por Zabimaru » Dom May 17, 2009 11:39 pm
03 - Amelia
Hunter nos enseñó con pelos y señales la forma más letal y sangrienta de deshacerse de un vampiro y para mí sorpresa, varios compañeros de mi clase tuvieron que salir del aula al encontrarse indispuestos nada más oír algunas de las frases más sanguinarias y retorcidas de nuestro mentor.
- Una de mis preferidas es la decapitación. Ver como tu enemigo grita impotente y lleno de rabia, con los ojos desenfocados e inyectados en sed de sangre. Su rostro congelado en una mueca de asesinato fallido- parecía disfrutar a cada palabra que mencionaba, y yo con él.
También profundizó en otras técnicas como el uso de la plata. Era cierto que la plata se adjudicaba a los hombres lobo pero en realidad los vampiros carecían de la protección ante este elemento.
La leyenda de los licántropos se había extendido tanto que los había beneficiado hasta tal punto que la gente no había sopesado esta cuestión. Pero nosotros, la nueva generación de Villa Alegre, y seguro que de las pocas de toda Vampestra, estábamos al tanto de todo.
Cuando las clases terminaron fui en busca de Amelia a conserjería y la encontré colocando las llaves.
- -¿Quieres que demos un paseo por la playa primero? – le pregunté.
- Kasumi… –titubeó y salimos por el gran portón.
- Confía en mí – sonrió.
El Sol ya había descendido de su cénit un poco, se notaba el calor que transmitían sus rayos y junto con la humedad del ambiente se volvía agradable, por lo menos para mí.
Amelia se mostraba reticente a acercarse más de lo debido al mar. Sabía que sus padres habían muerto en un naufragio hace unos años cuando estaban a punto de arribar en la ciudad marítima de Portus.
Amelia aún era una niña cuando eso ocurrió, aun sin saberlo, y Hunter la acogió en la Academia.
La tomé de la mano con confianza y nos acercamos al agua. Tenía que reconocer que desde aquello, ella se había vuelto mucho más cerrada, ya no reía como antes, ni siquiera su sonrisa destilaba la misma sensación que antes. Parecía yo mucho más mayor que ella a pesar de ser a la inversa.
Recuerdo con exactitud el día que me lo contó:
" Era una tarde de invierno cuando los dos aún éramos unos adolescentes en pleno comienzo de la pubertad. Los rayos del Sol no lograban perforar las densas nubes que cubrían el cielo.
Nos encontrábamos en mi casa, concretamente en mi habitación. Como solía hacer mi hermana, la invitaba a tomar un aperitivo por la tarde y aquella vez, no fue una excepción.
La notaba lejana, encogida en sí misma, compungida. Daba pequeños mordiscos a las rosquillas de azúcar y evitaba cualquier toma de contacto con mi mirada, por lo que intuí que algo no iba bien.
- Amelia, ¿estás bien? – le pregunté dejando en el plato el dulce que me estaba tomando.
- Em… Sí, ¿por qué lo preguntas? – su voz sonó distante.
- Te veo algo distinta.
No me contestó, obligándome a mí mismo a no indagar más en el tema. Me levanté de la cama y me situé a su lado, en el otro extremo de la cama, la cogí de la mano cálidamente y pude ser testigo de cómo sus ojos iban humedeciéndose cada vez más a medida que pasaban los segundos, sus gafas no lo podían ocultar. Sin inquirir nada, le solté la mano y la abracé, repitiendo en mi cabeza que no debía preguntar nada.
- Hoy hablé con… Hunter… - hundió su cabeza en mi hombro.
- ¿Ha pasado algo? – le respondí intentando que no sonase muy forzado.
Entonces, rompió a llorar. ¡Idiota! Me recriminé. Sus manos se agarraron con fuerza a mi jersey. Llevé una de mis manos a su cabeza y la acaricié suavemente.
- Me… ha contado… que… mis… pa-padres murieron en… un… naufragio – el llanto ahogaba sus palabras, las hundía en un eco sin voz- No los… podré… ver nunca…
- Tranquila – fue lo único que acerté a decir.
Pasé la tarde abrazándola, esmerándome para no hacerla sentir sola, porque ciertamente no lo estaba. La comprendía pues yo compartía la misma pena y era mi única amiga. Antes de que se fuera empezó a llover con fuerza y Hunter y ella pasaron la noche en casa.
Tumbado en mi cama pude oír, como en la habitación contigua, los gemidos de Amelia chocaban contra el pecho de Hunter."