Malik —
Así que... ¿estoy aquí atrapado hasta que el Castillo vuelva a la normalidad? ¿O desapareceré con él cuando eso pase? Gabriel, que había seguido con la mirada a los demás, se sentó frente a Malik y cruzó las manos sobre la falda.
—
¿O vendrá el Guía a proponerme un trato a cambio de hacerme regresar al inicio? Porque si está escuchando quiero que sepa que la respuesta es No, de antemano El joven sonrió con algo de tristeza.
—
En realidad el Guía podría llevarse a Chihiro aunque estuvieras aquí. Es más, podría hacer que la olvidarais todos ahora mismo con chasquear los dedos. Mientras estéis en el Castillo formáis parte de su dominio. Si ha intentado hacer pactos con vosotros es porque quería estudiaros y haceros ver de qué… Cómo decirlo… Ah, sí, de qué «pasta» estáis hechos.—Gabriel decidió tomar un refresco también. Con un gesto se materializaron unas galletas de aspecto apetitoso. Dio un mordisco—.
Por eso mi consejo es que sigas adelante. Respecto a tu pregunta, el Castillo no desaparece, simplemente queda en un segundo plano. Igual que los que permanecen en Tierra de Partida no han desaparecido, sino que están «al otro lado» con la diferencia de que ahora el Castillo del Olvido es la cara y Tierra de Partida, la cruz. Lo que sucederá es que te fusionarás con este lugar y pasarás a ser parte de su conciencia general. Tu cuerpo quedará atrás y morirá con el paso del tiempo. No podrás volver con «ella».—Le observó con seriedad—.
Será, siendo claros, una muerte definitiva. A menos que alguien venga a buscarte y sea capaz de regresar contigo… ¿Tanto vale Chihiro para ti? ¿Más que las promesas que has hecho a otras personas? Creo que hay un alma que depende de que sigas adelante, ¿no es así? —Gabriel sonrió de nuevo, triste—.
Aquí sois como libros abiertos. Vuestros pensamientos fluyen hacia nosotros. Vosotros no podéis recibir los nuestros porque todavía tenéis envoltura corporal.
»Puedes continuar cuando lo desees; esperar a tus compañeros o hacerlo por tu cuenta. Chihiro, en cualquier caso, no puede continuar adelante porque no posee su recuerdo más importante y, sin él su corazón, ya de por sí débil, se vendría abajo. Los recuerdos como el que le has arrebatado son los que anclan nuestra personalidad y a menudo evitan que nos volvamos locos. Tú tampoco podrías seguir si hubieras perdido el tuyo.
»Si el Guía no se la ha llevado todavía, puedo asegurarte que es porque quiere que siga con vosotros. Mi palabra no te servirá de mucho, pero prometo entregaros a Chihiro una vez superéis la prueba. Gabriel dio un sorbo a su bebida.
—
Aunque, en realidad, esta ya ha dado comienzo, Malik. Lo hizo desde que entrasteis aquí. Si continúas así, el Guía vendrá y decidirá, probablemente, que no mereces sobrevivir.
»Ahora, dime: ¿por qué diste la espalda a tu familia? Puedes hacer lo que quieras: ignorar a Gabriel, continuar adelante, amenazarle o darle una paliza. La cosa es que Malik actúe como lo haría su personaje en estas circunstancias. Aviso de que seré muy estricta con estas cosas, así que *saca lupa* ánimo con estas rondas.
****
Yui, Keiko y Light El Guía caminaba junto a ellos. Tardaron en darse cuenta de ello, como si siempre hubiera estado ahí. Sólo que ahora no parecía Ronin, sino que había recuperado su figura inicial encapuchada… Aun así pudieron percibir sin problemas la sonrisa que les dirigía.
—
Así que habéis decidido ir en grupito. B
ien, bien, e
sto será interesante. Como Gabriel ya os ha informado, esta
es la última
prueba. ¡Lo habéis hecho muy bien! No sólo habéis sido los primeros en llegar, sino que no parecéis muy cansados. ¡Enhorabuena! A
unque no cantemos victoria,
jeje. Se puso frente a ellos y comenzó a caminar de espaldas, sin miedo, sin tropezar. El pasillo se extendía, anodino, hasta perderse de vista.
—
Bien, pinto, pinto, gorgorito, saca la mano de veinticinco, en qué lugar en Portugal, en qué calleja…—El Guía canturreó mientras los señalaba uno por uno repetidas veces—.
¡…la mano que viene la vieja! ¡Oh, Keiko, empecemos contigo! La niña que se cree lo suficiente mayor como para mostrar cacho. ¿Te sientes orgullosa, bonita? —Rió con crueldad—.
¡Qué gran Aprendiz, dispuesta a renunciar a su
Llave Espada de buenas a primeras! ¿Tan inservible eres que no tienes objetivos propios, que sólo te enrolaste a la Orden para buscar a alguien? Una niña sin aspiracion
es, torpe, que nunca ha intentado comprender, ¡que no tiene ni idea de que está la pobrecita metida en una guerra! —Meneó la cabeza y sus ojos resplandecieron con un toque amarillento en el fondo de la capucha—.
Lamentable.
No eres una persona que merezca estar aquí ni tampoco en Tierra de Partida. Abandona, lárgate, renuncia si tan poco valor das a la Orden. No seas nadie, ¡pero no obligues a desperdiciar tiempo contigo!
Oh, sacad la Llave Espada si queréis. S
on respuestas tan válidas como cualquier otra, las aceptaré sin problemas. Pero… ¡Ah! Que Yui no tiene ninguna. Volvió a reír.
—
Siempre ca
llada, siempre aparte, taciturna, silenciosa, incapaz de tomar decisiones por sí misma y dejando que los demás resuelvan los problem
as. Lenta, pesada, que se cree demasiado buena como para colaborar con nadie a pesar de ser de las aprendices más débiles
que han entrado en mis
dominios… ¡Y aún tiene tiempo para quejarse de estar aquí! ¡Porque la señorita no comprende lo que está haciendo, lo qu
e está en juego, porque no comprende que podría morir en cualquier momento y nadie, absolutamente nadie, se preocuparía por ella porque está
sola y siempre lo estará! »N
o sabes quién eres, no tienes el más mínimo recuerdo. Eres un muñeco vacío, una niña que comió basura de las calles. ¡Y te crees me
jor! Por favo
r, no me hagas reír. Con tu nefasto sentido de la moda, creyendo que unas fruslerías cogidas de la mierda te van a dar suerte, como si fueras alguien de pueblo, ni siquiera has sido capaz de luchar por tu propia supervivencia. Nadie te quiere, nadie llorará tu pérdida. P
orque, ¿sabes? La vida son recuerdos. Si te quitara
ahora mismo los recuerdos que conservas sería como morir, nacería otra persona. Y vas y optas por, en vez de moverse el culito y h
acer algo, renunciar a lo único que te vuelve individual: ¡tu Llave Espada! Hasta el buenazo
de Nith tuvo que venir a darle algo a la patética aprendiz para que no muriera de inmediato. ¿Quieres usar la pluma contra mí? ¿
Te molesta? ¡Adelante! ¡Vamos, Yui, demuestra que estás tan vacía que ni siqu
iera puedes aceptar la realidad, por dolorosa que sea! El Guía se volvió hacia Light.
—
Y tú. Tú. Light. La luz. Ja. Con
tus grandes ideales, que desaparecen una vez que estás ante Bastión Hueco. ¡La luz debe ser la única, debemos p
roteger a los Maestros, debemos ser la espada y el escudo de la luz! ¡Pero matarás por el camino
, ¿verdad?! —Le dio un empujón en el pecho y de pronto estaba tan pegado a él que pudo ver con claridad sus ojos amarillos, con pupilas afiladas como las de un lagarto. Y, de repente, ya no era el Guía, sino…
—
¿Te corroe la culpa, Light? —Wix le miraba con una sonrisa entristecida—.
¿A pesar de que era lo que yo deseaba?
»¿A pesar de que me salvasteis una vez sólo para matarme de nuevo? ¿Qué sentiste cuando descargaste la Llave Espada? ¿Qué sentiste cuando me mataste, cuando arrebataste una vida?
»¿Esto es lo que hace Tierra de Partida? Wix alargó una mano y, de pronto, le había arrebatado el colgante a Light. Le dedicó una mirada que era una mezcla de compasión y rechazo.
—
¿A dónde vas con esto? ¿Por qué cargas con mi recuerdo? ¿Qué esperas conseguir, eh, muchacho de Tierra de Partida? ¿Que una voluntad superior te disculpe? ¿Buscas el perdón, la redención? ¿O estás orgulloso de haber matado? ¿De no ser diferente de Bastión Hueco? Cuando se apartó, volvía a ser el Guía.
—
Su memoria está aquí, Light, po
rque una vez fue parte de Tierra de Partida. Igual que lo fue tu querido hermano, Keiko. ¿Quieres que te cuente qué fue de él? ¿Eh? ¿Me lo darías entonces todo? ¿Me darías tus recuerdos, tu memoria? ¿Qué es más importante para ti, sobrevivir o encontrar a tu hermano? ¿Estarías dispuesta a saber dónde está pero a no poder salir jamás?—De pronto rompió a reír con tanta fuerza que se dobló por la mitad—. ¡
Por el Primero, qué grandes compañeros sois, que no le habéis dicho ni una palabra de lo que sucedió con su hermano!
¿Preferís que lo busque para siempre? Y el Guía seguía riendo, ajeno a las reacciones de los aprendices, dándoles la espalda.
¿Qué harían?
1) Por si ha habido alguna confusión: Gabriel ha preguntado a qué estaríais dispuestos a renunciar, pero no os ha quitado físicamente nada.
2) Os hago una advertencia: podéis intentar imaginar lo que espero con esta prueba; quizás acertéis, quizá no. Lo que me importa es que vuestros personajes reaccionen de acuerdo a vuestra ficha. Cualquier reacción que el jugador realice para «superar» la prueba que no responda a la actitud de su personaje será penalizada en la puntuación (y quién sabe si en la prueba). Lo que quiero, en definitiva, es que interpretéis a vuestros personajes.
No lo repetiré: actuad como lo haría el personaje. Cualquier acción que no se corresponda con la ficha será gravemente penalizada.
*saca la lupa y se sienta a esperar los post*
Keiko
VIT: 12/12
PH: 14/14
Yui
VIT: 6/6
PH:4/4
Light
VIT: 48/54
PH: 22/40
Gaomon
VIT: 36/36
PH: 16/20
****
Saxor, Nikolai y Colibritany Saxor se aproximó al jurado.
—
Sus señorías, siento molestarles, pero he llegado un poco tarde, y me he perdido bastante del juicio... ¿Qué pruebas hay en contra del acusado? ¿Y por qué el tal Nithael estaría de parte del acusado? La mujer más mayor, que había llevado la palabra hasta el momento, le miró con el ceño fruncido.
—
Ya las he dicho en voz alta, muchacho. Empleo habitual de magia de oscuridad, ataques públicos contra las leyes de Tierra de Partida, intentos de convencer al Guardián de rebelarse contra la autoridad impuesta por el Primero. Y por supuesto, el Guardián es amigo de ese joven. Este juicio es imparcial, por lo que no podemos permitir que alguien con tanta influencia y carisma intente defender al acusado. Entre tanto, Colibritany se acercó al joven acusado.
—
Sé que tuviste tus motivos y no voy a juzgarte pero... ¿Por qué iniciaste un ataque contra los clanes mayores? Ellos controlan lo importante —Gabriel, que hasta ese momento había estado discutiendo con la anciana, se volvió hacia ella y no pudo menos que arquera una ceja—.
Bueno, soy Coli y mi trabajo es el de descubrir la verdad y transmitirla por todo el mundo. Si me lo cuentas todo, quizás podamos demostrar tu inocencia. Digamos que tengo... contactos que pueden ayudarte. ¿Qué me dices? —
¿Quién eres tú? Y, ¿lo importante?—Gabriel se echó a reír, pero fue una risa desagradable, que rayaba el histerismo. Desde luego no estaba para hacer caso a alguien que decía que iba a salvarle y que ni siquiera le ofrecía nada sólido—.
¡No he atacado a nadie, si es que decir la verdad a la cara contra este régimen monstruoso puede ser un «ataque»! ¡Y sí, le dije la verdad a la señora Emilia, que tuvo que venir a ayudar a su hija porque ella no era capaz ni defender a su propia madre! La sangre, el haber nacido en este mundo o en otro, ¿qué tiene que ver con el tipo de persona que eres? —¡Gabriel…!
—
¿Por qué hemos de obedecer a un clan antiguo y estancado en una época donde se creía invencible? ¿Por qué sólo se escucha la palabra de los grandes clanes? ¿Por qué los que son diferentes son perseguidos? ¡Qué tiene de malo la oscuridad! La gente comenzaba a mirarlos. Gabriel no pudo contener las lágrimas de impotencia y rabia.
—¡Gabriel, por favor…!
—
No necesito que nadie demuestre mi inocencia, porque es evidente que llevar la contraria a los poderosos es un crimen. Si quieres alguna verdad, mira a tu alrededor y dime que no somos peones de un conjunto de clanes que se nutren de nosotros y se creen superiores porque tienen el dibujo de un caballo cornudo o un zorro pulgoso. La anciana miró con furia a Colibritany, sin duda culpándola por el estallido de Gabriel.
—Aléjate de mi nieto, mocosa picapleitos. ¡Ni siquiera tienes un emblema! ¡Qué buscas, ¿reírte de nosotros, regodearte en esta desgracia?! ¡Aléjate antes de que te convierta en un ratón!
A su vez, Nikolai se había aproximado a las dos Unicornio.
—
Disculpe la interrupción, su señoría.—Las dos jóvenes dejaron de hablar y se volvieron hacia Niko con algo de hostilidad. Cuando este, sin embargo, realizó una reverencia se mostraron bastante menos agresivas y le escucharon con cierto interés—.
¿Es cierto que el acusado ha realizado tales fechorías? Incluso… ¿Manipular al Guardián?.
¿Cree que Nithael ha tenido algo que ver con esto? La más joven de las dos dejó escapar un resoplido de indignación.
—Pues claro. Nithael se ha dejado llevar por las palabras de ese… ese…
—
Nithael escuchó las palabras de Gabriel porque ansía apoderarse de la legitimidad que los clanes mayores comparten entre sí. Si el Consejo ha decidido que Nithael, como Guardián que es, debe permanecer en Tierra de Partida él debe acatar las órdenes—respondió la otra con frialdad. De pronto miró en dirección a Gabriel y sus ojos se iluminaron con un brillo desagradable. Sonrió con malicia—.
Ahora tiene lo que se merece. Como su abuela era la Gran Sacerdotisa siempre creyó que podría irse de rositas después de decir lo que le diera la gana. Pero ahora ha cruzado la línea. Quería incitar a la rebelión, acabar con nuestras normas. Ahora sabrá de verdad lo que pasa cuando uno se cree mejor de lo que es—dijo con un tono venenoso.
En ese momento se reaundó el juicio. Los guardias llevaron a Gabriel al centro de la estancia. El muchacho se esforzó por mantener la cabeza bien alta. La joven pelirroja se inclinó hacia delante casi con ansiedad mientras la que debía ser su madre leía los cargos una última vez.
—
…por ello el Consejo ha establecido que la sentencia será…—La mujer miró con severidad a Gabriel—
El destierro.
La abuela de Gabriel soltó una exclamación que casi pareció un grito de dolor. El chico se puso blanco, pero apretó los labios y se mantuvo firme.
—
Inmediatamente. Tu Llave Espada será confiscada y alguien te abrirá un Portal de Luz para que puedas instalarte en el mundo que más te apetezca. Tienes una hora. Se levanta la sesión, lleváoslo. —
¡Podéis expulsarme pero, ¿vais a hacerlo con cada persona que no esté de acuerdo con vosotros?! —gritó Gabriel, mientras los guardias lo obligaban a retroceder hacia la puerta…
Y entonces todos los aprendices sintieron que
algo cambiaba. Como una onda que sacude la superficie de un lago. Las voces, los sonidos, todo pareció distorsionarse por un momento y la gente empezó a desplazarse más despacio, casi a cámara lenta. La sonrisa triunfante de la joven pelirroja, el gesto de desesperado de la anciana, la indiferencia de la líder de los Unicornios, la impotencia y la rabia mezcladas en el rostro de Gabriel, todo parecía haber quedado retratado en una fotografía instantánea.
Un charco de oscuridad surgió debajo de Gabriel y los guardias que intentaban arrastrarlo consigo. Hubo un sonido grave, escalofriante, y la oscuridad comenzó a extenderse. Al rozar los pies de los tres Caballeros, estos comenzaron a… derretirse en medio de chorretones de oscuridad.
—
¡No os acerquéis! ¡No toquéis a nadie!—gritó de pronto Kazuki, que estaba cerca de la salida de donde antes habían visto que provenía la luz. Con su Llave Espada empujó a los guardianes que, como si fueran muñecos, se desplomaron en el suelo y comenzaron así mismo a derretirse hasta que sus cuerpos se convirtieron en pulpas de oscuridad—.
¡El Arco está aquí! ¡Rápido! Sería difícil abrirse paso en medio de todas aquellas personas, puesto que la laguna de oscuridad crecía y crecía y ya estaba a punto de alcanzar a los aprendices. La chica pelirroja que había al lado de Nikolai fue una de las primeras en venirse abajo, con su sonrisa transformada en una mueca de horror. ¿O fue sólo su imaginación?
De donde antes habían estado Gabriel y los guardias comenzó a elevarse ahora una figura encapuchada, que parecía cubierta de alquitrán, de tanta oscuridad que emanaba. Se giró lentamente hacia los aprendices y empezó a avanzar a paso lento hacia ellos.
Si se acercaban a la salida reconocerían el Arco plateado, brillante, pero todavía no abierto, con una inscripción grabada en su superficie:
«Si tú, triste paria, no encajas
¿qué te espera, sino el *********?
Entre la luz y la *********
¿qué diferencia hay?
¿Quién es más ciego, quien solo obedece a la *********
O quien no es capaz de esperar la oportunidad?
Tanto daño podría haber sido evitado,
Y ahora sólo resta la división y el caos. —
¡Rápido, las palabras! ¡Rápido!—los acicateó Kazuki, mientras se ponía a hacer de escudo entre ellos y la figura encapuchada que avanzaba en su dirección. En la mano de la misma se materializó una Llave Espada, pero estaba envuelta en miasma de oscuridad, por lo que no pudieron acertar a verla—.
¿Quién eres tú? La figura de pronto sonrió. A pesar de no tener rostro, a pesar de no tener rasgos físicos, un tajo todavía más negro que la oscuridad que formaba a aquella criatura le atravesó la cara y sus comisuras se curvaron hacia arriba.
«Oh, pero si me conocéis» Y escupió un chorro de oscuridad contra Kazuki, que proyectó en el último instante una barrera que comenzó a humear.
—
¡El Arco, YA! Colibritany
VIT: 14/14
PH: 8/8
Nikolai
VIT: 26/26
PH: 18/18
Saxor
VIT: 50/50
PH: 34/34
Guilmon
VIT: 30/30
PH: 14/14
****
Alec, Maya y Nicoxa Las chicas corrieron escaleras arriba y Alec se plantó en el vestíbulo para esperar a que la puerta terminara de abrirse.
Pudo distinguir una figura no muy alta, aunque sí esbelta, envuelta en una capa. Era difícil distinguir si se trataba de un hombre o una mujer, pero a Alec no le interesaba porque se apresuró a arrojar un
Piro contra su cara. La figura soltó una exclamación y, de pronto, tenía encima a Ilana. En ese momento Alec salió escopetado, a la vez que aquel desconocido cogía por el lomo a la gata y la arrojaba contra una pared. La gatita se haría daño, pero podría escapar a tiempo para volver con su amo que había aprovechado para atar las piernas del intruso. La táctica apenas sí le proporcionó unos segundos, pero fue suficiente para que Alec pudiera bajar por las escaleras y atravesar la puerta que llevaba a los sótanos.
La persona se quedó ahí unos instantes mientras la piel de su rostro se regeneraba a toda velocidad. Luego sonrió y un charco de oscuridad brotó bajo sus pies, eliminando las zarzas sin apenas esfuerzo. Echó a caminar hacia las escaleras, que empezó a subir con lentitud, como si dispusiera de todo el tiempo del mundo.
* El sótano estaba completamente oscuro y Alec no vería tres en un burro hasta que tropezó con algo redondo y se fue de boca al suelo. La esfera que casi le había costado un diente rodó y se encendió, aunque su luz era tenue y parecía que fuera a apagarse de un momento a otro. La estancia estaba llena de todo tipo de cosas, pero Alec no tendría tiempo para examinarlas porque, de pronto, alguien le cogió la muñeca.
Era un niño, no mucho mayor que Gabriel. Tenía una herida enorme en el pecho que rezumaba oscuridad. Con sólo mirarle quedaba claro que estaba en las últimas.
—
No… No era él…—farfulló, sin aliento, pero aferrando a Alec con una fuerza impensable para un moribundo—.
Corre. Es… Es un monstruo. Confiamos en… y… ¿Qué le… hicimos… nosotr…? No pudo terminar la frase. La mano liberó al joven aprendiz y no volvió a moverse.
No parecía que el Arco estuviera por los alrededores, eso estaba claro. Si recogía la esfera, con todo, comprobaría que aquel chico no era el único que había muerto en aquel lugar. La luz que desprendió el cuerop del muchacho mientras se desvanecía, acompañada de la esfera, le permitió distinguir al menos cuatro Llaves Espada.
Aquel lugar no era seguro.
Desde arriba le llegó un grito agudo. Mejor que se diera prisa, tanto para buscar el Arco de salida (¿estaría en la Biblioteca?) como para ayudar a sus compañeros.
* —
Siempre viene a por mí—cuchicheó Gabriel mientras subían por las escaleras, respondiendo a la pregunta que le había hecho Maya cuando todavía estaban en el lago—.
Y siempre me atrapa en el lago, ahora que lo pienso. Cuando estoy lejos de Nith. Excepto esta vez, nunca había conseguido llegar tan lejos.—De nuevo, su voz, aunque mantenía un tono infantil, parecía la de un adulto. La de otra persona—.
En realidad no pasó así, pero es lo que… No terminó la frase porque enfilaron un pasillo con numerosas habitaciones a los lados. La mayoría de las puertas estaban abiertas, pero no fue eso lo que dejó mudo a Gabriel, sino el hecho de que había Llaves Espada y sangre por todas partes. Ningún cuerpo.
—
No… Nonono—dijo con un tono chillón, perdida toda esa otra «presencia»—.
¡Abuela! El niño echó a correr con desesperación hasta el final del pasillo, donde encontraron un dormitorio más grande que los demás. Había numerosos libros y pergaminos, junto con delicadas cerámicas con todo tipo de diseños rúnicos. Encima de una cama simple, que no parecía especialmente cómoda, había una Llave Espada. Las sábanas estaban cubiertas de sangre.
Tras unos instantes, Gabriel lanzó un grito agudo.
—
¿Por qué tanto drama?—preguntó una voz.
Cuando Nicoxa quisiera darse cuenta, una mano la habría aferrado por un hombro y la estampó contra el escritorio que había a su lado. Quedó cubierta de tinta y destrozó numerosos papiros, sin duda, muy valiosos.
La figura se adelantó. Tenía voz de hombre, una voz dulce y amable, aunque no podían verle bien la cara. La pluma que llevaba Maya en el bolsillo latió con tanta fuerza que casi quemó.
—
Vosotras no pertenecéis a este tiempo, ni a este recuerdo. Os doy la oportunidad de marcharos ahora mismo. Al final, hay cosas que no se pueden evitar. Gabriel se aferró todavía más a Maya.
—
No me dejes. Por favor—suplicó—.
Si nunca salgo de aquí, Nithael siempre pensará que fue culpa suya… El hombre suspiró y cogió a Nicoxa por un mechón de cabello, atrayéndola contra sí con tanta brusquedad que le arrancaría un grito de dolor. En su mano se materializó una Llave Espada cuyo filo apoyó contra el cuello de Nicoxa.
—
Elige, pequeña bruja. Gabriel pegó un respingo y se aferró a Maya, temblando de los pies a la cabeza. Rompió a llorar. Entre tanto, el otro apretó el filo lo suficiente como para que Nicoxa comenzara a quedarse sin aire. No podría apartar la Llave Espada, aunque, si lo intentaba y estaba dispuesta a salir malherida, podía atacar a aquel tipo. A la cara, a los pies, a cualquier parte desprotegida. O también podía confiar en la decisión de Maya.
En cualquier caso, el hombre
daba la espalda a la entrada. Si alguien decidía acudir en su ayuda sin hacer ruido se encontraría una presa muy suculenta.
Nicoxa
VIT: 32/32
PH: 10/10
+Poción
Maya
VIT: 34/34
PH: 20/32
+Ultrapoción
Alec
VIT: 22/22
PH: 23/30
Ilana
VIT: 22/30
PH: 17/20
Ausencias:
Tanis: I
Saxor: I (Justificada)
LightHelco I (Justificada)
Reimeow I (Justificada)
Fecha límite:jueves 16 de julio a las 23:59
Sentimos si afecta a alguien, pero ya estamos en julio, la gente se empieza a ir de vacaciones y Sombra y yo también tenemos nuestras cositas que hacer, así que preferimos ampliar un poco los plazos. Así nadie va angustiado.