Hitori abrió los ojos, percatándose repentinamente de que se había quedado dormido. Supuso que era natural: se encontraba exhausto por todos los acontecimientos del día, y la tranquilidad de aquella zona, junto con el hermoso paisaje, habían aumentado sus ganas de dormir. Se irguió, sentándose con las piernas aún extendidas, y miró a su alrededor. Había más gente que antes. Un chaval sentado en el césped, otro con una bufanda en un banco, cerca de la pequeña criatura azul a la que no había prestado mucha antención antes, que hablaba con Dejay, la chica que había conocido horas antes. El otro joven que, cuando había llegado, hablaba con el ser azul, se había ido, aparentemente.
Miró nuevamente al horizonte, aburrido y un tanto agotado todavía. Tras distraerse un rato invocando y haciendo desaparecer su Llave repetidas veces, sin motivo ninguno, se levantó y, con paso lento, salió de la zona, deseando llegar a su dormitorio y acostarse en una cama cómoda y caliente.
Salgo, pues, del libre. To' chulo yo, que no me relaciono con nadie y duermo mientras hacen ruido (?)