En Tierra de Partida era muy temprano, por la mañana. A esa hora nadie se levantaba en realidad, quedaban muchas horas de sueño antes de que tocase su entrenamiento matutino, pero por algún motivo Hikaru no pudo volver a conciliar el sueño.
El muchacho tras prepararse duchandose o lo que fuese que hiciese por las mañana saldría de la habitación para dirigirse directamente al comedor.
El comedor, como podría esperar estaba vacío, o casi. Por algún motivo la Maestra Lyn, una mujer que no superaba los veinte años que era una especie de híbrido entre humano y perro. La maestra estaba sentada en una mesa bastante larga al fondo del comedor en completo silencio, concentrada única y exclusivamente en su tazón de leche y en sus magdalenas.
Al parecer, Higashizawa el cocinero madrugaba bastante también pues se podía ver desde la barra a traves de un cristal que mostraba el interior de la cocina. Había un par de moguris ayudando también.
El joven podría coger uno de los tazones que estaban preparados en la barra echarles cacao en polvo, café o lo que prefiriese, algo de bollería... Había muchas cosas teniendo en cuenta la diversidad de procedencia de cada Aprendiz por lo que no era raro tampoco ver bacon, huevos fritos y demás. Tenía absoluta libertad para coger lo que prefiriese y sentarse donde quisiese... ¿Tal vez al lado de Lyn?
Tanto Yagami como Kailee habían sido llamados a la Sala del Trono por Ryota, el Maestro de Maestros de Bastión Hueco. El hombre estaba sentado, observándoles en silencio haciendo que dudas rondaran la cabeza de los dos jóvenes
Ninguno sabía por que habían sido llamados, tal vez una misión o un entrenamiento intensivo, a saber. El Maestro tenía un rostro pétreo, no tan serio como el de Nanashi pero sin duda era imposible tratar de saber lo que rondaba su cabeza. Con sus ojos pequeños revisó a los dos aprendices con una mirada indescifrable.
—Bien, habéis llegado temprano —comentó satisfecho levantándose del trono central y acercandose unos pasos hacia el frente—. Vosotros sois posiblemente los Aprendices que estáis más verdes en este momento —admitió con bastante dureza, sin llegar a parecer ofensivo.
>Tú, Yagami. He visto que te esfuerzas, pero tienes un gran problema. Pierdes el control muchas veces. La base de cualquier aprendiz es el Autocontrol. Sin él, no eres nada.
>Y tú, Kailee. Eres demasiado llamativa con tu forma de ser. No pretendo criticar tu personalidad, pero un aprendiz ha de aprender a comportarse de una manera u otra según la situación en la que se encuentre. Adaptarse a las circunstancias.
El hombre bajó las escaleras y se puso frente a Kailee.
—Pero no os he llamado aquí por algo así, solo son consejos de vuestro mentor. Espero que sepáis usar mis palabras para algo productivo —Ryota volvió al trono, donde se sentó de nuevo—. Os he llamado para que vayáis a un mundo en concreto conocido como Agrabah. Se trata de un lugar desértico cuya ciudad principal comparte nombre con el mismo mundo. Wix os acompañará y os explicará vuestro objetivo. Pero mientras viene... ¿Alguna pregunta?