[Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5

Sector 1 - Crepúsculo

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5

Notapor Mickael » Sab Abr 06, 2013 4:04 am

Curiosamente, en aquel mundo virtual, en aquel constante juego de supervivencia, las verdaderas naturalezas de sus jugadores salían a la luz, y parecía como si resultara más importante eliminar a los débiles que enfrentarse a un enemigo común. Así fue como mientras unos trataban de acabar con Shinju, otros se dedicaban a sus propias reyertas, lo que sin duda fue clave para provocar que la reaper saliera tan bien parada.

Hana había decidido usarse como cebo para provocarla y así lograr que sus compañeros acabaran con ella, pero no contaba primeramente con la idiotez de estos, y segundamente, con la astucia de la reaper, quien se había desprendido de sus Power-Ups para que de este modo la chica no pudiera encontrarla con su técnica. Entonces, ésta apareció por detrás de ella y con una extraña mágica, la convirtió en una copia casi idéntica de ella, buscando una clara consecuencia. Mickael, anodadado, observó como sucedía este fenómeno, pero por desgracia para la muchacha, el resto de sus compañeros no estuvieron tan atentos, por lo que confundieron inmediatamente a la jugadora con la reaper, y descargaron sus ataques más poderosos sobre ella sin dudar ni un sólo momento.

¡Idiotas! ¡¿Qué demonios se supone que estáis haciendo?! ¡Es Hana! ¡Es vuestra compañera, no vuestra enemiga! ¿Acaso sois estúpidos? ¡Dejadla! ―gritó el hombre-rata enfurecido y claramente preocupado por su compañera, a la cual consideraba su amiga después de aquellos cinco días de constantes vivencias.

Quizás debería haberse preocupado más de sí mismo que de su compañera, pues al estar despistado, no pudo fijarse en la peligrosa amenaza que surcaba los cielos y que hacía descender sobre ellos el infierno en forma de rocas, y una de ellas apuntaba directamente hacía el joven roedor. Apenas se dió cuenta de ello, trató de moverse, pero era demasiado tarde y su cuerpo, claramente debilitado por la fogosa batalla, no le respondía. Su final había llegado en aquel momento, lo quisiera o no, sólo un milagro podría salvarle, y estaba claro que eso no iba a ocurrir. Al ratón no le quedaba pues, más que aceptar el fin de su existencia, real o virtual...

Y entonces el tiempo se paró...

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Quizás tan sólo fueron un par de segundos los que tardó en ser aplastado y complematemente eliminado el cuerpo del hombre-rata, pero a él se le hicieron eternos, por última vez en su corta vida, sus neuronas trabajarona destajo, procesando a una velocidad de vértigo. Primero se negó a aceptarlo, el simple hecho de que fuera a morir, no le cabía en la cabeza, su meta era sobrevivir, no era una opción, era una obligación, un deber, su única posibilidad. No existía nada más que la supervivencia, y aunque lo había dado todo, había confiado en sus instintos de animal, ahora así, tan fácilmente, de buenas a primeras, por cosas del destino, ¿iba a morir de repente? No podía entenderlo, ni aceptarlo.

Podría ser cierto que aquella vida que él tenía no tuviera más que 5 días y entonces le parecía injusto que se le hubiera permitido vivir tan poco tiempo, que se le hubiera permitido sentir tan pocas cosas, experimentar tan pocas experiencias, le parecía injusto y cruel que si él era una copia de otro, no pudiese haber tenido la oportunidad de ser alguien, una persona totalmente distinta. En general le parecía despiadado e inhumano el hecho de que no se le hubiese dado aquella oportunidad.

¿Y si él era el Mickael de verdad? Bueno, entonces quizás no era tan cruel la cuestión, pues había logrado su objetivo de vengar a Daichi y expiarse por la muerte de Sam, ¿o acaso la muerte de Alexis no era suficiente para paliar aquellas dos pérdidas? Si, lo era con creces. Hubiera sido mucho más doloroso haber muerto a manos de Alexis o sin haber conseguido destruirla, así, por lo menos, había logrado su objetivo, ¿pero era el único que poseía? No, y por ello su muerte seguía siendo injusta en ese caso, pues aún quería visitar miles de mundos, aprender miles de técnicas y conocer todos los secretos que aquel universo guardaba para él.

Mirase como lo mirase, no era justo que aquella roca tuviese que caer en aquel lugar, acabando con su existencia. Al menos, al menos le hubiera gustado haber terminado el juego, saber que había después, aclarar si era un ser real, una simple copia o algo distinto. Entonces comprendío que quizás hubiera una terrible verdad detrás de aquello y quiso retirar ese pensamiento de su mente. Quizás daba igual que los jugadores llegaran al final, pues una vez habiendo sido usados para su propósito, si sólo eran datos, serían fácilmente eliminados.

No quería pensar en ello, no, ni por una milésima, pues si eso era así entonces todo por lo que había estado luchando, sus ideales y esas cosas no servían para nada, realmente no eran nada. Además, eso significaba que el resto de jugadores y en especial sus compañeros no tenían ninguna posibilidad de supervivencia, y no podía creer en ello. Quizás Yagami, aquel reciente miembro de su grupo le diera un pcoo igual, pero Hana... Hana había sido su compañera desde el primer día, la que le había ayudado a llevar la carga de la duda de porque estaban allí, la que había estado con él en todo momento, en todas las situaciones, incluso cuando intentaron saltarse la moral y matar a sus compañeros; cuando Hitori desapareció, ella seguía allí, en las batallas importantes, ella estaba allí, junto a él.

Ella era su primera -y única- amiga. Y por ello deseaba que llegará al final más que nadie, que fuera capaz de lograr lo que él no, que fuera capaz de sobrevivir y descubrir cual era la verdad detrás de todo aquello. Una verdad que el hombre-rata ya no podría conocer. También deseó ser una simple copia, pues entonces significaba que existía un Mickael más allá de aquel mundo, un Mickael que aún podría vivir miles de experiencias y viajar a montones de lugares, un Mickael que podría seguir disfrutando de aquello llamado vida.

Él, por desgracia, ya no tendría esa oportunidad una vez la roca lo aplastara con todo su peso y cortara para siempre sus ilusiones e ideales...

Yo... debo... sobrevivir...
Evangelio según San Mickael 3, 9-11
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5

Notapor Light » Sab Abr 06, 2013 2:31 pm

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¡Allá vamos!

El combate contra Shinju dio comienzo sin más dilación, y Hana y él lo dieron todo durante la primera ronda del enfrentamiento. La Sirena accedió a utilizar sus habilidades con el agua para empapar a la Reaper y descubrir así su localización.

Y funcionó. Calada hasta los huesos, la invisibilidad que utilizaba para ocultarse de todos los presentes dejaría de funcionar; las gotas de agua que caían de su vestido la delatarían automáticamente. Sin pensárselo dos veces, Light aprovechó el enfado de su enemiga para lanzarse contra ella. Haciendo uso de su red dorada, golpeó a su adversaria sin miramientos.

Aunque no fue el único.

¡Un Sincorazón!

Era difícil tratarlos como aliados, y es que Yagami también puso de su parte en aquel combate. El muchacho ordenó a uno de sus Sincorazón que hiciera el trabajo sucio, sorprendiendo a la Reaper por la espalda con un ataque furtivo; a fin de cuentas, lo que se merecía la cobarde de su contrincante, que no dudaría en alejarse de ellos tras recibir de lleno todos aquellos ataques.

Eso. Corre…

Por alguna razón, se sentía bien. Después de todo, ahora serían los Reaper’s los que saldrían huyendo con el rabo entre las piernas.

Vamos a ganar. Definitivamente.

Mientras tanto, Maya y los demás jugadores decidieron encarar a Alexis. Al igual que Hana, Light no le prestó mucha atención al otro combate que se estaba llevando al cabo, pero por los chillidos de Alexis podía suponer que la habían hecho enfadar.

Vida... —tras recibir el hechizo curativo a Maya (que extrañaría lógicamente a Light, pues no venía a cuento en absoluto), la joven del paraguas observó aterrizada la nueva tonalidad de la piel: sus manos blancas. Se lamentaría—: No quiero vivir... No quiero sufrir... ¡¡Shinju!!

¿Quieres hacerlo?

El odio de mis venas no es nada. Soy vuestra pesadilla, soy el horror que os persigue por la noche, soy el ser que os arrastra al mundo de los espejismos —afirmaba, a la vez que continuaba concentrando una extraña energía en sus manos.

¡Esto os va a encantar!

¡¡Soy el origen de vuestras pesadillas!!

Light retrocedió rápidamente para esquivar el posible proyectil que su adversaria pudiera estar preparando, pero ni se imaginaba que recibirían ataque combinado de ambas muchachas. En cuanto entraron en contacto con los polvos de Shinju, la pesadilla comenzó.

La Fusión.

El ataque resultó escalofriante, y para qué engañarse: muy doloroso. La esfera que Alexis mantuvo adherida en sus manos no se trataba de ningún proyectil, sino de una especie de coraza que la envolvería durante escaso segundos. De ese “huevo” se asomaría una horrible criatura: un demonio, armado con unos descomunales colmillos, aparentemente capaces de cortar cualquier cosa, como espadas.

Light habría pagado cualquier precio para no tener que soportar esas espadas en piel, pero su destino, y el de todos los Jugadores, fue inevitable. Sin excepción, todos resultaron torturados por la colosal y siniestra criatura.

Arrojados. Golpeados. Masticados.

El terror le paralizó al principio, pero reaccionó una vez fuera arrojado hacia fauces de la bestia. Allí dentro, intentó defenderse de los colmillos por todos los medios: cubriéndose, con patadas, golpes de red… pero no sirvió de casi nada.

No todo acabaría ahí: la tortura en el estómago de la criatura continuaría, a oscuras...

Afortunadamente, la pesadilla llegaría a su fin tarde o temprano. El muchacho despertó sobresaltado de la pesadilla, pero sus heridas no habían desaparecido: las marcas de todos los mordiscos que había recibido estaban allí, y la sangre también. Aturdido, observó cada uno de los moratones de su cuerpo, sin comprender lo que había acabado de pasar exactamente.

Pagarán por esto —afirmó, reincorporándose, despegando la mirada de sus heridas y centrándose en las Reaper’s que les amenazaban.

¡Chicos, ha vuelto a ser mortal! ¡Es el momento de ir a por ella!

No llegó a comprender aquel mensaje de Maya, pero tampoco era de su incumbencia. Él había decidido enfrentarse a la Reaper invisible: la vil y rastrera asesina que se dedicaba a apuñalar a los inocentes Jugadores por la espalda.

El combate entre los Jugadores y los Reaper’s prosiguió. No tardarían en confirmarse las primeras muertes del quinto día…

Sin más dilación, Light volvió a unirse al grupo de Hana para afrontar a Shinju, pero no consiguió localizar a la invisible de ninguna manera. Ésta aprovechó de su habilidad una vez más para sorprender a sus contrincantes, lo que irritaría en gran medida al joven de la red.

Hasta que le llegó el turno de Mei. En efecto, la disfrazada de sirvienta jugueteó con su presa pasmada durante los últimos segundos de vida. Disfrutando en todo momento del miedo de su presa, la asesina perforó el corazón de su enemiga, rematándola de una vez por todas.

Light presenció cada segundo y cada detalle del terrible asesinato: el rostro de Mei, la diabólica sonrisa de su verdugo, el golpe de gracia; en definitiva, cada uno de los últimos momentos de la inocente muchacha.

Se llevó la mano hasta el pecho, conmocionado.

Un asesinato tan cruel…

¿Cómo…? ¿Cómo no he podido hacer nada para evitarlo?

"Juro que seré el escudo que le proteja a usted, a los jugadores y a sus valiosas llaves"

Je. No sirvo para nada.

Se dirigió con los ojos llorosos hasta el cadáver de la muchacha de Tierra de Dragones, cruzándose con Xefil, quien también se había parado a observarla y se hallaba en aquel momento bajo un estado de shock, totalmente comprensible.

Mei debía ser una persona muy especial para él.

Se restregó las manos por sus ojos llorosos para borrar cualquier lágrima de su rostro, y se acercó a Xefil.

Pagarán por esto —repitió de nuevo, posando momentáneamente su diestra sobre su hombro.

A continuación, se agachó hasta el cadáver de su compañera de Tierra de Partida.

Descansa, brava guerrera —alcanzó los párpados de ella con la punta de sus dedos y lentamente los cerró, para la eternidad.

Mei no había sido la única que había caído en combate. A lo lejos, pudo divisar a la débil y prácticamente muerta Alexis, que había sido reducida entre todos los Jugadores que se habían concentrado en atacarla tras recuperar su “mortalidad”.

A su vez, el gran pájaro blanco despertó de su letargo, avisando a cada uno de los Jugadores presentes con sus desagradables graznidos de su despertar, y por ende, del peligro que corrían.

Una escena más que desoladora; una guerra, en la que había más vencidos que vencedores. Light cogió al vuelo, como de costumbre, la esfera conocida como Power Up, que le permitiría aumentar aún más sus poderes.

La única manera de sobrevivir era aquella: convertirse en depredadores y atrapar a sus presas. Aniquilarles, volverse más fuertes, y continuar así con el proceso, infinitamente.

¿Cuántos Jugadores más habrían caído siendo presas de los Reaper's? Alec, Nadhia… ¿Dónde estarían ahora todos ellos…?

Aquello era una guerra cruel, en la que sólo los más fuertes podrían sobrevivir. Cerró fuertemente el puño que contenía la bola, desintegrándola y absorbiendo el remanente de su poder para aumentar el nivel de su arma y volverse mucho más fuerte.

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Power Up en arma. Le enviaré a Narra un mp de todas maneras.


¡Asesinos, malditos asesinos, no habéis podido matarla! ¡No!

¿Qué?

Y tenía la vergüenza de decir eso…

Dices que nosotros somos los asesinos... ¿Quién fue el que empezó a cazar jugadores? ¿Me lo puedes decir, Shinju? —preguntó en voz alta—. Te vamos a matar. Ese es tu destino. Caer a manos de nosotros.

¡¡Shinju!! —vociferó rabioso, intentando hacer llegar su mensaje a Shinju por todos los medios—.¡Me aseguraré que mis ojos sean lo último que veas mientras suplicas por tu vida!

¡Vosotros también os habéis cebado con muchos Jugadores, reconócelo! Durante todos estos días, nos habéis sometido a batallas sin descanso contra Sincorazón, y otras muchas pruebas que no podíamos evitar de ninguna manera. ¿¡En serio pensabais que podíais aplastarnos como simples hormigas eternamente!?

>>Aprended la lección de una vez. El que juega con fuego, se quema.

>>¡Y lo mismo va por vosotros! ¡Aprended la lección de una puta vez! —aún más enfadado, se refería con aquellas palabras a aquellos que se estaban enfrentando entre ellos, a Zait en especial. El joven de cabellos rubios se había atrevido a lanzar un ataque contra el compañero de Mei—. ¿¡En qué demonios estáis pensando!? ¡¡Al fin y al cabo estamos en el mismo barco, así que debemos cooperar para sobrevivir!! ¡¡Si no trabajamos en equipo no llegaremos a ninguna parte, maldita sea!! —vociferaba. Sus experiencias (las de su original) en Bastión Hueco y en la Guerra de Pintura le habían enseñado lo fundamental que era el trabajo en equipo. Sin aquello, no podrían hacer nada.

¿Por qué no podían luchar como una piña, al igual que hicieron en el combate contra Andrei?

Light predicaría con el ejemplo. Acompañado por Ragun y Xefil y guiado por las señales de Hana, corrió furioso hacia la localización de la joven vestida de sirvienta, pero…

No todo salió como esperaban, para variar. Realmente la figura de Shinju se materializó justo delante de ellos, inmóvil y aparentemente confundida. Misteriosamente a su vez, Hana había desaparecido por arte de magia. La desaparición de su delgada figura y su provocativo bikini no pudo pasar desapercibida…

Se paró en seco y empezó a buscar por los alrededores. No debería ser difícil avistarla…

¿Dónde…?

Igualmente, la supuesta Shinju recibió inevitablemente cada una de las estocadas oscuras de Ragun, terminando en el suelo para su mala fortuna. La eliminación de la Reaper ya sólo era cuestión de tiempo…

Light Hikari se dirigió apresuradamente hacia la joven, dispuesto a rematarla cuanto antes. Sorprendido por la relativa facilidad de su captura, se acercó muy lentamente hasta su cuerpo arrojado en el suelo, derrotado.

Pero algo le detuvo a tiempo.

¡N-no! —la burlona risa de Shinju le ayudaría a entender lo que había pasado. El muchacho contempló pasmado al verdadero blanco de todos los ataques de Ragun. Cegado por las triquiñuelas de la malvada jovencita, su compañero había dejado al borde de la tumba a uno de sus compañeros.

A la Sirena.

¡Ha-Hana! ¡Tienes que resistir! —se apresuró a acercarse a la muchacha para tender su brazo como apoyo, ayudándola así a levantarse del suelo. La muchacha se levantó sin ningún problema, pero en verdad le costaba mantenerse en pie.

Light cerró sus párpados y apretó su mandíbula hasta límites insospechados, molesto por la dirección que estaba tomando aquel combate.

¡Lo único que falta ya es que nos matemos entre nosotros! Maldita...

¡¡MICKAEL!!

El loro no tardó en lanzar sus molestas bolas de fuego. Entre aquellos que resultaron golpeados por éstas, se encontraba su compañero Ragun, que recibió el ataque de lleno; exactamente, en su pierna derecha, la cual terminó completamente arrasada.

Además, otro Jugador resultó eliminado. No sabía de quién se trataba, pero a la vista de la reacción de Hana, debía de ser uno de los integrantes del grupo de la Sirena.

El muchacho se llevó las manos hasta la cabeza, trastornado.

PRIMERO MURIÓ ZEIX. Y AHORA MEI. ¿Y AHORA OTRO MÁS? ¿CUÁNTOS MÁS VAN A MORIR POR SU CULPA?

¿Proteger a tus llaves y a todos los Jugadores?

NO SIRVO PARA ESO.

NI PARA NADA.


¡Joder!

—¡¡No te muevas!! ¡Déjame curarte! Llevará su tiempo curar las heridas, pero es mejor que nada —sugirió Light a Ragun, de improvisto. Siempre había carecido de poderes curativos, pero si la información del móvil estaba en lo cierto, debería contar con alguna habilidad que le sirviese para tal fin.

Un suspiro.

Simplemente eso: apartaría con aquel suspiro todos los pensamientos negativos y otros trastornos. Relajando su respiración y dispersando su energía lunar por los alrededores, bastaría para poner en funcionamiento el último hechizo que había conseguido. El dolor que padecían se mitigaría a partir de ese momento; las heridas de Light y Ragun se cerrarían por ellas mismas lentamente, incluyendo las feas quemaduras de éste último.

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Edito: Light utiliza Suspiro Lunar.


No debes hundirte ahora, Ragun —le dijo, al mismo tiempo que contemplaba la lágrimas de impotencia que se concentraban en sus ojos llorosos. A punto de derrumbarse, también quería desahogarse y echarse a llorar, pero no podía hacerlo delante de su compañero. Alguno de ellos dos tenía que mantenerse firme para que el barco no se hundiera—. Y si lo haces, apóyate en mí —prestándole su apoyo para que pudiera llorar en su hombro, le dio un fuerte abrazo, acompañado por unos fuertes golpecitos en la espalda, incapaz de soportar la emoción. Mordiéndose la lengua, intentaría evitar que Ragun se diera cuenta de que también estaba sollozando.

Si no podía ser el escudo capaz de proteger a todos los Jugadores, sería la roca capaz de soportar todo el dolor.

Yo no quiero... No quiero que nadie más muera. Quiero protegerlos a todos.

Light se sorprendió de sus palabras. Siempre había pensado que Ragun únicamente se preocupaba de la supervivencia de ellos dos, al contrario que él, que le había prometido a Ronin que protegería a todas sus llaves, y a los Jugadores perseguidos por los Reaper's también.

Así que tú también...

Les protegeremos a todos. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitarlo.

Un único objetivo.

¡Dos! Esto es lo que Alexis hubiese querido —Light se giró velozmente hacia su enemiga. Su mirada de infinito odio apuntó hacia la malvada Reaper, y sin pestañear en ningún momento, deseó la muerte de ésta—. Y acabaré con todos, porque sois tontos y no sabéis cómo se juega correctamente. ¡Ahora pilladme si podéis!

Su actitud infantil empezaba a causarle urticaria.

¿Has escuchado? Está rogando que le demos una paliza. Y vamos a dársela. No sé tú... pero yo no quiero convertirme en la comida de este pajarraco —comentaba a Ragun, señalando con el dedo pulgar a dicho pájaro, que empezaría a preparar más de sus candentes meteoritos—. Y no podemos permitir que siga matando a más de los nuestros.

Ragun no se lo pensó dos veces, y ni siquiera requirió de las palabras de Light para ponerse en marcha. Ambos se marcharon rápidamente de aquel lugar, para cazar de una vez por todas a la malvada villana que tanto daño les había ocasionado.

Light estaba más que concienciado de la situación actual. Por supuesto, se imaginaba que la Reaper aprovecharía para apuñalarles por sorpresa una vez salieran de la estación de trenes de Villa Crepúsculo. Su modus operandi consistía en eso: aparecerse para atacar a sus adversarios por la espalda, para después ocultarse tras el velo de la invisibilidad...

Pero no quedaba otro camino que el de afrontar a la Reaper, así que giraría hacia la dirección que ésta había escapado y la buscaría hasta el fin de sus días: siempre en guardia, y sin olvidarse del gigantesco pajarraco que podría perseguirles y bombardearles desde atrás.

Déjate ver, Shinju. No puedes escapar.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5

Notapor Little Sho » Sab Abr 06, 2013 5:05 pm

Raiden contempló como un oscuro sincorazón dañaba la figura que tanto añoró en su infancia, sintiendo un pequeño dolor en su pecho. Y simplemente río.

Su ataque no sólo había sido bloqueado por un enorme panzón sin cerebro, sino que el tiro le había salido por la culata. La frustración invadió su cuerpo, frustración que se convirtió en ira, irá que se transformó en venganza. Porque eso era Raiden y eso siempre sería: venganza.

Sin embargo, se mantuvo pasivo viendo ver cómo todo acontecía a su alrededor. La chica que conocía como Hana había caído en una trampa casi mortal. Shinju había creado una especie de ilusión que hizo que todos confundieran a la joven peliazul con la dueña del loro gigante y el vestido mojado. Recibió varios ataques que la dejaron al borde de la muerte y en el tramo final de la vida. Por otro lado, el enorme loro antes nombrado hizo aparecer cuatro grandes pedruscos en llamas, que llovieron sobre los jugadores. Felix y Crow pudieron evitarlos, ambos casi por los pelos. Un joven con aspecto de Rata y el jugador que tenía el mismo vestido que Shinju no tuvieron tanta suerte, teniendo en cuenta que el roedor había recibido un mortal ataque de lleno. Su cuerpo, sin vida, descansaba ahora bajo la caliente piedra que le aplastó.

Raiden… Sólo supo sonreír. Recordó los muchos comentarios en contra de su causa. Era obvio, podría decirse que él era el culpable de haber hundido el barco. Si no hubiese atacado a quién no debía, quizá las cosas pintasen más bonitas. ¿O no? Él era un profundo egoísta. Estaba loco, al fin y al cabo.

¡Enhorabuena, héroe! Has salvado el día —dijo a Yagami.

¡Raiden! ¡Cállate!

La joven copia mostró una cara descompuesta. Entre duda, tristeza, rabia y confusión, parecía luchar consigo mismo.

¿Tú también vas a juzgar mis actos? ¿Acaso puede alguien aquí juzgar nada? ¿Somos todos unos santos? Nadie aquí se merece el cielo. Yo sólo busco el único lugar dónde quizá me acepten, el infierno. Aunque quizá me equivoco. ¿Y si estamos todos muertos y es esto el infierno? ¿O el purgatorio? ¿No están acaso juzgando nuestros actos? ¿Por qué si no hay aprendices de Bastión Hueco luchando a nuestro lado, y no son reapers como Shinju u Alexis?

¡Maldita sea, Raiden! Esto no era necesario. ¡Vete! ¡Lágrate! No te queremos aquí. ¡Vete!

¡Era necesario! Ayudaremos a Crow, lucharemos por su causa. Moriremos por su justicia. Queremos que sobreviva, ¿o no?

Zait giraba la cabeza continuamente, hablando con él mismo, luchando con su cuerpo, mientras el Espectro de Nate daba vueltas por el cielo. La copia se llevó las manos a la cabeza con un gesto de dolor.

¡De acuerdo! ¡Traidores! Ahora me expulsáis por dudar de mis actos. ¡Luego vendréis corriendo y llorando a por mí! ¡A pedir que mi ansia de sangre os ayude en la batalla! ¡Yo cuido por nosotros! Yo…

Zait cayó de rodillas al suelo y dejó de gritar. Quitó las manos de su cabeza y el dolor desapareció. Confuso y dubitativo, miraba a todas partes. Una sonrisa afloró en su boca.

¡Se ha ido! ¡Raiden se ha ido!

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Raiden ha desaparecido del conjunto de personalidades de Zait.


Una vez vuelto a la normalidad, David Linus comprobó cómo todo se había desestabilizado en la estación. Hana se había marchado a la Torre, dejando los PU en el suelo. Había cinco en total. Por su parte, Shinju se había marchado mientras su loro persistía en querer matarlos a todos. Otros jugadores habían decidido correr tras ella. Decidió que sería una buena idea acompañarlos, ya que ellos les habían ayudado a derrotar a Alexis.

¡Crow! Corramos, ya nada nos debería retener aquí. Corremos mayor peligro bajo este techo. Coge si deseas una de esas malditas esferas, pero no seré yo quien vaya a por ella, ya que muchos problemas han traído. David Linus no está hecho para esta intranquilidad.

David miró a su compañero y sonrió. Tenía el presentimiento de que él ganaría este juego. Al fin y al cabo, su personalidad, su pose, su clase, sus actos y su manera de luchar daban muchos puntos a su favor. Sabía que Crow conseguiría llegar a la meta.

Sin embargo… También sentía que él no lo haría. Sentía que… De un modo u otro, moriría. No aquel día, por supuesto, no iba a permitirlo. Aún así, y muy por encima de todo ello, sacrificaría lo que hiciese falta por hacer que su compañero llegase a la gran final, al día del juicio.

Ambos siguieron al resto y llegaron hasta las puertas de salida de la estación, que daban a la plaza, siguiendo el rastro de Shinju. Posiblemente una emboscada les esperase, por lo que el Espectro de Nate comenzó a volar nada más salir por la puerta. Si David era atacado, el simbionte caería en picado y atacaría en defensa de David. Al fin y al cabo, él sabría desde dónde sería atacado, en caso de que la joven del vestido y la dulce risa malévola fuese aún invisible.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5

Notapor VaniRoxy801 » Sab Abr 06, 2013 7:47 pm

Tal como esperaba, mi sincorazón sanador no logró hacer nada, tan sólo ser devorado por el loro. Por otro lado, el grandullón logró cubrir al chico, evitando su muerte, pero el sincorazón volador tampoco logró sobrevivir, puesto que recibió un ataque de otro de los jugadores.

Mientras, Hana intentó de nuevo atrapar a Shinju, pero esta logró transformarla para cambiar su aspecto, haciendo que la muchacha se convirtiese en la propia Shinju y por tanto, recibiendo los ataques de varios jugadores.

Por otra parte, el loro volvió a invocar meteoritos, lanzándolos sobre algunos de los jugadores, que pudieron esquivarlos sin problemas. Todos, menos Mickael. El hombre rata recibió el pedrusco de lleno y acabó aplastado bajo la roca, muriendo.

Hana se precipitó sobre él, dejando caer los PowerUps que había robado a Shinju. Parecía desolada y algo entristecida por su muerte, pero no tardó en cambiar de parecer y empezar a echarme las culpas sobre lo ocurrido.

Mientras Hana huía hacia lo alto de la torre de la estación, Shinju, riendo, abandonó la sala, dejando la puerta abierta de par en par mientras su mascota volvía a cargar más meteoritos. No perdí el tiempo, me dirigí hacia los PowerUps que habían esparcidos por el suelo y recogí uno de ellos.

Después, me dirigí hacia la salida de la estación, esperando que el pájaro no me lanzase ningún otro meteorito y deseando ser lo suficientemente rápido como para esquivarlo en el peor de los casos. Seguí al resto de jugadores que habían salido antes que yo de la estación, echando un rápido vistazo para intentar localizar a Shinju.

No perdí el tiempo, invoque a dos nuevos sincorazón en la plaza que empezaron a soltar bocanadas de fuego alrededor suyo, en cuanto hubiesen soltado una buena ráfaga, los desinvocaría de inmediato, para evitar que sufriesen daños. Con un poco de suerte, algunas llamas alcanzarían a la Reaper.

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Después intenté colocarme cerca del resto de los jugadores o de alguna pared, para evitar sorpresas. Por si acaso, me preparé para invocar un grandullón por si Shinju decidía atacarme por sorpresa, así tal vez pudiese cubrirme del ataque.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5

Notapor Neas » Sab Abr 06, 2013 8:22 pm

Gracias a la intervención de Yagami, la capa espectral de Zait no logra alcanzarme. Por desgracia, el Sincorazón que debía curarme no acabó más que provocándole más dolor a su dueño al desaparecer en el pico del ave blanca y el otro, el que el chico de los calzones envió a por la capa, no corrió mejor suerte por culpa de la intervención de Crow. Ahora el que una vez me protegió de la muerte, está casi tan cerca de la misma como yo. No puedo dejar que acabe así por ayudar a alguien prácticamente condenado.

Y mientras nosotros nos dedicamos a tirarnos de los pelos como niños, otros tantos jugadores han tenido la buen juicio de centrarse en nuestro verdadero enemigo: Shinju.

Por desgracia, el resultado de sus acciones no es el que cabría esperar. No sabría decir cómo, pero su intento de ataque acabó con una Hana con muchos PowerUps… y el mínimo de vida. Siempre me han afectado bastante poco las visiones desagradables, pero su aspecto, la imagen de un cuerpo prácticamente desnudo mutilado, sangrante y lleno de quemaduras, supera hasta mis límites.

Pero no hay tiempo para contemplaciones. El gigantesco loro vuelve a atacar. Abiertas de par en par, sus enormes alas empiezan a arder y cuatro candentes rocas amenazan con terminar el trabajo que las Readers habían empezado. Las primeras tres, con más o menos suerte, son esquivadas pero la última…

No llego a ver como sucede, pero un grito ahogado me hace darme la vuelta. Aplastado por una de las aún ardientes rocas, yace Mickael, compañero de Hana y Yagami. Las gafas me dicen lo que mis ojos no quieren ver: yo no está entre nosotros.

Instintivamente mi vista vuelve al cada vez más pálido cadáver de Mei y, con él, el de la promesa que ya jamás podré cumplir. No puedo evitarlo: la rabia y la culpa, esta vez por una muerte más, vuelven a apoderarse de mi corazón. Mei murió porque no supe velar por su seguridad y si hubiésemos luchado todos juntos contra Shinju en vez de empezar peleas absurdas, quizás Mickael aún estuviera vivo. Si sólo hubiera sido más fuerte… Todo mi cuerpo está lleno de heridas, algunas ilusorias producidas por la pesadilla, otras más reales, pero ningunas llegan a doler ni la mitad que el vacío que me habían dejado aquellas dos muertes.

¿Pero por qué duele tanto…? ¿¡Por qué diablos duelen tanto estas muertes!?


Las respuestas podrían ser muchas e incluso podrían derivarse de esta repentina pregunta otras tantas cuestiones. Sin embargo, tan fugazmente como me asoló esta, viene la única respuesta que merece ser escuchada:

Porque sigo vivo.


Siempre hablamos del dolor como un cercano acompañante de la muerte, pero a menudo no nos damos cuenta de que el solo hecho de sentirlo implica que seguimos vivos. Así, que cada gota de sangre que caiga de los cortes que surcan mi cuerpo y que cada lágrima que baje por mi mejilla desde el fondo de mi alma no sean como la arena de un reloj antiguo, sino el testimonio de que aún me quedan fuerzas aunque sólo sea para gritar de impotencia. Y hasta que no pierda esas fuerzas, seguiré gritando, seguiré luchando en el lugar de los que ya no lo puedan hacer. Los seguiré recordando y llenaré un falso y vacío corazón de lo que ellos fueron.

Mientras yo sigo mirando los cuerpos de nuestros compañeros, Shinju aparece junto a las puertas para seguir con su tan infantil como macabro juego.

¡Dos! Esto es lo que Alexis hubiese querido. Y acabaré con todos, porque sois tontos y no sabéis cómo se juega correctamente. ¡Ahora pilladme si podéis!

Dicho y hecho, la chica sale a toda velocidad fuera de la estación dejando las puertas abiertas de par en par. Mientras, a nuestras espaldas, el loro no parece tener ganas de dejar que nos quedemos aquí y las llamas que vuelven a inundar sus alas son buena prueba de ello. Miro a Yagami.

—Gracias, te debo una. Deberíamos salir de aquí.

Busco también a su debilitada compañera. Sin éxito y no sin poder evitar echarle un último vistazo a la escena que dejo atrás, acabo lanzándome hacia la salida. Si nos espera una trampa ahí fuera, no puedo permitirme caer en ella así que estaré todo lo atento que pueda. Lanzaré Púlsar si me veo en peligro o intentaré escapar escalando la torre con Carrera Vertical si es inevitable. Una vez fuera, me intentaré situar para no ser un blanco fácil pero sin perder demasiada visibilidad. Necesito mantenerme a salvo, pero tampoco puedo desaprovechar oportunidad alguna de analizar a Shinju con las gafas. Eso, por ahora, es lo único que puedo hacer.
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Re: 90 minutos restantes...

Notapor Zee » Sab Abr 06, 2013 9:24 pm

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Algo no está bien...

A mitad de mi carrera, advertí brevemente que Hana había desaparecido de mi vista, pese a que, estaba seguro, había sujetado a la invisible Shinju. Pero ahora era la Reaper la que se hallaba frente a nosotros y la Jugadora la que nos evadía. Aquello no se me escapó; sin embargo, posiblemente a causa de la ira y la desdicha que me embargaban, a la locura que me poseía, lo escondí en algún rincón de mi mente. Lo pasé por alto sin más.

Y aquello fue su perdición.

Ragun fue el primero que llegó, golpeando a Shinju con tres ataques increíblemente veloces, tanto que el joven parecía emular mi habilidad de transporte. El golpe de gracia mandó a la Reaper al suelo inmediatamente, tan débil que la misma brisa podía ser su perdición.

El sonido de las llamas ardiendo y un poderoso aleteo me interrumpió en aquel momento. Giré mi cabeza hacia lo alto, sólo para encontrarme con que el ave de Shinju había decidido unirse al combate: de sus alas brotaron cuatro rocas ardientes que se lanzaron hacia nosotros. El meteoro descendió con una fuerza tremenda en mi dirección, pero afortunadamente logré hacerme hacia un lado con una voltereta. No obstante, los demás no tuvieron tanta suerte.

Alguien más fue eliminado. El compañero de Hana y Yagami pereció aplastado por aquella roca gigante, sin nada que pudiese hacer al respecto.

¡¡MICKAEL!!

La risa de Shinju que siguió al grito de Hana fue lo que volvió mis sospechas realidad: las cosas no estaban sucediendo como deberían. Mi mirada se despegó del meteoro que había caído sobre el pobre Jugador y se dirigió rauda hacia Shinju y Ragun, donde se encontraban, sorprendentemente, el mismo Jugador que había atacado, pero otra víctima: Hana se hallaba en el suelo, con las heridas cubriendo gran parte de su cuerpo. Y la Reaper apareció junto a la puerta de la estación, retándonos a alcanzarla:

¡Dos! Esto es lo que Alexis hubiese querido. Y acabaré con todos, porque sois tontos y no sabéis cómo se juega correctamente. ¡Ahora pilladme si podéis!

Había sido una trampa. Por poco y caía en ella. Si lo hubiese hecho... no me lo hubiese perdonado. Habría acabado con la vida de Hana.

La culpa seguía siendo de Shinju. Todas esas muertes... y todo ese dolor... Igual que con Alexis, me aseguraría de que sufriese sus últimos momentos.

Debía pagar por sus pecados.

Mira toda esa... toda esa muerte, Maya —balbuceé apenas, sintiendo un tremendo nudo en la garganta que me impedía hablar. Temía que la voz se me fuese a quebrar en cualquier momento—. ¿Cuál es el punto...? ¿Por qué peleamos si a fin de cuentas somos tan frágiles? ¿Por qué perecemos con tanta facilidad?

Mi mirada se posó en los PowerUps que Hana había dejado en el suelo. ¿A dónde se había ido la chica? ¿Había salido de la estación, detrás de Shinju? ¿Por qué había dejado los PU's sin más, a ella que tanto le interesaban los tesoros?

No quiero ser débil y no poder proteger lo que más quiero. Por eso me convertí en Caballero de la Llave-Espada —confesé ante la niña, sin despegar mis ojos de los PowerUps que quedaban. Mi mano se alzó en dirección a ellos, mientras comenzaba a imbuirse de magia—. Eres una de las pocas cosas que me quedan a mí, a Felix. No quiero perderte a ti también, Maya. Pero no puedo protegerte... Soy tan... débil.

>>Me recuerdas a alguien a quien no pude proteger. Eres como una hermana pequeña. Eso lo hace todavía más difícil, ¿sabes...?
—suspiré. No quedaba mucho tiempo—. Hay cuatro* PowerUps en el suelo. Voy a ir por ellos. No voy a tomarlos, voy a lanzar unos cuantos hacia ti; y espero que los atrapes. En cuanto los tengas, sal del edificio inmediatamente, ¿de acuerdo?

>>Voy a tomar el riesgo. Si lo logro, seremos más fuertes y podemos proteger lo que queremos. No bajes la guardia, pequeña.


Escasos segundos me quedaban si quería arriesgarme. Mi mano apuntaba a los PowerUps, mientras la magia la rodeaba. Tal vez podía ir por ellos. Tenía todo pensado, aunque no podía esperar que saliese como yo quería: si cualquier cosa fuera del plan ocurría, intentaría ir hacia la salida acompañando al resto de los Jugadores.

Pero si intentaba tomar el riesgo...

¡Anti-Gravedad! —grité, cambiando mi blanco en el último segundo y lanzando mi hechizo al ave que amenazaba con atacarnos. Inmediatamente eché a correr en dirección a los PowerUps; cuando llegué a ellos, tomé dos y los lancé con fuerza hacia Maya, uno después del otro—. ¡Atrapa! —inmediatamente tomé los otros dos y los lancé hacia el primer Jugador que vi presente, esperando que pudiese cogerlos—: ¡Crow! ¡Crow!

No podía quedarme mucho tiempo allí. Inmediatamente me aparté con una voltereta y conjuré mi segundo hechizo (y último en el día, desgraciadamente), Pseudo-Gravedad para protegerme.

¡Vámonos de aquí! ¡Tras Shinju! —exclamé, hubiese alguien adentro todavía o no, echando a correr hacia la salida lo más rápido que mis piernas me lo permitían. No iba a dejar a ir a la Reaper tan fácilmente. No cuando estábamos tan cerca de la victoria.

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**Yagami ha intentado tomar un PowerUp del suelo. He tomado su acción como válida, pero en caso de que no sea así, no creo que haya mayor problema en el hecho de que sean cuatro o cinco PowerUps

Ahora, evidentemente mi flujo de acciones puede ser interrumpido (lo cual, Dios, espero que no sea xD). Si lo es, pues mi personaje intentará ir hacia la salida. O bueno, ya veremos qué opina el destino.
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~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
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Re: 90 minutos restantes...

Notapor Demyx » Sab Abr 06, 2013 9:59 pm

El muchacho no pudo evitar que aquella criatura voladora dañara al simbionte de su compañero, Zait. Sin embargo, y para más inri, su lanza eléctrica atravesó limpiamente al sincorazón, seguramente dañando también al chico de los calzoncillos.

El resultado no había sido el deseado. Crow chasqueó la lengua con exasperación y se dirigió, de nuevo, hacia Hana, la cual sujetaba en aquel momento cuatro brillantes Power Ups. Arqueó una ceja extrañado y entonces vio que la chica del bikini adoptaba, como por arte de magia, la apariencia de Shinju. Paró en seco, atónito.

“¡¿Pero qué…?!”.

Por desgracia, el truco tuvo el efecto deseado por la Reaper. El jugador con un peculiar vestido de sirvienta no se percató del cambiazo y con un poderoso hechizo de oscuridad atravesó el cuerpo de la muchacha. Hana cayó al suelo recuperando así su verdadero aspecto. Se encontraba en un estado deplorable, gravemente herida, y, sin embargo, seguía agarrando firmemente las esferas grisáceas.

La risa de Shinju resonó en algún lugar de la estación. Crow trató de localizarla cuando, entonces, lo vio. Aquel maldito y gigantesco loro había invocado cuatro gigantescas rocas que ardían con furia, y parecía decidido a lanzarlas contra los jugadores. Por suerte, vio venir la trayectoria de uno de ellos. Echó a correr y en el momento justo dio un salto intentando esquivar al meteorito. Pudo sentir el ardor del meteorito a escasos centímetros de su espalda, al pasar junto a él. El estruendo del impactó resonó por toda la estación, detrás de él. No obstante, lo había conseguido, lo había esquivado.

“Todo tiene un instante decisivo, único e irrepetible”.

Estaba sudando, unas gotas frías como el hielo bajaron por su rostro. Aún notaba como las piernas le temblaban, le había ido de poco. El chico dejó escapar una pequeña sonrisa, orgulloso de sí mismo. Lamentablemente esa sensación de éxito se desvaneció al instante cuando, al levantar la cabeza, vio como uno de los meteoritos aplastaba sin esfuerzo al hombre rata. Fue una visión horrible y escalofriante, una muerte espantosa. Pero lo de que verdad impactó en el chico fue…

¡¡MICKAEL!!

El desgarrador grito de de Hana le heló la sangre. La chica corrió hacia el cuerpo inerte de su compañero pero ya era demasiado tarde. Cayó al suelo torpemente, debilitada, esparciendo así por el suelo los Power Ups que unos instantes antes había sujetado con ahínco. Tenía un aspecto lamentable. Crow se estremeció y apartó la mirada, mordiéndose el labio inferior. Aunque sentía lástima por la chica peliazul, lo que realmente le causaba más horror de todo aquello era el verse reflejado en aquella misma situación. No temía a la muerte, lo que en verdad le atemorizaba era que…

“¡Zait!”.

Apresurado, movió la cabeza de un lado a otro tratando de localizar a su compañero entre todo aquel caos, temiendo que lo que le hubiera podido ocurrir en aquella última ofensiva. Lo encontró y en un primer instante se asustó al verle en el suelo, pero entonces se dio cuenta que estaba ileso, al parecer estaba sufriendo otro trastorno de personalidad. Y aunque tampoco fuera como para alegrarse, no pudo evitar sentir cierto alivio.

¡Dos! Esto es lo que Alexis hubiese querido. Y acabaré con todos, porque sois tontos y no sabéis cómo se juega correctamente. ¡Ahora pilladme si podéis!

Shinju se jactó de las dos muertes que había causado entre el grupo de jugadores y ahora les desafiaba a perseguirla. Cruzó el portal de la estación y giró tras salir por él. Aquello era, claramente, una provocación.

Sin embargo, el panorama en el interior no era mejor. La enorme ave blanca estaba generando nuevos meteoritos con los que aplastarles, si se quedaban allí corrían el alto riesgo de morir aplastado por uno de ellos como había ocurrido con aquel pobre jugador.

Por otro lado, Hana, moribunda, había huido hacia lo alto de la torre, abandonando allí los Power Ups que había conseguido.

¡Crow! Corramos, ya nada nos debería retener aquí. Corremos mayor peligro bajo este techo. Coge si deseas una de esas malditas esferas, pero no seré yo quien vaya a por ella, ya que muchos problemas han traído. David Linus no está hecho para esta intranquilidad.

Estaba de acuerdo con Zait, tenían que salir de allí de inmediato. Pero ante la propuesta de coger una de aquellas esferas… Negó con la cabeza. Quién sabe si por respeto hacia la copia de la muchacha de los tatuajes, desestimó la idea de ir personalmente a por ellos. Sin más, echó a correr junto a su amigo. Pero, mientras lo hacía, alguien llamó su atención.

¡Crow! ¡Crow!

Era Felix, quien corriendo también, le arrojó un par de Power Ups para que los cogiera. El jugador dio un brinco para agarrarlos en el aire e hizo una mueca de agradecimiento hacia el compañero de Maya.

No obstante, no era el momento para pararse a dar las gracias, tenía que seguir corriendo para salir de allí. Invocó su lanza eléctrica para, al salir, arrojarla contra Shinju si la veía o empuñarla si ella, aun invisible, le atacaba.
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Mentos escribió:Lemons es Don gato pardo bañado en diarrea galletosa comiendo limones con su mayordomo viejo que se tira pedos llamado Mentos que se quedó encerrado en el congelador

Hollowriku escribió:Pues que mal ¿no? =(

Hollowriku escribió:Omg, ¡muchas gracias por el primer puesto en User invisible! No me esperaba algo así :cry:
En realidad he trabajado duro para conseguirlo, creo que me lo merezco xD

Edgar13 "en resultados en el test de kh ¿k personaje sois?" escribió:Primer post: lo hago para buscar gente compatible con otras personas y hacer amigos :)
Doblepost: esto es para hacer amigos
Triplepost: asi k si alguien cree ke su personaje es compatible con otros ke aya , k venga
Cuadruplepost: tanto chicos como chicas pueden entrar

Kiba/Littlesho escribió:Es que no sabeis hacer otra cosa que insultar?=Nop, topotamadre

Jeanny escribió:Demyx: What?
Jeanny: No sé, what tú.

Kurogane escribió:No sex, no fun here

Claus escribió:Maldito psicópata, la has cagado tio, porque en el remite viene tu dirección, y pienso ir allí pegarte una paliza por listo

Artema escribió:Antes se pilla a un Zerkdo que a un cojo

En una multi de verano escribió:Red: Yo soy especial
Demyx: Especialmente tonto
Vanitas: xDDDDDDDDDDDDDDDD

CHRIS IN THE LiGHT escribió:a finales de este verano sere mod
apuesto tds mi platines
os jugais muxo tu i mentos
sere el rei de los mods

^Sure
Vanitas3, actual Velacrow, & Demyx escribió:Demyx: Darcnesssss es true pawah qVanitas3
Vanitas: Demyx, puta xDDD

Gambit Van Cooper escribió:
Sombra escribió:Una opcion es crear un foro completamente nuevo en otro servidor como puede ser puntoforo o ir al foro de Miké que ya está echo y seguramente os daría a los Mods y Admin los rangos que aqui teniais

Buen chiste.

La derrota de Mentos: http://khworld.webcindario.com/phpbb/viewtopic.php?p=608521#p608521

Jrucsora escribió:OYE SITO TU QUE DICES DE QUE TENGO LOS PECHOS PROMINENTES Y GLUTEOS COMPACTOS MENTIROSO ¬¬

RedXIII en la KHW Family escribió:Dios ¿Porque coño no me despierto como el calvo de los serrano?

RedXIII escribió:COMUNISTAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS *Señala el gorro de Soda*

¡KHWORLD AWARDS!
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Notapor Soul Artist » Vie Abr 12, 2013 11:24 pm

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El Anti-Gravedad de Felix no funcionó. La criatura, al ver que todos huían, sencillamente optó por retirarse del combate por el túnel por el que se iban los túneles: con un poco de suerte, no volvería a molestarlos.

Light y Ragun fueron los primeros en salir, y los dos primeros en llevarse una desagradable sorpresa. Nada más llegar al marco de la puerta de salida Shinju se materializó y, antes de que reaccionaran, clavó sus dos armas en ellos, tirándolos contra el suelo. Después, con una risa, retiró sus varas de ellos y corrió a la plaza, donde esperó que la alcanzaran, desapareciendo de nuevo.

Pero Yagami no iba a picar de nuevo en aquello. En cuanto llegó a la Plaza invocó a dos Sincorazón que comenzaron a exhalar fuego por todo el lugar, sorprendiendo a la chica y contratacando eliminando a uno de ellos. Sin embargo, el daño estaba hecho: el otro se encargó de dañarla, quemando sus ropas y obligándola a correr como una loca mientras todos los demás llegaban.

Pero, en su locura, Shinju no vio hacia dónde se dirigía. Y sin que nadie la detuviese, se tiró por el borde de la plaza. Unos segundos de silencio acompañados por el grito de la Reaper. Y después, miles de fragmentos del asfalto volando por delante de ellos.

Shinju volvió a aparecer montada en su mascota, la cual había lanzado meteoritos desde abajo para destruir parte del borde de la plaza, atontando a todos los Jugadores. Con un graznido el ave comenzó a preparar una nueva tanda de meteoritos, los cuales cargó con intensidad...

Pero se detuvo. El sonido de algo destruyéndose en la lejanía obligó a Shinju a detener su ataque.

Tanto ella como Hana, en lo alto de la torre, vieron claramente qué estaba sucediendo; los demás sólo alcanzaron a oír los ruidos, pues los edificios no les permitían ver en la lejanía. El sector de la playa, lejos, estaba comenzando a desaparecer. Un terremoto tiró a todos al suelo, incluida Hana, que cayó de la torre para aterrizar junto a sus compañeros ligera como una pluma.

¡No! ¡El Sector Ocaso no! ¡El Compositor...! ¡¡Hanekoma!!

Lolo expulsó un grito de dolor y cayó sobre la plaza. Shinju saltó a tiempo para no estrellarse junto con su loro gigante, pero el daño se lo había llevado ya; aterrizó sobre su hombro derecho, lo que le hizo soltar un grito de dolor a la par que su cabeza comenzaba a sangrar. Pero no la detuvo.

La Reaper se levantó lentamente con el rostro hacia el suelo, conteniendo las lágrimas. Se dirigió hacia los Jugadores, llena de rabia y odio:

Se acabó. El Reapers' Game ha... Terminado.

Shinju caminó lentamente hacia las puertas de la estación, esperando que nadie la detuviese. A cada paso que daba hablaba más y más:

Nuestro Compositor, Hanekoma, ha sido eliminado. Si no conseguía detener al monstruo llamado Corrupted Data, o se veía infectado por él, eliminaría todo el Sector con él mismo dentro. Si alguien hubiese ido tras él hoy... Pero ya es tarde.

»Ya no tenéis que eliminarme. Ni siquiera tenéis que cumplir la misión. Sólo queda Ariasu. Tramposos. ¡¡Tramposos!!

Shinju agarró una de sus varas y se lanzó con su brazo izquierdo, el sano, contra Light.

Crow
VIT 38/38
PH 0/2

Zait/Antizait/David/Vaas
VIT 25/40
PH 0/1

Maya
VIT 26/26
PH 1/5

Felix
VIT 30/30
PH 2/4

Hana
VIT 1/29
PH 1/4

Yagami
VIT 7/46
PH 0/1

Ragun
VIT 29/45
PH 2/4

Light
VIT 14/30
PH 3/4

Dan
VIT 4/20
PH 2/2

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Fecha límite: miércoles 17 de Abril de 2013, 21.00 p.m., hora peninsular española.
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Notapor Sombra » Lun Abr 15, 2013 3:30 am

Ugh... —nada más salir del recinto, antes de que pudiese hacer lo que me proponía sentí como algo afilado se clavaba en mí. Pues claro que no había funcionado mi idea. Tenía mi pierna en un horrible estado.

Caí al suelo irremediablamente mientras escuchaba la risa de Shinju la cual se dirigía hacia el centro de la plaza donde rapidamente volvió a hacer que su cuerpo se volviese invisible para desgracia de nosotros los jugadores.

Hija de puta... Veo que te gusta jugar —murmuré con enfado mientras me ponía en pie. Unas gotas de sangre cayeron al suelo sin remedio. No me sentía bien precisamente.

Me presioné la herida dolorido.

Light, vamos —llamé a mi compañero tendiendole la mano—. No podemos dejar que esta zorra se salga con la suya. Vamos a arrancar su cabeza y convertirla en un trofeo de caza.

Por suerte, los otros jugadores se habían adelantado, como en el caso de Yagami que con sus sincorazón empezó a incendiarlo todo como si de un loco pirómano se tratase. Las ropas de la chica empezaron a arder, lo que me hizo suficiente gracia como para reír a pleno pulmón de una manera un poco sádica, tal vez.

Sonreí satisfecho y con los ojos encendidos sin moverme del sitio cuando la chica cayó hacia el vacío al no ver hacia donde se dirigía.

El grito de la chica acompañó su caída.

Parece que todo ha ter... —me interrumpí cuando una explosión acompañado de decenas de esquirlas del suelo de piedra que cayeron por doquier.

El graznido del estúpido pájaro hizo que me pusiese rígido preparando mi arma al ver como varias rocas llameantes empezaban a formarse a su alrededor.

Esta maldita es dura de roer.

La joven, montada en su bicho estaba feliz de vernos a punto de morir posiblemente. Tragué saliva.

Pero el ataque nunca llegó.

Un sonido empezó a escucharse por todos lados, era como algo cayendo al suelo... O un montón de escombros. ¿Había algo siendo demolido?

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De pronto, el temblor como un terremoto provocó que cayesemos al suelo.

¡No! ¡El Sector Ocaso no! ¡El Compositor...! ¡¡Hanekoma!!

La mascota de la chica cayó al suelo gritando de dolor. Ella saltó, pero cayendo de lado posiblemente dañando su hombro y a la vez su cabeza puesto que la sangre empezaba a brotar de ella.

¿Qué está pasando Shinju? ¡Contesta!

La chica empezó a levantarse lentamente. Su mirada llena de odio, de fustración, de ansias de acabar con nosotros en cualquier momento me hizo sentir por un momento como si nosotros los jugadores fuésemos los "malos", aunque claramente no lo éramos.

Se acabó. El Reapers' Game ha... Terminado —respondió.

¿Cómo que "Terminado"? ¿Qué quieres decir?

La chica pasó sin que la pudiésemos detener. Era como si aquello que acababa de acontecer nos hubiese dejado en shock.

Nuestro Compositor, Hanekoma, ha sido eliminado. Si no conseguía detener al monstruo llamado Corrupted Data, o se veía infectado por él, eliminaría todo el Sector con él mismo dentro. Si alguien hubiese ido tras él hoy... Pero ya es tarde.

»Ya no tenéis que eliminarme. Ni siquiera tenéis que cumplir la misión. Sólo queda Ariasu. Tramposos. ¡¡Tramposos!!

Yo no conocía a ese Hanekoma, pero al parecer el que hubiese sido eliminado era muy malo para la Reaper lo que significaba que para los jugadores era bueno. Nuestra libertad. Nuestro pase para poder vivir. Si ganabamos... Podríamos crear nuestra propia libertad, nuestro propio mundo y destino.

Entonces... Todo ha acabado... —sonreí—. ¡Light! Lo hemos conseguido. ¡Hemos sobre...!


No hubo tiempo, solo reacción. Shinju acababa de sacar su afilada arma y acababa de dirigirse hacia Light sin dudarlo con intenciones asesinas. No podía permitir que recibiese un golpe, no quería.

No supe por qué. Realmente no pude evitarlo.

Empujé a Light hacia un lado tomando su lugar, recibiendo el ataque en mi costado. Agarré su arma furioso, firmemente evitando que pudiese moverla. Obviamente su fuerza era menor que la mía en aquel momento.

No... no pienses que esto se acaba aquí, perra. Nadie más va a morir por culpa de vuestro juego. Nunca podréis comprender el potencial de unas simples ratas como nosotros. Somos... Podemos derrotar cualquier cosa y superaros a todos. Nunca nos entenderéis, vosotros que siempre habéis estado en lo alto. Nunca comprenderéis los lazos que son más fuertes que la propia fuerza, que el propio poder. Nuestra amistad, el compañerismo que sentimos entre nosotros es más fuerte que todo lo que tengáis. Y te lo voy a demostrar —dije conteniendo el dolor y levantando mi otra mano hacia su frente—. Láser Oscuro.

Iba a matarla. Lo tenía decidido. Juntos, Light y yo íbamos a vencer a cualquier enemigo. Seríamos libres de cualquier pacto o cadenas y todos los jugadores podríamos comer helado juntos mientras mirábamos la puesta de sol.

Éramos réplicas, simples copias digitales. Pero aunque incluso nuestros corazones fuesen solo eso; números. Yo lo sentía real. Esa calided, esos latidos... Podía sentirlos. Estaba vivo. No, aquello no iba a acabar así.

En nuestra propia realidad nosotros éramos reales, no éramos copias de ningún original, ya no. Habíamos formado lazos invisibles, habíamos creado nuevos recuerdos y vivido diferentes experiencias. Tan solo aquello nos hacía diferentes de nuestros originales.

Estábamos a punto de ser todos libres.

Yo soy el que segará tu alma. Descansa para siempre en lo más profundo del infierno, Shinju. Este ataque es el resentimiento de todos los Jugadores caídos por vuestra culpa.
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149. Lingering Sentiment
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5

Notapor Light » Mar Abr 16, 2013 12:57 am

¡Aaagh! —dolorido por los recientes acontecimientos y por el ataque que había recibido, se giró vertiginosamente hacia la responsable que había introducido sus armas en sus costados, derribándoles. Tras visualizar su enfermizo y divertido rostro, rugió con todas sus fuerzas—: ¡¡Shinju…!!

Y como no, desapareció.

¡¡Cobarde!! —voceó, deseando que volviera a reaparecer. Intentar buscarla con la mirada sería inútil. De nuevo, la escurridiza chiquilla había utilizado su invisibilidad para ocultarse de todos sus enemigos.

Hija de puta... Veo que te gusta jugar —farfullaba Ragun mientras intentaba levantarse. Dolorido por la fea herida, tendió su mano hacia Light—. Light, vamos. No podemos dejar que esta zorra se salga con la suya. Vamos a arrancar su cabeza y convertirla en un trofeo de caza.

¿Sería Light capaz de llegar hasta aquel extremo? Igualmente, aceptó la mano amiga de Ragun y se levantó del suelo sin graves problemas, preparado para unirse a la batalla. Tal como decía el joven, no podían dejar que Shinju siguiera atentando contra la vida de los Jugadores. Se requería de su eliminación cuanto antes.

Todavía dolorido, condujo su siniestra hasta la herida de su cintura y, sin despegar ésta, se dispuso a ir hacia adelante para comprobar el panorama actual del combate.

¿Lo han logrado? —por lo visto, Yagami había ordenado a dos de sus Sincorazón que propagaran sus llamas por todas partes, incendiando así los ropajes idénticos a los de Ragun que lucía la joven. Presa de las llamas, empezó a correr desorientadas por toda la plaza. Su compañero Ragun, más sádico que de costumbre, empezó a carcajearse de su desgracia.

En cambio, Light disfrutaba en silencio de su desfavorable situación. “Que arda, y que tenga la muerte más dolorosa posible”, pensaba, sin olvidarse de la muerte de su compañera Mei, que inevitablemente había conseguido trastornarle.

Que sufra y que pague por todos sus pecados.

Que saboree el dolor que muchos otros Jugadores han sufrido.

Que muera.


Como si sus deseos se hubieran hecho realidad, la Reaper se precipitó por la orilla de la plaza y cayó, para su perdición. Sus chillidos desesperados también se hicieron oír, advirtiendo a los aprendices de su cercano final.

Al fin…

Aún no.

Al principio, Light se mostró impasible ante la caída de Shinju, pero se se sorprendería de lo que acontecería a continuación. Increíblemente, y sin razón alguna, muchísimos trozos de pavimento salieron despedidos.

Qué demonios… ¡¡Shinju!! —la endiablada Reaper y su ave imperial volvieron a la carga sin más dilación. Light rápidamente se colocaría en posición de combate y se prepararía para darlo todo, aun sabiendo que la herida localizada en su costado le resultaría un auténtico fastidio durante la lucha. El pájaro infernal, como siempre, intimidó a todos los Jugadores con su increíble poder. Después de todo lo acontecido durante aquellos dos días, Light ya empezaba a acostumbrarse a su aterradora presencia—. ¿¡Y los meteoritos otra vez!?

Algo lejano emitió un sonido rompedor que lograría aturdir momentáneamente a Shinju, deteniendo para la fortuna de los Jugadores su ataque. El devastador terremoto que acompañaría a aquel ruido lograría a su vez que Light y sus compañeros cayeran al suelo, sin remedio.

¿Qué estaba pasando con Villa Crepúsculo? ¿Aquello era el apocalipsis? Sólo Shinju tendría la respuesta.

¡No! ¡El Sector Ocaso no! ¡El Compositor...! ¡¡Hanekoma!! —chillaba, mientras Light hacía ademán de levantarse.

¿¡A qué te refieres!? —interrogaba voceando a la Reaper, que aún sobrevolaba la plaza sobre su pájaro gigante.

A continuación, la mascota de la Reaper emitió un sonido desgarrador. Para evitar acompañar a su pájaro en su desplome, su jinete bajó por sí misma, aunque al final el remedio fue peor que la enfermedad: se lesionó el hombro derecho en la caída, y el cráneo también.

Pero una simple caída no la detendría. La jovencita, llena de cólera, se levantó aun con su estado deplorable. Sin olvidarse de que se encontraban en una pelea, Light abrió la palma de su mano derecha para preparar su siguiente ataque. Definitivamente, dispararía una de sus hojas cortantes contra su adversaria malherida, sin miramientos.

Se acabó. El Reapers' Game ha... Terminado.

Estupefacto, Light abrió los ojos y procedió a atender sus siguientes palabras, cancelando además el ataque que estaba a punto de ejecutar.

¿Qué acaba de…?

Nuestro Compositor, Hanekoma, ha sido eliminado. Si no conseguía detener al monstruo llamado Corrupted Data, o se veía infectado por él, eliminaría todo el Sector con él mismo dentro. Si alguien hubiese ido tras él hoy... Pero ya es tarde.

»Ya no tenéis que eliminarme. Ni siquiera tenéis que cumplir la misión. Sólo queda Ariasu. Tramposos. ¡¡Tramposos!!

Light no se percató de que Shinju había empezado a correr hacia ellos; a ritmo pausado, de tal manera que para él ya no supusiera ninguna amenaza. Aturdido por las afirmaciones de la Reaper, se replanteó múltiples cuestiones.

¿Las misiones habían acabado?

¿Habían conseguido finalmente su libertad?

¿Saldrían de aquel mundo virtual?

¿Era el fin?

Entonces... Todo ha acabado... —Ragun sonrió, triunfante. Light se volvió hacia éste, sin creerse la sorprendente revelación—. ¡Light! Lo hemos conseguido. ¡Hemos sobre...!

Un empujón, y uno que le haría volver a la realidad. A una distancia escasa de Shinju, de repente, Ragun golpeó a su compañero, resguardándole del malvado ataque de la Reaper que en principio iba dirigido hacia el.

¡¡No!!

Su siguiente movimiento fue automático. Sin despegar la mirada de la Reaper, y durante el empujón (o en el peor de los casos, tras caer en el suelo), dispararía a Shinju la más desesperada de sus Ondas Lunares, utilizando la palma de su mano, todavía abierta. Desde aquella escasa distancia, si alguien podía detener a la Reaper, era él.

Antes de que clavara sus varas de cristal en Ragun, gravemente herido. Tenía que intentarlo... no...

Tenía que hacerlo.
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Notapor Zee » Mié Abr 17, 2013 8:50 am

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En cuanto logré salir de la estación, aliviado porque la gigantesca ave hubiese decidido salir del edificio también, me topé con que las cosas habían tomado, de nuevo, un giro bastante inesperado: la plaza se hallaba envuelta en llamas completamente, a tal grado que incluso a Shinju le había sido difícil esquivar aquel ataque. Cuando el fuego se disipó, la Reaper parecía hallarse en el mismo estado que cuando había salido del edificio, excepto que sus ropas estaban ardiendo.

La joven corrió de un lado a otro, esperando que eso le ayudase a deshacerse de las llamas. Evidentemente, el aire que producía en su carrera alimentaba las flamas, no las reducía. Corriendo como una desesperada no logró hacer más sino extender su sufrimiento. Cegada por el dolor, corrió directamente al borde del acantilado; como era de esperarse, nadie la detuvo.

¿Eso es todo? —inquirí mentalmente, preguntándome si aquella caída había sido suficiente para acabar con la Reaper.

Como respondiendo a mi pregunta, Shinju se alzó en el cielo montada en su magnífica ave blanca, destrozando el borde de la plaza del cual había caído. Aquel pequeño temblor aturdió y desequilibró a todos por unos momentos, hueco que el pájaro no desaprovechó para comenzar a cargar varios de sus meteoritos.

Sin embargo, algo lo detuvo. A lo lejos, el rugido característico de algo derrumbándose resonó con una fuerza tremenda. La feroz batalla entre Jugadores y Reaper se detuvo por unos instantes, con una tregua silenciosa entre ambos bandos, a la par que observábamos con curiosidad y miedo la dirección en la que aquello se había escuchado. Shinju, montada en su ave gigante, tuvo una vista perfecta de la situación, pero no dijo mucho al respecto:

¡No! ¡El Sector Ocaso no! ¡El Compositor...! ¡¡Hanekoma!!

La mención de tan peculiar hombre me estremeció brevemente. Era cierto... Hanekoma se había dirigido en dirección al Sector 3. Y si Shinju tenía razón, y algo había pasado en el mencionado... Mi oportunidad para hablar con él había desaparecido. Quién sabía si para siempre.

¿Pero cómo sabía ella sobre él? ¿Era todavía más especial de lo que yo suponía, tanto como para tener contacto con los Reapers? ¿Por qué Shinju parecía tan afectada?

Se acabó. El Reapers' Game ha... Terminado.

Inconscientemente, bajé mi arma y relajé los hombros. ¿Aquello que acababa de decir era cierto? ¿No había escuchado mal ninguna de aquellas palabras?

¿De qué... de qué estás hablando?

Nuestro Compositor, Hanekoma, ha sido eliminado. Si no conseguía detener al monstruo llamado Corrupted Data, o se veía infectado por él, eliminaría todo el Sector con él mismo dentro. Si alguien hubiese ido tras él hoy... Pero ya es tarde.

¿Compositor? ¿Hanekoma era el Compositor...? ¿¡Aquel que había creado el Reapers' Game en la Villa Virtual, era él!? Pero había sido tan amable y tan atento con nosotros, ¡incluso me había regalado el pin que bien pudo significar mi supervivencia si no hubiese encontrado a Maya! ¿Cómo era posible que el Compositor que había escrito los informes fuese Hanekoma?

Y no sólo no cuadraba con su actitud, sino por muchas cosas más. Tristemente, hacía mucho más sentido que Ronin hubiese escrito aquellas bitácoras. Pero Shinju estaba convencida... Y Hanekoma venía de Shibuya, el mundo original del Reapers' Game; Higashizawa me lo había dicho.

Estás de broma. ¿Cómo alguien como él...?

Ya no tenéis que eliminarme. Ni siquiera tenéis que cumplir la misión. Sólo queda Ariasu. Tramposos. ¡¡Tramposos!!

Tremendamente afectada por lo que acababa de suceder, Shinju se lanzó en dirección a Light y Ragun con sus armas en alto. Mis reflejos actuaron por sí solos y mi mano se alzó al frente, hilando la magia alrededor de la Reaper:

¡Anti-Gravedad!* —exclamé, intentando lanzar el hechizo para inmovilizarla, aunque no sabía si me quedaban suficientes energías para ello—. ¿Cómo pretendes que te dejemos vivir, que no te eliminemos, si nos atacas por la espalda como una cobarde? ¡Si no quieres terminar como Alexis y los demás, más te vale que nos demuestres tu valor!

>>Después de todo, eres la última Reaper que queda, excluyendo a la Game Master. Y ya no hay ningún Compositor que te proteja. Tú decides, Shinju.


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**Me la he pasado describiendo el uso de habilidades que al final me quedo sin usar, así que no sé si todavía mi queda PH. Me parece que sí, pero lo resalto por si las dudas.
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~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5

Notapor Neas » Mié Abr 17, 2013 8:37 pm

Antes de que pudiéramos salir, Shinju ataca a los dos que iban en cabeza tirándolos al suelo y volviéndose a largar desapareciendo de nuestra vista. Sin embargo, Yagami logra volver a sacarla a la luz gracias a las llamaradas de los dos sincorazón que había invocado al salir. La chica, envuelta en llamas, se vuelve histérica corriendo por toda la plaza y…

¿Ha vuelto a desaparecer? No, un grito suyo desde el otro lado del borde nos lo corrobora. En su arrebato no vio el borde de la plaza y acabó cayendo al vacío. Vaya manera de…

Pero antes de que me diese tiempo a sentenciar mentalmente la muerte de aquella maldita Reaper, el borde estalla en pedazos y el inmenso loro refuta mis pensamientos a graznido pelado. Con la niña del vestido a sus espaldas, empieza a cargar de nuevo sus meteoritos y esta vez, atontados por la situación, no tenemos escapatoria.

¿O sí? Un fuerte estruendo a lo lejos logra distraer a Shinju. Debemos aprovecharlo y atacar. No le debe quedar demasiado. Intento centrarme para analizarla y diseñar un plan de ataque. Sin embargo, lo que en un principio consideré como una suerte, se vuelve contra nosotros.
Un potente temblor nos tira al suelo y no podemos más que escuchar los lamentos de la Reaper mientras tratamos de ponernos en pie.

¡No! ¡El Sector Ocaso no! ¡El Compositor...! ¡¡Hanekoma!!

Corrupted Data. La imagen de aquel negro corazón vuelve a mi mente. Lo tuve delante y puede que hasta me hubiera dado tiempo a destruirlo pero yo… no hice más que huir. Puede que en aquel momento aquel irracional miedo a morir me salvase la vida, sin embargo, ahora está costando la de mucha más gente, personas inocentes que han tenido que pagar por mis errores. Esto está empezando a ir demasiado lejos.

El ave cae al suelo y la chica junto a él. Parece ya bastante malherida, aún así, no parece haber perdido las ganas de luchar.

Se acabó. El Reapers' Game ha... Terminado.

Mientras sigue hablando, con los ojos llenos de lágrimas y odio por partes iguales, empieza a caminar hacia las puertas por las que acabamos de salir.

Nuestro Compositor, Hanekoma, ha sido eliminado. Si no conseguía detener al monstruo llamado Corrupted Data, o se veía infectado por él, eliminaría todo el Sector con él mismo dentro. Si alguien hubiese ido tras él hoy... Pero ya es tarde.

»Ya no tenéis que eliminarme. Ni siquiera tenéis que cumplir la misión. Sólo queda Ariasu. Tramposos. ¡¡Tramposos!!

Hanekoma... Aquel hombre que vimos ayer. ¿De veras es él quien ha estado detrás de todo esto hasta ahora? ¿Entonces Ronin no había sido más que una marioneta? ¿Había sido siquiera real o no fue más que una ilusión, un engaño?

Mucho queda aún por aclarar, pero Shinju no parece dispuesta a darnos ni respuestas, ni tiempo para pensar. Lanzándose contra Light, se ve intercedida por el chico del vestido y otro intenta inmovilizarla con Anti-Gravedad. Sin embargo, por si este último falla, me preparo para lanzar Púlsar a la Reaper y así repelerla si el hechizo del compañero no logra detener su avance. Por desgracia, no pudo hacer mucho más que eso e intentar no morir yo mismo. Así, solo me queda lo que mi original nunca habría hecho: confiar.
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Notapor Soul Artist » Jue Abr 18, 2013 8:41 pm

El destino estaba sellado.

Quizás Ragun había empujado a Light pensando en contraatacar a Shinju, pero su velocidad de reacción no fue lo bastante rápida. Quizás pensara detener a su enemiga de algún modo, pero la voluntad de esta era demasiado fuerte, demasiado poderosa. Pero algo había logrado, una acción que los presentes pudieron visualizar a la perfección entre todas sus intenciones:

Ragun había ocupado el lugar de su amigo para salvarle de su destino final.

El arma de Shinju atravesó el pecho de Ragun de un costado al otro, manchándose el rostro de su sangre al alcanzarle. El Anti-Gravedad de Felix había tenido poco éxito, puesto que había cumplido su objetivo final. Light, sorprendido por la brutalidad de la Reaper, atacó con una Onda Lunar hacia la chica, indiferentemente del discurso del otro Jugador; esta fue lanzada unos metros de su posición original, cayendo al suelo bruscamente.

Pero estaba hecho. A Ragun le quedaban sus últimos alientos de vida: no podría recuperarse con ninguna poción, pero sí tendría la oportunidad para despedirse. Y Shinju también.

La Reaper rió tirada en el suelo, regocijándose en la cara de los Jugadores de su victoria. Tosió escupiendo sangre en la acera, tocándola con suavidad, sabiendo que aquel era el fin. Poco le importaba: había visto cómo el resto de los suyos habían caído uno a uno, desde Andrei hasta Alexis. Sonrió observando al Jugador más próximo, hablando casi en susurros y siendo, por tanto, sólo audible a aquellos que se acercaran a ella:

Sin Reapers' Game no gano yo ni tampoco vosotros. Los siete días retenían vuestra enfermedad. Avatar os tiene donde quería, y ahora es cuando pasaréis a lamentar vuestra existencia. Cuando llegue a cero, os convertiréis en parte de él...

Todos los Jugadores notaron un intenso dolor en la palma de sus manos derechas. Al llevar la vista allí, vieron por primera y única vez, un contador. Tres cifras acompañadas de dos puntos y otras dos más, contando hacia atrás, señalando el tiempo que terminaba poco a poco para ellos.

Lamentad vuestra existencia, hijos del Corrupto...

Shinju cerró los ojos por última vez, siendo sentenciada su eliminación tras un intenso combate. Hana, Yagami, Neas y Light notaron un escalofrío en su espalda: si no hacían un Pacto rápido, morirían. Y sin embargo, el contador seguía bajando.

600:00.

599:59.

599:58.

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Fin del quinto día. Tenéis una ronda para postear y hacer los Pactos que debáis, o despediros antes de morir.

Fecha límite: 23 de abril de 2013, 22.00 p.m. hora peninsular española.
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Re: [Evento Global] The End Is Where We Begin - Día 5

Notapor Sombra » Sab Abr 20, 2013 4:19 am

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Aquello había sellado mi destino.

Pero había sido por una buena causa, no podía sentir remordimientos. Aquella sensación de culpa que había sentido desde mi traición a Tierra de Partida, aquella que hasta hacía unos segundos aún existía acababa de desaparecer por completo.

Porque por una vez podía considerarme un héroe. O algo similar.

No sentía dolor en aquel momento, era como si no fuese del todo consciente, como si poco a poco mi cuerpo estuviese... desapareciendo.

Mis movimientos eran torpes y pesados. Yo ya estaba muerto, lo único que me hacía seguir con vida era un milagro, una misteriosa fuerza que me estaba dando tiempo para despedirme, para decir adios..

Ya era la segunda vez que moría en aquel juego de locos, quería ser fuerte, pero aquello que acababa de ocurrir no había hecho más que demostrar cuan inútil era. Sin compañeros yo no era nada.

Me giré lentamente hacia mi compañero y le miré con los ojos llorosos, intentando mantener una arrogante mirada, mostrando una sonrisa victoriosa.

Gané... —reí mientras un hilillo de sangre se escurría por mis labios y deslizándose por mi mentón—. Joder... Ni en mis peores pesadillas imaginaba morir con un vestido de sirvienta —me quejé entre unas forzosas risas que solo consiguieron que mi sangre saliese en mayor cantidad.

Caí al suelo haciendo que un creciente charco de sangre empezase a fluír como un río, cayendo por los escalones abajo.

Parece... —me costó decir—. Parece que no podré cumplir nuestra promesa. Lo siento, Lucecita. ¿Pero sabes? Creo que es mejor así. Hice cosas muy malas a todo el mundo en el pasado, tal vez esto sea algo que merecía. Yo no podría vivir con las persons normales.

Empecé a buscar en el bolsillo mis pertenencias; un Power Up que había conseguido al matar a Alexis y una Poción.

Esto es para ti. No creo que a mí me sirvan de mucho ahora.

>¿Sabes qué, Light? Al principio creía que jamás podríamos llegar juntos tan lejos, que no tardaríamos en morir asesinados mutuamente. Pero... Al final creo que no me arrepiento de haberte tenido como compañero. Aunque al principio tuviesemos nuestras diferencias he comprendido una cosa. Da igual que estemos en diferentes bandos, no somos tan diferentes al fin y al cabo. Si fuese posible comunicarme con mi original... Se lo diría. Me habría gustado que el Light y el Ragun real pudiesen conocerse.

Me mantuve en silencio. Poco a poco sentía un enorme frío dentro de mí, como si un bloque de hielo se hubiese apropiado de mi cuerpo.

¡Vaya! Que tarde es. Tengo sueño y todo. Creo que debería irme a dormir —cada vez me costaba más hablar y eso se iba notando gradualmente—. Xefil, Maya, Yagami, Hana, Neas, Light...

¿Qué podía decir? No lo sabía, quería decir algo a todo el mundo, pero se me agotaba el tiempo

Estaba muy feliz. No era un final malo para mí. Me habría gustado completar todo, había muchas cosas que no entendía de todo aquello que había ocurrido en el Reaper´s Game, pero... No me arrepentía de nada. No ahora.

Era libre, había compensado los errores de mi pasado, sentía frío, pero a la vez sentía calided.

Una lejana voz parecía llamarme y una lágrima se deslizó por mi cara.

Imágenes de mi Original pasaban por mi mente sin parar. Escenas felices, escenas tristes... Pero todas ellas eran parte de mí, las buenas y las malas.

Las aburridas clases de magia de Kazuki, ¿cómo olvidarlas?

La batalla que decidía el futuro de Coliseo del Olimpo con Fyk... Y el final, que me había hecho ganar el funesto título de "Asesino de Tierra de Partida" o "La Estocada Oscura."

Todas las veces que Nadhia me había regañado por hacer cosas arriesgadas como si yo fuese su hermano pequeño. Justo quella vez, en Ciudad de Paso durante el rescate de aquellos niños había pasado aquello y el consiguiente viaje junto a Hitori en el que accidentalmente acabaramos en Castillo de Bestia, donde encontramos a Nyx.

El viaje con Xefil a Espacio Profundo para ayudarle a que se adaptase a las tecnologías modernas, también fuera el mismo día que adquiriera mi Nave Gumi.

Las bromas pesadas de Ivan Kit, siempre llamando la atención o haciéndo de las suyas.

Saxor, alguien que sin duda era demasiado similar a mí en algunos aspectos.

La batalla contra Wix junto a Light, Xefil, Saxor y muchos otros.

Todas aquellas memorias permanecerían dentro de mí para siempre... Yo jamás los olvidaría a ellos. Aquel era mi poder, mi Cadena de Memorias. Mi verdadera fuerza eran los recuerdos que había hecho a lo largo de aquellos meses desde que había salido de Mundo Inexistente.

Unas cadenas fuertes como los sentimientos que unían nuestros corazones y aquellas cadenas nunca desaparecerían mientras que alguien nos recordase.

Alcé mi mano hacia el cielo, como si intentase agarrar algo que en realidad no existía. Pero no tuve fuerzas, mi mano cayí como un peso muerto.

Gracias... por todo... Y sobrevivid —dije hacia todos como mis últimas palabras.

Y cerré mis ojos para no abrirlos jamás.

Aquel era el final de mi historia. Una historia inconclusa, tal vez para que otro pudiese completarla por mí.

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Me gustaría repartir mis PX de la siguiente forma:

Para Ragun 11 PX (Lo necesario para que suba de Nivel)

El resto para Nyx.

NOTA: El PU de Ragun así como su Poción pasan a ser propiedad de Light.

PD: Y el Vestido también si le apetece despelotar a su querido hamijo xDDD
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No puedes morir

Notapor Light » Dom Abr 21, 2013 1:47 pm

No pudo hacer nada para salvarle. Ni él ni nadie. Ragun se sacrificó para afrontar el destino de Light, sin que ninguno de los aprendices pudiera hacer nada para evitarlo. Utilizando sus últimas fuerzas, Shinju atravesó totalmente el pecho de su compañero, causándole una herida mortal…

Por unos segundos, el rostro de Light reflejó consternación. No le quedó otra que visualizar desde escasos centímetros la imagen de su compañero ensartado, que inevitablemente le traumatizaría hasta límites insospechados.

No había podido detener a Shinju; su onda no logró detener un ataque tan espontaneo. Únicamente consiguió rematar a la Reaper de una vez por todas, que saldría despedida por el agresivo impacto. Ésta se retorció de risa en el suelo, a pesar de que no le quedaba mucho tiempo de vida.

¿De dónde sacaba las ganas de reír?

A Light no le importó en absoluto lo que dijera la Reaper. Su prioridad máxima en aquel momento no era otra que su compañero Ragun, que perdería las fuerzas al instante y dejaría de ser capaz de mantenerse de pie. Raudo como el rayo, saldría disparado hacia él con los brazos extendidos, para amortiguar su caída.

Spoiler: Mostrar


¿Qué... acabas de hacer? —sus brazos y su voz empezaron a temblar, a la vista del grave estado de su compañero.

Gané... —afirmaba sonriente, a la vez que se derramaba un hilillo de sangre por su boca—. Joder... Ni en mis peores pesadillas imaginaba morir con un vestido de sirvienta.

¿Morir?

¡¡Cállate!! —negaba rotundamente con la cabeza, incapaz de aceptarlo—. ¡¡No puedes morir! ¡No puedes dejarme solo después de todo lo que hemos pasado! ¡Recuerda que somos la pareja de Jugadores más fuerte!

>>¡¡Mierda!! ¡¡Mierda!! ¡¡Mierda!! —entre sollozos, se lamentaba de su inutilidad absoluta, en todos los sentidos—. ¿¡De qué me sirve esta estúpida habilidad curativa si no te puedo salvar con ella!?

Se aferró aún más fuerte a su compañero, lleno de desesperación, derramando un mar lágrimas sobre éste. Nuevamente, compartiría la temperatura de su cuerpo con el de su compañero, algo frío en aquel momento, esperando que de aquel modo pudiera prolongar su vida por unos escasos instantes. Unos segundos de incalculable valor.

Y dolor. Un dolor infinito, que ni siquiera el provocado por el contador de su mano podría igualar. El dolor por no haber podido proteger a nadie.

Parece... Parece que no podré cumplir nuestra promesa —otro pinchazo doloroso en el corazón—. Lo siento, Lucecita. ¿Pero sabes? Creo que es mejor así. Hice cosas muy malas a todo el mundo en el pasado, tal vez esto sea algo que merecía. Yo no podría vivir con las personas normales.

¿Qué?

No vuelvas a decir eso —mascullaba enfurecido por su comentario, apretando con fuerza el cuello de su camisa—. Vas a volver con nosotros a Tierra de Partida, ¿sí?

No puedes morir…

Esto es para ti —Ragun rebuscó entre sus objetos y los dejó caer sobre una de las palmas de Light. Éste no quiso aceptarlas en principio, pues significaba confirmar su muerte, pero no le quedaría otra que aceptar la última voluntad de su compañero—. No creo que a mí me sirvan de mucho ahora.

>>¿Sabes qué, Light? Al principio creía que jamás podríamos llegar juntos tan lejos, que no tardaríamos en morir asesinados mutuamente. Pero... Al final creo que no me arrepiento de haberte tenido como compañero. Aunque al principio tuviesemos nuestras diferencias he comprendido una cosa. Da igual que estemos en diferentes bandos, no somos tan diferentes al fin y al cabo. Si fuese posible comunicarme con mi original... Se lo diría. Me habría gustado que el Light y el Ragun real pudiesen conocerse.

Tenía razón. Era curioso que los dos polos opuestos hubieran llegado tan lejos. Que ambos cooperaran en principio parecía imposible, pero lo consiguieron, y seguramente habrían sido capaces de llegar hasta el final. Tenían puestas tantas esperanzas en el futuro...

¡Po-podrás decírselo en cuanto salgamos de aquí! Pero…

>>Ragun, no te mueras. ¿Ragun?

Ragun no respondía. Light, extrañado por el silencio sepulcral de su compañero, zarandeó su cuerpo múltiples veces para que no se fuera. Haría cualquier cosa para evitarlo.

¡Vaya! Que tarde es. Tengo sueño y todo. Creo que debería irme a dormir…

¡¡No!! —le sacudió del cuello de la túnica, una vez más—. ¡¡No puedes irte ahora, no puedes!! ¡¡Hemos llegado hasta el final de este juego después de todo!! ¡¡Hemos sufrido todo tipo de penurias para llegar hasta aquí y… ARGH!

>>¡¡Quedaba ya muy poco!! —si vociferar servía de algo para evitar que entrara en el sueño eterno, lo haría. Definitivamente lo haría—. ¡¡No puedes dejarme a estas alturas ya, no puedes!! ¡¡No puedes morir!! ¿¡Cómo demonios voy a contárselo a Nadhia!?

Xefil, Maya, Yagami, Hana, Neas, Light...

Por algún motivo, Ragun elevó su mano hacia el cielo, aunque careció de las fuerzas suficientes para estirar su brazo por completo. Light agarró su extremidad al vuelo y entrecruzó sus dedos fríos con los suyos, más cálidos. No quería que se fuera, no...

Gracias... por todo... Y sobrevivid.

Cerró sus ojos, para siempre.

¿Ragun? ¡¡Dime algo…!! ¡¡¡Dime algo!!! —cerró su boca, para siempre. Desesperado por mantenerle con vida, abofeteó sutilmente a su compañero, sin resultado. No pudo afrontar ni su muerte ni la soledad, era algo demasiado grande para él—. ¡Ra-Ragun…!

>>¡¡¡¡Noooooooooooooo!!!!

¿Cómo había podido ocurrir?

Vociferó y se colocó de rodillas junto a cuerpo, ahora tendido sobre el pavimento de la plaza. Colérico por la muerte de su amigo, empezó a sollozar encima del vientre de éste. Admitir que Ragun había muerto no era una opción, ni hablar. Hacerse a la idea de que no volvería a verle o escucharle era imposible, su vida no podía ser algo tan efímero. Después de todo lo que les había pasado...

Qué doloroso sería recordar...

¿¡Cómo has podido hacerme esto!? ¿¡Cómo has podido dejarme solo!? ¡¡Yo soy el que debería estar en tu lugar!! ¡¡Tú deberías haber ganado el Reaper’s Game, tú eres el más fuerte!!

... Los momentos felices...

Toma, pareces bastante magullado y muerto no me sirves de nada

"Esto es lo correcto"

Yo no necesitaba tomar la poción. Tú estabas peor.

¡¡Yo siempre he sido un estorbo durante todos estos días, y siempre he necesitado de tu protección!! ¡¡Perdóname por haber sido tan débil, pero no te mueras por favoooor!!

... Aquellos no tan felices...

¿Acaso Kazuki no te eligió como aprendiz? ¿Cómo te atreves a hablar así de nuestros Maestros? ¿Cómo te atreves a traicionarles?

¡¡Perdóname si te llegué a ofender con mis estupideces sobre la Oscuridad!! ¡¡Perdóname por no haberte comprendido!!

... Y aquellas promesas que estaban destinadas a ser cumplidas...

Todos vamos a sobrevivir. ¿Prometido?

Más te vale que cuando ganemos esto me invites a uno de esos Helados de Sal Marina

¡¡Perdóname por haberte hecho romper tu promesa!! —si se había sacrificado, únicamente era por su culpa—. ¡¡Yo te hubiera invitado a cien Helados de Sal Marina!! ¡¡Argh!!

No puedes morir…

Quizás... alguien podía traerle de vuelta. El Todopoderoso que les había creado debería poder hacerlo sin ningún problema.

Devuélvemelo… —musitó, aferrándose a su última esperanza.

Con el cuerpo de Ragun entre sus brazos, recorrería con grandes dificultades la Plaza de la Estación. Irremediablemente, se tropezaría y se caería estrepitosamente, pero seguiría avanzando. Continuaría arrastrándose con su cadáver, sin desviar la mirada del sol rojizo del crepúsculo que les observaba. Se acercaría hasta el centro del lugar, para rogar su deseo definitivo.

"Ve. Te estaré vigilando y protegiendo, como tu ángel de la guarda. A ti y a los demás..."

Su determinación era absoluta. Después de todo, las palabras de su padre habían sido...

MENTIRA.

¡¡Devuélveme a Ragun, padre!! —rogaba a los cielos, sin perder la fe ni la esperanza en el intento—. ¡¡Si me salvaste a mí deberías poder hacer lo mismo con él!! ¿¡Por qué no le salvaste!? ¿¡A QUÉ ESPERAS PARA TRAERLE DE VUELTA!?

>>¡¡Participaré en doscientos Reaper’s Game más si es necesario!! ¡¡Haré cualquier cosa por él!! ¡¡Devuélvemelo…!!

>>¡¡¡¡DEVUÉLVEMELO TE HE DICHO!!!!

Rugiría al cielo cuantas veces fueran necesarias. Que su compañero falleciese era inaceptable. Esperaría una respuesta, una señal, cualquier cosa. Si los cielos no le otorgaban la respuesta que estaba buscando, le tocaría subir hasta ellos para encontrarla; allá donde estuviera Ronin, le encontraría. No podría esconderse de él.

Hablaría con su padre y le desafiaría, si no quedaba otra opción. Aunque fuera imposible. Iba a traer de vuelta a Ragun, por las buenas o por las malas.

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Zee y yo hablamos sobre el pin y acordamos que Light se lo quedaría para sobrevivir. De todas formas, Si Nell y Vani deciden finalmente hacer el pacto con Light, haré un segundo post para que Light acepte su oferta. Si se da el caso, desearía que me dieseis cierto margen de tiempo y no me hicierais hacer el post media hora antes de la fecha límite, ya entendéis.
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