“Especulaciones”
Cronología: Posterior a Evento Global “Ocaso de una Estrella”. Día 5 de Mayo.
Xefil: Evento Ocaso de una Estrella > Encuentro Especulaciones > Encuentro Atracción Fatal
Light: Evento Ocaso de una Estrella > Encuentro Especulaciones > Trama La Mina Abandonada > Encuentro Atracción Fatal
Los rumores, ciertamente, volaban raudos por Tierra de Partida. En el transcurso de una noche, ya todo el mundo (literalmente) sabía lo ocurrido en Bastión Hueco, especialmente aquellos que no habían estado involucrados. Eso, de una u otra manera, incluía al grupo que por alguna razón había pasado a denominarse Ruta 3: el equipo de antes seis Aprendices, ahora tres, que se habían enfrentado a la Maestra Iwashi en un duelo y, de no ser por el arrepentimiento, la habrían derrotado.
Ah, eso también es algo digno de destacar: Wix. Ahora parecía ser conocimiento general que la Guardiana que se había enfrentado a nosotros había sido anteriormente una portadora de la Llave-Espada y que, al perder la batalla contra los Maestros de la Oscuridad, había perdido también su corazón y, con ello, la habilidad de blandirla. Y no sólo eso: de alguna manera, la gente se había enterado de un dato vital que había sido desconocido para nosotros durante la batalla.
Que Wix había sido alguna vez la Maestra Iwashi, tutora de Tierra de Partida.
─A fin de cuentas tiene mucho sentido ─murmuraba para mí mismo, sentado en soledad en una mesa de la biblioteca─. No sé qué tiene que ver la X en todo esto, pero el anagrama sí que tiene mucho sentido...
Hisa Wix = Iwashi + X. El orden de los factores no altera el producto. Aparentemente, los Aprendices se habían enterado de este interesante dato después de escuchar una discusión entre las Maestras Lyn y Yami. Y si lo pensaba detenidamente, me parecía ridículo no haberme dado cuenta anteriormente. Durante todo el duelo, Wi-- Iwashi, quiero decir, nos había bombardeado con pistas para comprender quién era en realidad y por qué hacía lo que hacía.
Y pensar que sólo Axel lo había entendido. Y... y se había ido.
─No nos diste motivos, siquiera… ─volví a susurrar, ganándome las miradas de un grupillo de Aprendices que pasaban por allí. Avergonzado, cerré de golpe el libro que había tenido todo el tiempo conmigo, Breve descenso al corazón (el cual, cabe destacar, no era precisamente breve) y me levanté, abandonando las dos ediciones de Los Mundos Oscuros y Teoría de la Cordura en la mesa.
Tenía que hablar con alguien que me entendiera. Y sólo tenía a una persona en mente: Light Hikari.