Spoiler: Mostrar
La aldea nevada de la China imperial era un lugar más bien aburrido. Aburrido y frío, para ser preciosos; cualquiera que viniese de fuera de allí seguramente se congelaría al instante, pues no era fácil acostumbrarse a tan bajas temperaturas. Solo los aldeanos ya acostumbrados a aquella temperatura podían soportarlo con facilidad. Los aldeanos... E Ike, el chico que hacía poco había descubierto sus poderes.
Todavía no los había desarrollado del todo y tampoco es que supiese bien activarlos, pero aquello podía ser su oportunidad de salir de la aldea y descubrir más acerca de sí mismo. Y era la ocasión perfecta, pues el Emperador de China estaba reclutando a todos los jóvenes varones para su ejército en contra de los hunos, que aparentemente cada día ganaban más terreno. Tan solo tendría que acercarse a un soldado para ver si podía ser aceptado en la formación.
Era su decisión hacerlo o no.