[Evento Global] Ruta de los Perdidos

Bavol, Simbad, Gata, Enok, Freya, Hiro, Lyon, Saito

Nunca olvidarás que tomaste parte en alguno de estos jolgorios. Kazuki tampoco.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor Crystal » Dom Jun 14, 2015 8:31 pm

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Un último esfuerzo. Esto debería... ayudar... de alguna... manera.

¿Perdón?

¿Me escuchas? ¿Freya?, ¿Freya?

¿Eh? ¿Q-Quién eres?

...


Cuando Freya despertó de nuevo, sintió un dolor terrible en el hombro. Solo vio rojo a su alrededor, y una primera sensación de pánico la invadió. Notó los brazos de Enok sujetándola, y sabía que Simbad también se estaba haciendo cargo de ella. Era momento de volver a la carga y echarles una mano. Sin embargo, no podía dejar de pensar en el hecho de que se hubiesen preocupado por ella; aquello era un gesto muy bonito.

¡Rápido! ¡Usad a Garuda!—gritó alguien. Freya no tardó en reconocer la voz; la maestra Nanashi. Y estaba muy herida. ¿Quién podría haber conseguido dejarla en ese estado?—. ¡Entra y échame una mano o ve a ayudarles! ¡No tenemos tiempo! ¡Aaron va a encontrarnos!

¿Quién era Aaron? ¿Qué iba a pasar a continuación? La situación se volvía más tensa por momentos. Garuda no tardó en caer al agua, herido, y a continuación la araña disparó una telaraña a Enok, atrapándolo y atrayéndolo hacia ella.

¡Enok, no!

Freya se lanzaría e intentaría sujetar a Enok con todas sus fuerzas. No le dejaría morir allí; salvarle sería su prioridad. Con la mano que le sobrara, cogería la pistola y dispararía repetidas veces a la araña, usando en alguno de los disparos una Bala Oscura. Si en algún momento sujetarle con una sola mano no era suficiente, no dudaría en dejar de disparar y atrapar su otra mano.

Ni se te ocurra soltarme, ¿vale? No pueden vencernos...

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▪ Bala oscura (HM) [Nivel 5] [Requiere Poder Mágico: 5; Puntería: 3]. Disparo de oscuridad que al impactar contra el objetivo le provoca daños afines a Oscuridad. Consume una bala.
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor Marioxulo » Dom Jun 14, 2015 8:47 pm

Nuestra idea dio resultado. Tras mucho esfuerzo, la ayuda de Saito y Hiro distrayendo a la araña y, por último, la de un extraño ave, el cual si mal no recordaba era de Nanashi, nos ayudó a terminar de destrozar algunos barrotes. Cuando intentaban salir sin embargo, la araña saltó encima de la jaula, haciendo que me tambalease. Logró herir a alguno de los aprendices que estaban dentro de la jaula, pero de nuevo, aquel pájaro logró distraerla durante el tiempo suficiente como para que lográsemos salir de la jaula y comenzar a nadar hacia la orilla. Una voz a lo lejos, de desde la puerta, nos habló entonces.

¡Rápido! ¡Usad a Garuda! —nos dijo, refiriéndose a aquel animal que ya nos había ayudado. ¡Entra y échame una mano o ve a ayudarles! ¡No tenemos tiempo! ¡Aaron va a encontrarnos!

¿Como que Aaron? ¿Se refería a aquel imbécil que me había dado la espada tanto a mi como a Saito? ¿Y porqué estaba persiguiéndonos No tenía tiempo para pensar en eso ahora, teníamos primero que escapar de aquella araña.

Un grito agudo resonó por el aire, y Garuda cayó herida al lago. La araña aprovechó entonces para atrapar a uno de los aprendices, lanzándole una tela de araña y, poco a poco, arrastrándole a su boca. Una de las aprendices intentaba, con todas sus fuerzas, que la araña no lo atrapase, y otro intentaba curar a Garuda para que volviese a ayudarnos. Y yo iba a hacer lo propio.

La araña estaba centrada en atrapar a aquel chico, así que decidí acercarme por un lado. Una vez estuve lo suficientemente cerca, apuntaría a una de sus patas, y volvería a conjurar un hielo, y cuando impactase, le atacaría con mi espada.

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Resumeindo: Lyon se acerca por un lado, tira Hielo a una de las patas y luego le pega con la espada.
▪ Hielo (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3] Ataque básico de elemento Hielo. Proyectil gélido lineal, con muy pocas posibilidades de congelar al enemigo.
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Do u even heingue?

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To mi amol pa Aru por las lindas firmas
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor Sheldon » Dom Jun 14, 2015 11:19 pm

Todo ocurrió muy rápido. El ambiente se sobrecargo en una encarnizada lucha entre fuerzas mayores y ataques humanos. Una especie de águila voladora surcó el ambiente y atacó con todo su poder a la araña que sin embargó consiguió bloquear la ofensiva y contraatacó dejando debilitado casi por completo al ente volador. Las cosas no pintaban nada bien para el grupo de aprendices. No obstante se habían añadido una serie de aprendices que al parecer también luchaban en contra del sincorazón.

Dentro de la jaula medio destruida, Enok sostenía a Freya buscando el contacto con sus ojos, aún cerrados. Suspiró y se dispuso a ejercer un hechizo curativo en la muchacha cuando de repente sintió el chillido del águila siendo derrotada, el cual vino acompañado de un vuelco al corazón. En torno a la espalda del muchacho de Bastión Hueco se quedó pegada una sustancia viscosa que quedó solidificada en cuestión de segundos y actuó como una especie de pegamento. Enok quiso gritar justo antes de ver como Freya recuperaba la consciencia. Se mordió los labios y empezó a notar como era arrastrado hacia un terrible destino.

¡Enok, no!—Gritó la tímida voz de la chica, ahora fortalecida por el terror que emanaba la escena. —Ni se te ocurra soltarme, ¿vale? No pueden vencernos...

Enok asintió e intentó sonreír pero no había tiempo que perder en una situación así. Mientras sostenía la mano de su compañera y aguantaba con todas sus fuerzas intentando no ser arrastrado alzó el brazo en que portaba la llave espada y lanzó un piro en dirección al rastro de tela de araña que se elevaba hasta el gigantesco sincorazón. Intentó enfocar un punto no muy distante, pretendiendo asegurarse de que el lugar en el que lo lanzaba no se encontrase muy lejos del radio en el que tendría por seguro el acierto.

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▪ Piro (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3]. Proyectil de fuego lineal, con muy pocas posibilidades de producir quemaduras.
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor H.S Sora » Dom Jun 14, 2015 11:33 pm

¿Espera, qué?

Aquello fue lo único que pude pensar antes de que las garras del animal me soltasen y me estampase contra el agua sin poder evitarlo, no sin antes desmaterializar la armadura casi en un ataque de pánico. Durante unos instantes el miedo a no poder salir a la superficie me sobrevino, por lo que nadé con todas mis fuerzas, temeroso de ahogarme hasta que finalmente mi cabeza salió a la superficie.

***

Todo había empezado con el cántico de una inesperada y alada ayuda que había estorbado lo suficiente al Sincorazón como para que pudiésemos tener una mínima oportunidad de romper los barrotes y escapar; pero algo había salido mal... ¿deberíamos haber empezado antes a romper los barrotes? Seguro, pero no era solo eso: mis ataques sólo habían servido para enfurecer a la araña, la cual frustrada por no poder alcanzarme con sus patas decidió sacudirse hasta el punto de hacerme volar sin poder mantener ninguna clase de control sobre mí mismo.

Sus fauces se abrieron mientras caía, dispuestas a lanzarme un rayo similar al que casi nos había arrojado antes y que se había desviado por los pelos. Traté de apuntar con mi mano hacia la criatura, pero me era imposible mientras me encontraba dando vueltas de campana; aquel ataque iba a impactar de lleno contra mí. Nadie lo impediría, y con la fuerza que aquel Sincorazón poseía sería el fin.

Lo último de lo que tuve plena consciencia, era de un grito cuya voz me recordaba a la Maestra Nanashi, pero era totalmente descabellado. Ella no estaba aquí... ¿O sí?

De pronto el ave me atrapó con sus garras y me desvió de la trayectoria del disparo, el cual falló contra su objetivo por una distancia menor a la de un palmo; me había salvado, pero por los pelos y con una suerte aterradora.

***

Cuando me dispuse a ver como iba la situación de mis compañeros, quedé en shock; durante unos segundos había visto como gracias al ave, el cual tenía la sospecha de que pertenecía a Nanashi — había sido quién la había mandado a por mí — habían logrado romper la jaula y por ende, tenían la ocasión de escapar por fin. Pero antes de que pudiese alzar las comisuras de los labios para formar una sonrisa e ir a ayudarlos, el Sincorazón arremetió con fiereza contra la jaula, hundiendo a todos los presentes y a ella misma en aquel lugar.

Tratando de hacerles un Panteón Marino en vida.

Me quedé allí, plantado, sin saber que hacer. Me percaté como el agua que se encontraba cerca de la zona en la que se habían hundido se había convertido en una de color rojizo: alguien había sido atacado durante aquella inmersión, pero no podía hacerme a la idea de quién. ¿A quién debía ir a rescatar de todos ellos? ¿Tendría que esperar a que volvieran a la superficie?

¡Rápido! ¡Usad a Garuda! —fue lo único que escuché decir a Nanashi, a pesar de todo el estruendo que estaba sucediendo a mi alrededor, no llegué a escuchar nada más debido a que algo se removió dentro del agua...

Al primero que me pareció ver salir del agua fue a Simbad... ¿Y acaso estaba cargando con Freya? ¿Había sido ella la persona herida por el Sincorazón? Mi primer impulso fue el de dirigirme hacia ellos, cuando un canto agudo seguido de un chapoteo me horrorizó: Garuda había caído, con una pata herida.

Si había que correr, no había mejor momento que aquel.

Pero por algún motivo que iba contra toda lógica posible, no lo hice, y me dirigí hacia el ave al mismo tiempo que lo hacía Simbad; extendí mi mano en dirección a la criatura con tal de realizar un Cura, pero me percaté de un hecho grave; había agotado mi magia allí arriba, lanzando toda clase de hechizos contra el Sincorazón, los cuales a decir verdad no parecían haber agravado demasiado a este último.

Simbad parecía también dispuesto a curar a Garuda además de darle órdenes. Si el hechizo del muchacho fallaba, no dudaría en sacar una de las pociones que llevaba encima y dársela de beber al ave. Después de todo, era nuestra única oportunidad para salvarnos, por muy patético que pudiese sonar en aquel momento.

Tras que el ave bebiese o no — en función de si se había recuperado con la ayuda del muchacho—, y solo después de que Simbad hubiese dado sus órdenes, ejecutaría una Flama Tenebrosa en dirección a la telaraña que mantenía preso a Enok, uno de nuestros compañeros, el cual estaba a punto de ser devorado por la bestia si nuestra suerte no cambiaba en el poco tiempo que nos quedaba; Freya, la cual se había recuperado, estaba intentando que no sucumbiese ante los tirones de la bestia por devorarle.

Tarde o temprano tendría que soltarle, sino quería correr su misma suerte.

Me bebí un Éter a desgana, porque sabía que lo más probable era que necesitase magia de un momento a otro.

¡Tenemos que salir de aquí, la puerta no aguantará mucho más! —gritaría a todos, mientras me dirigía a la orilla y mi rostro empalidecía aún más. No había nadie de Tierra de Partida sujetando la puerta, el hombre perruno había marchado —¡Ahora o nunca, daos prisa, no creo que yo pueda sujetarla!

Me concentré, furioso y recordando el asco que le tenía a la gran mayoría de aprendices de Tierra de Partida; si la telaraña que envolvía a Enok aún no se había roto, dispararía un Perla en dirección a esta con tal de cortarla, y si a pesar de aquel hechizo esta seguía intacta, no dudaría en lanzar una Explosión de Oscuridad con tal de poder liberarle de una vez por todas.

Tras haber lanzado aquella retahíla de hechizos y haber fulminado parte de mi poder mágico de nuevo, me dirigiría a la puerta —la cual apenas estaba dejando espacio ya para pasar— y la sujetaría con todas mis fuerzas, para evitar que esta se cerrase. Pero a pesar de todo lo que fuese capaz de aguantar, sabía que llegaría el doloroso momento de tomar una decisión.

Y la mía ya estaría tomada para entonces. Había prometido salvarles a todos, y así lo haría.

¡Garuda! —gritaría— ¡Trae a todos los aprendices y no les sueltes hasta que traspasen la puerta! ¡Ahora!

Continuaría resistiendo hasta el final, pero una vez Garuda hubiese traído a todos los aprendices posibles, traspasaría la puerta.

El bien mayor estaba por encima del de uno solo.


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Acciones de Saito:

—Usa una poción con Garuda, pero solo sí el Cura de Simbad falla o no cura al ave del todo.

—Dispara una Flama Tenebrosa en dirección a lo que atrapa a Enok.
▪ Flama tenebrosa [HM] (Nivel 3) [Requiere afinidad con Oscuridad] El usuario lanza una veloz bola de oscuridad que avanza en linea recta hasta diez metros. Ataque de oscuridad de nivel bajo.

—Se bebe un Éter.

—Lanza un Perla en dirección a la telaraña que retiene a Enok si aún no se ha roto.
▪ Perla (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4]. Proyectil de luz lineal en forma de esfera, con probabilidad de rebotar si golpea alguna superficie sólida.

—Lanza una Explosión de Oscuridad de nuevo en dirección a la telaraña que retiene al aprendiz si aún no se ha roto. ▪ Explosión de Oscuridad (HM) [Nivel 9] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico: 13] Crea una bola de oscuridad de tamaño medio, la cual se divide en otros 3 orbes más pequeños que explotan simultáneamente.

—Va hasta la puerta y trata de mantenerla abierta el máximo de tiempo posible, pero cuando vea que se va a cerrar pide a Garuda que se lleve a los aprendices que pueda hasta la puerta y los arroje dentro si puede. Cuando ya no pueda más, traspasará él mismo la puerta antes de que se cierre.
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor Suzume Mizuno » Mié Jun 17, 2015 1:39 am

El Cura de Simbad permitió que Garuda se levantara, chorreando pero todavía digno, y obedeciera sus órdenes, abalanzándose una vez más sobre los ojos de la araña. Entre tanto, Freya se arrojó a sujetar a Enok. Esto de por sí no habría sido suficiente pero, por suerte, la chica disparó una Baja Oscura entre otras cosas contra el Sincorazón. Lyon acudió en su ayuda disparando un Hielo contra las patas de la araña, que soltó un aullido de indignación, pero estaba demasiado ocupada con Garuda como para evitar que el joven arremetiera contra ella empleando su espada y rebanándole la pata herida.

Aquello fue suficiente para darle la oportunidad a Enok de emplear un Piro contra la tela de araña que lo había atrapado que, junto a la Flama Tenebrosa de Saito fue más que suficiente para destruirla. El muchacho se hundió en el agua, pero ya era libre de ir a donde quisiera.

Saito, el único con previsión, corrió fuera del lago mientras pedía a Garuda que se llevara a los aprendices. Al alcanzar la puerta, Nanashi asintió en su dirección y se echó un poco al lado para ayudarle a sujetarla, mientras Hiro hacía lo propio en la otra jamba.

Desde luego, fue el momento de Garuda, que aferró con una pata a Freya y con la otra a Enok y los levantó del suelo como si nada. En un par de potentes aleteos los arrojó por los aires y volvió a por Lyon, de modo que los tres acabaron rodando por el suelo hasta chocarse contra la puerta. En caso de que quisieran volver a pelear, el ave se lo impediría y los metería dentro a picotazos. La araña, furiosa, se lanzó de cabeza al agua, pero estaba ciega e ira incapaz de ver hacia dónde habían escapado sus presas.

Saito, como había prometido, fue el último en entrar.

*


Cuando la puerta se cerró, se encontraron en una de esas habitaciones blancas, vacías a excepción de por unas cuantas columnas, encharcando su límpido suelo con sus ropas empapadas.

Nanashi se apartó con un suspiro de la puerta y extendió un brazo para que Garuda se posara en él. Le acarició el cuello y después el eidolón se desvaneció en medio de volutas de luz.

Debemos marcharnos. Aaron, su reminiscencia o lo que se suponga que sea, ha abandonado su sala y viene a por nosotros. Desconozco si es cosa del Guía o no, pero es muy peligroso. Tanto como cuando estaba vivo. Derrotó él solo a numerosos Caballeros, así que no lo subestiméis bajo ningún concepto.

Se recogió un mechón de cabello tras una oreja y contempló a los aprendices, como valorando los daños. Se quedó extrañada y sus labios se curvaron mientras contaba en voz baja… Y quizás ellos cayeran en la cuenta de que su número era extraño, sí, aunque no por ello consiguieron recordar cuál era el problema, a pesar de que lo tenían en la punta de la lengua.

La sala tenía una puerta dorada, pero ellos no habían logrado ningún naipe, de modo que tenían que buscar otra salida. Había una puerta lateral entreabierta, casi sin duda por la que había venido Nanashi, ya que le dirigió una mirada helada, y otra que al final de unas estrechas escaleras. La Maestra les hizo un gesto y echó a andar hacia la misma.

¿Por qué esas prisas, Nanashi?

La mujer se puso tensa y giró con brusquedad. De la puerta entreabierta había aparecido un hombre delgado, esbelto, con un rostro casi femenino. Sonreía con condescendencia. En una mano portaba una Llave Espada. En la otra, un naipe.

Si continuáis por ese camino, tendréis un largo ascenso y podréis jugar al gato y al ratón conmigo. Adivinad cuál será cada uno.—Sonrió con dulzura a los aprendices y sus ojos se clavaron en Freya—. No soportaríais la persecución. Os vendríais abajo. Y algo me dice que usted, señorita, sería la primera.

¡No le escuchéis! ¡Pasad vosotros, yo protegeré la reta…!

El muchacho se quedaría a defenderla, porque está en deuda. Bueno, uno de los dos, al menos, querría jugar a ser un caballero y a defender a la princesa.—Señaló alternativamente a Simbad y a Enok—. Los demás podríais llegar un poco más lejos, si os pegáis a las faldas de Nanashi, pero al final os cogería a todos. Uno por uno.—Entornó los ojos, mirando a Hiro, a Saito y a Lyon. A este último le dedicó tal sonrisa que supo que lo tenía marcado como uno de los más débiles—. Y tú, Nanashi, ¿qué ganas protegiéndolos? ¿No sería más sencillo dejarlos atrás? Tu objetivo no está tan lejos. Podrías alcanzarlo en poco tiempo si me dejaras entretenerme con ellos. Sabes que les dedicaría toda mi atención.

Hubo un silencio durante el cual Nanashi miró a los aprendices, valorando la situación, con los labios muy apretados. Después avanzó para ponerse al frente de los jóvenes y protegerlos con su cuerpo.

Aaron se encogió de hombros.

Bueno, mejor para mí. Con todo, debo reconocer que no sería lo más entretenido del mundo.—Levantó el naipe—. Sería demasiado fácil cogeros por esa pequeña puerta. En cambio, si subís al siguiente nivel… Todo será más difícil para mí, pero mucho más divertido. Tendríais hasta una oportunidad de escapar. Bien, ¿qué decís?

Aaron lanzó el naipe hacia delante y quedó flotando a una distancia equidistante entre él y los aprendices.

Estos podían haber aprovechado su charla para subir por la puerta y escapar. También podían avanzar para cogerla: Aaron no les atacaría, sólo sonreiría y aguardaría.

En cualquier caso, sacaría un reloj de bolsillo y lo miraría con ojo crítico.

Os voy a dar… Treinta segundos de ventaja. Mejor que echéis a correr. ¿O preferís ofreceros en bandeja de plata?

Cierra la boca—siseó Nanashi, empuñando su Llave Espada—. Decidáis lo que decidáis, hacedlo ya.


Ninguna opción parecía muy agradable. Podían quedarse a luchar, o huir. Creyeran o no en las palabras de Aaron, el aspecto de Nanashi hablaba por sí mismo. O se quedaban todos o escapaban. Con que faltara uno solo podía ser fatal.

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Saito
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Lyon
VIT: 17/20
PH: 4/8

Simbad
VIT: 20/24
PH: 14/22

Freya
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PH: 8/16

Enok
VIT: 32/36
PH: 20/22


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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor H.S Sora » Dom Jun 21, 2015 2:30 pm

Sonreí con satisfacción al ver como mi plan había tenido más éxito del que yo mismo me había imaginado; un Garuda recuperado gracias a la ayuda de Simbad se había dedicado a herir al Sincorazón araña junto con la ayuda de los otros aprendices — incluido Enok, que ya se había soltado gracias al esfuerzo de todos.

Y por suerte Nanashi me ayudó a aguantar la puerta mientras Garuda se dedicaba a coger a cada uno de los aprendices y a hacer que se metiesen dentro de la puerta. Tras hacer que todos pasasen, observé al Sincorazón una vez más, mientras este trataba de dar con nosotros. Pero ya era tarde, nosotros ya cruzábamos la puerta hacia la libertad.

*



Me alegré tanto por estar a salvo, que incluso resté importancia al asunto de volver a estar en una de esas odiosas salas blancas. Y el hecho de estar ensuciándola con el agua que nos habíamos traído con nosotros de nuestra anterior excursión hizo que me sintiese todavía mejor; Pero el caso era que aquella sala blanca tenía una de las puertas doradas que hasta ahora había considerado ser el camino “correcto” debido a la dificultad que radicaba en el hecho de tener que conseguir el maldito naipe.

Y ahora no tenemos ninguno, ni más Llave Espada que sacrificar...

Chasqueé la lengua, observando nuestras otras alternativas: había una puerta lateral que se encontraba casi abierta, ¿habría sido el camino por el que había llegado Nanashi?, fuese o no así, la otra opción era otra puerta que se encontraba al final de unas escaleras.

Miré a Nanashi mientras hacia volver a Garuda a donde fuese que descansaba — no entendía demasiado como funcionaban los eidolón —, y me percaté de qué se encontraba herida, estado en el que no recordaba haberla visto nunca. ¿A qué diablos se habría enfrentado?... La Maestra pareció relajarse tras ver que todos nosotros habíamos cruzado el umbral de aquella puerta, y que por supuesto nos encontrábamos mejor de lo qué podríamos esperar tras haber escapado del castigo impuesto por el Guía, el cual todavía no se había dejado ver.

Debemos marcharnos. Aaron, su reminiscencia o lo que se suponga que sea, ha abandonado su sala y viene a por nosotros. Desconozco si es cosa del Guía o no, pero es muy peligroso. Tanto como cuando estaba vivo. Derrotó él solo a numerosos Caballeros, así que no lo subestiméis bajo ningún concepto.

La Maestra Nanashi nos contempló a todos, posiblemente tratando de fijarse en como de heridos podíamos encontrarnos... pero a pesar de que su mirada parecía tratar de decir algo más, yo aún me encontraba tratando de asimilar lo que nos acababa de decir la Maestra; Aaron, el desquiciado que nos había hecho participar a Lyon y a mí en una absurda prueba para conseguir su espada venía a por nosotros. Y tal y como había pensado aquel hombre era fuerte, extraordinariamente fuerte si la Maestra Nanashi tenía la necesidad de advertirnos de aquella manera... ¿Habría sido él el causante de las heridas que portaba ahora la Maestra?

Fuese como fuese, Nanashi nos indicó que fuésemos en dirección a la puerta mediante un silencioso gesto, encaminando ella la marcha. Si el loco de Aaron estaba dándonos caza, lo mejor sería darnos prisa antes de que nos encontrase.

¿Por qué esas prisas, Nanashi?

Reconocía aquella helada voz a la perfección incluso sin girarme,pero aún así lo hice. Por la puerta entreabierta asomaba la misma persona que me había ofrecido coger el poder de la espada que lo aniquilaría todo. El mismo que me había hecho pelear con Louise para ver si era merecedor de su estúpida espada. El que me había echado de su “sala” al querer saber su historia. Aquel que se hacía llamar Aaron, portaba esta vez una Llave Espada en una mano, y uno de aquellos naipes en la otra.

Pero esta vez Aaron no formaba parte de una prueba, en la que seguramente debía guardar las formas; Nanashi lo había dicho antes: se había escapado con el divertido objetivo de encontrarnos, seguramente para matarnos tras torturarnos de la manera más bizarra que se le ocurriese. ¿Pero cómo podía ser que un tipo así fuese tan fuerte?

Si continuáis por ese camino, tendréis un largo ascenso y podréis jugar al gato y al ratón conmigo. Adivinad cuál será cada uno.—Su sonrisa me asqueaba, y el mero hecho de tener que aguantarle la mirada me resultaba de por sí complicado—. No soportaríais la persecución. Os vendríais abajo. Y algo me dice que usted, señorita, sería la primera.

Su vista se había quedado fija en mi compañera Freya... ¿acaso pretendía provocarla, intimidarla? ¿Pero con qué objetivo?

¡No le escuchéis! ¡Pasad vosotros, yo protegeré la reta…!

La tranquilidad de Aaron me crispaba, incluso se permitía el lujo de poder interrumpir a Nanashi cuando quería... ¿Tan asegurada creía tener la victoria?

El muchacho se quedaría a defenderla, porque está en deuda. Bueno, uno de los dos, al menos, querría jugar a ser un caballero y a defender a la princesa.—Con aquellas palabras se dirigía a Simbad y a Enok—. Los demás podríais llegar un poco más lejos, si os pegáis a las faldas de Nanashi, pero al final os cogería a todos. Uno por uno.—Su mirada se refirió a todos los que quedábamos. ¿De verdad no teníamos escapatoria?—. Y tú, Nanashi, ¿qué ganas protegiéndolos? ¿No sería más sencillo dejarlos atrás? Tu objetivo no está tan lejos. Podrías alcanzarlo en poco tiempo si me dejaras entretenerme con ellos. Sabes que les dedicaría toda mi atención.

Miré a la Maestra Nanashi, la cual nos observaba con los labios apretados. Parecía valorar si valía la pena vendernos ante aquel loco maníaco el cual quería “dedicarnos toda su atención”; la sola idea de tener que enfrentarlo nosotros solos me producía un sudor frío que recorría todo mi cuerpo. Finalmente a pesar del silencio que reinaba en aquel momento, tensándolo todo todavía más, la Dama de Hierro avanzó con decisión hasta ponerse al frente. Decidida a protegernos hasta el final.

Bueno, mejor para mí. —el maníaco se encogió de hombros, como si realmente aquello no cambiase las cosas— Con todo, debo reconocer que no sería lo más entretenido del mundo.—Mostró entonces la carta que había estado llevando todo aquel tiempo... ¿De dónde lo habría sacado?—. Sería demasiado fácil cogeros por esa pequeña puerta. En cambio, si subís al siguiente nivel… Todo será más difícil para mí, pero mucho más divertido. Tendríais hasta una oportunidad de escapar. Bien, ¿qué decís?

Lanzó el valioso objeto, el cual se quedó flotando en el aire. Vacilé, pero con un nudo en la garganta me acerqué, y cogí el naipe; Aaron solo sonreía, como pensando que tarde o temprano nos acabaría encontrando y cazando de igual forma.

Os voy a dar… Treinta segundos de ventaja. —dijo aquel cabrón mirando un reloj que había sacado de su bolsillo— Mejor que echéis a correr. ¿O preferís ofreceros en bandeja de plata?

Cierra la boca—intervino Nanashi. Me quedé a cuadros cuando la vi... ¿Estaba portando la Llave Espada?—. Decidáis lo que decidáis, hacedlo ya.

Me dirigí hacia la puerta, inseguro por dejar a mis compañeros y a mi Maestra atrás pero... ¿qué oportunidades teníamos luchando todos si ni Nanashi había sido capaz de hacer nada? Quedándonos allí solo feneceríamos. La única salida era huir y rezar para que no nos encontrase...

Abriría la puerta con aquel naipe de la misma manera en que lo había hecho ya con anterioridad, y rápidamente volvería sobre mis pasos para colocarme al lado de la Maestra Nanashi, empuñando la espada que aquel miserable me había dado. Si la Maestra estaba dispuesta a protegernos con su vida, yo no la abandonaría a su suerte pasase lo que pasase.

Además, había dejado abierta una salida, para todo aquel que lo necesitase más adelante.

Maestra Nanashi... ¿Cómo ha recuperado usted su Llave Espada? —preguntaría. Solo se me ocurrían dos opciones, y una no me gustaba en absoluto.

Si la Maestra Nanashi NO resultaba ser la verdadera Maestra Nanashi, no dudaría en avisar a mis compañeros e irme corriendo por la puerta que acababa de abrir.

Si por el contrario eran todo paranoias mías, no dudaría en lanzar una Flama Tenebrosa a Aaron y esperar al próximo movimiento del maníaco.

Aquella batalla si que iba a resultar dura de verdad. No salía de un lío que me volvía a meter en otro, estábamos apañados.

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Acciones de Saito
—Coge el naipe y abre la puerta.

—Vuelve atrás y le pregunta a Nanashi lo de su Llave Espada (No debería tenerla ya que la sacrificó en una prueba anterior, pero no sé si se ha hecho a posta o fue un fallo, si fue un fallo olvidad la pregunta y ya está xD).

—Si Nanashi no fuese Nanashi (va relacionado con el punto anterior) Saito huirá avisando a sus compañeros.

—Si no pasa nada, o ha sido solo un fallo, o hay una explicación que le convenza, se quedará a luchar y usará una Flama Tenebrosa para luego ponerse en guardia.
▪ Flama tenebrosa [HM] (Nivel 3) [Requiere afinidad con Oscuridad] El usuario lanza una veloz bola de oscuridad que avanza en linea recta hasta diez metros. Ataque de oscuridad de nivel bajo.
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor RedXIII » Lun Jun 22, 2015 12:25 am

Debemos marcharnos. Aaron, su reminiscencia o lo que se suponga que sea, ha abandonado su sala y viene a por nosotros. Desconozco si es cosa del Guía o no, pero es muy peligroso. Tanto como cuando estaba vivo. Derrotó él solo a numerosos Caballeros, así que no lo subestiméis bajo ningún concepto.

Parecía que todos habían pasado por la puerta, aunque Hiro se sentía decepcionado al ver que al otro lado no había nada a lo que enfrentarse, o al menos a simple vista.

¿Por qué esas prisas, Nanashi?

Una voz nada familiar para el aprendiz formuló una pregunta.

Si continuáis por ese camino, tendréis un largo ascenso y podréis jugar al gato y al ratón conmigo. Adivinad cuál será cada uno.— Miró a una aprendiz—. No soportaríais la persecución. Os vendríais abajo. Y algo me dice que usted, señorita, sería la primera.

¡No le escuchéis! ¡Pasad vosotros, yo protegeré la reta…!

El muchacho se quedaría a defenderla, porque está en deuda. Bueno, uno de los dos, al menos, querría jugar a ser un caballero y a defender a la princesa.—Señaló a otro aprendíz y a Enok—. Los demás podríais llegar un poco más lejos, si os pegáis a las faldas de Nanashi, pero al final os cogería a todos. Uno por uno.— Alternó otra mirada entre varios aprendices, entre los cuales se incluía el aprendíz perruno, no le gustó la sobrestimación que mostraba hacia él—. Y tú, Nanashi, ¿qué ganas protegiéndolos? ¿No sería más sencillo dejarlos atrás? Tu objetivo no está tan lejos. Podrías alcanzarlo en poco tiempo si me dejaras entretenerme con ellos. Sabes que les dedicaría toda mi atención.

La maestra se interpuso entre aquel hombre y los apredices.

Bueno, mejor para mí. Con todo, debo reconocer que no sería lo más entretenido del mundo. Sería demasiado fácil cogeros por esa pequeña puerta. En cambio, si subís al siguiente nivel… Todo será más difícil para mí, pero mucho más divertido. Tendríais hasta una oportunidad de escapar. Bien, ¿qué decís?

Exhaló el humo del cigarrillo mientras veía como dejaba un naipe en la sala.

Os voy a dar… Treinta segundos de ventaja. Mejor que echéis a correr. ¿O preferís ofreceros en bandeja de plata?

Decidáis lo que decidáis, hacedlo ya.

Hiro ya lo había decidido desde antes de cruzar la puerta.

Dependiendo de si la mayoría de aprendices se iban por un camino o se quedaban a luchar Hiro le seguiría, en caso de que se quedaran se alejaría lo suficiente para poder dispara sin problemas con su rifle tres balas, en caso de que se fueran se quedaría el último de la fila y emplearía su escudo para repeler los ataques del individuo.

Su Moguri estaba muy callado y distante, pero aun así no se separaba del aprendiz, parecía asustado.
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor xXOrbOOkXx » Lun Jun 22, 2015 12:51 am

Funcionó. En pocos segundos habíamos sorteado a la muerte y estábamos salvos y sanos al otro lado. Di gracias interiormente a todos los que habían decidido quedarse, ayudándonos en aquel infierno de metal, sal y agua.

No sabía que nos íbamos a meter de lleno en otro peor.

**

Blanco. Blanco como el ave de Nanashi, que desapareció. Blanco como las paredes de la estancia, que sólo tenían tres puertas. Dorada, la puerta por la que había venido la maestra y la que me llevaría a la libertad. Ni si quiera recordaba cuántos éramos al entrar en aquella pesadilla, e incluso la Maestra tenía sus dudas.

Debemos marcharnos. Aaron, su reminiscencia o lo que se suponga que sea, ha abandonado su sala y viene a por nosotros. Desconozco si es cosa del Guía o no, pero es muy peligroso. Tanto como cuando estaba vivo. Derrotó él solo a numerosos Caballeros, así que no lo subestiméis bajo ningún concepto.

¿Por qué esas prisas, Nanashi?

Sin embargo, la mala fortuna estaba allí. Tenía rostro de mujer, pero su voz era inusualmente grave, una naipe en la mano, una Llave Espada en la otra y un gesto que no me hizo ni pizca de gracia.

Si continuáis por ese camino, tendréis un largo ascenso y podréis jugar al gato y al ratón conmigo. Adivinad cuál será cada uno.—Su gesto se dirigió a Freya. Me dieron ganas de partirle la cara—. No soportaríais la persecución. Os vendríais abajo. Y algo me dice que usted, señorita, sería la primera.

Reminiscencia. Ni si quiera era una persona viva, real. Tan real como la tensión de Nanashi, que parecía una cuerda a punto de romperse.

¡No le escuchéis! ¡Pasad vosotros, yo protegeré la reta…!

El muchacho se quedaría a defenderla, porque está en deuda. Bueno, uno de los dos, al menos, querría jugar a ser un caballero y a defender a la princesa.—Nos señaló. A mí y a enok—. Los demás podríais llegar un poco más lejos, si os pegáis a las faldas de Nanashi, pero al final os cogería a todos. Uno por uno.—Una mirada rastrera al restro del grupo—. Y tú, Nanashi, ¿qué ganas protegiéndolos? ¿No sería más sencillo dejarlos atrás? Tu objetivo no está tan lejos. Podrías alcanzarlo en poco tiempo si me dejaras entretenerme con ellos. Sabes que les dedicaría toda mi atención.

Silencio. Nanashi interponiéndose para protegernos con su cuerpo.

A partir de ahí dejé de sentir nada. Sólo sobrevivir. Vi un aprendiz, que se quedaba a luchar pero que había abierto la puerta hacia el edén, el infierno o qué se yo. Le dirigí una mirada determinada, con brillo, con orgullo y tal como la había compuesto... desapareció. Qué me aguardaría más allá, ¿más batalla?

La pregunta del aprendiz de Nanashi me reveló que habían sacrificado sus Llaves para seguir adelante, pero que ella la había recuperado... ¿cómo? ¿Habían sacrificado tanto y estaban dispuestos a tirarlo todo por la borda?

Suspiré profundamente.

Alguien tiene que ir a por el fragmento. —Sin expresión, una voz en el vacío. Me dirigí hacia el muchacho (y a todos los que decidieran quedarse)—. Buena suerte.

Antes de atravesar la puerta al siguiente nivel lanzaría un Perla contra el objetivo, aunque no creí que hiciera efecto alguno. Miré al aprendiz, fumaba un cigarrillo.

Hay veces que hay que hacer sacrificios. Podría haberme sacrificado yo, pero no lo hice porque el instinto me decía que algo iba mal, que algo iba a ir muy mal.

Sólo cuando estuve al otro lado me di cuenta de lo que había hecho.

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▪ Perla (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Luz. Proyectil de luz lineal en forma de esfera, con muy pocas probabilidades de cegar al enemigo
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Tercera Saga:

Prólogo de Simbad
"Bastión Hueco" Choque de culturas (Encuentro)
"Bastión Hueco" Novatos bajo la lluvia (Primer encuentro - Saga Novatos)
"Tierras del Reino" El nacimiento de un príncipe (Trama)
"Islas del Destino" ¡Buscad a mi perro! (Misión)
"Castillo de Bestia" Solos entre lobos (Primer encuentro - Saga Délaissé)
"La Cité des Cloches" Los miserables (Encuentro)
"Villa Crepúsculo" Una visita guiada (Encuentro)
"Selva Profunda" Día de monos (Encuentro)
"Port Royal" Los muertos no cuentan cuentos (Trama)
"Tierra de Dragones" Linda Flor (Misión)
"Bastión Hueco" Novatos bajo el amanecer (Segundo encuentro - Saga Novatos)
"Ciudad de Paso" Lo que vale la pena (Encuentro)
"Ciudad de Paso" The Game Never Ends (Trama)
"Torre de los Misterios" Orden en la Biblioteca (Misión)
"Evento Global" El esclavo del olvido
"Evento Global" Ruta de los perdidos

Evento Halloween 2014
"Especial libre" El laberinto de los corazones
"Especial libre" San Valentín III
"Islas del Destino" Yincana veraniega
"Evento libre" La Mansión Encantada II: La Venganza

Cuarta Saga:


"Ciudad Inexistente" Dos velas para el diablo (Encuentro)
"Port Royal" De copas con la muerte (Encuentro)
"Bastión Hueco" De magdalenas y vicios franceses (Encuentro)
"La Cité des Cloches" Insomnia (Primer encuentro - Saga La Musique du Silence)
"La Cité des Cloches" Somnia (Segundo encuentro - Saga La musique du Silence)
-"Port Royal" El barco que desaparece en la niebla (Misión)
"Tierras del Reino" Donde duermen los gigantes (Trama)
"País de los Mosqueteros" Todos Para Uno (Trama)
"Ciudad de Paso" Un nuevo Crepúsculo (Trama)
"Ciudad de Halloween" El ataque de Boogieman (Trama)
"La Cité des Clochés" Fuego Infernal (Trama)
"Espacio Profundo" Planta 313 (Encuentro)
"Mundo Inexistente" Pasajes Oscuros (Trama)
"Tierra de Partida" Penúltima Parada (Encuentro)
"Evento Global" El principio del fin
"Atlántica" Perdona pero quiero casarme contigo (Encuentro)

"Especial libre" El laberinto de los corazones II: Escape
"Especial libre" World War Christmas
"Especial libre" El San Valentín está aquí
"Especial libre" ¡Exámenes finales
"Especial libre" La inocencia perdida
"Especial libre" Misión: Salvar la Navidad

Timeskip (Finales 1013-1017)

"Tierra de Partida" Examen de Maestría (30 Diciembre 1013)
"Jardines de Tierra de Partida" Doomsnight (Libre) (31 Diciembre 2013)
"País de las Maravillas" El último regalo (Minitrama) (Julio 1014)
"Jardines de Tierra de Partida" El Regreso (Libre) (Finales de Marzo de 1017)

Saga final:

"La Cité des Clochés" Santuario (Trama)
"La Cité des Clochés" La última noche en París (Libre)
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor Suzume Mizuno » Mar Jun 23, 2015 8:12 pm

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¡Atención! Este post lo ha escrito Sombra, pero por problemas de horario no ha podido postearlo, así que lo hago yo en su lugar~


Enok, Freya, Hiro, Lyon y Saito


Maestra Nanashi... ¿Cómo ha recuperado usted su Llave Espada?

Nanashi parpadeó unos instantes dudosa cuando Saito preguntó por aquello y apartó la mirada, incómoda.

No es el momento para explicaciones, Saito. Espero que comprendas que tenemos cosas mucho más urgentes de las que preocuparnos —respondió con tosquedad mientras centraba su total atención al más mínimo movimiento que Aaron pudiese llegar a hacer.

Oh, ¿por qué no ibas a explicarle cómo recuperaste tu Llave Espada Nanashi? Tu aprendiz desea saber… Desea conocimiento, ¿no es el deber de un Maestro enseñar a sus pupilos?—Aaron le dedicó una sonrisa amable, casi con algo de ternura—. ¿Por qué no les cuentas que se la has robado al Guía y que éste como castigo me liberó para poder moverme con libertad por el castillo como si fuese uno de vosotros?

>>Diles que por tu culpa moriréis todos, ¡vamos!

En ese momento, Saito disparó contra el varón una flama tenebrosa. Aaron sonrió ampliamente y levantó la palma de su mano, atrapando el hechizo y manteniéndolo sujeto.

Gracias por la comida, Saito —se burló antes de absorber la energía. El cuerpo de la reminiscencia brilló por unos instantes con un intenso tono oscuro.

Inmediatamente después, Hiro disparó tres veces con su rifle. Aaron volvió a actuar bloqueando con insultante facilidad las balas con su Llave Espada. Su velocidad era tal que casi parecía que no movía su brazo, aunque Nanashi y Hiro pudieron percibir por poco el movimiento.

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Se os ha acabado el tiempo —recordó mirando una última vez el reloj de bolsillo, el cual guardó tras unos segundos con algo de lástima—. Si tanto queréis morir que así sea... Pero no sería gracioso mataros sin más, ¿no os parece?

¡Eres un sádico! Con razón Ronin, Ryota y Awyr te mataron —gritó Nanashi—. Freya, Enok. Manteneos detrás de mí, voy a protegeros cueste lo que cueste, Saito. Cubre cualquier posible ataque que no pueda bloquear por mí misma.

Aaron la miró, divertido.

Hace un tiempo leí una serie de libros algo infantiles pero muy entretenidos. En ellos había unos hechizos muy útiles para divertirse sin tener que matar. Podría utilizarlo para siempre sobre vosotros, solo sufriríais... Aunque no prometo que vuestra cordura sobreviva.

>>¡Crucio!

Una serie de "rayos" rojos salieron disparados contra todos los que habían decidido permanecer allí. Al instante, todos pudieron notar un dolor tan intenso que desearían la muerte antes de seguir sufriendo. Era más doloroso que el que te arrancasen las uñas, más que el que te despellejen vivo o te quemen en una hoguera. Muchísimo más que ser apuñalado mil veces con dagas sin afilar al rojo vivo. Aquel dolor indescriptible logró sacar el mayor grito de pura desesperación a Nanashi, y probablemente a todos los demás. Y a pesar de todo, el hechizo no les estaba hiriendo, solo estaba estimulando los receptores del dolor de una manera brutal.

Aaron enseñó los dientes emocionado al ver como todos se retorcían en el suelo de dolor y dejó escapar una potente carcajada.

¡Esto es genial! —exclamó, extasiado—. No la había probado antes, simplemente estaba en un libro de fantasía. ¿No es genial que tenga esta facilidad para inventar nuevas maldiciones? —rió acercándose a Lyon y agachándose a su lado sin dejar de lanzar aquel horrible maleficio.

Lyon notó como el hombre le agarraba del cabello obligándole a ponerse de pie y lo arrastró unos metros consigo.

Oh… Si quisieras tú y yo podríamos ser muy buenos amigos —Aaron se aproximó a su oído y le susurró para que solo él escuchase—. Se me ocurre que si matas a Nanashi pueda dejarte escapar a ti…

Tras eso, lanzó a Lyon junto a los demás como si hubiese cambiado repentinamente de opinión y detuvo el ataque mágico. Observó a todos esperando a que se repusieran. Podían atacarle si lo deseaban, se limitaría a esquivar absolutamente todo. Por algún motivo podrían ver en su mirada como sus ojos se le iluminaban. Aquel era el brillo de la malicia. Parecía que acababa de tener una idea más, una incluso peor que la que había propuesto a Lyon momentos antes.

¿Sabéis? Puedo perdonar vuestras vidas y dejaros avanzar si hacéis un pacto conmigo.—Les lanzó una enigmática sonrisa—. Deberéis ser mis esclavos para siempre. Si os ordeno matar a vuestros seres queridos lo haréis, si os ordeno que os muráis os suicidáis... Ya sabéis como funciona esto. ¿no?

Hubo un silencio de varios segundos cuando de pronto del suelo bajo Aaron surgieron numerosas y afiladas estalagmitas de cristal que le infligieron varias heridas superficiales. El sádico dio un salto con una voltereta hacia atrás el tiempo justo para evitar ser aplastado por el techo, que cayó sobre él, destrozando una gran parte de la estancia.

Ya te echaba de menos... Rayim —murmuró Aaron, que había quedado oculto por la nube de polvo que se había levantado.

Yo a ti no, bastardo.

¿¡B-bastardo!? —gritó furioso—. ¿¡Cómo osas llamarme eso!? ¡¡¡YO NO SOY NINGÚN BASTARDO!!! —Aaron se llevó una mano a los labios, soltó una risita, y se calmó—.Pero está bien, ¿de acuerdo? No me he ofendido. Simplemente te arrancaré las entrañas a ti el primero. Corromperé tu alma y haré que caigas en la oscuridad... Aunque como eres el "Alma Inquebrantable" supongo que la única forma de que caigas en la oscuridad es dejándote sin ojos, así solo verás las tinieblas, ¿verdad?

En ese momento del suelo surgió en forma de arena un enorme hombre que recobró su aspecto humano rápidamente. Se trataba de un varón de unos treinta y muchos años, de tez morena y cabello castaño y revoltoso. Llevaba puesta una pañoleta y prendas de un estilo que podrían llegar a recordarles a las que vestían en Agrabah.

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¿Estáis bien? —preguntó el hombre mientras materializaba una imponente y enorme Llave Espada que era incluso más grande que él. Tras unos momentos, en los que intercambió miradas con Enok, Freya y Hiro se encaró a Aaron—. Te cobraste la vida de la mayor parte de los miembros de Tierra de Partida solamente porque querías divertirte con ellos. Corrompiste la pureza de sus corazones, arrancaste un ojo a mi aprendiz Ronin y eso te saldrá muy caro. Incluso aunque ya he muerto, me encantaría partirte la cara y eliminarte de este Castillo.

>>Sabía que jamás deberíamos haber confiado en ti. Que no eras más que un desequilibrado, pero fuimos tan ciegos... No pude decirte esto antes de ensartarte con mi llave espada. Pero incluso en mi lecho de muerte te odié, volver a enfrentarme a ti es algo que deseo con todo mi ser, e incluso matándote cien veces no me sentiré satisfecho.

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¿Siempre hablas tanto? Me aburres —bostezó—. Hicieron falta dos maestros y un aprendiz que estaba cerca de convertirse en uno para que me derrotárais. A mí, a un solo hombre. ¿Qué te hace pensar que podréis derrotarme vosotros?

Que Zephyr está de nuestro lado —contestó convencido.

Pero el Guía no, y hasta donde yo sé. La entidad “suprema” de este castillo es su voluntad.

¡Ragnarok! —El antiguo Maestro alzó su llave espada hacia el cielo y al instante una enorme espada de al menos siete metros de alto y dos de ancho se precipitó desde el techo materializandose por arte de magia. La espada pilló desprevenido al loco, que solo pudo interponer su propia llave espada en la trayectoria del ataque antes de ser aplastado sin ninguna clase de piedad.

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Aaron lanzó una fuerte carcajada a la par que gritaba de dolor mientras la espada se desvanecía tras soltar una explosión de energía que podría haber matado a cualquier persona normal, ¿acaso le divertía estar sufriendo?

¡Es el momento, atacad! No lograremos vencerle tan fácilmente, pero al menos vamos a debilitarle. ¡Inukai! —llamó Rayim al aprendiz híbrido—. Prepara tu mejor munición y cubre nuestra retaguardia, eres el mejor en ese campo aquí ahora mismo.

Todos verían que el cuerpo de Aaron tenía graves heridas que se estaban recubriendo por una especie de masa de oscuridad y se movía hacia ellos despacio y con cierta dificultad. Ya no podía reaccionar con la velocidad de antes, por lo que si eran rápidos y se compenetraban bien podrían dañarlo lo suficiente. como para dejarlo incapacitado un buen rato.

Y, ante todo, Aaron parecía alguien a quien le gustaba hablar, hablar y hablar. Ser el centro de atención. ¿Podría desvelar por sí mismo su debilidad? ¿O quizás ya la habían contemplado, gracias a Rayim?



****
Simbad


Lo último que vio Simbad de sus compañeros antes de atravesar el umbral de la puerta fue como Hiro y Saito iniciaban sus ataques contra Aaron.

El aprendiz pudo respirar aliviado, ¡estaba a salvo! Podía continuar y alcanzar la mitad de la llave. Podía sentir que no estaba demasiado lejos de ella, ¿tanto habían avanzado?

Pronto, la tranquilidad que pudo haber sentido se vino abajo cuando un escalofrío recorrió su espina dorsal. El lugar donde estaba ahora no tenía nada que ver con las lisas paredes, ya fueran blancas y puras o negras como el carbón… Aquel lugar era completamente distinto, casi como si aquella estancia no perteneciese al Castillo del Olvido.

Aquel pasillo era corto, no tenía más que diez metros de largo. Las paredes y el techo estaban hechos en piedra, piedras descuidadas y llenas de musgo. El suelo, un tanto accidentado estaba cubierto de charcos de goteras que caían del techo y al fondo podía ver unas cadenas negras típicas de las cárceles medievales, como las de su mundo.

El aprendiz pudo escuchar el sonido de unas cadenas arrastrándose por el suelo lentamente.

Simbad solo podía avanzar, por lo que tarde o temprano tendría que ver lo que había allí… Y lo que vio no fue para nada agradable.

Aquel lugar era una sala de tortura. Había instrumentos de todo tipo, todos ellos hechos expresamente para hacer daño. Desde un toro de Falaris hasta una cama llena de clavos oxidados. Lo peor era ver que aquel lugar estaba siendo utilizado: la cama de clavos estaba llena de sangre reseca y bajo la vaca metálica había los restos de una hoguera. No hacía falta ser un genio para saber como funcionaba aquel “toro”. También había una mesa con otros objetos tan horribles como los anteriores, pero a menor escala. Casi era mejor no saber para qué servían.

Toda aquella cámara de torturas estaba a oscuras, pero el aprendiz podría ver gracias a una única antorcha encendida de la que podría disponer para guiarse. Una vez se internase un poco vería que en lo más profundo de la cámara había una celda. Dentro de ella; una persona desnuda, llena de horribles heridas que iban desde cortes a quemaduras, de cabello blanco y ojos dorados miraba con ojos cansados al aprendiz. De haberlo visto en circunstancias normales, Simbad habría conocido a un joven Maestro de la Llave Espada atractivo, en la plenitud de la vida. En aquella situación resultaba irreconocible.

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¿Eres el ángel de la muerte que por fin ha llegado a mí? —preguntó con un tono débil, pero muy educado—. ¿O tal vez Aaron ha conseguido a alguien que se manche las manos por él? Pase lo que pase no hablaré, nunca revelaré la ubicación del Guardián.

>>Me da igual que vuelvan a cortarme cachito a cachito y luego que me recostruyan con magia, que me quemen vivo… Resistiré, jamás daré información tan valiosa a un ser tan vil y rastrero.


Simbad podía contestar con una negativa si así lo quería, en cuyo caso los ojos del hombre brillarían con un toque de esperanza.

Te creo, aunque no sé explicar por qué. Quizás porque me queda poco tiempo… Ya noto cómo la Parca llama a mi puerta. —Una sonrisa triste se dibujó en su rostro—. Ojalá nunca hubiésemos confiado en él. Se le entregó una Llave Espada cuando era un niño, se le entrenó desde el mismo día en que pudo empezar a caminar. Sin darnos cuenta habíamos creado al portador más poderoso de nuestra generación, pero esa fuerza solo era una forma de ocultar su debilidad. Creía que podía entenderle, cambiarle… Pero mis intentos empezaron demasiado tarde. Todo estuvo siempre en su contra desde la muerte de su padre, quizás eso fue el principio del fin, lo que le corrompió.

>>Sé que soy solo un recuerdo condenado a revivir esta tortura tan horrible antes de perecer por toda la eternidad, como si estuviese atrapado en un bucle sin fin. Por eso, antes de morir, de que este recuerdo se desmorone… Contestaré tus preguntas. Quizás os sirvan a ti y a tus compañeros para hacerle frente.



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Saito
VIT: 50/50
PH: 22/22

Lyon
VIT: 17/20
PH: 4/8

Simbad
VIT: 20/24
PH: 14/22

Freya
VIT: 24/28
PH: 8/16

Enok
VIT: 32/36
PH: 20/22


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Ausencias:
-Mario51y1 II (I Justificada)
-CrystalWing II (I Justificada)
-Sheldon I
-xXOrbOOkXx I (Justificada)



Fecha límite: domingo 28 de junio a las 23:59
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¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor Marioxulo » Sab Jun 27, 2015 5:52 pm

Maestra Nanashi... ¿Cómo ha recuperado usted su Llave Espada?

El comentario de Saito me sacó de mis pensamientos. Aun estaba pensando en porque diablos Aaron estaba allí, y lo más importante de todo, de porque intentaba matarnos. ¿De que cojones iba eso? Hace nada nos había dado a Saito y a mi un arma, y un rato después intentaba matarnos. Aquello no tenía ningún sentido.

No es el momento para explicaciones, Saito. Espero que comprendas que tenemos cosas mucho más urgentes de las que preocuparnos —respondió, mas centrada en ver que hacía Aaron que en lo que nosotros decíamos.

Oh, ¿por qué no ibas a explicarle cómo recuperaste tu Llave Espada Nanashi? Tu aprendiz desea saber… Desea conocimiento, ¿no es el deber de un Maestro enseñar a sus pupilos? —Aaron le dedicó una sonrisa, llena de cinismo—. ¿Por qué no les cuentas que se la has robado al Guía y que éste como castigo me liberó para poder moverme con libertad por el castillo como si fuese uno de vosotros?

>>Diles que por tu culpa moriréis todos, ¡vamos!

¿Va en serio? ¿Nanashi ha hecho eso? No podía ser verdad, tenía que estar mintiendo.

En aquel momento Saito disparó una de sus flamas tenebrosas contra Aaron. Este, sin apenas darle importancia, levantó la mano y lo atrapó, como si de una pelota se tratase.

Gracias por la comida, Saito —dijo, antes de absorber el hechizo por completo.

Hiro le disparó con su rifle, pero este las detuvo con su Llave Espada. O eso es lo que se podía pensar, porque parecía que no movía su brazo. Se movía tan rápido que no lograba ver como las desviaba. Era endiabladamente rápido. Aun así, no me iba a mover, no iba a abandonar a mis compañeros.

Se os ha acabado el tiempo. Si tanto queréis morir que así sea... Pero no sería gracioso mataros sin más, ¿no os parece?

¡Eres un sádico! Con razón Ronin, Ryota y Awyr te mataron —gritó Nanashi—. Freya, Enok. Manteneos detrás de mí, voy a protegeros cueste lo que cueste, Saito. Cubre cualquier posible ataque que no pueda bloquear por mí misma.

Aaron la miró, divertido.

Hace un tiempo leí una serie de libros algo infantiles pero muy entretenidos. En ellos había unos hechizos muy útiles para divertirse sin tener que matar. Podría utilizarlo para siempre sobre vosotros, solo sufriríais... Aunque no prometo que vuestra cordura sobreviva.

>>¡Crucio!

Al instante, unos rayos rojos salieron disparados contra todos nosotros, y nada más golpearme, pude sentir como un increíble dolor recorría todo mi cuerpo, haciendo que cayese al suelo, retorciéndome de dolor y gritando de agonía. Imagino que mis compañeros sintieron lo mismo, porque no podía concentrarme en nada más que en el dolor.

Aaron, vislumbrando aquel macabro espectáculo, estallo con una carcajada.

¡Esto es genial! No la había probado antes, simplemente estaba en un libro de fantasía. ¿No es genial que tenga esta facilidad para inventar nuevas maldiciones? —rió mientras se acercaba a mi manteniendo su hechizo.

Aaron me agarró del cabello, obligándome a ponerme de pie, y me alejó de mis compañeros, todo esto mientras aquel horrible dolor seguía recorriendo mi cuerpo.

Oh… Si quisieras tú y yo podríamos ser muy buenos amigos —se acercó a mi oído, para que solo yo pudiera oirle—. Se me ocurre que si matas a Nanashi pueda dejarte escapar a ti…

Comeme… Los huev-

Antes de que pudiese terminar la frase me lanzó de nuevo con mis compañeros, y aquél dolor se desvaneció de mi cuerpo. Jadeando, logré levantarme apoyándome en mi Espada. Vi a mis compañeros levantándose también, y luego me fijé en aquel bastardo, que tenía cierto brillo en sus ojos. Algo malo se le estaba pasando por la mente.

¿Sabéis? Puedo perdonar vuestras vidas y dejaros avanzar si hacéis un pacto conmigo.—nos dijo sonriéndonos—. Deberéis ser mis esclavos para siempre. Si os ordeno matar a vuestros seres queridos lo haréis, si os ordeno que os muráis os suicidáis... Ya sabéis como funciona esto. ¿no?

Estaba jugando con nosotros, y sin duda alguna le encantaba. Sin embargo, tras unos instantes, del suelo surgieron unas estalagmitas de cristal, causándole heridas, pero este saltó hacia atrás justo a tiempo para evitar que el techo le cayese encima. La onda expansiva casi logra tirarme al suelo, pero pude aguantar de pie.

Ya te echaba de menos... Rayim —murmuró Aaron, oculto en la nube de polvo que se había levantado.

Yo a ti no, bastardo.

¿¡B-bastardo!? —gritó furioso—. ¿¡Cómo osas llamarme eso!? ¡¡¡YO NO SOY NINGÚN BASTARDO!!! —Aaron se llevó una mano a los labios, y logró calmarse—. Pero está bien, ¿de acuerdo? No me he ofendido. Simplemente te arrancaré las entrañas a ti el primero. Corromperé tu alma y haré que caigas en la oscuridad... Aunque como eres el "Alma Inquebrantable" supongo que la única forma de que caigas en la oscuridad es dejándote sin ojos, así solo verás las tinieblas, ¿verdad?

Del suelo surgió una montaña de arena, que al poco cobró forma de humano. Se trataba de un hombre de unos treinta años, de tez morena y cabello oscuro, y prendas algo extrañas.

¿Estáis bien? —preguntó mientras invocaba su Llave Espada. Esta era de un tamaño inmenso, más grande inlcuso que el mismo. Volvió a mirar a Aaron—. Te cobraste la vida de la mayor parte de los miembros de Tierra de Partida solamente porque querías divertirte con ellos. Corrompiste la pureza de sus corazones, arrancaste un ojo a mi aprendiz Ronin y eso te saldrá muy caro. Incluso aunque ya he muerto, me encantaría partirte la cara y eliminarte de este Castillo.

>>Sabía que jamás deberíamos haber confiado en ti. Que no eras más que un desequilibrado, pero fuimos tan ciegos... No pude decirte esto antes de ensartarte con mi llave espada. Pero incluso en mi lecho de muerte te odié, volver a enfrentarme a ti es algo que deseo con todo mi ser, e incluso matándote cien veces no me sentiré satisfecho.


¿Siempre hablas tanto? Me aburres —bostezó—. Hicieron falta dos maestros y un aprendiz que estaba cerca de convertirse en uno para que me derrotárais. A mí, a un solo hombre. ¿Qué te hace pensar que podréis derrotarme vosotros?

Que Zephyr está de nuestro lado —contestó convencido.

Pero el Guía no, y hasta donde yo sé. La entidad “suprema” de este castillo es su voluntad.

¡Ragnarok!

Alzó su Llave espada al cielo, y al instante una enorme llave espada cayó sobre Aaron, que no tuvo tiempo a reaccionar. Tras ser aplastado por esta, explotó de una forma increíble. ¿Este era el poder de un Maestro? Tenía mucho que mejorar, de eso no había duda.

Mientras tanto Aaron no dejaba de reírse, del mismo modo que gritaba de dolor. Parecía que el dolor le estaba divirtiendo. Aquel tío no era humano. Era un monstruo, y había que acabar con el, y teníamos que aprovechar este momento, que estaba herido por el ataque del Maestro.

Aquel hombre, Zephyr, parecía que me había leído la mente, porque justo dijo lo mismo

¡Es el momento, atacad! No lograremos vencerle tan fácilmente, pero al menos vamos a debilitarle. ¡Inukai! —llamó Rayim al chico del fusil—. Prepara tu mejor munición y cubre nuestra retaguardia, eres el mejor en ese campo aquí ahora mismo.

Mientras, Aaron, que había logrado levantarse, se acercaba a nosotros. Estaba muy herido, y parecía que le costaba acercarse a nosotros, pero lo impresionante era que había logrado sobrevivir a la explosión, a pesar de la condición en la que estaba. Teníamos que aprovechar ahora.

Tiene razón —les dije a mis compañeros—. Es ahora o nunca, tenemos que aprovechar que está debilitado.

Entonces tuve una idea. Parecía que los comentarios que antes Rayim le dijo lograron hacer que le distrajesen. Tenía que intentar hacer lo mismo, así mis compañeros tendrían una oportunidad para atacar.

Voy a intentar algo —les dije—. Intentaré distraerle, aprovechad entonces para atacar. Saito, aprovecha para atacar con el resto.

Caminé lentamente hacia Aaron, que seguía su camino hacia nosotros sin detenerse.

Te veo un poco jodido, Aaron. ¿Seguro que no deberías detenerte y descansar un poco? No parece que puedas moverte mucho más. Y no parece que sigas siendo tan rápido. A ver si es verdad.

Entonces me acerqué para intentar golpearle con mi espada. Pero mi objetivo no era llegar a darle: quería que bloquease mi espada, para entonces aprovechar y ponerme detrás de el, y si no podía, al menos a un lado, de tal manera que se centrase en mi y no en mis compañeros.

Definitivamente estás en la mierda. Pobrecillo. Uno de los grandes aprendices que ha habido, derrotado por un grupo de aprendices novatos. ¿De verdad necesitaron tanta gente para derrotarte? —le miré fíjamente a los ojos—. Te has oxidado, bastardo.

Esperaba que esto hubiese afectado a Aaron, así que me preparé para recibir su golpe. Si no había funcionado, me encontraba en una posición algo ventajosa, así que aprovecharía para atacarle.
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor xXOrbOOkXx » Dom Jun 28, 2015 4:54 pm

Tenía que ir a por la Llave. Mentiría si dijera que no estaba tendu como una cuerda, o algo peor. Caminaba rápido, decidido a acabar con todo aquello, mis compañeros se habían quedado, no iba a malgastar el tiempo que me quedase a solas en aquel pasillo.

Pero algo me distrajo mientras andaba. Eran las propias paredes, que no eran del blanco al que estaba acostumbrado. Ni si quiera el pasillo era tan largo como los otros. Charcos goteras y las cadenas negras al final del pasillo me hicieron tragar saliva, que pasó casi sólida por mi garganta. Parecía... como si hubiera vuelto a mi Mundo de origen.

Algo me hizo detenerme. Oí el sonido de cadenas, como los presos que se arrastran por el suelo, incapaces de levantarse. Respiré profundamente y seguí avanzado. Tenía que encontrarla.

Cuando llegué al final, me pregunté si estaba delirando. Los había visto de pasada, alguna que otra vez que me había colado en la iglesia para explorar cuando aún era un muchacho. La imagen de los pinchos, las máquinas dispuestas en fila, el olor a sangre seca, a pelo quemado, la humedad en las rocas oscuras. Me habían advertido que no me escapara, que no viera las atrocidades de la Inquisición, y yo desobedecí por curiosidad. Aquello no fue muy diferente.

Aquella vez, por suerte había una antorcha. Me guié en la cámara, y escuché algo que provenía de una celda del fondo. Al entrar con suma precaución, me encontré con un hombre... o con lo que quedaba de él. Estaba desnudo, con múltiples cicatrices, quemaduras, ojos dorados que me recordaron a algo. Me tensé al instante y retrocedí un poco, lo justo para salir de prisa si era una trampa y se cerraba la puerta.

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¿Eres el ángel de la muerte que por fin ha llegado a mí? —preguntó. ¿Se creía que yo era la muerte? Qué honor—. ¿O tal vez Aaron ha conseguido a alguien que se manche las manos por él? Pase lo que pase no hablaré, nunca revelaré la ubicación del Guardián.

>>Me da igual que vuelvan a cortarme cachito a cachito y luego que me recostruyan con magia, que me quemen vivo… Resistiré, jamás daré información tan valiosa a un ser tan vil y rastrero.


¿El Guardián? ¿De qué estaba hablando? Y más importante...

Te equivocas, no soy un enviado, y menos de Aaron.

Te creo, aunque no sé explicar por qué. Quizás porque me queda poco tiempo… Ya noto cómo la Parca llama a mi puerta. —No creí que fuera a funcionar—. Ojalá nunca hubiésemos confiado en él. Se le entregó una Llave Espada cuando era un niño, se le entrenó desde el mismo día en que pudo empezar a caminar. Sin darnos cuenta habíamos creado al portador más poderoso de nuestra generación, pero esa fuerza solo era una forma de ocultar su debilidad. Creía que podía entenderle, cambiarle… Pero mis intentos empezaron demasiado tarde. Todo estuvo siempre en su contra desde la muerte de su padre, quizás eso fue el principio del fin, lo que le corrompió.

Pensé en Bavol. Él también era un niño, y sin embargo, no iba a acabar como tal. Vi la luz en sus ojos incorruptibles. Lo sabía. Conocía a mi hermano.

>>Sé que soy solo un recuerdo condenado a revivir esta tortura tan horrible antes de perecer por toda la eternidad, como si estuviese atrapado en un bucle sin fin. Por eso, antes de morir, de que este recuerdo se desmorone… Contestaré tus preguntas. Quizás os sirvan a ti y a tus compañeros para hacerle frente.


Abrí los ojos. Preguntas. Tenía tantísimas, que me puse a hablar atropelladamente, como si no tuviera más tiempo. Y quizás fuera verdad.

Está bien contesta concisamente, no tengo tiempo —respondí rápidamente—. ¿Cómo derrotamos a Aaron, tiene algún punto débil? Si así es ¿de cuál se trata? ¿Qué pasará si lo derrotamos?

>>¿Qué es el Guardián del que hablabas antes, por qué es tan importante? Yo he venido buscando la mitad de una Llave que nos ayudará a escapar de este Castillo ¿está relacionado con eso?; ¿Sabes dónde está el objeto del que te hablo, sabes si está protegida por alguna prueba o ente malévolo? Si es así, ¿cómo puedo derrotarlo o resolver la prueba? ¿Hay otra forma de escapar de este Castillo?

>>¿Cómo... cómo te llamas? ¿Qué te paso? ¿Qué es exactamente el Castillo del Olvido y por qué te trituraron torturaron?


Paré para respirar. Si me indicaba la puerta que me conduciría hacia la Llave (que no notaba tan lejana) marcharía sin demora, a pesar de las pruebas que pudiera encontrarme. Por otra parte, en el caso contrario, si podía, volvería a la prueba anterior para luchar junto con los que había dejado atrás, me hubiera dado la respuesta perteneciente a Aaron o no. Esperé que con todas esas cuestiones fueran suficientes.

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Y esto es lo que pasa cuando a Simbad le das para que pregunte. Es como un niño curioso.
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor H.S Sora » Dom Jun 28, 2015 10:23 pm

Durante unos instantes temí lo peor; ¿y si la persona que estaba delante de nosotros fingía protegernos? ¿Y si solo había resultado ser otro truco del Castillo para que cayésemos directamente en las manos del perturbado que teníamos delante?

No es el momento para explicaciones, Saito. Espero que comprendas que tenemos cosas mucho más urgentes de las que preocuparnos—Asentí, con algo de resignación.

La Maestra había respondido tajante frente a aquel asunto, desviando incluso su mirada de mí. A pesar de que me creía bastante que fuese la verdadera Maestra Nanashi — podía habernos dejado morir con el castigo anterior del Guía — algo muy arraigado a mi interior me decía que por algún motivo trataba de evadir aquella pregunta.

Oh, ¿por qué no ibas a explicarle cómo recuperaste tu Llave Espada Nanashi? —Aaron acababa de intervenir, lo miré con desconfianza— Tu aprendiz desea saber… Desea conocimiento, ¿no es el deber de un Maestro enseñar a sus pupilos?—Entonces aquel maldito sonrió, pero lejos de parecerme agradable sentí una total repugnancia hacia él.—. ¿Por qué no les cuentas que se la has robado al Guía y que éste como castigo me liberó para poder moverme con libertad por el castillo como si fuese uno de vosotros?

Miré a la Maestra Nanashi, con un claro terror asomando en mi mirada. ¿De verdad había hecho eso? ¿Nos había puesto en peligro de aquella manera?... Entendía que necesitase su Llave Espada para poder pelear, pero aquello no podía ser cierto. Aunque si así era, seguramente Nanashi no sabía que era lo que sucedería cuando lograse recuperar su Llave Espada, sino dudaba que se hubiese arriesgado a liberar a tal monstruo; y a pesar de todo, podía habernos vendido a cambio de llegar a su objetivo, pero había preferido protegernos con la vida si hacía falta.

No pensaba cuestionar su decisión, puesto que todavía yo era capaz de sentir el vacío provocado por la ausencia de mi arma y no llevaba probablemente ni la mitad de tiempo que ella portándola. Recuperarla había resultado una prioridad, a pesar de que el coste en aquel caso había resultado ser el tener la presencia de aquel perturbado con intenciones poco amistosas.

>>Diles que por tu culpa moriréis todos, ¡vamos!

Suficiente cháchara.

Acababa de disparar una Flama Tenebrosa contra aquel homicida, pero ni se había molestado en esquivarla o recibirla; bueno, la había recibido cogiendo aquel ataque con una de sus manos mientras lo mantenía “atrapado” allí.

Gracias por la comida, Saito —alcé una ceja, confuso por sus palabras.

Pero instantes después había devorado mi ataque, su energía o lo que fuese. El cuerpo de la reminiscencia de Aaron empezó a brillar. ¡Aquel cabrón se acababa de comer un ataque mágico como si nada! ¿Acaso haría igual con toda la magia, o solo con la de tipo Oscuridad? No podía arriesgarme a volver a comprobarlo, pero de ser este último caso, andaba algo escaso en otra clase de magias diferentes a mi propia afinidad.

Tras aquello el chico perruno disparó con una extraña arma a Aaron, cuyas balas parecieron impactar en el varón... o eso me había creído, hasta que pude percatarme de que no se encontraba herido en absoluto. O absorbía las balas también, o aquel sádico tenía una velocidad demasiada asombrosa como para que pudiésemos llegar a darle ni por casualidad.

Se os ha acabado el tiempo —su mirada se remontó al reloj que había utilizado antes para advertirnos del tiempo que teníamos para huir.

Nadie le había hecho caso a excepción de Simbad, que había dicho que iría a por la Llave ya que alguien tenía que hacerlo. A pesar de tener razón, tenía en cuenta que el hecho de que uno solo de nosotros no estuviese podía resultar realmente fatal para la batalla que estaba a punto de dar comienzo. Batalla o masacre, según la positividad de al que le preguntases.

Por lo que acababa de ver, ni tan solo quería pensar en como podríamos llegar a dañar a tal criatura si primero debíamos protegernos de sus ataques.

Si tanto queréis morir que así sea... —añadió.— Pero no sería gracioso mataros sin más, ¿no os parece?

¡Eres un sádico! —empezó a gritar Nanashi— Con razón Ronin, Ryota y Awyr te mataron —Me quedé mirándola de soslayo durante un breve instante. ¿El Maestro Ryota se había enfrentado a ESO que teníamos delante y había salido vivo para contarlo?—. Freya, Enok. Manteneos detrás de mí, voy a protegeros cueste lo que cueste, Saito. Cubre cualquier posible ataque que no pueda bloquear por mí misma.

Así lo haré, Maestra Nanashi —dije mientras blandía mi espada en posición defensiva al lado de ella y clavaba mi mirada en el enemigo que teníamos delante.

No podía dejar pasar un ataque que se dirigiese al resto de mis compañeros. Era un combate real y no podía fallar. No si quería mantener a mis compañeros con vida.

La única respuesta de aquel perturbado fue sonreír, pero a pesar de eso mis nervios se tensaron como cuerdas. Un solo instante bastaba como para que pudiese lanzar un feroz ataque, y todavía no sabía la fuerza que aquella reminiscencia poseía.

Hace un tiempo leí una serie de libros algo infantiles pero muy entretenidos. En ellos había unos hechizos muy útiles para divertirse sin tener que matar. Podría utilizarlo para siempre sobre vosotros, solo sufriríais... Aunque no prometo que vuestra cordura sobreviva.

El sudor empezó a resbalar, mientras trataba de prepararme para el primer hechizo que Aaron tenía pensado lanzarnos. Tenía que evitar que acertasen sobre mis compañeros, aunque aquello significase tener que recibirlos en carne y hueso.

>>¡Crucio!

Cuando me dispuse a tratar de bloquear el hechizo, este se había dividido en tantas partes como personas había en la sala dejándome en blanco durante un instante. Y a pesar de haber tratado de interponer mi espada e incluso mi cuerpo para bloquearlo, supe que había fracasado al notar impactar tan solo uno de aquellos rayos rojos sobre mí.

Los ojos se me abrieron como platos y las rodillas me fallaron apenas cinco segundos después de que Aaron hubiese formulado aquel hechizo “nuevo”, y no tuve más opción que dejarme caer sobre aquel suelo blanco: primero con las manos colocadas de tal forma que parecía tratar de levantarme, pero finalmente resulté abatido y tuve que dejarme caer, golpeando mi cabeza también.

Notaba como si algo se revolviese por el interior de mi cuerpo, algo que me hacía sentir un dolor inimaginable. Era peor que cualquier dolor que hubiese sentido antes; peor que si me hubiesen empezado a sacar el corazón una y otra vez. Peor que si hubiesen decidido romper y destruir cada parte de mi cuerpo de forma lenta y dolorosa. Peor que si hubiesen prendido fuego en vida para luego apagarlo y volverme a incendiar al cabo de poco.

Peor que si hubiesen matado a cada una de las personas que me importaban delante de mis ojos, sin yo poder hacer nada, y lo empezasen a rebobinar hasta el fin.

Pero al sacar las pocas fuerzas que me quedaban para contemplar que me estaba pasando, ahogué un grito de exclamación al ver que mi cuerpo estaba completamente ileso. ¿Entonces, por qué seguía sintiendo aquello? No pude llegar a gritar, al contrario de como me había parecido que lo había hecho Nanashi — o quizá aquel dolor ya estaba causándome estragos en la mente — solo dejar escapar un ruido más propio de un animal que de una persona.

¿Por qué...? ¿Por qué... yo...?

Lo qué si hice, fue empezar a llorar, desesperado, mientras mi alrededor se volvía confuso y difuso; era como si no pudiese interceptar nada más que aquella brutal agonía que padecía. ¿Y acaso me había parecido escuchar a Aaron decir antes que aquello no mataba? ¿Qué podía hacernos sentir dicha sensación de manera eterna?

Sollocé más aún, apretando los dientes y deseando que me matase antes que continuar jugando conmigo de aquella manera.

¡Esto es genial! —Intenté dirigir mi atención hacia aquel monstruo, el cual se regocijaba a carcajadas de todo aquello—. No la había probado antes, simplemente estaba en un libro de fantasía. ¿No es genial que tenga esta facilidad para inventar nuevas maldiciones? —se acercó entonces a Lyon.

Traté de estirar mi mano para alcanzar a mi compañero, pero resultó completamente inútil. Era incapaz de ponerme en pie, y apenas era capaz de moverme. La desolación empezó a inundarme, todos estábamos impotentes frente a Aaron, y yo que había querido protegerles no había hecho más que dejar que cayesen conmigo.

Ni tan solo escuché que quería Aaron de aquel chico de Tierra de Partida, solo me percaté de que aparentemente se lo había llevado y ahora lo había vuelto a arrojar contra nosotros, devolviéndonoslo. Y entonces, aquel hechizo cesó, liberándome de todas aquello que había pensado que iba a acabar conmigo y con el resto de mis compañeros. ¿Pero por qué lo había hecho?

Me sequé los ojos, y ayudado de la espada que tenía, me volví a poner en pie tal y como estaban haciendo el resto de mis compañeros. Una vez lo hice, pude volver a mirar con odio y miedo a los ojos de aquel cínico que se encontraba frente a nosotros; portaba una mirada que no me gustaba en absoluto, puesto que probablemente significaría que había encontrado una manera de diversión aún más retorcida que la que nos acababa de mostrar.

Y aquello sería indudablemente terrible para nosotros.

¿Sabéis? Puedo perdonar vuestras vidas y dejaros avanzar si hacéis un pacto conmigo.—¿Qué clase de pacto querría un demonio como ese?—. Deberéis ser mis esclavos para siempre. Si os ordeno matar a vuestros seres queridos lo haréis, si os ordeno que os muráis os suicidáis... Ya sabéis como funciona esto. ¿no?

Y una mierda... antes me mataré que pertenecer a un cabrón como tú. O mejor dicho, antes te mataremos que acceder a obedecerte.

Me disponía a preguntarle a Nanashi que hacer ahora, alguna estrategia o algo que nos permitiese por lo menos dejar inconsciente a semejante monstruo para poder huir. Pero nada de eso sucedió, porque cuando me dispuse a abrir la boca algo atacó a Aaron el cual resultó dañado por una especie de “estacas” de cristal que habían aparecido de la nada. Por desgracia, el varón saltó a tiempo para evitar que el techo se le derrumbase encima. ¿Había sido Nanashi con alguna habilidad nueva, o alguien había decidido ayudarnos? ¿Pero quién?

Entonces me pareció que Aaron, escondido bajo un manto de polvo, murmuraba el nombre de Rayim. ¿Qué pintaba el ex Maestro de Ronin en todo aquello? Según sabía llevaba muerto bastante tiempo.

Yo a ti no, bastardo.

Miré a mi alrededor, buscando el origen de aquella voz. ¿Quién había dicho eso?

¿¡B-bastardo!? —Aaron pareció enervarse ante aquel insulto—. ¿¡Cómo osas llamarme eso!? ¡¡¡YO NO SOY NINGÚN BASTARDO!!! —El lunático se llevó una mano a la boca para reír y finalmente relajarse—.Pero está bien, ¿de acuerdo? No me he ofendido. Simplemente te arrancaré las entrañas a ti el primero. Corromperé tu alma y haré que caigas en la oscuridad...

Seguí buscando a la persona con quién hablaba nuestro por ahora captor, pero ahí no había nadie más que nosotros. ¿Acaso había enloquecido del todo y mostraba rasgos como una bipolaridad así, de manera espontanea? Fuese lo que fuese, era nuestra oportunidad de escapar.

>>Aunque como eres el "Alma Inquebrantable" supongo que la única forma de que caigas en la oscuridad es dejándote sin ojos, así solo verás las tinieblas, ¿verdad?

Antes de que alguno de nosotros pudiese comentar, del suelo surgió una enorme figura arenosa con apariencia humana. En cuanto recobró su verdadero aspecto, no tardé en reconocerle: se trataba de Rayim, el poderoso Maestro de Tierra de Partida al que había tenido el honor de ver en más de una ocasión. En todas había mostrado la misma apariencia adulta y fuerte que ahora y de la misma manera, su vestuario continuaba siendo el mismo que entonces.

Pero el caso era que su aparición podría llegar a salvarnos si el hombre venía con las intenciones que había parecido tener, quizá incluso había sido él quién había atacado a Aaron para defendernos. ¿Pero cómo había llegado hasta nosotros?

¿Estáis bien?

No respondí a su pregunta, pero nos había salvado por lo que asentí a duras penas. Era mejor qué seguir sufriendo cualquiera que fuese el siguiente experimento que nos tenía preparado Aaron. Por su parte Rayim materializó una Llave Espada que me dejó completamente boquiabierto debido a la magnificencia de esta. Observó a los que estábamos allí, para luego encararse con nuestro enemigo, quizá aún tuviésemos alguna oportunidad de vencerle después de todo.

Te cobraste la vida de la mayor parte de los miembros de Tierra de Partida solamente porque querías divertirte con ellos. Corrompiste la pureza de sus corazones, arrancaste un ojo a mi aprendiz Ronin y eso te saldrá muy caro. Incluso aunque ya he muerto, me encantaría partirte la cara y eliminarte de este Castillo.

>>Sabía que jamás deberíamos haber confiado en ti. Que no eras más que un desequilibrado, pero fuimos tan ciegos... No pude decirte esto antes de ensartarte con mi llave espada. Pero incluso en mi lecho de muerte te odié, volver a enfrentarme a ti es algo que deseo con todo mi ser, e incluso matándote cien veces no me sentiré satisfecho.

¿Siempre hablas tanto? Me aburres —intervino Aaron. La situación se hacía cada vez más tensa.—. Hicieron falta dos maestros y un aprendiz que estaba cerca de convertirse en uno para que me derrotárais. A mí, a un solo hombre. ¿Qué te hace pensar que podréis derrotarme vosotros?

Que Zephyr está de nuestro lado —¿Acaso no era el mago que había hecho aquel Castillo, y al que habían ido a buscar al resto de mis compañeros?

Pero el Guía no, y hasta donde yo sé. La entidad “suprema” de este castillo es su voluntad.

No acababa de comprender aquello, de la misma manera en que no entendía demasiado bien la situación acerca del Castillo del Olvido. ¿El que manejaba entonces todo lo que ocurría dentro del Castillo era el que se había presentado como el que nos “Juzgaría”? Todo aquel lugar era demasiado retorcido como para lograr atar todos los cabos con tan poca información.

Habría que salir primero para llegar a tener una mínima oportunidad de conocer lo que se cocía aquí dentro.

¡Ragnarok!

Miré atónito como del cielo caía una inmensa espada que Aaron no había tenido tiempo de bloquear y que había aplastado al maníaco sin demasiada dificultad. Tal y como había pensado, el poder ofensivo de aquel Maestro era realmente impresionante, con él a nuestro lado podíamos ganar.

Aaron de mientras gritaba de dolor mientras reía... aquel tío estaba realmente loco de remate, y su monstruosidad se demostraba por el hecho de haber podido soportar aquel espadazo y la explosión procedente de este. ¿Qué habilidades tenía realmente aquel maldito?

¡Es el momento, atacad! —asentí a Rayim, mientras agarraba mi espada con firmeza pensando en una buena estrategia— No lograremos vencerle tan fácilmente, pero al menos vamos a debilitarle. ¡Inukai! Prepara tu mejor munición y cubre nuestra retaguardia, eres el mejor en ese campo aquí ahora mismo.

Miré a Aaron, el cual a pesar de parecer herido y algo cansado avanzaba hacia nosotros mientras una masa oscura recubría las heridas que tenía el antiguo aprendiz. Teníamos que compenetrarnos, o no lograríamos nada, y la oportunidad que el Antiguo Maestro nos había ofrecido valía oro en aquel instante.

Lyon habló entonces, parecía tener un plan por la convicción de sus palabras.

Voy a intentar algo. Intentaré distraerle, aprovechad entonces para atacar. Saito, aprovecha para atacar con el resto.

Ten cuidado, ese maníaco puede esconder trucos en cualquier lado —repuse, pensando en como podía atacar a Aaron si la oscuridad parecía incluso devorarla...

Una vez Lyon se dirigió hacia nuestro objetivo, comenté al resto de mis compañeros:

Debemos atacar, pero no uséis magia, no de afín a Oscuridad al menos. Mejor procurad que sean ataques físicos sobretodo. Mucha suerte.

Dicho esto miré a la Maestra Nanashi y a Rayim, con ellos allí no podíamos perder. Costase lo que costase alcanzaríamos la salida; aunque tuviésemos que matar al más experimentado de todos los aprendices primero.

Sin más vacilación me dirigiría todo lo rápido que pudiese donde Lyon estaría tratando de distraer al enemigo. Me escondería detrás de él para que no me interceptase Aaron, hasta que estuviese lo suficientemente cerca como para poder salir por el lado derecho de mi compañero, para intentar ensartar a Aaron con la espada que tenía.

Tanto si lograba acertar y hacerle retroceder como si no, realizaría un Aturdidor con todas mis fuerzas al cuerpo de Aaron mientras le musitaba.

A ver si esta comida también te aprovecha, bastardo.

Una vez hecho el Aturdidor, trataría de realizarle algún tajo allí donde la masa oscura trataba de según suponía “sanar” sus heridas para finalmente retroceder y colocarme en guardia, esperando cualquier contraataque del perturbado que teníamos delante.

Solo esperaba que el resto de aprendices y Maestros pudiesen ayudarnos, o toda la ira de aquel ser caería sobre nosotros y dudaba mucho poder resistirle más de un asalto aunque no estuviese en plenas condiciones.

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Practicamente hasta el final no sucede ninguna acción, pero aunque creo que han quedado bastante claras las comento xD

—Saito se aprovecha de la distracción de Lyon y se "esconde" avanzando detrás de él hasta que esté suficiente cerca de Aaron.

—Trata de ensartarle con la espada y de esta manera hacerle retroceder.

—Tanto si retrocede como si no, ejecutará un Aturdidor y tratará de cortar donde tiene las heridas recubiertas por esa Oscuridad.
▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.

—Retrocede y se pone en guardia.

Un saludo y mucha suerte ^^
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor RedXIII » Dom Jun 28, 2015 10:29 pm

Explicaciones, resoluciones a dudas que no le importaban para nada al aprendiz, había entrado con la meta de ver hasta donde podía llegar y aquel hombre que se presentaba ante ellos parecía una prueba para ver si podía seguir.

Gracias por la comida, Saito — Dijo, parecía ser capaz de comer magia ¿Era eso posible?

Fuera lo que fuere lo que hizo no creyó que pudiera hacerlo con sus balas, así que rápidamente apretó su gatillo tres veces hacia su objetivo, desgraciadamente era rápido, exageradamente rápido, le costó verla pero se percató de como paró sus tres balas con la llave espada.

>>Cabrón.

Se os ha acabado el tiempo. Si tanto queréis morir que así sea... Pero no sería gracioso mataros sin más, ¿no os parece?

¡Eres un sádico! Con razón Ronin, Ryota y Awyr te mataron — ¿Un muerto viviente se había levantado de su tumba para luchar contra los aprendices? Era tan surrealista, aunque todo el castillo lo era de por si —. Freya, Enok. Manteneos detrás de mí, voy a protegeros cueste lo que cueste, Saito. Cubre cualquier posible ataque que no pueda bloquear por mí misma.

Hiro se aclaró de forma pronunciada la garganta, no le hacía mucha gracia que pasaran de el.

Hace un tiempo leí una serie de libros algo infantiles pero muy entretenidos. En ellos había unos hechizos muy útiles para divertirse sin tener que matar. Podría utilizarlo para siempre sobre vosotros, solo sufriríais... Aunque no prometo que vuestra cordura sobreviva.

>>¡Crucio!

Un rayo impactó sobre la frente de Hiro y los demás, un dolor agudo recorrió todo su cuerpo de una forma indescriptible, era tan fuerte que apenas podía aguantar las ganas de gritar, pero no lo iba a hacer, no iba a darle aquel placer al carnicero sádico que tenían delante. Sus pies apenas podían mantenerlo de pie, su espalda se curvaba, deseando que aquel dolor parase mientras sus manos se pegaban a su cabeza.

¡Esto es genial! No la había probado antes, simplemente estaba en un libro de fantasía. ¿No es genial que tenga esta facilidad para inventar nuevas maldiciones?



Y de golpe paró, el inquebrantable aprendiz se encontraba exhausto, adolorido, apoyado en su arma y sin cigarrillo en la boca. Las lágrimas no habían brotado de aquellos ojos cansados porque parecían ser incapaces de derramar una gota, pero no por falta de ellas, si no por orgullo.

¿Sabéis? Puedo perdonar vuestras vidas y dejaros avanzar si hacéis un pacto conmigo. Deberéis ser mis esclavos para siempre. Si os ordeno matar a vuestros seres queridos lo haréis, si os ordeno que os muráis os suicidáis... Ya sabéis como funciona esto. ¿no?

¿Esclavo, de un mísero bastardo como tu? Hace mucho que decidí vivir mi vida como quisiera, y no vas a ser tu quien me quite esa libertad — Se alzó con su arma agarrada con ambas manos —Un lobo como tú jamás podrá domar a un perro como yo con palabras; mi fidelidad a mi mismo es inquebrantable.

Un brillo cristalino surgió de los pies de Aaron, estalagmitas de vidrio surgieron bajo sus pies, y si no hubiera sido por el salto que dio posiblemente habría muerto.

Yo a ti no, bastardo.

Aquella voz era muy conocida para Hiro, cuando la escuchó no pudo evitar buscarla por toda la sala, recorriéndola con la vista de izquierda a derecha, de arriba a abajo, pero sin éxito, no encontraba a quien esperaba ver con ansia; a Rayim.

¿¡B-bastardo!? ¿¡Cómo osas llamarme eso!? ¡¡¡YO NO SOY NINGÚN BASTARDO!!! Pero está bien, ¿de acuerdo? No me he ofendido. Simplemente te arrancaré las entrañas a ti el primero. Corromperé tu alma y haré que caigas en la oscuridad... Aunque como eres el "Alma Inquebrantable" supongo que la única forma de que caigas en la oscuridad es dejándote sin ojos, así solo verás las tinieblas, ¿verdad?

Del suelo empezó a emanar una fuente de arena que se alzó y formó la silueta de un hombre, la cual empezó a cobrar forma, una forma familiar para Hiro.

¿Estáis bien?

Rayim...

Te cobraste la vida de la mayor parte de los miembros de Tierra de Partida solamente porque querías divertirte con ellos. Corrompiste la pureza de sus corazones, arrancaste un ojo a mi aprendiz Ronin y eso te saldrá muy caro. Incluso aunque ya he muerto, me encantaría partirte la cara y eliminarte de este Castillo.

>>Sabía que jamás deberíamos haber confiado en ti. Que no eras más que un desequilibrado, pero fuimos tan ciegos... No pude decirte esto antes de ensartarte con mi llave espada. Pero incluso en mi lecho de muerte te odié, volver a enfrentarme a ti es algo que deseo con todo mi ser, e incluso matándote cien veces no me sentiré satisfecho.

El recuerdo de las amargas palabras de Rayim susurró la distraída cabeza del aprendiz —No, nunca utilicé ese escudo, y tampoco fui capaz de protegerlos a todos. Muchos murieron por no haberme dado cuenta de lo que estaba ocurriendo. Durante mucho tiempo confundí unos viles asesinatos con unos accidentes… Pero, al menos, cuando todo fue desvelado pude proteger a alguien… De lo contrario Ronin habría perdido algo más que un ojo.

¿Siempre hablas tanto? Me aburres. Hicieron falta dos maestros y un aprendiz que estaba cerca de convertirse en uno para que me derrotárais. A mí, a un solo hombre. ¿Qué te hace pensar que podréis derrotarme vosotros?

Que Zephyr está de nuestro lado.

Pero el Guía no, y hasta donde yo sé. La entidad “suprema” de este castillo es su voluntad.

¡Ragnarok! — Un formidable ataque que acertó contra el enemigo, era sencillo pero a la vez devastador.

¡Es el momento, atacad! No lograremos vencerle tan fácilmente, pero al menos vamos a debilitarle. ¡Inukai! — el aprendiz se sorprendió —. Prepara tu mejor munición y cubre nuestra retaguardia, eres el mejor en ese campo aquí ahora mismo.

Mh — Sonrió mientras alzaba su arma —Y de toda Tierra de Partida .

El chico de pelo claro se lanzó contra Aaron el solo, no le pareció una buena idea pero estaba seguro de que Rayim le portegería mientras él se encargaba del ataque a distancia.

No puedes escapar de mi ¡Blanco fijado! — Se había arrodillado para conseguir la mejor estabilidad y control con su arma, miró con la mira a Aaron y efectuó un disparo Kasai hacia su cuerpo, seguido de dos disparos normales que iban en dirección a su cabeza.

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▪ Blanco Fijado (HC) [Nivel 5] [Puntería: 7]. Aumenta la Puntería del usuario en 5 puntos y disminuye en un nivel el gasto en habilidades de arma de fuego. El usuario permanece inmóvil durante el uso de esta habilidad. Al desconcentrarse o moverse, sus efectos se anulan.


▪ Disparo Kasai(HM) [Nivel 6] [Requiere Poder Mágico: 3]. Pequeño disparo de fuego que al impactar provoca una explosión intensa y volátil. Consume una bala.


5 por Blanco fijado y 6 por Kasai, pero como se resta en 1 los ataques de arma de fuego por blanco fijado, Kasai vale 5, por lo tanto son 10.
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Awards chupis:

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No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor Sheldon » Dom Jun 28, 2015 11:31 pm

Las cosas ocurrieron tomando una deriva un tanto extraña. Aparecieron nuevos personajes que nunca antes Enok había visto ni odio ser nombrados. Al parecer en aquel nuevo castillo se habían originado una serie de personajes como el ya pasado encapuchado y ahora aquel tal muchacho que apareció de la nada. Lo bueno, después de todo, es que habían conseguido escapar de la gigantesca sala con la araña y se habían adentrado en otra.

El aprendiz de Bastión Hueco suspiró, con los nervios aún a flor de piel aunque con una leve nota de aburrimiento dibujada en sus facciones. Le dedicó a Freya una mirada un tanto preocupada y se dispuso a escuchar un dialogo entre Nanashi y el misterioso hombre que había aparecido. Como era de esperar hablaban con unas palabras que hacían memoria de algo que en ningún caso los aprendices había llegado a conocer por lo que resultaba cuanto menos desconcertante.

No obstante tras el tono desafiante de la figura se escondía lo que parecía un sádico reprimido. ¿Quién no lo era en aquel castillo? Finalmente para el chico quedó claro que su camino debía ser elegido a partir de ese momento. Miró de reojo a un chaval que tomó uno de los senderos que había dado a escoger el hombre. Sorprendentemente el chaval volvió sobre sus pasos. Muy raro. Simbad aprovechó y se adentró por la puerta. Bien que hacía.

Lo que siguió fue aún más extraño. El hombre rechazó todos los hechizos y devolvió un poderoso conjuro que según él estimulaba los nervios y provocaba un espejismo de dolor. Enok, como era de esperar, se retorció de dolor, un profundo y agudo malestar que se intensificaba segundo a segundo. Afortunadamente todo terminó y el dolor se mitigó. El chico miró a su compañera pelirrosa y antes de abrir la boca para comunicarle sus impresiones apareció otro nuevo personaje, una vez más totalmente desconocido.

El joven entornó los ojos. Parecía el rescatador superheroe que venía a ayudar. Y posiblemente lo era. Se llamaba Rayim al parecer. Lo que no quedaba claro es como se llamaba el malo de la película porque todavía no había escuchado su nombre o al menos no lo había entendido entre tanta palabrería.

¿¡B-bastardo!? ¿¡Cómo osas llamarme eso!? ¡¡¡YO NO SOY NINGÚN BASTARDO!!! Pero está bien, ¿de acuerdo? No me he ofendido. Simplemente te arrancaré las entrañas a ti el primero. Corromperé tu alma y haré que caigas en la oscuridad... Aunque como eres el "Alma Inquebrantable" supongo que la única forma de que caigas en la oscuridad es dejándote sin ojos, así solo verás las tinieblas, ¿verdad?

Menudo lenguaje se gastaba. Si hubiese vivido en Villa Crepúsculo posiblemente los "mayores" le hubiesen dado una buena al escuchar esa maldad en sus palabras.

Fre-Freya...Cuando terminemos nos tomamos un he-helado— le dijo a su compañera en voz baja mostrando una cara de hastío bastante exagerada.

Las rencillas continuaron hasta que empezó el ataque. Los aprendices uno por uno fueron acercándose a atacar. Enok subió los hombros y se abalanzó hacia el misterioso y demasiado sarcástico antagonista para propinarle los golpes que fuesen necesarios con su llave espada siempre teniendo la preocupación de no bloquear los ataques de sus compañeros. Si en una cosa era medianamente bueno Enok era en el ataque a corta distancia. Y no es que hubiese mucho más posibilidades en aquella situación...
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Re: [Evento Global] Ruta de los Perdidos

Notapor Crystal » Lun Jun 29, 2015 12:01 am

Aquella situación sobrepasaba los limites de rareza establecidos por la pelirrosa.

Oh, ¿por qué no ibas a explicarle cómo recuperaste tu Llave Espada Nanashi? Tu aprendiz desea saber… Desea conocimiento, ¿no es el deber de un Maestro enseñar a sus pupilos? ¿Por qué no les cuentas que se la has robado al Guía y que éste como castigo me liberó para poder moverme con libertad por el castillo como si fuese uno de vosotros?

>>Diles que por tu culpa moriréis todos, ¡vamos!

La aprendiza hizo un gesto dramático al escuchar aquello; cada vez creía más en la posibilidad de morir allí. Saito disparó una flama tenebrosa, pero Aaron atrapó el hechizo.

Gracias por la comida, Saito —dijo, burlándose, antes de absorber aquel poder.

Hubo muchos más ataques, pero no sirvió de nada.

Se os ha acabado el tiempo —Miró el reloj—. Si tanto queréis morir que así sea... Pero no sería gracioso mataros sin más, ¿no os parece?

¡Eres un sádico! Con razón Ronin, Ryota y Awyr te mataron —Freya miró a la maestra, sin entender de qué hablaba—. Freya, Enok. Manteneos detrás de mí, voy a protegeros cueste lo que cueste, Saito. Cubre cualquier posible ataque que no pueda bloquear por mí misma.

Nanashi...

Hace un tiempo leí una serie de libros algo infantiles pero muy entretenidos. En ellos había unos hechizos muy útiles para divertirse sin tener que matar. Podría utilizarlo para siempre sobre vosotros, solo sufriríais... Aunque no prometo que vuestra cordura sobreviva.

>>¡Crucio!

Unos rayos impactaron contra todos los de allí. La pelirrosa se retorció sobre si misma y cayó al suelo sin delicadeza alguna. Buscó la mirada de Enok antes de cerrar los ojos con mucha fuerza, sin creerse aquel dolor que estaba sintiendo. Nunca había experimentado semejante sensación. Ni la muerte hubiese dolido tanto.

¡Esto es genial! —exclamó—. No la había probado antes, simplemente estaba en un libro de fantasía. ¿No es genial que tenga esta facilidad para inventar nuevas maldiciones?

Finalmente, aquello paró, y Freya pudo recomponerse con lentitud. Demasiadas sensaciones fuertes en tan poco tiempo. Miró al sujeto que había provocado todo aquello, y se encontró con una mirada maliciosa.

¿Sabéis? Puedo perdonar vuestras vidas y dejaros avanzar si hacéis un pacto conmigo.—Sonrió—. Deberéis ser mis esclavos para siempre. Si os ordeno matar a vuestros seres queridos lo haréis, si os ordeno que os muráis os suicidáis... Ya sabéis como funciona esto. ¿no?

La pelirrosa no pudo evitar poner los ojos en blanco ante aquella barbaridad. Tras un silencio, Aaron recibió un ataque de parte de alguien, y de paso destrozó parte de la estancia.

Ya te echaba de menos... Rayim

Yo a ti no, bastardo.

¿¡B-bastardo!? —chilló—. ¿¡Cómo osas llamarme eso!? ¡¡¡YO NO SOY NINGÚN BASTARDO!!! Pero está bien, ¿de acuerdo? No me he ofendido. Simplemente te arrancaré las entrañas a ti el primero. Corromperé tu alma y haré que caigas en la oscuridad... Aunque como eres el "Alma Inquebrantable" supongo que la única forma de que caigas en la oscuridad es dejándote sin ojos, así solo verás las tinieblas, ¿verdad?

Y entonces, apareció en escena una nueva persona.

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¿Estáis bien? —materializó un arma enorme, y cruzó alguna mirada rápida con la aprendiza, la cual le miraba atónita ante todo lo que estaba pasando—. Te cobraste la vida de la mayor parte de los miembros de Tierra de Partida solamente porque querías divertirte con ellos. Corrompiste la pureza de sus corazones, arrancaste un ojo a mi aprendiz Ronin y eso te saldrá muy caro. Incluso aunque ya he muerto, me encantaría partirte la cara y eliminarte de este Castillo.

>>Sabía que jamás deberíamos haber confiado en ti. Que no eras más que un desequilibrado, pero fuimos tan ciegos... No pude decirte esto antes de ensartarte con mi llave espada. Pero incluso en mi lecho de muerte te odié, volver a enfrentarme a ti es algo que deseo con todo mi ser, e incluso matándote cien veces no me sentiré satisfecho.

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¿Siempre hablas tanto? Me aburres —bostezó—. Hicieron falta dos maestros y un aprendiz que estaba cerca de convertirse en uno para que me derrotárais. A mí, a un solo hombre. ¿Qué te hace pensar que podréis derrotarme vosotros?

Que Zephyr está de nuestro lado

Pero el Guía no, y hasta donde yo sé. La entidad “suprema” de este castillo es su voluntad.

¡Ragnarok!

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¡Es el momento, atacad! No lograremos vencerle tan fácilmente, pero al menos vamos a debilitarle. ¡Inukai! —llamó a uno de los aprendices—. Prepara tu mejor munición y cubre nuestra retaguardia, eres el mejor en ese campo aquí ahora mismo.

Todos empezaron a preparar sus ataques. Por su parte, Freya sacó sus dos pistolas de nuevo, dispuesta a quedarse cerca del otro aprendiz tirador.

Fre-Freya...Cuando terminemos nos tomamos un he-helado —Enok se dirigió a la pelirrosa en voz baja.

Vale —sonrió tímidamente, algo sorprendida ante aquel comentario—, pero invito yo. Y no acepto un no como respuesta.

Enok... Ten cuidado, por favor.

Y dejando esos últimos pensamientos de banda, se posicionó y apuntó a Aaron. No estaba dispuesta a usar ningún ataque con afinidad a Oscuridad por miedo a que absorbiera de nuevo su energía, así que la mejor idea era quedarse disparando con ambas pistolas desde allí.

¡Eh, bastardo! —chilló la pelirrosa a Aaron, sin ser muy consciente de qué estaba haciendo—. ¡Se te acabó la fiesta! ¡Prepárate!
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