Destino

[Capítulo 3]

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Destino

Notapor Tsuna » Sab May 05, 2012 5:06 pm

History of a Destiny, una historia, un destino.
La historia está basada en un mundo ficticio llamado Armonia, creado por un servidor en su totalidad. En Armonia abundan toda clase de curiosos seres con singulares habilidades y características de todo tipo, además de tener muchos misterios por revelar. En él pueden verse desde civilizaciones ancladas en la prehistoria como otras avanzadas tecnológicamente.
Todo comienza con el asedio a un pequeño país por motivos desconocidos, cuando parece que todo ha sido controlado por el feroz imperio de Ferión, un pequeño chico logra escapar de tal holocausto. ¿Qué le deparará el destino?
Te invito a descubrirlo.

Título: History of a Destiny.
Género: Fantasía, acción, misterio, romántico, filosófico.
Autor: Me.

Historia:


Capítulo primero. La implacable persecución.


El comienzo.
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Llovía, aquella mañana llovía excesivamente. Quién sabe por qué razón, pero el viento soplaba con mucha más fuerza de lo normal, a su cara llegaron innumerables gotas y hojas, entorpeciéndole así la mirada y provocándole un ligero ardor en las pupilas...

Soldado 1: Tú, será mejor que no hagas nada sospechoso, te enviaremos a las mazmorras y allí serás investigado, ¡no quiero comportamientos sospechosos! ¿Entendido?

¿¿??: ...

Prosiguieron con su camino, él no dijo nada, ni tenía ganas de hablar después de lo sucedido. Frente a sus narices se podía observar el final del camino, un gran puente se abría paso bajo sus pies, un puente colgante que parecía estar en buen estado, pero con aquella tormenta, ¿quién sabe si ese buen estado sería de fiar?

Ni se pararon a pensar en ello, atravesaron el paso rocoso adentrándose en el puente.

Soldado 2: Vaya... ¿sí que llueve hoy, eh? Pareciera que el mismo cielo estuviera llorando, que irónico.

Pero aquel personaje pareció detenerse en seco al escuchar sus palabras, ensimismándose allí mismo. Cuando el sujeto que estaba a sus espaldas se chocó contra él por no haber previsto esa frenada, le reprochó, volviendo a sí mismo en ese instante.

Soldado 2: ¿Pero qué haces? ¡Espabila, miserable!

El hombre le arreó un potente golpe en la cabeza, con aquel pesado acero el dolor se habría triplicado o cuadruplicado más de lo normal. El personaje no dijo nada, simplemente siguió avanzando con la mirada tendida al suelo, a la vez que empapaba su desprotegido cuerpo.

Suly: ¡Vosotros! ¿Qué pretendéis hacer con él? ¡Soltadle ahora mismo!

¿¿??: ¡...!

Una curiosa silueta asomó por el risco retando, aparentemente, a aquellos sujetos, que se tomaron sus palabras muy a pecho.

Soldado 1: ¿Pero quién es este ahora? Entre tanta lluvia y viento, no lo distingo bien, mierda.

Suly: ¡Preparaos!

Aquella silueta dio un gran salto desde las rocas, mientras tanto en el aire logró coger la lanza que portaba en la espalda con gran destreza y golpear con ella al enemigo que tenía delante. Este cayó al suelo malherido y agonizando.

Soldado 1: ¡Arg! ¡Duele, dueleeee!

Soldado 2: ¡¿Cómo te atreves?! ¡Ahora verás, yo no seré tan descuidado como él!

Suly: Ven aquí, ¡no serás rival para mí!

El restante enemigo, que estaba detrás de aquel muchacho, soltó las cadenas junto con los grilletes que amordazaban al joven y desenvainando su espada corrió a toda prisa, con la intención de embestir a ese nuevo personaje.

Soldado 2: ¡Ah!

Suly: ¡Ha!

El soldado de gran estatura, portando una espada tenaz y a la vez afilada, fue derrotado en un fugaz intercambio de golpes frente a aquel chico de mediana estatura, que logró moverse con gran fluidez a pesar de la tormenta. Éste acertó con su lanza en la armadura de aquel hombre, penetrando la misma como si de papel se tratase. Herido, su enemigo retrocedió lentamente mientras intentaba coger aire. A los pocos pasos, cayó por el precipicio, perdiéndose así tanto su cuerpo como su grito agónico en aquella densa niebla…

Soldado 1: ¡Tú! ¡¿Quién te crees que eres para desafiarnos?! “Cof, cof cof...”

Aquel hombre se levantó del suelo recogiendo el arma de su ya fallecido compañero, a duras penas podía sostenerla, pero no podía dejar que la situación le venciera, si fracasaba, ¿qué iban a pensar de él?

Suly: Vaya, estos tipos no se rinden... ¡Sufrirás el mismo destino de tu compañero si das un paso adelante! ¡Estás advertido!

Soldado 1: ¡Como si alguien como tú pudiera vencerme!

El fornido hombre, frunciendo el morro y con un ligero movimiento de cadera, logró una buena posición para manejar la espada con la que pretendía arremeter contra su rival haciendo uso de toda su fuerza, pero este no vaciló, con la punta de su lanza frente al pecho se impulsó rápidamente, acertando a su enemigo en el lado opuesto adonde había recibido la anterior herida.

Soldado 1: Hug... no... cóm...o...

Aquel hombre cayó al suelo derrotado, con la mirada perdida en el cielo. Las gotas de agua comenzaron a inundar las cuencas de sus ojos. Por otro lado, aquel muchacho con grilletes miraba asustado al tipo que había vencido a esas dos bestias gracias a su gran agilidad, por una parte le estaba agradecido, pero por otra comenzaba a dudar de su destino.

Suly: Será posible, ¿y estos tipos te iban a llevar a las mazmorras? Ya es que no saben ni lo que hacen, y mira que son débiles y cutres. A todo esto, ¿Cómo te llamas?

¿¿??: M...

Suly: Vamos, puedes decirlo sin miedo, te rescataré ya que estás aquí, pero antes dime tu nombre.

¿¿??: Gra-gracias... me llamo... Nilan.

Suly: ¡Excelente Nilan, yo me llamo Suly! ¡Y ahora te quitaré esas cosas de encima!

Aquel habilidoso joven había derribado a los dos guardias sin ninguna dificultad, saltaba a la vista que no era un muchacho ordinario, y tendría cuatro años más que Nilan.

Suly: Muy bien, ¡ahí voy! “Trash”

Nilan: ... Gracias... de veras...

Las cadenas y los grilletes se desplomaron en el suelo, levantando un poco de barro. La lluvia comenzaba a cesar.

Suly: No es nada, pero ahora que estás libre, ¿qué harás? ¿Tienes adónde ir?

Nilan: No... ningún sitio...

Suly: Pues eso es...

Antes de que Suly terminara su frase, una flecha se interpuso entre ambos jóvenes. A lo lejos, se distinguía a unos pocos guardias más que habían dado con ellos.

Soldado1: ¡Allí están! ¡Atrapadles!

Los chicos ante la inminente sorpresa que supuso el impacto de la flecha entre el espacio que los separaba, decidieron rápidamente pasar a la acción antes de que algún que otro disparo acertase el tiro.

Suly: ¿Nilan, verdad? ¡Ven conmigo si no tienes adónde ir! ¡Sígueme!

Nilan: ... um...

Ambos huyeron raudos de sus perseguidores, que incesantemente disparaban una flecha tras otra, aunque sin llegar a acertar por el viento y el rocío que aun quedaba en el aire, por no mencionar la oscuridad del ambiente, era muy temprano aun y no estarían como para apuntar a unos niños. Pasarían media hora más corriendo por aquellas montañas llenas de barro y peligrosas colinas empinadas, no fue una situación sencilla para esos chicos. Una vez bajaron se encontraban frente a un bosque, sí, la espesura y el follaje era abundante, era el lugar idóneo para ocultarse, si es que aun les perseguían...

Nilan: Esto... perdona... ¿adónde te diriges tú?

Suly: ¿Que adónde voy? Pues debo atravesar el bosque para llegar a la casa de cierta persona.

Nilan: ¿Será seguro?

Suly: Claro, estarás más a salvo que aquí, por supuesto, anda, sígueme.

Nilan: ...

El chico llamado Nilan parecía desconfiar un poco de aquel tal Suly, aun así le siguió, no tenía alternativa si quería asegurarse la vida por el momento. Así se adentraron entre los matorrales infestados de insectos y otros curiosos seres.

Sin nadie sospechar nada, un enigmático personaje de rojos ropajes, un kimono rojo exactamente, los acechaba desde las montañas, pero por algún motivo no actuó en ningún momento.

¿¿??: Ya veo... con que fue eso... je, Daril era más hábil de lo que parecía, una lástima no haber podido reclutarle.

La lluvia había cesado totalmente, aun se podían oír las gotas impactando en el suelo, o los animales escondiéndose entre la hierba… los chicos seguían su camino entre aquella ingente cantidad de seres vivos y naturaleza, pero tal situación sin una buena conversación solo servía para aumentar la tensión. Fue aquí dónde Suly decidió dar el primer paso, ya que Nilan estaba asustado y parecía un chico tímido.

Suly: Oye Nilan, me estaba preguntado una cosa... ¿Porqué te secuestraron esos guardias?

Nilan: Bueno... es algo difícil... de explicar...

Suly: Entiendo, tendrás tus motivos para callártelo, lamento la pregunta, pero de todos modos, tendrías que haber hecho algo gordo como para que quisieran llevarte a las mazmorras, ¿les robaste o algo? Ahora que lo pienso, te salvé sin saber muy bien la razón, quizá eso me cueste un precio mayor, quien sabe si no eras un ladrón o un espía de otro reino.

Nilan: No... por favor, no pienses eso... realmente, me arrestaron de manera injusta sin decirme el porqué.

Suly: Vaya, vaya, con que te declaras inocente, ¿y de dónde eres? Digo yo que tendrás familia, ¿cierto?

Nilan: ...

Suly: Vamos, ¿te ha mordido la lengua una salamandra de Argón?

Nilan ante esta última pregunta se mostró ciertamente melancólico o triste, su expresión no lograba delatar sus verdaderos sentimientos, pero no eran buenos, eso estaba claro. El chico miró al suelo, quien sabe si estaba pensando o mirando las piedras para no tropezarse.

Nilan: No quiero hablar ahora sobre ello, lo siento.

Suly: Muy bien... pues no se dé que hablar contigo entonces.

Mientras charlaban, no se llegaron a percatar de la presencia de un gran peligro que los acechaba en ese preciso instante, dicho peligro se desplazaba sigilosamente entre las ramas de los árboles, acercándose cada vez más a los jóvenes.

Suly: ¿Quieres hablar de algo en especial Nilan? Vamos, ¡estás a salvo, alegra esa cara!

Nilan: No es tan fá...

Una enredadera salió rápidamente de entre unos árboles, cazando al pobre Nilan y levantando al chico en el aire, pocos segundos después, salió el depredador satisfecho tras capturar a su primera presa, estaba listo para el desayuno.

Suly: ¡Oh no! ¡Nilan!

Cría de Mandrágora: ¡¡¡Ghyah!!!

Aquella criatura que hasta el momento había pasado desapercibida, naturalmente por su cuerpo, gracias al cual era capaz de camuflarse entre la maleza sin ser detectada, ya que imitaba con él al mismo bosque, surgió de entre los árboles agarrando al joven Nilan con una de sus muchas raíces y levantándolo en el aire.

Suly: ¿Pero qué...? Nunca antes había visto a una mandrágora por aquí, ¿cómo es posible? Además, esta parece que se ha adaptado al medio, de ninguna manera... ¡Nilan!

Nilan: ¡Socorro! ¡Aaaaah!

Suly inmediatamente agarró su lanza, que por supuesto, se había vuelto a colocar en la parte trasera de su peto metálico tras derrotar a los soldados en el puente, y con gran soltura y habilidad, saltó hacía el “tentáculo-enredadera” o raíz que agarraba a Nilan.

Suly: ¡Ahora te liberaré!

Con un ligero gesto del brazo que portaba la afilada y metálica lanza, cortó inmediatamente la raíz por la que agarraba a su compañero, si es que podía llamarlo así. Nilan cayó al suelo y la criatura, que ciertamente parecía una flor de unos dos metros de altura aproximadamente, soltó un alarido de dolor.

Cría de Mandrágora: ¡Ghyah! ¡Ghyah! ¡Ghyaaaaaaaaaaah!

Suly: ¡Bien, ya estás a salvo, eso quiere decir que no me contendré!

Suly se colocó en posición defensiva, manteniendo el pico de la lanza frente a él, aunque Nilan pudo percatarse de que no era una Lanza ordinaria, los bordes de su punta poseían pequeñas cuchillas e imitando de cierto modo un serrucho, eso explicaría como atravesó la armadura de aquellos soldados con tanta facilidad.

Suly: ¡Kyazaazaza... oh bonifer loter kyazaza...!

Nilan: ¿Qué estás...?

Suly comenzó a recitar unas extrañas frases en voz baja, manteniendo sus ojos cerrados durante el proceso, ¿qué estaría haciendo?

Suly: ¡Ha!

Instantes después una ligera aura anaranjada emanó de su cuerpo, junto con algunos símbolos que recordaban vagamente a escudos, en ese momento, Suly se giró totalmente calmado y con una expresión distinta a la anterior, no parecía sufrir ningún tipo de tensión. Alzó su mano frente a Nilan e inmediatamente, para sorpresa de éste parte de esa aura “voló” hasta el cuerpo del joven. Cubriéndolo totalmente en el proceso.

Nilan: Vaya... ¿qué es esto?...

Suly: Sorprendente, ¿nunca habías oído nada acerca de la hechicería? ¿En qué clase mundo vivías antes de toparte conmigo? Por el hechizo que acabo de recitar...

Cría de mandrágora: ¡¡¡Ghyaaaaaah!!!

Suly: ¡... te protegerá totalmente durante un pequeño intervalo de tiempo!

La criatura golpeó a Suly por detrás con todas sus fuerzas. Ese latigazo podría haberlo partido por la mitad, pero por alguna razón, apenas se había inmutado excepto por el pequeño gesto de dolor que hizo, quizá se estuviera haciendo el fuerte. El chico tornó su rostro hacía el cuerpo de aquella bestia y con ágil destreza, saltó con su lanza hasta la cabeza de la bestia y propinándole un fuerte impacto en la misma, rodeada de hojas tan verdes como los árboles del bosque.

Cría de Mandrágora: ¡¡¡¡¡Ghyaaaaahghyaaaaaaaaahhhhhhh!!!!!

Suly: ¡Perfecto!

Suly atravesó la cabeza de aquel ser y ya en el aire, aprovechó para sacarla y caer frente a su compañero. Debido a las numerosas cuchillas de la lanza, el haberla sacado generaría importantes heridas en el interior de la mandrágora.

Nilan: Increíble... ¿dónde has aprendido todo esto?

Suly: Je, ya esta cosa no volverá a molestar más.

La mandrágora retrocedió varios metros, tambaleándose de un lado a otro con cada movimiento… pero justo en un instante, cuando Suly se había confiado bajando la guardia mientras hablaba con su compañero, la criatura abrió su boca herida por el impacto de la lanza, dejando al descubierto una hermosa flor verde y morada, cuyos pétalos eran las secciones que formaban en conjunto la boca de la criatura, fue ahí cuando expulsó del interior del orificio central de la boca un aroma amarillento, que cubrió con rapidez toda la zona.

Nilan: ¡Cuidado, detrás de ti!

Suly: ¿Cómo?

Nilan agarró rápidamente a Suly, que pareció desmayarse nada más tener contacto con aquel gas y sin pensarlo dos veces, salió corriendo de allí, pero para su desgracia, el gas también le había afectado a él, lo sentía. Sentía como iba perdiendo el equilibrio lentamente.

Nilan: Ug... Suly... ¿estás bien?

Suly: ...

Ya lejos del sinuoso camino donde había tenido lugar el combate contra la mandrágora, Nilan se sentó en la hierba, mirando con preocupación a su inconsciente compañero.

Nilan: Por favor, dime... que estás bien... Umm... ¿Cómo se supone... que se cura esto?

Nilan cayó también en la hierba inconsciente, perdiendo el conocimiento y el sentido del tiempo, pasaron las horas y el no se dio cuenta, ¿volverían a despertar de aquellos letales efectos provocados por los gases de la mandrágora?


El Bosque de Leithard.
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¿Cuántas horas habrían pasado desde que cayó inconsciente? Aun no podía distinguirlo, seguía sumido en un profundo sueño...

¿¿??: Nilan... ¿estás a salvo?

Nilan: ...

¿¿??: Nilan... ¿me oyes? ¡En el interior... Dishael... debes...!

El joven Nilan se despertó, sentía un fuerte dolor de cabeza y pudo notar como ciertos músculos del cuerpo aun seguían algo adormecidos, puesto que no le respondían como deberían haber hecho.

Nilan: ¿Dónde... estoy? ¿Suly?...

Tras estar un rato meditando en la hierba, Nilan se recuperó lo suficiente como para poder moverse sin dificultad, se levantó y miró a su alrededor buscando a su compañero. Éste aun seguía inconsciente en el suelo, era algo normal, ya que recibió de lleno el polen de aquella criatura. Nilan se aproximó a su cuerpo inmóvil en la hierba e intentó reanimarle dándole palmadas en la cara y gritando su nombre.

Nilan: Suly... ¿Estás bien? Vamos, despierta... ¿Suly? ¡Suly!

Suly: ...

No había manera, Suly era incapaz de oír nada, estaba totalmente aturdido por el gas amarillento de la mandrágora. Nilan se rindió, definitivamente, así no podría ayudar a su compañero, ¿qué iba a hacer pues? Se levantó y colocó a Suly en una cómoda posición para que no sufriera daño alguno, luego echó un vistazo al pedazo de cielo que aun se distinguía entre las copas de los árboles, el mismo era ya rojizo, estaba anocheciendo, ¿tantas horas había pasado dormido?

Nilan: Vamos a ver qué pillo por ahí.

El joven Nilan se alejó del pequeño llano dónde se encontraba su compañero y se adentró en el bosque a pesar de los duros azotes provenientes del frío. Algo buscaba, pero si anochecía, no podría encontrar el camino de vuelta…

A medida que se adentraba en la foresta, el chico se fue fijando en sus huellas, quería asegurarse de que no las perdía de vista para así poder volver, mientras tanto iba observando la fauna local, entre otras cosas, y algo que le llamó curiosamente la atención fueron unas diminutas setas de color azul fosforescente, se agachó de rodillas frente a los pies del árbol, dónde se ubicaban dichos hongos.

Nilan: Perfecto, si no recuerdo mal, son estas las que deberían funcionar, las recogeré y buscaré el otro ingrediente, pero va a ser difícil...

Nilan apenas tenía un abrigo con el que protegerse, las finas pieles naranjas que cubrían su delicado cuerpo no fueron suficientes contra la tenaz voluntad del frío, que a cada paso se hacía notar de sobremanera.

El joven llegó a un riachuelo, ya tenía las setas fosforescentes en su bolsillo pero aun debía buscar algo más… Se acercó a la orilla y comenzó a beber agua, aparte de refrescarse el rostro, eso lo animaría. Mientras tanto, otra criatura se acercaba sigilosamente a sus espaldas. Nilan no se percataría de su presencia hasta el momento de oír las profundas pisadas aproximándose a él a sus espaldas, el chico se sobresaltó y miró hacia atrás pero fue demasiado tarde, aquel animal le golpeó con fuerza empujando su frágil cuerpo al agua.

Nilan: ¡Oh no! ¡Las setas!

Centrílope: ¡Aawwww…!

Nilan de manera apresurada e intentando ignorar a aquella bestia, buscó con desesperación las setas en el riachuelo, fue un golpe de suerte que algunas de ellas permanecieran en el lugar gracias a unas rocas, dónde habían quedado encajadas… posteriormente, miró al animal que le golpeó momentos atrás por la espalda, se trataba de un Centrílope, incluso Nilan logró reconocerlo.

Nilan: Oh no... recuerdo que siempre estos animales van en manada, estoy en un apuro.

La suposición de Nilan era correcta, aquel animal de cuatro patas y color amarillento con aspecto fiero no era el único, esta clase de animales solían ir en manadas de hasta 10 miembros como mínimo, así de entre los matorrales, comenzaron a surgir más de ellos, rodeando al joven en el riachuelo.

Nilan: Que hago... estoy... perdido...

Manada de Centrílopes: ¡Awwwwwww!

Aquel aullido aumentó el temor psicológico del joven, que se veía en una situación de alta complejidad al no poseer armas de ninguna clase, ¿pasaría a ser la cena de aquellas bestias?

Nilan: ¡Ah! ¡Urg!

El tiempo pasó.

Nilan: ¡Auch!

Los Centrílopes habían acorralado a Nilan en todos los aspectos y ya había anochecido, la piel del joven marcaba numerosos desgarros y moratones causados por las bestias, pero aun así seguía manteniendo su cuerpo en pie, esperando una oportunidad para huir. Para sorpresa de todos los presentes, cuando uno de ellos se abalanzó hacia Nilan para rematarlo, éste se cubrió como pudo con sus brazos la parte delantera del cuerpo, pero algo inesperado surgió en aquel preciso instante, un aura negra rodeó el cuerpo de Nilan, tal y como había hecho el aura naranja de Suly aquella mañana, pero esta no poseía símbolos de escudos, es más, surgieron extrañas estrellas a su alrededor… Entonces, una llamarada emergió de las palmas de sus manos, incinerando a aquel Centrílope que se disponía a liquidarlo, ante esto, la manada entera retrocedió y huyó aterrorizada. ¡¿Qué había hecho Nilan?! Este no salió de su asombro, no tenía ni idea de lo que sucedió

Nilan: Pero qué... ¿Qué ha... pasado?

Suly: Ugh... do... ¿dónde... estoy?

La noche había invadido todo el lugar. Suly se despertó algo aturdido, la cabeza le daba vueltas y apenas podía abrir los ojos.

Nilan: Vaya, ya estás mejor.

Suly: Um... ¿Te llamabas Nilan no? Veo que estamos... a salvo... ¿qué ha pasado?

Nilan se encontraba junto a un tronco del que emanaba agua, se encontraban en un prado de pequeñas proporciones pero aun llegaba la luz de aquel inmenso planeta color rosa del cielo, entre numerosas estrellas y astros más. La ligera armadura que llevaba Suly estaba a los pies del tronco bien colocada, mientras Nilan preparaba una especie de remedio extraño sobre lo que parecía piel chamuscada de algo y setas.

Suly: Oye, ¿Qué estás...?

Nilan: No te preocupes, es un remedio básico que me enseñaron a preparar hace algunos años, aun no lo domino totalmente y de hecho, no sabía si encontraría los ingredientes adecuados para prepararlo.

Suly: Ya veo, parece que al final... sabías más de lo que parecía, ¿Eso es piel no? ¿Cómo te las has arreglado para quemarla o conseguirla?

Nilan: Pues muy fácil, la he quemado al igual que esta hoguera, con piedras y palos de por ahí...

Suly: ¿De qué animal es?

Nilan: Bueno... un conejo de la zona, por aquí abundan... a todo esto, no te muevas mucho que aun tendrás efectos del polen de la planta mutante aquella.

Suly: ¿Planta mutante?... ¡Ah! ¡Te refieres a la mandrágora! ¿Qué fue de ella?

Nilan: Pues justo cuando bajaste la guardia, expulsó un polen por la boca-flor esa que tenía y caíste al momento.

Suly: Entiendo... supongo que te debo la vida, muchísimas gracias.

Aunque no lo pareciera, aquel combate contra la mandrágora sirvió para que ambos cogieran confianza, ya ninguno tendría el problema de no saber que decirle al otro, así comenzó una buena amistad.

Nilan: Vamos, deja que te dé esta última pomada, te sentirás mejor...

Suly se giró, su tronco estaba totalmente vendado por las vendas que encontró casualmente Nilan en la riñonera de su compañero, éste no le dijo nada, ya que le debía un gran favor, a pesar de tener que cargar con ese intenso dolor en la espalda.

Suly: ¡Cómo duele! ¿Qué me sucedió en la espalda?

Nilan: ¿No lo recuerdas? Te dejaste golpear y la planta te azotó un latigazo ahí.

Suly: Sí... es verdad... quería hacerme el fuerte a pesar de mi inexperiencia, aun no poseo el suficiente espíritu como para hacer nada útil.

Nilan: ¿Espíritu?

Suly: Es cierto, recuerdo que tampoco no tenías ni pajolera idea de lo que era la hechicería, ¿de verdad nunca habías oído nada sobre ella?

Nilan: Pues... la verdad es que no...

Suly: Bueno, supongo que para tu edad no es extraño no saber que es. Verás, la hechicería es el arte de explotar tu espíritu, hay muchas maneras de hacerlo, y por eso hay tantas técnicas descubiertas y por descubrir, yo apenas me he iniciado en hechicería naranja.

Nilan: ¿Qué es eso del espíritu? Tampoco se nada sobre ello.

Suly: De verdad... eres un caso perdido... a ver, ¿cómo te lo explico?

Nilan: Mientras lo pueda entender...

Suly: A ver, a ver, hay distintas clases de hechicería, cada una con sus características, por ejemplo, hay hechicería blanca, azul, naranja, negra o morada… son algunos ejemplos, tampoco es que sea un experto en el tema, yo me inicié hace unos años con la naranja. Sobre el espíritu... pues no sabría definírtelo exactamente... mira, yo iba hacia la casa de una determinada persona, estoy seguro que esa persona te ayudará, fue ella quien me enseñó lo poco que se, pero antes de nada debemos atravesar El Bosque de Leithard.

Nilan: ¿El Bosque de Leithard? ¿Es este bosque acaso?

Suly: En serio... me empiezas a preocupar, ¿esos soldados no te hicieron nada extraño?

Nilan: Bueno... me dieron varios golpes en la cabeza y demás...

Suly: El Bosque de Leithard es este bosque, una foresta privada del propio reino de Leithard, aunque comparado con otros bosques no es muy grande, por ejemplo, la foresta de Whilhem o el Bosque Subterráneo son inmensamente más grandes, aparte de poseer mayor número de criaturas feroces que aquí, ya que este está más cerca de la civilización y como que muchas especies han terminado extinguiéndose por la constante cacería.

Nilan: Qué interesante... ¿y cuando partimos a la casa de esa persona?

Suly: Al amanecer, que ahora no estoy en condiciones de caminar ni enfrentar centrílopes, la única raza feroz de la zona que ha logrado la supervivencia por aquí... a todo esto, ahora que te veo mejor, ¿de dónde han salido todos esos moratones? ¡¿Qué te pasó?!

Nilan: Oh esto... intentando recoger los hongos fosforescentes me caí por un barranco, no te preocupes, aunque en su momento dolió lo suyo...

Ambos descansaron esa noche, debían estar preparados para partir cuanto antes, quién sabe si los soldados aun les perseguían...

Amaneció. Tanto Suly como Nilan estaban recuperados, ahora debían partir raudos y salir de aquel bosque por el norte. Caminaron varias horas mirando animales y fauna local, hasta que...

Suly: ¿...?

... al atravesar un diminuto riachuelo, se toparon con el cadáver de un Centrílope incinerado, cosa que extraño de sobremanera a Suly... Media hora más tarde, cuando por fin lograban ver unas montañas a lo lejos, un inesperado depredador apareció ante ellos.

Suly: ¡¿Pero qué...?!

Nilan: ¡...!

Cría de Mandrágora: ¡¡¡Ghyahhh!!! ¡¡¡Ghyahhh!!!.... ¡¡¡¡Ghyaaaaaaahhh!!!!

Por sus heridas, los personajes que atravesaban la espesura se percataron de que era la misma criatura con la que entablaron un duelo el día anterior, pero en esta ocasión parecía preparada, emanaba más ira, más furia, y con ello más poder. Inmediatamente la Mandrágora empleó una de sus raíces para golpear en los pies a ambos y así inmovilizarlos en el suelo.

Suly: ¡Salta!

Nilan: ¡...!

Suly dio un ágil salto a tiempo, pero Nilan no tuvo tanta suerte, no se esperó para nada ese encuentro, éste fue golpeado en sus pies por la raíz de la Mandrágora y cayó irremediablemente al suelo.

Cría de Mandrágora: ¡¡¡Ghyahhhhh!!!

Mientras tanto, en el aire, Suly desenvainó su lanza y comenzó a recitar un conjuro. Se trataba del mismo de la última vez, un aura rodeó su cuerpo junto con varios símbolos que recordaban vagamente a escudos, además, extendió su mano en dirección a Nilan.

Suly: ¡Nilan, toma, esto te protegerá físicamente! Aunque el efecto de la técnica se divida a la mitad...

Nilan: ¡Ug...!

Un velo naranja surgió de la palma de la mano de Suly y voló hasta Nilan, provocando el mismo efecto en su cuerpo.

Nilan: Conque... ¿esto es hechicería naranja? El nombre le viene que ni pintado...

Suly: ¡Concéntrate, no bajes la guarida, éste enemigo es poderoso!

Cría de Mandrágora: ¡¡¡Ghyaaaahhh!!!

La Mandrágora empleó tres raíces contra Suly, que estando en el aire, apenas era capaz de maniobrar por lo que sería un blanco fácil de alcanzar en toda regla. Pero este chico bloqueó el impacto con su lanza y sus brazos, el impulso lo envió directo al suelo, junto a su compañero, que apenas podía levantarse, la diferencia es que Suly cayó de pie, resistió el golpe sin dificultades.

Suly: Esto es complicado... ¡Nilan! ¡¿De verdad no sabes hacer nada?!

Nilan: Pues... no.

Suly: Madre mía, ¿me la tengo que cargar yo solo? A decir verdad, nunca me había enfrentado a una... pero sí que me habían hablado sobre ellas.

La mandrágora comenzó a inflarse misteriosamente, su estómago llegó a un punto en el que parecía que iba a estallar, a su vez, lo cubrió con todas sus raíces...

Suly: ¡Nilan, muévete, está preparando algo gordo!

Nilan: ¡No puedo, me he torcido el tobillo! ¡Arg!

Suly: ¡Mierda...!

La Mandrágora infló además su boca, estaba dispuesta a escupir algo.

Nilan: ¡¿Será polen de nuevo?!

Suly: ¡No! ¡Yo había oído acerca de esta técnica que emplea la familia de las Mandrágoras...! Se trata de un impacto…

Nilan: ¡¿Qué clase de impacto?!

Suly: ¡Recoge energía del suelo por sus raíces y gracias a ella, es capaz de crear una semilla en su interior junto con los minerales y sales que su cuerpo haya absorbido! Disparará la semilla por la flor que tiene en la cabeza... ¡y si te da, la semilla penetrará en tu cuerpo, permaneciendo en este y devorándote por dentro!

Nilan: ¡¿Cómo?! ¡¿Tu hechizo no puede repelerla?!

Suly: ¡Mis ganas...! Nilan... ¡mis ganas!

La Mandrágora inmediatamente disparó la semilla por la flor de su boca, aunque para sorpresa de ambos, no fue solo una, fue una ráfaga de semillas la que impactó sobre los dos jóvenes... que apenas pudieron defenderse.

Nilan: ¡Arg!

Suly: ¡No!

Afortunadamente, tras el tiroteo ninguna semilla pareció haberse incrustado en ninguno de sus cuerpos, pero sí habían dejado fuertes moratones. Antes de que ambos pudieran hacer nada, la Mandrágora pasó al ataque sin previo aviso, realizaba un ataque tras otro sin descanso, debía cobrarse la humillación sufrida el día anterior, un cazador de su categoría no podía permitirse perder por dos niños indefensos que apenas sabían usar hechicería, así pues, envió tres raíces a por cada uno de ellos con la intención de eliminarlos de una buena vez.

Cría de Mandrágora: ¡¡¡Ghyahhhh!!!

Suly, con grandes dificultades, tuvo que hacer frente a tres de sus raíces, que lo acosaban constantemente. Suerte que el chico poseía una fuerte agilidad a pesar de portar aquella lanza aparentemente no tan ligera. Pero sus gráciles movimientos le permitieron evitarlas y cortar dos de las mismas, la Mandrágora retiró la restante. Por otro lado, Nilan no pudo defenderse y la criatura, con sus tres raíces agarró fuertemente al joven y lo levantó en el aire con la intención de tirarlo precipicio abajo, precipicio que se situaba a la salida del bosque, y que mediante un puente comunicaba con aquel terreno montañoso del fondo.

Suly: ¡Nilan, haz algo!

Nilan: ¡¿Cómo qué?! ¡Aaaaaaaahhhh!

Cría de Mandrágora: ¡¡¡¡Ghyaaaaaaaaaahhhhhhhh!!!!

Suly se impulsó rápidamente con sus pies, colocando la punta de la lanza ante su pecho, así pues se dirigió hacia el estómago de aquella bestia.

Nilan: ¡¡Socorroooooo!!

Para sorpresa de todos y ante el grito desesperado del joven Nilan, la cabeza de la Mandrágora y su boca comenzaron a arder por una llamarada que surgió del chico y que a través de sus raíces quemó a la criatura. A su vez, surgió un aura negra de él con varias estrellas de cinco puntas.

Suly: ¡¿Pero qué?!... ¡Da igual, esta es mi oportunidad!

Suly atravesó con la lanza el estómago de la Mandrágora, sacó la lanza, cuya punta poseía numerosas cuchillas y al sacarla, provocaban más heridas internas e inmediatamente volvió a atravesar otra zona de su estómago, empujando a la Mandrágora con cada golpe. Le bastaron cuatro golpes en seco para aproximar a la Mandrágora hacia el precipicio.

Suly: ¡Nilan, salta ahora!

El aura anaranjada empezó a desaparecer y a perder su ya leve brillo y tono anaranjados, mientras el aura negra de Nilan desapareció instantáneamente después de emplear la llamarada. Respecto al enemigo, sus tres raíces se quemaban junto con la flor de su cabeza y las heridas de su estómago fueron letales, lentamente, el monstruo se acercaba a su final, situado a sus espaldas.

Nilan: ¡Rápido, ataca y tírala de una buena vez por el risco!

Suly: ¡No es tan fácil, si hago eso, me arriesgo a que me atrape con la raíz que le queda y me tire junto a ella!

Nilan: ¡Muy bien, pues toma esto!

Nilan agarró varias piedras y se dispuso a tirárselas en la cabeza a la bestia, giró su cuerpo y con precisión, acertó tres lanzamientos de cinco. La Mandrágora ante esto retrocedió agonizando.

Suly: ¡Claro!

Suly saltó frente a la Mandrágora clavando su lanza en el suelo, esto más el peso de la bestia provocó que el borde del risco de agrietara, cayendo la bestia para abajo junto con las rocas.

Cría de Mandrágora: ¡¡¡¡¡¡Ghyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhh!!!!!!..........

En la caída, la Mandrágora comenzó a soltar por la flor de la cabeza (la boca) aquel polen amarillento como último recurso, pero fue inútil, ya había caído y su grito agónico lleno de ira desapareció a los pocos segundos.

Nilan: ¡Perfecto!

Suly: Fiuuuuuu... quien me iba a decir a mí que esta cosa nos iba a volver a salir al paso. ¡Qué pesada!

Nilan: ¡Y que lo digas! ¿Esta clase de alimañas son siempre tan resistentes?

Suly: Bueno... a decir verdad, la persona que vamos a ir a visitar podría haberla vencido con un solo movimiento.

Nilan: ¡Woa! ¡¿De veras?!

Suly: Ajá, te dije que te enseñaría muchas cosas, no tiene desperdicio, sigamos, su cabaña debe estar en aquella montaña... Mira, ¿la ves? Allí.

Nilan, que no tenía tan buena vista como Suly, intentó esforzarse por ver la cabaña a la que se dirigían pero a duras penas logró ver algo, estaba sudoroso y cansado al igual que su compañero, sus pasos eran profundos y lentos. Eso ya era signo de la poca resistencia que le quedaba. Ambos salieron de El Bosque de Leithard por el norte y se adentraron en aquel terreno montañoso, subieron empinadas colinas sin mucha dificultad, tampoco encontraron signo alguno de vida animal, excepto de diversas plantas y matojos típicos de la zona.

Una vez llegaron frente a la cabaña, pudieron ver como de su chimenea salía un curioso humo color rosa morado, esto extrañó a Nilan, que ya se pudo imaginar qué clase de loco o loca viviría allí, aislado o aislada del mundo, aunque él tampoco se podía quejar.

Suly: ¡Viejo, abre, soy yo, Suly!

Nilan: ¿Viejo?

Suly: Sí, es alguien ya muy mayor, apenas puede andar y esas cosas, está cascadísimo el hombre... y no preguntes quien es, porque si no sabías nada acerca de la hechicería, menos sabrás sobre él.

Nilan: Amm... vale, vale...

De pronto la puerta se abrió lentamente, provocando aquel molesto chirrido típico de puertas antiguas y el cielo comenzó a tonarse gris, levantando brisas de aire que no eran normales...

¿¿??: ¡¿Cómo que “cascadísimo”?! ¡¿Quién te crees que eres niñato?!


El hogar de Paradox.
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Tras aquel inapropiado comentario de Suly, la puerta de la cabaña se abrió de manera siniestra mientras las nubes se volvían grises y comenzaban a surgir prominentes ráfagas de viento. De la cabaña surgió un anciano gruñón, que aparentemente, se sintió ofendido por las palabras del joven.

Suly: ¡¿Estabas escuchando?!

¿¿??: ¡¿Pero tú quién te crees que soy?! ¡¿Es así como me agradeces todo lo que te he enseñado?!

Suly: Oh... lo lamento, lo lamento muchísimo.

Nilan: ...

Suly se arrodilló frente a aquel sujeto. Para sorpresa de Nilan, éste apoyó una mano sobre su hombro, misteriosamente se había desplazado hasta sus espaldas.

Nilan: Pe-pero como... ¿Cómo ha llegado hasta aquí? Si no lo he...

¿¿??: Ya, ya, muchacho, todo tiene su explicación, oye... pareces bastante más educado que este sinvergüenza, Suly, debería darte vergüenza ¿sabes?

Suly aun permanecía de rodillas en el suelo cabizbajo, parecía arrepentirse de veras. En lo que se refería al anciano, a Nilan le sorprendió el hecho de que tuviera su misma estatura, o quizá fuera un poco más pequeño. Destacaba su largo cabello canoso y su piel llena de arrugas y color verde, por no mencionar su prominente y larga nariz, además, su túnica morada y blanca le daba cierto aire místico y poderoso.

Paradox: Jovenzuelo, me hago llamar Paradox, aunque también puedes llamarme El Sabio, que es así como me conocen normalmente en las grandes ciudades. Si no te importa, me gustaría que pasases adentro, que aquí hace mucho frío, vamos, no te cortes, como si estuvieras en tu casa...

Nilan: Vaya... Se lo agradezco señor.

Suly: Entonces yo ya podré ir...

Paradox: ¡Alto ahí bribón! ¿Adónde crees que vas? ¡Tú te quedarás aquí por hacerte el gracioso y el fuerte, a lo hecho pecho!

Suly: ¿Fuerte?

Paradox: Ni yo ni tu padre te hemos entrenado para que te dejes golpear.

Paradox y Nilan entraron en la cabaña de piedra tras subir las escaleras de madera situadas en la entrada. Antes de cerrar la puerta, el anciano chasqueó los dedos y comenzó a llover, ese era el castigo merecido para aquel adolescente tan arrogante y descuidado, o eso pensó.

Suly: Este viejo... nunca cambiará... ¿Porqué me toca a mi cargar con esto?

Una vez dentro de la cabaña, a Nilan le impresionó el pequeño espacio de la misma, desde afuera parecía más grande pero es que sus dimensiones eran prácticamente escasas. Nada más entrar se topó con un pequeño desván lleno de libros y estanterías con botes de cristal y productos químicos u otras sustancias que mejor sería no conocer.

Nilan: Perdone señor... pero desde afuera esto parecía más grande.

Paradox: Jo jo jo, sí, todos siempre dicen lo mismo... pero mira que hay por aquí.

El anciano atravesó aquel desordenado mar de hojas secas y amarillentas, cuando llegó al final del desván, cogió un libro verde de unas de las estanterías ubicadas a su derecha, al instante una trampilla del suelo ascendió.

Nilan: Eso si que no me lo esperaba.

Paradox: Jo jo jo, sí, todos siempre dicen lo mismo... pero mira lo que hay por aquí.

El anciano se empezaba a repetir, cosa que preocupó a Nilan, ¿le tomaría el pelo o ni él se daba cuenta de lo que decía? Ambos bajaron unas escaleras de madera, al pisar se oía el fuerte sonido típico de madera antigua, pareciera como si la escalera se fuera a desmoronar en cualquier momento. Una vez abajo, Nilan vio como un pasillo de grandes dimensiones daba lugar a varias habitaciones y el lugar, para estar bajo tierra era más caluroso y cálido que la entrada, oscura y húmeda, al fondo de una de las estancias escuchó lo que parecía el sonido de unas llamas...

Paradox: Se trata de mi chimenea... verás, como mago profesional que soy, no puedo permitirme el lujo de vivir en una casa normal. Por cierto, siéntete como en tu casa. Ven por aquí, pareces herido, te recuperaré en la medida de lo posible.

Nilan: Muchas gracias...

Paradox: Pero tendrás que irte en cuanto terminemos, ¿entendido?

Nilan: Um...

Paradox: ¿Qué?

Avanzaron hacia aquella estancia de la que provenía el calor. Una vez dentro el anciano cerró la puerta y se sentó en una vieja silla frente a la chimenea, al igual hizo Nilan, que miraba con curiosidad los platos, vasos, u otros utensilios de cocina que habían por allí… Sí, esa parecía ser su cocina si alguna duda.

Paradox: Vamos, siéntate. A todo esto, ¿cómo te llamabas?

Nilan: Me parece que nunca le dije mi nombre... aun así, me llamo Nilan.

Paradox: ¿Nilan? ¿Por casualidad provienes de Mystical?

Nilan: Sí... bueno... prefiero no hablar de ello...

Paradox: Jo jo jo, creo que ya sé algo más sobre ti.

Nilan se sentó frente al anciano Paradox, en cierto modo, el chico estaba nervioso ante la nueva situación en la que se encontraba, pero Paradox lo percibió y le rogó que se calmara, además, Nilan reveló su lugar de procedencia, pertenecía a una zona llamada Mystical, un pequeño reino situado entre Ferión y Leithard.

Nilan: Sí... mystical... unos soldados me apresaron sin preguntarme nada hace unos días, fue entonces cuando Suly me rescató de casualidad.

Paradox: Ya veo, jovencito, ¿te iban a llevar a las mazmorras? No me lo puedo creer… ¿Qué hiciste para merecer tal castigo?

Nilan: Nada... nada malo que yo sepa, simplemente esa noche me apresaron sin decirme palabra alguna.

El viejo Paradox señaló a Nilan con un dedo, cerró los ojos concentrándose y un aura de color blanco emergió del mismo en dirección al joven.

Paradox: No te asustes, relájate.

El aura penetró el pecho del joven y desapareciendo en el acto. Momentos después varios moratones y rasguños de su piel desaparecieron, regenerando el estado de la misma.

Nilan: ¡Increíble! Ya... ya me siento mejor.

Nilan se observó a sí mismo casi sin palabras, las heridas y su cansancio desaparecieron instantáneamente a causa del aura blanca.

Paradox: Jo jo jo, veo que nunca has visto hechicería blanca, ¿o me equivoco?

Nilan: Sí, es cierto que nunca la había visto, pero pensé que sería como la de Suly, naranja, él me habló sobre algunas clases de hechicería y sobre algo del espíritu, pero yo nunca vi nada así en mi pueblo.

Paradox: Normal, a tu edad no se suele hablar mucho sobre ello porque los niños son incontrolables, si no se sigue estrictamente el entrenamiento de un joven, este podría llegar a causar estragos irreconocibles y, sobre Suly, siempre yéndose de la lengua con desconocidos.

Nilan: Vaya, no tenía ni idea.

Paradox: Nilan, hay algo que me gustaría decirte, pero prométeme que no te pondrás nervioso ni nada así, te preguntarás porque insisto tanto en tu estado mental, pero comprende que es necesario mantener la calma en todo momento, suceda lo que suceda.

Nilan: Entiendo... Lo tendré en cuenta.

Paradox: Hace poco, el Reino de Ferión tuvo disputas con el país llamado Mystical, temo que la situación llegara a una guerra pero por lo que me cuentas y verte aquí a ti, me hace pensar que ya han movido ficha. Lo más probable es que lo hayan liquidado todo.

Paradox apoyó una de sus manos en el hombro del chico, mirándole fijamente le contaba acerca de aquellas conspiraciones, se veía claramente que se preocupaba por Nilan.

Nilan: Entiendo... eso quiere decir... que mis padres...

Nilan comenzó a soltar algunas lagrimillas, miraba al suelo apoyando sus manos sobre sus rodillas.

Paradox: Seguramente estén bien, de todos modos, no puedes volver. ¿Tienes pensado qué hacer?

Nilan: No...

Paradox: Entiendo, cambiaré de opinión respecto a lo que dije antes, podrás quedarte aquí hasta que sepas defenderte decentemente, ¿te parece buena idea? Este será tu nuevo hogar y estarás a salvo.

Nilan: ¿De-de verdad? ¡Muchísimas gracias!

Paradox: Aunque debes saber que en tu nuevo hogar, es de mala educación escuchar tras las puertas o a escondidas conversaciones ajenas, que te lo diga Suly.

Paradox movió uno de sus dedos hacía sí mismo, creando una brisa lo suficientemente potente como abrir la puerta de la estancia de golpe, al abrirse la puerta Suly cayó al suelo.

Nilan: ¡Suly!

Suly: ¡Auu! ¡Como duele! ¡Eso no se hace!

Paradox: Jo jo jo, lo que no se hace es espiar detrás de las puertas, jovencito.

Nilan: ...

Suly: ¡Pe-pero yo solo!...

Paradox: En fin.

Paradox suspiró.

Paradox: Suly, tendrás un nuevo compañero, se quedará a vivir con nosotros por ahora. Será bueno enseñarle cositas acerca de la hechicería y todo eso, ¿cómo lo ves?

Suly: ¡¿Cómo?! El debería irse, ¿no? Ya fue suficiente con que le dejaras entrar y a mí me dejaras tirado bajo la lluvia...

Paradox: Suly, no seas egoísta ni ambicioso, esos son tus principales defectos y deberías controlarlos más. Piensa también que puedes entrenarte junto a él.

Suly: Vale, vale, de todos modos le debo la vida, no puedo dejarle tirado tan pronto...

Paradox: Entonces... ¡Bienvenido a tu nuevo hogar, Nilan! Jo jo jo.

Nilan: Mu-muchas gracias.

Así, Nilan encontró un nuevo hogar junto con el anciano y Suly.

Los rayos de sol asomaron por la ventana. El chico, algo molesto por los mismos, abrió lentamente los ojos.

Nilan: ¿Dónde... estoy?

Se despertó confuso, era normal al fin y al cabo, ya que fue un poco precipitado todo lo sucedido esos últimos días.

Nilan: Pero si estoy bajo tierra... ¿Cómo es que llegan rayos de sol hasta aquí?

Eso fue lo primero que pensó el joven tras apenas abrir los ojos, imaginó que sería cosa del anciano Paradox. Un rato después, se levantó de la cama algo somnoliento y mirando su nuevo pijama blanco con dibujitos de lunas y estrellas.

Nilan: Es verdad, esto me lo dio ayer antes de dormir, que cosas tengo.

Se acercó a la puerta de su habitación y girando el manillar la abrió. Una vez en aquel pasillo plagado de puertas, pudo distinguir un leve olor a comida proveniente de la cocina, le rugió el estómago, de hecho, llevaría casi dos días sin pegar bocado.

Nilan: Qué hambre...

Fue hacia la cocina, cuya puerta estaba entreabierta. Una vez dentro no vio a nadie, simplemente la chimenea con leña ya quemada expulsando un fino hilo de humo en el aire, pero en la mesa de madera pudo ver bastante comida y un plato con cubiertos encima, sería el desayuno del anciano o de Suly, que lo habrían dejado a medias. Nilan se sentó en una de las sillas y cogió un fruto de cactus, deliciosos frutos provenientes de unos cactus de la Gran Llanura Central, pero encontró dificultades para comerlo ya que estaba lleno de picos y su cáscara era sumamente dura.

Nilan: ¿Cómo se come esto?

Con el fruto en la mano, estuvo dándole vueltas al mismo buscando algún lugar por el que poder rasgar la cáscara pero en vano.

Paradox: ¿Qué se supone que haces? ¿No sabes comerlo?

Nilan: ¡...!

El chico se giró sorprendido ante las inesperadas palabras de Paradox, situado frente la puerta. Este se acercó al joven.

Paradox: Así no se come, debes apretarlo tanto por debajo como por arriba para que se abra, cuidado con los pinchos, mira, es así.

El anciano le demostró a Nilan la manera de abrir el fruto y éste pudo comérselo sin mayores dificultades. A pesar del tosco aspecto exterior, el fruto tenía una pinta deliciosa y en cierto modo, atractiva. Era color rosa casi morado.

Nilan: Vaya, está bueno.

Paradox: Cierto es, a todo esto...

Paradox se sentó en la otra silla, parecía agotado por la edad.

Paradox: ...¿te gustaría comenzar con tu preparación desde hoy?

Nilan: ¿Preparación?

Paradox: Sí, ayer llegamos al acuerdo de que te acogeríamos hasta que pudieras arreglártelas por ti mismo, ¿no?

Nilan: Es verdad, casi se me olvida, lo siento.

Paradox: Jo jo jo, jovencito, no te preocupes, has dormido durante 12 horas, es normal... Toma, agarra una de estas.

El anciano sacó del bolsillo de su túnica unas cartas, se las entregó a Nilan. Como pudo observar estas no tenían ningún símbolo, únicamente se diferenciaban por el color. Una carta era Azul, otra era Negra, otra Blanca, otra Amarilla, otra Morada, otra Naranja, otra Roja y otra Verde.

Paradox: Escoge la que más te guste o te llame la atención.

Nilan: Ummm... Me gusta la Roja.

Paradox: Vaya, vaya con el chaval. Agárrala y una vez la tengas, cierra los ojos y concéntrate en ella.

Nilan: Ajá.

El tiempo pasó, hasta que la carta que tenía Nilan en su mano comenzó a brillar de manera asombrosa.

Paradox: ¡Para!

Nilan: ¡...!

Paradox: Increíble...

Nilan: ¿Qué ha pasado? No he sentido nada especial.

Paradox: No es nada, deja esa sobre la mesa y coge otra.

Nilan: Muy bien, vamos a ver con la Verde.

Nilan volvió a concentrarse, pero no sucedió nada esta vez. El chico siguió probando con las restantes cartas sin preguntar nada, confiaba en el viejo Paradox. Curiosamente, las únicas que reaccionaron y emitieron aquel increíble destello fueron la Roja, la Negra y la Blanca, la azul reaccionó levemente y del resto, no hubo nada.

Paradox: Con que eres afín a la Roja, la Negra y la Blanca. ¿Por dónde comenzamos?

Nilan: ¿Para qué ha servido todo esto? ¿Qué relación tiene con la hechicería?

Aquella soleada mañana, Paradox y Nilan habían comenzado su entrenamiento con unas curiosas cartas, a todo esto, el chico preguntó qué tenían que ver con la hechicería y El Sabio respondió.

Paradox: Verás, cada carta representa una hechicería distinta, normalmente se las identifica por colores. Suly ya te habrá nombrado algunas de ellas, por ejemplo, existen la Roja, la Negra, la Azul... vamos, una carta por hechicería, simplemente he comprobado a cuál eres afín.

Nilan: ¿Afín?

Paradox: Eso es, cada persona, dependiendo de su físico, psicología y muchos otros factores, será afín a una determinada hechicería u otra, normalmente los niños tienen afinidad a diversas mientras que los adultos solo poseen afinidad a una o a dos rara vez.

Nilan: ¿Por qué?

Paradox: Mencioné que los niños son incontrolables y pueden causar estragos, eso es por su afinidad a diversas hechicerías, poseen más poder que un adulto pero son incapaces de controlarlo debido a su inmadurez natural, eso sí, nunca me había topado con alguien tan explosivo como tú, jovencito, jo jo jo.

Nilan: Ya veo, ¿y en qué se diferencia cada hechicería del resto?

Paradox: Creo que antes de seguir, debería llamar a Suly, estará cortando leña en el jardín trasero de la cabaña, ahora vuelvo. No toques nada, por favor.

El anciano se marchó a buscar a Suly y dejando a Nilan en la cocina junto a las cartas. Pasarían tres o cuatro minutos hasta que volvieran. Suly se sentó en la silla restante y los tres comenzaron su inicio a la hechicería alrededor de la mesa mientras comían algunas cosas.

Paradox: Suly, atiende tú también, quiero que ambos comencéis al mismo tiempo, ¿entendido?

Suly: Oído cocina, nunca mejor dicho.

Dijo mientras miraba la cocina. Paradox suspiró ante este último comentario y prosiguió con su explicación.

Paradox: Como iba diciendo, cada carta tiene un color y cada color representa una hechicería, cada persona será afín a distintas hechicerías dependiendo de cómo sean en muchos aspectos, ¿cómo funcionan las cartas? Pues muy sencillo, están diseñadas mágicamente para que reaccionen ante el espíritu de la persona que convoque su poder.

Suly: ¿Y qué es el espíritu?

Paradox: ¿Sabéis que es la voluntad? La voluntad es lo que diferencia las razas principalmente, y la voluntad es capaz de llevarnos a límites insospechados, pero únicamente en el aspecto físico, por ejemplo, una mera máquina cuando deja de recibir energía cesa su empeño en seguir, pero los seres vivos aún estando agotados, si creemos lo suficiente podemos llegar más allá de nuestros límites...

Suly: Ajá, pero eso no explica nada sobre el espíritu.

Paradox: ...por lo tanto, el espíritu es exactamente lo mismo que la voluntad pero en el aspecto mágico de nuestro ser, no responde a factores físicos, quiero decir... que al igual que la voluntad nos lleva a límites insospechados cuando estamos agotados, el espíritu hace lo mismo con la hechicería, pero necesita mucha concentración, fuerza de voluntad y fe en uno mismo. Con esta base sumamente básica ya puedo explicaros que clases de hechicería existen y cómo entrenar cada una de ellas.

Nilan: ...

Paradox guardó la carta Roja en su bolsillo, mostrando el resto a los dos jóvenes.

Paradox: Cómo podéis ver hay un color para cada hechicería, por ejemplo, la carta Blanca representa a la hechicería Blanca, se caracteriza principalmente por ser capaz de curar heridas y mejorar el estado de ánimo de la gente, Nilan, ayer la pudiste ver con tus propios ojos.

Nilan: Sí, entonces, yo tengo afinidad para esta hechicería. ¿Seré capaz de curar?

Paradox: Jo jo jo, eso sí solo entrenas lo suficiente. Sigamos, la carta Naranja representa a la hechicería Naranja, como la de Suly, se caracteriza por poseer hechizos capaces de fortalecer a la persona tanto física, mental o espiritualmente, el hechizo más básico es el que es capaz de emplear Suly, fortalece el cuerpo levemente. Por otro lado, tenemos la hechicería Azul, el que maneja dicha hechicería se ve capaz de convocar criaturas de otras dimensiones, épocas o realidades alternativas y obtener su ayuda, también tenemos la hechicería Verde, esta es muy rara de ver, pocos son los que logran ser afines a ella, la hechicería Verde se centra más en la mente, puede incluso causar ilusiones o cambiar recuerdos si se entrena lo suficiente.

Nilan: Impresionante...

Paradox: Ahora bien, entre las hechicerías Morada y Negra, hay ciertas semejanzas y diferencias.

Suly: ¿Cómo por ejemplo?

Paradox: Ambas se centran en el control de elementos de la naturaleza, como el frío, el fuego o el viento, pero he aquí su principal diferencia, la Morada está destinada exclusivamente a cambiar estados físicos, quiero decir, es capaz de crear elementos naturales de la nada, transformar objetos físicos, como una mesa en magma si uno lo deseara, pero la hechicería Negra a diferencia de esta, no puede transformar cosas, esta crea a partir del espíritu o de la persona los elementos y son usados principalmente para el ataque, ya que los mismos desaparecen casi instantáneamente después de ser usados, no son como los provenientes de la Morada que permanecen en el medio.

Nilan: ¿Y qué hay sobre la hechicería Roja?

Paradox: Por supuesto, estas son las hechicerías básicas, aparte de estas hay otras que se han desarrollado a lo largo del mundo pero la mayoría son privadas o prohibidas...

Suly: ¿Hechicería privada o prohibida? ¿Por qué no la hacen pública directamente?

Paradox: Jovencito, porque sencillamente, esas hechicerías o representan una determinada cultura o son demasiado peligrosas, y esta clase de hechicerías especiales tienen la peculiaridad de ser capaces de dominar el resto de las hechicerías. ¿Cómo os lo explico para que lo entendáis?

Nilan: No sé. Ñam, ñam, mientras lo entendamos... jo, que rico el arroz.

Paradox: Sí, el arroz está bueno, pero es mejor ponerle un poco de pimienta que... ¡No me distraigáis!

Nilan: Jajaja, mira como se pone, no se preocupe, un fallo lo tiene cualquiera.

Paradox suspiró.

Paradox: En fin, tomaos esto en serio, por favor. Cómo iba diciendo, esta clase de hechicerías especiales engloban al resto, comenzaré con la peculiar hechicería de la Orden.

Suly: ¿De la Orden? ¿Por qué no sigues con la Roja? Que es mucho lío.

Paradox: Sencillamente porque el sólo hecho de mencionarla se considera un delito pagado con las mazmorras, eso es una de las pocas cosas que tienen en común los reinos.

Nilan: Y yo soy afín a ella... Ñam.

Suly: ¡¿Eres afín a la Roja?! ¡¿Cómo puede ser, un enano como tú?!

Paradox: ¡Calma, calma! A ver, a ver, que nos vamos del tema. Terminemos ya con esta lección. La hechicería de la Orden es una clase de hechicería especial y ésta, al igual que las prohibidas u otras especiales engloban al resto, ¿qué quiero decir? Pues que la hechicería de la Orden tiene unas características determinadas, al igual que las demás pero estas características se pueden aplicar a las demás hechicerías y adaptarlas a la misma, por ejemplo, no es igual la hechicería Morada común que la hechicería Morada de la Orden, esto sucede con la Roja también... pero la hechicería Roja normalmente engloba a todas aquellas técnicas o hechizos con la capacidad de herir seriamente al usuario que las usa o provocar efectos devastadores ya sea en la naturaleza o en otros seres vivos, es una hechicería auto-destructiva, por así decirlo, por esta razón está prohibida en prácticamente todos los reinos y se considerará como enemigo público a aquellos que pretendan dominar tales habilidades.

Nilan: Eso quiere decir que no podré entrenarla...

Suly: Ni se te ocurra, te podrías meter en un buen lío si lo haces.

Paradox: Suly, no seas envidioso, ¿cuántas veces te he dicho que debes controlar esos pensamientos? ¿Por dónde iba? Ah, sí, y la hechicería Amarilla... Esta es especial, pero no engloba a las demás, es como la hechicería Negra o Naranja, una común más, solamente que es especial por pertenecer a determinada clase de familias adineradas, parecida a la de la Orden en ese sentido.

Nilan: A todo esto, no paras de mencionarlo, ¿qué es la Orden?

Suly: A estas alturas ya ni me sorprende, ¿oíste?

Paradox: Jo jo jo, es la institución que rige tanto la ideología, la política y el comercio del Reino de Ferión, de hecho, es la cabeza visible de su inmenso ejército.

Nilan: Parece que son muy poderosos.

Paradox: Así es, a ninguno nos convendría enfrentarnos a ella ni poner en duda sus ideales, por lo menos si queremos vivir en paz, claro está.

Nilan: Bueno, supongo que harán eso porque es lo correcto.

Paradox: Jo jo jo jo, jo jo jo jo, sí, los habitantes del Reino no parecen quejarse. Jovencito, eres interesante, además, puedo sentir en ti que ya has sido capaz de emplear hechicería, ¿cómo es que no sabías de ella?

Paradox intentó sutilmente volver a la lección sobre hechicería de la que se había separado tan bruscamente, ninguno de sus adeptos se percató de ello.

Nilan: Pues... no lo sé, en el bosque surgió un aura negra y unas llamas de mi cuerpo cuando enfrenté a la Mandrágora, ¿usted sabe lo que ha sucedido acaso?

Paradox: Ya veo, con que una Mandrágora... ¿Es ella la que te hizo semejante cicatriz en la espalda Suly?

Suly: Sí, pero no era una Mandrágora, era todavía una cría.

Paradox: El Bosque de Leithard no es el hábitat natural de las Mandrágoras, ¿por qué aparecería allí una? ¿Alguien la llevó?

El anciano se ensimismó consigo mismo cuando le hablaron sobre la cría de Mandrágora, fue Nilan quien tuvo que retomar la olvidada conversación.

Nilan: ¿Entonces... sabe?

Paradox: ¡Oh, perdona, chico, perdona! Discúlpame, me centré demasiado en la Mandrágora, imagino que son cosas de la edad… comprende a este anciano. Sobre lo que dices, pues es totalmente normal, la verdad, claro, imagino que no sabrías sobre hechicería y te extrañó.

Suly: ¿Pero es normal eso es un chico tan joven?

Paradox: Bueno, en cierto modo sí, ya he mencionado que los niños tienen un gran poder pero son incapaces de controlarlo, mostraste afinidad por la hechicería Negra, por tanto es evidente que has usado la misma inconscientemente.

Nilan: ¿Pero no es necesario formular un conjuro para ello?

Paradox: No necesariamente, si se entrena lo suficiente y se logra un poderoso dominio sobre las hechicerías, uno puede ser capaz de usar las mismas sin necesidad de conjuros, como yo.

Paradox: Bien, con esto la lección teórica ha terminado, ahora pasaremos a la práctica pero hasta mañana no hagáis nada, quiero que os aprendáis lo dado hoy. Trabajad juntos jovencitos, yo seguiré con mis cosas de viejo.

Suly: ¿Trabajar con él? Sí es un crío. En fin, le debo mucho, ¿empezamos chaval?

Nilan: ¡Perfecto! ¿A dónde vamos?

Suly: Bien, podemos empezar por investigar en la biblioteca.

Así, los días transcurrieron lentamente y de manera sencilla. Los dos jóvenes comenzaron a aprender toda la teoría recibida por Paradox aquella mañana, sin embargo, ahí no terminó todo, ambos siguieron investigando en la biblioteca subterránea que tenía el anciano bajo tierra, aprendiendo muchas más cosas de lo dado por su “maestro”.

El tiempo pasó.

Fuera de la cabaña llovía, sus cuerpos se manchaban de barro y tierra proveniente del terreno montañoso.

Suly: ¡Bien! ¡Toma esto!

Nilan: ¡No lo lograrás!

Los chicos seguían entrenando sin descanso, se habían tomado el entrenamiento seriamente. Suly se especializó en su hechicería Naranja y Nilan prosiguió con la hechicería Negra. Aquel día, El Sabio los observaba desde el porche, estaba sentado mientras descansaba de una dura jornada.

Paradox: Estos jovenzuelos parecen tener más potencial del que aparentaban en un comienzo. Suly ya domina el hechizo básico sin necesidad de conjuros, Nilan por el contrario logra crear unas pocas llamas y aun le cuesta, jo jo jo, será interesante ver hasta dónde llegarán pero... ¿qué es esta presencia que noto en el bosque?

Los días siguieron pasando de manera tranquila. Nilan se encontraba en la biblioteca subterránea de la cabaña, la misma tenía incontables estanterías y libros, muchos más que los de las montañas que habían tiradas en la entrada, se sentó con un libro y comenzó a ojearlo.

Nilan: Parece un libro sobre distintas razas, y hay también muchas criaturas. Anda, esta es la Mandrágora que vimos en el bosque...

Paradox: Jovenzuelo, ¿te ha llamado la atención la Mandrágora? Jo jo jo.

Nilan: Sí, era muy fuerte, incluso Suly cayó desmayado por el polen que soltó.

Paradox: Um, eso nunca me lo contó, ¿será bribón ese chico?. No quiere que me preocupe por él, ¿qué debo hacer para adiestrarle mejor en ese aspecto?

Nilan: Oye anciano Paradox, ¿Por qué Suly vive con usted?

Paradox continuó colocando y ordenando antiguos libros de las estanterías situadas junto a la pared.

Paradox: ¿Suly? Bueno... Realmente no debería estar aquí, el pertenece al Reino de Ferión.

Nilan: ¿Y qué hace aquí? Sin él nunca hubiera llegado a salvo ni hubiera aprendido todo lo que sé.

Paradox: Cierto, ha sido como cosa, ¿del destino?

Estas últimas palabras fueron prácticamente un susurro.

Nilan: ¿Cómo? No he oído bien.

Paradox: Nada, nada, no era nada, estaba pensando en voz alta. La familia de Suly realmente pertenece al Reino de Ferión, reino al que te iban a llevar, Nilan. Pero Suly ha decidido en sus vacaciones venirse a la casa del tito Paradox a entrenar.

Nilan: ¿Eres familiar suyo?

Paradox: No, no, para nada, ¿no ves que no soy humano?

Nilan: Oh, como has dicho lo de tito...

Paradox: Era una manera de hablar, jovencito, jo jo jo. Su padre pertenece a la Orden, es un muy buen amigo mío y dado que él mismo no puede atenderle desde que falleció su madre, me lo encarga a mí en muchas ocasiones. ¡Pero esta vez ha venido con compañía, qué sorpresa!

Nilan: Increíble, ¿el padre de Suly pertenece a la Orden? Eso sí que no me lo esperaba. Me pregunto, ¿sí su padre es tan importante, porqué no tiene otros medios para entrenarse o ser atendido en vez de cruzar toda la frontera?

Paradox: Porque así sale más barato y se entrena por el camino.

Nilan: Esa respuesta tan directa tampoco la esperaba.

Paradox: Jo jo jo, ¿nunca te has preguntado cómo llega la luz del sol a las habitaciones Nilan?

Nilan: Sí, pero nunca me atreví a preguntar.

Paradox: Simplemente hay un pequeño túnel en la pared exterior de la cabaña, así las ondas de luz son capaces de entrar por el orificio, hasta abajo, solo tuve que añadir un espejo al fondo y arriba para reflejar los rayos del sol exactamente a la habitación. Curioso método, ¿verdad?

Nilan: Sí, usted no para de sorprenderme. Es increíble, en mi pueblo jamás hubiera encontrado todas estas cosas.

Desde que Nilan llegó a la cabaña junto con Suly pasaron numerosos días, aproximadamente una semana y media, todo iba genial hasta que... Un día recibieron una visita inesperada.

Una semana y media después, ¿o quizá fueran dos semanas?, de la llegada de los jóvenes a la cabaña del anciano Paradox, alguien o algo se aproximó a la misma sin dar previo aviso. Era por la mañana, los rayos de sol comenzaba a asomar en el horizonte, todavía se distinguían nubes grises en el cielo y hacía frío... Paradox salió.

Soldado1: Capitán, aparentemente es esta la cabaña.

Soldado2: Mira, ha salido un anciano, es un Sapien. ¿Qué hacemos con él?

Paradox: Ya veo, estabais tardando en llegar, comencé incluso a preocuparme pero gracias a vuestra demora he tenido más tiempo para pensar. A todo esto, buenos días Capitán Ridley, ¿qué le trae por estos lares?

El capitán Ridley se adelantó de entre todos sus soldados, que escuchaban en silencio el típico sonido metálico de las grandes armaduras. Paradox pudo contar aproximadamente unos nueve o diez soldados en total.

Capitán Ridley: Buenos días Sabio, ¿cómo le va todo? Estamos tras la pista de unos peligrosos fugitivos, ¿no ha visto a nadie sospechoso por la zona?

Paradox: ¿Fugitivos? ¿Qué clase de fugitivos? No, por aquí no he visto ninguno la verdad...

Capitán Ridley: Así es, imagino que deberá estar al tanto de la reciente guerra entre Mystical y Ferión. Bueno, varios enemigos del reino enemigo han sobrevivido al asedio, no podemos permitirnos que escapen bajo ningún concepto, ahora le preguntaré de nuevo, ¿no ha visto a nadie por la zona durante estos días?

Paradox: Sí, sí estoy al tanto de dicha guerra pero sobre los criminales que mencionas, no los he visto, quizá tomaran otra dirección. ¿No ha considerado dicha posibilidad?

Capitán Ridley: No, hemos investigado la frontera y el bosque durante días y las pistas nos han traído a su cabaña.

Paradox: ¿Pistas? ¿Cómo cuáles?

Capitán Ridley: Por ejemplo, un Centrílope calcinado en un riachuelo o...

Paradox: Con que calcinado... No sólo fue en la Mandrágora ¿eh?

Capitán Ridley: ...las raíces de lo que parecía ser una Mandrágora. Encontramos varias cortadas a través del bosque, las últimas estaba en la salida norte, lo que nos ha llevado a pensar que llegaron hasta aquí.

Paradox: Curioso, pero por aquí no ha pasado nadie, lo lamento pero deberán buscar otra ruta.

Capitán Ridley: Entiendo...

El capitán Ridley, cuya armadura negra como la oscuridad y la imponente capa roja enganchada a una curiosa insignia con una cruz en el lado izquierdo del pecho, exactamente donde está situado el corazón, cubría parte de su hombro y caía hacia atrás llegando la misma casi al suelo, pareció rendirse ante la búsqueda, se dio la vuelta y dio pocos pasos hasta que volvió a girarse hacia el anciano.

Capitán Ridley: ...pero para asegurarnos, ¿podría dejar que investigáramos su cabaña? Por supuesto, será notablemente recompensado si ayuda con la captura de dichos criminales, sospechamos que son exactamente dos de corta edad.

Paradox: Lo lamento, pero es mi propiedad privada, no pueden entrar por las buenas, ¡así que buscad por otra parte!

El anciano bajó las escaleras, dejando la puerta abierta inconscientemente. El capitán apoyó su brazo izquierdo sobre el mango de su espada, su rostro marcó en el acto una cierta sonrisa de desconfianza y locura.

Capitán Ridley: Mhmh, Sabio, su situación aquí es delicada, sabe perfectamente el motivo de que le dejemos aún vivir en paz, lo menos que puede hacer es ayudar para que podamos confiar en usted, ¿no cree? Además, como capitán en jefe del departamento número cinco de justicia de la Orden, sé lo que es legal y lo que no, e investigar viviendas ajenas en busca de peligrosos criminales no representa un crimen al estar velando por la seguridad del país, nación, reino o incluso el mundo, ¿comprende? Vamos chicos, entrad, no importa lo que os diga.

En ese momento, Suly que estaba desayunando en la cocina pudo oír los comentarios del anciano, este parecía tener problemas. Fue a su habitación, se preparó, cogió su arma y subió las escaleras...

Paradox: ¡He dicho que no podéis pasar!

Soldado3: Vamos vejestorio, deja de joder y quítate de una puñetera vez, llevamos días con esto como para que ahora estés poniéndonos impedimentos.

Paradox: No tengo alternativa llegados a este punto, aunque ya había previsto dicha posibilidad.

El anciano levantó una mano hacia el cielo asustando a todos los soldados que ante él se hallaban, sus miradas llenas de incomprensión desaparecieron una vez que una ráfaga fulminante de truenos cayó sobre la tierra yerma y sus cuerpos, ahora cadáveres.

Capitán Ridley: ¡¿Pero qué hace?! ¡¿Es consciente de lo que acabar de hacer?!

Justamente en ese momento Suly se asomó por la puerta corriendo y alterado.

Suly: ¡Viejo! ¿Qué ha pasado?

Soldado 2: ¡Es él! ¡Él es uno de los fugitivos! ¡Lo vi aquella mañana en el puente, fue quien derrotó a Yao y a Juliet!

Suly: Oh... no... ¿qué he hecho?

Paradox: ¡No te preocupes, ya estábamos en un callejón sin salida, no queda otra...!

Capitán Ridley: Paradox, ¿verdad? ¿Cómo ha podido? No me lo puedo creer...

Un nuevo enfrentamiento surgía ante nuestros protagonistas, ¿cuál será su desenlace?

Por mucho que se esforzara el anciano Paradox en persuadir a sus enemigos, éste había llegado a un callejón sin salida, la gota que colmó el vaso fue el hecho de que Suly saliera de la cabaña, confirmando así las sospechas de las tropas imperiales.

Capitán Ridley: Sabio, me decepcionas profundamente. Al final va a ser que él tenía razón.

Paradox: ¿Él?

Guardián de la Orden1: ¡¿Capitán, nos encargamos de ellos?!

Capitán Ridley: Mmmm... No tenemos alternativa, deben ser detenidos y apresados a toda costa, solo que no les matéis, si los entregamos con vida nos pagarán más.

Soldado2: ¡Perfecto! ¡Ahora verán, pagarán por lo que hicieron en el puente!

El soldado apuntó a Suly con su arco, se agachó y buscó una posición perfecta para evitar que el viento entorpeciera el disparo, esta vez no fallaría, como sucedió la última vez.

Paradox: Suly... No sé qué dirá tu padre ante todo esto pero la prioridad ahora es salir con vida, no podemos permitir que nos capturen.

Suly: Lo sé. ¡A por ellos pues!

El soldado disparó hacia la pierna de Suly, a esa velocidad la flecha partiría su miembro de lado a lado.

Suly: ...

Suly inmediatamente desprendió el aura naranja de su cuerpo, desapareciendo esta instantáneamente. La flecha logró en un segundo y poco impactar en su pierna pero para sorpresa del arquero no fue la pierna la que quedó destrozada, fue la flecha, la pierna únicamente sufrió un leve rasguño. Suly aguantó el dolor, era inevitable no haber sentido nada.

Soldado2: ¡Imposible!

Capitán Ridley: Vaya, ¿lo has entrenado tú Sabio? Parece que no pierdes el tiempo, pero la hechicería de un crío no nos detendrá, ¡atacad!

Paradox: ¡Jovenzuelo, déjame a mí, estos tipos son demasiado para ti!

Guardián de la Orden1: ¡Haaaa!

Guardían de la Orden2: Kzkzkzkzmmzkzmm...

Al capitán solo le quedaban tres soldados, dos guardianes de la Orden y el arquero. Paradox se adelantó dispuesto a enfrentar a los tres. El arquero apuntó esta vez al viejo, un guardián fue con todas sus fuerzas a arremeter contra Paradox y el otro parecía invocar un hechizo.

Soldado2: ¡Muere!

La flecha salió volando tan rápido como la anterior, puede que incluso más, pero el anciano extendió su brazo hacia ella, paralizando ésta en pleno vuelo.

Soldado2: ¿Cómo? ¿Esto ahora qué es?

Paradox: ...

La flecha un segundo después retrocedió con más velocidad aun, siguiendo su trayectoria sin desviarse impactó en el pecho del arquero. El cuerpo de este cayó al suelo sin mediar palabra.

Capitán Ridley: ...

Soldado2: ... ug...

El arquero cayó levantando una diminuta humareda, aunque esta no fue tan grande como la de los truenos lanzados por Paradox. El guardián desenvainó su espada, su rostro reflejaba ira, no podría soportar ver a sus compañeros morir ante sus ojos. Debía acabar con aquellos criminales tan peligrosos.

Paradox: ¿Queréis seguir su destino? Muy bien pues...

Guardián de la Orden1: ¡Haaa!

Paradox permaneció quieto en el lugar, recibiendo el sablazo del oficial.

Suly: ¡Viejo!

Paradox: ...

El cuerpo inmóvil del anciano se volvió hielo, congelando la espada, el brazo y el resto del cuerpo de aquel hombre.

Suly: Woa...

Guardián de la Orden1: No... hijo d...

Paradox: Ahora el siguiente.

Suly: ¡¿Cuándo has...?!

Paradox extendió su brazo derecho hacia donde se encontraba el restante soldado, que parecía terminar de conjurar el hechizo, y para haber estado tanto tiempo así debía ser algo grande.

Guardián de la Orden2: ¡Ha!

El Guardián de la Orden junto ambos brazos, disparando de ellos una extraña ráfaga azul.

Guardián de la Orden2: ¡¿Pero qué...?!

La ráfaga, misteriosamente, apareció en dirección contraria a la que debía ir, de hecho el oficial se vio ante sus ojos a sí mismo, no a Paradox, sin poder comprender lo que sucedía murió en el impacto de su propia técnica, que envió su cuerpo colina abajo dando vueltas a una velocidad similar a las flechas del arquero.

Capitán Ridley: ¿Pero si son solo un niñato y un viejo, cómo podéis perder?

El Capitán Ridley frente a la aplastante derrota de sus hombres se echó la mano a su rostro, mostrando su decepción ante la incompetencia de los soldados.

Capitán Ridley: No me lo puedo creer... Sabio, ¿sabes qué ya no hay vuelta atrás, cierto?

Paradox: Lo sé, pero no tenía alternativa, me parece extremadamente injusto que castiguéis así a un joven tan pequeño. Y deja de llamarme Sabio, por favor.

Capitán Ridley: La justicia es la justicia, su país era potencialmente peligroso, es su merecido.

Entre tanto, Nilan se despertó de su sueño al escuchar diversos gritos provenientes del exterior de la cabaña. Se vistió y subió las escaleras.

Nilan: ¿Pasará algo arriba...?

Capitán Ridley: Cierto, ahora te llamas Paradox, menudo nombre te has buscado viejo. Realmente no me gustaría estar en tu situación, has roto el “Pacto del Sabio” que tan duramente lograste obtener para que te dejaran vivir tranquilamente. En fin, visto lo visto no pensáis entregaros, ¿verdad?

Suly: ¡Claro que no payaso, ven aquí si tienes lo que hay que tener!

Suly cogió su lanza y adoptó una posición defensiva, por otro lado el Capitán Ridley agarró el mango de su imponente sable color negro, desenvainando éste, era enorme.

Paradox: Suly, necesitaré tu ayuda para vencer, le conozco y sé que es poderoso. Debo pensar una estrategia y recuperar un poco la energía que he perdido, cof, cof, cof.

Suly: Tranquilo viejo, ganaré tiempo como pueda.

Fue entonces cuando apareció Nilan desconcertado por la puerta.

Nilan: ¿Qué pasa aquí?

Nilan se vio impresionado por la cantidad de cadáveres que había en el suelo.

Paradox: Chicos, ¿podéis distraerlo mientras recupero fuerzas?

Suly: ¡Por supuesto, Nilan ven, este tipo nos quiere llevar a las mazmorras, vamos a darle lo suyo!

Nilan: ¿Cómo? Pero si yo no...

Paradox: ¡Jovencito! No pierdas la esperanza en ti mismo, recuerda lo que has aprendido, avanza y lucha, no te desesperes por muy difícil que sea y colabora con tus compañeros.

Este comentario logró levantar la confianza ya hundida que tenía Nilan en sí mismo, el chico bajó las escaleras, sin ningún arma, encaró al capitán junto con su amigo.

Capitán Ridley: Mira por dónde, ya estáis todos aquí, muy bien, ¡no quedará ninguno en pie!

Nilan: ¡Pedazo sable! ¿Qué hacemos?

Suly: Te cubriré con mis habilidades, deberíamos ser capaces de resistir sus ataques con ellas.

Suly corrió directo hacia el capitán en un intento de frenarle, puesto que este no cesaba su lento avance hacia la cabaña. Tanto Suly como el capitán hicieron impactar sus armas, aunque era evidente que la ligera lanza de Suly no aguantaría mucho ante aquel sable, entraron así en un forcejeo.

Capitán Ridley: Paradox, ¿ahora te escondes detrás de unos niños? No me lo puedo creer.

Suly: ¡Ahora Nilan!

Nilan: ¡Ya!

Nilan se dirigió en otra dirección, el capitán que los subestimó claramente se vio sorprendido por la posición en la que se encontraba el joven, tampoco supo de qué era capaz así que no le preocupó demasiado. El chico situado a una distancia segura del núcleo de la batalla extendió sus brazos hacia el capitán en un salto, parecía como si estuviera apuntándolo.

Capitán Ridley: ¿Será capaz...?

Suly: ¡Concéntrate en el enemigo que tienes delante!

Capitán Ridley: ¡...!

Unas llamas salieron a gran velocidad del aire e impactando justo donde se situaban Suly y el enemigo, estos retrocedieron, cada uno en la dirección opuesta al otro.

Suly: ¡Ahora!

Suly en un impulso avanzó hacia el capitán, ocupado ahora por disipar las llamas de su hombro derecho. La lanza de Suly impactó en el pecho del capitán.

Suly: ¡No me jodas!

La lanza se rompió, provocando un ligero rasguño en la armadura, el hombro del capitán quedó con pequeñas magulladuras debido al fuego, ya apagado.

Capitán Ridley: ¿Con qué tú eras el que me iba a dar lo mío, no? Veamos si esa hechicería naranja que dominas sirve de algo, jajaja.

El capitán levantó el sable ante la aterrorizada mirada de Suly. De su insignia surgió un aura azul invadiéndole el brazo entero y su arma con él.

Paradox: ¡Corre, chico, corre!

Suly: ¡...!

Suly estaba paralizado por el miedo, era incapaz de mover sus pies. El capitán con un rápido movimiento impactó el sable en la armadura el chico, debido a una demoledora fuerza el cuerpo de Suly salió volando hasta la cabaña, cortándolo el tajo a lo largo del pecho.

El cuerpo de Suly rompió unos pocos ladrillos en el impacto con la pared de la cabaña. El pobre chico apenas podía respirar, la sangre brotaba de él como una fuente, tenía el tronco cortado de hombro a pelvis y ni siquiera podía articular palabra alguna.

Suly: ... arg... ug...

Capitán Ridley: Jajajaja, ¿es esto lo que les enseñas a tus niños Paradox? Si les vas a enseñar Hechicería, hazlo de manera que les sea útil, de nada sirve enseñarles para calmar su curiosidad si no explotas su verdadero potencial, que si no, sucede esto, a menos claro que el chico haya ido en serio... Si ese es el caso, déjame decirte que das pena, tu padre se avergonzaría de ti.

Suly: ¡...!

Nilan: ¡Cállate feo!

El capitán había perdido de vista totalmente a Nilan y cuando se quiso dar cuenta lo tenía justo al lado, el chico cogió la punta de la lanza que yacía en la tierra y con ella intentó atravesar la cabeza de su enemigo.

Nilan: ¡Cómete esto!

Capitán Ridley: Casi, ¡pero no!

El capitán esquivó en el último momento el inesperado golpe, fueron pocos los pelos que cayeron al suelo del puntiagudo y oscuro cabello del capitán. Este sin pensarlo propinó un fuerte golpe a Nilan en el estómago.

Nilan: ¡Arg!

Capitán Ridley: Muy bien, y ahora estate quietito ahí, no molestes a los mayores.

Paradox: Entiendo... Chicos, lo habéis hecho excelentemente bien, no pensé que fuerais a terminar así, lo siento muchísimo jovencitos, ahora le toca a este anciano rematar la faena como pueda.

El capitán se acercó a la entrada de la cabaña.

Capitán Ridley: ¡Vamos, no me digas que al final seré yo quien te arreste! Qué cosas tiene la vida, ¿verdad?

Paradox: Antes mencionaste a alguien... ¿a quién te referías?

Capitán Ridley: ¿Cómo? Pues, um... Es algo complicado de contar, de todos modos saber eso no te servirá de nada en las mazmorras.

Los rayos de sol hacían a cada segundo mayor acto de presencia, las nubes grises típicas de mañanas tristes desaparecían. El capitán colocó su sable frente a él verticalmente.

Capitán Ridley: ¡Haaaaaaa!

Un aura azul pálido envolvió totalmente su cuerpo, de la misma también surgían curiosas chispas azules y blancas.

Paradox: Hechicería de la Orden... esto será complicado.

El anciano avanzó, debía alejarse de la cabaña y los muchachos, quién sabe lo que podría suceder si permanecían cerca de la batalla que estaba por librarse. El capitán sin embargo siguió conjurando lo que parecían más hechizos, extendiendo un brazo logró que surgiera a su lado un Hipogrifo, éste lo montó y emprendió el vuelo.

Capitán Ridley: Jajaja, vamos, veamos de que es capaz el famoso Sabio que se esconde detrás unos niños.

Paradox: ...

Capitán Ridley: ¡Hoy será el día en que por fin te encarcelen, vejestorio!

El capitán Ridley a unos diez metros de altura ordenó a su bestia que se lanzara en picado hacia Paradox, que no hacía ni decía nada, permanecía inmóvil.

Paradox: Querido capitán, su arrogancia acabará con usted. Siempre lo recordaré.

Paradox alzó el brazo y lanzó numerosas bolas de fuego al animal, cuyo cuerpo comenzaba a imbuirse de esa energía azul proveniente del capitán. Este esquivó las llamas como si nada, estaría acostumbrado a esa clase de cosas pero Paradox realizó otro conjuro inesperado creando una especie de barrera energética ante el animal y partiendo la cabeza del mismo al instante, puesto que a esa velocidad le fue imposible evitarla.

Capitán Ridley: ¡Psh! No me lo esperaba… de todos modos, esto acaba aquí.

El capitán gracias a esa energía azul lograba moverse con mayor rapidez, era impresionante la velocidad a la que descendía y evitaba las llamas, a su vez inclinó su sable hacia atrás cargando en el mismo una energía color dorada, pretendía acabar con Paradox en ese momento.

Capitán Ridley: ¡Toma esto!

El sablazo energético del capitán impactó en otra barrera de energía muy distinta a la anterior situada frente a Paradox. El capitán quedó en el aire intentando partirla con todas sus fuerzas.

Nilan: Woa...

La energía del sable cada vez era mayor, invadía cada vez más espacio a su alrededor.

Capitán Ridley: ¡Resígnate de una vez!

Inesperadamente, Nilan lanzó varias llamas desde atrás al enemigo sorprendiéndole más de lo que uno podía imaginar. Por arte de magia, toda la energía del sable y la propia que rodeaba el cuerpo del capitán fue absorbida por el escudo o barrera energética, liberándola unos segundos más tarde hacia el propio capitán.…

Capitán Ridley: ¡No!

El capitán Ridley fue atravesado de lado a lado por aquella onda liberada a través del escudo creado por Paradox.

Capitán Ridley: ¡...!

El cuerpo de Ridley fue despedido incontables metros, desapareciendo en aquella gran fisura creada en el suelo, por la que cayeron también diversos cadáveres de soldados ya derrotados anteriormente, por suerte para el muchacho, Nilan no recibió el impacto. La nube de polvo provocada era inmensa, se podía llegar a ver perfectamente desde la frontera en la que Suly y Nilan se habían conocido.

Nilan: ¡Anciano Paradox!

Paradox: Estoy... agotado... no pensé que fuera a emplear... tantas hechicerías... distintas... en este combate... aunque, aún debo ayudar...

Nilan corrió hasta la entrada a socorrer al debilitado anciano. Éste levantó a duras penas su débil cuerpo y regeneró aparentemente la cicatriz de Suly, que yacía inconsciente en el suelo.

Suly: Ag... ag... ¿qué... qué ha pasado?

Nilan: ¡Suly, menos mal que estás bien!

Suly: ¿Qué ha sido... de ese capitán?

Nilan: Jeje, entre el anciano Paradox y yo lo hemos liquidado, ya no molestará más.

Suly: Increíble... entre tú y el viejo... je...

Suly miró al suelo con resignación, no podía soportar la idea de haber caído ante el primer golpe y su amigo Nilan le haya vuelto a salvar, para peor, ayudó a Paradox a liquidar a quién le derribó como si de un mero Trípedo se tratase.

Paradox: Jovencitos... no estamos como para celebrarlo... ¿Sois conscientes de lo que hemos hecho? Matar a un capitán de la Orden... es un gravísimo... delito, es prácticamente declararle la guerra al Reino... de Ferión... debemos marcharnos... inmediatamente.

Nilan: Oh... ¿pero nos dará tiempo a recoger todas las cosas de la cabaña?

Suly: Nilan tiene razón... no nos dará tiempo.

Paradox: Jo... jo... jo... veo que no sabíais nada, observad atentamente.

Paradox recitó un curioso hechizo, su cuerpo bailó una extraña danza mientras señalaba con los dedos la cabaña, esta instantáneamente fue envuelta por un humo rosa, muy similar al expulsado por la chimenea. Tras esto solo quedó un diminuto maletín en el suelo, un maletín marrón con el dibujo de la cabaña en él.

Nilan: ¿Qué ha pasado?

Paradox: Jo... jo... la cabaña...

Paradox se aproximó hacia el maletín con la intención de recogerlo.

Paradox: ...es una invocación... un ser de otra dimensión... una posada móvil... ¿a qué no se lo esperaba nadie?... Lo sé... todos dicen siempre... lo mismo...

El anciano agarró el maletín y frente a los jóvenes continuó hablando, se notaba el cansancio y agotamiento por el que pasaba.

Paradox: Debemos huir... hace días... consideré esta posibilidad por... las presencias que noté... en el bosque... vamos, rápido.

Suly: Pero, ¿adónde se supone que vamos a ir?

Nilan: Suly, si nos quedamos aquí nos capturarán tarde o temprano, debemos irnos.

Suly: ¿Pero a dónde?

Paradox: Suly... iremos hasta el pueblo más cercano... allí podrás comprar una nueva arma... yo tengo dinero... no te preocupes...

Suly: ¿Dónde está mi lanza?

Nilan: Creo que cayó por ese enorme boquete junto con el capitán, ¿eh?

Suly: Que desastre, partamos pues, ni imagino lo que dirá mi padre cuando se entere.

Nilan: ¿Y dónde está el siguiente pueblo?

Paradox: Mmm, está… atravesando... Los Montes Lunares...

Suly: ¿Voy a atravesar ese monte sin arma alguna? Será broma.

Nilan: Míralo por el lado bueno, haz como yo, practica la hechicería que mira lo que te sucedió. No duraste nada.

Este comentario incrementó aun más la frustración de Suly.

Suly: Vale... Lo pillo, vamos.

Paradox: Bien... partamos hacia el norte, habrá que seguir... este camino, todo recto.

Nilan: Pero, ¿están lejos esos montes?

Suly respondió por Paradox, que estaba agotado.

Suly: No, de hecho, ya estamos en Los Montes Lunares, pero estamos situados en el extremo sur, podremos decir que estamos en ellos cuando desaparezca el sol.

Nilan: ¿Por qué debería desaparecer el sol?

Suly: Porque en Los Montes Lunares hay un eclipse permanente, únicamente se ve una luna, están siempre bajo la total oscuridad de la noche, son peligrosos, mira, desde aquí ni siquiera vemos oscuridad alguna, esto está soleado.

Nilan: Que interesante. Tengo ganas de ver esos montes, jeje.


Los Montes Lunares.
Spoiler: Mostrar
Al día siguiente, el trío (Paradox, Nilan y Suly) llegó a la “entrada” de Los Montes Lunares, donde el Sol desaparecía lentamente en pleno día.

Paradox: Observad, ya estamos entrando en ellos, aunque ya estuviéramos dentro.

Nilan: ¿Falta mucho para el pueblo?

Suly: Sí, empiezo a tener hambre, viejo, ¿no puedes usar la cabaña portátil?

El anciano, que iba delante dirigiendo al grupo, se giró levemente.

Paradox: Sí, aun queda lo suyo jovencito, tendrás que tener paciencia, esto te fortalecerá, y respecto a lo que pregunta Suly, no, no puedo emplear la cabaña siempre que quiera, es un ser de otra dimensión, no es cuestión de abusar de él, sino, se enfadaría y podría desaparecer.

Suly: ¿Qué me estás contando?

Paradox: Ajá, la expresión de la gente siempre es la misma, no te preocupes y sigue adelante. No nos quedará otra que repartir menos comida y ajustarnos, en marcha.

Suly: Pero será… esto es alucinante, desde que te encontré, Nilan, no he parado de sorprenderme con cosas cada vez más raras e inesperadas, madre mía como está el mundo.

Nilan: Bueno, acostúmbrate pues.

Los tres avanzaron y el cielo oscureció, seguramente no volverían a ver la luz del sol durante mucho tiempo. Ante sus ojos observaron innumerables montañas escarpadas, colinas y precipicios sin fin, además del frío que azotaba incesantemente a los mismos aventureros. Sobre la superficie de las rocas destacaban bellas flores y plantas que en ocasiones lograban un tono azul oscuro, añil o incluso fosforescente, esto llevó a pensar a Nilan que podría la vegetación de los montes haber influido en el Bosque de Leithard, dónde encontrar aquella clase hongos era un reto prácticamente, aquí se veían a decenas.

Nilan: Empiezo a tener frío... ¡brrrrr!

Suly: Normal, con esa ropa, ¿quién no va a tener frío? Aunque el que más impresiona es el viejo, ayer estaba hecho polvo literalmente y ahora puede con todo, ni siquiera jadea, ¿qué se ha tomado?

Paradox: Jo jo jo, jovenzuelo, cierra esa boca antes de decir necedades. Ayer empleé prácticamente casi toda clase de hechicerías para salvaros de una muerte segura, me he convertido en enemigo público del Reino de Ferión por liquidar a uno de sus capitanes y estoy pasando frío, ¿sabes por qué? Por ti y por tu amigo.

Nilan: Cierto, ¿por qué tanto esfuerzo por proteger a unos niños que apenas conoces?

Paradox: A Suly si le conozco mejor que a ti pero...

Nilan: ¿Pero?

Antes de que Paradox terminara su frase, el grupo escuchó el grito de un joven entre las rocas.

¿¿¿???: ¡Socorro! ¡Qué alguien me ayude, por favor!

Suly: ¡Dejad eso para más tarde, mirad!

Nilan: ¡Oh no, está a punto de caerse!

Mercenario1: ¡Ja ja ja! Menudo mequetrefe, estás acabado, esto te pasa por no obedecer...

Mercenario2: ¡Tíralo! ¡Que mira que hay que ser idiota para revelarse contra nosotros!

¿¿¿???: ¡NO! ¡Qué alguien me ayude!

Aquel chico se mantenía agarrado a duras penas al bordillo de un precipicio, sobre él se encontraban lo que parecían tipos no muy amigables, uno de ellos avanzó y pateó con fuerza las manos del joven en un intento de tirarlo abismo abajo.

Nilan: ¡Debemos ayudarle!

Paradox: No nos concierne... Llevamos prisa muchachos.

Suly: Lo siento, pero estos no se librarán.

Paradox: ¿Acaso queréis más problemas de los que ya llevamos encima? ¡Quedaos quiet...!

El muchacho no esperó a que el anciano terminara su frase, era evidente que su sentido de la justicia podía con él, debía hacer lo correcto, ayudar a aquel muchacho que estaba en problemas. Lamentablemente un enorme precipicio era el único impedimento que se mostraba ante él y la pobre víctima de aquellos bárbaros, ¿qué debía hacer?

Suly: ¡Daré un rodeo! ¡No tengo mucho tiempo!

Nilan: ¿Piensas enfrentarlos sin armas?

Suly: ¡Encárgate de disparar con fuego desde aquí, ya se me ocurrirá algo después!

Suly marchó raudo por aquel camino, escalando rocas y montículos que conectaban el estrecho camino donde se hallaban sus compañeros con los malhechores. En cuestión de minutos llegó.

Mercenario1: ¡Joder, que no cae el niño!

Mercenario2: Ya sé, tendremos que cortar sus brazos, jeje.

Aquel hombre de fuerte y robusta constitución desenvainó su ancho sable dispuesto a cortar los brazos del joven.

¿¿¿???: ¡No!

El chico se soltó intencionadamente, supuso que era mejor caer entero que caer a trozos, Suly por otro lado aterrizó desde las rocas a las espaldas de dichos sujetos.

Suly: ¡Bien, los siguientes en caer sois vosotros!

Mercenario1: ¿Pero quién es este? ¿Qué quiere caer detrás del otro?

Mercenario2: Es gilipollas, eso es lo que es.

El Mercenario se aproximó al indefenso muchacho con paso lento, quería provocar el mayor terror que pudiera en su víctima.

Suly: ¿Sabes? ¡He visto sables más grandes que ese, nenaza!

Mercenario1: Ohhh jojojojojo, lo que te ha dicho...

Mercenario2: ¿Cómo? Repite eso... mocoso, ¿cómo piensas salir de aquí?

Suly: ¡Mira y aprende gorila...! ¡! Ahhhhh, ¡Aahhhhh!

Mercenario1: ¡¿Pero qué?!

Por otro lado, Paradox gracias a sus casi perfectas habilidades en hechicería logró evitar la caída de aquel chico, condensando aire lo llevó hasta el estrecho paso rocoso donde estaban tanto él como Nilan.

Paradox: Estos niños... Me van a agotar más de lo que pensaba, uf.

¿¿¿???: Gracias...

Nilan: No es nada, jeje.

De pronto oyeron el grito agónico de Suly.

Suly: ¡¡¡¡Aaaaaaaaaaaaaarggggg!!!!

Mercenario2: ¡¿Qué coño?! ¿Quién le ha provocado semejante herida?

La cicatriz de Suly se había abierto de lado a lado, no paraba de sangrar del agonizante chico, ahora en el piso.

Mercenario1: ¿Merece la pena matarlo?

Mercenario2: Me ha insultado, ¿recuerdas?

Aquel corpulento hombre, protegido por una armadura típica de samuráis, se adelantó preparando su hambrienta arma, la saciaría con la sangre del joven.

Mercenario2: Primero te cortaré las piernas y después te tiraré precipicio abajo como al otro maricón, ¿te parece bien? Je. Aunque no te lo parezca lo haré.

Suly: ¡¡Aaaaaaaahhh!! ¡¡A-ay-ayuda!! ¡¡A-aahhhhh!!

Nilan: ¡Está en peligro, debemos ayudarle ya! ¡Pero no nos dará tiempo a llegar hasta allí!

Paradox, con un sencillo movimiento de mano, creó un camino rocoso con el objetivo de unir el precipicio y llegar hasta allí sin necesidad de rodeo alguno.

Nilan: Siempre fuiste capaz de eso...

Paradox: Así es, dada la situación no podemos andarnos con chiquitas.

Nilan: ¡Bien, se van a enterar!

Nilan corrió a través del nuevo y rocoso puente.

Mercenario2: ¡¿Preparado?!

El hombre levantaba el brazo, parecía decidido a sentenciar al joven a una muerte segura y dolorosa solo por el hecho de haberse presentado allí, pero fue Nilan quien desde su punto ciego corría a toda prisa.

Mercenario2: ¿Eh?

El chico creó una llama en la palma de su mano, sustentándola con fuerza saltó hasta el rostro de aquel sujeto, que giraba su cuerpo lentamente. El impacto le golpeó de lleno en el rostro, quemando el mismo en el acto.

Nilan: ¡Cómete esto!

Mercenario2: ¡Arg! ¡Mierda, mierda, mierdaaaa! ¡Niñato, ven aquí, deja que te coja hijo de...!

Antes de terminar su frase cayó precipicio abajo, las llamas del rostro sirvieron para comprobar la inmensa profundidad del mismo, desaparecieron a los seis o siete segundos. Ante éste inesperado giro de acontecimientos, el restante enemigo se retiró, como era propio de esperar de los cobardes, entre los montículos de roca u otros minerales.

Mercenario1: ¡No... no puede ser! ¡Maldita sea! ¡Han asesinado a Morgan!

Nilan: ¡¿Pero anciano Paradox, no le había recuperado la hechicería Blanca que usaste?!

Paradox: Bueno, realmente la hechicería blanca no regenera por completo las heridas, simplemente las “alivia” y engaña al cerebro para que elimine el dolor, o en otros casos mejora el estado mental de la persona afectada, las heridas permanecen en su interior aun… nada en este mundo hace milagros, jovencito, jo jo jo jo jo. Le recuperaré de nuevo eso, pero debemos llegar de inmediato al pueblo para que le atiendan.

Suly: ¡uf... gra-gracias! Casi no lo cuento...

Paradox: ¿Cuántas veces te he dicho que debes controlarte? Siempre puede suceder lo más inesperado... Se dice que con el dolor se aprende, a ver si es verdad.

Nilan: Vamos, por lo menos has salido del paso, sigamos rápido el camino.

Suly se levantó con cierta expresión llena de dolor.

Suly: Vale, lo pillo, lo he pillado. A todo esto, ¿quién es este chico, por qué lo atacaban?

¿¿¿???: ...

El grupo consiguió rescatar a Suly, Paradox ya pudo descansar tranquilo tras recuperar a su alumno pero el joven misterioso insistió en ayudar.

¿¿¿???: No... no está totalmente recuperado… yo, yo puedo curarle perfectamente esa herida.

Paradox: Jo jo jo, ¿tú jovencito? Sí, puedo ver en tus ojos poder, un poder inocente y noble.

Nilan: ¡¿Sabes usar hechicería?!

¿¿¿???: Sí... mirad.

El chico se puso de rodillas frente a Suly, que agonizaba en el suelo sin camisa con la herida abierta, y deslizó su dedo, que emitía una relajante luz azul. A su paso, dicha cicatriz se fue cerrando mágicamente.

Paradox: Vaya, impresionante, ¿has llegado a semejante nivel tú solo? ¿Quién eres?

Suly: Woa... uf... en serio, gracias, ¿porqué se me tuvo que abrir la herida en un momento así? ¡¿Por qué a mí?!

¿¿¿???: Señor, me llamo Félix, encantado.

El chico mostró una tierna sonrisa tras presentarse.

Félix: Muchas gracias a vosotros, si no hubierais llegado ahora estaría muerto.

Suly: No es nada, era nuestro deber, no podíamos ignorarte como si nada.

Suly se levantó mientras se colocaba de nuevo la camisa. El peto había quedado inservible tras la batalla con el capitán.

Nilan: Encantado Félix, yo me llamo Nilan.

Suly: Yo Suly, y el viejo es Paradox.

Paradox: Deja de llamarme viejo, jovenzuelo. Encantado Félix, ciertamente me ha impresionado tu habilidad, esa destreza con hechicería blanca no se domina hasta los estudios más avanzados, ¿de dónde eres?

Félix: Nací en Zyria, pero aquí me veis. Estaba haciendo unos recados cuando esos tipos intentaron reclutarme para su banda, no les hice caso y huí... Comenzaron a buscarme por todos los montes y pensé que si acababa con ellos por sorpresa podría huir, pero fallé y aquí me habéis encontrado, gracias.

Nilan: ¿Zyria?

Suly: La ciudad de las nubes y la tecnología, está muy lejos de aquí.

Paradox: Jo jo jo, Félix, si te apetece podemos escoltarte hasta el pueblo, mientras nos puedes ofrecer apoyo con tus habilidades, ¿qué te parece?

Félix: Por supuesto, muchísimas gracias.

Así el joven Félix se unió al grupo temporalmente hasta llegar al pueblo, aun faltaba mucho camino por recorrer, así que Suly comenzó a cotillear un poco con la intención de matar el aburrimiento.

Suly: Félix, ¿qué edad tienes?

Félix: ¿Em? Esto... tengo 19 años nada más.

Suly: ¿Nada más? Pues me ganas por dos, ja.

Suly cruzó los brazos ante sí mismo como defensa ante argumentos que pudieran provocarlo.

Nilan: Suly, es la primera vez que oigo algo sobre tu edad, qué curioso ¿no?

Suly: No tanto, nunca preguntaste. Pero oye Félix, ¿tan hábil eres con la hechicería blanca? ¿Eres capaz de usar más?

Félix: Sí, se me da bastante bien, aunque debo admitir que es la única a la que soy afín, desde pequeñito en la escuela era afín a ella y actualmente es así, quizá eso haya tenido que ver.

Suly: Ajá, eso significa que aun me queda mucho entrenamiento por delante.

Félix: ¿A ti por qué?

Nilan: ¿?

Suly: Porque aun soy muy débil, recibí esta cicatriz por creerme el mejor...

Félix: ¿Y a qué clase de hechicería eres afín tú?

Suly: A la hechicería Naranja y a la Morada.

Félix: Qué curioso, ¿tienes 17 años y aun no dominas ninguna? Pues qué decirte... ¡Esfuérzate!

Suly: Ya, ya lo sé, no me lo recuerdes, ¿vale?

Nilan: Jajaja, Suly está hecho un paquete.

Suly: ¡Cállate, chico llamitas!

La larga y pesada travesía se fue volviendo más placentera y entretenida gracias al nuevo miembro del grupo, pero algo no encajaba... Paradox estaba preocupado por alguna razón.

Nilan: Perdona, anciano Paradox, pero te he notado callado durante todo el viaje, ¿pasa algo?

Paradox: ...Félix, ¿decías que únicamente eres afín a la hechicería Blanca?

Félix: Así es, ¿Por qué lo pregunta? Únicamente la Blanca.

Suly: Viejo, si la domina tan bien es porque solo es afín a ella, parece lógico.

Paradox: Ya, pero aun así...

Por fin, entre las rocas y el estrellado eterno del cielo, se distinguían las luces de las casas.

El Reino de Ferión... un inmenso territorio regido por La Orden, nada en su interior escapaba a su control. En la capital de Ferión, exactamente en su castillo, símbolo de poder principal del reino, se estaba fraguando algo. Las noticias sobre la derrota de un capitán habían llegado a oídos de los más poderosos, aun era alto secreto, evidentemente.

Avanzaba a paso firme sobre la alfombra del pasillo, las estatuas situadas junto a las paredes intimidaban en cierto modo, pero ya era costumbre verlas. Abrió la puerta y ante la mirada de todos los presentes, rodeó la mesa y se sentó, hoy, el candelabro que colgaba del techo parecía iluminar más que nunca la estancia.

Capitán Drake: Ya estoy listo, podemos empezar.

El capitán se terminó de sentar ajustando la cómoda y lujosa silla. La mesa redonda estaba totalmente rodeada, hoy no faltó nadie... La noticia debía ser asombrosa. Bueno, de hecho una silla si estaba vacía.

Capitán Leonard: ¿Es que no piensa venir? ¿Qué anda haciendo? ¡Por La Diosa!

Capitán Barock: De eso vamos a hablar hoy, esa es la razón de esta inesperada junta.

Capitán Zack: Detalles, por favor, hay mucho que hacer así que preferiría evitar comentarios absurdos.

Capitana Jena: Mhhmhmh, ¿y bien? ¿Tiene que ver con el que falta?

Capitán Barock: En efecto, todos hemos participado en la reciente guerra contra ese país, Mystical, por lo que deberíamos estar al tanto de que alguien perteneciente a ese país escapó.

Capitán Leonard: ¿Perdón? ¿He oído bien?

Capitán Zack: ¿Se sabe su identidad?

Capitán Barock: Se sospecha quien pudo ser, ya que no se halló su cadáver tras conquistar el territorio, tampoco encontramos “eso”, lo debe tener el fugitivo pues.

Capitán Drake: ¿Y quién ha filtrado la información?

Capitán Barock: Hemos encontrado cadáveres en la frontera con el Reino de Leithard, cadáveres de nuestros soldados, el capitán Ridley fue el último en abandonar Mystical, además, ha desaparecido.

Capitana Sheyla: Sí, eso es evidente, es el único que no está, vaya al grano si es tan amable.

Capitán Barock: Umm, han pasado varias semanas y no hemos tenido noticias del Capitán Ridley, por lo que decidimos investigar en secreto sin comunicárselo a absolutamente nadie, ¿os podéis imaginar lo que encontramos?

Capitán Drake: ¿...?

Capitán Leonard: ...

Capitana Jena: ¿Qué?

Capitán Barock: Para nuestra sorpresa, exploramos el Bosque de Leithard y todo el país de Mystical, no encontramos nada pero… habían pequeñas pistas que nos llevaron hasta la cabaña del Sabio, ¿sabíais que se estaba alojando en el extremo sur de Los Montes Lunares, verdad?

Capitán Zack: Así es, pero... ¿ha tenido algo que ver acaso? ¿Ese anciano?

Capitán Barock: Exacto, el pequeño escuadrón de reconocimiento que el Capitán Ridley sacaba de Mystical fue atacado y estos llegaron por alguna razón a la cabaña del anciano. Una vez allí, encontramos los cadáveres de todos, el estado del Capitán Ridley era lamentable, lo habían cortado a la mitad y se hallaba a veinte metros bajo tierra.

Capitán Leonard: Por favor... madre mía.

Capitán Drake: ¿Fue El Sabio el culpable de su muerte? ¿Estará relacionado con el fugitivo?

Capitán Zack: Seguramente sí, no es de extrañar, ese anciano tiene muchos contactos, pero si se ha atrevido a matar a Ridley y tiene relación con el fugitivo, no tenemos opción, debemos buscarle y capturarle de inmediato para una ejecución pública.

El Capitán Zack se levantó raudo y con nervios, su sentido de la justicia era fuerte.

Capitán Barock: ¡Alto! Aun no he terminado, por favor, espere a que termine mi explicación, si es tan amable.

El capitán se volvió a sentar resignado, a pesar de ser quién era. Barock prosiguió.

Capitán Barock: Ahora bien, ¿dónde podría estar El Sabio? ¿A dónde pudo haber ido?

Capitán Drake: Sospecho que pudo haber ido hacia el pueblito de Los Montes Lunares, es el único lugar en kilómetros que queda cerca y no hay presencia militar de ningún tipo.

Capitán Barock: Exacto, a esa conclusión llegamos también los de inteligencia, aunque… no podemos entrar en territorio extranjero por las buenas sin una justificación. Si alegamos que hemos perdido un Capitán se nos echarán encima y conspirarán en nuestra contra.

Capitana Jena: Decidles pues que hay un fugitivo y que debemos capturarle, y que estaba relacionado con El Sabio, eso solucionaría las cosas.

Capitán Barock: Excelente, justificaremos la búsqueda de esa manera, a todo esto, debo añadir que mi hijo se dirigía de vacaciones a la casa del Sabio, ya conocéis los detalles. Temo que haya sido secuestrado por éste, si lo hallamos me gustaría que se le traiga sano y salvo.

Capitán Drake: Hecho.

Capitán Barock: ¿Entonces, quién está dispuesto a ir?

La reunión terminó, el criminal se trataba de Paradox, por lo que tuvo que ir un buen número de capitanes. Fueron Drake, Sheyla y Zack los encargados de partir hacia Los Montes Lunares.

Bajaba a paso lento por las escaleras, frías y secas. La penumbra del ambiente cada vez era mayor, algo normal, al fin y al cabo descendía al Puerto Subterráneo. Una vez abajo se vio sorprendido en cierto modo, por el hecho de que la puerta, vieja y oxidada, estuviera abierta, la atravesó. Una vez en la estación, el ambiente se iluminó notablemente, aquellas antiguas lámparas y linternas aun funcionaban. Se dirigió junto a sus compañeros, que esperaban a pocos metros del borde del andén.

Capitán Zack: Ya has llegado...

Capitán Drake: Así es, me sorprende tener que usar esto, la verdad.

Capitán Zack: Sí, hace siglos que no se usa, además, fue Cornelius quien se encargó de iluminar el lugar. Si no siguiera vivo, jamás podríamos haber alcanzado al Sabio, que irónico, ¿no crees?

Capitán Drake: Lo sé, a todo esto... ¿solo iremos nosotros tres?

Capitana Sheyla: Por ahora sí, avanzaremos delante y una vez asegurada la zona, enviarán a una división para asegurar el terreno... Comunicamos con el Reino de Leithard...

Capitán Drake: Vaya, de eso no me han informado, ¿qué han dicho?

Capitana Sheyla: ...y al parecer, no quieren verse involucrados en esto.

Capitán Drake: ¿Cómo? ¿Por qué han tomado tal decisión? Si esto también les concierne a ellos, ¿es que piensan dejar libre al Sabio?

Capitán Zack: Eso parece... tienen asuntos más importantes que atender, ese fue su mensaje.

Capitán Drake: Entiendo, nuestra situación sencilla no es pues.

Capitana Sheyla: Ya llega, preparaos.

Los tres finalizaron la conversación y miraron atentamente al fondo del túnel, totalmente oscuro. A pocos segundos de dicho gesto se pudo vislumbrar una tenue luz proveniente de él, seguida del escandaloso ruido de una potente maquinaria, infestada de engranajes y motores antiguos y grasientos.

Capitana Sheyla: Una vez montemos en él, no habrá marcha atrás, aseguraos de llevar encima todo lo necesario, caballeros.

Ninguno respondió, simplemente echaron una ojeada a su inventario y sus riñoneras, parecían llevarlo todo encima ya que no hubo objeción alguna. El tren, de antiguo y cochambroso aspecto, paró frente a ellos y abrió una de sus puertas, los tres capitanes se adentraron en su interior.

Una vez dentro, el trío se sentó, fue Zack quien decidió ir totalmente separado del resto, frente a él se encontraban Sheyla y Drake. La puerta se cerró y el tren partió hacia algún lugar.

Capitán Drake: ¿Y era necesario hacer uso del tren para alcanzar a nuestro objetivo?

Capitana Sheyla: No teníamos más opción, si vamos por plena calle llamaremos la atención y los rumores se extenderán... piensa que todavía no se sabe nada públicamente sobre la derrota de Ridley.

Capitán Drake: Claro... eso es comprensible, pero lo que me preguntaba era, si estaba bien el usar este artefacto tan antiguo.

Capitán Zack: ¿Por qué no usarlo? ¿Ves algún inconveniente? Nos llevará rápido.

Capitán Drake: Es la primera vez que se usa en siglos.

Capitana Sheyla: Cornelius se encargó de comprobar su funcionamiento, no le des más vueltas.

Tanto la capitana Sheyla como Zack mantenían los brazos cruzados ante su pecho, parecía como si les preocupara en exceso lo que había pasado con el Capitán Ridley y Paradox.

Capitán Drake: No será fácil capturar a ese viejo...

El tren a las pocas horas llegó a su destino, la velocidad a la que iba era sorprendente, cruzó todo el reino en menos de un día, llegando así a la ciudad frontera, situada a los pies de unas montañas, montañas en las que se habían encontrado Nilan y Suly tiempo atrás.

Capitán Zack: Listo, ya sabéis, no debemos llamar la atención.

Ninguno respondió, era evidente lo que debían hacer para no levantar sospechas. Los tres salieron del tren y este permaneció allí, inmóvil. Un peculiar sujeto vino a recibirles.

Jeffryd: Jujuju, un placer tener a sus majestades por aquí, imagino que les interesará pasar por “esa” ruta, ¿cierto?

La estación era prácticamente idéntica a la del castillo de Ferión, pero en esta ocasión, había otra ruta distinta, una puerta en la pared que no estaba en el sótano del castillo, además de unas escaleras para subir hacia la ciudad.

Capitán Zack: Sí, rápido, no tenemos tiempo.

Jeffryd: Excelente, seguidme, por favor.

Aquel tipo de aspecto avaricioso y rico fue delante, abrió aquella otra puerta, ignorando las escaleras, que vendrían a ser la entrada hacia la plaza principal de Ciudad Frontera. Un inmenso pasillo se abrió paso frente a los personajes que allí se encontraban, caminaron lentamente, en silencio, imponiendo su poder a cada paso que daban.

Capitán Drake: ¿Y esto nos lleva a...?

Jeffryd: A la frontera entre Ferión y Leithard, me encargaron emplear expresamente esta ruta alternativa para ustedes, así evitaríamos cualquier tipo de rumor o sospecha acerca de su presencia en la ciudad... jujuju.

Capitán Zack: Muchas gracias por su ayuda, a partir de aquí seguimos nosotros...

Jeffryd: Por supuesto, continuad, solo debéis seguir un poco al norte y llegar al Bosque de Leithard, cuidado con los paisanos y las bestias.

Los tres salieron de aquel túnel, estaban en la frontera, en una zona secreta que pocos conocían. Los capitanes prosiguieron y se adentraron en el follaje del bosque.

¿Cuanto tiempo había pasado? ¿Un día desde su llegada quizá? Nadie lo sabía con exactitud puesto que nunca amanecía, siempre bajo ese eterno eclipse rodeado de luminosas estrellas.

Nilan se sentó en unas escaleras fuera del hospital del pueblo, el mismo recibía constantes visitas de turistas sin cesar, además, en cuando llegaron Félix se separó del grupo alegando tener cosas que hacer por su cuenta, de todos modos no tenía motivos para permanecer con ellos. Finalmente Suly salió del hospital.

Suly: ¡Hey!

Nilan: ¿Um? ¡Oh! ¿Qué tal estás?

Suly: Bien... Me han dicho que debo tener más cuidado, si la herida se vuelve a abrir será muy difícil recuperarse, por no decir imposible, he perdido demasiada sangre. A todo esto, ¿a dónde se han ido el viejo y el otro chico?

Nilan: Es verdad, tú viniste al hospital de inmediato, no supiste nada... Verás, el anciano Paradox dijo que tenía que cumplir ciertos asuntos importantes, y Félix se fue porque tenía que hacer algunas cosas que había olvidado.

Suly: Vale, ¿y qué hacemos nosotros entonces?

Nilan: Paradox me dijo que teníamos que irnos de aquí, después del incidente con el capitán aquel, quién sabe que nos podría pasar. Me dijo que fuéramos a la taberna en cuanto salieras.

Suly: ¿A la taberna del pueblo? ¿Por qué?

Nilan: Quería que hiciéramos no se qué de una misión de “Se Busca”.

Suly: Oh, vale, ya entiendo, sí. Vamos para allá.

Nilan: ¿Sabes a qué se refería?

Los dos chicos pusieron rumbo hacia la taberna de aquel pequeño pueblo, caminando entre sus vacías y oscuras calles, pero en las afueras del mismo, exactamente en el Cañón Lunar, nadie sospechaba qué se podía estar fraguando entre las grisáceas rocas.

¿¿¿???: ¿Entonces? ¿Cómo ha ido, sacaste la información?

¿¿??: Sí, fue muy fácil, tienen su escondite en el este de Argón, cerca de una mina o algo así, por otro lado, he de admitir que ese grupo tan variopinto es interesante, sí.

¿¿¿???: Je, te veo más motivado de lo normal.

Entonces un nuevo sujeto que, hasta ahora se mantuvo al margen de la conversación, intervino.

¿?: Sí, a ese chico... Nilan, yo lo conozco, y muy bien.

¿¿¿???: Oh, qué interesante es esto. ¿Irás entonces otra vez?

¿¿??: Por supuesto, déjame esto a mí, y a ver si puedo soportar este dolor de cabeza...

¿¿¿???: Intenta no morir por el camino.

Sonrió de manera macabra y se fue del lugar.

Paradox: Jo jo jo, menos mal, pensé que nunca os vería por aquí.

Suly: ¡¿Cuándo ha llegado?!

Paradox: Hechicería, muchacho, hechicería. Muy bien, entonces, ¿qué misión?

Nilan: ¿Cómo que qué misión?

Suly: ¡Espera, espera! ¡A ver si adivino! ¡Tampoco sabes nada sobre la misiones! ¿Verdad?

Nilan: Pues no...

Suly: ¡Lo sabía, si es que soy un hacha!

Paradox: Jovencito, cierra esa boca, gastas demasiada energía. Veamos, ¿por dónde iba? Ah, sí. Mirad, a lo largo del mundo veréis en las tabernas o muchos otros sitios carteles de “Se Busca”, ¿cómo surgen estos carteles? Muy fácil, una persona o grupo de personas, da igual su raza, solicitan un servicio a cazadores autónomos, a clanes, o incluso a alianzas o reinos. El solicitante busca una determinada cosa, ya sea buscar un peligroso criminal, un objeto que necesite o incluso liquidar a una bestia cualquiera, claro, para este servicio debe pagar una determinada cantidad de dinero, y ahora es cuándo llegáis vosotros, cogéis el cartel que más os convenza, y se lo comunicáis al encargado del establecimiento, una vez dicho esto se le informará al solicitante y tendréis permiso para haceros cargo de lo solicitado. Al finalizar el encargo antes del tiempo designado tendréis que volver al lugar del que habéis recogido el cartel e informar al solicitante para que os entregue una recompensa, que normalmente suele ser una parte del dinero que el solicitante pagó o cualquier otra cosa que haya donado el mismo, en este caso, el tabernero se encargará de informar de lo sucedido al solicitante y éste deberá venir a recoger el objeto que haya pedido si es el caso. Ahora veamos, ¿hay algún recado interesante?

Nilan: Pero yo no soy cazador autónomo o como se llame, ¿porque no lo soy, verdad?

Suly: No, pero aun así, si tú te comprometes a cumplirlo te haces cargo de la responsabilidad, si no tienen noticias tuyas en un determinado tiempo volverán a publicar la solicitud.

Nilan: Ajá, creo que lo he entendido más o menos...

Suly: Con la práctica lo verás, deja que el viejo elija uno fácil, servirá para matar el tiempo al menos, ¿no es así?

Paradox: Servirá para alejaros de aquí cuanto antes. Veamos... veamos... ajá, ¡este!, jo jo jo.

Paradox dijo su última frase prácticamente en un susurro, por lo que solo él la pudo escuchar.

Suly: ¿Qué dijiste?

Paradox: Nada, mirad esta, parece interesante.

Paradox cogió el cartel y se viró hacia sus dos aprendices.

Nilan: ¿Qué pide?

Paradox: Dice que debéis recoger un pequeño mineral proveniente de una montaña en Argón, al parecer nos deja un plazo de hasta dos meses para cumplir el encargo, ¿qué os parece jovenzuelos?

Suly: A mí me va bien, pero el único problema que veo... es que no tengo nada con qué defenderme y recuerdo que me prometiste algo, viejo.

Nilan: Pues vale, parece interesante, de todos modos no tengo nada mejor que hacer.

Paradox: Jo jo jo, si ambos estáis de acuerdo, perfecto pues. Sobre lo de tu arma, Suly... Ven conmigo, te compraré una. Toma Nilan, entrega el cartel al tabernero, dile que ahora vuelvo.

Nilan: ¡Vale!

Paradox entregó el cartel del encargo a Nilan para que se hiciera cargo de tenerlo a buen recaudo, mientras tanto, éste junto a Suly se encaminaron hasta alguna tienda de armas.

Nilan: Perdone, me gustaría cumplir este encargo. No sé muy bien cómo va todo esto...

Tabernero: Oh claro, déjame ver... ajá, ajá... tienes dos meses para cumplirlo chaval.

Nilan: Sí, eso tenía entendido.

Tabernero: ¿Pero te vas a encargar tú solo? ¿Qué edad tienes?

Nilan: Tengo 14 años señor.

Tabernero: Lo siento, pero no puedo dejarte el encargo, mínimo se necesitan tres personas, aquí lo dice claramente... y uno de ellos debe ser mayor de edad según el artículo vigente en las constituciones tanto de Ferión como Leithard, vamos, que debes tener 18 años como mínimo. Chico, ¿de dónde eres?

Félix: Vaya, te veo en apuros Nilan, ¿no te dejan hacerte cargo del encargo? Qué lástima.

Félix, que casualmente estaba al otro lado de la barra no pudo evitar oír aquella conversación y decidió intervenir. Por otro lado, Paradox y Suly tuvieron éxito en su búsqueda.

Paradox: ¿Cuánto sale pues?

Herrero: Esta es una buena pieza, tiene buen ojo, es uno de los modelos más caros de toda la tienda, sale unos 14.500 Bíbeles.

Paradox: Madre mía, jovencito, la próxima vez cuida mejor tus armas, aquí tiene el dinero.

Herrero: Un placer, jejeje, a todo esto ¿piensa darle el arma al niño? ¿De dónde sois?

Paradox: Somos meros clientes, esa información no es de su incumbencia, ¿no cree?

Herrero: ¡Oh, vaya, lo siento! En fin, tened cuidado, muchas gracias.

Paradox y Suly salieron de la herrería con una lanza de muy buena calidad, no podían estar más satisfechos, por lo menos el adolescente, se dirigieron pues a la taberna.

Félix: Entonces... solo nos falta un miembro.

Tabernero: Eso es, si encontráis uno podréis hacer el encargo perfectamente, ¿aunque vosotros tenéis alguna relación? Es que no puedo permitir que haya secuestros ni nada así, ya me entendéis...

Nilan: No se preoc...

Paradox: No se preocupe. Están bajo el cuidado de este anciano, jo jo jo. He aquí el compañero restante.

Suly: ¡Juas!

Tabernero: Entonces a ver si me aclaro, ¿el encargo lo cumplirán el tal Félix, Nilan, y Suly?

Félix: Así es.

Tabernero: Bien, todo solucionado entonces, tenéis dos meses para cumplirlo, o sea, recuperar el mineral y volver aquí con él para informarme, ¿habéis entendido? Dos meses a partir de ya.

Paradox: Perfecto, estos jóvenes se encargaran de dicha tarea sin problemas, Félix, es una sorpresa verte aún por aquí, ¿no te habías ido?

El grupo salió de la taberna con satisfacción.

Félix: No, aun tenía cosas que recoger, de hecho, debía irme de aquí cuanto antes por esos mercenarios, temo que ahora me busquen para vengarse, y mira por donde, me ha venido de perlas que vayáis a ir hasta Argón, la idea es alejarme de aquí, jeje.

Paradox: Um... Bueno, para serte sincero, yo me temo que no iré.

Suly: ¡¿Cómo?!

Nilan: ¿Y eso?

Paradox: Chicos... aquí tenéis un buen aliado, domina perfectamente la hechicería Blanca avanzada, pero tened en cuenta que será temporal, el tiene sus propios motivos. Félix, ten en cuenta volver con ellos para que puedan cumplir el encargo.

Félix: Por supuesto, será un placer ayudaros, cuidaré de ellos en la medida de lo posible.

Félix sonrió, parecía un chico noble y sincero. Paradox se despidió del grupo y tomó otro camino a quién sabe donde... Aunque sin que nadie lo sospechara, algo con hostiles intenciones espiaba desde las sombras al nuevo grupo, desde algún lugar.

¿¿¿???: Mirad, ¿os parece correcto que se haya olvidado de vosotros de la noche a la mañana? Ahora que ha hecho nuevas amistades, ya no os necesitará.

El nuevo grupo se disponía a abandonar los Montes Lunares y con ello, el Reino de Leithard. Su nuevo destino era el Reino de Argón.

Félix: Bien, ya podemos partir si estáis listos, ¿seguro que no os dejáis nada?

Suly: Que no, que no, vamos.

Se encontraban exactamente en las afueras del pueblo, bajo aquel eterno eclipse. Nilan miró a Félix, llegando a darse cuenta de algo que hasta ahora pasaba inadvertido.

Nilan: ¡! Esto... ¿Félix?

Félix: Dime.

Nilan: ¿Por qué estás cansado? ¿Estás bien, no quieres descansar primero?

Félix: ¿Cómo? ¿De verdad te parece que estoy agotado? No me gusta aparentar el ser débil, esto es un poco embarazoso, jejeje, de hecho no es de extrañar, desde que llegué con vosotros no he pegado ojo y debo estar alerta.

Suly: ¿Esos mercenarios te la tienen jurada o algo?

Félix: Sí, algo así, ¿partimos ya? ¡Es verdad, no había caído!

Suly: ¿Cómo?

Félix: Será imposible llegar en dos meses hasta Argón y volver... ¡Qué fallo! Deberíamos haberlo hablado con ese Sapien.

Nilan: ¡¿Y eso por qué?!

Nilan respondió con gran preocupación, el grupo se detuvo en seco.

Félix: Verás, hay que atravesar todavía las montañas, que nos llevará unos cuantos días, puede que una semana incluso y luego habrá que atravesar la Gran Llanura hasta Argón, ¿no os distéis cuenta?

Nilan: ¿Y qué con eso?

Suly: Chico llamitas, resulta que la llanura esa posee un radio de aproximadamente 500 kilómetros, Félix tiene razón, a pie será imposible.

Nilan: ¡¿500 kilómetros, el radio?!

Félix: Así es, por esa razón creo que deberíamos alquilar algún transporte veloz, Suly, tú que pareces más actualizado y tal... ¿Sabes a lo que me refiero, no?

Suly: Creo que sí, había estudiado algo sobre ello, ¿te refieres a los Kazurra?

Félix: Eso es, creo que si pillamos unos cuantos podríamos llegar en medio mes de viaje, y tampoco es que llevemos reservas de comida eternamente.

Suly: Vale, tenemos que salir de estas montañas primero, recuerdo vagamente que el viejo Paradox mencionó una vez que nunca habían vendedores de esos en estos montes porque era difícil criar Kazurras, o algo así, no le hice mucho caso la verdad...

Félix: Pues tenía toda la razón, por el eclipse y la alta humedad de la zona es imposible criar esas criaturas aquí, tenemos que buscarnos la vida en la llanura.

Nilan: Esto... creo que me he perdido.

Suly: Nada, no te comas el tarro chico, solo entérate que a pata será imposible llegar a Argón en solo dos meses, tendremos que buscar a un mercader por la llanura esa gigante y alquilar unos bichos que corren rápido, ¿lo pillas ya?

Nilan: Vale, vale...

Félix sacó un mapa de la maleta marrón que llevaba colgada a su hombro, lo puso sobre una roca y los tres chicos sentados miraron detenidamente dicho mapa.

Imagen

Nilan: Es la primera vez que veo algo así.

Suly: ¿Este mapa es viejo verdad?

Félix: Sí, uno de mis profesores me lo regaló en la escuela cuando tenía solo 6 años, era un modelo muy viejo y no le servía para nada, está muy desgastado y no se puede ver el continente al completo, ni siquiera el mundo, faltan muchísimos continentes ahí, pero sirve para orientarse algo, bueno, nosotros debemos seguir esta ruta...

Suly: No nos queda nada...

Suly se levantó y Félix guardó el antiguo mapa en su maleta de nuevo.

Félix: Chicos, si cualquiera lo necesita que no dude en pedírmelo, es más, creo que será conveniente que os lo entregue, yo ya me lo sé de memoria pero vosotros, especialmente Nilan, estáis muy verdes aun.

Suly: Gracias ¿eh?

Nilan: Dámelo a mí, quiero ojearlo un poco más, no lo perderé.

Félix: Lo sé, aquí tienes.

Félix lo volvió a sacar y se lo lanzó a su compañero, este lo cogió con sus manos en el aire y lo desenrolló, lo ojeó, y lo volvió a guardar en uno de sus bolsillos. Un aire frío comenzaba a azotar la zona, nuestros protagonistas se dieron cuenta de inmediato y prosiguieron su viaje.

Suly: Qué ganas tengo de probar la lanza.

Nilan: Es verdad, aun no me la has enseñado, a ver, a ver.

Suly: ¡Arg! ¡Quítate de encima, no puedo respirar!

Félix: Bien, nuestro próximo destino... ¡Es el Reino de Argón!

Pasaron cuatro días desde que el grupo partió del pueblecito de Los Montes Lunares. Los protagonistas aún se encontraban en el interior de las montañas, hasta el momento, no hubo ninguna clase de dificultad ni peligro. Los jóvenes se pararon a tomar un descanso cerca de un risco rodeado de las típicas plantas fosforescentes de la zona.

Nilan: Fiu... Nunca pensé que estas montañas fueran tan grandes.

Suly: Sí, Félix, ¿tienes idea de cuantos días han pasado ya?

Félix: No, la verdad es que no, esto de estar bajo las estrellas constantemente altera nuestro comportamiento, es normal que estemos tan agotados al someternos tan bruscamente a este cambio.

Nilan: Que inteligente.

Félix: Jeje, no es para tanto, hombre, no me digas esas cosas que me da vergüenza.

Nilan: Jajaja.

Suly: Aparte de inteligente, tímido.

Félix: Sí, soy así, ¿qué le voy a hacer?

Los chicos terminaron de comer tras una buena conversación, pero inmediatamente unas extrañas criaturas que les acechaban desde las oscuras cuevas de la zona se interpusieron en su camino.

Batham: ¡Hyah!

Ferrasco: Hogh...

Nilan: ¡¿Qué son esas cosas?!

Suly: Pesados, eso es lo que son, pero... ¡Por fin podré probar mi lanza!

Suly agarró su lanza y adoptó una posición ofensiva.

Félix: ¡Cuidado, parece que ya nos hemos adentrado en el Cañón Lunar! ¡Eso os lo explicaré luego!

Nilan: ...

Suly: ...

Félix se situó delante de sus dos compañeros con la intención de protegerlos, sus habilidades serían de utilidad.

Nilan: Suly, ten cuidado, hazme el favor, ¿vale?

Suly: Lo sé...

Con un solo movimiento de brazo, Suly se imbuyó a él mismo y a sus compañeros en el aura naranja, que los rodeó en menos de lo que dura un parpadeo.

Nilan: Has mejorado, ¿cuándo lo aprendiste?

Suly: Debo admitir que me ha costado, pero parece que funciona, y ahora...

Suly suspiró y acto seguido realizó lo mismo pero con un aura morada.

Nilan: ¡¿Y esto?!

Suly: Je, el viejo me mencionó esto cuando fuimos a comprar, ha funcionado después de todo.

Félix: ¡Cuidado!

El Ferrasco, que poseía un diminuto cuerpo redondo y cubierto de rocas compuestas por diversos metales, corrió hacia Suly con la intención de embestirle.

Suly: Ja, ven, ahora comprobaré si era cierto lo que dijo.

Nilan: Suly, ¡muévete!

Suly no se movió, se quedó quieto en ese mismo lugar esperando el impacto de la criatura, que no tardó en darle...

Suly: ¡Aahh!

El cuerpo de Suly salió volando hacia el risco, este clavó la lanza en el bordillo evitando su caída por el mismo. Nuevamente se situó frente a su enemigo orgulloso con una sonrisa en la cara.

Suly: Sí, ¡esto funciona!

Por otro lado, Nilan y Félix lidiaban con aquella criatura aérea y molesta, similar a un murciélago, que sin tregua, lanzaba peligrosas ondas sonoras con sus chirriantes gritos.

Nilan: ¡Mis oídos!

Félix: ¡No te preocupes, con tu magia será fácil abatirlo, yo le distraigo!

Nilan: ¡Bien!

Nilan lanzó una débil llamarada de sus brazos, abrasando todo lo que se encontraba en su camino, incluyendo a aquel molesto murciélago. En cuanto a Suly, este derrotó al Ferrasco atravesándolo con su nueva lanza, que rompió su coraza natural como si fuera papel.

Suly: ¡Genial! ¿Cuántos quedan?

En ese momento, sin que nadie se lo esperara, otro Ferrasco salió corriendo hacia Nilan y en el choque, el joven cayó risco abajo, sufriendo serias lesiones en la zona del impacto.

Félix: ¡No!

Suly: ¡¿Pero qué?!

Nilan: ¡Ahhhh!

Nilan cayó por el risco, y acto seguido Suly derrotó con suma facilidad al Ferrasco.

Félix: Pero... pero... Mierda, ¡no pude protegerle!

Suly: No te castigues Félix, no fue tu culpa, ¿qué hacemos ahora?

Félix: Debo calmarme... debo calmarme... Uf... Bien, bien. ¿Que qué hacemos? Pues podemos bajar o investigar toda la zona para buscarle, espero que esté bien, y fíjate, desde aquí ni siquiera se ve el fondo del precipicio.

Suly: ¡No podemos dejarle tirado, vamos!

El tiempo pasó.

Nilan: Ugh... ¿D... dónde estoy?

Nilan levantó la vista, estaba aturdido y no paraba de oír un fuerte pitido en su cabeza, lo veía todo borroso y la sangre le brotaba de la frente, al caer se habría golpeado con algo.

Nilan: Arf, arf, aquel bicho me tiró precipicio abajo, madre mía, ¿qué hago ahora?

A Nilan no le quedaban muchas opciones, desde allí no podía ver siquiera el lugar desde el que fue lanzado. Perdido, aturdido y desorientado, se levantó y caminó apoyado en la pared, ya que al dar su primer paso un punzante dolor le recorrió la pierna.

Nilan: ¡Ah! ¡Duele!

En efecto, se había roto también el tobillo... Eso no era buena señal y además toda la comida la tenía Félix, ¿cómo iba a sobrevivir? A su alrededor observó un riachuelo, donde se lavó la cara y el cuerpo a duras penas, estaba sucio y lleno de tierra.

Nilan: No me queda otra que seguir, aun yendo en la dirección equivocada.

Nilan decidió desplazarse por su cuenta, no podía esperar a que las criaturas de la zona se lo comieran o algo peor. Por el momento permanecería allí, sudaba y el dolor del tobillo se hacía insoportable, se le había hinchado de mala manera. Decidió quedarse en el riachuelo a limpiarse un poco.

Nilan: Uf, estoy pegajoso, qué molesto.

Nilan se quitó la camisa, con ella se sentía incómodo por el sudor y la suciedad, en ese momento se pudo ver el gran morado que se había formado en su piel, exactamente en la misma zona donde el Ferrasco le golpeó, si no hubiera sido por la hechicería de Suly aquella criatura le hubiera partido varias costillas, o incluso hubiera acabado con su vida. En su rostro se notaba el cansancio, las gotas de sudor caían de su cabello al agua junto con la sangre. Introdujo el tobillo partido dentro del arrollo y se paró a descansar.

Por otro lado, Suly y Félix descendían por aquellos rocosos y complicados caminos propios del paisaje.

Suly: Félix, antes dijiste que esto era el cañón lunar, ¿a qué te referías?

Félix: Sí, verás, Los Montes Lunares son muy grandes, abarcan una gran zona y como podrás observar, el terreno está continuamente desnivelado, lleno de erosiones y caminos difíciles de atravesar, el pueblo propio de estas montañas está situado en una zona segura, pero a lo que la gente se refiere con el Cañón Lunar es la zona, o zonas, más profundas de las montañas, aquí es extraño ver gente porque el mismo cañón está infestado de criaturas agresivas y hostiles. No sé si me entiendes. En conclusión, debemos atravesar el cañón para llegar a la gran llanura.

Suly: Entiendo, tú sí explicas sin rodeos, no como el viejo ese.

Félix se dio la vuelta, ya que era quién iba delante, miró interrogante a Suly y le preguntó.

Félix: A propósito, sé que no es de mi incumbencia pero, ¿cómo se llamaba ese anciano?

Suly: Paradox, ¿por qué?

Félix: ¿Es quién se apodaba como “El Sabio”?

Suly: Eso es, no se te escapa ni una.

Félix: Jeje, es normal, he estudiado mucho, ¿sabes? Y dime, ¿tú de dónde eres, por qué le ayudas? ¿Alguna recompensa en especial?

Suly: No, nada de eso, simplemente solía ir de vacaciones a su casa pero por problemas tuvimos que venir hasta aquí, yo soy de Ferión y de hecho, mi padre es uno de los capitanes.

Félix: ¡¿De verdad?! ¡¿Quién es?!

Ambos seguían descendiendo, hasta el momento no se habían topado con ningún adversario.

Suly: Se le conoce como el Capitán Barock, ¿lo conoces?

Félix: ¡Claro! ¡¿De verdad eres su hijo?! ¡No me lo puedo creer, es increíble de veras!

Suly: No es para tanto, ahora no puedo volver a casa, decidí irme con el viejo y le debo a Nilan mucho, me salvó en el Bosque de Leithard de una Mandrágora.

Félix: ¿Una Mandrágora? ¿En ese bosque? Juraría que ese no es su hábitat.

Suly: Ya, eso pensé yo pero ya ves, no encontré respuesta...

Félix: Um, espero que Nilan esté bien, me preocupa no haber podido ayudarle.

En el rostro de Félix se podía notar la tremenda preocupación, definitivamente, Suly no tenía más motivos por los que sospechar de él, lo podía considerar como un aliado incondicional.

Suly: Tranquilo, el chico llamitas es duro de pelar, ya verás que estará bien. Por cierto, creo que te debo una disculpa.

Félix: ¿Por qué? No creo que te tengas que disculpar de nada.

¿De qué se tendría que disculpar Suly? El chico se quedó pensativo, buscando una respuesta.

Suly: Verás, es que no confiaba en ti.

Félix: ¿Y eso a qué se debe? No importa, supongo que es normal, no nos conocíamos de nada.

Suy: No es por eso... Nilan si confió en ti desde el primer momento, pero el viejo Paradox no te creyó, me dijo que estuviese alerta por si acaso intentaras algo malo, no entendí lo que quiso decir, pero ahora viéndote así tan arrepentido me hace pensar que el viejo no podía tener razón.

Félix: ¿Pero qué...? ¿De verdad dijo eso? En fin, imagino que es normal también, pero podéis estar tranquilos que yo no busco haceros daño, vamos, para nada.

Félix se volvió a girar y continuó descendiendo por aquel acantilado, aparentemente no se tomó las sospechas de Suly como algo negativo, lo contrario, le parecían normales.

Suly: Puede que el viejo se equivocara por una vez en su vida...

Mientras tanto, Nilan permanecía en el riachuelo lavándose el tobillo, le dolía horrores.

Nilan: ¡Arg! No puedo caminar así, y encima estoy aturdido, debió ser por los chillidos de aquella cosa voladora...

Nilan miró al cielo, pudo ver las estrellas y aquellos planetas que tan cerca estaban del suyo, era un paisaje espectacular y tranquilo, segundos después se miró detenidamente la mano, llegando a distinguir una leve, casi invisible, aura morada, alrededor de la misma.

Nilan: Suly me tendrá que contar dónde ha aprendido esto.

Nilan hizo un ligero gesto con la mano, intentando seguir el aura con la vista. Para su sorpresa el agua del riachuelo adoptó una curiosa forma y levitó hasta la altura de su mano.

Nilan: ¡¿Pero qué?!

El agua volvió a caer.

Nilan: No puede ser, ¿soy capaz de manejar el agua también? Que sorpresa, voy a intentarlo otra vez.

Nilan volvió a mover la mano, pero no sucedía nada. Solo en aquel lugar haciendo gestos raros con el brazo parecería un loco ante la mirada de cualquiera.

Nilan: ¿Por qué ahora no sucede nada? ¡Vamos, levántate, sube!

El agua del riachuelo siguió su curso, ignorando las peticiones del joven.

Nilan: Quizá tenga que fijarme en el aura que Suly me otorgó.

Nilan volvió a concentrarse de nuevo en su mano, observando la leve aura morada que la rodeaba. Volvió a hacer gestos muy despacio con el brazo, pasaría una hora así sin resultados.

Nilan: ...

Entonces una pequeña porción de agua surgió del arroyo.

Nilan: Woa... puedo manejar el agua, al igual que las llamas.

Entonces, ante la atónita mirada del joven, otro diminuto chorro de agua rodeó su otro brazo, esto indicaba que no era consciente de dicha habilidad, ¿por qué habría surgido entonces en ese preciso lugar si no era capaz de dominar tales artes?

Nilan: Um... me concentraré... aun más...

Nilan se concentró en silencio, cayendo en una especie de trance. Media hora después notó como un intenso frío le recorría el brazo y la mano dónde tenía el agua. Abrió los ojos.

Nilan: ...Increíble, no sabía que fuera capaz de esto...

En efecto, el agua que era capaz de dominar pasó a transformarse hielo, ¿serían estas nuevas habilidades para él?

Nilan: Increíble, el anciano Paradox jamás me entrenó en esto, solo en el uso del fuego.

Nilan pudo notar que el aura morada que recubría levemente su cuerpo se desvanecía inexorablemente, cuando esta desapareció el hielo se deshizo ante sus ojos.

Nilan: ¡...! No puede ser, ¿tendría que ver el aura de Suly en todo esto? Tendré que preguntárselo, si le llego a ver, claro.

Nilan se puso de nuevo su camisa, que estaba seca y limpia.

Nilan: Bien, ¿cómo voy a salir ahora de aquí?

Antes de que el chico pudieran levantarse por completo, un extraño ser se acerco a él. Se trataba de algo que jamás había visto ni imaginado.

Nilan: ¡¿Qué es eso ahora?!

Aquella cosa era amorfa y como por arte de magia era capaz de levitar en el aire, tenía aspecto de energía, era color blanco y algo transparente. Se aproximó a Nilan lentamente.

Nilan: ¿Será hostil?

Divinidad Lunar: ...

La criatura ya se situaba sobre el agua, por alguna razón el agua se elevó al acercarse la misma. Inmediatamente, su cuerpo brilló, parecía estar cargando energía o algo por el estilo.

Nilan: Esto no me gusta...

Divinidad Lunar: ¡...!

Aquel ser disparó un potente haz de energía hacia el chico, este fue golpeado por esa energía que lo atravesó, como si fuera un fantasma típico de cuentos infantiles de Ferión. El joven cayó varios metros hacia atrás debido a una misteriosa fuerza que emanó de aquel golpe.

Nilan: ¡Arg! Ya veo, no pretende dejarme salir de aquí, bien, ¡le daré lo que quiere!

Nilan se encontraba frente a un extraño ser sin identificar aun, ¿qué estrategia iba a seguir para combatirlo? Muy simple, lanzó varias llamaradas a la criatura, no le quedaba de otra.

Nilan: ¡Ha! ¡Toma esto!

Divinidad Lunar: ¡...!

Nilan: Imposible...

Así era, aquella criatura absorbía la magia que Nilan proyectaba, seguía intacta.

Nilan: ¿Qué hago? ¡Cómo duele el pie, y este pitido, qué molesto!

El fantasmagórico ser expulsó un haz de luz por todo su cuerpo, abatiendo al chico de nuevo.

Nilan: Uf.

Cayó golpeándose la cabeza con unas piedras. No tenía posibilidades, estaba claro.

Nilan: ¿Se acabará todo aquí?

Nilan miró al cielo, apreciando el bonito paisaje situado sobre él, tenía claro que si iba a morir sería viendo algo tan bello como aquello, pero inesperadamente alguien llegó en su ayuda.

Suly: ¡Levanta memo!

Félix: Gracias a La Diosa que sigue con vida...

Nilan: ¿Pero qué...?

Ante él se encontraban Suly y Félix, ¿un milagro? Casi.

Suly: ¡Acabemos con esta cosa!

Félix: Es difícil, esta entidad es inmune a la hechicería, absorbe toda la que hay a su alrededor, tus hechizos no funcionarán tampoco Suly.

Suly: ¡¿Cómo?! Bah, pues a la vieja usanza.

Félix: Nilan, ¡estás fatal!

Nilan: Ah... Eso... Sí, estoy para el arrastre a estas alturas...

Suly saltó hacia la criatura directamente, se disponía herirla con su lanza de alguna manera mientras Félix intentaba curar rápidamente a Nilan, situado más atrás. La lanza atravesó el cuerpo fantasmal del ente, aunque no sucedió nada. Suly simplemente lo atravesó como si de aire se tratase, cayendo sobre el agua del riachuelo.

Suly: ¡Es imposible darle! Félix, di algo.

Divinidad Lunar: ¡...!

La criatura volvió a cargar energía, pero en esta ocasión no desprendió simple energía como la última vez, esta vez formó a su alrededor unos haces de luz azul, que impactaron sin cesar en los protagonistas como si flechas fueran, curiosamente, no causaron heridas físicas pero sí rompieron piedras y levantaron el humo por todo el lugar.

Suly: ¡Cof, cof! ¿Qué fue eso?

Félix: Nilan, esta vez no te sucederá nada.

Félix cubrió al malherido chico con su cuerpo, recibiendo todos los ataques del ente.

¿¿¿???: Veo que tenéis problemas.

Un nuevo sujeto apareció casi de la nada, todos levantaron la vista sorprendidos, ¿de quién se trataría?

Bismarck: Me llamo Bismarck, si, lo sé, tenéis muchas preguntas pero hablaremos luego, ahora la prioridad es derrotar a esta cosa.

Aquel nuevo hombre de imponente aspecto, con la reluciente armadura y una espada mucho más grande y brillante que la del Capitán Ridley, que de hecho hacia juego con su vestimenta, estaba enfrentando solo al monstruo.

Bismarck: ¡Toma esto!

El tipo generó una energía negra alrededor de su casi mastodóntico sable y acto seguido, realizó un corte en el aire en dirección al ente. La energía oscura almacenada en la espada fue liberada en esa dirección, cortando incluso el agua del arroyo, las piedras del suelo y una pequeña montaña situada al fondo. Todas las piedras cayeron y el ente, cortado por la mitad, comenzó a sobrecargarse, explotando en el aire.

Divinidad Lunar: ¡.........!

Bismarck avanzó rápidamente hacia él y con suma facilidad, invocó a una curiosa criatura en su hombro, parecía un duendecillo con gorro picudo naranja y una vestimenta de hojas. Este portaba un trébol de cuatro hojas y bote de cristal, en el que encerró la energía del ente como si de una aspiradora se tratase.

Bismarck: Solucionado. Chicos, muchas gracias por todo, jejejeje.

Los protagonistas estaban prácticamente sin palabras, aquel hombre había aparecido casi como si fuera cosa del destino y había derribado a aquel poderoso enemigo con un solo movimiento.

Suly: Wow... Qué bestial, ¿quién eres tío? Serás mi ídolo a partir de ahora.

Bismarck: Me llamo Bismarck, os lo dije antes. Si no fuera por mí me temo que esa cosa os hubiera hecho papilla, pero ya no es preocupante, está exterminada... A todo esto, ¿cómo se os ha ocurrido provocarla con vuestro nivel? ¿Estáis fuera de cuerda acaso?

Nilan: ¿Provocarla? ¿Sabe usted que era esa criatura acaso? Nosotros no.

Bismarck: Por supuesto que lo sé. Ese ente...

Félix: Era un ente Lunar, ¿verdad?

Suly: ¿Lunar? El viejo nunca mencionó nada sobre eso...

Bismarck: Has dado en el clavo grumetillo, que sagaz para tu edad, ¿quién eres?

Félix: Me llamo Félix, jejeje, un placer y gracias por el halago, pero no es para tanto.

Bismarck: No, en absoluto, conocer la existencia de una de estas criaturas es difícil, y los jóvenes no saben nada sobre ellos, son los guerreros natos los que se han jugado su pellejo contra tales criaturas en combate, no sé si me sigues.

Félix: Sí, tengo entendido que esas criaturas son energía mágica en estado puro, por eso absorben toda la hechicería que se usa a su alrededor y, además, atacan sin tregua a todos los que la empleen.

Nilan: ¿...?

Bismarck: Has dado en el clavo, Félix, recordaré tu nombre a partir de ahora. A todo esto, ¿vosotros la habéis provocado, cierto? Os doy las gracias, si no lo hubierais hecho aún seguiría perdido por esta oscura tierra tenebrosa sin rumbo.

Bismarck, a la vez que hablaba con los jóvenes, se dedicaba a acariciar a su duendecillo, que todavía permanecía en su hombro con el bote de cristal brillante, también miraba las estrellas y el eclipse con mucha frecuencia.

Nilan: Pero... ¿Cómo que esa criatura ataca a quiénes usan hechicería?

Bismarck: Así es, verás, esos seres reaccionan ante la hechicería y la tienden a absorber, pero hechicería en grandes cantidades, no cualquier cosa trivial, es por esa razón que me sorprende el hecho de que fuerais atacados por el Lunar.

Suly: Em, ¿Por qué lo llamáis Lunar?

Félix: Fácil Suly, estos seres se manifiestan dependiendo del medio en el que se encuentran, por ejemplo, en estas montañas debido a la firme presencia de los astros y la noche, se terminó formando ese ente Lunar, en una montaña con las condiciones adecuadas se podría formar uno de tierra, o en el mar uno de agua, ¿entiendes?

Suly: Nunca nos avisaste de eso, ya te vale.

Félix: Lo siento mucho, de veras, pero tal y cómo dice este hombre, son muy raros de ver.

Félix entristeció su rostro, como si hubiera fallado profundamente a sus compañeros.

Félix: Pero antes que nada, debo curarte Nilan, estás muy grave.

Nilan: G-gracias.

Bismarck se cruzó de brazos y envainó su inmensa espada a su espalda.

Bismarck: Con que Suly y Nilan, magnífico, os recordaré chicos, por haber enfrentado solos a esta criatura de gran poder. Decidme, ¿qué estáis haciendo por estas montañas?

Félix se acercó a Nilan. Una vez junto al niño, con sus peculiares habilidades, gracias a las que podía emitir energía blanca por sus manos, fue recuperando el estado del chico, que era deplorable.

Félix: Veo que esos Ferrascos son más duros de lo que aparentan, un solo golpe puede romper incluso una lámina de acero, pero a su vez son débiles al agua, además, Nilan, aun te afectan las ondas sonoras de aquella criatura aérea.

El análisis de Félix, quién llevaba unos pocos segundos atendiendo a Nilan, fue infalible, sus habilidades con la Hechicería Blanca no se podían negar. Por otro lado Suly y Bismarck mantenía una conversación algo distinta, a espaldas de estos dos jóvenes, al otro lado del riachuelo.

Suly: Pues estamos haciendo un encargo, debemos ir hasta Argón a recuperar una clase especial de mineral y volver aquí en dos meses, según Félix sería imposible llegar a pie en ese tiempo.

Bismarck: Y no le falta razón, muchacho. La Llanura es inmensa, aunque estáis cerca de ella, yo podría llevaros hasta allí a salvo si lo deseáis, a fin de cuentas, ya tengo lo que venía a buscar, energía Lunar.

Suly: ¿Estás cumpliendo un encargo también?

Suly miraba fascinado a Bismarck, se notaba su asombro y su admiración por él, aun así la notable diferencia de alturas pudo resultar algo molesta, pues el hombre debía mirar hacia abajo y Suly hacia arriba, sus cuellos terminarían quejándose.

Bismarck: No realmente, era algo que necesitaba peña de mi clan y no puedo negarme, como indiscutible y carismático líder que soy, en mi clan todos reciben ayuda cuando haga falta.

La mirada de Suly se fascinó aun más al escuchar esto último.

Suly: ¿Cómo? ¡¿Qué lideras un clan, cuál?!

Bismarck: Por supuesto, en Ferión y en Leithard somos poco conocidos ya que solemos operar en territorios del norte y el este. Mi clan, Suly, se llama CelestialSword. El nombre no lo elegí yo de hecho. Mira, me gustaría preguntarte una cosa...

Félix terminó de curar de manera mínima a Nilan, ambos se prepararon y se volvieron hacia sus dos aliados.

Suly: ¡¿Qué?!

Bismarck: Pero es un secreto, ¿vale? No se lo digas a nadie.

Suly: ¡Entendido, entendido Bismarck!

Bismarck: ¿Partimos ya, muchachos?

El nuevo hombre les ayudó a salir de aquellas montañas tras unas horitas de viaje, sin mayor dificultad, lograron llegar a la Llanura, dónde tras mucho tiempo, pudieron volver a ver la luz del Sol. Una vez allí, la despedida se hacía inevitable.


De viaje.
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El grupo se detuvo nada más adentrarse en la Llanura. En la flora del lugar aun se distinguían pocas plantas fosforescentes típicas de Los Montes Lunares, que poco a poco desaparecían a lo largo del campo. Las negras nubes del cielo se diluían lentamente hasta desaparecer por completo. El día en esa zona de la Llanura era soleado y cálido, los chicos no pudieron estar más complacidos, pues el frío de las montañas fue sustituido sin compasión por la calidez de los rayos del Sol.

Bismarck: Esto es todo pues grumetes. A partir de ahora os las tendréis que apañar vosotros.

Nilan: Sí, muchas gracias por todo, Bismarck.

Suly: Entonces...

Félix: Adiós, se agradece mucho su ayuda, no le olvidaremos.

Bismarck: Sí Suly, recuerda aquello. Parto ya entonces, hay quién me espera y debo ir sin demora, mucha suerte.

Bismarck levantó un brazo despidiéndose y partió en otra dirección. Los tres protagonistas restantes debían avanzar hasta Argón, pero a pie les sería imposible.

Bismarck: ¿Qué piensas? ¿Hice bien?

Duendecillo: Wiiiih.

Bismarck: ¿Cómo dices? ¿Qué ese chico estaba destrozado? Normal, se enfrentó a aquel ente.

Duendecillo: Wiiiih, Wiiiiiiiiiih.

Bismarck: ¿Perdón? ¿Cómo que el otro, el de la maleta? Um, no noté nada, en fin, espero que estén bien... ¿Ninguno de ellos se habrá dado cuenta aún? Con que Félix, ¿eh? Investigaré sobre ello en cuanto llegue a la sede, no sirve ahora molestarse por eso, ¿verdad pequeñín?

Duendecillo: Wiiiiiiiih.

Bismarck prosiguió su viaje. Entre tanto, el grupo de chicos atravesaba muy lentamente la Llanura, el viento soplaba con poca fuerza pero el verde paisaje y el olor a hierba fresca daban una fuerte sensación a libertad.

Nilan: Woa, esto es increíble, ni siquiera se ve el límite en el horizonte, es todo igual.

Félix: Ya os lo dije en su momento, esta Llanura tiene un radio aproximado de...

Suly: Sí, sí, millones de kilómetros, lo sabemos.

Nilan: Pero Bismarck dijo que teníamos que comprar Kazurras, o algo así.

Félix: Eso es, por aquí deberían haber mercaderes, de hecho, en la Llanura abundan.

Suly: Deberían, tú lo has dicho.

Nilan: Entonces, ¿cómo los buscamos? ¡Si no se ve nada al fondo!

Félix: Muy fácil, Bismarck me dio esto.

Félix sacó un extraño artefacto de su maleta, tenía aspecto de bocina. Apretó con fuerza la misma y sopló, al instante, un profundo, extraño y grave sonido surgió de ella.

“Woooooooooonnnnmmmmmmmmm”

Suly: Eso se ha debido oír por toda la Llanura, por lo menos.

Nilan: Mirad, allí.

Los tres se giraron en la dirección a la que señalaba el brazo de Nilan. Un extraño vehículo se acercaba hacia ellos a gran velocidad. Una vez frente a los chicos, se detuvo en seco, estos apreciaron que se trataba de una tienda móvil. Un señor mayor con un notable sobrepeso salió de ella.

Nilan: ¿Y esto?

Nilan comenzó a ojear a unos raros animales que llevaban la carroza entera, tenían aspecto de aves, color blanco enfermizo y no tenían buen humor.

Mercader Yao: Oh, jovencito, no las toques, no las toques, hoy no es su día.

Suly: Ya había oído algo sobre esto, ¿usted vende Kazurras, no?

Mercader Yao: En efecto. ¿Queréis alquilar algunas?

El mercader, de ancha constitución y baja estatura, frotó sus manos entre sí, era evidente que ya pensaba en la suculenta cantidad de dinero que iba a ganar esa mañana.

Félix: Sí, tres para ser exactos.

Mercader Yao: ¿De qué clase? ¿Habéis montado alguna vez una?

Suly: Yo no y a ese chico de ahí ni le pregunten.

Nilan: ¡Anda, si yo ya había visto unos bichos parecidos hace años!

Suly: ¡¿Qué?! ¡¿Cómo es eso posible?! ¡¿Sigues siendo tú, verdad, Nilan?!

Nilan: Sí, recuerdo que mi padre dijo que eran de clase A, o algo así, la verdad es que se me daba bien montarlos...

Mercader Yao: Jojojojo, excelente, ¿todos montáis la clase A?

Félix: Sí, probemos con la A, así llegamos rápido, ¿Cuánto sale?

Suly: Ugh... Es la primera vez que me siento marginado por no saber algo, ¿cómo puede ser posible?

Mercader Yao: En total son unos 15.000 Bíbeles cada una, una vez las hayáis usado dad la orden de “Volver a casa con papá” y volverán hasta mi tienda.

Suly: ¡¿15.000 cada una?! ¡¿Cómo vamos a pagar eso?! ¡Salen más caras que mi nueva arma!

El elevado precio de las Kazurras provocó una fuerte impresión en Suly, quién se negaba a admitir esa cifra puesto que su lanza, de primera calidad, había salido incluso más barata.

Suly: ¡¿Cómo vamos a pagar eso?!

El mercader miró atentamente a Suly, debía convencerlo si quería ganar una elevadísima cifra de dinero.

Mercader Yao: Jovencito, ¿has criado alguna vez una Kazurra?

Suly: Pues... no.

Sin embargo, fue Félix quien convenció a Suly, para sorpresa del mercader.

Félix: Suly, criar esta clase de animales es difícil, tardan unos 20 años en salir de su periodo de infancia, y dependiendo de las distintas clases, unas saldrán más caras que otras, claro está. Por ejemplo, una Kazurra de Clase A será de mucha mejor calidad que una Kazurra de clase D, que son sumamente lentas pero a su vez, tienen una resistencia inhumana, aguantarían unos 3 o 4 meses caminando sin descanso, por el contrario, las de clase A son extremadamente veloces, pero se agotan con facilidad, aunque piensa que la distancia recorrida es mucho mayor y compensa, una Kazurra de clase D saldría unos 100 Bíbeles.

Suly ante el demoledor argumento de Félix, no le quedó más remedio que aceptar, se cruzó de brazos algo incómodo y miró al suelo pensativo.

Suly: Vale, como prefieras, no tenemos opción... ¿Pero de dónde vas a sacar el dinero?

Félix: No os preocupéis, yo tengo dinero de sobra.

Inesperadamente, Félix sacó de su maleta una considerable cantidad de billetes, entregándoselos al mercader.

Félix: Serían tres Kazurras, exactamente unos 45.000 Bíbeles en total.

El mercader agarró sin pensárselo dos veces el dinero y sonriente se dirigió a la parte trasera de su carroza. Dio unos ligeros golpecitos en la misma y como por arte de magia, una puerta apareció de ella y salieron varias... Kazurras.

Nilan: No tienen mucha diferencia con estas de aquí delante, ¿de verdad estarán bien? Parecen enfermas o algo...

Las Kazurras que salieron de una misteriosa puerta, que instantáneamente se cerró al salir las tres criaturas, tenían un aspecto enfermizo y pálido como las que llevaban la carroza del mercader, su aspecto de ave tampoco era muy fiable. El mercader miró a Nilan y respondió.

Mercader Yao: Jovencito, cuanta mayor sea la categoría de la Kazurra más enferma parece, pero no es más que una estrategia natural de las mismas para poder sobrevivir ante depredadores de mayor tamaño y poder.

Félix: En efecto.

Suly: ¿Y con estos pollos vamos a llegar a Argón en menos de dos meses?

Mercader Yao: Jojojojo, ¿con qué vais hasta Argón? ¡Magnífico, no tenéis de que preocuparos! Las de clase A son capaces de recorrerse el 25% de la Gran Llanura en menos de dos semanas.

Nilan: Parece increíble.

Nilan se sorprendió por esto último, a la vez que recordaba aquellos tiempos en su pueblo... El mercader hizo algunos preparativos, colocó la silla de montar, la bolsa de vitaminas, y se las entregó a los chicos. Una de las Kazurras sintió un ligero escalofrío por una fuerte ráfaga de viento que atravesó el verde lugar sin previo aviso.

Nilan: Yo me quedo con esta, me gusta.

Félix: Bien, me quedaré con esta pues.

Suly: Vale, por descarte imagino que me toca la última, ¿no?

Mercader Yao: Chicos, me alegra vuestra compra gratamente, os deseo mucha suerte, recordad, si no las necesitáis decidles “Volved con Papá” y volverán hasta mí, muchas gracias por comprarle a este ordinario mercader, podéis llamarme Yao.

Nilan se subió a la Kazurra y se dirigió al mercader.

Nilan: Muchas gracias a usted por todo.

Nilan, Suly y Félix: ¡Vamos, hasta Argón!

Las tres criaturas ante estas palabras corrieron a una velocidad sorprendente, en cuestión de segundos la carroza del mercader desapareció en el horizonte. Félix parecía saberse manejar algo con ella, Nilan, por alguna razón, ya sabía controlarla perfectamente y el rostro de Suly, atónito ante la inmensa velocidad a la que iba, se enfrentó con hojas u otras criaturas diminutas que sobrevolaban la zona, como insectos.

Nilan: ¡Esto es increíble!

Félix: ...

Suly: ¡Sí, increíble, es genial!

Nilan: ¡¿A que sí?!

Suly: ¡Chico llamitas, ¿sabes que es la ironía?!

Nilan: ¡¿Qué?! ¡No te oigo bien!

Debido a la velocidad a la que corrían, el sonido del viento y las pisadas de las criaturas envolvieron a cada uno de los protagonistas, eran incapaces de escuchar claramente lo que cada uno decía. Avanzaron sin descanso por la Llanura durante más de medio día, el frío se intensificaba y el cielo se tornó color carmesí.

Félix: Chicos, será mejor descansar.

El Sol se ponía por el horizonte. El grupo paró en seco, en plena llanura, para descansar y protegerse del punzante frío que se aproximaba lenta pero inexorablemente. Entre aquellos montículos de tierra y hierbas verdes, junto con otras clases de plantas y flores, los chicos bajaron de las Kazurras y las ataron a unos troncos de árboles ya secos y maltrechos.

Suly: ¿Pero cómo vamos a protegernos durante la noche si no tenemos con qué hacerlo? ¿No estaréis pensando en descansar así tal cual por las buenas? Mira Nilan la ropa que lleva, y tú Félix, tampoco es que no vayas a pasar frío.

Félix: Tranquilos, llevo conmigo una Estancia Mágica.

Nilan: ¿Eso qué es?

Nilan levantó una ceja y su rostro marcaba cierto desconcierto ante lo que acababa de oír. Suly también se vio impresionado, pero no precisamente porque no supiera de lo que hablaba, señaló a Félix mientras daba un paso hacia adelante.

Suly: Anda, que también llevabas una de esas contigo, eres un saco de sorpresas. Dime, ¿hay algo que te falte?

Félix: Jeje, no te preocupes Suly, es que siempre voy preparado a todos lados, sino pregúntate, ¿cómo llegué desde Zyria hasta Los Montes Lunares? Necesitaba algo con lo que protegerme.

Suly se cruzó de brazos mostrando cierta decepción.

Suly: Ajám... Bueno, no importa.

Félix agarró su maleta y metió el brazo en ella, segundos después tras revolver incontables cosas en su interior, sacó una curiosa pieza de piedra. Acto seguido la lanzó al suelo, de ella emanaron raíces que se introducían sin descanso en la hierba verde, creciendo a cada momento dicha pieza, hasta llegar a al tamaño de una posada.

Nilan: ¡¿Pero qué?! ¿Esto es posible? Se parece a lo que hacía el anciano Paradox.

Félix: ¿El anciano Paradox? Em, sí, esto era la Estancia Mágica chicos, podéis entrar.

Félix con un gentil gesto movió su brazo, invitando a pasar a sus dos compañeros, estos se adentraron en el interior de la nueva y acogedora cabaña. Félix fue el último en entrar. Una vez dentro, Nilan vio que en su interior había ya una chimenea con leña ardiendo, una estantería llena de libros, unos sillones bien cómodos, la cocina y, unas escaleras para subir a los pisos superiores.

Suly: ¿Y las Kazurras? ¿No pasarán frío o peligro afuera?

Félix: Es verdad...

Félix quedó meditando consigo mismo en la entrada, rascándose el cabello color castaño de la cabeza.

Félix: Las meteré en el corral, no os preocupéis, por la mañana estarán perfectamente.

Suly: Anda, que también tiene un corral.

Félix: Jeje, sí, por algo se llama Estancia Mágica, ¿no? Bueno, voy para afuera.

Félix abrió la puerta, momento en el que entró una enorme ráfaga de viento del exterior. Entre tanto, Suly con los brazos cruzados y una mirada de preocupación echó un ligero vistazo al lugar, no vio a Nilan.

Suly: ¿Nilan? ¿Dónde te has metido ahora?

Suly no halló respuesta alguna. Avanzó por todo el primer piso y no encontró a nadie.

Suly: ¿Habrá subido para arriba?

Suly subió por aquellas escaleras de madera, a cada paso se oían fuertemente los chirridos propios de la madera antigua, cosa que le incomodó, le recordaba en cierto modo a la cabaña de Paradox. Una vez arriba, ante un único pasillo, vio varias puertas cerradas, una de ellas estaba abierta. Se adentró en su habitación con sigilo y un poco de tensión.

Suly: ¿Nilan?

En cuanto asomó la cabeza, vio a Nilan echado en la cama, agotado y durmiendo.

Nilan: ...

Suly: Oh, es cierto, no ha descansado casi nada desde que fuimos a Los Montes Lunares, lo dejaré dormir, que lo va a necesitar.

Suly sonrió y cerró la puerta, le hacía gracia que aquel jovencito tan débil le salvara la vida en dos ocasiones, ante la Mandrágora, y frente al Capitán Ridley. Suly abrió las demás puertas del pasillo, eran simples habitaciones, y un baño, una para cada uno, pensó. Tras colocar su equipamiento en una de las habitaciones, que tampoco era gran cosa excepto por su lanza. La cabaña por dentro tenía un aspecto algo oscuro, carecía de lámparas e iluminación en el piso superior y las paredes estaban algo húmedas y agrietadas.

Suly: Es algo vieja esta Estancia Mágica, ¿de verdad solo la ha necesitado para este viaje suyo?

Suly bajó las escaleras, se sentó en una silla de madera y esperó a tener noticias de Félix.

Suly: Me preguntó cómo le irá, ¿podrá manejarse con esos animales?

El tiempo pasó, el único reloj de la casa sobrepasó las dos horas desde que llegaron, cuando Suly despertó.

Suly: ¡Ah! ¡Me he quedado dormido en esta silla! ¿Y Félix, habrá llegado?

Suly, algo desorientado subió las escaleras, Félix no estaba en ninguna habitación, cosa que preocupó al joven. Tampoco estaba en la planta baja, ¿qué había sido de él durante dos horas? Suly abrió la puerta, ya era de noche. Con sumo cuidado salió de la cabaña, dejando la puerta entreabierta para poder entrar más tarde, se aproximó al aparente corral de la parte trasera, donde vio a las Kazurras dentro de una especie de almacén, con comida y agua. También vio a Félix inconsciente en el suelo.

Suly: ¡¿Félix?! ¡¿Qué te ha pasado?, responde!

Suly llevó sin perder ni un segundo a Félix, al interior de la cabaña. Una vez dentro, sufriendo una fuerte desesperación intentó reanimarlo con un cubo de agua fría. Fue en esa situación cuando el chico se dio cuenta de que no sabía nada sobre Hechicería Blanca, o incluso sobre primeros auxilios.

Suly: ¡Vamos, vamos, despierta, Félix!

Suly le dio varias palmadas en la mejilla, pero ni siquiera se inmutó. Se sintió impotente.

Félix: ...

Suly: Uf... Mucho no puedo hacer.

Suly llevó el pesado cuerpo de Félix hasta una de las habitaciones, lo puso sobre la cama y cerró la puerta de la habitación.

Suly: Ya se recuperará, espero.

Con una mirada llena de preocupación, bajó hasta el primer piso, apagó las lámparas y se fue a dormir... La cabaña quedó en total silencio, desde su interior solo le pudo apreciar el sonido del viento, proveniente del exterior.

¿¿??: Nilan... ¿Estás... aún? Responde... no puedes... cuidado...

Nilan: ¿Dónde... estoy? ¿Es esto... un... sueño?

¿¿??: Nilan... cuidado... debes... el Oráculo...

Nilan: ¿Qué? ¿Quién eres? Debo cumplir... la misión y ayudar al... anciano Paradox... debo tener cuidado... con el Capitán Ridley... sí...

¿¿??: Nilan... sé que puedes escucharme... debes...

Nilan: ¡!

Nilan despertó de golpe, como si hubiera vivido una pesadilla. En la oscuridad, el chico se quitó el sudor de su frente con la mano, cogió aire y se levantó de la cama.

Nilan: Creo que iré... al baño, a lavarme un poco...

Nilan abrió la puerta con cuidado y sin hacer ruido, apenas veía nada puesto que estaba todo oscuro. Prácticamente cegato y somnoliento, avanzó a hurtadillas por el pasillo, hasta el baño, le extrañó que la puerta del mismo estuviera cerrada, además, apreció una luz por debajo de esta, ¿había alguien en su interior? Nilan se sentó en el suelo, al lado de la puerta, mientras cerraba nuevamente los ojos... Fue capaz distinguir una voz.

Nilan: ¿Es Félix?

Murmuró para sí mismo.

Félix: Impresionante... aun sigo con vida, es que no me lo creo.

Nilan: ¿?

Félix: Con esos dos peleles, creo que ha sido un milagro.

Félix, o quien se supone que estuviera adentro, abrió el grifo del agua, lavándose lo que parecía su cara. El grifo quedó abierto y Nilan no pudo distinguir bien qué decía.

Félix: Psh, deberían recompensarme mejor por hacer estas locuras... Al final voy a terminar yendo a un psicólogo, o algo peor.

Nilan: ¿?

Félix: En fin, creo que es hora de proseguir antes de que se den cuenta. La verdad, no sé porque le interesa tanto ese chico. Llegó la hora, espero seguir con vida la próxima vez.

Nilan escuchó un extraño sonido en la habitación, pero con el ruido del agua no distinguió correctamente que era. La luz del baño desapareció y la puerta se abrió. En efecto, era Félix quién estaba dentro.

Félix: Oh, Nilan, ¿qué haces aquí? Deberías dormir en tu cama. Tendrás insomnio o algo...

Nilan: Em, sí... sí... Yo solo estoy en la Kazurra... qué velocidad...

Félix: Vamos, vamos, estarás agotado, no sabes ni lo que dices.

Félix sujetó a Nilan y lo llevó al baño, le lavó la cara con agua y después lo dejó en su habitación. Mientras él iría a la suya a dormir. La noche los invadió a todos.

Suly: Buahhh, ¡Ya es de día, qué bien, cómo me hacía falta una siesta así!

Suly bostezó enérgicamente y se despegó de su cama. Abrió la puerta con su equipamiento y bajó las escaleras. Una vez en el piso inferior pudo ver a Félix en la cocina. Estaba desayunando, o eso parecía.

Suly: Anda, ¡Félix! Si estás bien.

Félix: ¿Por qué dices eso? Ñam.

Suly: ¿No te acuerdas? Te desmayaste anoche, frente al corral de las Kazurras.

Félix: ¿Sí? No me acuerdo... Quizás me dio algo por el cansancio. Pero este fuerte dolor de cabeza indica que llevas la razón.

Suly se sentó en una silla y comenzó a picar algo, en un intento de engañar al estómago.

Suly: Vamos, eres experto en Hechicería Blanca, deberías saber qué es lo que te pasó, ¿no?

Félix: Tú lo has dicho, debería, de todos modos pensaré sobre ello...

Félix no pasaba por su mejor momento, el chico se mostraba cansado y algo deprimido. Para sorpresa de los hambrientos presentes, Nilan apareció en la cocina, hecho que indicó el momento de partir.

Nilan: Oh, ¡qué bien huele!, ¿hay algo para mí?

Los chicos se sentaron a desayunar en la cocina.

Nilan: Oye Suly, ahora que caigo, hay algo sobre lo que quería preguntarte... Ñam.

Suly: ¿Sí? Ñam.

Nilan: Es sobre tus habilidades, ¿cómo las mejoraste si pasaste un tiempo en la enfermería de aquel pueblo?

Suly: Oh, ya estabas tardando, pensé que nunca lo ibas a preguntar. Pues verás, el viejo Paradox me hablo sobre cómo mejorar su eficacia y también me mencionó una que hasta ahora desconocía, la intenté por primera vez cuando nos atacaron aquellos bichos en las montañas, suerte que funcionó. Ñam.

Nilan: Anda, a mi no me dijo nada... ¿Y qué se supone que hacía la del aura morada? Ñam.

Suly: Se supone que incrementa el espíritu de aquellos que están bajo su efecto, vamos, que lanzas magias más poderosas y tal. También el viejo me dijo que era necesario concentrarse mucho en uno mismo para fortalecer el espíritu, así lograría usar hechicería sin necesidad de recitar los conjuros más básicos, pero no veas lo que costó, y aun así, el golpe que te llevaste fue brutal... Eso quiere decir que tengo que perfeccionarme más. Ñam.

Suly le ofreció una detallada explicación a su compañero, haciendo gestos con un solo brazo para facilitar su comprensión, ya que el otro brazo era el encargado de llevarle alimentos a la boca. Félix terminó de comer y se levantó de la silla.

Félix: Chicos, creo que debemos ponernos en marcha ya.

Suly: Oído cocina, ñam.

Nilan: ¿Nunca te cansas de ese chiste verdad? Ahora voy, ñam.

Los tres terminaron de desayunar, recogieron sus pertenencias y salieron de la estancia mágica, Félix soltó a las Kazurras del corral y la misma cabaña se volvió a tornar una diminuta piedra.

Suly: El tiempo está genial, no hace tanto calor como ayer.

Félix: No, hoy parece que está más despejado, el tiempo en la llanura siempre varía sin previo aviso, estáis advertidos.

Nilan: Habrá que tenerlo en cuenta.

Era cierto, para ser media mañana el cielo estaba bien recubierto de nubes, una ligera brisa azotaba constantemente a los protagonistas, dando cierta sensación de libertad. Cada uno montó su Kazurra correspondiente.

Kazurra: ¡Buagh!

Suly: Pero sí parece que va a vomitar... ¿Seguro que aguantarán? No quiero oír luego que nos han timado, o algo por el estilo.

Félix: Que no, Suly, no te preocupes por eso, que están bien.

Suly aun mostraba una mirada de inseguridad y decepción al observar su Kazurra, de hecho, al montarla inclinó su cuerpo hacia atrás levemente, como si el animal le provocara cierta repugnancia. Los tres se pusieron en marcha y prosiguieron su camino a través de la planicie.

Nilan: ¡Mirad eso!

A lo largo de su camino pudieron ver curiosas criaturas, como pequeños conejos mansos, libértulas acuáticas o aves de distintas clases. Todas las especies hasta el momento avistadas eran inofensivas.

Suly: ¡Ouch! ¡Eso me ha dado en el ojo!

También tuvieron problemas, Suly no llevaba ninguna protección para la vista y sufrió diversos impactos con algunos diminutos insectos...

Nilan: Oye, ¿Por qué todas las especies que hemos visto no nos atacan?

Félix: Eso se debe a que en la zona sur de la llanura no hay especies peligrosas, pero no te confíes Nilan, que en el norte hay dragones.

Nilan: ¡¿Dragones, de verdad?!

Félix: Sí, son una raza de dragones que habitan la llanura, son muy feroces, así que piensa que hemos tenido suerte al ir por aquí.

Suly: Os digo yo que me es más duro montar un pollo de estos que luchar con un dragón de esos.

Nilan: Jajajaja.

Así avanzaron día a día y Félix no mostró más problemas de salud, para su suerte.

Kazurra: ¡Buaghhghghh!

Suly: ¿Seguro que está bien? Mira lo que ha vomitado, ¿qué coño habrá comido?

Nilan: Que sí, ¿no ves lo rápido que corre?

Pasarían al menos dos semanas hasta que el terreno cambiara ligeramente. El verde paisaje desaparecería lentamente, las hierbas escaseaban y los pequeños charcos o lagos de agua iban secándose o disminuyendo su tamaño. La tierra se volvía árida por momentos, el calor aumentó y las nubes iban desapareciendo. El aire se hizo pesado.

Suly: Estaremos cerca ya.

Félix: Sí, eso creo, el clima nos lo está indicando, Argón se caracteriza por sus tierras yermas.

Nilan: ¿Es aquí dónde debíamos recoger ese mineral, verdad?

Félix: Eso es, pero primero, vayamos al pueblo más cercano.

Una espléndida mañana, sí, lo era. ¿Cuánto tiempo habría pasado desde que los capitanes se marcharon de incógnito? Aproximadamente unas dos semanas y media, y la gente ya comenzaba a sospechar algo. Entre tanto, en el imponente castillo, Cornelius caminaba tranquilamente, se dirigió hacia la cocina con su peculiar libro en mano.

Soldado1: ¡Buenos días, Señor Cornelius!

Cornelius: Buenos días caballero.

Cornelius, siempre con su extravagante y a la vez, majestuosa túnica, era bien conocido por todo el castillo y en la capital. Entre aquellas gigantescas y exquisitas estatuas situadas a los lados, prosiguió con su camino, camino bastante iluminado a pesar de ser de día en el exterior.

Soldado2: ¿Se ha enterado ya? ¡El Capitán Ridley ha fallecido!

Cornelius: Sí, es una lástima, de veras. No debemos dejar que sus esfuerzos hayan sido en vano soldado, esfuérzate y serás recompensado.

Soldado2: ¡A la orden señor, lo tendré muy en cuenta, señor!

El soldado tras formarse y mostrar sus respetos, siguió su camino. Cornelius, entre tanto, seguía caminando hacia la cocina. Abrió la puerta de la misma al final del pasillo.

Cornelius: Con permiso.

En cuanto entró, un delicioso aroma a especias y carne asada atravesó su cuerpo en cuestión de segundos.

Capitán Leonard: Por favor, por favor, ¡cerrad la puerta! Que así no hay quien cocine, es que de verdad... ¡No piensan en los demás!

Cornelius, algo molesto por el último comentario cerró la puerta sin demora, más le valía hacerlo si no quería que le asaran el oído con comentarios sin sentido, pero pensó que al fin y al cabo eso era normal. Atravesó el comedor, avanzando hacia el interior de la cocina, de donde realmente provenían aquellas amargas quejas.

Cornelius: Calma, calma, ya he cerrado la puerta.

Cocinero1: Más le vale...

Cocinero2: Jujuju, el señor Cornelius está presente. Señor, aun no es la hora de la comida.

Tras aquellos cocineros surgió una nueva figura, se trataba del capitán Leonard. Esta vez no llevaba su impecable armadura, cosa que extrañaba, en vez de eso, llevaba puesto una llamativa bata de cocina, color rosa.

Capitán Leonard: Oh, Cornelius, ¿qué hace usted por aquí? Estás divino hoy, como siempre.

Cornelius: Vaya, gracias, gracias. Venía buscando una receta sobre el Pistacho Demoledor.

Capitán Lenorad: Ajá, el Pistacho Demoledor. Creo recordar que estaba por aquí.

El capitán Leonard se adentró, con el cucharón en mano, en la cocina. Rebuscó en las estanterías mientras Cornelius esperaba afuera, los cocineros siguieron con su trabajo diario.

Cornelius: ¿Y bien? ¿Hay algo?

Capitán Leonard: Por supuesto amor, aquí está, mira.

El capitán salió de la cocina, esta vez sin el cucharón, en su lugar llevaba un libro sumamente fino, no se podía comparar con el que portaba Cornelius.

Capitán Leonard: Todo tuyo.

Cornelius: Muchas gracias, por cierto...

Capitán Leonard: A todo esto, alegra esa cara machote, que siempre estás muy serio y para colmo, mira como vistes, con ese traje verde oscuro y una piel tan pálida das un aspecto muy siniestro y enfermizo, las chicas se te alejarán. ¡Mírate! Incluso tus gafas no encajan contigo, deberías haberte puesto unas gafas sexys como las mías. ¿Sabes cómo llamo yo a tus gafas? ¡Gafas de culo botella!

Cornelius no estaba acostumbrado a tratar con él, eso estaba claro, el era un hombre más de hechos que de palabras, a pesar de ser un famoso intelectual.

Cornelius: Em, sí, claro, agradezco tu opinión, la tendré en cuenta. ¿Por dónde iba? Ah sí, ¿Puedo usar “ese lugar” para poner en práctica la receta?

Capitán Leonard: ¿”Ese” lugar? Oh, no, no, lo siento mucho amor, pero no será posible. Ya sabes, también Barock está de por medio y no perteneces al cuerpo de inteligencia, es más, se te puede acusar de espía enemigo si te ven por allí. No es un lugar al que deba ir cualquiera. Lo siento, de verdad.

Cornelius: Vale, no te preocupes, te lo decía porque me quedaba más cerca, a pesar de que no me guste el olor a sangre y escuchar gritos agónicos. Tendré que ir a mi lugar secreto. No se lo digas a nadie, ¿vale?

Capitán Leonard: Claro, claro, es más, te comprendo, trabajar toooodo el día ahí dentro puede traumatizar incluso a los caballeros más fuertes. Te deseo mucha suerte corazón.

Cornelius: Ug, sí, a ver qué tal me sale. Nos vemos Capitán.

Capitán Leonard: Mira, una última cosita... ¿Sabes qué ha sido de ellos? Se supone que fuiste tú quien activó el mecanismo arcaico ese del sótano.

Cornelius se giró, mostrando sorpresa por este último comentario, no se lo esperaba.

Cornelius: Sí, fui yo quien lo activó, aun no lo he desactivado de hecho ya que lo necesitarán para volver. Y no, desconozco totalmente su situación, solo sé que confirmaron la muerte de Ridley y su verdugo, El Sabio.

El capitán Leonard, ante esto último frunció levemente el ceño.

Capitán Leonard: Sí, El Sabio. Efectivamente.


El Reino de Argón.
Spoiler: Mostrar
Un imponente Sol asomaba por el horizonte, el calor comenzaba a hacer mella en el aguante de nuestros protagonistas, que caminaban ya algo cansados.

Suly: ¿Dónde se supone que está ese mineral?

Félix: A saber.

Félix sacó de su maleta el cartel del encargo y lo ojeó de nuevo por encima.

Félix: Aquí dice que en el Reino de Argón, pero no indica exactamente el lugar.

Félix sobrepasó su frente con una de sus manos, seguramente intentando deshacerse de las gotas de sudor que la recorrían.

Nilan: Pero imagino que tendrá que decir algo sobre el mineral...

Félix: Sí, es Gravity.

Suly: ¿Gravi-qué?

Los chicos ya no montaban en las Kazurras, el terreno era algo irregular y peligroso por lo que montarlas con su gran velocidad era arriesgado. Varios días antes a Félix, como no, se le ocurrió mantenerlas atadas a sus brazos, por lo que los animales les seguían el paso con lengua por fuera. Los chicos solo llegaban a discernir el polvo que levantaban al caminar entre aquella foresta de rocas yermas y secas, también inmensos acantilados y riscos se abrían paso a su alrededor. No veían ningún signo de vida de cualquier clase.

Félix: Gravity, es un mineral que abundaba bastante en el Reino de Argón hace siglos, pero con el tiempo terminó desapareciendo. Ya fuera por saqueos o por la explotación de minas.

Suly, por primera vez en su vida, se alegró de no tener que llevar aquel peto metálico. Se cubrió la cabeza con un brazo y se dirigió a Félix.

Suly: ¿Y no sabes el lugar exacto? ¿O era abundante en todo el reino?

Félix se echó una mano a la barbilla, reflexionando, tras lo que murmuró.

Félix: No lo recuerdo, no estudié mucho sobre eso en la escuela.

Suly: Tú no eres Félix, ¿qué has hecho con él?

Suly respondió irónicamente ante la ignorancia de su compañero. Nilan, que iba atrás esta vez, decidió intervenir en la conversación.

Nilan: ¿Y por qué no preguntamos?

Félix: Sí... Podría ser una buena, opción.

El cansancio de los jóvenes era claro, aquel implacable Sol les derrumbaba por momentos.

Suly: Si llegamos con vida a algún lado, claro.

Entre ese gigantesco cañón de rocas y calor, los chicos encontraron una bifurcación ante ellos.

Suly: ¿Qué dirección tomamos?

Félix: Um, en el mapa que tengo no se distinguen para nada los caminos, a saber si vamos en la dirección correcta. Bueno, tomemos el derecho.

Los tres avanzaron por el camino derecho. Por primera vez desde que llegaron al reino, se toparon con una mínima cantidad de penumbra entre aquellos montículos. Avanzaban pegados, literalmente, a la pared, las Kazurras también. No pasaría mucho hasta alcanzar el final del camino.

Suly: Hurra, ahora tenemos que dar la vuelta.

Dijo Suly con una expresión agotadora.

Félix: No nos queda otra pues.

Nilan: Madre mía...

Ante ellos se hallaba un gran precipicio de anchura espectacular, con un antiguo puente levadizo al otro lado. El puente llevaba un control manual, puesto que a pocos metros del mismo había una vieja y arcaica palanca. Los chicos se veían incapaces de avanzar. Hasta que durante unos instantes, distinguieron entre las rocas unos gritos de auxilio.

¿¿??: ¡Socorro! ¡Ayuda! ¡El hombre malo quiere hacerme daño! ¡Buaaaa!

Suly: ¡¿Pero qué...?!

Entonces una niña se tropezó en el borde del montículo y cayó rodando hasta sus pies.

Nilan: ¿Quién eres? ¿Te encuentras bien?

Nilan se adelantó rápido a socorrerla, le tendió la mano. Pero la chica no respondió.

Mercenario1: Juas juas juas. Deja de pedir ayuda malcriada, y ven aquí. Nadie te oirá, esto está muerto.

Suly: ¿Quién es ese?

En la cima del montículo por el que cayó la niña se encontraba otro personaje. Debido a la luz del Sol no pudieron observarlo con todo detalle, pero saltaba a la vista su gran armadura, muy similar, por no decir idéntica, a la de aquellos mercenarios que perseguían a Félix en Leithard.

Félix: No puede ser, ¡¿nos han encontrado aun llegando tan lejos?!

Suly: Ahora que lo dices... ¿Su armadura no es similar a la de aquellos bárbaros?

Nilan miró hacia arriba con la niña, inconsciente, en brazos. Desde su ángulo si pudo verlo. Aquel gran hombre saltó ante él, levantando mucho polvo, y con una mirada cínica le dirigió la palabra. Tenía una voz bastante grave, cosa que atemorizó al joven.

Mercenario1: No me interesan los machos, así que suelta a esa niña, que se ha portado mal.

Desde un primer momento supieron que la niña era totalmente inofensiva, no era más que una víctima de aquel vándalo, al igual que lo fue Félix en Los Montes Lunares. Nilan se levantó y retrocedió varios pasos, pero aquel tipo, sin quitarle la mirada de encima, dio el mismo número de pasos que el joven, quedando a la misma distancia. Nilan se rindió y mostrando algo de furia en el rostro le dirigió la palabra.

Nilan: Mira, no sé quién eres o que te ha hecho esta niña, pero a partir de ahora no le harás nada más, ¿entendido?

Mercenario1: ¿Uh, y ese tono? Mira mocoso, esa niña no ha pagado el mes, por lo que merece morir en terrible sufrimiento, ya me entiendes... Juas juas juas.

Suly: ¡Que te lo has creído!

Suly se adelantó agarrando su lanza.

Mercenario1: Vamos, ¿vais en serio? Mirad, seré claro, si no me entregáis a la niña ahora sufriréis su misma suerte, y además, hace mucho calor hoy... No sé si lo habéis pillado.

Félix: Vamos, que quiere que el Sol nos robe el último suspiro...

Nilan: Pues no lo permitiremos. La última vez los cogimos por sorpresa, pero esta vez...

Mercenario1: ¿Por sorpresa? ¡Anda! ¿Liquidasteis a Morgan en Los Montes Lunares? Juas juas juas, si es que estoy de suerte hoy. Por eso vinisteis hasta aquí, intentando huir de nosotros, pobres ignorantes. Os ha salido el tiro por la culata.

Suly: Félix, ¿a quién se refiere?

Félix: A T.A., la banda criminal que intentó liquidarme aquella vez, se ve que este es otro de sus sicarios. Sino fíjate en su uniforme.

Mercenario1: En efecto, hace calor y quiero que me paguen por vuestro pellejo...

El mercenario desenvainó su sable.

Mercenario1: ...por lo que estoy harto de tanta palabrería.

Nilan retrocedió y dejó a la niña a un lado, bajo la sombra. Para lograrlo, Suly se lanzó frente a aquel sujeto directamente, sus armas chocaron provocando un molesto chirrido metálico.

Mercenario1: ¡¿Cómo un niño va a tener más fuerza que yo?! ¡No me jodas!

El hombre, gracias a su increíble fuerza, logró desestabilizar el arma de Suly, y al chico con ella. Ahora se mostraba indefenso ante el sable de su enemigo. En su mirada se notaba desesperación, sabía que si recibía aquel golpe podría perder la vida.

Mercenario1: ¡Haaa!

Una ligera llamarada se interpuso en el camino del arma sedienta de sangre.

Nilan: ¡No te asustes, Suly!

Suly: ...

Mercenario1: ¡¿Pero qué?!

¿¿??: Um, ¿qué me ha pasado?

Nilan: ¡Toma esto!

Nilan, ahora frente aquel formidable adversario, saltó y lanzó de nuevo otra llamarada. Gracias al intenso calor sus habilidades con el fuego se incrementaron, el chico pudo comprobar en ese instante que el ambiente influía en la hechicería. Respecto al mercenario, solo retrocedía sorprendido por las habilidades del niño y preocupado por intentar no recibir ninguna herida.

Félix: ¿Eh? ¿Qué haces? Ten cuidado, ¡no vayas!

Suly: ¿?

Mercenario1: Solo tengo que quitarme de encima... ¡A este monigote!

Suly miró hacia atrás, en la dirección en la que estaba Félix, pudo ver como aquella niña se acercaba algo aturdida al núcleo de la batalla.

¿¿??: ¡Abra Cadabra, pata de cabra!

Mercenario1: ¡!

El mercenario se estaba fijando más en los movimientos de la niña que en su propio enemigo, Nilan. En cuanto la chica se acercó, pronunció unas extrañas palabras, algo cómicas, y este gran hombre se vio hipnotizado al instante, o eso pareció.

¿¿??: ¡Sí! Ahora déjanos en paz, ¡para siempre!

La niña dio un pequeño brinco de entusiasmo. Tras decir aquello, el mercenario como por arte de alguna clase de brujería macabra, tiró su sable al suelo y caminó como un zombie hacia el precipicio donde estaba el puente. Se tiró por él.

Mercenario1: ...

La mirada de los tres chicos era idéntica. La niña se situó entre ellos. No dijeron nada, solo observaban.

Alyse: ¡Me llamo Alyse! ¡Gracias por protegerme, wiiiih!

Félix: Em...

Suly: ¿Qué... ha hecho?

Nilan: Un placer, yo me llamo Nilan.

Nilan no preció preocuparse mucho, pues ya sospechaba de la inocencia de la pequeña. Se golpeó con la palma de su mano en el pecho al decir su nombre.

Félix: Conque se llama Alyse...

Suly: Parece inofensiva, ¿por qué iba a perseguirla ese matón?

Alyse: Bueno... Es que papá no pudo pagar el mes y se cebaron conmigo como castigo.

Nilan: ¿Qué?

Félix se acercó al grupo, que conversaba más adelante, el se había quedado atrás protegiendo a la niña durante el combate. Las Kazurras no se alarmaron demasiado, ya estaban suficientemente agotadas con el calor.

Félix: Parece que por problemas económicos la decidieron castigar. A todo esto, Alyse, ¿te podemos preguntar una cosa, pequeña?

Félix se agachó levemente con aquella sonrisa amable que lo caracterizaba, la niña se alejó un poco, algo incómoda.

Alyse: Pues, sí, habéis salvado a Alyse, papá estará contento.

Félix: ¿Sabes dónde podemos encontrar Gravity?

El rostro de la chica cambió de semblante al oír el nombre del mineral, parecía impresionada.

Alyse: ¿Cómo?... ¿Cómo es que buscáis Gravity?

Nilan: Sí, lo necesitamos, aunque eres libre de decírnoslo o no.

Suly le dio un ligero codazo en su brazo.

Suly: ¡Eso último sobraba!

Alyse: No, no importa, pero aquí hace mucho calor, Alyse está agotada, podemos ir a casa de papá si queréis.

Suly: Lo veo perfecto, allí habrá sombra. Aquí nos estamos asando.

Dijo mientras se abanicaba la cara con su mano e intentaba mirar al cielo.

Félix: Mira por el lado bueno, Suly, no tendremos que preocuparnos por la comida.

Señaló a las Kazurras, que dieron un ligero sobresalto al oír ese comentario.

Nilan: Vamos, vamos, rápido, ¡a su casa!

Los chicos se apresuraron con su nueva compañera a un pequeño y perdido pueblo de la zona, situado entre incontables montañas, atravesando el camino restante de la anterior bifurcación. A lo largo del camino la chica resolvió sus diversas dudas.

Félix: Entonces estamos en Los Riscos de la Sequía, el nombre le viene que ni pintado, no hay agua por ningún lado, ¡ni hay nubes!

Alyse: Sí, Alyse vivía feliz con papá en el pueblo, hasta que un día llegaron unos tipos malos y secuestraron a mucha gente.

Suly: ¿Cómo? ¿Qué clase de degenerados van por ahí secuestrando gente pobre?

Alyse: No, es que solo secuestraron mujeres, mamá fue secuestrada hace mucho tiempo. Alyse era muy pequeña para ir con ellos, eso dice siempre papá. Se apoderaron de una mina donde llevan a la gente que secuestran y... está prohibido hablar de la mina o entrar en ella. Papá tiene que pagar todos los meses mucho dinero a esos hombres malos para que no nos quiten la casa o algo peor. Alyse está muy triste. Buahhh, ¡Buahhh!

Los tres jóvenes, que caminaban por la poca sombra que quedaba de aquellos infinitos pasos rocosos, vieron claramente que los ojos de Alyse se iban humedeciendo a medida que hablaba, la chica cargaba consigo mucho dolor y sufrimiento, estaba claro.

Suly: Lo vuelvo a repetir, esos degenerados no merecen respeto ninguno.

Félix: Ten cuidado Suly, la banda T.A es muy peligrosa, he oído que muchos criminales con recompensa son los que la forman. Si están en esa mina, es imposible que podamos pasar sin ser vistos, es más, aquel tipo nos reconoció, imagino que el mercenario que huyó la otra vez se habrá ido de la lengua. Estamos buscados, pero no conocen nuestros rostros.

Nilan: Habrá que ir con sumo cuidado entonces, si capturan a alguno de nosotros, estamos perdidos.

Félix: Exacto, pero eso no es todo chicos, me temo que la mina de la que Alyse habla es la mina que contiene Gravity, o por lo menos, contenía.

Suly: ¡Lo que faltaba!

Félix: Sí, hace varios siglos, en Argón, hubo una gran revolución industrial, se emplearon fábricas y maquinaria de toda clase, las tierras de este reino estaban repletas de minerales, cosa que ya hoy en día no existe. El reino se ha ido empobreciendo de manera lenta e inexorable, todo este paraje yermo que veis delante, es fruto del poco cuidado que tiene. Ahora gracias a Alyse me he ubicado, en Los Riscos de la Sequía antiguamente había una famosa mina, La Mina de Gravity. Esos mercenarios no son tontos, han escogido un buen lugar, y lo peor es que el reino está en tan mal estado que nadie puede encargar... ¡!

Félix cayó al suelo, inconsciente, levantando el polvo.

Nilan: ¡Félix! ¿Qué te ha pasado?

Suly: ¡¿Pero qué?! ¿Habrá sido por el calor?

Suly recordó en ese momento lo sucedido aquella vez en la Llanura, donde encontró a Félix inconsciente en el suelo, frente al corral de las Kazurras. ¿Tendría alguna relación?

Nilan: ¡Pues claro que es por el calor, Suly! Debemos llevarlo rápido, a la casa de Alyse.

Alyse, sin que nadie lo notara, se vio impactada por alguna razón, sufrió un leve dolor de cabeza. Suly cargó el cuerpo de Félix a sus espaldas y continuaron sin tregua su viaje. El tiempo pasó.

Horacio: ¡Oh! ¡Gracias, muchísimas gracias, habéis salvado a Alyse, como me alegro!

Horacio, hombre delgado y de aspecto debilucho, abrazó con fuerza a Alyse, sintiendo esta cierta incomodidad.

Alyse: ¡Papá, papá! ¡Tu barba pica mucho a Alyse, para!

Inmediatamente apareció Suly por el pasillo de piedra, apoyándose en una pared agotado.

Suly: Ya he dejado a Félix descansando, espero que se recupere del golpe de calor.

Nilan: Claro, seguro que lo hará pronto.

Horacio dejó de acariciar a Alyse con su barba y elevando su mirada, impresionado por lo que acababa de presenciar, observó a Nilan, que se encontraba de pie. En esa posición le cubría los ojos del sol.

Horacio: ¿Vosotros salvasteis a mi hija? Es lo mejor que me ha pasado nunca, de verdad...

Nilan: Calma, calma, ya está bien, no hay de qué preocuparse. A todo esto, nos gustaría que nos ayudase con un pequeño asunto.

Horacio: Por supuesto, estaré a vuestra disposición, pasad, pasad. Es mejor hablar dentro.

Nilan cerró la puerta, y junto con el resto se adentró en la humilde morada del labrador. Una vez en la sala de estar, algo vieja y llena de polvo, entre otras cosas que delataban su escaso cuidado, comenzaron la charla. El señor les ofreció agua para beber.

Horacio: Tomad, esta es la poca agua que me quedaba para esta semana.

Suly: Si usted la necesitaba, ¿por qué nos la ofrece?

Horacio: Es lo menos que puedo hacer por vosotros, Alyse es muy importante para mí.

Suly: No ha sido nada, es más, fue ella quien liquidó al mercenario, fue impresionante.

Horacio: ¡¿Cómo?!

Horacio miró a Alyse. Su mirada mostraba cierta decepción y sorpresa.

Horacio: No puedo creerlo, Alyse, ¿usaste magia?

Alyse: Sí... ¡Alyse quería ser salvada del señor malo!

Nilan: ¿Por qué le preocupa tanto? Está a salvo, si no fuera por ella quien sabe si hubiéramos aguantado.

Horacio: Bueno, es que... Muy bien, lo pasaré por alto esta vez, pero no lo vuelvas a hacer, por favor, Alyse.

Alyse: Sí, papá, tu eres muy importante para Alyse, no quiero que te hagan daño.

Horacio: Oh, ¡hija mía!

De sus ojos salieron varias lágrimas. Los chicos se dieron cuenta del sufrimiento que habían tenido que soportar, pero era hora de saldar cuentas, no tenían mucho tiempo.

Nilan: Esto, Horacio, ¿verdad?

Horacio: Sí, sí, pide lo que quieras, aunque dudo que en este lugar tan humilde encuentres lo que deseas, no puedo ofrecer grandes lujos.

Nilan: No se preocupe...

Nilan bebió toda el agua del vaso de un trago, estaba sediento por la travesía.

Nilan: ...solo queremos saber dónde encontrar el mineral Gravity.

Horacio: ¿Gravity? Pues...

Horacio bajó la cabeza pensativa.

Horacio: ...se nos ha prohibido hablar sobre esto a todo el pueblo, pero confío en vosotros, aunque antes prometedme que no haréis tonterías. El mineral lo han escondido los bandidos esos en una mina de por aquí cerca, aunque a simple vista la mina parezca abandonada y sin valor alguno, en su interior tienen su guarida esos malnacidos, imagino que todo lo de valor estará allí guardado, así como la gente del pueblo que han raptado por no poder pagar. A mi mujer se la llevaron como compensación por no poder pagar la primera cuota, llegaron de improviso y cada año es más difícil vivir, no aguantaré mucho más así.

Suly: ¿Y dónde se encuentra la mina?

Horacio: Está al norte, no muy lejos de aquí, es más, solo hay que escalar un poco y listo. A todo esto... ¡¿No tendréis pensado ir?!

Nilan: Sí, muchísimas gracias. Cuide de Félix hasta que despierte, dígale donde nos encontramos cuando eso suceda.

Nilan se levantó. Horacio también, pero este último golpeó la mesa con sus manos.

Horacio: ¡No puedo permitir que unos niños tan jóvenes mueran de esta forma!

Suly: Tranquilo, señor, sabemos manejarnos algo con las armas, no nos sucederá nada. Además, puede que incluso tengan a su mujer allí, si ese es el caso, la rescataremos, es lo menos que podemos hacer nosotros por su ayuda, nos viene de paso además.

Nilan: Estoy de acuerdo, pero habrá que tener cuidado, ¿cuántos son?

Horacio suspiró profundamente, sobresalía su amargura.

Horacio: Muy bien, confío en vosotros, de todos modos, si no hacéis nada será el final del pueblo, nadie aguantará mucho más y sé que nos asesinaran cuando no les hagamos falta. ¡Escuchad! Para llegar a la mina hay que atravesar la puerta de acero, la controla un señor en su cabaña, pedidle que os la abra y así será pero sin autorización de los mercenarios no lo hará.

Nilan: Entonces, ¿cuál es el plan?

Nilan y Suly irían solos a La Mina de Gravity, morada de esos vándalos.

Horacio: Decidle al señor de la cabaña que vais de parte de Horacio. Tened cuidado con los mercenarios y de que nos os vean. El señor se llama Augusto, entregadle este mensaje de mi parte y, me gustaría que ninguno de vosotros lo leyese hasta que se lo entreguéis, ¿de acuerdo?

Horacio cogió una hoja de papel, bastante polvorienta y de color amarillo, escribió algo rápidamente y miró con firmeza a los jóvenes. Estos sintieron que no era ninguna broma.

Suly: De acuerdo, confíe en nosotros.

Horacio: Tomad.

Alyse: ¡Alyse os desea mucha suerte, destrozad a los malos! Wiiiii.

Horacio les entregó la carta. Acto seguido se despidieron y salieron de su casa, notaron de inmediato como el calor empezaba a abrasar de nuevo sus cuerpos.

Suly: Uf, rápido, no soporto este Sol.

Nilan: Sí, vamos Suly.

Los chicos cerraron la puerta y caminaron por el pueblo intentando no llamar la atención. En un comienzo no vieron a ningún mercenario por la zona, es más, lo habrían tildado de pueblo fantasma, porque no había absolutamente nadie en la calle y las casas se caían a pedazos.

Suly: Mira, un pozo... ¡Agua, ven a mí!

Suly se asomó al pozo, decepcionado sacó la cabeza.

Suly: No hay nada.

Una vez en el centro del pueblo, se toparon con un cartel de grandes dimensiones. Indicaba varios lugares a los que ir.

Suly: Mira, aquí dice “Mina”, o eso parece, es muy antiguo y apenas es legible.

Nilan: Probemos a ir por ahí entonces.

Nilan señaló el camino que indicaba la flecha del cartel y avanzaron en dicha dirección. En cuanto llegaron al pie de las montañas se toparon con un único camino en el que apenas había sombra. El tiempo pasó, hasta que en un momento dado, bajo aquel sol abrasador, alguien les advirtió algo desde las alturas. El eco resonó por todo el lugar.

¿¿??: ¡Cuidado! ¡Ahí va!

Nilan y Suly: ¿Eh?

La bestia cayó frente a ellos, levantando el polvo y provocando un ligero temblor en el suelo.

Suly: ¡¿Qué es esto ahora?!

MegaFerrasco: ¡Groargh!

¿¿??: ¡Es un MegaFerrasco, salid corriendo ya chavales! ¡Qué os veo muertos!

Suly: Bah, ¡necesitaba ejercitar mi cuerpo, venga! ¡No nos vendrá mal un calentamiento antes de enfrentar a los energúmenos esos de la mina!

Nilan: Madre mía... ¿esto es un MegaFerrasco? Si uno diminuto casi me rompe las costillas... ¡¿Qué hará uno de este tamaño?!

¿¿??: ¡Huid!

Miraron hacia arriba, entre todas las rocas y el sol no distinguieron de quien se trataba, lo importante ahora era la bestia situada frente a ellos. Era muy similar a un Ferrasco de Los Montes Lunares, pero la principal diferencia es que este poseía grandes brazos de piedra con forma de elipse y un cuerpo, de piedra también, color marrón, a diferencia del pequeñajo de los montes, que era color gris. Este tenía una gran mandíbula y una altura alucinante, ocuparía el tamaño de dos o tres casas del pueblo. Inmediatamente levantó uno de sus brazos y golpeó el suelo. Diversas rocas de los riscos cayeron y el camino quedó inundado de polvo y tierra.

Nilan y Suly: ¡Cof, cof cof cof! ¡Arg!

Suly: ¡Vamos! Si empleo hechicería para aumentar tus habilidades no será gran problema, Nilan.

Suly agarró su lanza y se colocó en posición ofensiva, mientras se concentraba, que con aquel calor parecía una tarea titánica.

Nilan: Bien, yo lo distraeré.

MegaFerrasco: ¡Groargh!

Nilan se concentró y con esfuerzo, lanzó una llamarada a través de sus manos, cada vez tenía más dominio de la hechicería negra, aunque fuera a un nivel muy básico. Respecto a las llamas, no hicieron gran cosa, por no decir nada, en el cuerpo pétreo de la criatura.

Nilan: ¡¿Mi fuego no le afecta?!

El MegaFerrasco abrió la boca, expulsando por la misma un terrible hedor amarillento.

Nilan: Ugh...

Suly: Arg... Así es imposible concentrarse, no me jodas...

Los chicos cayeron al suelo derrotados.

Suly: ¡El suelo quema!

Nilan: ¡Uf!

Se levantaron de un salto nada más tocar tierra, el suelo mantenía una temperatura similar a la de las llamas lanzadas por Nilan o incluso más. La criatura avanzó unos pocos pasos. La tierra tembló.

¿¿??: ¡Usad agua, el agua lo fulminará!

Nilan: ¡Yo pude manejar agua la última vez que usaste el hechizo ese Suly!

Suly: Uf, arf, ¿d-de veras? Pues... pues tengo que usarlo como sea.

Nilan: Sí... es que aparte de eso no sé hacer nada más, en cierto modo, me siento inútil.

Suly: Bueno, lo intentaré.

MegaFerrasco: ¡Groargh!

La bestia abrió de nuevo la mandíbula para gruñir, momento que aprovechó Nilan para saltar y lanzar otra de sus llamaradas en su interior. Las llamas incendiaron el cuerpo de la bestia desde dentro, pero no pareció detenerla, en absoluto, solo la enfureció.

MegaFerrasco: ¡¡¡Groargh!!!

Nilan cayó al suelo, frente a su compañero, que se mantenía en la retaguardia.

Nilan: ¡Vamos Suly!

Suly: ¡Ha!

Un aura de color morado invadió sus cuerpos, muy lentamente. Segundos después dicha aura se desvaneció.

Suly: No te preocupes, el efecto del hechizo perdura a pesar de que no sea visible, lo puedo notar levemente, por lo menos en mí. Venga campeón, lanza agua ¡pero a la de ya!

Nilan: ...

La bestia saltó, alcanzaría los 6 metros de altura antes de volver a caer. Su caída destrozo todo el camino, erosionando y derrumbando el terreno. Los chicos solo pudieron mantenerse entre la polvareda y evitar los desprendimientos.

Suly: Este es de los pesos pesados, y pensar que yo vencí a uno pequeño de un golpe...

Suly habló en voz alta, como de costumbre, pero Nilan murmuró consigo mismo.

Nilan: En aquella ocasión había un río, en esta no hay nada, no hay agua... El calor favorece al fuego, no al agua, ¿cómo uso agua entonces?

El MegaFerrasco intentó aplastar a Nilan con uno de sus brazos, pero Suly lo bloqueó con su lanza y lo mantuvo en el aire.

Suly: ¡¿Qué haces?! ¡Usa el agua!

¿¿??: ¡Usad agua, rápido!

MegaFerrasco: ¡¡¡Groargh!!!

Nilan: Pero como entonces...

El MegaFerrasco retiró su brazo, esta vez movió una de sus patas repetidamente, apartando el polvo del suelo.

¿¿??: ¡Cuidado, que va a embestiros!

Suly: ¡Venga ven!

La bestia corrió sin descanso, protegiendo su cuerpo con el brazo que no había sido herido por Suly, este a su vez corrió contra la bestia con su lanza. Ambos colisionaron.

¿¿??: ¡¿Pero qué hacéis?! ¡Usad agua!

Suly: ¡Aaaahhh!

Suly logró parar en seco a la bestia, pero salió volando hacia atrás debido al fuerte impacto. En cuanto la bestia se detuvo, una pequeña onda expansiva empujó a Nilan varios centímetros.

¿¿??: ¡Usad agua, venga!

Suly: ¡Usa tú el agua, joder! ¡¿No ves que no tenemos manera de usar agua?!

El eco de todos los comentarios resonaba a lo largo de las montañas, ¿lo habría oído alguien?

Mega Ferrasco: ¡¡¡Groargh!!!

El MegaFerrasco volvió a saltar.

Nilan: Usar agua... ¡¿cómo?!

Nilan seguía ensimismado consigo mismo, murmurando cosas que Suly no llegaba a entender, a pesar de estar a su lado.

Suly: ¡Au, como quema! Nilan, ¿de verdad sabes usar agua? Siento que el hechizo se agota...

Suly, lleno de polvo y algunas magulladuras provocadas por el calor del suelo, se aproximó a Nilan, que parecía ignorarle.

Nilan: Si pienso algo frío o líquido... ¿es posible que surja?

Suly: ¡Nilan!

La bestia cayó de un nuevo salto. Suly volvió a caer al suelo, quemándose el trasero y los muslos. Nilan se intentó mantener en equilibrio, y como de costumbre, más piedras inundaban el camino.

¿¿??: ¡A este paso os va a enterrar ahí, usad agua!

Nilan saltó, extendió sus brazos concentrado y cerró los ojos. La bestia se adelantó.

Nilan: ¡Vamos!

Para su sorpresa, una inmensa ráfaga de hielo emergió de sus manos e impactó en la criatura, congelando todo su cuerpo y parte de la zona.

Suly: ¡!

¿¿??: ¡!

Nilan: ¡!

MegaFerrasco: ...

El crujiente sonido del hielo a lo largo del cuerpo de la bestia dejó sin habla a todos los presentes. Nilan cayó sobre el hielo, agotado y sin habla. Suly tampoco tardó en ir a la fresca superficie.

Suly: ¿No se supone que teníamos que usar agua?

Nilan: Arf, arf, arf, no lo sé, ni si quiera sé porque ha salido hielo.

En pocos segundos, el hielo se quebró, la bestia se resistía a morir ahí.

Suly: Nilan, será mejor retirarnos y esperar a Félix, no podemos vencer...

Nilan: Espera...

El hielo se derritió en cuestión de segundos. El agua se adentró en el cuerpo de la bestia por las grietas que formaban las piedras de su cuerpo. Instantes después el titán se evaporó, como por arte de magia, dejando tras de sí la cáscara de su antigua coraza.

¿¿??: ¡Excelente! ¡Rápido, subid aquí!

Ambos volvieron a elevar la vista. Vieron una silueta, el Sol les impedía observarla con claridad.

Suly: Imagino que toca subir, vamos, que de menuda nos hemos librado.

Nilan: Sí, me duele la cabeza... Subamos.

Los chicos subieron a través de las piedras. Diez o catorce metros más arriba se toparon con aquel sujeto que les había apoyado durante el combate.

Augusto: Hola, ¡por fin subís! Me llamo Augusto, ¿venís a mi casa? Os invito.

Suly: ¿Tú eres Augusto? Te buscábamos.

Augusto: ¿Para qué?

Augusto, un señor algo mayor, moreno y de fuerte constitución, se llevó las manos a las caderas, intrigado por la petición de Suly. Nilan solo se fijaba en su barba blanca, no era tan grande como la de Paradox, pero le recordaba a él vagamente.

Suly: Queremos entrar en la mina, Horacio nos ha pedido que le entreguemos esto, no lo hemos leído, como nos ordenó.

Suly extendió su brazo con la carta de Horacio.

Augusto: A ver... Sí, la carta no se ha abierto, veo que dices la verdad, eso dice mucho de vosotros.

Los tres caminaron en dirección a su casa, no estaba lejos. Una vez allí, en la cocina, mientras los adolescentes bebían agua sin tregua, Augusto leía la carta.

Augusto: Entiendo, entonces... Os abriré la puerta.

Nilan: Magnífico.

Suly: ¿Y qué hay de los mercenarios esos de T.A.?

Augusto: Mirad, yo soy quien más frecuentemente los ve, así que os diré algo, jovencitos.

Los chicos miraron atentamente, en cierto modo asustados.

Augusto: Esos mercenarios están dentro de la mina, si ese Ferrasco os ha costado, me temo que no tenéis ni la más mínima posibilidad de salir vivos.

Suly: ¿Cómo?

Nilan: ...

Augusto: Eso es, la Thief Army está compuesta por unos... um...

Augusto se llevó la mano a la barba, rascando esta ligeramente, mientras miraba al techo, pensativo.

Augusto: ...unos 300 criminales de clase media e incluso baja.

Nilan: Con que Thief Army, eso significaba T.A...

Augusto: En efecto, si entráis, estáis muertos, en ese estado no duraréis mucho. Son criminales peligrosos y llevan armas, además, al fondo de la mina tienen toneladas de Gravity en sacos y encarceladas a las personas que han secuestrado de la aldea. T.A. está liderada por cuatro sujetos en total, dos de ellos no son nada del otro mundo, pero aun así os superan por mucho, son conocidos como los dos tenientes, T y A, haciendo referencia a las siglas de su banda, desconozco sus nombres originales.

Nilan: ¿Y qué hay de su líder?

Augusto: Sobre su líder... Se dice que es capaz de emplear Hechicería, es muy peligroso, se llama Jack, aunque me temo que es el tercero de esos cuatro. Horacio os habrá pedido que os abra la puerta, pero si entráis así, vais a morir, es un hecho.

Suly: Mire, en la aldea tenemos otro compañero capaz de usar Hechicería Blanca, si esperamos a que se reúna con nosotros podremos recuperarnos o hacer algo mejor, de todos modos aquí no estamos a salvo, Horacio nos dijo que te visitaban muchos mercenarios de T.A.

Augusto: Sí, ¿pero qué pensáis hacer contra 300 de ellos? Bueno, confiaré en vosotros, os contaré un secretillo, solo si me decís de dónde venís.

Nilan: De Leithard, no hemos venido a rendirnos aquí, frente a la mina.

Augusto los observó por encima una última vez, quería asegurarse de que estaba seguro de confiarles tal secreto.

Augusto: Venís desde muy lejos, ¿qué os ha traído hasta aquí, chicos?

Nilan: Un encargo, nos piden Gravity, tenemos medio mes para obtenerlo y volver.

Augusto: Madre mía, y yo me quejaba a vuestra edad de tener que ir a la otra punta del Reino de Argón. ¡Muy bien! Os lo diré. Hay una entrada secreta para ir hasta el fondo de la mina rápidamente, si vuestro amigo viene, me encargaré de decírselo, y no hace falta abrir puertas ningunas, nadie sospechará nada.

Suly: ¡Fantástico! Así podremos coger rápido el mineral y rescatar a la madre de Alyse.

Augusto: ¿La madre de Alyse? Ya veo, eso quería Horacio...

Nilan: ¿Nos acompañará?

Augusto: No, sí me ven con vosotros el pueblo se meterá en un buen lío.

Suly: Querrá decir, pueblo fantasma.

Suly se cruzó de brazos, mirando de manera indignada al fornido señor.

Augusto: Juas juas juas, ¿fantasma? ¡Qué buena! ¡Juas juas juas!

Suly: No le veo la gracia, ¿sabes?

Augusto: Eso es porque han ido todos a Dishael a comerciar unas cosas, en fin, no entremos en detalles, solo id hasta la mina, es seguir el caminito de aquí fuera a la izquierda y en unos 3 minutos se llega. Atentos, en la entrada siempre suele haber alguien, si os acercáis demasiado os verán y estaréis perdidos, así que removed unos arbustos antes de llegar y podréis entrar en la mina sin que os descubran, os dejará exactamente en la última planta de la misma.

Nilan: Bien, ¡vamos Suly!

Nilan dejó el vaso de cristal en la mesa y salió corriendo a través de la entrada. Suly le siguió, despidiéndose del anciano. Cerró la puerta.

Augusto: Espero que ese otro cuarto sujeto no se encuentre por aquí, sino, estarán perdidos... Kyadara, ¿eh? No tendrían manera de sobrevivir, imposible.

Nilan y Suly avanzaron por el camino rocoso, el sol ya no emitía tanta luz como antes, se acercaba al horizonte. En una esquina del camino, Suly se asomó con cuidado, observando a varios mercenarios con grandes armaduras en la entrada, estaban bebiendo y jugando a las cartas, entre risas.

Suly: Uf, eso está lleno de mercenarios, no tendríamos posibilidades.

Nilan: Eso quiere decir que entre estos arbustos está la entrada, ¿verdad?

Suly: O debería. Rápido, que están ocupados jugando.

Los chicos con mucho sigilo, removieron las plantas de los alrededores.

Nilan: Aquí, Suly.

Suly se acercó, ante ellos se hallaba un agujero de grandes dimensiones y los arbustos lo cubrían a la perfección, nadie hubiera sospechado sobre su existencia. Ambos entraron, no sin antes volver a tapar la entrada secreta. Descendieron a gatas a lo largo de aquel oscuro túnel, con mucho sigilo.

Nilan: ¿No tienes calor Suly? Yo estoy algo asfixiado.

Suly: Sí, yo también, ¿de verdad esto nos llevará hasta abajo?

Nilan: Imagino que sí, no nos dijo qué debíamos hacer dentro.

Pasarían media hora dentro del túnel, por otro lado...

Félix: Genial, estoy entero, o eso parece.

Félix cogió agua del grifo con ambas manos, lanzando esta a su rostro. Alyse se encontraba fuera del lavabo, la puerta estaba cerrada, estaba escuchando a escondidas algo atemorizada.

Alyse: ...

Félix: Parece que todo está saliendo bien, pero aquí viene la parte difícil. ¿O quizás no? Bah, no creo que la niña se vaya de la lengua... y no tengo ganas de sufrir más desmayos, que a este paso me va a dar algo, ¡y encima queda el viaje de vuelta!

El manillar giró, Félix se disponía a salir. Alyse corrió por el pasillo intentando huir, pero se tropezó y cayó al suelo.

Alyse: ¡Ah!

Félix: ¿Um? Oh, eres tú, Alyse. ¿Qué tal estás? Jejeje.

Félix volvió a sonreír de manera amable, aunque su sonrisa parecía algo forzada. Se acercó a la niña, intimidada y se agachó, susurrándole en el oído.

Félix: Mira, ¿quieres ver a tu mamá? Estoy seguro de que sí.

Alyse: Sí, Alyse extraña mucho a mamá...

Félix: Bien, pues haz lo que te diga a partir de ahora, todo saldrá genial si me haces caso, ¿vale?

Alyse: S-sí...

Félix: ¡Pero no se lo digas a nadie, por favor! Qué sino saldrá mal y nos capturarán los malos.

Entre tanto, Nilan y Suly llegaron al fondo del túnel, se toparon con una rejilla a través de la cual pudieron ver el exterior. En la esquina derecha de la nueva y amplia sala, se encontraban los minerales de color morado y azul oscuro entre grandes cuerdas marrones. Por otro lado, se hallaban los rehenes, tristes y desanimados en unas jaulas. Desde el túnel, los chicos escucharon una voz femenina, querían asegurarse de no tener rivales cuando bajaran.

¿¿??: Stev no ha llegado aun, ¿qué le habrá pasado? Si solo fue a cobrarle esta mañana la cuota al Horacio ese...

¿¿??: Stev no ha llegado aun, ¿qué le habrá pasado? Si solo fue a cobrarle esta mañana la cuota al Horacio ese...

¿¿??: ¿Habrá tenido problemas para pagarle?

¿¿??: Me temo que va a ser eso, de todos modos, no nos quedaremos mucho más aquí, la gente del pueblo empieza a perder recursos. En cuanto no puedan pagar los volamos a todos por los aires, y a los rehenes mejor mantenerlos aquí encerrados, seguiremos usando este lugar como guarida.

Mientras tanto, los dos jóvenes se escondían sobre sus cabezas sin que nadie lo sospechara.

Suly: ¿Es que no piensan irse? A mí se me está durmiendo la pierna.

Nilan: Esperemos un poco más. Lo peor es que no logro ver a nadie desde aquí.

Suly: Yo tampoco.

Los chicos observaban a través de la rendija, completamente oxidada para su desgracia. Desde aquel ángulo no llegaban a ver nada claro. En el piso inferior se abrió una puerta, aquellos sujetos salieron de la estancia.

Suly: Vamos, ahora, es nuestra oportunidad.

Nilan: Sí.

Entre los dos lograron separar la rendija de la piedra, primero cayó Nilan, que era más pequeño, después fue Suly.

Suly: Mira esto...

A su derecha se encontraban unas jaulas, en cuyo interior había personas totalmente desanimadas y tristes. Todos se volvieron hacia los jóvenes, algunos incluso se levantaron. Al fondo de la amplia estancia, mayormente recubierta de arena, habían grandes cuerdas amordazadas entre sí y sujetando una ingente cantidad de cristales.

Suly: ¿Has visto eso? Son todas mujeres o niños varones.

Nilan: Imagina lo que les estarían haciendo aquí esos degenerados.

Suly se acercó a la jaula, agarró el candado intentando abrirla, pero fue en vano. Nilan por otro lado iría hasta los minerales, intentando coger alguno que otro.

Nilan: Oye Suly, no nos dijeron nada sobre la cantidad a llevar, ¿cuántos agarro?

Suly: Pues no sé... ¡Tú coge todos los que puedas!

Nilan: Okay.

Suly: Escuchadme, ¿cómo se abre esto?

Mujer raptada1: Allí, en aquel almacén están las llaves, por favor, ¡debéis liberarnos!

Suly corrió hacia el almacén, situado al otro extremo de la sala, la puerta estaba abierta, una suerte para él, ¿o quizás no? Salió con las llaves y se dirigió hasta la jaula de nuevo. Una vez allí comenzó a probar llave a llave.

Suly: Se dice que siempre es la última la que funciona...

Mujer raptada2: ¡Cuidado!

Suly: ¡!

Suly escuchó un ligero sonido, como si se cortara el aire con la hoja de un arma. Sin perder tiempo o mirar a algún lado, saltó hacia atrás. El cuchillo impactó en el candado y cayó, derritiendo un poco el mismo.

A: Anda, ¿con qué pensabais robar a unos ladrones? ¿Vosotros? ¡No me hagáis reír!

Suly: Pero qué...

Suly miró a la entrada, una mujer algo más pequeña que él mismo, no muy dotada y delgada, se trataba de A, y un tipo bastante grande, con una armadura color marrón y una bufanda que le cubría la parte inferior del rostro y la boca, era T, ambos se encontraban en el lugar frente al chico. Ambos eran pelirrojos, aunque el tono del hombre era más suave que el de la mujer, más anaranjado sería. Los dos entraron, cerrando la puerta.

A: ¿Qué piensas, T?

T: No sé, ¿los matamos? Yo no les conozco de nada.

A: Yo tampoco, ¿no habrá sido el pueblo, por casualidad?

T: Si ese es el caso, estas mujeres sí que no volverán a ver a sus familias nunca más.

Aldeanos raptados: ...

A: Jajajaja, pardillos, os daremos una paliza aquí.

Nilan: ...

Suly se levantó y agarró su lanza.

Suly: Bueno, por lo menos aquí no hace calor ni el suelo arde.

A: ¿Qué dices mocoso? Bueno, al chico del fondo podemos dejarle vivo, que es guapillo.

T: No sé, haz lo que prefieras, mientras Jack te deje.

La mujer, con unas prendas algo provocativas, sacó de uno de sus bolsillos dos cuchillos y un frasco de líquido, rocío el líquido sobre las hojas de los mismos y tiró el frasco al suelo, ya inservible. Respecto a su gran compañero, simplemente agarró el hacha que portaba en la espalda, su gran altura y anchura impedía verla totalmente. Ambos se prepararon para el combate. Nilan se situó al lado de Suly, preparado para combatir con su magia.

Nilan: Vamos, Suly, lo daremos todo aquí.

Suly: Con que estos son los líderes de T.A., qué aprieto...

A: Así es, guapo, y para vuestra desgracia no vais a salir de aquí.

T: ...

Nilan: Yo me encargo del tipo grandullón, Suly, ¿tú vas a por esa?

A: ¿Cómo que “esa”? Háblame con más respeto, niño.

Suly: Venga.

Todos se separaron, Nilan encaró a T, el tipo grandote con el hacha, mientras que Suly se encargaría de A, aquella pequeña y arrogante mujer.

Nilan permaneció inmóvil, observando a su adversario. Este caminaba con suma tranquilidad, seguramente porque sabía que el chico no tenía ningún arma, sin esperarlo, agarró su hacha e intentó cortar a Nilan, que saltó hacia atrás a duras penas.

Nilan: Uf, tiene un rango bastante amplio, casi me corta a la mitad.

Acto seguido se impulsó hacia adelante con un pie y lanzó una llamarada, lamentablemente T la bloqueó con su arma sin inmutarse ni retroceder.

T: ...

Por otro lado, Suly intentaba acertar con su lanza, pero aquella mujer se movía rápidamente.

A: Jajajaja, con ese palo nunca me vas a dar, mocoso.

Suly: ¿Palo? ¡¿Palo?!

La chica, entre todos aquellos extraños movimientos saltó inesperadamente hacia Suly y le rajó la camisa, incinerándola en el acto. El chico retrocedió asustado.

Suly: Ese líquido de antes... ¿es alguna clase de ácido?

A: Muy inteligente, se nota que has visto una escuela en algún momento de tu vida.

La chica se desplazaba en círculos, rodeando a Suly lentamente.

Suly: ...

T: ¡Toma!

Un potente golpe sacudió la mina. El hacha impactó en el suelo levantando todas las piedras de su alrededor, Nilan asustado cayó al suelo, incapaz de mantener el equilibrio.

Nilan: ¿Qué se supone que voy a hacer frente a esto?

Las rocas volaron por la cámara subterránea al ser golpeadas por el arma de T, en ese momento Nilan lanzó algunas llamas de improviso al enemigo.

T: ¡!

El hombre grandote retrocedió y volvió a cubrirse con su única arma, una pequeña zona de su bufanda fue abrasada. La chica se abalanzó sobre Nilan sin este esperarlo, estando inmóvil en el suelo no pudo hacer gran cosa, suerte para él que Suly se interpuso en su camino y se vio obligada a evadir la lanza del adolescente.

T: ¡Ahora!

T saltó con su hacha, provocando un potente impacto con esta en el suelo. Tanto su compañera como sus dos enemigos salieron despedidos hasta las paredes del fondo en menos de un parpadeo, las rocas desprendidas del suelo volaron nuevamente por alrededor.

Suly: Arg, son duros de pelar.

Nilan: O nosotros somos muy cutres.

¿¿??: A ver, a ver, ¡parad!

Todos: ¡!

T y A: ¡Jefe!

Ambos se inclinaron. La pared del fondo se abrió como si de un mecanismo secreto se tratase y, un individuo surgió de la oscuridad. Llevaba una ropa algo ajustada, color marrón, su cabello era rubio y portaba un gran rifle con él.

Jack: ¿Qué pasa aquí? ¿No ibais a ver qué sucedió con Stev?

Nilan: ¿Stev?

Jack: Sí, el que tenía que cobrarle a Horacio hoy, ¿no lo habréis visto por casualidad, niños?

Suly: Oh no, es el que Alyse tiró por el precipicio con hechicería.

Mujer raptada: ¡!

Jack: ¡¿Qué?! ¿Qué lo han tirado por un precipicio?

Nilan: Sí, ¿algún problema? ¡También liquidamos a otro de los vuestros en Leithard hace unas semanas! ¡Un tal Morgan!

A: No me jodas...

T: ¿Fueron ellos?

Jack: Vaya, vaya, ya veo, ajá. Muy bien, entiendo, chico, ¿cómo te llamas?

Nilan: ¿Y-yo? M-me llamo Nilan.

Jack: Mucho gusto, Nilan. Yo me llamo Jack.

Jack le apuntó con el rifle y le disparó en el estómago.

La bala penetró la piel del muchacho sin compasión, el chico escupió de manera violenta algo de sangre. Permaneció sentado en el suelo, apoyado en la pared.

Suly: Y eso que usé el hechizo de defensa en el último momento... ¡Nilan!

Jack se volvió hacia Suly, lo miró con arrogancia desde aquella altura. El niño aun permanecía en el suelo, en una posición idéntica a la de Nilan.

Jack: Y tú... ¿Cuál es tu nombre?

Suly: Y-yo... yo soy...

Jack: Ni me interesa, demasiado lento.

Jack apuntó a Suly, este le miraba con temor, y con razón lo hacía. Esta vez Jack estaría dispuesto a destrozarle la cabeza y su hechicería no podría salvarlo. La puerta dio un portazo.

Félix: ¡Aaaah!

Félix lanzó una piedra, golpeando así el cráneo de Jack.

Jack: ¡Arg! ¡¿Pero qué mierda?!

T y A: ¡!

Félix cerró la puerta y corrió hasta el fondo de la habitación, su objetivo era Nilan sin alguna duda pero, ¿cómo llegó Félix tan rápido hasta ahí?

Jack: ¿Otro entrometido más? Llegan como cucarachas...

¡Jack estaba detrás de Félix!

Suly: ¿Cómo es posible? N-ni lo he visto...

“Click”. La escopeta estaba lista para el disparo.

Jack: ¡!

Jack por algún motivo se alejó de Félix, apareció instantáneamente en la otra punta de la sala.

Jack: ¿Qué clase de...? Uf, casi me atrapa, fuera lo que fuera.

Félix: ...

T y A permanecieron quietos, pensarían que Jack era suficiente para derrotar a los niños.

Félix: ¡Toma, chaval!

Suly: ¿Chaval?

De la mano de Félix surgió un aura color blanco, este estiró su brazo hacia atrás, en un esfuerzo de lanzar esa energía a Nilan, cuyo cuerpo yacía en el suelo debilitado. La esfera blanca penetró al joven, que al momento se vio recuperado.

Nilan: ¡! Increíble, no sabía que fueras capaz de eso, Félix...

Jack: ¡¿Cómo entraron aquí con toda la seguridad que hay?! Rápido, T, A, haced algo, moved esos culos, ¡joder!

A: Bueno, ¡por lo menos tenemos rehenes!

A se viró hacia la jaula, para su sorpresa la puerta estaba abierta y no quedaba nadie en la sala, excepto una niña y una mujer. Mientras Nilan y Suly se adentrarían por el pasillo del que emergió Jack anteriormente.

T: ¿Y esas son?

Jack: Oh no, esos críos han entrado en la cámara secreta de la mina.

A: ¿Qué más da? ¡Tenemos a estas dos miserables como rehenes! Jajajaja.

Mujer raptada: Hija... estoy muy alegre de que hayas sobrevivido, esos chicos son muy valientes.

Alyse: Alyse está muy contenta de ver de nuevo a mamá, de veras, de veras.

Alyse abrazó a su madre, que tenía un aspecto totalmente descuidado y deplorable, quien sabe la de torturas que había sufrido durante esos años.

Madre de Alyse: Alyse, por favor, no abandones a tu padre, ni a esos chicos tampoco, ellos pueden ayudarte, sé que tienes prohibido usar tus habilidades aquí... pero estoy segura de que con ellos lograrás llegar lejos, de algún modo.

Alyse: ¡Mamá, mamá, Alyse tendrá en cuenta todo lo que dices! ¡Buaahhhh! Alyse te extrañaba muchísimo, papá y Alyse lo han pasado muy mal sin mamá, ¡buahhhh!

Madre de Alyse: Alyse, no olvides nunca que a una madre jamás le gustará ver fracasar a sus hijos...

Un disparo resonó en la estancia. La madre de Alyse abrazó con fuerza a su pequeña, momentos después cayó al suelo con los ojos cerrados e inundados de lágrimas.

Félix: ¡Alyse!

Félix agarró rápido a la pequeña y corrió tras sus dos amigos, que se habían adelantado a la cámara más profunda de la mina.

Alyse: ...Mamá...

Jack: Venga, rápido, tras ellos, no saldrá ni uno vivo, ¡porque no tienen escapatoria!

Suly: Perfecto, cogí varios cristales sin que se dieran cuenta, mira como brillan.

Nilan: Suly no hay salida, ¡¿qué hacemos?!

Nilan estaba alterado, era normal, avanzar por un único pasillo y considerarlo como único método de escape para terminar en una cámara llena de arena y piedra, sin ninguna otra salida que no fuera la misma entrada, no era nada positivo.

Félix entró en la última cámara de la mina, el aire era pesado, la arena inundaba todo el lugar, aunque no se podía comparar con las cámaras anteriores puesto que esta estancia era más natural. Se podían apreciar estalactitas de piedra y pequeñas corrientes de arena cayendo a un abismo por las esquinas. Jack y sus dos fieles lacayos entraron en el lugar, el líder agarró una palanca situada en la entrada y la compuerta se cerró, estaban atrapados. Por otro lado, Alyse no decía nada, su rostro marcaba cierto shock emocional.

Jack: Perfecto, ya nadie saldrá de aquí.

Jack rompió la palanca con su propia fuerza. La tiró al piso.

Suly: ¡¿Pero qué hace ese loco?! ¿No sabe que quedará atrapado?

T: Pero tampoco nadie del exterior podrá entrar, estaremos a salvo, de momento.

A: Jajajaja, ha llegado la hora de la venganza, y porque contéis con dos peleles más nada cambiará. Y eso que el chico llamitas me gustaba, pensaba hacerle mi esclavo. Es una pena.

Nilan: ¿Qué?

Nilan retrocedió un poco, aquel comentario le asustó.

Suly: Está como una cabra esta arpía.

T: Está celoso, admítelo.

Suly: ¡Yo no estoy celoso del chico llamitas!

A: A ti no te haría mi esclavo por nada del mundo, que asco das, en serio, ¿no te lo habían dicho?

Jack: ¡Basta ya! A ver, esto es simple, cogéis vuestras armas y matáis a esos niños.

Félix: Je, que bajo habéis caído, mira que terminar matando a unos niños...

Jack: ... No me vaciles, de entre todos tú eres el más peligroso y con diferencia.

Jack cargó su rifle, T agarró su hacha y A sacó sus cuchillas.

Jack: Vamos allá, yo usaré mi propia hechicería.

Suly: Es cierto, ese tipo se tele-transporta o algo.

Jack: ¿De verdad será...

Jack apuntó a Suly por detrás.

Jack: ...así?

T: ¡Vamos!

T arrojó su hacha al centro de la sala, devastando y desnivelando el terreno de la misma. Todos los presentes excepto él y Jack cayeron al suelo.

A: ¡Oye bruto, no te pases, que esto se puede derrumbar o algo!

T: ...

Suly: ¡Pero su hacha ahora está en nuestro territorio!

Jack: ¿De verdad?

Jack disparó desde atrás, Suly con algo de suerte logró evitar el disparo, pero este le provocó una leve herida en la mejilla por el roce de la bala.

Suly: ¿Crees que te he perdido de vista?

Jack: Pf, sigues sin comprender mi habilidad.

El frío acero del rifle tocó la cabeza de Suly. Sin haberlo visto, Jack se situó justo a su lado.

Suly: ¡!

Jack: Jaque...

A: ¡Mata a ese inútil, jefe!

Félix: ¡Eso no podré curarlo, yo no puedo revivir gente! ¡Mierda!

Nilan: ...

T: Aquí acabó todo para él, nadie llegará a tiempo.

Félix fue el único que se abalanzó sobre Jack, pero estaba aun algo lejos, quizá unos 5 metros, mientras que el rifle estaría a 3mm de la cabeza del joven. Alyse aun seguía inmóvil a un lado, ignorando todo lo demás.

Jack: Yo no me tele-transporto, duplico mi velocidad.

Suly: ¡!

De pronto, sin que nadie lo esperara la pared de la cámara se vino abajo, cayendo toneladas y toneladas de arena sobre ellos. Entre la dorada avalancha surgió una criatura, con aspecto de escorpión, mediría unos 5 metros de largo y 2 de alto, sería el responsable del derrumbamiento.

Todos: ¡!

El suelo de la cámara se había quebrado por el potente golpe de T, ahora con todas aquellas toneladas de polvo amarillento terminó por rematar aquello. Se rompió en pedazos y todos cayeron al vacío, al más profundo de los abismos. La arena del desierto continuó cayendo como si de una cascada se tratase en la misma dirección.

...

Suly: Uhm. ¿D-dónde... estoy?

Suly abrió los ojos. Las pestañas pesaban demasiado, no era normal. A su alrededor solo encontró oscuridad, no vio techo alguno, únicamente tinieblas.


Las antiguas ruinas.
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Nilan abrió los ojos. Ante él se encontraba un páramo desolado de ruinas tan blancas como la nieve y tinieblas, no lograba ver más allá de unos 50 metros a la redonda, ni siquiera distinguía el límite de aquel extraño mundo en el que se encontraba. Desconcertado, miró a su alrededor.

Nilan: Uh... ¡¿Suly?! ¿Suly? ¿Dónde estáis?

Nadie ofreció respuesta. Nilan se encontraba sobre unas frías piedras, veía columnas y diversas estructuras por toda la zona, como si de ruinas del pasado se tratasen. Miró una vez más a lo lejos, esta vez le pareció ver un ligero destello.

Nilan: ¿Qué será?

¿¿??: Estás... muy cerca...

Un extraño sonido, como si de una voz se tratase, resonó en el interior de su cabeza. El chico lo intentó ignorar, serían imaginaciones suyas.

¿¿??: Este lugar... tiempo.

Nilan: Uhm. Creo que me estoy volviendo loco...

Nilan intentó mantener el equilibro en aquella foresta de monumentos y piedras, no sabía por qué razón, pero en la inmensa oscuridad lograba ver algo.

Nilan: Ya casi estoy... Un poco más.

Nilan pudo comprobar que el destello no provenía de su imaginación, allí, tirado sobre unas piedras se encontraba un objeto metálico, lo distinguía correctamente.

Nilan: Woa, ¿qué hace esto aquí?

El chico logró saber qué clase de artilugio era. Una espada, de acero. Una espada yacía en el frío suelo, inerte, muerta. Se aproximó y la recogió. Pesaba, pero con práctica podría manejar el arma sin problemas. Su mango era de color negro brillante, en cierto modo, mágico, y estaba decorado por diversas piedras verdes, muy bellas, y uno color rosa al final del propio mango. Era fina y mediría poco más de medio metro de longitud.

Nilan: No pesa tanto como aparenta, que suerte he tenido, ¡ja!

Batió la espada, a pesar de demostrar su nula experiencia en el manejo de armas.

Nilan: Estará bien tenerla, quien sabe si saldrá algún bicho extraño.

Nilan supuso que el brillo que vio provenía de la espada, era evidente. Inmediatamente escuchó algo a sus espaldas. Se dio la vuelta.

Nilan: ¡Oh, pero si es el cangrejo aquel que nos tiró con la arena! Eso quiere decir que no estoy soñando o... muerto...

Escorpión de Arena: Kriegh, Kriegh.

La criatura se movía muy lentamente, esperando la oportunidad para atacar. El joven miró su nueva espada, la sostuvo con ambas manos y arremetió contra la criatura.

Escorpión de Arena: ...

El arma blanca liquidó al monstruo de un solo tajo, Nilan no salió de su asombro. Volvió a ojear su magnífica arma por encima.

Nilan: Increíble, ¿qué carajos haría esto aquí? Es más, ¿dónde estoy? Imagino que el resto del grupo tendrá que estar cerca también, habrá que buscar.

Pasó el tiempo. Entre aquellas ruinas infinitas Nilan llegó a ver a Suly en lo que parecía un puente, muy al sur desde donde encontró la espada. Bajo el mismo puente, o mejor dicho, columna de 200 metros de anchura, solo había vacío, el final de esta no se llegaba ver, se perdía entre la penumbra que invadía el horizonte. Suly estaba encarando a T con su lanza.

Suly: Ahora verás...

T: Impresionante que sobrevivieras a la caída, ni si quiera se puede ver de dónde caímos.

Ambos llevaban sus armas a mano. Nilan sin demora dio un pequeño rodeo entre las rocas y las ruinas del lugar, los perdió de vista. Pocos minutos después, cuando llegó al puente pudo ver a Suly derrotado en el suelo.

T: Lo siento chico, no tengo nada contra ti, personalmente vamos, así que te dejaré con vida. Eso sí, si te vuelves a topar con mi jefe no creo que salgas vivo de nuevo. Piensa bien lo que haces, eres joven.

T prosiguió por el puente, se perdió a lo lejos. Cuando Nilan llegó, pudo comprobar que su amigo aun seguía con vida.

Suly: Arg, ¿q-quién eres?

Nilan: Soy yo, Suly.

Suly: Uf, es una suerte. Ese tal T me venció, es más fuerte de lo que aparenta, diría que incluso es más fuerte que ese memo de Jack. ¡Ag!

Suly agonizaba en el suelo. Nilan lo apoyó en uno de sus hombros y avanzaron por el puente, el chico cojeaba.

Nilan: ¿Tienes idea de dónde estamos?

Suly: No, para nada... Jamás había oído sobre unas ruinas así, mira a tu alrededor, no se puede ver el límite de este lugar, todo es oscuridad.

Nilan: Me pregunto si podremos salir algún día, y lo primero es encontrar a Félix para que cure eso, ¿sí?

Suly: Por supuesto, de nuevo te debo otra.

Suly miró de reojo el otro brazo de Nilan, puesto que el chico ya usaba uno para sujetarle, en él vio el mango de una reluciente espada.

Suly: Mira eso, ¿de dónde lo has sacado? ¡Increíble!

Nilan mostró la espada y Suly alucinó. Ese brillo propio que tenía le daba un aire... un tanto misterioso.

Suly: ¿De dónde has sacado semejante espada?

Nilan: Oh pues... la encontré tirada entre las ruinas.

Suly: V-vaya suerte, procura no perder eso, que si nos topamos con esos tres estamos perdidos.

Pasaría media hora más hasta que llegaran a vislumbrar algo en el horizonte.

Suly: En serio, ¿cuántos kilómetros tiene este puente? ¿Tres millones como la Llanura esa? Oye chico llamitas, esto me empieza a dar miedo.

Nilan: Sí, no tiene fin...

Con el tiempo y dificultad, ambos atravesaron aquel inmenso puente de piedra, a pesar de que al final del mismo observaran la base de un pilar destruido, indicando que lo que habían atravesado era dicho pilar. Ante sus ojos contemplaban un océano de oscuridad y ruinas antiguas, no lograban ver límite alguno. Prosiguieron su camino a quien sabe dónde, debían avanzar, encontrar una salida. ¿Cuánto tiempo pasaría? ¿Horas quizá? Perdieron la noción del tiempo en cuanto cayeron a ese lugar, pero una cosa si estaba clara, ante ellos se erigía un curioso monumento que parecía estar en perfecto estado, a diferencia del resto, que yacían derruidos y maltrechos por el lugar.

Nilan: ¿Puedes descansar aquí?

Suly: Sí, claro... Gracias.

Suly se apoyó junto a la estatua o monumento. Esta representaba a una mujer, en un comienzo no le dieron importancia, como si parte del decorado fuera. Nilan dejó la espada en el suelo, frente a él para asegurarse de que no se perdiera. Se sentó en unas rocas cerca de Suly.

Nilan: ¿Cuál es el plan entonces? Tú eres mayor que yo, se supone que sabes más y tal.

Suly: Si claro, ¡mírame! Doy pena.

Nilan: ...

Félix: Vaya muchachos, sí que ha costado encontraros.

Nilan y Suly: ¡¿Qué, cómo?!

Alyse: ¡Hola chicos!

Sin que nadie lo esperara y como por arte del destino, Félix y Alyse aparecieron tras Nilan, entre los incontables e inertes monumentos. Los nuevos integrantes se adentraron en aquella pequeña plaza, junto con Suly y Nilan, formaron un círculo.

Suly: ¿Cómo nos habéis encontrado?

Alyse: Jijiji, ¡Alyse ayudó a Félix a encontraros con sus poderes especiales!

Félix: Eso es, esta niña es sorprendente, la verdad. ¿Y vosotros qué tal? Suly, no te veo en tus mejores momentos, ¿y esa espada?

Félix señaló la espada. Nilan la miró aun sin creerse lo que había encontrado, la agarró y la elevó en el aire, analizándola una vez más.

Nilan: Pues la encontré por ahí.

Félix: Increíble, encontrar algo en este páramo es un reto.

Suly: Mira que bien lo sabes. Oye Félix, tú que lo sabes todo, ¿dónde demonios estamos?

Félix: Oh, pues en un principio no lo sabía con certeza, pero al ver este monumento lo he tenido totalmente claro.

Suly: ¿Monumento?

Nilan dejó la espada en el suelo nuevamente y escuchó la conversación sin intervenir, estaba cansado, y con razón.

Félix: Sí, ese que hay ahí.

Félix señaló el monumento con una mujer de piedra, situado entre Suly y Nilan.

Félix: Al verlo, me he dado cuenta de que es cierto lo que investigué. Veréis, parece que en el pasado hubo una civilización importante en este continente, principalmente adoraban a una Diosa todopoderosa. Lamentablemente desaparecieron misteriosamente de un día a otro y dejaron tras de sí algunos restos, como los encontrados en la Gran Llanura, ahora que veo este lugar por mí mismo... me doy cuenta de que estoy en las ruinas de esa civilización.

Suly: Impresionante, el viejo nunca me habló sobre esto, y como no, tú sabes de todo.

Félix: Sí bueno, lo que no sé es como salir, nunca había visto algo como esto.

Nilan: Esos tres malhechores estarán también por la zona, antes nos topamos con el grandullón del hacha. Si ellos intentan escapar, nosotros también podemos.

Félix: Okay, como usted diga, señor nunca me rindo.

Suly: No, es el chico llamitas. Muy bien, pero yo con esta pierna rota no haré mucho, Félix, ¿me ayudas?

Félix: ¿Pero quién te has creído qué eres?

Suly: ¿Qué?

Félix: Nada hombre, nada, era broma, jejeje.

Félix se levantó y caminó en dirección a Suly, tras unos minutos se recuperó totalmente de sus heridas, igual sucedió con Nilan. Ahora que estaban los cuatro reunidos y recuperados, debían avanzar hasta algún lugar en busca de una salida, pero... ¿adónde exactamente?

Félix: Bien, no hay rastro de corrientes de aire, en conclusión, estamos bajo tierra. Si hay luz en este lugar significa que por algún lado debe haber una abertura. Sigamos para adelante y ya se verá.

Las horas transcurrían sin cesar. Aquellos jóvenes ignorantes de donde estaban seguían avanzando, en ocasiones, retornaban al punto de partida, en otras, encontraban numerosos túneles aun más profundos. Estaban agotados.

Nilan: Fiuu, no voy a aguantar mucho a este paso...

Suly: Ah, yo tampoco.

Ambos se sentaron en unas rocas. Félix llevaba la delantera.

Félix: Vamos, debemos seguir, si pasa el tiempo el hambre hará mella en nosotros y nos liquidará.

Alyse: Alyse tiene hambre...

Suly: Tienes toda la razón, pero...

Suly se quedó pensativo, intentando planear alguna estrategia para huir de ese infinitamente tenebroso y aislado lugar. Entre tanto, a Nilan se le ocurrió una idea.

Nilan: ¡Cierto!

El resto del grupo: ¿?

Nilan: Félix, ¿cómo dijiste que nos localizaste a mí y a Suly?

Félix: Pues Alyse dijo que estabais allí, solo la seguí.

Nilan: ¿Alyse?

Alyse: Es que Alyse puede sentir la energía de la gente.

Félix: Ya entiendo lo que te propones Nilan, muy inteligente por tu parte.

Suly se levantó indignado, no entendía a que se referían.

Suly: ¿Hola? Yo también soy parte del grupo.

Nilan: Perdón Suly, verás, si Alyse puede sentir a las personas, podemos buscar a esos tres de T.A. o lo que sea y seguirlos, puede que sepan más que nosotros.

Suly se llevó una mano a la cabeza con desconfianza.

Suly: Pero podrían matarnos...

Félix: Nos esconderemos, no tenemos nada mejor que hacer, dime, si renunciamos a ese plan, ¿qué hacemos? ¿Seguir como hasta ahora, dando vueltas en círculos?

Suly: Muy bien, tenéis toda la razón.

Así Alyse usó esa especial habilidad para localizar a Jack, T y A. Pasarían pocas horas más hasta que los encontraran, se habían reunido y parecían saber cómo salir.

Félix: Ahí están, estad alerta.

Se agacharon tras unas rocas, espiándolos.

Jack: Entonces, ¿por dónde estaba la salida?

Jack se llevó su rifle al hombro.

T: Cuando era pequeño leí un libro sobre un arqueólogo que se topó con unas ruinas subterráneas inmensas. Explicó en el libro que la única manera de escapar era adentrándose bajo tierra, ya que bajo los túneles no habían más que canales llenos de agua.

A: Entonces... ¡¿Tenemos que mojarnos para salir?!

Jack: Qué más da mujer, total, nadie se fijaba en ti de todas maneras. Vamos chicos. Aun me pregunto cómo entró ese chico junto con la niña, aun habiendo toda esa vigilancia...

Nilan y Suly: ¿?

Félix: ...

A: Vaya, ¡muchas gracias! ¡¿Pero cómo puedes decir eso y quedarte tan tranquilo?! ¡Qué...!

A reprochó a Jack por su comentario, pero este la ignoraba totalmente, estaría acostumbrado. El grupo adolescente no dejó pasar la oportunidad, T les dijo sin saberlo como salir de allí, era el momento de poner en práctica dicha teoría. Esperaron a que sus enemigos se alejaran un poco, lamentablemente Alyse estornudó por una ráfaga de viento que sacudió el lugar.

Alyse: ¡Aaaaachús!

Tres líderes de T.A.: ¡!

Jack: ¡¿Quién anda ahí?!

T: ¿Serán acaso...?

Félix: Sí, somos nosotros.

Nilan: ¿Algún problema?

Nilan y Félix se asomaron de entre las rocas, no tenían alternativa. Suly, por el contrario, estaba en shock por la idea de salir, aun recordaba el momento en el que su cabeza estuvo al borde del colapso antes de caer a ese gran abismo.

Jack: Vaya, mira a quien tenemos por aquí, no me lo esperaba. Deberíais haber muerto en la caída.

A: ¡Eso! ¿Cómo os habéis salvado todos?

Nilan: Pues igual que vosotros, inútiles.

Los chicos avanzaron entre las rocas, encarando a sus enemigos por tercera vez.

Jack agarró su rifle con ambas manos, T su hacha y A sus cuchillos. Alyse se quedaría más atrás, intimidada por el combate que estaba por librarse. Félix y Nilan avanzaron más adelante.

Suly: Esta vez no será como la última, recordad, ese tipo duplica su velocidad.

Félix: Cierto, debemos ir con cuidado, aunque tal y como están las cosas, deberíamos liquidar primero al grandullón.

Nilan: ¿Por qué?

Félix: Es el más lento, es vulnerable a la mayoría de nuestros ataques y el hecho de que sea fuerte hace prioritario el acabar con él antes. Habrá que tener cuidado de Jack, sobre la chica... no os preocupéis, esos cuchillos ya no están envenenados.

A: ¡! ¡¿C-cómo lo supo?!

Jack: ¡Dejad de parlotear o moriréis!

Jack chasqueó sus dedos, con una mirada arrogante y peligrosa, volvió a agarrar de nuevo su rifle. A se adelantó con sus armas enojada, sin pensar a quien iba a atacar, solo pretendía despedazar sin cuartel.

T: ...

Suly: ¡Ha!

Suly extendió su brazo y el aura naranja emergió del mismo, rodeando a todos sus compañeros. Tras esto jadeó levemente, una gota de sudor se deslizó a través de su frente.

Suly: Nilan, esta va para ti.

Nilan: Sí.

Acto seguido Suly empleó su aura morada para recubrir a Nilan con ella.

Félix: Bien, intentaré detenerla. Id a por el grande. ¡Alyse, ya sabes que hacer!

Alyse: ¡Sí!

Suly: ¿Cómo?

Félix: Al encontrarla antes de toparme con vosotros, le hablé sobre una buena estrategia por si se presentaba este combate de nuevo.

Alyse: ¡Alyse está lista!

Félix sacó un pequeño cuchillo de su maleta, con él corrió directo hacia A, ambos colisionaron y comenzaron a intercambiar golpes con sus armas blancas. Jack apareció detrás de Suly, apuntando al chico con su arma.

Jack: Je, otra vez así. No vais a ganar, y ninguna criatura inesperada interrumpirá vuestras muertes.

Jack apuntó a la cabeza de Suly. El chico quedó mudo ante la situación, sabía que esta vez moriría sin remedio.

Suly: ¡!

Nilan: ¡No!

T: ¡No bajes la guardia!

El hacha de T rasgó la fina ropa de Nilan, que la esquivó casi de milagro.

Alyse: ¡Toma esto hombre malo!

Jack: ¿Pero qué...?

Jack bajó el arma. Se mantuvo de pie, en trance, inmóvil, no medió palabra alguna.

Suly: ¡Anda, con que de esto se trataba!

Félix: ¡...!

A: ¡...!

Nilan: Ya lo entiendo, inmovilizando a Jack podemos liquidar a sus subordinados. ¡No podía esperar menos de Félix!

Nilan volvió a las rocas corriendo, Suly le cubriría aunque T no se moviera del sitio. Agarró la espada, que había ocultado en el suelo, y regresó con su amigo.

T: Te lo dije chico, si nos volvíamos a encontrar no tendría más remedio que matarte.

Suly: Lo entiendo, es normal. De todos modos ya estaba preparado.

T: ¿De verdad, sabes acaso cuál es nuestra verdadera fuerza?

Nilan: Ya estoy preparado.

T: Pero mírate, si ni siquiera sabes empuñarla.

A: ¡!

Nilan: ¡Psh!

Alyse: ¡Woa! ¡La espada de Nil es tan brillante!

Suly: ¿Nil? Nil, recuerda a Bismarck, úsala como él.

Nilan: Sería... así...

T: Eso está mejor...

T adoptó una pose ofensiva, se preparaba para atacar con todas sus fuerzas.

T: ...pero aún no me creo que vosotros conozcáis a Bismarck.

Suly: Pues ya puedes ir creyendo, es más, nosotros vencimos al Capitán Ridley de Ferión.

T: No me digas, eso es imposible, con vuestro nivel os habría hecho papilla sin despeinarse.

Félix: ¡!

T avanzó con rapidez hacia adelante, con un ligero gesto de brazo elevó su arma y la impactó frente a los jóvenes, que salieron despedidos hasta las rocas de atrás.

Suly y Nilan: ...

Sin mediar palabra, aquel hombre de gran tamaño saltó. Los chicos se apartaron de su camino y este, cortó la inmensa roca de una tajada.

Nilan: ¡Qué bestia!

Suly: Uf, este tipo es demasiado fuerte. Preguntádselo a mi espalda. ¿Cómo es posible que se desplace tan rápido a pesar del peso de su arma y su armadura?

Nilan, junto con su nueva espada, enfrentó a su enemigo situado a pocos metros. Entre el humo levantado por la piedra, Nil se dispuso a atravesar su férreo cuerpo, lamentablemente, este paró la espada en seco con su hacha.

Nilan: ¡No la corta!

T: Está claro que no, mi arma está hecha de unos minerales muy raros de encontrar, es por eso que es tan resistente. Una espada que ha estado siglos bajo tierra no le hará nada.

Jack: ...

Alyse: ¡Rápido, el hombre malo de la pistola va a volver en sí!

Félix: Joder, y esta que no se rinde, mira que es ágil.

A: Jajaja, ríndete niño, en esta clase de combates soy invencible. ¡Aunque tiene mérito que aguantes tanto! ¿Cómo supiste sobre el veneno?

Félix paró uno de sus cuchillos en seco.

Félix: Hago uso de Hechicería Blanca, es por esa razón por la que he lidiado con muchos venenos, sé sobre ellos y sus características. El tuyo desaparece a las 5 horas de su uso.

A: ¿Pero cómo supiste qué clase de ácido era?

Félix: Por el bote de cristal que encontré en la mina bajo tus pies.

A: ¡Bah!

Siguieron intercambiando golpes sin llegar a dañarse, eran muy hábiles. Suly por el contrario enfrentó a T por sus espaldas, mientras que Nilan lo encaraba delante. Este impactó su hacha en el suelo, levantando piedras y junto con un potente grito de guerra que resonó en todo el lugar, los chicos volaron unos diez metros, cada uno en la dirección desde la que provenían.

Jack: Ug...

Jack aun permanecía atontado allí de pie.

Alyse: ¡Oh no, Nil, Suly, Félix, debemos huir!

Todos: ¿?

Félix: ¿Qué dice esta ahora?

A: ¿Esta? ¿No es tu compañera de viaje? Deberías mostrar más respeto.

T: ... Tiene razón.

T corrió hacia Jack. Guardó su hacha y agarró a su jefe.

T: ¡Vamos Amy!

A: ¡¿Pero qué pasa?!

Félix aprovechó ese momento de desconcierto para intentar cortar su cuello, esta lo evito en el último momento, retrocedió y cayó de rodillas, aunque no escapó del fino corte que le provocó el muchacho.

A: Tú... ¿¡No ves que estoy hablando!?

Félix: Tú habrías hecho lo mismo.

A: ...

Félix: ¿Y esa mirada, a qué viene?

A, o Amy mejor dicho, miraba a Félix con ira y frustración. Inmediatamente olvidó sus sentimientos y huyó junto con T. Nilan, Suly y Alyse se reunieron.

Nilan: ¿Pero qué sucede?

Suly: Eso me pregunto yo.

Félix: Fácil, mirad eso.

Los dos jóvenes miraron hacia arriba, solo veían oscuridad.

Suly: ¿Qué se supone que debemos ver?

Alyse: ¡Hay un monstruo gigante encima! ¡Alyse tiene miedo! ¡Papáaaaa!

Nilan: Um...

Nilan llegó a distinguir una especie de figura o movimiento extraño entre la penumbra, a pesar de no saber qué era exactamente.

Monstruo desconocido: ¡¡¡¡¡Groooooaaaaaaarggggg!!!!!

Un rugido aterrador resonó a lo largo de todas las ruinas. Los protagonistas solo podían observar la inmensa oscuridad que se cernía sobre ellos.

T: Lo sabía, ¡sabía que había visto algo entre la oscuridad! ¡La niña tenía razón!

A: ¡Que buena vista tienes, mejor huyamos corriendo a algún lado! ¡¿Esto no salía en el libro ese?!

T: ¡No, corre!

Los mercenarios huyeron dejando en aquel lugar a los protagonistas, estos miraron al vació de nuevo.

Alyse: ¡Que viene!

Félix: ¡Cubríos!

Entre las tinieblas distinguieron un extraño movimiento, segundos después una gran zarpa devastó la zona en incontables Kilómetros a la redonda. La zarpa, llena de escamas color negro volvió a elevarse, llevando consigo innumerables piedras y monumentos derruidos.

Nilan: C-casi no lo contamos...

Suly: ¿Cuánto medía eso? ¿¡Kilómetros!?

Alyse: ¡Sí, es un monstruo gigante! Muuuuuuyyyy graaaaaandeeee.

Suly: Tu cara me empieza a dar miedo, Alyse.

Félix: ¡Debemos huir, venga!

Los chicos salieron de entre las piedras, aun no lograban ver el monstruo que les amenazaba, ¿tan grande era que se confundía su cuerpo con el entorno?

T: Maldita sea, ¿dónde está el jefe?

A: ¡No me digas que lo has perdido!

T: Sí...

Otro rugido más devastador rompió el silencio.

Monstruo desconocido: ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Grooooaaaaaargggg!!!!!!!!!!!!

Una energía color rojo y negro comenzó a fusionarse en el aire, a kilómetros de sus cabezas. Ni aun así llegaron a ver el techo de ese espacio. Junto a la esfera de energía que se materializaba lentamente, pudieron ver el hocico inmenso de la criatura, cubierto de temibles colmillos. Los ojos rojos como la sangre del monstruo aterrorizaron aun más a los presentes. Giró la cabeza y lanzó la esfera contra las ruinas, una gran explosión quebró el suelo y todo voló por los aires. El resplandor cegador resultante de la explosión anuló la vista de todos, excepto la de la extraña criatura, evidentemente.

Nilan: ¡!

En cuanto el resplandor cesó, todos vieron ante sus pies el vacío. Todos caían irremediablemente por un boquete de dimensiones espeluznantes. ¿Tanto poder albergaba aquella criatura? Entre los escombros que caían junto a ellos, los protagonistas intentaron salvarse como pudieron, varios kilómetros más abajo el color de la piedra se tornaba amarillento, dando mayor luminosidad y colorido a la zona, entre las paredes ya se distinguían infinitos túneles en todas direcciones.

Nilan: Arg... no... ¡No me puedo mover!

Suly: ¡Cuidado Alyse, agárrate fuerte a mí!

Alyse: ¡Buuuuuuuuuuuuuaaaaaaaaaaaaahhhh!

Suly: ¡Pero límpiate esos mocos chica! ¡Qué asco!

Félix: ¿¡Dónde están los demás!? Tengo que encontrarlos... que sino... Nuestro plan podría salir mal, suerte que no me he lavado el coco para parecer tonto, que sino hubiera muerto desde hace rato...

Entre tanto, los adolescentes no eran los únicos que caían. Sus rivales, obviamente tampoco fueron capaces de escapar de semejante explosión.

T: ¡...!

A: ¡Aaaaaaaaaaaaaaaah! ¡T, ayúdame! ¡T! ¡T!

T: ...

A: ¡Coño, di algo, grita, reacciona!

T: Nah, no tengo ganas. ¿No has visto al jefe?

A: Pues... ¡No! Aunque debo admitir que el jefe ahora mismo es lo que menos me importa.

Jack, que se encontraba más arriba puesto que fue arrastrado por la zarpa de la criatura en el aplastamiento, volvía en sí.

Jack: Ug, ¿p-pero qué ha pasado? ¿Dónde estoy?

Jack miró a su alrededor aturdido, llevando una mano a la cabeza.

Jack: ¡! ¡No puede ser! ¡¿Pero qué ha pasado aquí!? ¡Aaaaaaaaaahhhh! ¡Amy, Thom, ¿dónde os habéis metido!?

El líder de la organización criminal siguió descendiendo en el aire rodeado de escombros, aunque no pudo ver a nadie más.

Nilan, todavía sin haber avistado a sus compañeros, cayó en uno de los túneles situados al fondo de la grieta provocada por la esfera de energía. Todo se tornó oscuro, se zambulló en el agua y perdió el conocimiento.

Pasó el tiempo.

Nilan: Af... ¡Cof, cof cof!

Nilan tosía sin descanso, había tragado mucha agua. Una vez se le pasó, miró a su alrededor respirando profundamente y de manera algo forzosa, se encontraba dentro de un túnel, sobre arena, exactamente. A sus espaldas un canal de agua arrastraba cosas hasta algún lugar, a él le tocó desembarcar ahí.

Nilan: ¿Dónde estoy ahora? Cada vez desciendo más... esto me empieza a dar miedo.

Nilan notaba la falta de aire, a su lado vio su espada, clavada en la arena. Suerte la suya.

Nilan: Por lo menos no la he perdido...

Se levantó con esfuerzo y cansancio, agarró la espada por el mango y avanzó arrastrando el filo de su arma en la única dirección que encontró. A su paso solo veía arena y rocas, por un instante recordó el Gravity de la misión. Asustado por la idea de haberlo perdido rebuscó en sus bolsillos, para su suerte, lo tenía dentro. Lo sacó.

Nilan: Uf, menos mal que no lo he perdido, sino hubiera sido capaz de suicidarme. Es precioso.

Persona1: ¡Arg!

Persona2: ¡Ayuda!

Persona3: ¡Ug!

Nilan: ¿Pero qué pasa? ¿Hay alguien aquí dentro?

Nilan se adentró por el único túnel posible, a medida que avanzaba escuchaba más y más gritos de personas pidiendo ayuda, ¿qué estaría sucediendo en aquel lugar? El chico se topó con el final del túnel, no había salida, solo escombros y un diminuto agujero por el que cruzó su mirada, llegando a vislumbrar una pequeña zona de construcción o mina, dentro de una caverna, y una criatura de enorme tamaño, de piedra, atacando a los que parecían ser obreros.

Nilan: Vamos allá... No tengo otra salida.

Nilan agarró su espada y atravesó de un tajo los escombros, partiendo los mismos en diminutas piedrecillas.

Persona4: ¿Quién es ese niño? ¡Huye!

Golem del desierto: ...

El ser de gran tamaño poseía un cuerpo de piedra pura, agarró un pedrusco y se dispuso a aplastar al obrero, Nilan se interpuso con suma rapidez cortando la piedra en dos.

Persona4: ¡Oh, increíble!

Nilan: ¡No se preocupe, solo dígame dónde me encuentro!

Persona4: Pues ahora estás en...

Nilan dio un pequeño salto, cortando la pierna a aquella mole, esta cayó perdiendo el equilibrio y su contrincante le cortó la cabeza con un tajo bien firme. Cayó al suelo.

Persona4: ... Dishael, el gran desierto de Wildrum.

Nilan: ¿Dishael? ¿Lindrum?

Persona4: Wildrum, ¡Wildrum! ¿De verdad, no te has golpeado la cabeza con nada antes de venir aquí?

Nilan: Um...

Persona4: Wildrum es este nuestro continente. Dishael es el gran desierto ubicado al este, tras Argón.

Nilan: Entiendo, ¿pero cómo salgo de aquí?

Persona4: Es fácil, ¿ves ese camino de ahí? Síguelo todo recto, vamos, te acompañaré para que no te pierdas.

Nilan: No me lo esperaba, gracias.

Persona4: Jeje, no es nada chico, es lo que menos puedo hacer.

Nilan siguió a aquel sujeto, parecía ser el único por la zona, el resto yacían muertos en el suelo, con la mirada perdida en el vacío. Al llegar al final del túnel una brisa llena de arena les golpeó en el rostro.

Persona4: Mira, por aquí se sale al desierto...

Nilan: ¡Muchas gracias! ¿Cómo puedo compensarte?

Persona4: Bueno...

Aquel sujeto dejaba las frases a medio hacer, como si maquinara algo. Ojeó a Nilan de arriba abajo, al chico le molestó esto último puesto que parecía analizarlo. El hombre levantó levemente el brazo y señaló la espada.

Persona4: Eso.

Nilan: ¡¿Qué?!

Persona4: Quiero la espada, chico, y ese mineral tan raro de Gravity que llevas encima.

El mineral sobresalía del bolsillo. Nilan retrocedió intimidado.

Nilan: No puedo...

Persona4: ¿Cómo?

El tipo se aproximó hacia Nilan, sacó una pequeña daga de su cinturón con la intención de matar al chico si no entregaba sus cosas.

Nilan: ¿Eráis ladrones, verdad?

Persona4: Soy, los demás están muertos. ¿Sabes? Estas tierras son perfectas para nosotros, hay mucho que descubrir y nadie que controle nada, a diferencia de Leithard o Ferión.

Nilan: Muy bien, toma, pero déjame en paz.

Persona4: Sabia decisión, muchacho.

Nilan arrojó la espada al suelo, frente a su enemigo, poco después fue el mineral. El tipo los agarró.

Persona4: Perfecto, con esto me voy a forrar. ¿Todavía andas por aquí? ¡Venga, vete ya!

Nilan: ...

Nilan retrocedía aun más. En cuanto el ladrón bajó la guardia el chico lanzó una ligera llamarada a su cuerpo, este cayó al suelo agonizando entre gritos de dolor. El adolescente agarró sus pertenencias y huyó del lugar corriendo.

Persona4: ¡Arg! ¡Maldito hijo de perra! ¡No te vayas, no me dejes aquí! ¡Arg!

Sus gritos desaparecieron a medida que avanzaba. Nilan salió de la caverna, frente a él una ligera tormenta de arena tenía lugar, el cielo oscurecía y comenzaba a azotar el frío en sus delicadas carnes.

Nilan: Con que... Esto es Dishael. ¿Qué hago ahora? Ese tipo dijo que Argón estaba cerca.

Así, Nilan avanzó sin rumbo fijo por aquel mar de dunas interminables. Debía llegar hasta Argón, quien sabe si sus amigos ya se le habían adelantado. A medida que caminaba, el frío hacía mayor acto de presencia, mermaba su aguante y su resistencia inexorablemente. Para su suerte, bajo unas dunas encontró a alguien. Se acercó con cuidado.

Nilan: ¿Hola?

Félix: ¡!

Nilan: ¡Félix! ¿Qué haces por aquí? ¡¿Has visto a los demás?!

Félix: Increíble que me hayas encontrado. No, lamentablemente no he visto a los demás, vamos a buscarlos. ¿Va?

Nilan: ¡Perfecto! Antes de que anochezca aun más. A todo esto, ¿sabes cómo llegar hasta Argón?

Félix: Sí, creo que sí. Nunca antes había venido a Dishael, pero he visto mapas y esas cosas.

Los dos prosiguieron, en un determinado momento escucharon unos llantos entre la arena. Apenas lograban ver nada debido a la tormenta de arena de la zona.

Suly: ¡Vamos, vamos, cálmate! ¿Seguro que están por aquí?

Alyse: ¡Buahhhhh! ¡Buahhhhh! La arena mala quiere dejar ciega a Alyse. ¡Buahhhh!

Nilan: Anda, ¿no son ellos?

Félix: Efectivamente, corre.

El grupo se reunió entre las dunas y la tormenta de arena. Todos manifestaron su alegría al encontrarse, de alguna manera, terminaron en lugares similares al de Nilan, ubicados en distintos puntos de la zona. ¿Qué había sido de T, A y Jack? Nadie lo supo.

Nilan: Bien, vayamos hasta Argón pues. Ya tenemos el mineral.


Misión cumplida.
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El sol asomaba nuevamente por el horizonte, mientras tanto, dentro de una caverna...

Suly: Félix, ¿por qué no usaste la Estancia Mágica?

Félix: Sencillamente, porque la tormenta de arena la habría dañado, nos hubiéramos metido en un aprieto. Te lo dije anoche, ¿recuerdas?

Suly se cruzó de brazos, no dijo nada, algo indignado. Por otro lado Nilan despertaba a Alyse.

Nilan: Vamos, levanta pequeñina.

Alyse: Aahh, Alyse no ha dormido muy bien pero está a salvo.

Alyse se llevó una mano a la nuca, parecía incomodada, era normal, pasaron la noche en el interior de una caverna, en pleno desierto.

Félix: Bueno, ya que estamos vivitos y coleando, debemos ir hasta el pueblo de Alyse.

Suly: ¿Sabes acaso la ruta? Siendo tú, ni me extrañaría.

Félix permanecía delante, sentado, con una mano sobre la rodilla, miraba al horizonte, aprovechando el momento ideal para salir de aquel oscuro recoveco.

Félix: No realmente, nunca estuve en Dishael, pero podemos arriesgarnos. ¿O prefieres morirte de hambre?

Félix giró su cabeza hacia Suly con una mirada algo fría, intimidó al chico en cierto modo.

Suly: ...

Nilan: Tiene razón, salgamos, no hacemos nada aquí.

Félix: ¿Ves? Tu amigo sí que piensa.

Félix se levantó, llevaba la delantera esta vez, el resto solo le seguía, confiaban en que encontrara la salida de esa foresta de arena. No había tormenta alguna, el viento soplaba levemente pero estaba oscuro. Debían salir inmediatamente antes de que el sol los tostara a pleno día.

Nilan: Y para colmo, no tenemos reservas de agua...

Suly: Últimamente no es que nos vaya demasiado bien. Me pregunto que estará haciendo Bismarck, espero poder verle una última vez antes de morir.

Nilan: ¿Y Paradox? ¿Tan rápido te olvidas de él? Vamos Suly, no seas pesimista.

Suly: Lo intentaré... Lo intentaré...

Los cuatro jóvenes caminaban sin rumbo fijo, en el horizonte solo distinguían arena, ni una montaña, ningún cambio de paisaje, excepto diversos montículos de rocas por la zona. Poco a poco sus esperanzas iban desapareciendo, era razonable.

Félix: ¡Cuidado!

Félix saltó y empujó a Nilan a un lado, su espada cayó en la arena, hundiéndose lentamente. Una pequeña cantidad de arena se elevó en el aire tras lo que parecía el sonido de un disparo.

Suly: ¿Quién ha sido ahora?

Alyse: ¡Mirad, Alyse ha visto a un hombre malo en aquellas rocas! ¡Allí!

Alyse saltaba repetidamente, señalaba sin parar a los montículos situados a la derecha del grupo. Los dos chicos se levantaron, debido al peso de la arena sobre sus cuerpos les costó lo suyo.

Nilan: ¡Oh, no, la espada!

Nilan cogió sin demora la espada gracias a que se distinguía su mango entre las dunas.

Félix: Psh, precisamente tenían que atacarnos ahora.

Suly: ¿De quién se trata, Félix?

Félix: Son una tribu que vive en lo más profundo del desierto, nunca reciben visitantes e intentan liquidar a todos aquellos que entran en su territorio. No recuerdo su nombre...

Se llevó una mano a la frente, intentando pensar, como si se le hubiera olvidado en ese instante. Por otro lado y para desgracia de los chicos, la emboscada prosiguió sin tregua. Unas extrañas criaturas redondas, de diminuto tamaño, quizá el mismo de Alyse, o algo más, con unos pequeños brazos y manos completamente redondas, como si de esferas de mármol se trataran, junto con ese color rojizo y aquella falsa sonrisa pintada en su rostro, daban rodeos alrededor de los protagonistas. Se desplazaban mediante unas curiosas ruedas.

Félix: Cuidado, piensan liquidarnos. Aun andarán por las montañas, no bajéis la guardia.

Suly: Sí, tenemos que acabar rápido, sino el calor nos derrotará. Alyse, estate atenta sobre donde se encuentran esos tipos...

Nilan: Nosotros nos encargamos de las pelotas estas.

Nilan se abalanzó sobre una de ellas sin dudarlo. Empuñando la espada, llevó a cabo un impresionante tajo, dejó sin palabras a sus compañeros, que le observaban asombrados.

Nilan: ¡Qué rápida es!

Bombuchu: ¡Kiii!

El extraño ser evitó con agilidad el golpe del chico y lo golpeó en el estómago con uno de sus miembros. El impacto levantó algo de arena y envió a Nilan directo al suelo, varios metros más atrás, dando a entender la considerable fuerza física de la criatura.

Suly: Parecen más fuertes de lo que parece.

Félix: Sí y por desgracia no sé nada sobre estas cosas... Ve con mucho cuidado.

Suly: No hace falta que me lo repitas dos veces. ¡Ha!

Nilan: ¡Arg! ¡Estas cosas son intocables!

Nilan cayó de culo en la arena de nuevo. Sus compañeros también estaban cansados y jadeando.

Félix: No podemos morir aquí.

Suly: Mirad, estos monstruitos van a hacer algo...

Cada uno de los Bombuchus se hinchó, su color rojizo se intensificó con un tenue fulgor, algo no iba bien, era evidente. El grupo retrocedió y se reagrupó, estaban completamente rodeados. Inmediatamente uno de sus enemigos saltó y estalló en el aire, seguido de sus compañeros. Una oleada de arena se elevó en el aire hasta unos aproximadamente cuatro metros de altura por cada explosión.

¿¿??: ¡Ahora, coged a la niña!

Alyse: ¡Han llegado más hombres malos! ¡Alyse tiene miedo!

Los compañeros de Alyse apenas podían respirar, moribundos sobre la arena y en el límite. De entre las rocas de los alrededores surgieron más personas, todas ellas levaban una máscara, sería para protegerse de las tormentas de arena o el sol y, llevaban fusiles con ellos, cada uno sin excepción. Varios quedaron apuntando, otros corrieron sin demora a secuestrar a Alyse, ¿por qué ella?

Suly: Mirad, allí.

Félix: Excelente, tenemos una oportunidad.

Nilan: Yo... no veo nada.

En el horizonte se encontraban las Kazurras que habían comprado, a una velocidad vertiginosa se disponían a salvar a sus dueños, sorprendiendo a todos los enemigos que allí se encontraban. Los chicos las montaron y huyeron de la zona.

Nilan: Ya veo, de esto se trataba. Qué suerte, jeje. ¡Vamos, de nuevo hasta Argón!

¿¿??: ¡Disparad, derribad las Kazurras! ¡Qué no escapen!

Todos los enemigos comenzaron a disparar, liberaron también más Bombuchus, que estallaron sin cesar a pocos metros de los animales, aunque en vano, la velocidad de las Kazurras era única.

¿¿??: Psh, han huido...

El tiempo pasó, ya era tarde. Se encontraban en los límites del desierto, más que arena ya había roca yerma. Frente a los protagonistas se hallaba un puente levadizo, junto a su lado una antigua palanca y un precipicio más adelante.

Suly: ¿Será posible? ¿No es el mismo lugar por el que pasamos... ayer, o hace dos o tres días?

Félix: No sé cuánto tiempo habrá pasado, pero sí, es evidente que es el mismo, estamos cerca del poblado, estupendo. Dejamos a la niña y volvemos a Los Montes Lunares.

Nilan: Sí, ¿habrá llegado Paradox ya?

Félix: Es lo de menos, venga vamos.

Félix se bajó de su Kazurra, agarró la tosca palanca y con mucho esfuerzo logró que se moviera hasta el otro lado. El puente, junto con un sonido chirriante y horrendo, cayó sobre sí mismo por el peso. El paso ahora estaba libre, pero no parecía que volviera a poder elevarse sin un mantenimiento decente.

Suly: Listo. Ya podemos pasar.

Alyse: Siiii, por fin Alyse volverá a casa... ¡Qué cansada está Alyse!

Nilan: Jeje, no te preocupes, ya ha pasado todo.

Nilan le acarició el pelo a la pequeña, esta se mostró cariñosa, puede que mimosa.

Alyse: A Alyse le cae muy bien su amigo Nil. Jijiji.

Nilan: Um...

Suly: Uh, ya te has echado novia, ¿eh?

Nilan: E-esto, no Suly, no es lo que piensas, ¡no digas tonterías!

Suly: Jajajaja.

Félix: Venga, quiero terminar esto de una vez, a ser posible.

Suly: ...

Oscureció, una vez llegaron al poblado se toparon con los aldeanos, incluyendo a Horacio y Augusto, en la plaza del mismo, dónde se encontraban el pozo y el poste con las indicaciones de los lugares cercanos, cuya letra era apenas legible. Hacía frío, se notaba la clara diferencia del día a la noche en aquel lugar, perdido entre las montañas. En el centro de la plaza hallaron a todos los mercenarios de T.A., capturados y amordazados, los aldeanos no sabían qué hacer con ellos.

Aldeano1: ¡Quemadlos con estas antorchas aquí mismo, no merecen perdón!

Aldeano2: ¡Sí, mi mujer y mis hijas han pasado auténticas penurias por su culpa!

Aldeano3: ¡No, será mejor entregarlos y recibir la recompensa!

Los aldeanos no parecían decidirse, entonces...

Alyse: ¡Papá! ¡Papá!, ¡Alyse está de vuelta, buahhhh!

Horacio: ¡! ¡Alyse!

Horacio corrió hacia su hija, ambos se abrazaron y este la levantó en el aire. Sobresalía su amor de padre por ella, puesto que las lágrimas lo delataban.

Un conmovedor reencuentro entre padre e hija. Ambos lloraban sin parar, las lágrimas salían a borbotones de sus ojos, tanto del padre como de la hija.

Suly: De tal padre tal hija.

Dijo Suly llevando una mano a su cadera, su mirada mostraba un cansancio sin igual. Nilan permaneció a su lado y Félix desapareció.

Augusto: Hombre, vosotros por aquí. Es increíble, nosotros años y años bajo el yugo de estos malnacidos y llegan unos críos de quien sabe dónde y derrotan a toda la banda, a pesar de su inexperiencia.

Augusto aplaudió a los dos chicos. El poblado poco a poco a le siguió, todos comenzaron a aclamarles, ofreciéndoles comida y pequeños regalos, como por ejemplo relojes o antiguas estatuillas. Los chicos se vieron intimidados por la oleada de halagos.

Nilan: N-no sé qué decir...

Suly: Nil, aprovecha el momento, hemos liberado a su pueblo de estos desgraciados.

Nilan: Oh, sí...

Mercenario1: ¡¿Pero qué hago aquí?!

Mercenario2: ¡Qué alguien me ayude!

Mercenario3: ¿Por qué carajos llevo encima este traje tan molesto?

Aldeano1: ¿Qué decís? ¡No os hagáis los tontos ahora!

Aldeano2: ¡Pagaréis por todos estos años!

La inmensa mayoría del poblado se volvió al centro de la plaza, acosando a los criminales con amenazas, algunas llegaban a la muerte.

Suly: Mira, que raro, no parece que se acuerden de que eran criminales.

Nilan: Sí, pero podrían estar mintiendo, ¿no?

Suly frunció el ceño, intentando recordar todo lo sucedido hasta ahora.

Suly: No lo creo, date cuenta que Alyse y Félix entraron en la mina tal cual. ¿Pasaron todas las defensas y los derrotaron a todos? No tenían heridas.

Nilan: ¡Es verdad!

Augusto: Bueno, cuando oí un enorme ruido en el interior de la mina me acerqué a la misma a investigar lo ocurrido. Y estaban todos los guardias dormidos o inconscientes, además de ver a todos los rehenes salir de allí... Se han despertado hace unos minutos, y no recuerdan nada. Me parece igual de raro, ¿decís que Alyse y otro compañero vuestro se adentraron por la puerta principal y llegaron a salvo hasta el fondo? ¡Habrán sido ellos!

Suly: Claro, tiene sentido. Alyse tiene habilidades excepcionales, pudo hacerlo sin problemas.

Horacio aun seguía hablando con su hija, parece que lloraban por la muerte de Alisia, su mujer. Ante este último comentario el humilde hombre se levantó, puesto que estaba agachado para hablar cara a cara con la pequeña.

Horacio: Imposible, Alyse tiene prohibido usar sus habilidades. ¡No se hable más!

Augusto: Cierto, entonces queda vuestro amigo, que por cierto, no lo veo.

Nilan: Anda, se habrá quedado a vigilar a las Kazurras.

Suly: No lo creo, Félix es incapaz de usar Hechicería de esa clase. Tuvo que ser Alyse.

Horacio miró a su hija con algo de furia. La niña se sintió incomodada, parecía temer algo más que la reacción de su padre.

Alyse: F-fue Alyse quien embrujó a los guardias... Ahora no recuerdan quiénes fueron, A-Alyse les cambió los recuerdos...

Horacio: ¡Hija, ¿por qué lo hiciste?! ¡Sabes que lo tenías prohibido!

Alyse: E-es que... es qu-que... ¡Alyse quería ver a mamá, buaaaaaaaaaaahhhh!

Alyse se echó a llorar, era consciente de su falta pero debía salvar a su madre.

Suly: Sí no hubiera sido por ella, no estaríamos vivos ahora. Puede que ustedes tampoco.

Augusto: El chico tiene razón, nos lo habrían hecho pagar por haberles ayudado a entrar.

Horacio se paró a recapacitar. Agarró a su hija por los hombros y con varias lágrimas más continuó. Expresó su dolor.

Horacio: ¡Lo siento, hija mía, por mí culpa secuestraron a tu madre y casi te llevan a ti!

Augusto: El funeral de su madre será dentro de tres días, ¿os queréis quedar? Estáis invitados.

Nilan: Creo que no podemos, señor.

Suly: No, es imposible, calculando el tiempo que hemos tardado en llegar hasta aquí, habrá pasado ya casi mes y medio, debemos regresar rápido a Leithard.

Augusto se impresionó por las palabras del muchacho, aparte de salvar sus vidas y liberar al poblado, debían cumplir con su encargo a toda costa y sin descanso.

Augusto: Muchacho, eso se llama responsabilidad, y lo demás es tontería. Que unos niños como vosotros hayáis hecho esto... Juas juas juas, me hace sentir bastante inútil. Bueno, descansad aquí esta noche, mañana podréis partir.

Nilan: ¿Y qué haréis con los mercenarios?

Augusto: Sí han perdido la memoria, podremos sacar tajada de ellos. Es hora de que se pongan a trabajar, las tornas han cambiado. ¡Juas juas juas!

El poblado decidió esa misma noche tomar a los mercenarios como jornaleros, y nuestros protagonistas pudieron echar una cabezadita.

Esa noche el pueblo estuvo celebrando una fiesta sin descanso, mientras Suly, Nilan y Félix dormían agotados en casa de Horacio. Las Kazurras permanecieron en el corral y los mercenarios fueron tratados como obreros del poblado a partir de ese día, de esa manera podrían generar alimentos sin esfuerzo. Momentos antes de que fueran a dormir, Augusto les dijo que estuvieron dos días fuera de allí, el día en el que se adentraron en la mina, otro, y el día en el que llegaron de vuelta...

Nilan: Zzzzzzzzzz.

Suly: Zzzz.

Félix: Zzzzzzzzzzzzz.

Alyse: Zzzzzz.

Aldeanos: Siiii, ¡somos libres! Genial, ¡somos libres, esto hay que disfrutarlo!

Suly: P-pedazo de... zzzz fiesta, zzzzz.

Pasó el tiempo. Una vez por la mañana, los rayos de sol surgieron desde el horizonte, invadiendo todo el terreno. Nilan se despertó.

Nilan: Buenos días.

Félix: Buenas, es hora de partir.

Nilan: Sí.

Nilan fue hacia la cocina, en la que se encontraba Félix. Suly se despertó más tarde, los tres se prepararon y salieron de la cabaña con todos los presentes y regalos de los aldeanos, recogieron a las Kazurras y se dispusieron a salir.

Horacio: Esto, esperad.

Protagonistas: ¿?

Horacio: Antes de que os vayáis, me gustaría daros las gracias.

Alyse: ¡Alyse también os echará de menos! Nil, ya verás a Alyse cuando sea más mayor, jijiji.

Suly: Vamos Nil, despídete de tu chica.

Nilan: Psh, no es mi chica, ¡deja de decir eso!

Todos: Jajajaja.

Nilan: Pues nada, muchas gracias.

Suly: Y pensar que terminamos así la misión, si me hubieran contado en un principio todo lo que iba a suceder me hubiera rendido antes de empezarla.

Nilan: A todo esto, ¿cómo se llama el pueblo?

Horacio: Pueblo Kariko. Siempre seréis bienvenidos aquí.

Nilan: ¡Gracias! Jeje.

Félix: Venga vamos ya.

Félix estaba más serio que de costumbre, pero nadie se percató de ello. Los chicos se perdieron en el horizonte con sus Kazurras, tendrían aproximadamente unas dos semanas para volver y dar por finalizado el encargo del mineral.

Mientras tanto, en las montañas que rodeaban el pueblo, un misterioso individuo espiaba la escena. Llevaba unas prendas oscuras, podría haber llamado la atención fácilmente, daba una siniestra impresión y aquella gran espada que llevaba con él no podía ser menos. ¿De quién se trataría?

Kyadara: Mhmhmh, con que la banda de T.A. ha caído totalmente. Esto es un gran problema, necesitaba subordinados que me dieran información de este mundo, pero veo que han sido derrotados por unos muchachos. De cualquier modo...

Se puso de pie y suspiró.

Kyarada: ...creo que va siendo hora de volver a Los Montes Lunares, ese tal Capitán Zack me estará esperando, por La Diosa, que mal me cae, y que pereza me da ir hasta allí.

Suly: Mira, ya empieza a anochecer, hemos avanzado mucho. Ya estamos en la Gran Llanura.

Félix: Sí, va siendo hora de usar la Estancia Mágica, venga, bajad.

Nilan: ... Sí.

Félix la usó, todos durmieron tranquilos esa noche, pudieron darse un buen banquete gracias a la comida que les entregaron los aldeanos.

Por otro lado, muy, muy lejos de la Gran Llanura central y el pueblo Kariko, más exactamente en El Reino Incoloro, se encontraba una dulce muchachita en su habitación. Parecía el interior de un castillo, una habitación perfectamente decorada, era evidente que pertenecía a una familia adinerada. La muchacha, bien dotada y de cabello largo, liso, y fundido en una mezcla de colores dorado y blanco, junto con aquellos ojos celestes, miraba detenidamente la luna a través de infinitos copos de nieve. De pronto, la puerta se abrió.

Padre de Keiko: Keiko, venga, a dormir ya.

Keiko: Sí padre.

Padre de Keiko: Excelente, ¿sabes?, estamos buscando alguien indicado con el que casarte. Alguien adinerado. Nuestra familia podría pasar a una categoría superior, salir de la nobleza de bronce, ¡e incluso ascender a la nobleza dorada! Nadie se resistirá a casarse con una chica de 17 años y tan bella.

Keiko: Sí padre, será perfecto para nuestra familia.

La jovencita parecía algo deprimida y arisca, el padre cerró la puerta y la chica comenzó a leer un libro sobre la cama.

Keiko, así se llamaba esa linda mujer a la que todos los machos deseaban con solo verla una vez. Era evidente su buen cuerpo, su lindo rostro y su fuerte personalidad, su piel era tan blanca como la nieve, aunque lamentablemente la chica pertenecía a la Nobleza común o de Bronce del llamado Reino Incoloro, en el extremo norte del continente de Wildrum, sobre la Gran Llanura Central.

Keiko: Supongo que será hora de ir a dormir, pero no tengo ganas.

Padre de Keiko: Muahahaha, magnífico, magnífico, usted entonces se casará con nuestra hija.

Madre de Keiko: Seguro que estará encantada, jijiji.

Snaider: Jujuju, excelente, su hija es bellísima si se me permite decirlo. No he estado tan complacido desde hace mucho tiempo, esperaré su respuesta.

Padre de Keiko: Magnífico, magnífico, siempre será bienvenido aquí.

Snaider: No lo dudo. Adiós, que La Diosa os bendiga.

De vuelta a la habitación. Keiko estaba sobre la cama, leyendo una novela sobre caballeros y samuráis, típicas de ese país. El padre volvió a entrar.

Padre de Keiko: Con permiso. ¡Keiko, te he dicho que fueras a dormir! ¿¡Es que no me oíste!?

Keiko: Sí, lo lamento, de veras.

Keiko dejó su libro sobre la mesilla de noche y se introdujo entre las sábanas.

Padre de Keiko: Hija, hemos encontrado a la persona ideal, le encantas. Es el varón de la familia Snaider, con unos 46 años de edad, ¡pertenece a la Nobleza Dorada! Podremos ascender como es debido. Muahahahahahahahahahaha.

Keiko: Um.

El padre de Keiko reía como un auténtico lunático en aquella habitación, la chica se mostró incómoda al oír la edad de aquel sujeto. ¿Realmente se casaría con él por el interés familiar?

Entre tanto, lejos del Reino Incoloro, en una ciudad cercana al Bosque de Whilhem...

Viria: ¡Qué molestos! ¿No piensan rendirse?

Ladrón1: ¡Ha ido por aquí!

Ladrón2: ¡Vamos, es una cría!

El eco de sus voces resonó a lo largo y ancho de las callejuelas. Una muchacha era perseguida entre los oscuros suburbios en la profundidad de la noche. La adolescente se escondió bajo un puente, junto a numerosas ratas y otras alimañas cuyo hedor no era nada deseable.

Viria: Bueno, por lo menos con esto ya podré comer algo mañana... Jijiji, esos pringados no la han visto venir, a la gran gata escurridiza Viria.

Viria, una chica de corta edad, huérfana y ladrona. Pasaba una vida sumamente dura, apenas tenía dinero para comer, debía sobrevivir como fuera en aquel mundo lleno de injusticias en el que prevalecía la ley del más fuerte, y sólo contaba con la ayuda de su fiel hermano mayor, o la persona que consideraba como hermano, Ivan.

Por otro lado, en El Reino de Ferión, en una antigua casa abandonada en medio de un bosque sombrío...

Cornelius: Perfecto, con los ingredientes que me ofreció Leonard la otra vez podré desarrollar potentes armas biológicas para el ejército. Más me temo que el período de crecimiento y desarrollo de las armas durará lo suyo.

Cornelius, con aquella terrorífica apariencia, un traje voluminoso color verde oscuro y negro, más su color pálido de piel, daban a la habitación, apenas iluminada excepto por un candelabro que apenas se sostenía en el aire, un aire fantasmagórico. La sala se encontraba inundada por frascos en cuyo interior podían encontrarse miembros de seres vivos, gangrenados en algunos casos, junto con líquidos y pócimas extrañas. Un trueno resonó.

Por otro lado, al norte de Whilhem, en La Costa Oceánica, una cabaña celebraba la bienvenida de alguien en mitad de la noche. Bajo la fulgurante luz del planeta rosa.

Zetrya: Bienvenido, empezábamos a preocuparnos por ti.

Bismarck: Oh, de verás, lo lamento profundamente.

Bismarck colocó una rodilla sobre el suelo, y en un caballeroso gesto agarró la mano de la mujer, besándola momentos después. Se levantó de nuevo.

Zetrya: Los chicos del clan han estado preocupados por ti, jeje.

Bismarck: Normal es, ha sido un periplo enorme hasta Leithard, tomad, aquí tenéis la esencia de la Divinidad Lunar.

El duendecillo apareció como por arte de magia tras su hombro, invocó el bote de cristal en el cual tenía la energía del monstruo y se lo entregó a sus camaradas.

Bismarck: Fantástico, esta noche la sede del clan está más animada que nunca.

Zetrya: Sí, esto sin ti no sería lo mismo, debo admitirlo.

Al Oeste de Wildrum existía otro continente, este era incluso considerado como el Paraíso de los Sueños, pues era un casino gigante, un gigantesco centro de ocio y diversión, evidentemente, no era tan extenso como Wildrum.

Ante el bello espectáculo que tenía lugar en el estadio, donde magos expertos realizaban Hechicería de todo tipo para provocar impresionantes efectos especiales, un tipo con varias canas y dos sables a sus espaldas bebía una botella de alcohol.

¿¿??: Daril... Ya casi hace dos meses que abandonaste este mundo... Si tan solo me hubiera percatado de lo que Ferión pretendía...

El hombre bebió un profundo trago durante medio minuto.

¿¿??: Ahora todo dependerá de tu hijo, quién tiene tu legado... Comienza su historia... Lo protegeré a mi manera, en tu memoria...

Y siguió bebiendo. Por otra parte, al sur de La Costa Oceánica, al este de Wildrum, cerca de las olas en plena noche...

A: ¡No me puedo creer que haya terminado llena de arena, encima se ha secado y quedado pegada por culpa de la sal y del agua, qué asco! ¡No me jodas!

Jack: ¡Yo me preocuparía más por T.A., una banda criminal aplastada, humillada y exterminada por tres niñatos y una niña, ¿esto es un sueño!?

T: No, no lo es, hemos sobrevivido de milagro.

Jack sacó un cigarro dispuesto a encenderlo, pero fue incapaz, estaba mojado y hecho basura. Lo tiró al suelo con violencia y se levantó de la roca.

A: Bueno, hemos sobrevivido, yo me piro de compras, ¿os venís?

T: ...

Jack: Okay, voy contigo Amy, total, no tengo ningún lugar especial al que ir. ¿Thom, tú qué harás?

T: Yo creo que me tomaré unas vacaciones, y tened cuidado, que eráis los líderes de una organización criminal hasta hace unas pocas horas, o días, quién sabe.

En cuanto a Los Montes Lunares, en las entrañas del Cañón Lunar, bajo el eterno eclipse, se encontraba una cueva que pasaba desapercibida. En su interior dos jóvenes discutían con alguien, ese alguien era mayor, vestía un kimono color rojo y no daba buenas vibraciones.

Cecil: ¿Volverán a salvo Nilan y Félix?

Bel: Por supuesto, Cecil, Félix es un profesional, ¿no te impresionó hace mes y medio en el Bosque de Leithard? Digo, cuando lo de los soldados y el Capitán Ridley.

Chiu-Nan: Tranquilizaos, el encargo debía cumplirse en dos meses, llevaba todo lo necesario para cumplirlo, y es más, cuando vuelva podréis preguntarle todo lo que deseéis, tanto a él como a vuestro amigo. Mhmh. Estarán al llegar.

Unas semanas más pasaron a lo largo de la inmensa Llanura Central, a lo lejos los jóvenes que partieron tiempo atrás podían distinguir como el Sol comenzaba a desaparecer, era lentamente sustituido por la oscuridad de la noche. Estaban cerca de su destino.

Suly: Por fin, después de tanto tiempo... Quién nos iba a decir que viviríamos todo eso.

Félix: Sí, aunque deberíamos dejar ya las Kazurras, las hemos usado más de lo necesario y eso no formaba parte del negocio.

Nilan: ¿Y pasa algo por hacer eso?

Suly miró a Nilan con preocupación, Félix fue a la delantera en el viaje de vuelta a Los Montes Lunares. El grupo ya se adentró en aquel terreno color gris de las montañas nocturnas.

Félix: Sí, podrían considerarte como criminal o ladrón, y más al robar Kazurras de esta categoría...

Félix se detuvo en seco, se bajó de su Kazurra. Sus dos compañeros hicieron lo mismo.

Suly: ¿Qué había que decir?

Félix: Volved con papá.

Nilan acariciaba a su Kazurra, mientras esta le hacía algunos mimos, ¡se habían encariñado! Inmediatamente, ante las palabras de Félix, las tres aves partieron raudas de vuelta a la Llanura. Volverían a la tienda del mercader.

Nilan: Las echaré de menos...

Suly: ¿Volverán a salvo?

Suly se cruzó de brazos, la pregunta la dijo al aire, aunque evidentemente, iba dirigida para Félix. Este respondió con cierta desgana y dando varios pasos hacia adelante.

Félix: Claro, no te preocupes.

Los tres prosiguieron el último tramo de su camino. Llegaron al pueblo de Los Montes Lunares. Una vez allí los tres se reunieron en la taberna con el mineral y el cartel del encargo.

Tabernero: Vaya, me parece alucinante que lo hayáis logrado. Muchísima felicidades, os aplaudo.

Suly: No ha sido fácil.

Suly suspiró. Félix le entregó el mineral y el tabernero les entregó el dinero. Se lo repartirían entre los tres.


Un triste desenlace.
Spoiler: Mostrar
Tabernero: A todo esto, ¿no formáis parte de ningún clan, cierto?

Félix: No, lamentablemente.

Tabernero: Vaya, entonces los puntos de clan os serán anulados, una lástima. O eso debería hacer, pero me habéis impresionado tanto, que os otorgaré una tarjeta de oro con 250 Puntos de Clan, simplemente os lo merecéis.

Nilan: ¿Puntos de clan?

Tabernero: Sí, cada vez que alguien perteneciente a un determinado clan cumple encargos, se les entrega la recompensa y unos puntos de clan en ciertas tarjetas que los propios taberneros sellamos, luego las canjean y su clan oficialmente obtienen puntos. Los clanes con más puntos tienen más fama y más posibilidades a la hora de competir contra otros clanes o hacer encargos. Al no ser de ningún clan, no obtendréis puntos de clan, pero como es he dicho, esto ha sido digno de admiración, así que aquí los tenéis, cuando entréis en algún clan o fundéis uno, podréis canjearlos.

Nilan: ¡Muchas gracias!

Tabernero: En fin, os deseo mucha suerte a partir de aquí. A todo esto, tened cuidado, unos soldados de alto rango de Ferión andan por los alrededores, llevan aquí un mes y poco. Tened cuidado, no os vayan a tomar por ladrones o algo, pues han registrado a cada una de las personas del pueblo.

Félix: Muchas gracias por la advertencia.

Félix cogió su parte del dinero, su tarjeta de Puntos de Clan, y salió de la taberna. Parecía desesperado por separarse ya del grupo. Suly y Nilan recogieron el dinero restante, era un total de 400 Bíbeles, 200 para los que permanecían en la taberna y otros 200 para Félix. Acto seguido, salieron al exterior.

Suly: Bueno Nil, yo iré a comprar unas cosillas con el dinero de la recompensa, tengo hambre. Nos vemos luego y cuidado con los soldados.

Nilan: Sí, buen provecho.

Suly se fue a comer a algún restaurante de la zona. Por otro lado, Nilan se alejó un poco del pueblo, fue en dirección Oeste esta vez. Ya a una cierta distancia del poblado, se sentó sobre unas rocas y comenzó a reflexionar sobre todo lo vivido.

Nilan: ¿Habrá venido Paradox?

Entre tanto, en algún lugar profundo y oscuro de Los Montes Lunares, otro encuentro tenía lugar.

Chiu-Nan: Anda, llegaste con vida. Por lo que veo, no has aplicado el hechizo sobre ti mismo al volver. ¿No sospecharon nada?

Félix: Je, incluso desde la mina de Gravity llevo así, y... ¿Qué van a sospechar esos memos?. A todo esto, hay muchas cosas que debo contarte. Toma, parte del dinero.

Chiu-Na: Gracias, no esperaba menos de ti.

Aquel sujeto, con un kimono color rojo, extendió su brazo, agarrando diversas monedas.

Bel: ¿Entonces, ha pensado en nosotros?

Félix: Para nada, ni os ha mencionado. Yo que vosotros me iba olvidando de él. ¿Dónde está Cecil, por cierto?

Chiu-Nan: Se ha ido al pueblo, quiere verle con sus propios ojos y conversar con él.

Félix: Okey, voy adentro, necesito relajarme urgentemente, este dolor de cabeza es insoportable, no sé como no me ha estallado la cabeza.

Félix se adentró en las duchas tras tirar la tarjeta de Puntos de Clan a la basura.

Cecil: ¡Cuánto tiempo, Nilan!

Nilan: ¿Esta voz? ¡No puede ser!

Nilan se giró bruscamente. A sus espaldas, ahora ante sus ojos, se hallaba un chico de más o menos su edad, apoyado en una roca, de pie.

Cecil: ¿Ya ni recuerdas mi voz? Me parece increíble...

Nilan: P-pero... Cecil, ¿qué haces aquí? ¿Estaré soñando?

Cecil: No, no estás soñando, deja que te explique todo Nil.

Nilan: Um, adelante.

Nilan permaneció atento a cada palabra de aquel joven. Aun no podía creer que ante sus ojos se encontrara Cecil.

Cecil: Aquella noche que saliste con tu padre a cazar al bosque, invadieron la aldea. Fue difícil huir de allí, tú, por supuesto, se ve que no te enteraste.

Nilan: ¿Pero cómo...?

Cecil le interrumpió con un tono hostil, sin dejarle hablar.

Cecil: Calla, mira, ¿sabes quién nos destrozó el poblado? ¿Sabes quién asesinó a tus padres y a los míos? El ejército de Ferión. Sus soldados entraron sin previo aviso, asesinando a todo el que estuviera delante, a niños, ancianos, adultos, animales... Los únicos que sobrevivimos fuimos Bel y yo, logramos huir gracias a Tom, que se sacrificó para que pudiéramos escapar. Por un momento te dimos por perdido pero, aquí estás, con vida.

Nilan: No me lo creo, de verdad, no me lo creo...

Nilan se entristeció, algunas lágrimas surgieron de sus ojos. A pesar del viaje que había llevado a cabo, era evidente que no tuvo tiempo de pensar en ese desastre que marcaría su vida para siempre. Cecil se aproximó a él lentamente.

Cecil: Sabes Nil, nos rescató un tipo genial. Se llama Chiu-Nan. Bel ahora mismo está junto con él, en una guarida suya cerca de aquí. ¿Por qué no te vienes?

Nilan: No creo que pueda, tengo otras cosas que hacer.

Cecil se fijó en la espada que sostenía. La miró con algo de envidia.

Cecil: ¿Pero por qué? ¿Qué cosas? ¿Tan rápido te has olvidado de tus amigos? No me lo creo.

Nilan: No es eso, es que...

Cecil: Nil, mira...

Cecil se agachó frente a Nilan y lo miró a los ojos directamente, agarrando uno de sus hombros.

Cecil: ...Chiu-Nan persigue nuestros mismos objetivos, ¿por qué crees que nos salvó? Éramos los únicos supervivientes, nos encontró aquella noche cerca de la frontera de Ferión. Nil, yo quiero vengarme de lo que han hecho, no puedo pasar por alto esto, y Chiu-Nan está decidido a apoyarme, él también quiere acabar con los capitanes de Ferión. Mira, ya ha caído uno por sus argucias. ¿Por qué no te olvidas de todo eso y vienes con nosotros?

Nilan: ¿Uno? ¿A quién te refieres, al Capitán Ridley?

Nilan se secó algunas de sus lágrimas.

Cecil: El mismo, aquella mañana Chiu-Nan te vio en la frontera, te capturaron unos guardias, ¿verdad? Y un chico te salvó de ellos, ese tal Suly. Después de que huyerais el Capitán Ridley apareció por la zona, Chiu-Nan ya lo conocía de antes y entabló conversación con él. Bel y yo permanecimos escondidos entre los matorrales, pero, ¿sabes qué? Ridley cayó en su trampa, le dijo la dirección que habíais tomado y mira, está muerto, sabía que si lo enfrentaba contra ese anciano Sapien se vería obligado a perder. Es nuestra oportunidad, Nil, venga, vamos, no te despidas de ese memo mediocre que no pudo ayudarte contra el Capitán Ridley. ¡Vamos a vengarnos de lo que nos han hecho!

Cecil se levantó y le tendió la mano.

Nilan: No-no sé qué decir...

Cecil: No tienes que decir nada, solo sígueme, Nil. Vengaremos a nuestros padres, dalo por hecho. Les daremos de su propia medicina, les aplastaremos en su propio terreno.

Nilan: No, no Cecil, no. Te estás equivocando, yo no quiero hacer eso, yo quiero... yo quiero...

Nilan no sabía que pensar, aun estaba mirando al suelo impactado por lo que acababa de oír, pero tenía por seguro que no aceptaría la propuesta de su viejo amigo Cecil.

Cecil: Que no lo pienses, te he dicho, solo sígueme.

Cecil agarró a Nilan de un brazo con la intención de llevárselo por la fuerza, pero este rechazó con brusquedad a su viejo amigo.

Nilan: No, ese no es el camino que quiero seguir, en este viaje he aprendido que existe algo más que la guerra, Cecil, ¡y Suly no es ningún memo mediocre!

Cecil: ¿Cómo puedes decir eso Nil? ¿Te da igual que nuestros padres y nuestros amigos hayan muerto? ¡¿De verdad te importan una mierda?!

Nilan: No, claro que no, pero seguir su ejemplo es absurdo, solo nos rebajamos a su nivel y causamos más dolor, seguro que alguien habrá llorado al Capitán Ridley.

Cecil: Pf, tonterías, ellos no se han preocupado por nosotros. A todo esto...

Cecil cogió la espada de Nilan, que la había dejado sobre la roca. La miró por encima.

Cecil: ...bonita espada, ¿de dónde la sacaste?

Nilan: L-la encontré durante el viaje... pero devuélvemela, ¡le tengo mucho aprecio, me ha salvado la vida!

Cecil: ¿Pues sabes? Pienso quedármela.

Nilan: ¿¡Qué!?

Cecil: Lo que oyes, ¿para qué la va a querer alguien cómo tú? Yo le daré un mejor uso.

Nilan se intentó acercar, asustado, a su amigo para coger su espada, pero este le apartó de un empujón y lo tiró al suelo.

Cecil: Nil, me has decepcionado, de verdad. Puede que en otro momento nos volvamos a encontrar pero... Ya no te consideraré como el amigo que siempre fuiste, es una lástima.

Nilan: P-pero Cecil... ¿Te estás dando cuenta de lo que dices?

Cecil: Totalmente, aunque siempre estoy dispuesto a aceptar disculpas por el error que estás cometiendo, Nil. Es mejor tener aliados tarde que no tenerlos nunca. Nos vemos.

Cecil se volvió hacia las montañas con la espada, realmente pretendía robarla. Nilan se levantó, algo temeroso, triste y furioso, no le entraba en la cabeza lo que su amigo de su infancia, a quién creía muerto, estaba haciendo.

Nilan: ¡Detente por favor!

Cecil se paró en seco.

Cecil: ¿Qué?

Nilan: ¡La espada la encontré yo, dámela! ¡Cecil, no te la quiero quitar por la fuerza!

Cecil: Inténtalo, entonces. Pero de hacerlo, ya no te consideraré como el aliado que podrías haber sido, atacarme te pondría a la altura de esos apestosos de Ferión.

Nilan: No me estás dejando alternativa...

Cecil: Inténtalo, te repito. Haz lo que creas correcto, como hago y haré yo a partir de hoy.

Nilan extendió sus brazos, intentando quemar levemente el brazo con el que Cecil, su antiguo amigo, sostenía la espada. Este no se esperó tal movimiento y tiró la espada al suelo, retrocediendo y soplando la pequeña quemadura.

Cecil: ¡Nilan! ¡No me lo puedo creer!

Nilan: Yo sí que no me puedo creer lo que te ha pasado...

Nilan cogió la espada del suelo, la empuñó como solo él sabía y unas pocas lagrimas surgieron de sus ojos, era normal, el amigo que tuvo durante su infancia ahora pretendía llevar a cabo ideas casi suicidas y locas, algo diferente a lo que él pensaba.

Cecil: Sigo sin entenderte, de verdad, ¿¡no te importan nuestras familias, Nil!? Estás permitiendo que esos locos de Ferión sigan campando a sus anchas y matando a quien les convenga. No puedo comprenderte, en serio. Bueno...

Cecil se puso de pie.

Cecil: ...dejaré esta conversación aquí, puede que te hayas visto sorprendido o asustado por todo lo que te he dicho de golpe. Lo siento, pero ya lo sabes, si algún día nos encontramos, espero que hayas recapacitado bien y apoyes mis ideas. Sobrevive hasta entonces, que los capitanes de Ferión no llorarán tu muerte, eso seguro.

Nilan: Cecil...

Cecil bajó corriendo por las montañas, a los pocos segundos se perdió entre los montículos. Nilan quedó solo y destrozado allí mismo. Aunque antes de que pudiera reaccionar o decir nada, un misterioso personaje apareció de los alrededores, como por arte de magia. El individuo vestía ropajes negros, oscuros y siniestros, la katana que llevaba consigo era inmensa, temible, podría alcanzar los tres metros y medio de largo perfectamente. Nilan no supo que decir, no se esperó para nada la aparición de ese sujeto.

Kyadara: Buenas, señorito. ¿Qué tal el día? ¿O debería decir la noche? Vamos, alegra esa cara.

Ese hombre puso su mano sobre la cabeza de Nilan, intentando despejar al chico de aquel choque emocional por el que pasaba.

Nilan: ¿T-tú quién eres?

Kyadara: Sencillo, me llamo Kyadara. Un placer, ¿y tú?

Aquel hombre llevó una de sus manos al pecho, como si se diera importancia a sí mismo, la otra estaría apoyada en el mango de su katana. Nilan supo que aquel tipo era peligroso, por alguna razón.

Nilan: ¿Kyadara? Me suena tu nombre, no sé por qué. Yo me llamo Nilan.

Kyadara: Ajá, ¿y ese jovencito que huyó hace unos momentos se llamaba Cecil?

Nilan: S-sí, ¿por?

Kyadara: Vale, gracias por tu información y por delatarte. Podéis salir.

Capitán Zack: No me digas lo que debo o no hacer, no eres nadie para ordenarme nada.

Capitán Drake: Al final estas semanas esperando no fueron en vano, me hubiera deprimido si no hubiésemos descubierto nada.

Kyadara se apartó, los dos capitanes que surgieron de entre las rocas sin esperarlo y avanzaban hacia Nilan. El chico se quedó mudo y sin palabras, se vio totalmente perdido, por un momento se arrepintió de no haber seguido a Cecil, ¿hubiera sido lo correcto?

Suly: ¡Alto, no deis un paso más!

Capitán Zack: ¿Y este payaso quién es ahora? Niño, quítate de ahí.

Capitán Drake: Esto, Capitán Zack, es el hijo del Capitán Barcock, Suly...

Capitán Zack: ¿Con qué el hijo del Capitán Barock? Muy bien, pues venga, ven con nosotros. Dos por uno.

Suly: ¡No!

Kyadara: Yo diría que este niño n...

Capitán Zack: ¡Tú calla, nadie te ha dado permiso para hablar!

El Capitán Zack se aproximó furioso a los dos jóvenes, agarró el mango de su espada, pero no la llegó a desenvainar.

Capitán Drake: Señorito Suly, debería saber que su padre está muy preocupado. Ya está a salvo, no hace falta que siga con esos criminales, que le han secuestrado y obligado a actuar contra su voluntad.

Suly: Yo no he actuado en contra de mi voluntad, ellos no son criminales, ¡y no quiero volver!

Suly agarró su lanza adoptando una posición ofensiva, ahora se encontraba cara a cara con el Capitán Zack, situado a unos cinco o seis metros de él. Fue inevitable el que sus piernas temblaran.

Capitán Zack: Mira niño, tú padre nos ha pedido que te llevemos hasta tu casa, no dijo nada de llevarte de una pieza o no, así que no creo que le importe... ¡Mientras estés con vida!

El capitán desenvainó su sable, a la vez que un aura azul rodeaba su cuerpo, al igual que sucedió con el Capitán Ridley. Su sable vio invadido por unas llamas amarillentas, una energía idéntica a la que liquidó al difunto capitán. Con un rápido movimiento de mano, golpeó el suelo levantando una humareda y desintegrando todas las rocas de los alrededores, transformando el valle en una planicie.

Capitán Drake: ¿Seguirán con vida? Debemos llevarlos vivos.

Capitán Zack: Si les inutilizamos las piernas y usamos Hechicería Blanca, no creo que mueran.

Capitán Drake: Ug... Esto va a terminar mal...

El Capitán Drake tragó saliva, intimidado por las acciones de su compañero. En cuanto la humareda se disolvió en el aire, pudieron ver que un escudo de energía, color verde, protegía a los dos jóvenes, la zona en la que permanecían estaba a salvo, por el contrario, sus alrededores habían quedado devastados.

Capitán Drake: ¡Cuidado!

Capitán Zack: ¡Mierda!

El escudo de energía, inmediatamente, devolvió la energía recibida hacia los capitanes. Estos lograron evitar el impacto gracias a una cortina color naranja invocada por Zack, que bloqueó el golpe allí mismo, enviándolo bajo tierra y formando un profundo precipicio ante los pies de los capitanes.

Capitán Zack: El Sabio. Ahora se dedica a proteger a un criminal potencialmente peligroso y a secuestrar miembros de La Casa Real de la Orden. Esta usted condenado a muerte a partir de hoy, además, se le acusa de haber asesinado a un capitán de la propia Orden. ¿Qué será lo siguiente?

Kyadara: ¿Y el nombre de El Sabio a qué viene? Bueno, no creo que tenga relación con "eso".

Paradox apareció frente a los dos jóvenes.

Nilan y Suly: ¡Viejo!

Paradox: Jo, jo, jo, parece que he tardado demasiado en volver, lo último que quería era esto, una confrontación contra dos capitanes y... ¿Quién es ese?

Kyadara: ¿Yo? Me llamo Kyadara y soy un Don Nadie, ¿Sabio?

Capitán Drake: El nombre de El Sabio se le ha aplicado por su increíble habilidad para manejar todas las Hechicerías existentes, en un principio se le consideró como peligroso por algunas sospechas, pero gracias a un pacto, exactamente, el Pacto del Sabio, logró vivir en paz al sur de estas montañas. El hecho de que escondiera a un superviviente enemigo y asesinara a un capitán es motivo suficiente para que el pacto quede anulado, por lo que volverá a ser un criminal.

Paradox: Capitán Drake, usted como siempre tan obsesionado por la justicia, ¿de verdad quiere La Diosa que sea tan amable cuándo ustedes asesinan niños?

Capitán Drake: ¿Cómo dice?

El Capitán Drake retrocedió unos pasos, sin saber bien qué responder.

Capitán Zack: Ya basta de tanta cháchara, Sabio, te liquidaré aquí si hace falta, pero ese niño, Nilan si no recuerdo mal, se vendrá con nosotros hoy.

Nilan: ¡No, por favor!

Paradox: Psh, no creo que nos dejen huir, y el Capitán Zack es el más fuerte de todos los capitanes, excepto por Barock. No sé si saldremos de aquí...

Suly: ¿Cómo puedes decir eso?

Paradox: Mira bien Suly, tenemos frente a nosotros el único Hume capaz de dominar todas las Hechicerías, además, el Capitán Drake y su esgrima dragontino no son moco de pavo, y por si no fuera poco, tienen un aliado más. Yo solo no puedo protegeros de estos tres.

Paradox comenzó a sudar, extendió sus cortos brazos y su bastón frente a sí mismo, el Capitán Zack le señaló con su espada, incitándole a combatir. Sin embargo, Kyadara se adelantó en un intento de interponerse entre ambos bandos, parecía como si quisiese evitar ese enfrentamiento.

Kyadara: Querido Capitán, con su permiso, pero creo que debería dejar esto aquí.

Capitán Zack: ¿Qué dices? Quítate de en medio, novato.

Kyadara: Sí, creo que sería un error capturarles aquí, nos podrían ser muy útiles, créame. Me haré totalmente responsable de esto y, en su debido momento, los capturaré personalmente. ¿No podrá rechazar tal propuesta verdad?

Capitán Zack: ¿Utilizarlos? ... Muy bien. Tú tienes la responsabilidad, asegúrate de no arrepentirte o no terminar en nuestro punto de mira en lugar de ellos.

Kyadara: No se preocupe, puede confiar en mí.

Kyadara estuvo dispuesto a dejar libres a los criminales. Paradox sin dudarlo un momento generó un portal dimensional tras los muchachos.

Paradox: ¿Qué tendrá en mente ese sujeto para que decida salvarnos?

Suly: No importa eso ahora, ¡debemos irnos!

Suly agarró a Nilan y ambos saltaron al interior del portal dimensional. No se pudo distinguir claramente en qué lugar desembocaba.

Capitán Zack: Sabio, ya lo has oído.

El Capitán Zack se dio la vuelta, dispuesto a volver a su tierra. Drake le siguió.

Capitán Zack: Tanto esperar para nada, no me jodas...

El Capitán Zack continuó su camino protestando, por otro lado, Kyadara y Paradox permanecieron allí.

Kyadara: ¿Es que no piensas irte?

Paradox: Tú... ¿Qué te propones con esto?

Kyadara: Mira, da las gracias a que seguís con vida. Todo llegará en su momento, pero si sigues aquí, quién sabe si estarás vivo para presenciarlo.

Paradox: Sí, será mejor irse cuanto antes...

Paradox se adentró en el portal, este desapareció en el aire, dejando a Kyadara solo en aquellas cumbres.

Kyadara: ¿Y ahora, qué debería hacer?

Entre tanto, Cecil volvió a la guarida junto con Bel, Chiu-Nan y Félix.

Bel: ¡Ya estás de vuelta! ¿Cómo ha ido?

Cecil: Pues, bastante mal. Nil no aceptó lo que estábamos haciendo e incluso me atacó.

El joven mostró la pequeña quemadura de su brazo.

Chiu-Nan: Tranquilo, seguramente se vio impresionado por todo lo sucedido tan de golpe. Algún día pensará que tienes razón, Cecil. Yo también estoy en contra de Ferión y sus capitanes, no son más que una panda de hipócritas sin valores, a pesar de que prediquen todo esto de La Diosa.

Cecil: Bueno, tú tienes tus razones y yo las mías, pero perseguimos un único objetivo, y eso es lo que importa.

Cecil se sentó y Félix apareció en la sala.

Félix: ¿Cómo ha ido?

Cecil: ¿No es evidente? No está aquí.

Félix: Oh, ¿y dónde se encuentran ahora?

Cecil: No lo sé.

Bel: Bueno, Félix, habla sobre aquello tan importante que nos tenías que contar.

Félix: Oh, sí, veréis, durante el viaje y milagrosamente, logramos derrotar a la banda de T.A., además descubrimos unas ruinas subterráneas milenarias que...

Entre tanto, Nilan y Suly cayeron al suelo en otro lugar totalmente distinto. El paisaje pasó de ser una oscura montaña sin colorido alguno a ser un paraje invadido por árboles de monumental tamaño, unos leves rayos de luz atravesaban las ramas, los pájaros y el sonido del las hierbas moviéndose por el viento también se hacían notar. En definitiva, era un lugar totalmente relajante, no parecía haber peligro alguno.

Nilan: ¿Y esto dónde es?

Suly: Pues no sabría decirte...

Los jóvenes se levantaron del suelo, Nilan, al menos, se había manchado las palmas de sus manos con el musgo de la corteza. Se encontraban sobre el tronco de un árbol, de una anchura colosal, invadido totalmente por musgo y hierbas color verde. Segundos después apareció Paradox por el portal y este se desvaneció, fundiéndose con el aire.

Paradox: Perfecto, hemos llegado.

Suly: Viejo, ¿de verdad he hecho bien? En ese momento no supe que pensar...

Paradox: Suly, no le des más vueltas, ¿hubieras estado mejor allí, constantemente vigilado, o por el contrario hubieras preferido venir aquí y ser libre? De todos modos, lo hecho, hecho está, no le des más vueltas.

Suly: En fin.

Nilan: ¿Y dónde estamos ahora? ¿Por qué nos pidió ausentarnos dos meses pudiendo hacer esto?

Paradox: Sencillo, porque si lo hubiera hecho en ese momento, no me hubieran dejado entrar, debía asegurarme yo solo la entrada, y sin usar Hechicería para demostrar mi lealtad. Me temo que ahora estaréis totalmente a salvo.

Nilan: ¿Eh? No he entendido bien...

Paradox: Lo veréis por vosotros mismos, solo avanzad.

Los tres avanzaron a lo largo del tronco, entre el follaje y la espesura pudieron ver una gran puerta de piedra, llena de moho a lo largo y ancho de su estructura. Era antigua, saltaba a la vista, la misma era color amarillento, casi blanco, llevaba dibujados varios símbolos sobre ella.

Paradox: Hemos llegado, a mi tierra. Aquí podréis vivir en paz hasta que seáis capaces de valeros por vosotros mismos en el mundo exterior. Bienvenidos a la capital de los Sapien, la polis del conocimiento y del saber, Whilhem.


Fin del capítulo primero.



Bestiario:

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Soldados de Ferión-> Soldados pertenecientes al inmenso ejército del Reino de Ferión. Esta clase de soldados comunes que forman gran parte de sus filas normalmente van equipados con un equipo básico, como espadas o arcos, sus armaduras son resistentes pero no se llegan a comparar con las de unidades más avanzadas, además son incapaces de usar hechicería, cosa que ya dice mucho de sus capacidades. Se cuenta que el ejército de Ferión posee actualmente unos tres y medio billones de estos soldados, pero las fuentes no son seguras ya que debido a la inmensa cantidad, se perdió la cuenta hace muchas décadas.

Cría de Mandrágora-> La cría de Mandrágora pertenece evidentemente a la familia de las Mandrágoras, criaturas con un curioso aspecto de flor y planta. Su capacidad para alternarse con el medio ya se puede apreciar desde la corta edad que poseen estas criaturas, gracias a sus raíces son capaces de absorber grandes cantidades de nutrientes del suelo y así crecer. Su hábitat natural es desconocido, ya que hasta la fecha nadie ha podido presenciar una cría de Mandrágora en persona… se dice que las Mandrágoras adultas las ocultan a buen recaudo en lugares alejados de la civilización para que puedan crecer alimentándose de bestias feroces… las crías ya muestran una agresividad y competitividad propia de la especie, son cazadoras en toda regla y gracias a su camuflaje natural son capaces de devorar pequeñas presas rápidamente, el período aproximado de esta etapa de la Mandrágora es desconocido.

Centrílope-> Criatura de pelaje amarillo, posee una estructura física similar a un can. Normalmente esta clase de criatura viaja en manadas de hasta mínimo 10 miembros en cada una y son principalmente carnívoros. Atacan sin dudarlo a cualquier presa que entre en su territorio, su hábitat natural suele encontrarse en la zona sur del reino de Leithard y la frontera de Ferión.

Guardianes de la Orden-> Soldados de élite pertenecientes al titánico ejército de Ferión y encargados de proteger con sus vidas a la Orden. Estos soldados poseen equipos mejor elaborados y resistentes que la mayoría de los soldados comunes. Solo aquellos que han pasado un riguroso y difícil entrenamiento merecen estar entre las filas de esta categoría superior de soldados. Además de emplear con destreza sus armas y poseer una resistencia asombrosa, son capaces de usar hechicería a un nivel medio. Como diferencia respecto a otras clases de soldados, el número de guardianes es muy reducido.

Mercenarios de T.A-> Grupo de mercenarios pertenecientes a T.A. Esta clase de sujetos suelen ser normalmente agresivos y violentos, puesto que en su mayoría fueron en el pasado o son actualmente peligrosos criminales con altas recompensas por sus cabezas, aunque más que famosos criminales, entre sus filas suelen abundar bocazas sin remedio. Destacan por sus llamativas armaduras muy similares a las empleadas por los samuráis.

Batham-> Diminuta criatura aérea que se dedica a habitar Los Montes Lunares en busca de presas inocentes. Debido a su afinidad por los lugares húmedos y oscuros, ha permanecido y crecido durante siglos en estas montañas, llegando a desarrollar un extraordinario sentido del olfato y del oído. A la hora de cazar a sus presas se dice que emplea un chirrido imperceptible por el oído humano, pero debido a la gran frecuencia de las ondas sonoras puede provocar estragos en el cerebro de sus víctimas, modificando su sentido del equilibrio o su percepción, entre otras cosas. Pese a estas habilidades no es más que una criatura pequeña y débil.

Ferrasco-> Criatura de tamaño no muy considerable, posee un cuerpo formado por minerales, acero o rocas. Es un ser lento pero a su vez resistente y muy poderoso, ciertos estudios han demostrado que debido a su composición logran adquirir una fuerza sobrehumana, todo aquello con lo que impactan es devastado y aplastado sin compasión. Su punto débil es el agua, se ha comprobado que el contacto de estas criaturas con dicho elemento las debilita considerablemente o incluso las deshace. Su principal hábitat son las montañas, donde son muy comunes.

Divinidad Lunar-> Ente formado principalmente por energía lunar. Habita en lugares donde la presencia de la Luna o de los astros se mantiene firme, por eso el único lugar conocido donde se podrían hallar es en Los Montes Lunares. Esta clase de entes normalmente son pacíficos y son extremadamente raros de ver ya que evitan el contacto con otros seres vivos, pero en cuanto detectan una fuerte presencia de energía en sus alrededores, no dudan un instante en acudir a ella. Son capaces de absorber toda energía mágica que halla cerca, por eso ninguna clase de hechicería funciona frente a ellas, basan sus ataques en energía, con haces luminosos de color azulado celeste casi blanco, hiriendo gravemente a sus enemigos, pero no físicamente, sino espiritualmente, dañan el espíritu de la persona que es atacada por ellos, impidiéndole realizar hechicería alguna por un tiempo. Solo pueden ser derrotadas mediante el uso de hechicería muy superior, ya que son incapaces de absorberla inmediatamente. Se rumorea que su energía es capaz de sumir en un profundo sueño a todos aquellos que mantengan contacto con la misma, por eso su energía es tan codiciada por algunos coleccionistas chiflados o aficionados.

MegaFerrasco-> Categoría superior de Ferrasco. Tiene un cuerpo mucho más grande que un Ferrasco común, posee una curiosa mandíbula y brazos de piedra con forma elíptica. Su peso es tan grande que es capaz de derribar montañas o murallas con coger carrerilla e impactarlas. También suele emplear grandes saltos para desestabilizar a sus enemigos. Abundan sobre todo en Dishael y el Reino de Argón. A pesar de su gran tamaño y sus descomunales habilidades físicas, siguen siendo débiles ante el agua o el hielo.

Escorpión de Arena-> Crustáceo desértico. Esta especie es capaz de vivir en la arena y alimentarse de los nutrientes que lleva la misma en sus diversos minerales, por esta razón es común verlos en Argón o Dishael. Posee dos grandes pinzas y una cola con aguijón, cualquier contacto físico con las extremidades de la criatura puede resultar fatal, ya que en las mismas segrega de manera continua un potente ácido, capaz de provocar alucinaciones, fiebre o espasmos musculares en sus víctimas.

Monstruo desconocido-> Colosal criatura que habita en unas ruinas milenarias bajo tierra. Se desconoce su procedencia o identidad, nadie hasta la fecha ha podido confirmar su existencia. Su color de piel es muy similar al del entorno en el que habita, negro, por tanto es muy probable morir sin saber que la criatura puede estar detrás de ti.



Lugares:

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Frontera Ferión-Leithard-> Montañas ubicadas al sur del reino de Leithard y al noroeste de Ferión. Hacen a su vez como frontera entre este reino y el de Ferión. Entre las rocas y túneles se puede apreciar un gran paisaje acerca de los bosques y ríos situados a sus pies. Cada día numerosos mercaderes atraviesan la zona para pasar de reino en reino y gracias al incesante trabajo del ejército por liquidar a las criaturas de la zona, se ha logrado que el número de turistas vaya en aumento.

El Bosque de Leithard-> Pequeña foresta que se extiende al sur del reino de Leithard, comunica justo con la frontera del reino de Ferión. A lo largo del bosque se pueden observar a ciertos cazadores y animales inofensivos de todo tipo rondando por la zona, la única especie peligrosa que ha logrado mantener su supervivencia aquí son los Centrílopes, que viajan en manada. El bosque consta de pequeños riachuelos, estanques y hongos de diversas formas y colores, por no mencionar el colorido verde de las hojas en las copas de los árboles y el follaje que es capaz de alcanzar una altura de 1 metro en algunas zonas, un tranquilo y plácido lugar para acampar un fin de semana.

Cabaña Misteriosa de Paradox-> Cabaña de peculiar aspecto situada al norte del Bosque de Leithard, en el extremo sur de Los Montes Lunares. Es el anciano conocido como Paradox o “El Sabio” quien vive en esta peculiar vivienda, normalmente solo, aunque se rumorea que misteriosos e intrigantes sujetos han entrado y salido de la misma en diversas ocasiones pero el anciano ha negado rotundamente la veracidad de esa información. La cabaña destaca por un peculiar humo color rosa que sale de su chimenea y su aparente acogedor aspecto exterior. Ha sido “El Pacto del Sabio” el encargado de permitir a Paradox vivir en semejante yermo por razones desconocidas oficialmente. Se rumorea además que la cabaña de Paradox posee un misterioso poder sólo conocido por su inquilino.

Los Montes Lunares-> Enorme cadena de montañas y sierras que a su vez ocupan prácticamente todo el territorio este del Reino de Leithard. La característica de dichos montes es su eclipse eterno, están siempre bajo la luz de una luna que por razones desconocidas, se ha mantenido en dicha posición desde hace milenios e impide el paso de la luz solar a los montes, gracias a esta curiosa cualidad, los montes se han vuelto un lugar inhóspito en gran parte de su territorio debido a las duras condiciones meteorológicas o incluso a la fauna letal que ha surgido allí… Entre los montes, destaca un diminuto pueblo encargado de ofrecer llamativos servicios puesto que es el único pueblo del mundo que pasa 24 horas diarias bajo la luz lunar. Los montes por otro lado, hacen conexión entre el Reino de Leithard y la Gran Llanura Central. Se dice que los Montes han servido a numerosos criminales como cobijo durante muchas décadas, el ser una zona incontrolada oficialmente y la escasa presencia del ejército precipitaron dichos actos. Paradox antes de encontrarse con los dos jóvenes, vivía en el extremo sur de los ya mencionados montes.

Gran Llanura Central-> Inmensa llanura de alucinantes dimensiones, se especula que rondan sobre los 500 Kilómetros de radio. Abarca todo el territorio central del continente de Wildrum, de ahí su imponente nombre. La llanura ofrece una fauna variopinta, desde animalillos inofensivos hasta criaturas de gran poder, como dragones. Se puede acceder a la llanura desde cualquier reino, ya que todos rodean esta inmensa planicie sin gobernante, el Reino de Ferión queda al sur, el Reino de Leithard al Oeste, el Reino de Argón al este y el Reino Incoloro al norte, entre muchos otros... En la llanura a parte de su letal o calmada fauna, uno se puede encontrar desde maquinarias de otros tiempos, ya en desuso y sin nombre, como ruinas de civilizaciones pasadas devastadas por la guerra, o incluso el famoso Lago de Cristal que ha permanecido imponente al paso del tiempo en el centro de la llanura. Normalmente el clima suele variar sin depender de la zona, un día puede estar soleado en el sur y nevando en el oeste y al día siguiente invertirse la situación, un lugar tan grande como las sorpresas que depara, aunque el paisaje sea en general idéntico.

Reino de Argón-> Reino situado al este de la Gran Llanura Central. Es un reino de grandes dimensiones, a pesar de ser una tierra en su mayoría yerma y rocosa. El reino en las últimas décadas ha sufrido una constante pero lenta pérdida de habitantes, que incapaces de vivir aquí, ya sea por la falta de alimentos como de trabajo o prestigio, ha llevado al propio reino a una situación de decadencia, sin importar el fuerte aguante del Gobierno. El reino de Argón formado principalmente por montañas, minas y factorías propias de una importante revolución industrial ocurrida tres siglos atrás, la mayoría de ellas en desuso, mantiene una posición difícil con su vecino Ferión, que desea apropiarse de las minas o máquinas ya abandonadas para aumentar la producción tanto de armamento como de minerales, dicha situación ha provocado varios conflictos en el interior del reino, promoviendo guerras sociales que van en aumento. Un reino que comienza a dejar su gran prestigio en el pasado y se torna en una tierra yerma, triste y desoladora...

Riscos de la Sequía-> Paso rocoso de grandes dimensiones, abarcan prácticamente toda una región dentro del Reino de Argón. Una zona llena de pasos rocosos y montañas, siempre bajo la intensa mirada del Sol, en su interior se hallan varios pueblos, la mayoría deshabitados, sin mucho que ofrecer. La gente que habita la zona normalmente suele ser pobre o mercenaria, por lo que la vida aquí se ha hecho muy difícil pero a la vez tranquila. En el interior de esta región montañosa se encuentra una importante mina, la Mina de Gravity, ya abandonada, que tuvo gran prestigio en el pasado. Actualmente unos misteriosos sujetos se han apoderado de la misma, así que nadie sabe con certeza que se cuece en su interior. Esta región apenas presenta flora de ninguna clase, el noventa y ocho por cierto de su territorio es yermo y seco.

Mina de Gravity-> Mina abandonada ubicada en los Riscos de la Sequía. Se trata de una mina que obtuvo un gran prestigio internacional durante el pasado, en la famosa revolución industrial que sufrió el país siglos atrás. Actualmente está en desuso y completamente abandonada, la mina contenía un útil mineral llamado “Gravity”, que con el tiempo se especula que desapareció de su interior, ya fuera por el gobierno del reino o por constante asaltos ilegales. Desde hace unos años, unos extraños sujetos de no muy buenas intenciones se han apoderado de la entrada a la mina y de sus alrededores, por lo que nadie ha descubierto aun que sucede en sus entrañas. El gobierno del reino de Argón ha enviado a numerosos espías, ya que el apoderarse de una mina en desuso ha llamado algo la atención, pero debido a las altas temperaturas, el terreno hostil y la alta vigilancia, nadie ha vuelto ni ha informado de nada, razón por la que el gobierno finalmente perdió interés en dicha mina.

Ruinas ancestrales-> Misteriosas ruinas ubicadas, aparentemente, bajo tierra. Se desconoce totalmente cualquier cosa sobre las mismas, puesto que ningún explorador que se haya adentrado ha salido con vida, y solo existen rumores. En su interior se puede apreciar un tenebroso paisaje cubierto de monumentos derruidos y rocas oscuras, como si de una inmensa polis del pasado se tratase. En la inmensidad de la oscuridad solo se puede apreciar la misma, ni si quiera se ve en el horizonte o en el cielo un límite, la oscuridad invade todo lo que alcanza la vista. Al parecer, una misteriosa criatura de gran poder custodia las ruinas por alguna razón, se desconoce, como es evidente, la raza de dicha criatura. Existen cuentos y leyendas sobre la manera de escapar de las ruinas, infinitos pasajes subterráneos las invaden como si de raíces se trataran, dichos pasajes poseen canales de agua subterráneos, se desconoce el destino de estos olvidados manantiales subterráneos.

Dishael-> Inmenso desierto. En el pasado fue una zona más del Reino de Argón, pero debido al paso del tiempo y los problemas internos del propio reino, esta región terminó en el olvido, pasando a ser una tierra desértica, invadida por las tormentas de arena y peligrosos enemigos, como por ejemplo ladrones en busca de reliquias o monstruos feroces. En algún lugar del desierto se encuentran las ruinas de un antiguo templo donde rendir culto a La Diosa, ahora no es más que el cuartel general de los Bal Abadh, repudiados por el resto del mundo. Se dice que más allá de dicho templo no hay más que mar.



Cosas de interés:

Spoiler: Mostrar
La Orden-> Poderosa institución dominante del Reino de Ferión. Todo el reino está bajo los poderes de La Orden, las leyes están regidas por la misma y la vida de sus ciudadanos también. La Orden aparte de dirigir el ejército del reino y controlar absolutamente todo, tiene su propia hechicería, que es totalmente privada, solo es disponible para la clase de soldados que hayan llegado al rango de Capitán, aunque se rumorea que otras personas han sido capaces de emplearla.



Personajes:

Spoiler: Mostrar
Paradox(1)-> Ser de muy avanzada edad, es parte de la raza de los Sapiens. Posee rasgos característicos de su raza, como una baja estatura, una sorprendente longevidad y una piel algo tosca color verde. Paradox también es conocido como El Sabio por alguna razón, su nombre original por ahora es desconocido. Se calcula que su edad ronda los 400 años y es un excelente maestro en todas las clases de Hechicería. Actualmente reside en una peculiar cabaña en el extremo sur de Los Montes Lunares.

Capitán Ridley(1)-> Uno de los capitanes de la Orden del Reino de Ferión. Hombre de 29 años de edad bastante respetado y temido. Como capitán, posee diestras habilidades tanto en el manejo de su sable como de hechicería, aunque no es experto en ella, es capaz de emplear hechicería azul (invocando un Hipogrifo), negra, blanca y la propia de la Orden. Pertenece al departamento de justicia número cinco dentro de la Orden, llevando a muchos a considerarlo el “Capitán Número cinco”. A pesar de sus habilidades y su reputación, su arrogancia fue la encargada de mostrarle el final de sus días.

Félix(1)-> Joven de 19 años de edad. Se encontró con Paradox, Nilan y Suly en Los Montes Lunares tras la llegada del trío a los mismos. El joven tiene una constitución algo endeble y no parece ser muy fuerte, psicológica-mente es inocente y noble, a pesar de ser extremadamente inteligente. Domina con una excelente destreza la hechicería Blanca, aunque parece ser que sólo es afín a la misma. Tras las presentaciones, Félix confirmó ser de Zyria, la ciudad de las nubes y la tecnología, pero el anciano Paradox notó algo extraño en él. ¿Quizá guarde algún secreto?

Alyse(1)-> Pequeña niña habitante de un pueblo situado en Los Riscos de la Sequía. Vive en una familia sumamente pobre, con su padre Horacio y su madre Alisia. Su nombre está inspirado en el nombre de la madre. La niña conoce a Nilan y el resto del grupo por casualidad entre las montañas al intentar huir de un miembro de T.A., Stev, puesto que su padre no pudo pagar la cuota mensual de su vivienda fue condenada a ser secuestrada por dicha banda. La niña a pesar de su inocente y dócil aspecto puede emplear potentes hechizos de Hechicería Verde, Hechicería poco común. Por alguna razón sus padres le han prohibido utilizar sus habilidades, ¿guardará algún que otro secreto para que deba seguir estas estrictas normas? Fue Jack quién asesinó a su madre ante sus ojos.

Horacio(1)-> Padre de Alyse. Vive en un pequeño pueblo en Los Riscos de la Sequía, en Argón. Es pobre y humilde, dedica su vida a cuidar de un ganado con el que obtiene beneficios mínimos. Cayó en depresión al enterarse sobre la muerte de su mujer, Alisia. Parece mantener buenas migas con Augusto.

Augusto(1)-> Hombre de avanzada edad, ronda los 45 años. Piel morena y cabello blanco, fuerte constitución física y simpático. Este hombre dedica su vida a trabajar en la Mina de Gravity, ya en desuso, pero como la banda de T.A. lo mantiene como vigilante de dicha mina, sobrevive como puede trabajando, muy a su pesar, para la organización criminal. Poco más se sabe sobre él. Parece mantener buenas migas con Horacio, el padre de Alyse.

T(1)-> Líder de T.A., basa su nombre en la primera sigla de dicha organización, aunque también hace referencia a su verdadero nombre, Thom. Hombre alto y delgado, porta una armadura y un hacha hechas de Adamantium, un mineral sumamente resistente y raro. Sus habilidades físicas de combate son demoledoras, es capaz de abatir a cualquier enemigo por muy resistente que sea, como contra, es incapaz de enfrentarse a enemigos basados en hechicería, como por ejemplo las divinidades. Suele estar callado, no le gusta exaltarse y actúa siempre a conciencia de lo que hace.

A(1)-> Líder de T.A., basa su nombre en la segunda sigla de dicha organización, aunque también hace referencia a su verdadero nombre, Amy. Mujer de baja estatura y delgada, no muy dotada, causa que ha llevado a sus compañeros a burlarse de ella. Porta consigo dos dagas que maneja con destreza, sumando su agilidad, se convierte en una potencial asesina. Suele emplear ciertos venenos en sus armas para liquidar a sus enemigos al mínimo contacto. Es extrovertida y se altera con demasiada facilidad.

Jack(1)-> Líder de T.A., a diferencia de sus dos subordinados más fieles, T y A, este no basa su nombre en ninguna sigla. Es un hombre rubio, delgado y pálido, siempre porta un rifle con él. Es capaz de emplear Hechicería Naranja, pero a un nivel mínimo, a pesar de esto, su hechizo para duplicar la velocidad junto con su rifle hacen una combinación letal y mortífera, no en vano es el líder de T.A. Suele perder los papeles antes situaciones inesperadas, es arrogante y confía en sí mismo, a pesar de que no confíe en los demás.

Kyadara(1)-> Misterioso individuo de vestimenta oscura y siniestra, porta con él una katana de grandes dimensiones. Poco se sabe sobre él y su procedencia, excepto que coopera de alguna manera con el ejército de Ferión y fue el auténtico líder de T.A. En Los Montes Lunares permitió que Paradox y sus dos aprendices sobrevivieran al ataque del Capitán Zack por alguna razón. ¿Qué pretenderá con todas sus acciones?

Cecil(1)-> Mejor amigo de Nilan durante su infancia, pareció sobrevivir al asedio que se llevó a cabo en su país, Mystical. Fue rescatado por un extraño individuo que odia a Ferión y ha sido influenciado por sus objetivos para buscar venganza, sin embargo, Nilan no pensó igual, por lo que ahora están confrontados.

Bel(1)-> Mejor amiga de Nilan durante su infancia, pareció sobrevivir al asedio que se llevó a cabo en su país, Mystical. Fue rescatada por un extraño individuo que odia a Ferión y ha decidido acompañar a Cecil. Le preocupa bastante la relación que tienen Nilan y Cecil, pues teme que lleguen a enfrentarse el uno con el otro.

Chiu-Nan(1)-> Misterioso individuo que por algunas razones detesta al imperio de Ferión, y ha intentado manipular a Cecil y Bel para que le ayuden en su tarea. Está aliado con Félix, aunque se desconocen los motivos para que el chico le apoye en una causa tan sangrienta.
Última edición por Tsuna el Jue May 02, 2013 12:09 pm, editado 57 veces en total
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Re: Destiny

Notapor Deja » Sab May 05, 2012 5:43 pm

DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD: Está guay, pero he visto bastantes fallos xDD Me parece extraño que utilices ahí los diálogos en plan teatro, o como se llame el género, y los juntes con la prosa. A ver como sale ^^

Pensé que Suly era una mujer D: que fallo. Másmolaría. Vamos a ver, te voy a escribir todo lo que está mal o lo que cambiaría yo, si no te gusta te jodes (?) y bailas (??) pero no te quejes.

A ver... ¿Fallos?

Quién sabe por qué razón…

él no dijo nada, ni tenía ganas de hablar después de lo sucedido…
[Quedaría mejor un (Él, ni dijo nada, ni tenía ganas de hacerlo después de lo sucedido), pero bueno, cada uno tiene su estilo]

Spoiler: Mostrar
Prosiguieron con su camino, él no dijo nada, ni tenía ganas de hablar después de lo sucedido… frente a sus narices se podía observar el final del camino, un gran puente se abría paso bajo sus pies, un puente colgante que parecía estar en buen estado, pero con aquella tormenta, ¿quién sabe si ese buen estado sería de fiar? (Vaya puta parrafada sin puntos XDD. Después de los puntos suspensivos estaría bien poner "Frente" con mayúscula, en plan... no tiene mucho que ver una cosa con otra.


¿sí que llueve hoy e?
(Supongo que se diría así: "Sí que llueve hoy, ¿eh?" o "¿Sí que llueve hoy, eh?" Pero sin duda, ese e lleva hache.

Pero aquel personaje pareció detenerse en seco al escuchar aquellas palabras
Repites el determinante "aquel" dos veces xD

¡Espabila, miserable!
Coma.

¿Pero quién este ahora?
(¿Querrías decir "¿Pero quién es este ahora?"? Es que si no, no lo entiendo xDD)

¡Cómo si alguien como tú pudiera vencerme!
Ese como no lleva tilde ^^

¿Que adónde voy?
Que no llevar tilde, cosa mala D:

En definitiva, usas muy pocos puntos, y, además, siempre que pones puntos suspensivos continuas con minúsculas. No es que esté mal, pero a veces deberías usar mayúscula. Qué más... ¡Weh! Fíjate en todo eso ^^ y ya responderás, no hay prisa.

P.D.: ¿Soy yo el que mencionas indirectamente al principio? D:
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Re: Destiny

Notapor Tsuna » Dom May 06, 2012 3:06 am

Vaya... muchas gracias por dejar claros los fallos, ya te he mencionado que usaba Word para esto, ¿no? así que no es de extrañar en algunas cosas porque el programa a veces no reconoce palabras o las toma como mal (Jesucristo sin mayúscula lo toma como falta, el Word y el Google Chrome adoctrinan indirectamente D:). Algunos fallos que comentas los he corregido en capítulos posteriores... y sí, me llamó la atención el usar un diálogo así *^*

No, Suly es un pivito de 17 años, creo recordar vagamente porque lo mencioné muchos capítulos más adelante, en fin... lamento los fallos, pero es lo que tiene escribir a altas horas de la madrugada, a todo esto... sí, me he dado cuenta de que uso demasiados puntos suspensivos xD
Me alegro de que te haya gustado :)
PD: Sí, eres tú, date por aludido, no en serio, es que realmente eres el único que "conozco" del foro, ¿quién más iba a ser?
PD2: Creo que esto va demasiado lento al publicarlo cada semana ya que solo son dos hojas de word por capítulo, pero si publico dos capítulos a la semana, me da más presión, ¡qué dilema!
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Re: Destiny

Notapor Deja » Dom May 06, 2012 3:11 am

¡Dos a la semana! Es el mejor formato ^^

P.D.: (La posdata se escribe así (?), en serio, sí que se designa así xD) Vale, entonces soy yo. ^^
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Notapor Tsuna » Dom May 06, 2012 4:01 am

Deja escribió:¡Dos a la semana! Es el mejor formato ^^

P.D.: (La posdata se escribe así (?), en serio, sí que se designa así xD) Vale, entonces soy yo. ^^



Me parece bien, uno el sábado y otro el domingo, así que ahora mismo actualizaré.
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Notapor Deja » Dom May 06, 2012 4:04 am

Pero ya hay dos capítulos, ¿no? D: Entonces este valdría por el de sábado y el del domingo. ¿No?

Osea, yo supongo que eso son dos capítulos diferentes porque están separados y tal...
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Notapor Tsuna » Dom May 06, 2012 4:06 am

Deja escribió:Pero ya hay dos capítulos, ¿no? D: Entonces este valdría por el de sábado y el del domingo. ¿No?

Osea, yo supongo que eso son dos capítulos diferentes porque están separados y tal...


Sí, pero el primero es debido a que ya lo publiqué en "quiensabedonde" la semana pasada, pero bueno, si te parece bien no lo publico y ya, mejor para mí.
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Notapor Deja » Dom May 06, 2012 4:08 am

DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD: Publica, haz como quieras xDD. De todas formas, me dispongo a buscar "quiensabedonde" en google para leerlo. Así que no te molestes (?)
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Re: Destiny

Notapor Tsuna » Dom May 06, 2012 4:12 am

Deja escribió:DDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD: Publica, haz como quieras xDD. De todas formas, me dispongo a buscar "quiensabedonde" en google para leerlo. Así que no te molestes (?)


"quiensabedonde" es otro lugar privado del que ya te comente algo el otro día, no te molestes, bien, publicaré pues.
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Notapor Deja » Dom May 06, 2012 2:58 pm

La criatura golpeó con fuerza a Suly, que le estaba dando la espalda, en su espalda (valga la redundancia)… aquel latigazo podría haberlo partido por la mitad, pero por alguna razón, apenas se había inmutado excepto por el pequeño gesto de dolor que hizo, quizá se estuviera haciendo él fuerte.


DDDDDDDDDDDD: ¡Qué mal! XDDD, lo de "valga la redundancia", no lo deberías poner NUNCA. Los paréntesis no sirven para hablar con los lectores D: ¿O lo ha dicho el escritor? ¿Esa oración queda bien dentro de la otra? ¿En qué pensabas cuando la pusiste? XD

Y si no quieres redundar pues... "La criatura golpeó con fuerza a suly. Lo había pillado por la espalda, indefenso."

¿No? XD Lógicamente, si está de espaldas, le da por la espalda D: ¿O no?

En cuanto al resto... USA PUNTOS TIO. XDDD Hay párrafos que sólo llevan comas, y además llevan demasiadas comas. Creo que algunas de ellas son innecesarias. Con puntos no me refiero a puntos suspensivos, que también usas bastantes D:
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Re: Destiny

Notapor Tsuna » Dom May 06, 2012 6:10 pm

Deja escribió:
La criatura golpeó con fuerza a Suly, que le estaba dando la espalda, en su espalda (valga la redundancia)… aquel latigazo podría haberlo partido por la mitad, pero por alguna razón, apenas se había inmutado excepto por el pequeño gesto de dolor que hizo, quizá se estuviera haciendo él fuerte.


DDDDDDDDDDDD: ¡Qué mal! XDDD, lo de "valga la redundancia", no lo deberías poner NUNCA. Los paréntesis no sirven para hablar con los lectores D: ¿O lo ha dicho el escritor? ¿Esa oración queda bien dentro de la otra? ¿En qué pensabas cuando la pusiste? XD

Y si no quieres redundar pues... "La criatura golpeó con fuerza a suly. Lo había pillado por la espalda, indefenso."

¿No? XD Lógicamente, si está de espaldas, le da por la espalda D: ¿O no?

En cuanto al resto... USA PUNTOS TIO. XDDD Hay párrafos que sólo llevan comas, y además llevan demasiadas comas. Creo que algunas de ellas son innecesarias. Con puntos no me refiero a puntos suspensivos, que también usas bastantes D:


Lo escribí sin la intención de publicarlo, y no tengo ganas de re-hacerlo todo, así que a joderse se siente.
Te quedas con lo que hay xD
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Re: Destiny

Notapor Deja » Dom May 06, 2012 7:56 pm

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Entonces, ¿no quieres críticas? Si es así ponlo en el post principal. En ese caso, sólo te señalaré faltas de ortografía y tal.

La crítica práctica hace la perfección.
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Re: Destiny

Notapor Tsuna » Lun May 07, 2012 12:48 am

Deja escribió:As you like

Entonces, ¿no quieres críticas? Si es así ponlo en el post principal. En ese caso, sólo te señalaré faltas de ortografía y tal.

La crítica práctica hace la perfección.



Creo recordar que ya te mencioné algo esta tarde, por muy borde que pueda sonar, en realidad te lo agradezco xD
Si me conocieras un poco, sabrías que realmente tengo en cuenta lo que dices, pensaba corregir los fallos cuando tuviera tiempo y ganas, cosas que casi nunca hay(sobre todo la primera) :(
En fin, se agradece tu esfuerzo, que lo sepas.
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Re: Destiny

Notapor Tsuna » Sab May 26, 2012 2:37 am

Olé, ya he publicado un capítulo nuevo extra para compensar mínimamente mi ausencia, hoy (ya es sábado) subiré otro, y el domingo otro más, Deja, agradecería que me corrigieras si tal, leeré tu fic inmediatamente :)
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Re: Destiny

Notapor Deja » Mar Jun 26, 2012 5:11 pm

Omg define más las situaciones y todo eso, casi me pierdo con la manada de centrílopes.
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