[Ciudad de Halloween] Nada por aquí, nada por allá.

[Sombra]

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Prólogo de Alec Ocus

Las noches de Ciudad de Halloween eran normalmente frías, oscuras y sobre todo, escalofriantes. Aunque en aquel mundo, lo escalofriante era justamente lo más reconfortante que pudiese existir.

Hombres lobo, vampiros, fantasmas... La lista de seres sobrenaturales que habitaban aquel mundo era casi infinita, aunque había unos en concreto, tal vez los más "normales", los brujos y brujas.

En aquel grupo entraba Alec Ocus, uno de los pocos seres con apariencia totalmente humana de la siniestra ciudad. En aquel momento, se encontraba en la plaza de la guillotina, donde un pequeño grupo de niños-esqueleto le observaban admirando sus increíbles trucos de magia con cartas. Seguramente creerían que estaba usando magia real, sin embargo él tan solo estaba empleando hábiles movimientos con las manos que hacían creer en las ilusiones que formaba con solo sus palabras y sus acciones.

Llevaba bastante tiempo allí, enseñando sus trucos, seguramente le volverían a reñir en cuanto se pasase por la clase de magia por lo que debía ir pensando si debía seguir allí o si volvería a la clase.

[LightHelco]

Aquellos niños de la plaza se lo estaban pasando genial con mis trucos, cosa que hizo que se me fuera el tiempo y no me diese cuenta de que tenia una clase de magia en unos minutos, aunque me olvide enseguida, odiaba esas aburridas clases en las que la bruja encargada parloteaba sobre los tipos de magia y diferentes brujas y brujos que la usaron. Materia inútil que yo no necesitaba.

Era verdad que a mi edad tendría que haber sabido algún que otro hechizo, pero siendo sinceros, no me interesaba aprender magia, al contrario los trucos como los que les estaba mostrando a los pequeños me apasionaban, como conseguía engañar a sus curiosas mentes de forma tan simple…una aguda voz me saco de mis pensamientos y mire disimuladamente y sin perder los nervios a toda la plaza hasta que alcance a ver a una de las brujas montada sobre su escoba mientras gritaba mi nombre. Tenia que salir de allí cuanto antes o me llevaría una muy grande.

- Y con este ultimo conjuro, hemos finalizado el numero de hoy. – dije recogiendo las cartas y guardándolas en el bolsillo del pantalón. – Y ahora si me disculpáis, debo atender otros asuntos urgentes, disfrutad de la noche, jovencitos.

Haciendo una reverencia con el sombrero a modo de despedida, entre los aplausos de los niños, empece a correr y buscar un sitio donde esconderme. Si me quedaba en el pueblo estaba claro que me atraparía enseguida, ¿pero a donde podría ir? Mis últimos escondrijos habían sido en el cementerio y dudaba que me volviese a funcionar el ocultarme allí.

Al rato me vi obligado a detenerme para recuperar el aliento, no había conseguido salir de la ciudad, pero me las había arreglado para esconderme bajo los arcos del ayuntamiento donde me senté apoyando la espalda contra la pared y recuperando las fuerzas. Por suerte la bruja que me buscaba parecía haberse rendido.

[Sombra]

Como supuso, su profesora de magia se rindió a los pocos minutos de empezar a buscar. Había tenido bastante suerte, en realidad. Aquella mujer era pesada como ella sola, sus clases aburridas tanto en la parte práctica como teórica.

Sin embargo, ahora que se había librado de ser arrastrado por la maestra no tenía ningún plan. `Podría visitar el bosque o tumbarse en una de las frescas y cómodas lápidas del cementerio. O tal vez... Halloween se estaba acercando peligrosamente y parecía que parte de la decoración era una especie de momias y fantasmas que estaban desperdigados por toda la ciudad y que se paseaban ignorando por completo a la gente. Tal vez debería hacer algo con eso...

En la plaza no había ninguno de aquellos seres en aquel momento por lo que tendría que buscarlos en algún otro punto de la ciudad.

[LightHelco]

Tras unos minutos de descanso me levante y mire fuera de los arcos para asegurarme de que la profesora ya no rondaba por la ciudad y parecía que así era.

Salí de mi escondite y volvi a la plaza para ver que tal iban los preparativos para el Halloween de este año. Me entretenía de buena manera haciendo pequeños sabotajes en los preparativos, suficientes para que fuera divertido y no demasiado graves para que la fiesta se cancelara, nadie en la ciudad quería que Halloween no se celebrase ni siquiera alguien como yo que le encantaba estropear las cosas.

Vi que había algún que otro regalo trampa y calabazas con caras macabras dibujadas en ellas, pero nada que llamara mi atención, aunque recordaba que habían estado apareciendo algunos fantasmas y esqueletos extraños que lo único que hacían era moverse de un lado a otro como tontos e ignorando a la gente. Busque alguno por la plaza y sus alrededores, pero parecía que hoy no iban a andar por allí.

- Bueno, si el muerto no va a la tumba, la tumba ira a donde el muerto. – suspire mientras me dirigía hacia el cementerio. – A los fantasmas les gusta andar entre las lapidas, así que supongo que esos bichos raros con forma de fantasma rondaran por allí y si no, siempre me puedo echar una siesta sobre la losa de alguno.

Seguí andando a la vez que pensaba en como me divertiría con esos fantasmas y momias, no paraban de venírseme ideas para pasar el rato, así que esperaba al menos encontrar uno de los monstruos.

[Sombra]

El muchacho llegó al cementerio sin ningún problema, no había absolutamente nadie por los alrededores a excepción de una especie de momia que danzaba de una manera un tanto macabra subiendo y bajando sus esqueléticos brazos y dando veloces giros.

—Es eh... Extraño, ¿verdad? —habló alguien que había aparecido a sus espaldas sin ser escuchado ni sentido. En cuanto el joven se diese la vuelta se encontraría con un hombre joven de pelo castaño y rostro adormilado. Si se fijaba bien vería que tenía unas enormes legañas en sus ojos y rastros de baba seca en la comisura de sus labios. Llevaba puesta una túnica larga de color beige o marrón claro con detalles en blanco y amarillo, también llevaba unos pantalones de un marrón más oscuro que parecía ser de cuero o algún material similar.

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—Oh... Perdona si te he asustado —se disculpó por si había sorprendido al brujo.

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Perdona la tardanza, es mi cumpleaños y había salido para recibir un regalo... Ah, bueno. Seguiré contigo y tal. PD: Si quieres acabar antes del 24 avisame por MP y haré la versión corta que tengo planeada.

[LightHelco]

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No lo sabia, felicidades :3 Y no me importa si no llego al evento del dia 24, prefiero hacer las cosas con calma y bien que ir rapido.

Parece que había tenido suerte en mi búsqueda, ya que una de esas momias apareció en el lugar bailando de una forma bastante ridícula, la cual consiguió sacarme una sonrisa.

—Es eh... Extraño, ¿verdad? —escuche una voz detrás de mí y me gire para ver a un joven no mucho mas mayor que yo, con el pelo castaño y ropajes beige. —Oh... Perdona si te he asustado.

¿Asustarme? Tendría que hacerlo mejor en un lugar como ciudad de Halloween, pero si que habia conseguido sorprenderme…o al menos captar mi curiosidad, no había muchos humanos en la ciudad y aquel no encajaba con el perfil de los que vivián en el lugar.

—¿Que es lo que te resulta extraño, viajero? —pregunte metiéndome las manos en los bolsillos. —¿Aparte, quien se supone que eres? No se ven muchos humanos por estos lares y los que hay son más tétricos…y despiertos. —marque al fijarme en las legañas que tenia aquel individuo, aparte de su tono adormilado.

[Sombra]

—Oh, bueno... Es esto..."dificil" de explicar —aseguró el hombre llevándose una mano a la barbilla—. Esas eh... cosas, en el lugar de donde vengo son muy... violentas.

El hombre se adelantó un poco para examinar de cerca a la danzarina criatura, aunque en todo momento estuvo en guardia para evitar cualquier tipo de ataque sorpresa.

—Quizás si descubro por que son tan... pacíficos en este lugar pueda hacer eh... algo para que en los otros Mu... Las otras ciudades dejen de hacer daño —comentó sin apartar la vista de la momia—. Me llamo Kazuki, soy un... simple viajero. Eh... ¿Puedo saber tu nombre? —preguntó tras unos instantes en los que clavó sus soñolientos ojos en el joven brujo.

[LightHelco]

—Oh, bueno... Es esto..."difícil" de explicar — comentó el individuo —. Esas eh... cosas, en el lugar de donde vengo son muy... violentas.

Así que en otros lugares estos monstruitos eran destructivos. Al oír las palabras del viajero, sonreí maliciosamente intentando descubrir como cambiar el comportamiento de la momia. Si conseguía al menos recuperar un poco de ese instinto violento que tenían en otros lugares, podría disfrutar de un bello espectáculo durante horas. ¡Sería una broma digna del mismísimo rey de Halloween!

—Quizás si descubro por que son tan... pacíficos en este lugar pueda hacer eh... algo para que en los otros Mu... Las otras ciudades dejen de hacer daño —las palabras del otro me sacaron de mis malignos pensamientos. No me había fijado siquiera que aquel hombre se había acercado a la momia —. Me llamo Kazuki, soy un... simple viajero. Eh... ¿Puedo saber tu nombre? —me pregunto clavando sus ojos en los míos, cosa que me hizo sentir algo incomodo.

—Me llamo Alec, Alec Ocus, encantado de conocerte Kazuki —le respondí presentándome y dándole unos golpecitos a la momia en la cabeza para ver como se balanceaba —. Sobre el porque estos monstruos son así de…mansos, me vas a tener que disculpar, pero yo no tengo la respuesta a esa pregunta. Deberías acudir al Alcalde o en caso contrario al rey de la ciudad.

Golpee por última vez a la momia y me dispuse a abandonar el cementerio. A medio camino le hice un gesto a Kazuki para que me siguiera.

—Si quieres puedo guiarte hasta ellos, pero a cambio me gustaría saber mas sobre el comportamiento de esos monstruos en esos otros lugares.

[Sombra]

El joven de cabello castaño escuchó la presentación del muchacho antes de quedarse embobado mirando a la enorme y amarilla luna que se elevaba sobre aquel mundo. Parecía encantarle mirarla.

—Alec, ¿me guiarías a ese lugar? Es muy... Amable por tu eh... parte —agradeció disponiéndose a seguir al muchacho sin rechistar—. Sobre esos... Monstruos, se llaman Sincorazón y bueno... Se dedican a matar gente robándoles el corazón y... Transformándoles en uno de ellos. Han hecho... muchisimo daño en otros lugares. No tienen sentimientos ni un poco de... piedad. Solo se guían por el instinto de matar para poder multiplicarse... Son eh... una plaga extremadamente peligrosa —explicó, parecía ocultar algunos detalles de transfondo, se le notaba demasiado. Fuera quien fuese aquel extranjero no parecía ni un buen actor ni lo suficientmente avispado como para ocultar secretos. Pero Alec podría darse cuenta de que no iba a sacarle mucho más, al menos por ahora.

Los dos salieron del cementerio volviendo a la Plaza de la Guillotina donde una mujer vestida con el atuendo básico de bruja parecía estar buscando algo... o a alguien. En su mano llevaba una escoba y un grueso tomo encuadernado en piel que rezaba "magia elemental" en letras mayúsculas bordadas con hilo de color dorado. Todavía no estaba mirando en aquella dirección, pero si aquella bruja encontraba a Alec podría olvidarse de mostrarle el camino a Kazuki.

[LightHelco]

El joven de cabello castaño escuchó la presentación del muchacho antes de quedarse embobado mirando a la enorme y amarilla luna que se elevaba sobre aquel mundo. Parecía encantarle mirarla.

—Alec, ¿me guiarías a ese lugar? Es muy... Amable por tu eh... parte —agradeció Kazuki siguiendome y a continuación siguió con su parte del trato —. Sobre esos... Monstruos, se llaman Sincorazón y bueno... Se dedican a matar gente robándoles el corazón y... Transformándoles en uno de ellos. Han hecho... muchisimo daño en otros lugares. No tienen sentimientos ni un poco de... piedad. Solo se guían por el instinto de matar para poder multiplicarse... Son eh... una plaga extremadamente peligrosa

Estaba claro que aquel viajero se guardaba información y su intento de ocultarlo era bastante patético, por lo que desistí de intentar sonsacarle mas información, tampoco quería que desconfiara de mí o pensara que era algún destructor de mundos.

Aun así la información que me había ofrecido podría servirme en mi broma. Si conseguía que recuperaran algo de ese instinto, lo suficiente como para que asustasen a los aldeanos sin llegar a matarlos. Me imaginaba las caras de terror de los de mi raza, sobretodo la de aquellos que solían probar conmigo sus nuevos conjuros a sabiendas de que yo no podría devolvérselos.

Seguía dándole vueltas a mi plan cuando llegamos a la Plaza de la Guillotina. La sonrisa que había mantenido durante todo el trayecto se esfumo de inmediato cuando vi a la profesora de Magia Elemental dando vueltas por la plaza. “¿Aun me sigue buscando? Maldita sea, si me ve me tendré que dar la maldita clase y no podré ayudar a Kazuki” pense al momento intentando buscar un lugar donde escondernos.

—Oh, se me olvidaba de que el Alcalde a estas horas suele ir a dar una vuelta por el bosque. —le mentí a Kazuki indicándole un camino que se alejaba de la plaza —. Tendremos que acelerar un poco el paso si queremos alcanzarle por el camino y así no tener que interrumpir su paseo.

Intentaba hablarle al viajero con un tono calmado para que no descubriera que estaba huyendo, pero aun así el hecho de que la bruja estuviera a tan pocos metros de nosotros me alteraba.

[Sombra]

El hombre pudo sentir el nerviosismo del joven al ver a aquella bruja, lo que llamó la atención a este, aunque no dijo nada para evitar delatarle. Le necesitaba para investigar aquel fenómeno tan extraño, no podía saber lo que realmente quería hacer Alec, que era justo lo contrario a lo que él buscaba hacer.

—¿Bosque? Ah... bien. No hay eh... problema. ¿Vamos entonces?

Cuando el joven señaló a un lugar en concreto, el adormilado hombre empezó a caminar en aquella dirección discretamente mientras se rascaba la cabeza y soltaba un bostezo digno del más fiero de los leones, aunque el brujo no podría hacer dicha comparación, no existían leones en aquella espeluznante ciudad ni en las pantanosas tierras de los alrededores.

[LightHelco]

—¿Bosque? Ah... bien. No hay eh... problema. ¿Vamos entonces?

—Si, al bosque vamos —le respondí a Kazuki tirando de él al ver que se me podía dormir en medio de la calle de un momento a otro.

Lo saque de la plaza rápidamente y escondiéndonos entre los edificios conseguimos salir de la ciudad y plantarnos enfrente del camino que llevaba al bosque. No era broma lo de que el Alcalde solía pasearse por aquel lugar, pero dudaba que tuviera un horario fijado para dar tales paseos y si los tuviera, sería demasiada casualidad haber coincidido con uno.

Aun así deseaba que encontráramos al Alcalde en aquel lugar, y que Kazuki no pensara que lo había engañado o que le estaba intentando timar de mala manera. Aparte de que no tenía muchas ganas de tener que pensar una excusa creíble para que siguiera confiando en mí como guía.

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No se si tu intencion era salir ya del pueblo, pero con lo que me habias dejado no tenia mucho para hacer...

[Sombra]

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¿Se notó tanto que quería sacarte del pueblo? xDDD

Los dos caminaron rumbo al bosque llegando a este sin problema alguno, sin embargo algo pasó en cuanto perdieron de vista el pueblo. Varios sincorazón aparecieron alrededor de la pareja, eran más de aquellas momias, pero estas tenían un claro instinto asesino, una mirada depredadora. La primera de las momias saltó en el aire y bajó sus brazos en picado para desgarrar a Alec.

Pero el ataque nunca llegó. En la mano de Kazuki había aparecido una extraña arma de color grisacea que tenía algo que hacía recordarla a una llave, una espada y un barco de vapor. ¿Por qué un arma tendría una forma tan rara? El hombre, que ahora parecía realmente misterioso acababa de atravesar de lado a lado el llamado sincorazón haciendo que este desapareciese. Levantó su llave espada hacia el cielo.

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—Tormenta eléctrica — dijo cuando los monstruos se lanzaron al unísono a por ellos. Un montón de rayos empezaron a caer desde el nocturno cielo haciendo que todos los enemigos fuesen eliminados instantaneamente. Kazuki miró al joven preocupado—. ¿Estás eh... herido? —preguntó todavía con su extraña arma en la mano.

[LightHelco]

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Un poco si, porque muchas mas opciones no tenia.

Llegamos sin problemas al bosque y nos internamos en él. Busque algún rastro del Alcalde pero al no verle por ningún lado me volví hacia Kazuki con una sonrisa.

—Vaya, parece que no esta aquí. Quizás me haya confundido y venga a otra… —me callé en el momento en que un numeroso grupo de aquellas extrañas momias nos rodearon, aunque al contrario de la anterior que había visto en el cementerio estas parecían mas violentas —. ¿Y este cambio de actitud? Espero que no estén así por haberme metido con-

Otra vez me vi cortado al observar como una de aquellas criaturas saltaba hacia mí con sus manos listas para desgarrarme. No entendía aquel cambio tan brusco de la del cementerio a esta, cuando recordé la explicación de Kazuki, ¿Aquel monstruo iba a arrancarme el corazón? ¿Iba a…matarme? En un acto instintivo me protegí con los brazos esperando el final, el cual afortunadamente nunca llegó.

Kazuki se había plantado enfrente de mí con una extraña espada monocromática con la que había atravesado al Sincorazón. La cara también le había cambiado de la expresión adormilada y tonta del comienzo a una más misteriosa y seria. Antes de que pudiese agradecerle lo del monstruo, el resto del grupo se abalanzaron sobre nosotros, pero la tormenta de rayos que Kazuki liberó al grito de “Tormenta eléctrica”, los elimino a todos en un instante.

—¿Estás eh... herido? —me preguntó preocupado tras asegurarse de que no que no quedaba ninguna momia más.

—Eh... Si, claro que estoy bien, tranquilo —respondí rápidamente limpiándome la chaqueta para que no notara que aquella situación había llegado a asustarme, al fin y al cabo, los brujos y brujas no éramos inmortales —No entiendo muy bien que ha ocurrido para que nos atacasen, aunque ahora tengo un par de preguntas que hacerte. Primera: ¿Qué es esa arma? —continúe fijándome en la espada que aun sostenía.

[Sombra]

—Lo que ha ocurrido para que nos, eh... atacasen —meditó—. ¿Podría ser por habernos alejado del... pueblo?

>>Y esta arma... eh... no puedo decirte mucho de ella, los que la tenemos no podemos hablar mucho sobre... ella. Solo que es "especial" y que es la única manera de... borrar esas criaturas para siempre. No por nada le llaman el... arma más eh... poderosa de todas.

El arma empezó a brillar con fuerza envolviéndose en una potente luz por unos instantes que desapareció casi al momento junto al arma.

—Será mejor que... la gente del pueblo no venga por aquí demasiado por si acaso —sentenció el hombre mirando al muchacho ya con su cara adormilada.