[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día ??

Sector S - Torre

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: El lazo

Notapor EspeYuna » Vie Abr 12, 2013 6:45 pm

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Abriendo las puertas que atravesaría para enfrentarme al destino que me aguardaba tras ellas, la conversación con Eileen volvió a inundar mi cabeza. Pero esta vez, de buenos recuerdos.

"Al principio creía que vuestro destino era salvarme. Pero yo... Eileen... Está muerta. Poco se puede salvar de mí. Vuestro destino va más allá de mí, y tu condición de copia es lo que te hace especial. Es hora de dejar a Nadhia Hoghes atrás y tomar tu vida."


No lo entiendes, Eileen.

» Podría cambiar mi nombre, dejar atrás todo lo que representa Nadhia Hoghes en mi existencia. Pero es injusto, pues ella me ha dado mi físico, mi pelo, mis ojos... los labios con los que sonrío, las preocupaciones que asoman por mi cabeza, la ira con la que me enfrento a los problemas, las lágrimas con las que expreso mi desolación. Las risas que he compartido contigo, mi personalidad. Puede que ahora seamos muy diferentes, pero seguimos siendo la misma persona. Mi corazón, aún siendo virtual, le pertenece a la auténtica Nadhia.

»» Es como ha pasado contigo. Eres una copia de Eileen, pero actúas como ella. Sonríes como la auténtica. Eso es lo que verdaderamente nos hace especiales. Pues aceptamos nuestra existencia, aun sabiendo que somos parte de una persona real.

Recordé la reacción de Eileen al preguntarle sobre el auténtico motivo de la creación de su Mundo Virtual. Sus ojos decantaban tristeza.

"No sé lo que él quería. Sólo sé que debía esperar. Pero sé que yo me sentí sola. Siempre lo había estado, y aquí... Podía hacer lo que quisiera. Así que nací, cree todo el mundo y a un compositor que me ayudara a ello. Sólo quería tener algo mío... Sólo quería vivir.

Pero ahora sé que sólo quería recuperar mis últimos días con Ryota. Pero él jamás encontrará a Eileen."


¡Así que es eso! —me llevé la mano libre a la frente, sorprendida de haber descubierto algo importante.

Bienvenidos, Jugadores.

Comienza el Reapers' Game. Vuestra misión es sobrevivir 7 días. Cumplid las misiones encomendadas por el Game Master cada día, o investigad la ciudad a vuestro antojo. Fallad, y vuestra existencia será eliminada.

~ El Compositor


¡Eso es! El Compositor, Eileen lo creó. Y a partir de ahí nació el Reapers' Game. ¿Quizás porque se le fue de las manos?

» Bueno, ¡eso no importa! Si consigo vencer lo que sea aquello que hay detrás de esa puerta... ¿podría acabar con esa locura de juego? ¡Podría salvar también a mis amigos!

Las copias de Light, de Ragun, de Xefil... todos y cada uno de los corazones digitales que habían acabado allí, de una forma u otra. No merecían ser eliminadas de esa manera. Y puede que yo tuviera la clave para vencerle.

Aunque no tenía mucha idea de lo que me esperaba.

"No tengo forma física en el mundo real. Pero yo... Me gustaría asegurarme de que nadie más cae de esa torre. No tengo poder, por eso no sé si... Fui yo. O un fantasma de mí. Sólo sé que veo esa torre siempre, toda la gente que se sube, y que nadie más volverá a caerse. Nunca."


Eres como un ángel de la guarda para los niños de Villa Crepúsculo, entonces —reí, divertida.

Recordé como disfruté del helado de sal marina junto a Eileen, y por un momento las memorias de la auténtica Nadhia cruzaron mil y un imágenes. Desde que obtuvo permiso para subir a la torre, cuando le regalaba a su hermano pequeño un helado de sal marina... hasta haber contemplado el paisaje junto a Ragun... y Eileen.

También esbocé una sonrisa cuando un recuerdo poderoso inundó mi corazón de un sinfín de sentimientos reconfortantes. La sonrisa de Ryota. El recuerdo más preciado de Eileen. Me llevé una mano al pecho, a mi corazón digital.

"Único. Algo testarudo con modales y lo que significaba ser civilizado, pero respetuoso con mis ideas. Siempre me ayudaba con lo que necesitaba, a mí y a Ronin. Le gustaba tocarme la nariz y decir que era una niña bruta siempre que me peleaba. Cuando se reía parecía tonto, no sabía cómo echar una carcajada sin hacer el ridículo, aunque al menos lo intentaba. Hubiese hecho cualquier cosa por seguir a mi lado, y... Sé que Eileen también hubiese querido hacerlo."


Y entonces, antes de abrir el portón, abrí mi puño y contemplé el tan preciado presente que me había otorgado Eileen.

"Y el otro... Es mi recuerdo personal."


¿Ganador, eh? —me pregunté a mí misma, esbozando una sonrisa llena de emociones al recordar como mi amiga había desaparecido, quizás para siempre. Y mis ojos decantaron desafío— Eso está hecho, Eileen.

"Adiós, amiga."


Hasta siempre.

Guardé con sumo cuidado el palo del helado de sal marina entre mis ropas. Un regalo de gran valor que no querría perder por nada en el mundo.

Atravesé las puertas agarrando con fuerza mi arco.

Vamos allá.
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Derecho de existencia - Ronda #1

Notapor Soul Artist » Vie Abr 12, 2013 7:36 pm

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La oscuridad abrazó a la copia virtual de Nadhia Hoghes. Tras la puerta no había más que sombras llevándola por una incierta senda, nublando todos sus sentidos para sentirse impotente. Nada surgió en su largo camino hacia su destino final. La puerta detrás de ella se cerró y desapareció, dejando atrás el luminoso sol de Villa Crepúsculo invocado por Eileen.

Y entonces se hizo la luz. Dos llamas surgieron delante de ella a ambos lados, una roja y una azul. Iluminaban un escritorio con un libro abierto de par en par, a la vez que dejaban ver una túnica azul oscura con símbolos de estrellas y la luna estampados en él.

La figura levantó la mirada hacia la recién llegada con brillantes ojos. Las hojas del libro comenzaron a moverse con intensidad frente a ella hasta colocarse en una página concreta, con una foto de ella misma y su nombre encima. Aparecían bajo ella distintos modelos de su arco, su Llave Espada, algunos hechizos clave...

Nombre: Nadhia Hoghes. Compañera: No encontrada. Especialidad: Magia Blanca ofensiva defensiva, puntería con arco.

El libro se cerró de golpe, mostrando su portada a la joven. Se titulaba Registro Virtual, y la imagen de la torre del reloj de Villa Crepúsculo lo decoraba. La figura se levantó, oculta todavía por las sombras.

No eres más que una 636f706961207669727475616c. Sólo has sido creada para jugar, y eso harás. Deja atrás a 6c61206e69f161. Vuelve al juego.

»Tu victoria es imposible. 651189711697114 dice haberos creado, pero sin mí no existiríais. Yo estoy 1092251153297108108225 de lo que tus ojos ven, yo estoy en todas las 11410197108105100971001011153211810511411611797108101115. Yo destruí Shibuya, yo puedo reconstruirla desde cero.

»Llevo aquí desde el origen de los tiempos y más allá. Llevo aquí desde que 0110110001100001001000000110010001101001011011110111001101100001 creara este mundo y todos los que quedan por hacer. Y aquí y ahora, 0111100101101111001000000111001101101111011110010010000001110100011101010010000001100100011010010110111101110011.

»Me conocen como 4e97162162611006fcg==. Yo soy Corrupción.

Las llamas volaron hasta las manos del hombre de la túnica azul, colocándose sobre sus palmas y ardiendo con gran intensidad. Su rostro seguía sin iluminarse, pero Nadhia pudo observar un sombrero azul en forma de pico hacia el cielo.

Y el rostro del hombre por fin se iluminó. No era humano, nunca lo había sido. Una sonriente calavera ocupaba su lugar, con dos puntos rojos como ojos clavados sobre ella. Sus manos también formaban parte del esqueleto que era su cuerpo, por lo que no se quemaban por el fuego que ahora rodeaba sus extremidades.

Él había sido quien había matado a Saeko, quien le había entregado al encapuchado para que viviese todos aquellos últimos días de Eileen. Él había sido quien había logrado la información para que Avatar creara a los Jugadores, él había preparado todo aquel juego en un ordenador con copias virtuales de otros reales para el simple entretenimiento. El nombre su cabeza lo decía todo: Corrupted Data.

¡Dame este placer, ZmFsc2EgTmFkaGlh! ¡Lucha conmigo por última vez, pelea contra mí antes de aceptar tu YXV06W50aWNvIGRlc3Rpbm8=! ¡Demuestra que mereces ganar tu ZGVyZWNobyBkZSBuYWNpbWllbnRv!

Ya no había vuelta atrás. Aquella batalla se llevaría hasta el mismísimo de los finales. Todo quedaba atrás: sólo importaba aquel lugar inmaterial, sin escenario alguno sobre el que apoyarse. Era hora de demostrar lo que Nadhia Hoghes era capaz de valer.

Debía demostrar que tenía su derecho a la existencia.

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Re: Derecho de existencia - Ronda #1

Notapor EspeYuna » Vie Abr 12, 2013 10:02 pm

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Oscuridad.

Es lo que encontré tras las puertas. La más pura e infinita. Parecía como si la misma me arrastrara a su interior. Quizás, si yo no estuviera decidida a armarme de valor y adentrarme en ella, las mismas sombras me habrían engullido aunque me hubiese agarrado con fuerza al pomo de los portones. La luz del crepúsculo desapareció en mis ojos, y todo se volvió negro a mi alrededor.

La nada.

Y fue entonces cuando dos llamas iluminaron el lugar. Una llama del rubí más preciado y otra del cielo más azulado. Un escritorio se hallaba entre ambas y, con decisión, me acerqué unos pasos. Y percaté una presencia detrás de la mesa. Sus ropas... las conocía. Apreté los nudillos con fuerza. Había sido él... quien había acabado con Saeko. Quien la había hecho sufrir aún más.

Sus ojos, brillantes y terroríficos, se posaron en los míos. Pero no aparté la mirada. No le tenía miedo. Había pasado por el peor de los pesares, por la más angustiosa de las torturas. Nada que me hiciera podría despertar el terror.

De pronto, las hojas del libro comenzaron a pasar, una tras otra, tan sumamente rápido que una violenta brisa sacudió mi cabello y tuve que usar mis brazos como escudo para hacer frente a la ventisca. El movimiento cesó y el libro se abrió por una página en concreto. Allí se hallaba mi sino.

Nombre: Nadhia Hoghes. Compañera: No encontrada. Especialidad: Magia Blanca ofensiva defensiva, puntería con arco.

Si piensas que con esa mísera información me conoces, estás muy equivocado —me atreví a decir, mientras el libro se cerraba de golpe y mostraba su portada, con Villa Crepúsculo como protagonista—. ¿Registro Virtual, eh?

La figura se levantó, aún oculta en la oscuridad. En guardia, alcé mi diestra para alcanzar una flecha de mi arsenal. Me detuve al escuchar su voz, y pude entender algunas de las cosas que decía, aunque no lograba comprenderlas del todo. ¿Quizás porque había aceptado mi corazón digital? ¿Era eso lo que me hacía entender su... lengua?

No eres más que una 636f706961207669727475616c. Sólo has sido creada para jugar, y eso harás. Deja atrás a 6c61206e69f161. Vuelve al juego.

Ya sé que soy una copia, ¿y qué si lo soy? ¿Acaso por ello debo obedecer tus órdenes? —mis labios dejaron escapar una sonrisa que decantaba desafío— No lo haré. No volveré a jugar. Y tampoco pienso abandonar a Eileen aquí, a tu merced. ¡No te saldrás con la tuya!

Tu victoria es imposible. 651189711697114 dice haberos creado, pero sin mí no existiríais. Yo estoy 1092251153297108108225 de lo que tus ojos ven, yo estoy en todas las 11410197108105100971001011153211810511411611797108101115. Yo destruí Shibuya, yo puedo reconstruirla desde cero.

¿Imposible? Eso ya lo veremos —separé las piernas y comprobé el suelo que se cernía bajo mis pies. La más absoluta nada, aparte del escritorio y mi enemigo, lo demás era un sinfín de oscuridad. No sabría distinguir si existían paredes a nuestro alrededor, o cuando terminaba el suelo sobre el que me apoyaba. Comprendí parte de lo que me dijo entre lenguaje digital y, aunque me costaba mencionar su nombre, inspiré aire—. Me da igual si fuiste tú o Avatar quien nos creó, ambos habéis hecho sufrir. Y pagaréis por ello.

» Habrás creado copias digitales, ¿pero eso es digno de admirar? Yo he soportado mil y un males. He sufrido la mayor de las torturas. He sentido como me arrancaban las entrañas, como me ahogaba sin aire que respirar. He experimentado el hambre. Mis órganos han sido brutalmente abrasados, aplastados, descuartizados. He sentido el gélido aliento de monstruos indeseables en mi corazón digital. Me he enfrentado a la muerte una vez, la he recibido con los brazos abiertos. ¿¡Y pretendes que admire tus actos!?

Apreté con fuerza mi arco y decidí que ya era hora de agarrar con firmeza una flecha de mi carcaj, pero no la saqué aún. Escuché todo aquello que me dijera aquel ser sin escrúpulos.

Llevo aquí desde el origen de los tiempos y más allá. Llevo aquí desde que 0110110001100001001000000110010001101001011011110111001101100001 creara este mundo y todos los que quedan por hacer. Y aquí y ahora, 0111100101101111001000000111001101101111011110010010000001110100011101010010000001100100011010010110111101110011.

No le pertenezco a nadie —recalqué de entre sus palabras binarias, con ojos enfurecidos—. Y no eres mi dios.

Me conocen como 4e97162162611006fcg==. Yo soy Corrupción.

Saqué de inmediato la flecha cuando las llamas que se encontraban a ambos lados de la túnica azul se trasladaron a sus manos. Un sombrero puntiagudo comenzaba a dejarse ver...

... y por fin, su rostro.

A pesar de que no quería mostrarle pavor en mis ojos, su aspecto era cuanto menos tétrico y no pude evitar soltar un pequeño grito ahogado. Una calavera me sonreía bajo el sombrero, de la misma tela que la túnica azul.

¿Qué demonios eres? —pregunté, intentando recuperar la compostura.

Mis ojos mostraron determinación, sabiendo con sus palabras la identidad de éste. Yo misma me respondí:

Corrupted Data.

Ni siquiera era humano. Un esqueleto viviente, el cual alzaba con sus falanges las dos bolas de fuego incandescentes en señal de comenzar una ardua batalla. Agaché levemente mi cuerpo, concentrada. Las cavidades de su cráneo dejaban paso a brillantes puntos rojos que me observaban fijamente.

¡Dame este placer, ZmFsc2EgTmFkaGlh! ¡Lucha conmigo por última vez, pelea contra mí antes de aceptar tu YXV06W50aWNvIGRlc3Rpbm8=! ¡Demuestra que mereces ganar tu ZGVyZWNobyBkZSBuYWNpbWllbnRv!

¡Te equivocas! —grité, dejando ver el ardiente fuego del atardecer de Villa Crepúsculo en mis ojos— ¡Ya acepté mi existencia, hace mucho tiempo! ¡Mi misión es salvarla! ¡Salvarlos a todos!

Visualicé la sonrisa de Eileen. Y la de Ryota.

La esperanza ardía dentro de mi corazón digital.

Nombre: Nadhia Hoghes —alardeé, llena de rebeldía—. Objetivo...

» ¡Acabar contigo!

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EDIT: Si no es molestia cambio a la versión vocal, me chifla más e.e


Rápidamente agarré la primera flecha y apunté contra uno de sus ojos. En cuanto la primera fue lanzada tras dejar de tensar la cuerda, rodeé el escritorio por la derecha y, preparando otra tanda de ataques, enganché en mi boca otra flecha mientras que la tercera ya salía disparada hacia la llama de color azul.

Atacar desde diferentes sitios, distancias... y a blancos distintos.

No sabía absolutamente nada de aquella masa de datos corruptos. Si hubiese tenido forma humana, habría decidido atacar a un órgano vital sin dudarlo, ¡pero aquello era un esqueleto! En mi sano juicio habría imaginado una forma como aquella. Lo único anormal que podría indicar una pista sobre su debilidad serían aquellos puntos rojos inyectados en sangre que sustituían sus órbitas, o las llamas que invocaba en sus manos. Éstas debían ser su centro de poder. Sabía que ese fuego no era normal, por lo que seguramente aquella flecha acabara achicharrada.

Y por último, y antes de planear una segunda estrategia, volví a correr a mi izquierda, intentando no encontrarme en el mismo sitio más de cinco segundos seguidos. Cogí la flecha de mi boca y la tensé en mi arco, apuntando contra algo que me llamó la atención desde un primer momento.

Solté la flecha en dirección a su sombrero.

"¡Tengo que encontrar un punto débil!"
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Derecho de existencia - Ronda #2

Notapor Soul Artist » Dom Abr 21, 2013 2:56 pm

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La flecha que se dirigió hacia los ojos del Corrupto no llegó a su destino. A pocos milímetros de su rostro, el proyectil comenzó a desaparecer absorbido por algo invisible, como una barrera que todo lo tragaba. El enemigo clavó su mirada en la chica y sus llamas comenzaron a arder con mayor intensidad, pero Nadhia fue más rápida: disparó hacia la llama de color azul.

Tras el quebradizo sonido de cristales rompiéndose, la llama del enemigo desapareció de su mano. Este se echó atrás, sorprendido por el ataque, y la joven aprovechó para atacar en una nueva dirección: el sombrero de mago. La flecha alcanzó la vestimenta de este y tras atravesarlo voló a unos metros de ambos.

Sin embargo, el Corrupto no daría otra oportunidad como aquella. La llama roja ardió con fuerza y una barrera mágica se materializó alrededor de él durante una décima de segundo, brillando con intensidad. Un destello cegó a Nadhia y notó cómo todo a su alrededor cambiaba drásticamente; las sombras comenzaban a tomar formas gigantescas surgiendo a sus lados, el suelo se formaba a varios metros bajo sus pies y la luz del sol volvía para iluminarlo todo a su alrededor. El escritorio había desaparecido, tragado por la oscuridad, para dar lugar a una hermosa colina, donde el sombrero azul con la flecha inscrustada en él aterrizó sobre la maqueta de una torre con un reloj en su centro.

Nadhia cayó sobre suelo firme y reconoció el lugar de inmediato: estaba en la Colina del Atardecer. No había absolutamente nadie a la vista, pero en cierto modo podía escuchar las risas de los niños... De un modo un tanto macabro. Como si alguien hubiese decidido poner una cinta alrevés para darle un toque satánico.

Pero no había tiempo. El Corrupto, situado en el cielo a varios metros sobre ella, comenzó a acumular la energía del sol del crepúsculo para crear una fuente de energía, una esfera blanca que se alimentaba de su llama restante. De algo pequeño estaba creciendo hasta algo más grande que el propio enemigo al que se enfrentaba.

¡La luz de tu zÊ^­©ó será tu perdición cuando el I©Ü¶ë te alcance!
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día ??

Notapor EspeYuna » Dom Abr 21, 2013 6:24 pm

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¡Diana! —chasqueé la lengua, orgullosa cuando la segunda flecha dio en el blanco. A pesar de que mi enemigo no pudiera expresar emoción alguna tras el aspecto de una calavera, echar su "cuerpo" hacia atrás me hizo entender que aquel ataque no se lo esperaba.

La llama azul desapareció, y escuché un ruido extraño, como si hubiese roto un cristal. Aquello debía ser una buena señal, ¿verdad? Aprovechando su distracción, conseguí arrebatar el sombrero de mago de su cabeza, atravesándolo con mi última flecha.

Ya iba siendo hora de que él tomara riendas en el asunto, y me preparé cuando la llama roja ardió con intensidad en su otra mano. Algo semejante a una barrera le rodeó, y tal fue el enorme destello que mis ojos quedaron ciegos por unos instantes.

Algo estaba pasando.

Cuando conseguí abrir los ojos, aun con dificultad y tapándome con la zurda la frente para poder visualizar mejor el lugar, noté como la oscuridad de nuestro alrededor era destruida por un sitio muy familiar: la Colina del Atardecer.

Recordé por un momento la última vez que había estado allí. Con Saeko. Apreté mis dientes con fuerza y escuché las risas de los niños en la lejanía. ¿Niños? Aquellas carcajadas parecían sacadas de un relato de terror. Si no fuera por las fuerzas que me había otorgado Eileen con su terrible pasado, quizás estaría agachada en el suelo, acurrucándome en mí misma y rogando porque parara.

Pero yo ya había vivido la más horrible de las pesadillas. Aquello no me asustaba. Contemplé el lugar donde había aterrizado el gorro de mago junto a la flecha, en la maqueta de la Torre.

Eileen...

La Torre del Reloj presenció su muerte. Y fue donde comimos helado juntas... por última vez.

Una sombra me hizo reaccionar a expensas de rememorar tanto malos como buenos recuerdos. El Corrupto se hallaba frente al sol del crepúsculo tan amado por los habitantes de la Villa... incluso la auténtica Nadhia Hoghes lo amaba con todo su corazón, a pesar de que en algún momento llegó a odiar a la ciudad entera por culpa de la envidia, el odio, el orgullo de una pequeña Nadhia que no entendía de la vida. Sólo de sí misma. Recordó como Light Hikari le ayudó a recuperar todo aquello que tanto había perdido.

¿¡Qu...!?

Corrupted Data comenzó a acumular en la llama inyectada en sangre una esfera blanca, rebosante de energía del crepúsculo que crecía... a pasos agigantados. Se hizo gigantesca a comparación del esqueleto que la acumulaba en sus falanges. Mis ojos se salieron de sus órbitas por un momento, a punto de soltar el arco de mi diestra debido al shock de hallarme a su merced.

¡La luz de tu zÊ^­©ó será tu perdición cuando el I©Ü¶ë te alcance!

Cuando de pronto, una voz resonó en mi cabeza. Quien sabe la razón, pero hizo que reaccionara y no dejara caer el arco por culpa de la impotencia.

Sin embargo, no fue la de Eileen. Ni la de Saeko.

"No mueras."

"Es cierto. Te lo prometí."

Mis ojos, aun con el obstáculo de los rayos de sol, buscaron su nuevo objetivo: el brazo esquelético del Corrupto. Era arriesgado, un blanco demasiado difícil de acertar. Pero era mi oportunidad de cesar el mortífero ataque que me caería encima si no hacía algo por sobrevivir.

Y tenía que vivir. Tenía que salvarlos. No podía rendirme y dejarme aterrar por una esfera de energía, por muy gigantesca que fuera, cuando conocía el auténtico significado de la palabra "dolor".

No me lo pensé dos veces. Cogí una flecha y apunté hacia la esfera de energía. No esperaba alcanzarla, ni tan siquiera hacer daño al esqueleto. Pero puede que fuese una pequeña distracción para lo que vendría después.

Y entonces fue cuando hice aparecer en el aire un haz de luz, alargándose hasta tomar la forma de una flecha, perfecta que bailaba en el aire y hacía levantar una brisa agradable a mi alrededor.

¡La luz no será mi perdición! —aferrándome a las promesas que había hecho, concentré mi poder en mis ojos, sintiendo que sí podía conseguirlo*. Sólo debía tener fe— ¡La luz es mi poder... y eso significa que...!

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*Nadhia usa Blanco Fijado


Mi Flecha Celestial respondió a mis palabras encendiéndose con mayor intensidad, como si le transmitiera mis sentimientos, ardiendo en llamas dentro de mí. Puede que no aumentara con mi discurso la magia que desprendía, proveniente de mi corazón digital. Pero aun así:

¡¡Mi poder proviene de ellos!!

Solté con todas mis fuerzas la flecha de luz, esperando conseguir mi propósito: alcanzar los huesos de la muñeca que sujetaba la llama, aun fuese los dos huesos del antebrazo, y partirlos a la mitad. Con suerte, muchísima suerte, convertirlos en cenizas e impedir el ataque.

¡¡Mis amigos son mi poder!!
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Derecho de existencia - Ronda #3

Notapor Soul Artist » Dom Abr 21, 2013 7:30 pm

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No pudo ser.

Pese a las habilidades de Nadhia la flecha no llegó a su destino. La barrera que había surgido alrededor del Corrupto hacía unos momentos volvió a brillar, tragándose el ataque de la joven y haciéndolo desaparecer de su vista. Su acción, por mucho que le pesara, había sido inútil: mientras la barrera continuase levantada no podría dañar a su enemigo.

La esfera completó de llenarse al doblar el tamaño del Corrupto, y aquello fue la ocasión perfecta para lanzársela contra Nadhia. La chica no pudo evitarlo, notando cómo la luz le aplastaba contra la Colina y hacía arder todo su cuerpo. Mientras el hechizo seguía luchando contra su cuerpo pudo escuchar la corrupta risa de su enemigo, como un archivo de audio mal configurado.

Finalmente tuvo que ceder, y al hacerlo el sonido de los cristales rotos volvió a oídos de Nadhia. El paisaje de su alrededor se rompió en mil pedazos, volviendo a ser tragada por la oscuridad mientras caía hacia la nada. El sombrero azul se despegó de la maqueta de la torre del reloj y pasó volando por delante de ella, cayendo con mayor ligereza.

Finalmente la chica cayó bruscamente de espaldas en un nuevo lugar donde continuar su batalla, siendo amortiguada su caída por algo árido y no consistente como podía serlo un suelo firme. Esta vez el primero de sus sentidos en activarse fue el oído, escuchando el sonido de las olas por delante de ella; al levantar la vista comprobó que se encontraba en la Playa del Ocaso, al pie de la colina en la que estaba asentada Villa Crepúsculo.

El sombrero azul cayó al agua y pronto llegó a la orilla gracias a la corriente del agua, negándose a tragarlo mar adentro. La luna dorada estampada en él brilló para los ojos de Nadhia con el reflejo de la luz del sol, ocultándose a lo lejos.

Pero el sol era la última de las preocupaciones de la chica. El Corrupto la había seguido y ahora preparaba un nuevo ataque, uno con el que parecía controlar las olas. La violencia de estas aumentó, alcanzando pronto los pies de la chica e invitándola a meterse agua adentro. Pero en seguida una gran cantidad de agua se echó hacia adentro, mientras detrás del Corrupto una particular ola se iba haciendo más y más grande, siendo contenida por este para lanzarla en cuanto tuviese el tamaño ideal.

Serás arrastrada hacia los límites de la cordura que desconocías, ¡con el poder del 5473756e616d69!
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Re: Derecho de existencia - Ronda #3

Notapor EspeYuna » Dom Abr 21, 2013 9:44 pm

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N-No...

¡¡¡!!!

Me prometí a mí misma que jamás volvería a gritar por el dolor.

¡¡¡Agh!!!

Pero no pude.

Falté a mi promesa y ahogué mi chillido mientras sentía arder todo mi cuerpo, en llamas del crepúsculo que tanto amaba.

Su risa impregnaba sentimiento de odio en mi interior. No miedo, no le temía. No tenía miedo al dolor, no estaba aterrada por lo que pudiera pasarme.

De lo que verdad tenía miedo es de no cumplir mis promesas.

De que todas ellas no hubiesen servido para nada. Que todo por lo que había pasado se quedara en el olvido.

Escuché los extraños cristales romperse, una vez más. Entreabriendo los ojos, confirmé mi sospecha de que me sentía ligera en el aire, recuperándome del poderoso ataque. Y fue cuando lo vi pasar a mi lado, volando con delicadeza: el sombrero.

¿Una señal?

¡¡Ugh!!

Caí bruscamente contra algo duro, un nuevo suelo donde apoyarme. Buscando de nuevo mis manos para levantarme, volviendo a sentirlas y notando las quemaduras, mis oídos escucharon un sonido agradable: el de las olas.

Por un momento recordé las Islas del Destino, donde por primera vez Ángel apareció y me pidió ayuda para salvarnos mutuamente. Sonreí, a pesar de que estaba todo en mi contra por sobrevivir como copia virtual.

La calidez de los recuerdos de Nadhia Hoghes me entregaban fuerzas para seguir levantándome, cuantas veces fueran necesarias.

Alzando la mirada, una segunda señal pasó por delante mía... de nuevo.

El sombrero azul cayó con elegancia al agua y llegó a la orilla. La luna estampada en su tela... junto al reflejo de la luz del sol que se escondía a lo lejos. Algo había en ese sombrero que me llamaba. No sabría qué era exactamente.

"¿Qué me estás intentando decir...?"

¡¡Ah!!

Las frías aguas llegaron a mis pies y consiguieron por un momento invitarme al interior del mar. Pero algo sucedió, un fenómeno paranormal, mágico... y peligroso.

Corrupted Data volvía a mostrar su poder, no usando la luz del crepúsculo, sino el agua del océano para invocar un tsunami que haría perder mi cuerpo virtual en la deriva, puede que para siempre.

Serás arrastrada hacia los límites de la cordura que desconocías, ¡con el poder del 5473756e616d69!

¡¡Ya fui arrastrada una vez a esos límites!! —grité, desafiándole a pesar del destino que me esperaba— ¡¡No volveré a ser arrastrada a la locura!! ¡¡Jamás!!

La locura.

Esa sensación que mezclaba ideas testarudas y una pizca de adrenalina. Ese ingrediente que se necesitaba a veces en la batalla para idear una estrategia. Una de locos.

"Dios."

Mis ojos buscaron desesperada el sombrero, mientras me atravesaba el arco a pecho y espalda para no perderlo. Corrí hacia el gorro, veloz y sin hacer caso por un momento al tsunami que me caería encima si no lograba nada con aquello.

Lo recogí de las aguas de la orilla y lo medité por unos segundos. Unos escasos segundos, no podía permitirme más.

Nadhia, definitivamente has perdido el juicio —me dije, riendo nerviosa.

Y me puse el gorro, aferrándolo contra mi cabeza con mis manos por si se le ocurría escapar con la brisa marina o la fuerza de las olas.

Era una idea ridícula.

Una completa locura.

¡Me estaba a punto de caer un poderoso ataque que me aplastaría como una mísera hormiga, maldita sea!

¿¡Pero qué podía hacer!? ¡No podía contra su barrera, y huir del propio escenario que él había creado no era un opción!

Es más, me había prometido no huir.

Arrepintiéndome por una parte de haber cometido aquel acto descabellado... por otro lado... quería comprobar una cosa.

No sabía el qué.

Pero ese gorro no había desaparecido, al igual que el escenario de nuestro alrededor. Ni con el escritorio, ni con el Registro Virtual, ni con la maqueta de la Colina.

Por un momento pensé en destruirlo. Pero si Corrupted Data no lo echaba de menos en su poder, podía significar que no lo necesitaba.

¿Entonces, para qué me lo había puesto? ¿Para qué me serviría, si a él no le ayudaba?

"Este gorro... parece especial."

Llegué a tal descabellada conclusión sintiendo la sombra del tsunami sobre mí.

Y cerré los ojos.

"Eileen, por favor, ayúdame."
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Derecho de existencia - Ronda #4

Notapor Soul Artist » Dom Abr 21, 2013 11:19 pm

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Este post ha sido patrocinado por Paul Dukas.


Nadhia colocó el sombrero encima de su cabeza, no muy segura de lo que hacía. Desde luego, era la mayor tontería que se le podría haber ocurrido: en mitad de una batalla por su vida y por la de mucha más gente se preocupaba por cuestiones de moda. Y sin embargo...

Cuando tocó su pelo Nadhia se notó más fuerte. Algo en sus ojos volvió a brillar: la energía que había malgastado al atacar a la barrera volvió a ella, siendo aliviada su fatiga y liberada la carga que sentía sobre sus hombros. Se sentía mucho, mucho mejor.

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¡Nadhia se ha equipado el Sombrero Corrupto!

Los efectos del Sombrero Corrupto son desconocidos, pero aumentan las capacidades mágicas de quien lo equipa notablemente. Cuanto más tiempo se use, más subirá el nivel de habilidades del Jugador, además de ganar un +2 en el PH máximo y recuperar 2 PH por turno. Y quizás tenga más secretos de los que oculta... Benignos o no.

¡Nadhia aprende Cura!

PH de Nadhia: 2/5

Pero no había tiempo para relajarse por mucho poder que recibiese por parte de un simple sombrero. El Corrupto terminó de acumular su ataque y, alzándose sobre la gigantesca ola que perfectamente podía destruir todo el sector de Villa Crepúsculo situado a las faldas de la colina, lanzó el ataque sobre la chica. El poder de este era tremendo.

Pero Nadhia notaba que no toda la esperanza se había perdido. De algún modo, algo en su cabeza sonaba de forma constante. No eran palabras, sino una idea. Una locura. Quizás pudiese manejar mucho más de lo que creía, quizás el ambiente estuviese bajo su mandato... Y quizás, sólo quizás, pudiese usarlo en su favor para hacer algo más que detener una ola gigante...

Pero el tsunami avanzaba. No había tiempo para planteárselo en exceso. Debía actuar.
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Re: Derecho de existencia - Ronda #4

Notapor EspeYuna » Lun Abr 22, 2013 12:48 am

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"¡Esto es una locura! ¿¡Estás demente o qué!? ¡Eileen te necesita, vas a dejarle ganar sólo por una estúpida corazonad...! ¿Eh?"

De pronto me sentí raramente aliviada. La carga de mis hombros, la fatiga de mis últimos ataques y de los recibidos por el Corrupto... desaparecieron. Hacía mucho que no me sentía así, incluso puede que más fuerte que cuando dejé de experimentar el pasado de Eileen en cuerpo y alma —digitales, claro—, por lo que suspiré y reí para mí misma, tocando con delicadeza el sombrero que me había puesto en la cabeza.

Venga ya —musité, sintiéndome afortunada de haber cometido una locura como aquella en el último minuto.

"¿Qué es esta sensación?"

La gran sombra del ataque de Corrupted Data me hizo alzar de nuevo la mirada, en un principio temerosa de perder el sombrero por lo que lo aferré con una sola mano a mi cabellera, sólo por si acaso. Retrocedí unos pasos al contemplar estupefacta la gigantesca ola que comenzaba a caer encima mía.

"¡Oh, no!"

Alcé mis manos, temerosa, quizás con la idea de detener el tsunami con mis manos.

"¿Y por qué no?"

Algo extraño merodeaba en mi mente. Puede que no una palabra exacta, sino...

Otra locura.

Sentía poder en mis manos. No sabría explicarlo en aquel momento, pero tenía la sensación de que podía hacer mucho más con aquel sombrero. Como si hubiera obtenido parte del poder de aquel horripilante ser de datos corrupto.

Cerré los ojos con fuerza y, dejándome llevar de nuevo por aquella mezcla de adrenalina y locura sin temer a lo desconocido, me imaginé a mí misma deteniendo el avance del tsunami.

"Podía hacer lo que quisiera. Así que nací, cree todo el mundo [...]"

"Eileen, ¿es esto a lo que te referías?"

Mi corazón virtual deseó que cesara el ataque del Corrupto, pero no acabó ahí. La imaginación de Nadhia Hoghes comenzó a brotar dentro de mí. Ella, quien había leído tantos libros, había recitado a solas durante años tanto en verso como en prosa... antiguos relatos, historias de fantasía, cuentos de hadas.

Me vi a mí misma como una poderosa bruja.

El ambiente de mi imaginación cambió un poco a comparación del de la "realidad" en la que me encontraba con Corrupted. Movía mis manos con un propósito. El tsunami que yo misma paré tomó forma, se alzó y, al menos dentro de mi mente, atrapó a mi enemigo. El cielo cambió, pues fue el que le dio forma a la celda de agua. Ya no existía un sol en el horizonte, sino que el mismo cielo oscureció, aparecieron nubes cargadas que taparon cualquier atisbo de luz y los truenos comenzaron a amenazar cerca de la prisión de Corrupted. Intenté por todos los medios que los rayos impactaran dentro de ésta. Quería destruir la barrera de éste. Si consiguiera llegar a impactar sobre la llama roja, quizás... tendría una oportunidad.

¡El niño no teme la oscura tormenta por el agua! —recité, de forma inconsciente.

Deseé con todas mis fuerzas que la fantasía se hiciera realidad.
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Derecho de existencia - Ronda #5

Notapor Soul Artist » Mié Abr 24, 2013 6:03 pm

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Y Nadhia lo logró.

Los mares obedecieron a su petición, volviéndose en contra de su invocador. Este, viendo la acción de Nadhia, contestó alzando sus manos hacia las olas que esta le lanzaba y paralizándolas frente a él, ofreciendo resistencia. El agua volvió lentamente en dirección a Nadhia, obligando a esta a volcar todas sus fuerzas en evitar que su enemigo lograse contrarrestar su ataque.

Sin embargo, era demasiado poderoso. Podía crear y destruir todo lo que quisiera de aquel mundo virtual, y una simple ola de agua no le detendría. Nadhia no era capaz de luchar contra él; seguramente, todo aquello resultaba un mero juego de diversión. El agua comenzó a cesar.

Pero no se iba a rendir. Las ideas en su cabeza aumentaron, disparando toda una serie de eventos creativos en su cabeza. La imaginación de la joven estaba creciendo estrepitosamente gracias al sombrero, y a partir de ahí lograba su poder. Escenas, cuentos, historias, composiciones musicales... Toda clase de eventos producía su mente en aquel momento.

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¡Nadhia aprende Perla +!

PH de Nadhia: 4/6


Y con ello pudo luchar contra el Corrupto y devolverle la ola gigante, atrapándolo en la prisión que pretendía.

Sin embargo, no pudo destruir su llama. Logró romper la barrera mágica que lo rodeaba, pero cuando el agua intentaba tocar esta se evaporaba, incapaz de llegar hasta él. Nadhia se concentró demasiado en intentar alcanzarlo por aquel medio; el Corrupto se recuperó y con un brillo en sus ojos destruyó su prisión, liberándose y haciendo desaparecer todo el mundo de su alrededor. La joven cayó de nuevo en la oscuridad.

Esta vez fue a parar a la mansión de Villa Crepúsculo, cayendo sobre una pequeña maqueta de la ciudad en el centro del hall. Su enemigo descendió hasta el jardín, frente a ella; la barrera mágica volvió a aparecer a su alrededor y, seguro de sí mismo, comenzó a cargar con la mano de su llama un ataque de fuego y oscuridad, brillando con la energía de una estrella negra.

¡Mi RnVsZ29y, tu ZG9sb3I=!

El Corrupto no esperó a que Nadhia contratacase. Lanzó con todas sus energías la esfera contra su enemiga, y las ideas del sombrero pronto se plasmaron en su mente. No contaba con más de un mísero segundo, pero la palabra clave ya estaba en ella:

Espejo.

Pero, desgraciadamente para Nadhia, no había ningún espejo allí.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día ??

Notapor EspeYuna » Mié Abr 24, 2013 7:16 pm

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Quería que la fantasía se hiciera realidad, lo deseé con todas mis fuerzas como cuando Nadhia Hoghes soñaba de niña con los cuentos de hadas. Pero hasta que no escuché los truenos y el sonido enfurecido de las olas, no me di cuenta de lo que estaba haciendo. De lo que en realidad estaba pasando. Entreabrí los ojos, con la duda de si deberían permanecer cerrados ante mi muerte en el océano. Sin embargo, al contemplar el paisaje sólo pude ahogar un grito de asombro.

¿Lo estoy... logrando?

Era difícil. Controlar aquel poder abrumador, el del gorro, suponía un esfuerzo tremendo. Estar concentrada en tantos aspectos cuando abrí por completo los ojos, estupefacta por lo que el mismo había provocado: el sombrero de mago había espiado en mi mente. No, en mi corazón, haciendo que tomara forma.

Pero a pesar de ser tan complicado manejar la fantasía en la realidad —si es que podía llamar al limbo en el que me encontraba un mundo real—, sentía como si el gorro me ayudara a alcanzar mis objetivos. ¿Me susurraba? Millones de composiciones musicales podrían hacer estallar mi cabeza de un momento a otro. ¿Me otorgaba ideas? ¿Qué clase de poder le había arrebatado a Corrupted Data?

¡Sí!

"Te atrapé."

Sin embargo, los truenos que invoqué, las olas enfurecidas y la poderosa melodía que los acompañaba no fueron suficientes para destruir la llama roja. Pude ver como se rompió la barrera mágica, un ruido que hizo recorrer satisfacción en todo mi ser digital, si no fuese porque la llama seguía prendiendo fuego mágico, ¡y a pesar de que el agua la tocaba, ésta se evaporaba! ¿¡No tendría que ser al revés!? ¡¡Pero si había sido tan fácil acabar con la llama azul!!

Perdí la concentración, frustrada. El Corrupto aprovechó y destruyó la prisión en la que lo mantuve preso apenas unos segundos. Apreté los dientes mientras contemplaba asustada cómo la oscuridad volvía a engullirlo todo.

¡Ugh!

El aterrizaje fue algo más forzoso que el anterior, cuando caí sobre algo menos agradable que la fina arena de la Playa. Maldiciendo por lo bajo y comprobando si el sombrero seguía en mi cabeza, observé lo que había "amortiguado" mi caída. Había cristales esparcidos por el suelo, aunque no sabría decir si yo había sido la causante del desastre o el Corrupto.

"¿Villa Crepúsculo?"

De pronto un escalofrío me recorrió las entrañas. Reconocía aquel sitio.

Aquel fue el lugar del cual escapé de las garras de Avatar. Junto al pasado de Eileen. Intenté por todos los medios que las cicatrices de la tortura no volvieran a la superficie, ignorando la imagen del vil ser que había destruido el futuro de Eileen y Ryota, para siempre.

Además, no había tiempo.

Corrupted apareció justo frente mía, dispuesto a acabar conmigo. Un destello me aseguró que su barrera mágica había vuelto. Un detalle que hizo que se me revolviera el estómago de la rabia.

"Había estado tan cerca, ¡maldita sea!"

De su garra esquelética comenzó a emerger un poder aterrador, mezclando el fuego abrasador con la fogosa oscuridad.

¡Mi RnVsZ29y, tu ZG9sb3I=!

"¡Maldición!"

Espejo.

¿Eh?

De nuevo, el gorro acudió en mi ayuda, si tan siquiera yo pedirla. Era como si tuviera vida propia, me aconsejara y transmitiera toda su sabiduría a mi cabeza, quien apenas sabía del mundo. Salvo de la vida de Nadhia, era una copia virtual. Pero con aquel sombrero...

¡Acudid a mi llamada!

Cerré los ojos, concentrándome como la última vez. Usando la imaginación de mi original y el sombrero, podía llegar a invocar cosas realmente asombrosas.

Y tenía el material necesario.

De pronto los cristales esparcidos por el suelo se concentraron frente mía, siendo unidos por la magia. Pero no sólo ellos: llamé con urgencia al cristal que conformara la estructura de la mansión: fuesen tanto espejos pequeños de las habitaciones como los grandes ventanales del lugar, todos y cada uno de ellos se concentrarían.

¡Venid a mí, y yo os otorgaré poder! —exclamé, sin saber cuándo ni cómo aprendí a recitar con tanta fluidez las palabras que diría una poderosa hechicera— ¡Protegedme!

Y les otorgué poder, tal y como les prometí. Los cristales me rodearon como si se trataran de un improvisado iglú en medio del glaciar. En mi imaginación, esos cristales aumentaban su grosor, siendo precavida por si aquel fuego infernal era lo suficientemente poderoso como para fundir el cristal mágico.

Si el ataque de mi enemigo conseguía romper mi fortaleza o ésta me defendía del ataque, los cristales se separarían y saldrían disparados hacia él como fieros y afilados cuchillos, dispuestos a acabar con su fortaleza. No serían cristales corrientes como su origen. Con mi imaginación, los convertí en un arma mortífera. O al menos, eso quería que sucediese en la realidad que compartía con mi enemigo.

Pero no me quedaría de brazos cruzados, tenía que atacar con toda mi artillería. Y el sombrero me había ofrecido dicho material. Había que aprovecharlo al máximo. Una bola de energía comenzó a concentrarse en mis manos, y cuando estuvo lista, la lancé contra el origen de todo, hacia la llama roja.

¡¡Perla+!!

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Derecho de existencia - Final

Notapor Soul Artist » Jue Jul 11, 2013 12:07 am

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Las súplicas de Nadhia fueron escuchadas. Miles de trozos del cristal de la entrada comenzaron a ser atraídos por una fuerza frente a ella, creando un poderoso Espejo en el que el propio monstruo podía verse. Pero aquello no le disuadió de lanzar su terrible y definitivo ataque; la estrella negra se lanzó contra la magia de la chica.

Nadhia era incapaz de repelerlo, absolutamente incapaz. Los miles de fragmentos del cristal cedían, cayendo contra el suelo sin oportunidad de detener el ataque. El fuego del hechizo luchaba por alcanzar el rostro de la joven, como pequeñas y dolorosas caricias de la Muerte reclamando su alma. La joven se vio empujada unos centímetros hacia atrás, junto con su espejo mágico.

Terminemos.

Las huesudas manos del Corrupto se cerraron en un puño, a lo que su hechizo contestó haciéndose más intenso y fuerte. El poder del mago era excesivo, arrastrándola casi hasta la entrada del hall. Rió para sí mismo, agitando la calavera que tenía por cabeza, y sus ojos rojos brillaron con intensidad.

Nadhia sabía que no podía ganar ya. La victoria estaba en manos de su enemigo. El Espejo se rompió en mil pedazos, permitiendo a la estrella negra abalanzarse contra ella de manera terminante. El rápido avance del hechizo tardó horas en llegar a ojos de Nadhia. Desde el principio había sabido que ella sola no podía ganar aquella batalla.

Y entonces el milagro se produjo. Algo en su bolsillo brilló con intensidad y salió volando contra la estrella, conteniéndola con su luz pura y mágica. Los ojos del Corrupto mostraron duda e incertidumbre al ver el contraataque de la chica por medio de aquel objeto que le salvaron; incluso el miedo se materializó en él. Era algo tan pequeño, tan absurdo, que era imposible de comprender.

Un simple palo escrito en el Ganador.

¿¡Qué YnJ1amVy7WE= es esta!?

El palo no sólo contuvo el hechizo. En cuanto Nadhia se diese cuenta de que necesitaba de ella, que debía cogerlo para usar su verdadero poder, revelaría su verdadero poder. Un enorme escudo surgió ante ella, bloqueando la estrella negra y su fuego, que intentó atravesarlo con todas sus energías. Una cristalera enorme con Eileen como us protagonista.

¡No puedes! ¡Ni siquiera ella puede detenerme!

"Yo sola no. Las dos."

Aunque Eileen no estuviera allí, Nadhia podía notar su presencia en todo aquel lugar. En las paredes de la mansión, en la lámpara, en las plantas del jardín, en el palo y en su propio corazón. En todas partes menos un único lugar: en el Corrupto.

La estrella negra comenzó a tornarse blanca a la par que su fuego se transformaba el llamas azules, más puras y afines a la chica. El monstruo retrocedió en el aire, sabiendo que el hechizo ya no contestaba a él.

¡¡No puedes!!

La cristalera rechazó de manera definitiva la estrella, la cual se lanzó directamente contra el Corrupto. Este alzó sus brazos hacia adelante para bloquearlo con una ola de agua que amenazó con destruir la propia mansión, pero al entrar en contacto con la estrella se deshizo con un sonido de cristales rompiéndose. Intentó entonces invocar otra estrella negra el doble de grande, más potente, pero la blanca absorbió esta en su camino. Nada podía detenerla.

Le golpeó y comenzó a cosumir su cuerpo, sus ropas. Sólo quedaba de él un esqueleto retorciéndose, con la llama roja en una de sus manos agitándose con fuerza, aferrándose a la vida que le quedaba o quizás incluso intentando liberarse de su amo, sabiendo el destino que le esperaba. Nadhia apuntó hacia ella.

¡¡oaFObyBwdWVlZWVkZWVlZXMhIQ==!!

"¡Elimínalo!"

¡Mi luz, tu perdición! ¡¡Perla+!!

El hechizo atravesó el fuego azul y la luz blanca de la estrella para alcanzar su destino. Atravesó la llama roja y el sonido de miles de cristales rompiéndose le invadió los oídos. El esqueleto del Corrupto se descompuso en el interior de la estrella a la par que los dos puntos rojos de las cuencas de sus ojos se apagaban. Sólo quedó de él la calavera.

El mundo alrededor de Nadhia se rompió en cientos de fragmentos que desaparecieron frente a ella, cayendo como una cascada de cientos de objetos. El propio palo cayó al suelo, y ella aterrizó sobre firmes baldosas de piedra. La pesadilla había terminado por fin.

Se encontraba en una habitación circular, con varias estanterías llenas de libros y algunos cofres de aspecto interesante. Frente a ella se hallaba una mesa con una vela apagada y una alta silla en la cual había aterrizado la calavera. Se trataba de la misma mesa en la que le había recibido el Corrupto, sin duda alguna. Una ventana con forma de media luna reveló a Nadhia dónde se encontraba en realidad: en lo más alto de la Torre a la que había llegado con Saeko. Todo el combate había sucedido allí mismo, en su propia mente.

Había terminado. Lo que viniera a continuación dependía de ella: nadie le había dicho qué hacer tras el combate.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día ??

Notapor EspeYuna » Sab Jul 13, 2013 7:51 pm

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Pensaba que era el final. Siendo empujada por aquella fuerza descomunal, alzaba las manos en pos de aguantar y devolverle el golpe. Mostré los dientes, desafiante. Pero agotada mentalmente. Era muy poderoso.

Terminemos.

A punto de chocar contra la entrada del hall, escuché la malvada risa de Corrupted Data y el castañeo de su calavera. Entre ambas fuerzas, la del bien y la del mal, contemplaba sus ojos inyectados en sangre, fijos en mí.

Cuando escuché como mi espejo mágico se hacía pedazos, y la estrella de oscuridad se aproximaba hacia mí, no pude evitar cerrar los ojos, a pesar de que me había prometido a mí misma jamás ceder.

"Me alegro de haberte conocido, Nadhia."

Y se hizo la luz. Cegada en principio por el ataque que avanzaba mortalmente hacia mi cuerpo digital, algo brilló dentro de uno de mis bolsillos y salió por arte de magia, conteniendo el ataque del Corrupto. Una luz cálida, reconfortante, la cual reconocí al instante.

Ganador.

¿¡Qué YnJ1amVy7WE= es esta!?

¡Eileen!

Alcé mis manos y me concentré, recibiendo la ayuda de mi amiga, donde quiera que estuviera. Un gigantesco escudo surgió frente a mí, el cual no dejó pasar el fuego ni la estrella negra del enemigo. Hice un esfuerzo por abrir los ojos y contemplar estupefacta la hermosa imagen de Eileen en una vidriera mágica.

¡No puedes! ¡Ni siquiera ella puede detenerme!

"Yo sola no. Las dos."

¡¡Por supuesto!!

El ataque del enemigo se transformó al contacto con el cristal mágico, proveniente del corazón de Eileen. Llamas azules y de gran pureza, que al contemplar otorgaban una sensación de paz. Corrupted retrocedió, y supe entonces que era el momento.

¡¡No puedes!!

¡¡Claro que sí podemos!!

Nada pudo detener el poder de Eileen. Ni un poderoso hechizo podría con su calidez. Golpeó tras unos segundos el cuerpo del ser, segundos que se me hicieron eternos. La llama roja se agitaba en su mano desesperada, sabiendo que le quedaba poco tiempo para apagarse. Apunté hacia ella, gritando con todas mis fuerzas:

¡¡oaFObyBwdWVlZWVkZWVlZXMhIQ==!!

"¡Elimínalo!"

¡Mi luz, tu perdición! ¡¡Perla+!!

Nunca llegué a pensar que el sonido de unos cristales rompiéndose fuese para mis oídos el canto de un delicado ruiseñor en tiempo de paz. Observé como el esqueleto se descomponía en el interior de la estrella bendecida con el poder de Eileen, y como los ojos de la calavera se apagaban.

El hall de mi alrededor se rompió y deshizo en diminutos fragmentos. Un espectáculo que se me hizo mágico.

"¿Se acabó?"

Cuando me quise dar cuenta me hallaba en un cuarto circular. Contemplé las grandes estanterías que me rodeaban, los cofres en el suelo y frente a mí, la mesa en la cual me había encontrado con Corrupted. La calavera había aterrizado en la alta silla donde antes estuvo sentado su dueño.

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Una ventana con forma de media luna que conducía al exterior me hizo correr hacia ella, desesperada porque corriera aire fresco. Y así fue. Inspiré sonriente la dulce brisa que acarició mi rostro y cerré los ojos. Al volverlos a abrir, contemplé las estrellas en el firmamento.

Me encontraba en lo más alto de la Torre.

Nadhia, si tenemos que vencer o perder, lo haremos juntas hasta el final. Para eso somos amigas.


Saeko...

Todo había terminado. Corrupted Data había perecido, o al menos eso pensaba. Me daba miedo encontrarme los ojos de la calavera encendidos de nuevo. Bajando mis ojos avellana, contemplé el horizonte y me encontré con un bello y cálido paisaje que se encontraba lejos de mi alcance. Rojizo y brillante.

El sol de Villa Crepúsculo, y el extenso raíl que nos había conducido a aquel lugar a mí y a Saeko.

Inclinando la cabeza para apoyarme sobre la media luna que hacía de ventana, noté como algo caía de mi cabeza. Logré agarrarlo a tiempo:

Me había olvidado por completo de ti, gran amigo.

El gorro azulado y con detalles de estrellas y media lunas plateadas seguía haciéndome compañía. Le había escuchado, no había sido una alucinación. Me había ayudado a vencer a su anterior dueño, rogándome porque le eliminara a toda costa.

Contemplando el hogar de Nadhia Hoghes en la lejanía, recordé la risa de Light. El semblante de Xefil. La sonrisa oculta de Ragun. El sombrero de Maya. La calidez de Eileen. Y por último, el regalo que me había otorgado: la imagen de un joven Ryota, sonriente.

¿Esto aún no ha terminado, verdad? —como si le estuviese hablando a la nada, tal vez al sombrero o quizás sólo a mí misma, proseguí— Siento que todavía me queda algo por hacer. Lo dije antes de despedirme de Eileen.

Rocé con mi mano el sombrero mágico, sin apartar la mirada de Villa Crepúsculo.

Acabar con esta guerra —sentencié, recordando a Saeko y a Gengar—. Al menos la virtual. Ojalá pudiera llegar a la auténtica Nadhia, encontrar un modo de alcanzar el mundo real y advertirle de todo cuanto no sabe. Pero... sé que eso, aun siendo posible, no sería lo correcto. Debe descubrirlo por sí misma, tal y como hice yo.

Comprobé dentro de aquel monólogo interno si seguía conservando mi arco y flechas y, una vez hice una pequeña pausa, seguí formulando mi deseo:

He aceptado mi destino —dije, tranquila y sin mostrar duda alguna—. Pero si aún me queda algo por hacer, sombrero, necesito que me ayudes a llegar a ellos.

>> Quizás estén asustados, jugando aún al Reaper's Game. Sin tener idea alguna de que son copias, o si lo saben... seguramente se estén aferrando a la lucha. No quiero pensar que todos a este paso hayan muerto, pero... si queda alguien allí, por favor, llévame hasta él.


En ese momento, reí.

Mentiría si dijera que sólo quisiera cumplir con mi deber. Pero me gustaría volver a verles, una vez más. Antes de que me vaya a dormir.

>> Además, les hice una promesa. Volveríamos a vernos.


Esperando una respuesta del sombrero, me apoyé sobre los brazos en el filo de la ventana y contemplé el raíl, esperando que apareciera algo:

Ojalá pasara de nuevo un tren...

Si no lo hiciese, buscaría algo entre los libros y cofres de aquel lugar, en pos de encontrar una forma de llegar a donde se encontraban mis amigos.

No había tiempo que perder.
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Llévanos con él

Notapor Soul Artist » Sab Jul 13, 2013 11:34 pm

Ningún tren se pasó. Las voces del sombrero permanecieron en silencio mientras hablaba: ninguna respuesta llegó por su parte. Nadhia finalmente se dispuso a buscar por la habitación alguna clase de información cuando, antes de dar un paso, un flash apareció ante ella.

Fue por menos de un segundo, pero estaba claro que lo había visto. Todo a su alrededor se había vuelto negro y, aunque seguía en la misma habitación, el suelo había cambiado por una cristalera blanca y los objetos de la habitación habían desaparecido. Hasta las paredes se esfumaron para mostrar toda aquella oscuridad cercana, acechando con atraparla. Y justo frente a ella, a un par de escasos centímetros, él. El encapuchado que la había estado torturando aquellos días, tal como hizo con Eileen.

Pecadora...

Aquel flash desapareció tan pronto como vino. Estaba de nuevo en la habitación circular, la cual no había cambiado un ápice prácticamente. Notó por el rabillo del ojo que en la mesa había aparecido algo que antes no estaba: un papel.

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Informe 6
Afán de superación


Para tomar la delantera en este juego, he creado, de forma apresurada, un nuevo tipo de virus. Ya que he perdido el Sincorazón en favor a los Reapers, he trasteado bastante con mi amigo situado en la Torre. Su composición es realmente fascinante, pues cuanto más lo estudio, más sorprendido me hallo en que su caos interno tiene cierta lógica: realmente, está vacío. Siempre intenta saciarse corrompiendo todo cuanto encuentra, pero nunca se completará, no hasta encontrar algo real. Por eso se sintió tan atraído hacia mí: los avatares son el primer objetivo de esta bestia. Ya tienen un avatar anterior a mí a su control como su representante, el Amo de la Torre, aunque sospecho que en realidad estaba siendo controlado por otro. El Amo es sólo una imagen para ganar la amistad de Eileen; ¿quizás la persona tras él fuese alguien que despertaría su enemistad? Sea como fuere, la Corrupción acabó consumiéndolo, y quizás por eso acabara abandonando este ordenador.

Mi primer experimento con los datos obtenidos se lo he aplicado a todos los Jugadores actuales. Ahora mismo, su código tiene esa corrupción dentro de sí, esperando a una señal que los active: esa señal es la llegada del final del séptimo día. Si, por cualquier cosa, ganasen el juego y no me hubiesen traído mis llaves, se transformarían y eliminarían todos los datos virtuales que pudieran. Son una bomba de relojería: cuando caiga el telón, destruirán todo.

Si yo no tengo este mundo, es demasiado peligroso que exista. Los Reapers podrían intentar hacerse con el real, o incluso Eileen. ¿Quién los detendría? Sólo yo tengo el suficiente juicio e inteligencia como para decidir qué traer de él y qué no. Sólo yo sé cómo hacer lo correcto.

Por otro lado, he creado otro tercer tipo de virus, esta vez basándome en los monstruos contrarios a los Sincorazón: los Incorpóreos. Por naturaleza, estas dos clases de criaturas son opuestas entre sí, ¿así que qué mejor que ellos para destruir a mis enemigos? Cambiando el código de la corrupción, les he hecho más dóciles y tranquilos, y atacarán a toda costa a Sincorazón y Reapers. Hoy los he probado con dos Jugadoras y el resultado ha sido positivo: no destruirán Jugadores a menos que alguien se lo ordene.

Sin embargo, admito que el miedo es algo presente. Temo que ese maldito Compositor vuelva a meter las narices en esto. Si cambia el código de los Incorpóreos para volverse en mi contra de nuevo, habré fallado. Por eso hoy me he visto obligado a eliminar a mis prototipos y a mí mismo, antes de ser capturado y entregado. Pero tengo paciencia.

Mañana dejaré un disco en el Sector 3 como Avatar y enviaré una misión falsa a los Jugadores para que la reproduzcan en el mismísimo ordenador de la mansión. Colocaré a mi peón, Alec, en ella para que Shiki acuda con él. Allí, me aseguraré de que el chico me vea en persona para que me tema, y así reproduzca mi mensaje a Shiki. Esta caerá presa del pánico, y la tendré en la palma de mi mano como mi segunda llave en cuanto se vea más débil que nunca. Pero no terminaré ahí: engañaré al propio Alec para que destruya al compañero de Beat, y así tendré tres. En cuanto a Neku... Es cuestión de tiempo. Sólo tengo que plantar una semilla...

El disco es lo más importante. Si es repoducido, tendré control total sobre el mundo sin que los propios Reapers lo sospechen. Los ciudadanos descubrirán la verdad sobre sus vidas, y activaré en cuatro Jugadores aleatorios la Corrupción para que comiencen a sembrar el caos. Esto terminará de volver a la gente en contra de los Reapers, y así tendré vía libre para dirigirme hacia el objetivo final. Y los Jugadores no me darán la espalda: si lo hiciesen, sabrían que morirían. Tengo el absoluto control sobre todos.

Ariasu, vas a caer.

En cuanto lo leyó, otro flash atacó a su cabeza, desplazándola de nuevo hasta la misteriosa cristalera. El encapuchado sonreía a través de la oscuridad de sus ropajes, alzándole la mano para que se la tomara. El espejismo desapareció para volver a aparecer dos veces más seguidas, con el desconocido cada vez más cerca.

Recuerdo tu nombre... Tú eres...

El encapuchado se situó justo delante de la vista de la chica, adentrando sus ojos en la oscuridad de su capucha. Vio horror, oscuridad, monstruosidad. Un flash le recordó al día en el que Eileen, Saeko y ella accedieron a la torre: Ryota estaba llorando bajo el árbol. Ella sacrificaba su cuerpo y mente para intentar subir las escaleras con su compañera a cuestas, dispuesta a no dejarla morir. Eileen intentaba hacer algo de lo que no era capaz, derrumbándose ante el sufrimiento de Saeko.

Pero de nuevo los flashes se detuvieron. Inevitablemente, Nadhia se había caído al suelo, sorprendida por el intenso dolor de cabeza que le provocaban aquellas apariciones. Y para empeorar la situación, las voces del sombrero comenzaron a hablar de nuevo:

Ignórale.
Sólo importa lo que va a pasar.
Lo que va a venir...
Avatar... Le queremos a él...
El mundo real... Queremos volver allí...
A nuestro mundo original. A todos los demás.
Shibuya y todo lo que podamos.
Ayúdanos, asesina del Corrupto.


Quizás las voces no convencieran a Nadhia. Probablemente hasta quisiera quitarse el sombrero para dejar de oírlas: en ese caso, comprobaría, con horror, que no podría. Llevarlo tanto tiempo le había unido a él, le estaba convirtiendo en una Corrupta. Podía notar cómo aquellos datos se introducían en su cerebro, deseando alcanzarla. Tanto si lo hicieron como si no, volvieron a resonar en su cabeza con intensidad, intentando hablar todas a la vez:

Nos ayudarás.
Sabemos el futuro si no lo haces.
Tienes que hacerlo.
Este mundo...
Es horrible.
No somos malos.
Él sí.
Él te odia.
Te lo mostraremos.


Imágenes atacaron la mente de Nadhia. Villa Crepúsculo, su amado hogar, se encontraba en llamas: nadie corría por sus calles. En absoluto, no había ni rastro de nadie. Los edificios se derrumbaban frente a ella, sin dejar rastro de nada, desmoronándose como si un terremoto se estuviese dando lugar. Las calles comenzaron a separarse y a caer en la oscuridad de la nada, bajo un cielo rojizo intenso. Poco quedaba del mundo que había amado en su día.

Lo único que quedaba entero era la torre del reloj, y no en el mejor de los estados. Mientras todo el mundo se destrozaba, Nadhia pudo ver una imagen realmente efiáltica: una figura, portada con una Llave Espada, se encontraba frente a un grupo de Jugadores. Light, Felix, Zait... Gente que ella misma conocía, tirados por el suelo, sin vida. La figura sostenía por el cuello a una última persona, casi sin vida, rendida ante la situación.

Ella misma.

La figura soltó su cuerpo sin vida con desprecio y se giró hacia la torre del reloj, hacia la cual comenzó a volar. En su vuelo le acompañaron cristalizaciones de gente que no conocía, excepto una concreta: el chico de pelo gris que le había salvado a ella y a Saeko el segundo día. Estaban presos de la figura.

Llegó a lo más alto de la torre y pudo reconocer por fin al hombre. Este miró al cielo, donde se habían formado nubes negras como la noche para celebrar su victoria frente a los Jugadores. El suelo de la plaza de la estación se desmoronó, tragándose su oscuridad a los jóvenes que no habían podido hacer frente al todopoderoso hombre. Pero antes de caer sus cuerpos, sus ojos inertes podían contemplar lo que aparecía entre los cielos, abriéndose entre las nubes, mientras la propia figura observaba sonriente. Nadhia fue incapaz de verlo.

La figura era Ronin, el Avatar.

Tu futuro es triste.
Sólo nosotros podemos cambiar el destino.
Nadie más, mujer. Sólo nosotros.


Nadhia se encontraba ante la entrada de la Torre, fuera de esta. Su corazón palpitaba con fuerza, sabiendo lo que acababa de ver. Frente a ella esperaba un tren, probablemente el mismo con el que había venido a ver a Saeko, para llevarla de vuelta a Villa Crepúsculo.

Llévanos con él.

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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día ??

Notapor EspeYuna » Dom Jul 14, 2013 1:29 am

Mentiría si dijera que en aquel momento no caí presa del pánico.

Por un momento, me pareció verle a él. En un flash. Todo se había vuelto negro a mi alrededor, y en menos de un segundo, a unos escasos centímetros, la peor de mis pesadillas renacía para que mi corazón gritara de espanto.

Pecadora...

De nuevo, me hallé en la habitación de la Torre. Me llevé la mano a la cabeza, notando un dolor agudo e intenso. Me fijé por el rabillo del ojo en un papel que había aparecido de repente en la mesa.

¿Pero quién lo acababa de poner ah...?

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Para tomar la delantera en este juego, he creado, de forma apresurada, un nuevo tipo de virus. Ya que he perdido el Sincorazón en favor a los Reapers, he trasteado bastante con mi amigo situado en la Torre. Su composición es realmente fascinante, pues cuanto más lo estudio, más sorprendido me hallo en que su caos interno tiene cierta lógica: realmente, está vacío. Siempre intenta saciarse corrompiendo todo cuanto encuentra, pero nunca se completará, no hasta encontrar algo real. Por eso se sintió tan atraído hacia mí: los avatares son el primer objetivo de esta bestia. Ya tienen un avatar anterior a mí a su control como su representante, el Amo de la Torre, aunque sospecho que en realidad estaba siendo controlado por otro. El Amo es sólo una imagen para ganar la amistad de Eileen; ¿quizás la persona tras él fuese alguien que despertaría su enemistad? Sea como fuere, la Corrupción acabó consumiéndolo, y quizás por eso acabara abandonando este ordenador.

Mi primer experimento con los datos obtenidos se lo he aplicado a todos los Jugadores actuales. Ahora mismo, su código tiene esa corrupción dentro de sí, esperando a una señal que los active: esa señal es la llegada del final del séptimo día. Si, por cualquier cosa, ganasen el juego y no me hubiesen traído mis llaves, se transformarían y eliminarían todos los datos virtuales que pudieran. Son una bomba de relojería: cuando caiga el telón, destruirán todo.

Si yo no tengo este mundo, es demasiado peligroso que exista. Los Reapers podrían intentar hacerse con el real, o incluso Eileen. ¿Quién los detendría? Sólo yo tengo el suficiente juicio e inteligencia como para decidir qué traer de él y qué no. Sólo yo sé cómo hacer lo correcto.

Por otro lado, he creado otro tercer tipo de virus, esta vez basándome en los monstruos contrarios a los Sincorazón: los Incorpóreos. Por naturaleza, estas dos clases de criaturas son opuestas entre sí, ¿así que qué mejor que ellos para destruir a mis enemigos? Cambiando el código de la corrupción, les he hecho más dóciles y tranquilos, y atacarán a toda costa a Sincorazón y Reapers. Hoy los he probado con dos Jugadoras y el resultado ha sido positivo: no destruirán Jugadores a menos que alguien se lo ordene.

Sin embargo, admito que el miedo es algo presente. Temo que ese maldito Compositor vuelva a meter las narices en esto. Si cambia el código de los Incorpóreos para volverse en mi contra de nuevo, habré fallado. Por eso hoy me he visto obligado a eliminar a mis prototipos y a mí mismo, antes de ser capturado y entregado. Pero tengo paciencia.

Mañana dejaré un disco en el Sector 3 como Avatar y enviaré una misión falsa a los Jugadores para que la reproduzcan en el mismísimo ordenador de la mansión. Colocaré a mi peón, Alec, en ella para que Shiki acuda con él. Allí, me aseguraré de que el chico me vea en persona para que me tema, y así reproduzca mi mensaje a Shiki. Esta caerá presa del pánico, y la tendré en la palma de mi mano como mi segunda llave en cuanto se vea más débil que nunca. Pero no terminaré ahí: engañaré al propio Alec para que destruya al compañero de Beat, y así tendré tres. En cuanto a Neku... Es cuestión de tiempo. Sólo tengo que plantar una semilla...

El disco es lo más importante. Si es repoducido, tendré control total sobre el mundo sin que los propios Reapers lo sospechen. Los ciudadanos descubrirán la verdad sobre sus vidas, y activaré en cuatro Jugadores aleatorios la Corrupción para que comiencen a sembrar el caos. Esto terminará de volver a la gente en contra de los Reapers, y así tendré vía libre para dirigirme hacia el objetivo final. Y los Jugadores no me darán la espalda: si lo hiciesen, sabrían que morirían. Tengo el absoluto control sobre todos.

Ariasu, vas a caer.


Intentando asimilar toda aquella información, asustada, me hallé de nuevo en la cristalera. Y el encapuchado volvió a aparecer frente a mí. Su tétrica sonrisa, cruel y despiadada. Me alzaba la mano. Antes de que pudiera retroceder, el flash desapareció. Y volvió. Y así dos veces seguidas, hasta que me encontré cara a cara en la oscuridad de su rostro.

Recuerdo tu nombre... Tú eres...

Y me mostró a través de éste el horror, el terror, la monstruosidad de sus actos. La oscuridad de su corazón, si es que alguna vez lo había tenido. Contemplé entonces una vivencia del pasado, a mí misma, a Eileen y a Saeko. La escena había sido tan espantosa como cuando yo misma la viví. Y percaté la presencia del joven Ryota llorando bajo el árbol.

Caí al suelo, llevándome las manos a la cabeza.

¡¡Agh!!

De pronto, cientos de voces comenzaron a hablar dentro de mi cabeza, sin orden e intentando decirme algo:

Ignórale.
Sólo importa lo que va a pasar.
Lo que va a venir...
Avatar... Le queremos a él...
El mundo real... Queremos volver allí...
A nuestro mundo original. A todos los demás.
Shibuya y todo lo que podamos.
Ayúdanos, asesina del Corrupto.


¿Q-Quiénes sois...? ¡¡Ugh!!

Entonces me di cuenta de que retorciéndome en el suelo, el sombrero no se había despegado de mi cabeza. Horrorizada, comprendí lo que estaba pasando.

¡¡No, maldita sea!! ¡¡No me convertiré en él!!

Estaba asustada. No quería convertirme en su nuevo cuerpo. No consentiría que el sombrero me dominara. Había llegado tan lejos, ¡no sería la nueva Corrupta!

¡¡¡Dejadme en paz!!!

Nos ayudarás.
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No somos malos.
Él sí.
Él te odia.
Te lo mostraremos.


Las imágenes que pasaron por mi cabeza, Villa Crepúsculo envuelta en llamas, destruida, cayendo en la oscuridad, hicieron que me relajara y dejara entrar lo que aquellas voces querían mostrarme. Más que nada porque si seguía luchando dolería aún más. Y no podría soportarlo de nuevo. No quería sentir dolor de nuevo, no al menos a manos de entes extraños, sólo físico en una batalla real.

Sin embargo, todas aquellas escenas provocaron que me ardiera la cabeza. Contemplar Villa Crepúsculo completamente destrozada y a falta de la belleza de lo que una vez fue mi hogar, me hacía daño. Mucho daño.

Y grité espantada, cuando vi a todos mis amigos tirados en el suelo, y a una figura sosteniendo mi cuerpo muerto por el cuello, tirándome junto al resto de mis compañeros.

Vi la figura del muchacho de pelo gris que nos salvó aquel día a Saeko y a mí. Pero no la figura que nos había tirado al suelo con desprecio, empuñando una Llave-Espada.

"Tan agotador... duele..."

Por favor... dejad de hablar... —supliqué a las voces del sombrero, agotada— Me arde la cabeza, ¡agh!

Tu futuro es triste.
Sólo nosotros podemos cambiar el destino.
Nadie más, mujer. Sólo nosotros.


Cuando me quise dar cuenta, me encontraba fuera de la Torre, justo a la salida. Mi corazón palpitaba, entonando una melodía de preocupación, adrenalina e incertidumbre ante lo que iba a pasar de ahora en adelante.

¿Aquello significaba que me convertiría en el nuevo peón de Corrupted? ¿Sería su nuevo caparazón?

Siento como si debiera confiar en vosotros, pero a la vez no —dije al sombrero, intentando que el miedo de ser poseída por aquellas voces se esfumara—. Tengo miedo.

Contemplé el tren que me esperaba a la salida.

Llévanos con él.

¿Qué pasará cuando os lleve ante Avatar? —dije, avanzando hacia el tren— ¿Qué pasará con mis amigos? ¿Y conmigo?

>> Os ayudaré, sois enemigos de Avatar. De quien me hizo daño, a mí y a Eileen. Y puede que a mis compañeros. Justo ahora, en algún lugar. Corrupta o no, jamás permitiré que ese futuro suceda.

>>> Si cerramos por última vez nuestros ojos, será porque nosotros lo decidamos. No porque él nos obligue a ello y se salga con la suya. No dejaré que use este mundo virtual a su voluntad.


Dicho aquello y esperando respuestas de aquellas voces, temerarias y aún así confiables en cierta medida, subí al tren, contemplando por última vez la Torre donde tantas cosas habían sucedido. Quizás intentando hallar a Eileen en la lejanía. Una lágrima cayó por mi mejilla izquierda al acordarme de Saeko y Gengar.

Chicos, aguantad. Ya estoy de camino.
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