Al grito de Fátima, todos los corazones que componían Kingdom Hearts se separaron y uno tras otro cayeron sobre los restos de Tierra de Partida cubriéndola por completo y echando para el arrastre todos los planes de Andrei. Poco a poco todos empezaron a volverse unas versiones etéreas de lo que habían sido antes de su muerte, entre los fantasmas podía reconocer al niño que había salvado durante el segundo día y a compañeros como Hana o Yagami.
Y frente a nosotros se encontraba ella: Eileen nos sonrió de forma sincera por primera y última vez, confiaba en nosotros y sabía que podríamos seguir con su legado. Un gracias resonó en mi cabeza a la par que la imagen de la Creadora se desvanecía para no volver.
Aquello me hizo sentirme feliz por unos instantes, pero en cuanto todos los fantasmas aparecieron, tuve que llevarme rápidamente la mano a la cabeza al notar como esta tomaba todos los datos de los jugadores caídos. Una decena de Llaves Espadas con diferentes formas y efectos aparecieron ante mis ojos y un sinfín de habilidades que me resultarían imposibles de memorizar bombardearon mi mente. Me resultaba algo doloroso, pero aquello era lo que iba a ayudarme a defender mi mundo y a mis compañeros.
—
¡¡No!! —gritó Andrei consiguiendo que pudiese dejar de concentrarme en toda aquella nueva información y preparándome para el ataque pudiese realizar —
. ¡Mi mundo! ¡Mi utopía! ¡Yo soy Dios! ¡¡Yo iba a traer la paz al Reino de la Luz!!Fue entonces cuando todos atacamos. Andrei intento llegar hasta nosotros invocando su Llave Espada, pero nuestros ataques eran superiores y poco a poco conseguíamos romper su barrera. Terminé de darle forma al fuego y en cuanto vi la brecha que había abierto Felix, dejé escapar a la serpiente que se introdujo en la barrera del gitano quemándole por dentro.
La barrera estalló finalmente junto con un grito del portador. Aprovechamos entonces para descender sobre la plataforma y acercarnos al falso dios para acabar finalmente con él. Este no podía hacer nada más que retroceder asustado, podía ver la rabia que sentía en aquel momento, ya que era la misma que yo sentí el día en que se llevó a Shiki. Aquel momento era una repetición de aquella escena, pero en esta ocasión los papeles estaban cambiados.
—
No... Esto no es lo que me prometieron... ¿Lo que le prometieron? Alcé el brazo apuntando hacia Andrei, las cartas empezaron a girar a mi alrededor esperando a que diera la orden para acabar con el gitano. Pedían la muerte del falso dios y aquello es lo que les daría.
—
Atrás... —suplicaba Andrei amenazándonos con su Llave Espada, pero aquello no iba a afectarme en lo mas mínimo —
. ¡¡Parad!!—
¿Parar? ¿A caso te detuviste tú cuando destruiste toda Villa Crepúsculo? ¿O cuando sentiste el dolor de todos sus habitantes? —miraba al gitano lleno de rabia por todo lo que había hecho, por todo lo que nos había arrebatado sin escuchar nuestras suplicas para que se detuviese —
. Ya es demasiado tarde para parar, Andrei.Fui a enviar las cartas para que acabaran con la patética vida del hombre, pero Fátima se adelantó en ese momento posicionándose entre el gitano y nosotros, por lo que tuve que detener la orden que les había dado a los naipes para que no atravesaran a la joven por error.
—
Te has equivocado, Andrei. No se puede construir un mundo sobre la injusticia. Tus intenciones eran buenas, pero en el proceso te has comportado como esa gente a la que odias —y con ello se había ganado nuestro odio con razón —
. Nos veías como datos pero… Pero tú querías que fuéramos personas reales —Fátima extendió las manos creando unas esposas de piedra que le puso al portador —
. En ese caso, ¿por qué has matado a tantísima gente, Andrei? ¿Qué te diferencia de los tiranos a los que odias, a los que odiamos todos?Era cierto lo de sus buenas intenciones, pero tal y como había dicho Fátima sus métodos no habían sido los correctos, matando gente, engañando a cuatro jóvenes angustiados por la soledad y la falta de su mundo, destruyendo todo lo que Eileen había creado y mantenido… buenas intenciones que quedaban enterradas bajo una montaña de errores y actos injustos.
La mujer se giró hacia nosotros tras asegurarse de que Andrei no podía hacer nada, pronunciando unas palabras que esperaba no oír:
—
Sé que queréis matarle. Todos queremos hacerlo. Tenemos derecho. O, más bien, tenemos el poder para hacerlo. Ahora somos como él, hemos intercambiado posiciones. Pero pensadlo: no existiríamos sin él —la cosa es que no debíamos haber existido —
. No seríamos nada. Es nuestro Padre, después de todo. Y, lo más importante:» Él es humano. Me niego a matar a un humano. No pienso ensuciarme las manos con sangre. No pienso rebajarme a ese nivel. ¡Si lo hacemos, entonces no seremos mejores que él, que cualquiera de los monstruos que pisotean a los débiles en el mundo real! No quedará sin castigo, pero la muerte… La muerte no sirve para nada. No enseña nada, no permite la redención. No borra el dolor, ni el sufrimiento. Sólo suma una pérdida más. Miré durante unos segundos hacia el suelo pensativo e inseguro de si debía matarlo, pero recordé que Fátima era la que más tiempo había pasado con Avatar y por ende con Andrei, él le había dado ese nuevo aspecto que tenía y hablado de sus planes de tú a tú. No, no iba a confiar en la palabra de Fátima, ya que su estancia con Avatar le estaba ayudando a sentir pena hacia él.
—
Yo me he podido apodar "asesina de tal y cual", pero no he... matado a ninguna copia ni ser vivo en sí, y preferiría que siguiera siendo así —habló después Nadhia explicando el cómo había pasado aquellos días —
. Todos contra los que he tenido que luchar estaban bajo el poder de la Corrupción... Corrupted, Erased... y Saeko.Nadhia se fue acercando a Avatar mientras contaba lo vivido en la torre y explicaba la diferencia entre ella y los que habíamos vivido los seis días del Reaper’s Game en la villa.
—
No quiero que nadie vuelva a mancharse las manos de sangre. Cierto, él nos creó y nos dio parte de la vida por la cual existimos. Y eso, en cierto modo, se lo debemos.En aquello no podía coincidir con mi compañera, por mucho que Andrei nos hubiese creado, yo no sentía que le debiese nada porque realmente no había creado personas, si no armas para ganar una guerra injusta. Mi vida había comenzado con los Reapers, antes de aquello solo había sido una herramienta en las manos de un tirano.
Mis compañeras seguían hablando, pero yo no podía contenerme más, debía matar a Andrei por todo lo que había hecho y lo que sería capaz de volver a hacer si le dejábamos marchar.
—
Sé que debe ser muy difícil para vosotros —noté como Nadhia me miraba directamente a los ojos, rogándome que no atacase —
. No, ni siquiera sé hasta qué punto podría empatizar con esos días, con el juego en sí, no tengo la más remota idea de lo que se debe sentir. Pero... por favor...>>
No heredemos el legado de Eileen... ni el de Ariasu, ni el de Joshua... con sangre en nuestras armas.Tomé aire para relajarme y pensar cuál era la decisión correcta. Busqué una última opinión en Felix, pero parecía que el joven no estaba muy dispuesto a hablar sobre aquello, miré nuevamente hacia Andrei conteniéndome para no acabar con su vida debido a todo lo que me recordaba su rostro.
Tenía miedo de tomar la decisión incorrecta, sabía que lo mejor era dejar a Andrei marchar para que nunca volviese, pero viendo todo lo que nos había hecho dudaba que no decidiese volver a intentar o buscar venganza por esto, el gitano había sido capaz de destruir toda Villa Crepusculo sin mover un pelo ¿qué no le impedía volver a hacerlo? Además, se encontraba el tema de que hubiese otros dispuestos a venir aquí, aquellos que había mencionado el tirano y que seguramente fuesen los que le ayudaron a lograr su objetivo. Si Andrei regresaba sabrían que habría fracasado y podrían venir ellos directamente a por nosotros, pero si no le veían volver quizás se lo pensaran antes de atacarnos.
—
En parte, yo tampoco puedo decir que sepa como vivieron el resto el Reaper’s Game —alcé la vista hacia Fátima —
. Sé que vosotros acabasteis con los Reapers por sobrevivir, pero yo no mate por esa razón —pasé mis ojos a los de Nadhia entonces —
. Mis manos ya han sido manchadas con la sangre de un inocente, Nadhia. Durante el quinto día maté a Saxor sin una razón más importantes que la de ser un jugador y por el mismo motivo lo intente con Light y Ragun.>>Eileen sabía a qué se enfrentaba cuando me dio parte de su corazón, Joshua era consciente de lo que había hecho cuando aceptó que siguiera como el Game Master, Ariasu confió en mí para salvar la villa aunque le hubiese fallado en una ocasión —apreté los puños debido a la presión que sentía —
. He cometido tantos errores durante estos días, que no soy capaz de decidir el que hacer ahora. Solo quiero encontrar la respuesta correcta a este problema, la solución que mas beneficie no solo al mundo y a sus habitantes si no también a vosotros.Claramente poco me importaba que el precio de mi decisión fuese mi vida, no quería tener que sufrir lo mismo que Ariasu cuando su mundo se desmoronaba ante ella y todos sus seres más cercanos se encontraban muertos. Quería protegerlos a todos, evitar que alguien más tuviese que sacrificarse para que el resto viviésemos, elegir la opción que nos diese la felicidad finalmente.
—
He llegado a un punto, en que matarlo no es algo que quiera hacer, si no algo que me veo obligado a hacer por conseguir vuestra seguridad —remarqué aquellas últimas palabras para que los cinco me entendiesen —
. Si falló ahora vosotros seréis los primeros en sufrir, yo solo me quedaré atrás viendo como caéis uno a uno sin poder hacer nada para evitar vuestra muerte. No tengo ningún problema con matar a un humano, Fátima. No quiero que el odio decida mi respuesta, Nadhia.>>Solo quiero elegir bien.Extendí el brazo tomando una de las cartas al azar y llevándomela al pecho para así no ver cuál había tomado. No podía decidirme y aquella era la única forma de obtener mi respuesta ahora, los naipes me habían guiado hasta ahora por el mejor camino y me habían alertado de todos los peligros que iba a encontrándome.
Muchas cartas habían aparecido hasta aquel momento durante el Reaper’s Game, la Reina de Corazones que representó a Ariasu en mi decisión para volverme un Reaper, la de Tréboles que me sugirió que salvara la vida de Shiki, incluso la Reina de Diamantes que me advirtió de mi reencuentro con Fátima y esperaba que aquella última carta fuese de igual ayuda.
—
Picas y Tréboles dejaré que vosotras saquéis a Andrei de este lugar. Corazones y Diamantes —miré desafiante a las dos Reapers antes de terminar la frase —
no podréis impedir que lo mate.La vara del Game Master empezó a transformarse entonces en una de las nuevas Llaves Espada que había obtenido, un arma de filo bastante fino y de un color negro como la oscuridad que retenía. Sujeté con fuerza la empuñadura de color rojo en la que terminaba la espada antes de mirar la carta.
Suspiré al verla y empecé a andar hacia Andrei sin hacer desaparecer el arma. Me coloqué frente a él apartando si era necesario a Fátima y Nadhia y tiré la carta al suelo para que todos la viesen.
El As de Corazones.
—
No morirás tras esto, pero perderás algo que has demostrado no tener al crearnos y atacar este mundo —le hablé con tono serio a Andrei mientras preparaba el arma —
. Esta es mi decisión.Si alguno de todos intentaba detenerme, haría que las cartas los empujasen junto al viento que me permitía invocar el poder Fátima. Miré por última vez al gitano antes de atravesarle el corazón, el As de Corazones había decidido el destino del hombre y del futuro que tendría este mundo. Los Ases eran las cartas más importantes de la baraja en muchas ocasiones, a las que se le daba más valor o importancia. Para mejorar la cosa, el palo de Corazón era el que solía aparecer en los momentos importantes y en los de mayor necesidad.
—
Lo siento.Bajé el arma atravesando con la Llave Espada Oscura el pecho de Andrei y arrebatándole su corazón.