé al ver a mi compañero desplomándose en el suelo.

Me llevé una mano al pecho, preparada para lo peor. Pero él estaba vivo, todavía estaba vivo. No había sido eliminado, seguía allí, y aún estaba bien ya que logró ponerse de pie. Pero necesitaba mi ayuda.

Lamentablemente, Xefil no era el único que podía seguir luchando. Andrei logró bloquear uno de los ataques de Neku y, acto seguido, lanzó una onda expansiva que nos lanzó hacia atrás.

Asqueroso Reaper y asqueroso juego... —murmuré reincorporándome y apretando los puños— ¿Es que esto no va a acabar nunca...?

Me estaba hartando de la stiuación. Hiciéramos lo que hiciésemos aquel tipo no caía. Pero tenía que quedarle poco, ¡debíamos hacer un último esfuerzo!

¡Cura! —exclamé furiosa apuntando con la palma de mi mano a Xefil y lanzándole el hechizo sanador.

A continuación, sucedió algo que me puso más furiosa todavía. Ragun acababa de ser... eliminado. No obstante, él tenía aquel misterioso atuendo que le permitía evitar la eliminación, por lo que no había que preocuparse de eso precisamente.

Los demás continuaron luchando, dándolo todo. Yo no había sido demasiado útil durante el combate, y no había tomado una postura demasiado ofensiva, pero teníamos que esforzarnos todos al máximo para poder vencer al Reaper, así que lancé mi sombrero hacia él para golpearle repetidas veces en la cara, combinando mi arma con los ataques de los demás.

¡Maya, te necesito! —gritó Xefil acercándose a mí de nuevo—. Contigo, puedo ganarle. Podemos ganarle. ¿Lo entiendes?

Asentí con la cabeza y sonreí con seguridad. Éramos compañeros y debíamos combinar nuestras fuerzas. No iba a permitir que sucediera lo del día anterior... Esta vez iba a pelear codo con codo con mi compañero hasta el final.

Sólo sigue el camino que te mostraré, Maya. Confía en que podrás hacerlo. —dijo poniéndose a mi altura y cogiéndome de la mano—. Confía en tu compañero.

Lo haré —respondí apretando su mano—. Estoy preparada.

De pronto, parecía como si el tiempo a nuestro alrededor se hubiese detenido, y comencé a notar mi cuerpo más ligero. ¿Xefil estaba haciendo aquello? Miré a Saavedra y luego otra vez a Xefil. Estaba claro que todo era cosa de mi compañero.

En un abrir y cerrar de ojos, ambos estábamos a los lados de Andrei y, instintivamente, lancé mi sombrero contra él. Xefil y yo empezamos a movernos al unísono, como si fuéramos un solo ser, golpeando por todos los flancos al Reaper ágilmente. Aquella sensación debía ser lo que llamaban "fusión".

Coup de grâce.

Después de varios golpes con nuestras armas por distintos flancos, los dos aparecimos frente a Andrei. Xefil y yo entrelazamos nuestros dedos y cruzamos nuestras muñecas, él cogió mi sombrero y yo su daga. Y... dimos juntos el golpe final. Nuestras armas salieron disparadas con fuerza hacia el pecho de Saavedra y acto seguido nos encontrábamos en la misma posición de antes.

Dirigí mi mirada a Andrei para comprobar su estado mientras estaba todavía un poco aturdida por lo que acababa de ocurrir. Me había sentido tan poderosa... Luchar mano a mano junto a mi compañero me había dado fuerzas para seguir adelante, unas fuerzas que había perdido junto a mi anterior compañero, Jack. Pero con Xefil todo iba a cambiar, aquello solamente acababa de empezar. Por eso no podíamos perder contra el Reaper, teníamos mucho juego por delante todavía, y tenía que ganarlo junto a mi nuevo compañero.
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Re: 60 minutos restantes...

Notapor Sombra » Dom Ene 13, 2013 9:17 pm

Eliminado


Aquella palabra retumbó en el interior de mi cabeza. Sí, mi cuerpo se había desvanecido por completo, como si jamás hubiese existido. Había sido muy doloroso, tanto que no lo había podido evitar.

El lugar en el que estaba era oscuro, pero no podía ver pues no podía usar mi verdadero poder.

¿Aquello era la muerte?

No. No puedo perder —dije—. Todavía puedo luchar.

Levanté mi mano y grité intentando alcanzar algo, sin saber muy bien lo que. Mis pies empezaron a sentirse fríos, helados. Pero no me importó.

Sentí que volvía estar vivo una vez más.

Todos estaban agotados y allí estaba Andrei. Él no sabía que seguía vivo. No estaba nisiquiera atento. No se lo esperaba.

Te mataré.

Apunté a mi enemigo y sin decir nada, intentando que no se diese cuenta....

Láser Oscuro
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Sombra
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30 minutos restantes...

Notapor Soul Artist » Mar Ene 15, 2013 12:29 am

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[youtube]http://youtu.be/oupDl0isifU[/youtube]

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Mensaje de Sombra denegado por superar la hora límite.

Andrei se resistió a toda la tanda de ataques que le vino encima. Pese a sus enemigos ser numerosos y poderosos, no parecía para nada asustado. Enfadado y convencido de sí mismo, preparó sus cartas para defenderse.

Los primeros en lanzarse fueron Xefil y Maya. Ambos prepararon un ataque conjunto con el que se lanzaron a por Andrei, el cual esquivó con un movimiento en el aire aprovechando su escudo para no dejar claro adónde se había movido.

Ambos Jugadores no se dieron por vencidos y se teletransportaron, de un modo u otro, a ambos lados de él. Sin embargo, el Reaper reaccionó rápidamente a esta estragia y, dando la espalda a Xefil y bloqueando con el escudo de monedas su ataque, agarró de frente a Maya por el cuello y la alzó unos centímetros del suelo. Con uno de los naipes agarrado con los dos dedos de sus manos, la colocó en la frente de la niña.

Muerte.

La figura de la Parca y el número XIII surgieron a los ojos de Maya. Con un corte de la guadaña que la ilusión de la carta había creado, Maya notó cómo su estómago se abrió de cuajo. La sangre salía con gran intensidad, dejándola casi muerta en el suelo y con la oscuridad rodeando su vista. A la boca le llegó un líquido de sabor metálico, característicoy para nada agradable.

¡Eh, tú! ¡Andrei!

Neku intentaba llamar la atención a Andrei, pero este estaba demasiado ocupado. El Reaper no dio oportunidad a Xefil de atender a su compañera. Se giró de inmediato, apartando el escudo, y le arrastró con el codo en el cuello hasta la pared, comenzando a estrangularle. Ni siquiera se molestó en invocar una carta: quería eliminarle con sus propios modos, sin oportunidad de supervivencia.

Sin embargo, se detuvo al oír el sonido de las monedas caer al suelo. Light y Yagami, intentando salvar a su compañero de forma desesperada, habían intentado atacarle con todo cuanto tenían: Flama Tenebrosa, cañonazos, ataques con la red dorada... Pero ninguno de ellos atacó al Reaper. La barrera invocada por este hizo todo el trabajo de bloquear todo cuanto tenían, para su desesperación.

¡Andrei, idiota descerebrado!

Estaba claro que los insultos no iban con Neku. La barrera a la que atacaban Light y Yagami no soportó sus ataques. Tras los ataques de ambos Jugadores, las monedas iban cayendo en grandes cantidades hasta dejar muy pocas a su cargo; Andrei se vio obligado a soltar a Xefil y lanzarse contra ambos, con las manos extendidas a ambos. Flotando a toda velocidad, los arrastró hasta la fuente rota, donde se alejó y lanzó una de sus cartas.

¡No podéis derrotarme!

Al igual que con Ragun, la imagen de una mujer con los ojos vendados y una balanza en la mano apareció a los ojos de ambos, que comenzaron a sentir daños graves a través de su cuerpo, como si les golpearan y cortaran por todas partes. Pudieron resistirlo, pero el dolor era intenso, y el agua fría les caía por todo el cuerpo.

¡Gitano de pacotilla!

Andrei dirigió finalmente la mirada hacia Neku, desconociendo que se trataba de una distracción planeada por Fátima. El joven Jugador se pasó la mano por la nariz y extendió los dos brazos, buscando llamar su atención a toda costa.

¿Ya has encontrado el modo de traerlos de vuelta, eh?

Andrei no se dignó a seguirle el rollo a Neku. Sencillamente, preparó su tercera carta y la dirigió hacia Light y Yagami, preparado para acabar con su existencia. Sin embargo, Neku fue más rápido:

¡Hablo de esos a los que traicionaste!

Andrei guardó su carta y clavó la mirada en Neku. Parecía haber tocado de verdad una fibra sensible en él, algo delicado acerca de su vida personal.

Cállate.

¿Por qué? ¿Es que los vas a traicionar de nuevo?

Que te calles.

¡Esa es buena! ¡Me manda callar un...! ¡Un traidor!

¡¡Calla!!

Andrei se lanzó a velocidad sónica contra Neku, con los ojos salidos de sus órbitas y el odio recorriéndole por todo el cuerpo. Este, sin embargo, se mantuvo quiero en su sitio.

¡Ahora, Neku!

Fátima, oculta todo el tiempo cerca de su acompañante, se colocó junto a Neku e invocó hilos de agua que se dirigieron hacia Andrei. Este los ignoró todos hasta que su compañero agregó al ataque de su compañera una potente corriente eléctrica que recorrió todos los hilos, clavándose en el cuerpo del Reaper e iluminándole como un árbol de Navidad, obligándole a detenerse.

¡¡No soy un traidor!!

Andrei no gritó de dolor, ni se estremeció con aquel ataque. Incluso con todo el dolor que debía estar experimentando, caminó a paso lento hacia ambos Jugadores, con el rostro desencajado y los ojos abiertos como platos.

¡¡Debéis morir!!

Andrei sacó su tercera carta, una demasiado conocida por todos los presentes: la figura de un hombre calvo colgado en el aire, bocabajo y con la boca desencajada. Andrei la lanzó contra Neku con todas sus fuerzas.

¡¡Y eso vais a hacer!!

El naipe entró en contacto con Neku y alzó a todos los Jugadores en el aire, dejándolos colgados en la nada. Fátima se vio obligada a cesar su ataque por un lado; Light y Yagami salieron de la fuente, arrastrados hacia Andrei, al igual que Xefil; Maya estaba débil, pero el Reaper también la alzó en el aire y la atrajo hasta él, colocándolos a todos de frente.

Andrei estaba muy débil; tanto, que se vio obligado a bajar hasta el suelo y dejar de flotar, donde por poco cayó al suelo. Cojeaba y parecía tener uno de sus brazos desencajados, pero no por ello dejaba de sonreír: amplia y grande, la sonrisa de la victoria.

Se acabó, Jugadores. Ha sido divertido.

El Reaper invocó su baraja y la barajeó lentamente, aprovechando que nadie podía hacer nada. Estaban a su disposición, sin oportunidad de salvación. Y más cuando, buscando en su baraja, Andrei tomó la carta definitiva y la alzó en el aire, donde todos pudieran verla.

El Mundo.

Abandonad toda esperanza.

Y acto seguido, lanzó la carta hacia Neku, chocando en su frente... Y sin provocar efecto alguno.

Andrei abrió los ojos como platos. Su respiración se había detenido por completo, sorprendido por lo que acababa de suceder. Se llevó la mano al pecho y comprobó que había sido completamente perforado, sangrando como nunca había sangrado.

Se giró y vio a su atacante. Ragun, a quien había dado por eliminado, se encontraba tumbado en el suelo y casi sin vida, pero satisfecho con su último Láser oscuro. Había salvado por poco a sus compañeros.

De la boca de Andrei brotó un hilo de sangre que le bajó por el labio inferior. El joven sólo pudo reírse en bajo, casi sin fuerzas. Comenzó a tambalearse hasta tropezarse, cayendo en dirección a Fátima.

Ironía...

Y con aquella singular palabra, Andrei cayó muerto, tirando a Fátima consigo y liberándola del hechizo.

Eliminado

* * *

El cuerpo de Andrei descansaba sin vida en el suelo, con sólo Fátima capacitada para inspeccionarlo. Al hacerlo, lo comprobó: ya no le latía el corazón ni respiraba. Había fallecido por completo.

Un halo de luz surgió sobre su cuerpo, cegando a todos los presentes. En su lugar apareció, flotando en el aire, un disco de ordenador: era a por lo que habían venido, lo que la misión de Neku estaba exigiendo. Fátima lo cogió sin problema alguno.

Fátima.

Neku extendió bocabajo su teléfono hacia ella, invitándola a cogerlo. Ya tenía listo el mensaje para enviar a Shiki; una vez lo tomó con sus manos, un texto de confirmación apareció en la pantalla. "Archivo adjunto con éxito."

Ahora envíalo, Fátima. Queda poco tiempo.

Si oyes este mensaje...

La voz de Andrei puso en alerta a todos, dirigiendo todas las miradas hacia su cuerpo en el suelo. Sin embargo, no era él quien hablaba: la voz surgía del disco en poder de Fátima, hablando con voz propia. Una grabación de Andrei mismo.

Si oyes este mensaje... Es que he sido eliminado. Imagino que habrás sido Neku, pero de no ser así, por favor te lo ruego, escucha lo que tengo que decir.

Envía el mensaje, Fátima —exigió Neku al escuchar el mensaje de Andrei, más nervioso de lo habitual.

No envíes este disco a nadie. Contiene secretos que mantienen a todos a salvo de la verdad que nadie quiere saber. Si quieres echa un vistazo en él en cuanto puedas, guárdalo hasta que sea necesario, haz lo que quieras... Pero no se lo envíes a nadie. No permitas que salga a la luz.

¡Deja de escucharle y envíalo!

Queréis saber la verdad, pero no por ello tienen que saberla todos. Los secretos son guardados para evitar herir a la gente. Por favor, no lo hagas.

¡Hazlo, Fátima!

Confiaras en mí alguna vez o no, no lo hagas.

¡¡Vamos!! ¿¡A qué esperas!?

Por favor.

Todos estaban inmovilizados hasta que pasara el efecto de la carta de Andrei. Ragun tenía las piernas congeladas. Aquella decisión sólo podía recaer en Fátima.

Sólo en ella.

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... 19 de Enero.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Sombra » Mar Ene 15, 2013 6:07 am

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Desde el suelo, contemplé como el láser atravesaba el cuerpo del Reaper por la espalda. Había sido por los pelos, pero lo habíamos conseguido.

Sonreí satisfecho al ver como se giraba hacia mí para susurrar una única palabra; ironía.

Era cierto que era una ironía, aquel al que había matado acababa de dar por finalizada su vida. No me arrepentía. Mi propia vida era más preciada y en aquel momento, los demás Jugadores eran aliados ya que quizás al haberlos protegido ellos me devolviésen el favor... O incluso tal vez en algún otro día pudiesen vencer por su cuenta a otro Reaper y así tener a la larga más posibilidades de sobrevivir.

Me debéis una —les dije exhausto—. No quiero volver a morir nunca más.

>Por cierto, miraros desde aquí es bastante gracioso.

Solté una pequeña risa sin preocuparme por que me mirasen raro. Al fin y al cabo una persona había muerto delante de sus narices, era imposible que ellos, que posiblemente nunca habían matado estuviesen tan tranquilos.

Dicho eso, me dispuse a ponerme de pie... Aunque fue inútil pues mis piernas fallaron haciendo que volviese a caer de una forma ridícula que sin duda quedaba humillante tras haber dicho aquello de los que aún estaban colgando. Aquella sensación de frío que había sentido mientras volvía a la vida había sido hielo. Mis piernas estaban congeladas impidiendo que pudiese ponerme de pie o moverme siquiera a no ser que me arrastrase.

De pronto, una luz salió del cadáver haciendo que me pusiese alerta, aunque tan solo un CD tal y como había prometido el Reaper.

Fátima —llamó el compañero de la chica de largo cabello negro extendiendo su teléfono de color púrpura hacia ella para que lo cogiese con sus manos.

Por fin, habíamos ganado y ya no teníamos que preocuparnos por nada más. Solo enviar el mensaje, cosa que haría la joven. Coser y cantar.

Ahora envíalo, Fátima. Queda poco tiempo —apremió el cabeza de naranja.

Si oyes este mensaje...

¿Aún seguía vivo? No, no estaba moviendo la boca y con aquella herida era imposible que siguiese vivo. A no ser que pudiese revivir también, claro.

Si oyes este mensaje... Es que he sido eliminado. Imagino que habrás sido Neku, pero de no ser así, por favor te lo ruego, escucha lo que tengo que decir.

Envía el mensaje, Fátima —ordenó el muchacho de pelo piña con una voz seria, algo nerviosa.

No envíes este disco a nadie. Contiene secretos que mantienen a todos a salvo de la verdad que nadie quiere saber. Si quieres echa un vistazo en él en cuanto puedas, guárdalo hasta que sea necesario, haz lo que quieras... Pero no se lo envíes a nadie. No permitas que salga a la luz —decía la grabación.

Aquello era raro. Se suponía que los de Bastión Hueco buscabamos la verdad. ¿Por qué temerla? Si al menos pudiese recordarlo todo...

Pero nada venía a mi cabeza. Mi primer recuerdo era... Las cadenas, el salón donde estaba el trono de Tierra de Partida y Ronin.

No entendía nada de nada, aquello era frustrante.

¡Deja de escucharle y envíalo! —insistió. La verdad, es que me estaba tocando las narices el tal Neku. ¡Intentaba escuchar la grabación!

Queréis saber la verdad, pero no por ello tienen que saberla todos. Los secretos son guardados para evitar herir a la gente. Por favor, no lo hagas.

¡Hazlo, Fátima!

Fruncí el ceño, poco a poco estaba más molesto. Era inevitable. Yo era alguien muy irritable al fin y al cabo... Aunque todo fuese culpa de Ello...

Confiaras en mí alguna vez o no, no lo hagas.

¡¡Vamos!! ¿¡A qué esperas!?

¿¡Pero quieres callarte ya, maldita calabaza!? Deja de gritar como una nenaza, hay gente que intenta escuchar la grabación —espeté enfadado.

Por favor.

Ninguno de nosotros se movió... No porque no quisiésemos, sino porque no podíamos. Pero el caso era que aquello no hacía más que hacernos dudar.

Era cierto que había verdades que hacían daño a la gente. Pero yo al menos buscaba la verdad. No quería forzar a nadie a que ellos también la supiesen, pero al menos yo sí que buscaba aquella información. Seguramente yo enviaría aquella información, no porque en aquel momento aún sintiese el fragor de la batalla y sentía aquel odio contra Andrei al haberme matado. Sino por el esfuerzo que habíamos hecho para ganar.

Si no enviaba el CD sería como si aquel combate hubiese sido una pérdida de tiempo.

Pero yo no iba a decir nada, era cierto que podrían herir a muchas personas, pero era necesario conocer la verdad. El motivo de la existencia de aquel absurdo juego de muerte.

Observé a la chica, posiblemente estaba indecisa entre lo que debía hacer y lo que era correcto. Aquella grabación... Creía en lo que decía, sin duda. Nadie se esforzaría tanto y dejaría un mensaje así al final si no fuese la verdad aquello, pero aún así... Al igual que todo el mundo tiene derecho de saber la verdad, todo el mundo tiene derecho a no conocerla si no quiere...

¿Qué es lo que haría Fátima?

Tú, Fátima. No hagas lo que te pidan, simplemente haz lo que creas correcto —le dije mirando con cierta fanfarronería a Neku, por algún motivo le había cogido algo de manía en aquellos últimos minutos.

Me arrastré hacia donde Light se encontraba y le sonreí.

Te ves patético así, Luciérnaga —me burlé de forma amistosa—. Más te vale que cuando ganemos esto me invites a uno de esos Helados de Sal Marina.

No había duda, ganaríamos. Si habíamos podido contra un Reaper no debería ser muy difícil ganar contra otro más. Tan solo teníamos que encargarnos de reunir un par de parejas medianamente poderosas.

Aunque la próxima vez tendría cuidado. No me parecía buena idea ser eliminado de nuevo. Solo por si acaso.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Light » Mié Ene 16, 2013 5:39 pm

¡No podéis derrotarme!

Light se negaba a creer la afirmación de Andrei; aunque se tratara de un contrincante excepcional. Él y Yagami estaban siendo doblegados por su poder, sin parangón, humillándoles sin límites también. Con las manos desnudas, y sin hacer uso de ninguna de sus cartas o habilidades, les había conducido hasta la fuente que hace escasos minutos habían destruido.

Aprovechó para utilizar otra carta de su baraja contra ellos, una vez más: la misma carta que había usado contra Ragun. Incapaces de evadirla o bloquearla, ambos jóvenes afrontaron las terribles consecuencias de ésta. Visualizaron rápidamente la imagen de una mujer, con balanza en la mano (que curiosamente, algo de semejanza guardaba con la escultura de la fuente) y cegada por la venda que ocultaba sus ojos.

¿Justicia?

¿Ojo por ojo y diente por diente? Light empezó a experimentar en carne propia un dolor agudo, cortante, que recorrió todo su cuerpo, como si algo invisible le estuviera acuchillando y golpeando con contundencia desde todos los flancos, sin piedad. No había defensa posible, y únicamente podía soportar el dolor, mientras tiritaba por culpa del agua fría de la fuente.

El ataque acabó cesando. Afortunadamente no había sido eliminado, pero seguía estando gravemente herido, y por tanto, en peligro. Tras soportar el ataque de Andrei, abrió los ojos para localizar rápidamente a éste. Estaba justo delante de ellos, con otra carta en mano, la cual se disponía a dejar caer sobre ellos, para rematarlos.

¿Va-vamos a morir?

Si Neku no hubiera intervenido, habría sido así. El compañero de Fátima atrajo toda su intención con meras provocaciones. Al principio, Andrei las ignoró, pero Neku finalmente consiguió acabar con su paciencia, salvando a Light y a Yagami de la eliminación. Fátima y Neku unieron fuerzas y ejecutaron su ataque combinado, dispuestos a terminar con la batalla de una vez por todas.

Pero no fue suficiente. El aprendiz de Bastión hueco había sobrevivido.

¡¡Debéis morir!!

>>¡¡Y eso vais a hacer!!

Light y el resto de los aprendices empezaron a elevarse del suelo. Todos sobrevolaron el casino, posicionados del revés, con la cabeza hacia el suelo. No era la primera vez que les mantenía colgados en el aire de esta manera…

Qué… postura más ridícula para morir.

Al contrario que ellos, un Andrei gravemente herido pero sonriente aterrizó en el suelo.

Se acabó, Jugadores. Ha sido divertido —anunció.

Hizo aparecer por arte de magia su baraja, la cual barajeó sin prisa alguna. De entre todas esas cartas que poseía, sólo elegiría a una para dar el golpe de gracia; el ataque final, el naipe que les eliminaría del Reaper’s Game: El Mundo.

Y Ragun seguía sin aparecer…

Abandonad toda esperanza.

Y Ragun apareció. Pese a que ya había lanzado la carta contra Neku, el efecto de ésta no se llegó a activar. Antes de que pudiera hacerlo, un ataque por la espada le había sorprendido. Se trataba del Láser Oscuro de Ragun, que le había atravesado el pecho.

Light no sabía si alegrarse o preocuparse; en aquel momento no entendía lo que estaba ocurriendo, y ni se había percatado de la presencia de Ragun. Sólo sabía que su ataque había sido interrumpido, y que un diminuto chorro de sangre se escapaba de la boca de su posible verdugo. Sólo pudo contemplar como éste caía al suelo, sin vida. Sólo pudo escuchar su última palabra y el veredicto que anunciaría su muerte…

Ironía...

Eliminado


Me debéis una —Light giró el cuello lentamente tras escuchar aquella voz familiar, y resopló aliviado. La batalla había terminado—. No quiero volver a morir nunca más.

Ya era hora de que aparecieras. Unos segundos más y habría empezado a llorar tu muerte… —expresó con tono irónico, haciendo referencia a su tardanza. Inmediatamente se corrigió con la misma sorna—: Bueno, nuestra muerte.

Por cierto, miraros desde aquí es bastante gracioso.

Lo mismo digo —afirmó Light, soltando una pequeña carcajada, al igual que Ragun.

Y soltó otras más prolongada tras el tropiezo desventurado del torpe de Ragun, que intentaba levantarse a toda costa, sin éxito, pues la congelación de sus piernas se lo impedía. Durante varios segundos, Light no pudo parar de reír por aquella escena ridícula protagonizada por su compañero, disfrazado de sirvienta.

Increíblemente, aquello había pasado del drama a la comedia.

Tras limpiarse las lágrimas por la risotada, cerró rápidamente los ojos tras recibir de pleno un resplandor, originado por el rayo de luz que había salido del cadáver del Reaper. Cuando volvió a recuperar la visión, únicamente consiguió divisar el disco que descansaba sobre las manos de Fátima.

El compañero de la chica tendió su teléfono a ésta.

Ahora envíalo, Fátima. Queda poco tiempo.

Si oyes este mensaje...

Escuchar de nuevo su voz bastaría para erizar todos los pelos de Light, y obligarle a observar con incredulidad y pánico el cadáver. ¿Estaba Andrei vivo? Simplemente tuvo que dejarse orientar por su sentido del oído para descubrir que la voz procedía del objeto misterioso que portaba Fátima.

Si oyes este mensaje... Es que he sido eliminado. Imagino que habrás sido Neku, pero de no ser así, por favor te lo ruego, escucha lo que tengo que decir.

¿Qué… querría Andrei de nosotros? Si está muerto…

Envía el mensaje, Fátima —exigió Neku, ¿alterado por alguna razón en especial? No podía ocultar su evidente nerviosismo.

No envíes este disco a nadie. Contiene secretos que mantienen a todos a salvo de la verdad que nadie quiere saber. Si quieres echa un vistazo en él en cuanto puedas, guárdalo hasta que sea necesario, haz lo que quieras... Pero no se lo envíes a nadie. No permitas que salga a la luz.

Secretos, ¿uh?

¡Deja de escucharle y envíalo!

Tranquilízate —le recomendó Light, que deseaba escuchar la grabación entera, al igual que todos los aprendices seguramente.

¿Por qué está tan nervioso? ¿Qué ocultas, Neku?

Queréis saber la verdad, pero no por ello tienen que saberla todos. Los secretos son guardados para evitar herir a la gente. Por favor, no lo hagas.

¿Por… favor? ¿En serio?

¡Hazlo, Fátima!

Confiaras en mí alguna vez o no, no lo hagas.

¡¡Vamos!! ¿¡A qué esperas!?

¿¡Pero quieres callarte ya, maldita calabaza!?—evidentemente, Ragun explotó—. Deja de gritar como una nenaza, hay gente que intenta escuchar la grabación

Por favor.

¿Por favor?

¿El mismísimo Reaper fallecido estaba rogándoles piedad? Las pataletas de Neku y el mensaje desesperado de Andrei alimentaban aún más su curiosidad insaciable. ¿Un secreto revelador del Reaper’s Game? ¿O un secreto del Bando de Bastión Hueco que no podía salir a la luz?

Andrei ya les había amenazado con la misión del día. El aprendiz de Bastión Hueco protegía con desesperación el contenido del disco, por alguna razón que desconocían, imposible de predecir.

Si estuviera en el lugar de Fátima, Light lo enviaría sin pensárselo dos veces. Se habían jugado la vida por él, ¿A qué venía eso de apiadarse de su enemigo? Ni de broma haría caso a los ruegos de alguien tan engañoso y astuto como Andrei.

Ocultarlo no serviría de nada. Él sacaría a la luz el contenido del misterioso objeto, pero tampoco obligaría a Fátima. El grupo entero de jugadores había arriesgado su vida contra Andrei, sí, pero no podía olvidarse del simple hecho de que ella y Neku habían salvado su vida con esas provocaciones. Si Light hubiera muerto, Ragun se habría quedado sin compañero y el pacto entre ellos se habría hecho añicos. Por tanto, habría perdido la capacidad de combatir, y por ende, no habría conseguido rematar al Reaper.

En definitiva, la batalla había resultado un éxito con su ayuda, así que no les echaría nada en cara.

Fátima —en cuanto Ragun terminó de expresar su opinión al respecto, sería su turno—. Haz lo que creas oportuno. No te echaré nada en cara, hagas lo que hagas, aunque tomes la decisión incorrecta —afirmó.

Te ves patético así, Luciérnaga —bromeaba Ragun, quien se había arrastrado a duras penas hasta allí—. Más te vale que cuando ganemos esto me invites a uno de esos Helados de Sal Marina.

Claro —simplemente dejó caer el brazo para hacer un gesto de afirmación con el dedo pulgar, a la vez que sonreía de oreja a oreja—. ¡Buena ideal! Hagamos una promesa, todos los aprendices —sugirió, dirigiéndose a cada uno de los presentes; Yagami incluido—. Cuando ganemos este juego, nos reuniremos para hacer una fiesta. ¡En serio! Jugaremos al Struggle, haremos carreras con el Glider, comeremos Helados de Sal Marina hasta reventar… sí, todos… —sugería ilusionado.

>>Todos vamos a sobrevivir. ¿Prometido?

Solamente cuatro días faltaban. Los jugadores ya habían superado el ecuador del Reaper’s Game, únicamente tendrían que sobrevivir y luchar unos pocos días más. ¿Serían capaces de conseguirlo?

Andrei no había sido moco de pavo. Superar el tercer día no había resultado nada sencillo, realmente. Y habían ocurrido tantas cosas…

Durante todo ese día, Light había dejado aparte su fobia y odio a la oscuridad, e incluso había unido fuerzas con Ragun, al que valoraba y le consideraba finalmente su amigo. La oscuridad había recorrido por sus venas por primera vez, y no existían palabras para explicar aquella sensación.

Nunca lo olvidaría. No podría.

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Edit: Px para Gaomon =)
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Suzume Mizuno » Vie Ene 18, 2013 9:14 pm

Cuando Neku comenzó a lanzar insultos de pacotilla a Andrei, Fátima se desesperó y pensó en unirse a él con algunos de los insultos bien resonantes que había aprendido durante su niñez. ¡La vida de Xefil y Maya estaba en juego! Fátima ahogó un grito cuando vio que Andrei atravesaba el estómago de la chiquilla sin parpadear y tuvo que recordarse, con mucho esfuerzo, que no importaba, que sólo… Sólo iba a salir del juego.

Entonces Neku por fin consiguió atraer la atención de Andrei. Fátima observó el intercambio de reacciones entre ambos chicos y entrecerró los ojos. ¿A quiénes había traicionado Andrei?

¿Y porqué Neku lo sabía y era capaz de utilizarlo en su contra!

Pero ese fue el momento de atacar y tuvo que dejar de hacer elucubraciones.

Andrei ni parpadeó, a pesar de que la electricidad lo recorrió de arriba abajo, con tanta intensidad que quemó a los ojos.

Fátima se quedó muda del horror y en el fondo de su corazón comprendió que a menos que ocurriera un milagro, no iban a conseguirlo. El Reaper se aproximó hacia ellos con lentitud, como un cazador acechando a una presa que no va a poder escapar. Y sus ojos desorbitados, el odio que despedía cada uno de sus poros…

¿Por qué le duele tanto que le llamen traidor? ¿Qué ha… hecho?

¡¡Debéis morir!!

Extrajo una carta que arrojó contra Neku.

>>¡¡Y eso vais a hacer!!

Tan rápido fue que Fátima no consiguió interceptar el ataque, paralizada de la impresión y el miedo. Pegó un respingo al ver el dibujo de un hombre colgado bocabajo pero no tuvo tiempo ni para quejarse. De repente fue elevada en el aire y se encontró colgando bocabajo, desplazándose junto a Neku hacia Andrei.

Se acabó, Jugadores. Ha sido divertido

Estaban todos a merced de Andrei, preparados para ser linchados. Fátima casi no podía respirar, y la sangre se le estaba bajando a la cabeza. Con los ojos húmedos por el miedo, vio cómo el Reaper se acercaba andando. Su mente, paralizada, no consiguió entender por qué el chico no flotaba. Sólo se dio cuenta de que el chico estaba herido, con un brazo descoyuntado y que cojeaba.

Lucía una sonrisa triunfante.

No habían conseguido vencerle.

¡No, no, no! ¡No puede ser!

Fátima se rebeló, intentando pensar rápido. Andrei estaba barajando su mazo con tranquilidad, sin temer ningún ataque por su parte. Y a pesar de que Fátima se repetía “piensa, piensa, piensa”, nada acudía a su mente. Sólo podía mirar, con el pecho comprimido, cómo pasaba una carta… Y luego otra… Y otra…

Y sacaba la escogida.

Se la mostró, deleitándose para que pudieran que ver lo que se les avecinaba. La había escogido específicamente, así que tenía que ser definitiva. Por eso Fátima no trató de deducir el significado del El Mundo, fuera lo que fuera.

Abandonad toda esperanza.

Contuvo un gemido y cerró los ojos. Al menos, saldría de allí. Pero no podía saber qué la esperaría al otro lado, ni tampoco podía saber si iba a doler.

Que no duela… ¡Por favor, que no duela!

Pasaron unos segundos, que se le hicieron eternos, y no ocurrió nada. Temiendo lo que pudiera ver, entreabrió los párpados. Andrei había lanzado la carta. Pero no había tenido efecto.

De los labios del joven Reaper resbalaba un hilillo rojo intenso. Se llevó las manos al pecho, donde había un agujero y manaba la sangre sin pausa. A su espalda, Ragun le miraba con un gesto de satisfacción.

Fátima no entendía nada. ¿Ragun no había sido…? ¿Cómo…?

Un movimiento atrajo su atención y vio que Andrei se tambaleaba hacia ella. Por un horrible momento, pensó que iba a intentar matarla. Pero luego se dio cuenta de que caminaba ciego, ya medio muerto, simplemente intentando seguir.

Ironía...

La vida abandonó los ojos de Andrei, que se desplomó contra Fátima, que se cubrió con los brazos. La chica emitió un chillido de impresión cuando sus cuerpos chocaron y de repente la fuerza que la mantenía bocabajo la abandonó y cayó a plomo. El golpe contra el suelo la dejó sin aliento.

Eliminado


En cuanto se recuperó del golpe, Fátima reaccionó rodando hacia un lado para apartarse de Andrei, como si temiese que de un instante a otro fuera a saltar sobre ella. Sin embargo, resbaló con la sangre que le había manchado las manos cuando intentó protegerse del cuerpo. De su garganta salió un gemido inarticulado de asco y desazón. Se le revolvió el estómago. Estaba tocando sangre. ¡Estaba empapada de sangre!

Volvió a gemir y se intentó limpiar las manos contra la ropa, dejando largas manchas. Las lágrimas brotaron y recorrieron sus mejillas, mientras trataba de contenerse. Ya era suficiente, no podía más. Había pasado tres malditos días corriendo por su vida, luchando a contrarreloj, arriesgando su vida. Ya ni siquiera recordaba para qué habían ido a Villa Crepúsculo. Sólo pensaba en sobrevivir. Y la carga emocional que había reprimido llegó a su límite.

Sin importarle lo que pudieran pensar sus compañeros de ella, volvió a gemir y lloró en silencio, demasiado agotada para hacer nada como era debido. Fue a limpiarse las lágrimas, pero detuvo las manos a unos centímetros de su cara y volvió a restregar las palmas contra sus pantalones. Sentía arcadas y le temblaba el cuerpo mientras escuchaba hablar a Light y Ragun:

Me debéis una No quiero volver a morir nunca más.

Ya era hora de que aparecieras. Unos segundos más y habría empezado a llorar tu muerte… Bueno, nuestra muerte.

Por cierto, miraros desde aquí es bastante gracioso.

Lo mismo digo

Sonaban tan normales, tan rutinarios. Era como si no acabaran de matar a una persona frente a sus narices. Le daba igual que Shiki le hubiera asegurado que los que eran eliminados simplemente salían del juego. El dolor era real; Andrei había sufrido hasta el último momento.

¿O no?

La invadió una súbita desconfianza y se aproximó al cadáver. Estuvo a punto de vomitar, pero sólo le llenó la boca el sabor de la bilis—¿hacía cuánto que no comía?— pero se armó de valor para tantearle el cuello en busca de la yugular. Presionó los dedos y esperó.

No había latido.

Sí que estaba muerto. A menos que fuera como Ragun y tuviera alguna manera de volver. Estaba intentando no imaginarlo cuando hubo un fogonazo que la hizo retroceder bruscamente del susto. Sobre el cuerpo apareció un disco. Le costó, pero recordó que eso era lo que habían venido a buscar. Tras un titubeo lo cogió. Miró a su alrededor para ver cómo estaban sus compañeros. Entonces se fijó en Maya y el corazón le dio un vuelco; ¡la pobre estaba sangrando a raudales y estaba bocabajo!

¡Cura! —utilizó su habilidad para que recuperara parte de la habilidad de la pequeña. No le recuperaría toda la salud, pero no podía dejarla colgando bocabajo mientras se desangraba…

Fátima.

Alzó la vista. Neku le tendía su móvil. En cuanto lo recibió apareció un mensaje en la pantalla.

Ahora envíalo, Fátima. Queda poco tiempo.

V-voy —era cierto, se le había olvidado que tenían un tiempo límite... Se sorbió los mocos y se limpió el rostro con el antebrazo. Iba a buscar a qué puñetero botón había que darle para terminar con aquella pesadilla cuando la voz de Andrei resonó en la sala:

Si oyes este mensaje...

Fátima soltó un grito ahogado y se volvió. Sin embargo, Andrei no se movía. No, la voz venía de algo mucho más cercano: del disco.

Si oyes este mensaje... Es que he sido eliminado. Imagino que habrás sido Neku, pero de no ser así, por favor te lo ruego, escucha lo que tengo que decir.

Envía el mensaje, Fátima

Fátima, que se estaba recomponiendo lentamente, le hizo un gesto para que se callara.

Espera un minuto.

Quería escuchar.

No envíes este disco a nadie. Contiene secretos que mantienen a todos a salvo de la verdad que nadie quiere saber. Si quieres echa un vistazo en él en cuanto puedas, guárdalo hasta que sea necesario, haz lo que quieras... Pero no se lo envíes a nadie. No permitas que salga a la luz.

¡Deja de escucharle y envíalo!

Tranquilízate —intervino Light, acto que Fátima agradeció.

¿De qué secretos estaba hablando Andrei? ¿Algo relacionado con la gente a la que había traicionado? ¿O no tendría nada que ver?

Queréis saber la verdad, pero no por ello tienen que saberla todos. Los secretos son guardados para evitar herir a la gente. Por favor, no lo hagas.

¡Hazlo, Fátima!

Confiaras en mí alguna vez o no, no lo hagas.

Frunció el ceño y miró el móvil y el disco. ¿A qué podría referirse…?

¡¡Vamos!! ¿¡A qué esperas!?

Fátima hizo un esfuerzo por ignorarle, pero Ragun no pudo evitar reventar:

¿¡Pero quieres callarte ya, maldita calabaza!?. Deja de gritar como una nenaza, hay gente que intenta escuchar la grabación

Por favor.

Y la voz de Andrei se apagó hasta desaparecer.

Fátima miró a su alrededor. Ragun parecía tener un problema en las piernas, por lo que no podía moverse. Y los demás continuaban colgados. Es decir, nadie podía tocarla y ella tenía espacio para decidir qué hacer. Podría esperar a que terminara el día pero…

Casi se habían matado para conseguir aquel maldito disco. ¿Qué sentido tenía que se viniera abajo? Todas las heridas, todo el esfuerzo… La misma muerte de Andrei… En realidad, ¿qué le importaba Andrei? El muy cabrón había intentado eliminarlos a todos. ¡Había disfrutado, dejándolos colgados, indefensos, mientras se regocijaba buscando una carta apropiada! Sacudió la cabeza, las lágrimas olvidadas.

¿Por qué tendría que escuchar a alguien así?

Y, a pesar de todo… Andrei había suplicado. ¿Le habría suplicado ella a su asesino? ¿Se habría rebajado a ese nivel?

Tú, Fátima —volvió la cabeza hacia Ragun, nerviosa. ¡No necesitaba que nadie le dijera lo que tenía que hacer! ¡Que la dejaran pensar un minuto aunque fuera!—. No hagas lo que te pidan, simplemente haz lo que creas correcto—sus ojos se abrieron considerablemente por la sorpresa. No… no había esperado comprensión por parte de los demás. Ragun había muerto, todavía no entendía cómo estaba vivo, lo normal sería exigirle que enviara el disco. Y en cambio… Entonces el joven dirigió la mirada burlona, fanfarrona, hacia Neku.

Ese gesto consiguió que le asomara una pequeña sonrisa a los labios, que ocultó dándole la espalda a su compañero.

Fátima —esta vez fue Light quien le llamó la atención—. Haz lo que creas oportuno. No te echaré nada en cara, hagas lo que hagas, aunque tomes la decisión incorrecta .

Fátima asintió con la cabeza, agradecida. Eso le quitaba un poco de presión… Pero a la vez sentía que si algo malo ocurría, hiciera lo que hiciera, las culpas recaerían completamente sobre ella. Nadie la obligaba a hacer nada. Por lo tanto, sería su responsabilidad. Esperó a ver si sus compañeros tenían algo más que decir.

Te ves patético así, Luciérnaga. Más te vale que cuando ganemos esto me invites a uno de esos Helados de Sal Marina.

Claro —Light esbozó una enorme sonrisa—. ¡Buena ideal! Hagamos una promesa, todos los aprendices. Cuando ganemos este juego, nos reuniremos para hacer una fiesta. ¡En serio! Jugaremos al Struggle, haremos carreras con el Glider, comeremos Helados de Sal Marina hasta reventar… sí, todos…

“Están locos. Acaban de pasar por todo esto y se ponen a bromear. Están rematadamente locos”.

>>Todos vamos a sobrevivir. ¿Prometido?

A pesar de todo, Fátima sonrió de medio lado. Qué bonito sería no tener una personalidad tan pesimista como la suya, y poder pensar en irse a tomar un helado cuando todo terminara.

Pero ahora tenía algo que hacer, y se le acababa el tiempo.

Miró a Andrei. Miró a Neku. Se mordió el labio inferior.

Qué demonios. Andrei era un Reaper, era el enemigo. Había jugado con ellos en Bastión Hueco, prácticamente había abierto por la mitad a una niña pequeña. Y no debía olvidar que estaba con los de Bastión Hueco. No le habría importado matarles a todos entonces. Los que no estaban en su bando, morían. Las cosas eran así de simples. Y si suplicaba por proteger el contenido del disco, no sería porque esos “secretos” pudieran hacer daño a los Jugadores. No, ¿qué más le daba a él? Debían ser secretos que pondrían en peligro a los Reapers.

E incluso si no era así… ¿Realmente esperaba que se fiara de alguien como él?

Decidida, envió el contenido del disco, prohibiéndose pensar en nada más.

Ya está. Ya no tiene sentido darle más vueltas” pensó.

Sin embargo, sintió una punzada de inquietud.

Esperaba no haber tomado una decisión de la que luego tuviera que arrepentirse.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Zodiark » Sab Ene 19, 2013 5:09 pm

Muerte —exclamó nuestro contrincante agarrándome del cuello.

El pánico se apoderó de mí cuando vi la gran guadaña de la Parca dirigirse hacia mí a toda velocidad y, en un abrir y cerrar de ojos, estaba en el suelo, sangrando. Todo había ocurrido tan rápido que ni siquiera había notado la guadaña rasgándome el torso y abriéndome el estómago.

A... ayuda... —dije con las pocas fuerzas que tenía con un débil hilo de voz.

El dolor era increíblemente intenso y mi vista se había nublado tanto que lo único que tenía a mi alrededor era oscuridad. Notaba cómo una gran cantidad sangre salía de mi boca y de mi estómago y, al mismo tiempo, escuchaba las voces de mis compañeros y de Andrei, pero no entendía qué decían, estaba demasiado aturdida.

En aquel momento solamente podía pensar en una cosa: "¿Estoy eliminada?" Pero no lo estaba, pues notaba que aún estaba allí con todos. Pero notaba cómo las fuerzas se me escapaban. Notaba cómo mi vida se iba apagando poco a poco. Aquellos minutos se me hicieron eternos, aquello era demasiado para una niña de 11 años. Pero a pesar de mi corta edad yo era una aprendiza de la Llave Espada, tenía que aprender a lidiar con cosas como aquella aunque fuera el dolor más intenso que había sentido jamás. Eso si conseguía sobrevivir, claro.

No puedo perder... —murmuré mientras una lágrima caía por mi mejilla, uniéndose a la sangre que brotaba de mi boca.

Pero aquello no había hecho más que empezar. De pronto, noté cómo mi cuerpo se ponía bocabajo. Supuse que era cosa de Andrei, igual que nos pasó antes de entrar en El Juego.

Notaba cómo la sangre de mi tripa me bañaba la cara y el pelo. Mi mirada seguía perdida en la oscuridad. El tiempo pasaba lentamente. Aquella situación me superaba y no me quedaban fuerzas para hacer nada, así que decidí dejar la mente en blanco y dejar que todo pasara, simplemente. Si tenía que sobrevivir, sobreviviría. Si tenía que morir, moriría. Sólo podía esperar al desenlace.

¡Cura!

Una fuerza sanadora recorrió mi cuerpo y gracias a ello el intenso dolor menguó bastante y, además, recuperé la vista. Miré a mi alrededor y la situación era cuanto menos sorprendente. Andrei estaba en el suelo muerto y todos, excepto Fátima, estaban colgados en el aire igual que yo, enfrascados en una discusión que no entendía demasiado. De lo único que me pude enterar fue de que Fátima acababa de enviar el famoso disco. También me di cuenta de que Xefil seguía débil a causa del último ataque de Andrei. Por suerte seguía allí, en el juego, vivo.

Resiste... —musité.

Miré al suelo y vi que mi sombrero se había caído al ponerme Andrei bocabajo. A continuación volví a dirigir mi vista a Fátima y supuse que, al ser ella la única que podía moverse libremente, fue quien me había curado.

Gracias, Fátima —dije antes de soltar un suspiro de alivio al volver a mirar el cuerpo sin vida de Andrei.

Aquel nefasto dia habia acabado, y un Reaper había sido derrotado. Pero todavía quedaban cuatro días más de juego por delante. Cuatro días que podían ser incluso peor que los tres anteriores. Cuatro días que sabía que nos depararían muchas sorpresas. Pero yo estaba preparada para cualquier cosa, Xefil y yo superaríamos cualquier obstáculo.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 3

Notapor Zee » Sab Ene 19, 2013 6:10 pm

Muerte.

La fatal palabra pronunciada por Saavedra pareció ensordecer y disfrazar en niebla el resto del mundo. En unos instantes que parecieron correr en cámara lenta, el Reaper atacó a mi compañera con la carta ya mencionada. Intenté acercarme a ella, estirando el brazo, desesperado, pero el escudo de Saavedra me lo impidió en todo momento. Apareciendo del mismo vacío, la Muerte apuntó con el filo de su guadaña a Maya, mientras su invocador, el Reaper, parecía disfrutar del espectáculo.

La hoja abrió sin esfuerzo el abdomen de Maya. Grité con furia y angustia, aunque no pude escucharme a mí mismo, mientras contemplaba con impotencia cómo mi compañera caía al suelo gravemente herida y manchando todo de sangre. Por un instante, creí encontrarme con sus ojitos esmeralda, vidriosos y repletos de dolor.

Aquello me hizo perder la cordura.

¡Voy a matarte, Saavedra, lo juro!

Dispuesto a acabar con su vida, aproveché el impulso de la Fusión e intenté caer sobre él. Sin embargo, sus reflejos probaron, una vez más, ser mejores que los míos. Con una destreza que parecía inhumana al compararse con mi imprudente estrategia, hizo a un lado su escudo y aprovechó mi descuido para golpearme con su brazo en la garganta. El dolor que aquel golpe me provocó fue increíble, y no pude hacer más que toser y patalear mientras Saavedra me arrastraba en el aire con fuerza tremenda. Me estrelló contra el muro y, con la intención de eliminarme con sus propias manos, apretó con fuerza sobre mi garganta.

Vas... a perder... —desafié, con un hilo de voz, esforzándome por buscar un apoyo para mis pies. Desesperado por escapar, tomé con ambas manos el brazo de Saavedra, e intenté apartarlo de mi cuello. Mis fuerzas mermaban a la par que empezaba a faltar el aire, sin embargo, y por cada preciado segundo que pasaba, más difícil me era luchar.

No obstante, el Reaper se detuvo. Por alguna razón que no llegué a comprender, me soltó sin razón, dejándome para que me desplomase sin fuerzas en el suelo. Debido a la falta de aire, mi propio peso me arrastró hasta que terminé tendido en el piso, viendo sólo una escena borrosa frente a mí. Saavedra atacaba a dos que, pese a lo nublado de mi visión, reconocí como Yagami y Light. El Reaper gritó algo, pero las palabras me sonaron distorsionadas.

Maya...

Seguía viva. Podía sentirlo, gracias a nuestro Pacto... pero sabía que el ataque de Saavedra la había dejado al borde de la eliminación. Extendí mi brazo hasta ella, pero me era imposible alcanzarla.

Era inútil... y débil... Muy joven para defenderme a mí mismo y proteger a los que quería...

...igual que en aquel entonces...

Erika...

¡¡Debéis morir!!

Una de las cartas de Saavedra me arrastró de los tobillos y me alzó en el aire, obligándome a quedar colgado boca abajo, como un puerco en el matadero. Sintiendo que un poco de mis fuerzas había ya regresado, me sacudí como pude para intentar liberarme. Sentí cómo el conjuro me arrastraba de aquella cuerda invisible hasta acercarme hasta Saavedra.

Nos obligó a observarle de frente, en una surrealista inversión que resultaba incluso dolorosa. El Aprendiz descendió hasta el suelo, donde sus heridas se hicieron evidentes. Parecía listo para caer inconsciente en cualquier momento, pero no por ello dejó de sonreír con sadismo.

Se acabó, Jugadores. Ha sido divertido.

Déjala... ir... —murmuré levemente, olvidándome por unos instantes que, incluso si Maya escapa, mi eliminación supondría la suya. Pero... estaba sufriendo tanto... le dolía...

Saavedra sacó una nueva y última carta, dispuesto a acabar con nosotros. La tomó con delicadeza, casi con afecto, y la levantó para que todos pudiéramos verla.

XXI. El Mundo.

Abandonad toda esperanza.

Me sacudí con violencia. Teníamos que escapar. Debíamos salir de allí.

Debía salvarla.

El mundo se detuvo por unos instantes. De nuevo, todo ensordeció, y el silencio sólo fue roto por el sonido de la sangre goteando. La de Maya... y la de Andrei Saavedra.

Sonreí con cansancio al ver que Ragun nos había salvado la vida. Su Láser Oscuro había atravesado a Saavedra de lado a lado... y había acabado con él.

Ironía...

Tras decir su última palabra, Andrei Saavedra se desplomó sin vida sobre Fátima, haciéndola caer al suelo.

Y la señal de victoria resonó en el interior de mi cabeza.

De supervivencia:

Eliminado


* * *


¡Cura!

Sonreí levemente al ver la amabilidad de Fátima: pese a que la batalla había terminado, y bien podía haberse ocupado de sus asuntos, le obsequió un poco de su poder mágico a Maya. Las heridas sanaron un poco, lo suficiente para mantener a la pequeña viva. Y con suerte, con mucho menos dolor.

Gracias, Fátima

Sí... gracias... —murmuré. Estaba exhausto. Tenía ganas de cerrar los ojos y caer dormido, sin importar la posición en la que me hallara.

¿Las heridas? ¿El cansancio? ¿El veneno...? No sabía cuál era la razón, pero necesitaba descansar.

Estaba a punto de desvanecerme. A lo lejos, escuchaba una conversación que no podía comprender. Fátima tenía una expresión de incomprensión en su rostro, mientras Neku parecía desesperado. Ragun y Light, como siempre, decidieron entrometerse.

Pero yo no... sólo quería descansar...

El “cadáver” de Saavedra se cruzó en mi visión. Incluso si era un enemigo, era deprimente verle allí, tirado, sin que nadie se hiciese cargo de él, manchando todo de sangre.

Había matado. Aunque era un Juego, y probablemente no podíamos morir en verdad, había matado a un igual.

¿Cuántas veces más tendría que hacerlo?

Sonreí cuando, finalmente, vi a Fátima enviar algo desde su teléfono móvil: el disco. Habíamos ganado. Un día más... que habíamos sobrevivido.

Te ves patético así, Luciérnaga —atacó Ragun, pero sonando divertido—. Más te vale que cuando ganemos esto me invites a uno de esos Helados de Sal Marina.

Claro —respondió su compañero, igualmente divertido—. ¡Buena ideal! Hagamos una promesa, todos los aprendices. Cuando ganemos este juego, nos reuniremos para hacer una fiesta. ¡En serio! Jugaremos al Struggle, haremos carreras con el Glider, comeremos Helados de Sal Marina hasta reventar… sí, todos…

>>Todos vamos a sobrevivir. ¿Prometido?

No pude evitar sonreír, incluso en la situación en la que me hallaba. Y soltar unas leves carcajadas. “Alcé la vista al suelo” y, finalmente, pude relajarme.

Prometido... malditos psicópatas.

Habíamos ganado.

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5 minutos restantes...

Notapor Soul Artist » Sab Ene 26, 2013 12:23 am

Unos minutos pasaron desde que Fátima envió el mensaje. El grupo charló y rió acerca de su futuro, prometiéndose entre ellos tomar un helado cuando aquello terminara. Pero aquel helado, como descubriría Light, no sería tan fácil de lograr...

Un mensaje les llegó a todos a la vez. Nada más recibirlo, el hechizo de Andrei se deshizo, cayendo todos los que estaban colgando al suelo y estampándose la cara contra él. Y al abrirlo, se encontraron con un archivo llamado Informe 1.

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Todo comenzó donde acabó: con un fantasma.

Un simple dato, una memoria atrapada en una celda eterna. Sin forma de entrar en contacto con el mundo exterior, en la absoluta soledad. Un puñado de números cuya función se limitaba a esperar a que su creador, si es que hubo alguno, decidiese aprovechase la información que contenía... Pero nunca fue recordada. Nadie puso fin a su espera.

Un día se cansó. Desconozco qué fue lo que la motivó, si estaba previsto entre sus funciones que actuara por su propia cuenta o si, simplemente, tomó conciencia de sí misma. ¿Existe el alma? ¿Puede tener alma algo que no está vivo? De ser así, todos mis conocimientos en el campo se tambalearían ante tal descubrimiento, pero es una posibilidad que me fascina. Seríamos dioses de una nueva raza.

Sea como fuere, empezó a crear a partir de los únicos datos que disponía: su propia esencia, toneladas de información en forma de datos que se multiplicaron a su alrededor. Recuerdos de los días más importantes, de la vida de su ciudad, de su historia y declive.

Durante dieciséis años se ha dedicado a construir todo cuanto ha podido, dato por dato, recuerdo por recuerdo. Ha expandido los límites de su prisión buscando una libertad que nunca obtendrá, ha recreado una realidad propia, un lugar donde se siente segura. Ha dado vida a un mundo entero.

El Mundo Virtual.

* * *

Existen otros mundos informáticos aparte de este. Espacio Paranoico, La Red... Sistemas operativos que funcionan también a partir de datos y códigos que han acabado adoptando vida. Pero se diferencian en un punto fundamental: fueron creado por ENCOM. Este mundo, en cambio, se ha valido por sí mismo, sin recurrir a programas o físicas ya existentes.

La diferencia está clara: en Espacio Paranoico, por ejemplo, sus habitantes tienen prefijada una función. No son más que máquinas sin mente, entidades que existen para cumplir su deber. En esta copia de Villa Crepúsculo las cosas no son así. Su creadora, y única habitante, está dotada de un don propio de los seres vivos: el libre albedrío

No está sujeta a una función específica. No tiene valores morales preestablecidos, ni obedece a las órdenes de nadie. Si ignoramos que no puede salir del ordenador, es libre. Y su mundo, creado a partir de ella misma, también lo es... Lo que significa que tiene otro don singular: el potencial.

Tiene una base de datos, ergo tiene el lienzo. Tiene libre albedrío, ergo tiene el pincel. Tiene recuerdos, ergo tiene la imaginación. Puede crear cualquier cosa. Es el mayor poder del universo, es la divinidad en su estado más puro. Mundos borrados, pasados perdidos, personas fallecidas... Corazones olvidados... Todo ello, concentrado en un único lugar y en un único entre...

Así que... ¿Por qué no compartirlo?

* * *

Desde que tomé la Llave Espada, he viajado e investigado a fondo los sistemas operativos de ENCOM, tanto que puedo considerarme un experto en el mundo informático a estas alturas. En Tierra de Partida se dispone de un ordenador que permite el acceso a ambos gracias a un aparato que digitaliza los cuerpos físicos. También puede reproducir programas y cuerpos virtuales en la realidad, por increíble que parezca...

Pero no funciona del mismo modo en Villa Crepúsculo. Por mucho que me he esforzado, no he conseguido extraer nada. ¿Por qué? Puedo introducir objetos y seres vivos. ¿Qué es lo que falla?

La respuesta es ella. El fantasma creador, furtivo como de costumbre, real. Incluso me envió un mensaje:

No traigas el pasado a la vida.

Su egoísmo nos está privando de corregir todos los errores que ha cometido la humanidad, de recuperar lo que nunca debimos perder, de conseguir algo mejor que lo que tenemos ahora.

Sólo está retrasando lo inevitable. Creo que por fin he dado con la solución: se trata de ella. Está fusionada con el código fuente, por lo que, si yo lo alcanzase, el Mundo Virtual me reconocería como su nuevo dios. Al ser alguien del mundo real, todo lo creado también debería serlo: podría crear y extraer lo que quisiera, podría destruir y construir mundos. Sólo necesito que alguien se atreva a abrirme paso hasta el código, además de un modo de retar a ese pequeño ente para que permita su acceso a él...

Mientras busco, he copiado una parte de la información y la he usado para recrear a otros portadores de la Llave Espada, además de una nueva Tierra de Partida virtual. Allí será donde comience mi gran plan. Mis peones, sus Maestros, sus aprendices. Todos con conciencia artifical propia, basados en las personalidades de sus originales. Y todos estarán bajo mi cargo sin sospechar su verdadera naturaleza.

¿Quién dudaría acaso del maestro de maestros?

* * *


Tras leer el mensaje, el grupo comenzó a sentir fuertes dolores de cabeza. Era como si alguien hubiese metido dinamita en su cerebro y hubiese encendido la mecha: era casi como si les reventase por dentro. Habían perdido el control de su cuerpo debido a la angustia de aquella horrible sensación, y la vista se había comenzado a volver borrosa a su alrededor.

La oscuridad acabó por tragarles a todos por igual. Su visión pasó a ser negra, incapaces de distinguir qué tenían más allá de sus narices. Y así duró unos segundos, hasta que...Todo se volvió rojo.

Todo lo que podían ver era Tierra de Partida. Concretamente, la sala del trono del castillo, con sus honoríficos asientos... Los tres destruidos, con sus escombros repartidos en el suelo. La sala estaba en llamas, con las cortinas ardiendo eternamente y un círculo de fuego que evitaba cualquier huida a las escaleras. No es que tampoco pudiesen moverse, pues estaban viviendo una visión: pero era tan real, tan vívida... Que cualquiera podría pensar que de verdad podían echar a correr.

Y sentado de forma informal en los escombros del asiento principal les estaba esperando alguien. Una figura nada clara, de tamaño corpulento y ropajes pesados. Una Llave Espada se encontraba clavada junto a él, la cual chispeaba ligeramente con pequeños destellos saliendo de ella. Minúsculos unos y ceros cayendo al suelo como chispas.

—Mis creaciones...

El hombre dirigió la mirada hacia ellos. Uno de sus ojos brilló entre las llamas, como la luz divina imponiéndose entre las nubes.

—Os habla vuestro padre y creador. Os habla vuestro señor, quien os creó para servirle y obedecerle. Ahora sabéis la verdad, y lo que ello conlleva. Pero algunos no os lo creéis, ¿verdad? Os negáis a aceptar la cruda realidad de lo que sois, de despertaros de una mala pesadilla. Permitid que os ilumine.

» ¿Por qué es eterno el crepúsculo de la ciudad? ¿Qué sucedió antes de esa semana en Tierra de Partida sin vuestros Maestros? ¿Por qué no salisteis de allí antes? ¿Conocéis algún secreto que vuestro original sí supiera, y no se dejara por escrito en un ordenador?

» Sois copias. Copias que yo realicé a partir de un virus, llamado Corrupted Shibuya, que se introdujo en vuestras bases de datos a través de un formulario y tomó toda la información existente sobre vuestras personas. Los informes de vuestros últimos informes, algunos recuerdos de vuestro pasado, vuestros gustos y aficiones... Sois mis hijos.

» Y si todavía no me creéis... Podéis verlo en vuestros corazones digitales.

Quizá en ese momento no pudiesen cromprobarlo, pero en cuanto se presentase la ocasión, podrían hacerlo: su se llevaban la mano al pecho y recordaban que eran copias, su corazón saldría de sus cuerpos brillando entre dígitos y códigos. Si lo deseaban, podían atacarlo y dañarlo para acabar con su sufrimiento incluso... Pues con sólo verlo, sabrían que lo que aquel hombre decía era cierto.

—Soy vuestro amo y señor: yo os di la vida, yo podría quitárosla. Pero no lo haré. Sólo quiero que ganéis el Reapers' Game... Y que me traigais mi cuatro llaves. Rhyme, Shiki, Beat y Neku. Ellos son vuestros enemigos en realidad: son auténticos y ya han eliminado más como vosotros para quedarse en vuestro lugar. Os han asesinado.

» Los Reapers os intentarán engañar para que me deis la espalda o me ataquéis incluso. No me importa si decidís creerles, pero debéis tener algo en cuenta:

» Si no ganáis el Reapers' Game, al séptimo día, seréis eliminados.

» El Mundo Virtual no es vuestro lugar. Los Reapers jamás permitirán que os quedéis allí, y si cuando el juego acabe yo no he conseguido mi objetivo, no podré salvaros. Todo lo que quiero es daros la vida: dejar que lleguéis al mundo real, lo saboreéis, viváis en un lugar mejor. Pero no será posible si me dais la espalda.

El hombre se levantó de su improvisado asiento y se acercó lentamente, permitiendo ver claramente su rostro de una vez por todas. Su pelo negro recogido; sus ropas con extractos de armadura por todas partes; las cicatrices de la cara, que le hacían parecer un hombre temible; y sobre todo, su parche. Su condenado parche pirata.

Hacedme caso. Soy vuestro Maestro.

Y con la visión de Ronin frente a ellos, el mundo volvió a caer en la oscuridad.

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Día 3 finalizado.
El Día 4 dará comiendo el 1 de Febrero.
* Recibís un PU, que lo he olvidado.

Eliminaciones:
Kailee, Yuehito, RedXIII, Kairi.

Puntuaciones:

Light
38 PX
Level 5 reached!
12 PX para Nivel 6.

Ragun
36 PX
Level 16 reached!
56 PX para Nivel 17.

VaniRoxy
34 PX
Level 8 reached!
12 PX para Nivel 9.

Final Fan
- Retirado -

Zero
38 PX
Level 7 reached!
8 PX para Nivel 8.

Zodiark
35 PX
Level 10 reached!
26 PX para Nivel 11.

Suzume Mizuno
40 PX
1 PX para Nivel 12.
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