|7/4/2014 Tarde|
>Mi nombre es Seth. Seth Faith. Un adolescente de 17 años
>Soy de Norteamérica. Nueva York para ser más exactos. Tengo ojos marrones oscuro, mido aproximadamente 1.79. Mi pelo es de un color grisáceo, debido a una extraña decoloración. Me gusta mucho el rojo y siempre voy con una chaqueta de dicho color.
>Me he mudado a esta isla artificial construida en Japón, Yatsunova. Bueno, más bien, mi padre ha decidido que enviarme allá sería lo mejor. Me quedaré viviendo con mi madre, una de las tantas empresarias que financiaron la construcción de esta isla, Laura Fukushima; su esposo actual al cual apenas conozco, y mi hermanastra, Aiko Fukishima, la cual no veo desde hace 5 años aproximadamente y es 2 años menor que yo.
>Ahora mismo estoy leyendo un libro poco interesante, en mi asiento en el avión que me transporta ahora mismo a Japón. No sé sinceramente por qué mi padre ha decidido esto. Me ha dicho que para alejarme de una ciudad tan podrida y contaminada como Nueva York, que un poco de aire fresco de una ciudad artificial recién construida me haría bien para la salud, pero yo no me creo eso. Lo más probable es que simplemente se haya cansado de cuidarme y quiera dejarle la carga a mi madre.
>Aun así, no veo por que mandarme al extranjero ¡Y ni siquiera lo discutió conmigo primero! ¡Fue simplemente un ``Seth, te vas a vivir a Japón con tu madre´´ y ya! Ni siquiera pensó en mis sentimientos. No me hizo mucha gracia tener que decirles a mis amigos que me mudaba a Japón sin ningún motivo.
>¡Bah! Será mejor dejar de darle tanto a la pelota. No hay nada que pueda hacer ya. Creo que escucharé algo de música…
Ding Dong Ding
-Estimados pasajeros. Les comunicamos que llegaremos a nuestro destino, la isla artificial Yatsunova en aproximadamente 2 horas. Mientras tanto, se les pondrá una…-
…
>…¿?
>¿Me he quedado dormido?
>No importa ¿Qué hora es…?
>Las 6:30.
>He dormido casi 2 horas. ¿Cuánto falta para llegar a la isla? Le preguntare al señor que tengo a mi lado.
-Disculpe señor-Preguntó al señor que estaba a su lado, sin ninguna respuesta.
-Disculpe, señor-Volvió a preguntar el joven, sin ninguna respuesta.
>¿Es que esta sordo o qué?
-¡Eh, señor, disculpe!-Dijo, esta vez en un tono de voz más alto
Sin embargo, el señor que tenía a su lado no respondió. Su cara estaba tapada, mirando lo que parecía ser un periódico ingles, y, aunque el señor no hablara inglés, el grito que había dado hace unos momentos debía de ser suficiente para llamarle la atención.
En realidad, ahora que lo notaba, el avión entero estaba sumido en un extraño silencio. No se escuchaba nada.
Absolutamente nada. Ni siquiera el sonido de las turbinas del avión. Algo andaba mal.
El joven decidió voltearse hacia el otro lado del asiento, a probar suerte con la señora que tenía a su lado. Sin embargo, esta estaba mirando fijamente una revista que reposaba entre sus piernas.
-Disculpe, señora-Dijo Seth
Sin embargo, como en el caso del señor, la señora no se inmutó. Es más, ni siquiera reaccionó de alguna manera. Ni siquiera parecía estar respirando. Como si el propio tiempo se hubiese detenido. Definitivamente, algo no andaba nada bien.
>¿¡Que diablos está pasando!? Es como si estuvieran paralizados. Pero, no es posible…
-¡Que alguien me responda, por favor!-Grito el joven, con un toque de frustración en su voz.
Pero nadie le respondió.
Definitivamente, esta situación no le gustaba nada al joven. De repente se sentía mareado. Sin darse cuenta, se desplomó sobre sí mismo en el asiento, tocando con su mano una superficie lisa.
…Y el sonido volvió otra vez.
-¿Joven, se encuentra bien?-Preguntó el señor del periódico, al ver al joven agazapado sobre sí mismo.
-¿Eh?
¿Se encuentra bien, joven?- Volvió a preguntar el señor.
-¿Qué ha…pasado?
-No ha pasado nada joven. Solo que te has dormido. Y cuando me he dado cuenta estabas agazapado como lo estas ahora, y encima empapado en sudor. Seguro que has tenido una pesadilla o algo por el estilo.
-Sí… Seguro…-Respondió el joven
>¿Qué había pasado hace unos momentos? ¿Habrá sido un mal sueño como ha dicho el señor? Pero… se sintió tan real…
Ding Dong Ding
-Queridos pasajeros, por favor, abróchense el cinturón de seguridad. En estos momentos comenzaremos el descenso para posteriormente llegar a nuestro destino. Por favor, le rogamos…-
>Así que ya estamos llegando a Yatsunova…
>Creo que habrá sido una simple pesadilla. Sí, de seguro ha sido eso. Tengo muchas cosas en las cuales pensar aparte de una simple pesadilla. Como practicar mi Japonés, por ejemplo.
….
|7/4 Noche, Aeropuerto de Yatsunova|
El aeropuerto estaba abarrotado de gente. Turistas que llegaban para ver la nueva isla artificial, otros que regresaban a sus respectivos países, etc.
Nada mas salió del avión al pasillo del aeropuerto, vio un hombre de aproximadamente unos 40 años, de procedencia asiática, cabello canoso y robusto cuerpo, que sostenía un cartel con su nombre en inglés y en japonés. Bueno, supuestamente en inglés, por qué a su apellido ``Faith´´ le faltaba la H.
>Ese debe ser el esposo de mi madre, parece que está solo.
>¿No ha venido ella o mi hermanastra a saludarme? En vez de eso le ha dejado el trabajo a su esposo. Típico de mi madre.
-Disculpe-Dijo Seth en perfecto japonés- Soy Seth Faith, hijo de Laura Fukijima.
-Fukushima, hijo -Respondió el hombre- Así que tu eres Seth ¿eh? Laura me ha contado mucho sobre ti. Yo soy Naoto Fukushima, el actual esposo de tu madre. Mucho gusto en conocerte, esperemos que nos llevemos muy bien durante tu estadía en esta ciudad.
-Igualmente señor Fukushima.- Respondió Seth
-Debes estar cansado después de un viaje tan largo ¿No? Ven, te ayudare a llevar ese equipaje al carro.- Dijo agarrando una de las maletas de Seth- Sígueme.
>No parece ser una mala persona el señor Fukushima. Me pregunto cómo mi madre habrá terminado con un hombre así.
-Aquí estamos- Dijo el señor Fukushima, poniendo una de las maletas en el asiento trasero de un lujoso Sedan azul.- Pon las demás maletas en el maletero- Dijo, mientras abría el maletero.
Seth lentamente metió las maletas una por una, con ayuda de su padrastro, con excepción de la última maleta, que la dejo caer dentro del maletero. Se sentía mareado otra vez.
-¿Te encuentras bien?-Preguntó el esposo de su madre.
-Si…No. Me siento algo mareado.
-Debe ser por el largo viaje. No te preocupes. Te sentirás mejor una vez lleguemos a casa.
-Vale…-Culminó Seth, montándose en el carro…
…
|8/4 Temprano en la mañana|
>Ya es hora de ir al instituto. Detesto estos institutos que te obligan a usar uniforme. ¿No puede ser como en Norteamérica y dejarnos ir en la ropa que queramos? Por suerte la chaqueta es opcional. Me pondré mi chaqueta habitual.
>Mi hermana Aiko ya se ha ido. Ni siquiera me ha esperado para guiarme al instituto. Es más ¡Ni siquiera me ha saludado desde que llegue! Claro, después soy yo el maleducado. Tendré que ir yo solo.
…
>Al fin he llegado al instituto. Me ha costado lo suyo al tener solo instrucciones vagas del señor Naoto. Lastima que no me haya podido traer debido a que tenía que irse a trabajar. Es un detective criminalista ¡Como mola! Sigo sin poder creerme como diablos ha terminado con mi madre como su esposa.
>Bueno. Aquí estamos.
Al fin había llegado al instituto. El instituto era una gran construcción llena de ventanas azules, con aproximadamente 3 pisos. Habían varios arboles plantados en la entrada, junto con algunos arbustos. Varios estudiantes iban hacia las puertas principales, otros se quedaban rezagados hablando con algún otro estudiante conocido. Seth se sintió un tanto aliviado al ver que el no era el único en llevar alguna prenda que no perteneciera al uniforme. Había un estudiante que tenia una bufanda roja y llevaba unos guantes, otro con unos pantalones blancos y una chaqueta negra (En realidad, ahora que lo notaba iba con ropa informal) una con un sombrero verde ¡E incluso había un estudiante que llevaba consigo una guitarra!
Seth siguió andando, dispuesto a entrar en la instalación. Podía escuchar como los demás estudiantes conversaban entre si, algunos gritándose entre ellos. Era un ambiente muy agradable. Cosa totalmente opuesta a la sensación que sintió el joven unos momentos después.
De repente se sintió mareado otra vez. Pero esta vez era algo diferente, la sensación era mucho más fuerte que antes.
Sin darse cuenta, se tropezó con un estudiante que estaba delante suyo que tenia el pelo castaño oscuro.
-¡Woah!
Por suerte logró mantener el equilibrio.
-Hey tío ¿Te encuentras bien?- Pregunto el estudiante de cabellos castaños.
-D-Disculpa- Balbuceo Seth. Se le veía pálido.
-¿Seguro que te encuentras bien?- Insistió el otro estudiante -Se te ve pálido tío, deberías…
-¡Te dije que estoy bien, ha sido solo un simple tropiezo!- Respondió Seth, de mala gana, mientras se alejaba a paso apurado del estudiante hacia dentro de la institución.
> ¿Qué me esta pasando? ¿Por que me estoy sintiendo tan mareado? ¿Sera por el largo viaje?
>Debería ir al baño a echarme un poco de agua. A lo mejor si es cansancio por el largo viaje.
Guiándose por el mapa de la instalación que había en la entrada, Seth encontró el baño mas cercano. Estaba vacio.
Seth abrió el grifo. Se lavo las manos y posteriormente la cara. Pensó que refrescarse le haría sentir algo mejor. Cosa que no sucedió. Al contrario, se volvía a sentir mareado. Se desplomo sobre el lavabo, apoyando su mano contra el espejo que tenia enfrente. Para su sorpresa, tan rápido como había venido, la sensación había desaparecido. Sin embargo notaba el ambiente mas pesado.
Seth abrió los ojos. Por alguna extraña razón, el baño entero estaba en penumbra ¿Un apagón el primer día de clases? Mal íbamos.
Pero luego se dio cuenta de algo más. Las cosas tenían un tono más verdoso. En realidad, el color de las cosas se había vuelto el de un verde mas enfermizo.
Sin embargo, no tuvo tiempo para examinar mejor el lugar debido a que un rugido proveniente de uno de los cubículos capto la atención de Seth. Era un rugido sobrenatural.
Seth cuidadosamente se acerco al cubículo del cual había provenido el rugido. ¿Qué podría haber causado semejante sonido? Nunca lo había escuchado antes, ni sabia de algún animal que rugiera así.
Sin embargo, no tuvo que esperar mucho para encontrar la respuesta a su pregunta. Al abrir el cubículo se encontró con lo que parecía ser una especie de masa negra, viscosa. Nunca antes había visto algo por el estilo, ni siquiera en los canales de televisión. Tenia (lo que parecía ser) unos ojos de color rojo, sin pupilas. Y, a pesar de no tener forma definida, tenia unas dos manos, igual de viscosas que el resto de su cuerpo.
-¿¡Que diablos es esto!?- Exclamo Seth
Sin embargo, la bestia al parecer ya se había dado cuenta de su presencia. Con otro gruñido, empezó a reptar lentamente hacia Seth, el cual salió corriendo en dirección hacia el pasillo. Sin embargo la criatura, haciendo gala de una velocidad inesperada, alcanzo a Seth en un abrir y cerrar de ojos ¡Incluso le había cerrado el paso a la salida del baño! Esta comenzó a reptar lentamente con sus brazos hacia donde estaba Seth, que estaba aun anonadado por la increíble muestra de agilidad sobrehumana de la bestia. Instintivamente, busco una salida, sin embargo, recordó que estaba en un baño y que probablemente la única vía de salida era la que la criatura había bloqueado. La criatura cada vez se acercaba más lentamente a Seth. Sin ninguna otra alternativa, el joven decidió montarse encima de los lavabos. Tocando en el proceso una superficie fría.
Y, en un haz de luz, la criatura desapareció.
No solo eso, sino que las luces volvieron a la normalidad, y el ambiente en si ya no tenia esa especie de color verdoso.
>¿¡Que demonios ha sido eso!? ¡E-e-estaba lavándome la cara cuando de repente todo se ha vuelto verde y ha aparecido esa cosa! ¿¡Es que acaso me estoy volviendo loco!? ¡Definitivamente, tengo que hablarlo con alguien, quien sea!
Pero ahora que lo pensaba detenidamente ¿Serviría de algo contárselo a alguien? El apenas se podía creer lo que acababa de pasar ¿Cómo alguien iba a creerle que se había encontrado con una especie de…criatura totalmente viscosa y negra? Le tacharían de loco.
El sonido de la campana saco al joven de su ensimismamiento. Las clases ya comenzaban. Visto desde el ángulo que se viera, el joven no tenia otra opción que permanecer callado sobre lo que había ocurrido.