Re: [Evento Global] Datastream - Ruta de la Perdición
Publicado: Mié Abr 09, 2014 2:45 pm
—Nadie puede hacer nada por nosotros. Estamos malditos. Enfermos. Nos quitan nuestra libertad y por eso tenemos que obedecer. Y, a pesar de todo eso, me han dejado con este horrible pesar. En cambio, a los demás, con el recuerdo de haber sido olvidados. Haré… ¡haré lo que sea! ¡Pero quitadme también este dolor de haber perdido la mitad de mi ser!
«¿Acabar con su dolor? ¿Qué quiere decir?».
No había comprendido prácticamente nada de lo que aquella extraña criatura le había dicho, aunque todo se le antojaba demasiado siniestro como para sentirse cómodo con todo aquello. Dio un paso atrás, observando el resto de la habitación con más atención y deteniendo su mirada en la pintada de la pared. Vio como Malik se acercaba al gato azul, atraído por él. Cualquiera diría que lo conocía, aunque aquello era imposible, ¿no?
—Yo no me acercaría demasiado, Malik.
De repente, al grito de “¡Pescado!”, el animal se lanzó contra la cara del chico de Agrabah, arañándole. Se lo quitó de encima con rapidez, manteniéndolo a cierta distancia, aunque le había dejado marcas y alguna herida.
—Gato del demonio…
Quizá Stelios se hubiera reído en otro momento, una situación más agradable que la que estaban viviendo, pero la repentina agresividad de aquel animal no hizo sino aumentar su inquietud. Casi podía sentir la tensión en el ambiente, como si se prepara algo. Algo malo.
—Somos nosotros ―continuó la voz del perro afligido —. Nosotros los estamos atacando. Somos el ejército.
—Como que vosotros…
Malik reaccionó también a aquellas palabras. Soltó al gato y se acercó a Albert, susurrándole algo al oído. Se imaginó cual sería su plan. Las órdenes de Quorra eran evitar el combate y regresar a por refuerzos en cuanto encontraran al enemigo. Habían encontrado algo, y no estaban seguros de que si resultaba ser el enemigo. Necesitaban a Quorra. De nuevo, Stelios pensó en si debía prepararse para el combate, invocar su arma y atacar el primero. El que ataca primero ataca dos veces, le habían dicho. El ambiente se podía cortar con un cuchillo. Notó como tensaba los dedos y sentía un calor en la palma de la mano. Estaba a punto de invocar la Llave-Espada cuando se fijó en Malik, que le miraba directamente y negaba con la cabeza. Parecía que sabía lo que estaba pensando.
Manteniéndose completamente en guardia y alerta, se acercó a Malik caminando despacio, sin querer sobresaltar a los animales. Sus acciones debían resultar tranquilas, nada agresivas. Se colocó cerca de él, junto a la puerta. Cubrirían la huida de Albert si era necesario, y también podrían escapar ellos si la situación lo requería.
—Estate alerta, Stelios.
Entre los dos esperaba cubrir el acceso a la habitación. Vigilaba el flanco contrario a Malik, abarcando un ángulo muy amplio a su alrededor. No les pillarían por sorpresa si terminaban por atacarles, o al menos eso esperaba.
—Espero que Albert no se entretenga por el camino.
«¿Acabar con su dolor? ¿Qué quiere decir?».
No había comprendido prácticamente nada de lo que aquella extraña criatura le había dicho, aunque todo se le antojaba demasiado siniestro como para sentirse cómodo con todo aquello. Dio un paso atrás, observando el resto de la habitación con más atención y deteniendo su mirada en la pintada de la pared. Vio como Malik se acercaba al gato azul, atraído por él. Cualquiera diría que lo conocía, aunque aquello era imposible, ¿no?
—Yo no me acercaría demasiado, Malik.
De repente, al grito de “¡Pescado!”, el animal se lanzó contra la cara del chico de Agrabah, arañándole. Se lo quitó de encima con rapidez, manteniéndolo a cierta distancia, aunque le había dejado marcas y alguna herida.
—Gato del demonio…
Quizá Stelios se hubiera reído en otro momento, una situación más agradable que la que estaban viviendo, pero la repentina agresividad de aquel animal no hizo sino aumentar su inquietud. Casi podía sentir la tensión en el ambiente, como si se prepara algo. Algo malo.
—Somos nosotros ―continuó la voz del perro afligido —. Nosotros los estamos atacando. Somos el ejército.
—Como que vosotros…
Malik reaccionó también a aquellas palabras. Soltó al gato y se acercó a Albert, susurrándole algo al oído. Se imaginó cual sería su plan. Las órdenes de Quorra eran evitar el combate y regresar a por refuerzos en cuanto encontraran al enemigo. Habían encontrado algo, y no estaban seguros de que si resultaba ser el enemigo. Necesitaban a Quorra. De nuevo, Stelios pensó en si debía prepararse para el combate, invocar su arma y atacar el primero. El que ataca primero ataca dos veces, le habían dicho. El ambiente se podía cortar con un cuchillo. Notó como tensaba los dedos y sentía un calor en la palma de la mano. Estaba a punto de invocar la Llave-Espada cuando se fijó en Malik, que le miraba directamente y negaba con la cabeza. Parecía que sabía lo que estaba pensando.
Manteniéndose completamente en guardia y alerta, se acercó a Malik caminando despacio, sin querer sobresaltar a los animales. Sus acciones debían resultar tranquilas, nada agresivas. Se colocó cerca de él, junto a la puerta. Cubrirían la huida de Albert si era necesario, y también podrían escapar ellos si la situación lo requería.
—Estate alerta, Stelios.
Entre los dos esperaba cubrir el acceso a la habitación. Vigilaba el flanco contrario a Malik, abarcando un ángulo muy amplio a su alrededor. No les pillarían por sorpresa si terminaban por atacarles, o al menos eso esperaba.
—Espero que Albert no se entretenga por el camino.