[Monstruo] Sin escapatoria

[Sombra]

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Prólogo de Johan Lowell

*Insertar imágen del mundo*
Lol

¿Cuánto tiempo llevaba allí dentro? No podía saberlo con certeza pues allí dentro no existían los amaneceres, no existía el dia ni la noche. El transcurso del tiempo era impredecible, los segundos parecían horas, aquello suponía, un verdadero problema. Era un lugar demasíado aburrido

Estar allí rompía cualquier horario posible, dormir, comer... ya no sabía cuando debía hacerlo para no romper con lo que algún día había sido su rutina.

Ahora, cada día era un verdadero infierno, ¿o tal vez no? Ya estaba en otro mundo, aunque no sabía si aquella cosa debía llamarse Mundo... Al fin y al cabo era una criatura que viajaba por el universo deborando cualquier cosa que entrase por su boca, cosa que estaba muy bien ya que no solía sentir hambre gracias a aquello.

El muchacho había podido crear al fondo de su boca una especie de "cabaña" con madera, placas y cubos Gumi que se había encontrado. Incluso había logrado obtener un comunicador, una especie de radio con la que podría por fin encontrar ayuda.

Pero había un problema; batería. No tenía carga y a saber donde podría encontrar una nueva. Tal vez era hora de empezar a explorar las entrañas de Monstruo... Sí... tal vez era buena idea... Pero parecía tan peligroso... ¿Qué debería hacer?

[Pistacho]

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Otro hermoso día amanece en el interior de Monstruo...¿o será de noche? Quién sabe, estar atrapado dentro de una ballena gigante supone perder toda la noción del tiempo. No hay día, no hay noche, y tengo que guiarme por las señales de mi cuerpo para hacer las tareas rutinarias: como cuando tengo hambre y duermo cuando tengo sueño. Algo primitivo, pero eficaz.

Muchos días han pasado desde que tuve ese accidente con la nave gummi que me dejó aquí encerrado, demasiados. Hace tiempo que habría perdido la razón de no ser por mi fuerza mental y por todos los libros que encontré aquí dentro y que consiguen hacerme olvidar donde estoy cada vez que los leo. Son libros que de una manera u otra han llegado desde otros mundos, y que relatan hechos y aventuras de aquellos lugares. Cómo me gustaría llegar a visitarlos y ver por mí mismo todo lo que leo...pero por ahora eso parece imposible.

Pero tampoco me he quedado quieto todo este tiempo para morirme de aburrimiento, no. La zona más segura de Monstruo es su boca, pues el interior está plagado de esas criaturas peligrosas llamadas sincorazón. Es aquí donde he construido una improvisada cabaña donde "vivir", hecha a base de maderas, bloques gummi, y todo tipo de materiales que encontré tirados por el interior de la boca. Y entre tantos materiales de todo tipo y tanta basura, apareció un rayo de esperanza: un comunicador, una radio con la que pedir ayuda.

Me había pegado toda la "noche" de ayer reparando los pequeños desperfectos que tenía, y cuando la conecté parecía que funcionaba...pero apenas duró un segundo encendida. Y no por estar estropeada, sino por no tener batería. Genial, lo que faltaba. Es casi imposible que haya una batería cargada o algo para cargarla dentro de la boca, pero tal vez existe una posibilidad: buscar dentro de Monstruo, adentrarme en sus entrañas. Las probabilidades de encontrar lo que busco son mayores por los estómagos, ya que cuando Monstruo devora algo la mayoría de los materiales acaban por dentro. Pero a su vez, el peligro también es mucho mayor.

- Buenos días, Monstruito

Me froto los ojos mientras bostezo, tumbado en mi cama. De tanto pensar lo que hacer con la batería me había costado dormirme, y aunque tengo la sensación de que me he despertado pronto sin dormir lo suficiente, no tengo manera de saberlo con certeza...¿por qué no habré traído un maldito reloj?
Me incorporo, me pongo las gafas y empiezo a hacer las actividades "matutinas" (ir al baño, lavarme, etc). Tanto pensar ha tenido su recompensa, y cuando termino ya estoy preparado y listo para la tarea del día: explorar el interior de Monstruo, o por lo menos intentarlo.

- Creo que voy a arrepentirme de esto...

Con la capa (más bien chaqueta) puesta y sin estar muy seguro de que esto vaya a salir bien, hecho a andar hacia el hueco de la boca que lleva a los estómagos. Que sea lo que Monstruo quiera.

[Sombra]

El interior de Monstruo, a partir de su boca era de lo más abstracto posible. Formas azules, violetas, amarillas y rojas de textura mullida y carnosa desprendían unas palpitaciones (algo normal en un ser vivo) que podían sentirse allí a pesar de la distancia que debería haber entre su posición actual y su corazón. Un olorcillo indescriptible, algo desagradable imbuía todo el lugar.

Había algunos barriles y restos de madera que era imposible saber como habían llegado hasta allí, pero lo importante estaba saltando a una zona más alta en aquel lugar, un estrecho conducto que conectaba con otra zona, aunque era imposible saber en donde acabaría.

Era el único camino posible. Era eso o volver hacia atrás.

[Pistacho]

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En el interior de la ballena, todo sigue tal y como lo recordaba: toda una estancia mullida y carnosa con formas de varios colores que no paran de palpitar (señal evidente de que me encuentro dentro de un ser vivo), sumado a un olor desagradable por toda la sala. No es la primera vez que me adentro en esta zona, pues ya lo había hecho en varias ocasiones durante los primeros días tras mi llegada (sin avanzar mucho por precaución), aunque esta vez el objetivo es explorar el interior de la ballena y eso implica avanzar por su sus cavidades.

Paso al lado de varios barriles y otros restos de madera que se encuentran tirados por el suelo sin hacerles mucho caso, ya que mi vista se ha clavado en lo importante: un estrecho conducto que parece llevar a otra zona, el único camino posible para seguir avanzando. Eso, o volver a la boca. Pero esta "búsqueda" no tendría sentido si me rindiera tan pronto (solo he encontrado madera, algo que me sobra). En otras palabras, tengo que continuar.

Avanzo con cuidado hacia el conducto, reflexionando sobre lo que me puedo encontrar. Cruzarlo supondrá llegar a una parte nunca vista antes, y me preocupan ciertos detalles como verme en medio del estómago y que los ácidos me disuelvan, o que me rodee una horda de sincorazón deseosos de comerse mi corazón. Incluso que a Monstruo le de por tragarse una nave y esta me caiga en la cabeza. Vamos, lo normal que ocurre cuando estás dentro de una ballena gigante.

Con los ojos y los oídos en alerta ante cualquier ruido o movimiento raro, sigo andando hacia el conducto para entrar por él. Quién sabe, puede que hoy sea mi día de suerte...o no.

[Sombra]

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Nota: Me estoy guiando por el KH DDD por lo que no pienses mucho en el KH I, aunque algunas zonas serán las mismas que en ese.

La siguiente estancia en la que acabó era extraña. Se trataba de un pasillo que descendía en una parte de este de manera brusca con una caída de tres metros.

Si miraba bien podría ver una especie de montón de carne azul de aspecto similar a una cama elástica justo a los pies del "precipicio" y al fondo del todo vería una glandula que acababa en una especie de esfera carnosa que se agitaba de una manera un tanto extraña, tenía aproximadamente metro y medio de alto y aparentaba ser bastante sensible.

Finalmente, a seis metros sobre el suelo, al fondo a la izquierda estaba inalcanzable otro conducto como el que había pasado hacía unos momentos que parecía dar a alguna otra zona. Parecía imposible llegar, ¿o tal vez no? Podía intentar buscar algún modo para llegar hasta allí, también tenía la posibilidad de salir de allí y volver a la zona inicial.

[Pistacho]

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Mejor, que el DDD lo tengo muy reciente y del KH1 casi no me acuerdo xDD

El conducto me lleva a otra estancia diferente, un lugar totalmente nuevo para mí ya que mis "exploraciones" nunca me habían llevado tan lejos. Se trata de un pasillo que se corta bruscamente para llevar a una zona más baja, pero con el problema de que la única manera de bajar es saltando hacia abajo con una caída de unos tres metros.

Desde arriba, puedo observar que en la parte baja hay una especie de bulto de carne que parece una cama elástica (que me viene de perlas si decido bajar para amortiguar la caída); y un poco más lejos al fondo se encuentra una glándula de metro y medio que acaba en una esfera carnosa, de aspecto sensible y que se agita de manera extraña. Por último, hay otro conducto al fondo a la izquierda pero a una altura de unos seis metros. Parece el único camino por el que seguir, pero es imposible para mí llegar hasta ahí.

La glándula es lo que más llama mi atención, y aunque me gustaría acercarme para observarla de cerca tengo que meditarlo. La "cama elástica" de carne puede amortiguar mi caída, pero no estoy seguro de que me de el impulso suficiente para volver a subir hasta aquí...sin embargo, si he llegado a este punto es para intentar seguir adelante, y esa bolsa de carne es mi única pista. ¿Qué puedo perder intentándolo? Es eso o morir de aburrimiento en la boca.

Más resignado que decidido, calculo las distancias mentalmente y salto hacia abajo, aterrizando sobre la carne elástica que amortigua mi caída. Tras comprobar que no me haya roto nada, me acerco con cuidado a la glándula. Con prudencia, pues no sé lo que puede hacer esa cosa (¿y si empieza a soltar ácidos estomacales?), le doy un golpecito a la esfera carnosa, apartando rápidamente la mano y dando varios pasos hacia atrás. Con los ojos clavados en esa cosa, espero su reacción. ¿Qué pasará?

[Sombra]

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Sí, me pasa igual xD es que del DDD como acabo de pasarmelo me lo sé mejor y tal.

En cuanto el muchacho apartó la mano, todo el lugar empezó a temblar como si hubiese un terremoto. El conducto que estaba a seis metros de altura se cerró de pronto y toda la "estancia" giró quedando lo que era el suelo como techo y el techo como suelo. El golpe que se llevó fue inevitable, aunque no llegó a ser nada grave pues cayó sobre una zona de la carne que resultó ser bastante mullida. Tanto, que sus pies parecían hundirse bajo arenas movedizas.

El conducto que se había "sellado" volvió a abrirse dejando pasar a una nueva zona. Nada más acercarse un poco al nuevo conducto vería que un ácido olor que era de todo menos agradable llenaba el lugar.

[Pistacho]

- ¡AAHHH!

Haber tocado esa cosa ha sido una mala idea, y no tardo en comprobarlo. Tras golpear la glándula toda la zona empieza a temblar cual terremoto, y no pasan muchos segundos antes de que lo peor ocurra: la "estancia" gira 180 grados, quedando lo que era el suelo como techo y el techo como suelo. Pero podría haber sido peor, pues caigo en una zona de carne bastante mullida que amortigua mi caída, consiguiendo que apenas me haga daño. Aunque el susto no me lo quita nadie.

- Eso ha sido...fascinante, a la vez que horrible -comento para mí mismo en voz alta, poniéndome bien las gafas

Lo sucedido es bastante extraño, y varias teorías se revuelven en mi cabeza. Está claro que el tocar esa glándula ha sido lo que ha causado el giro, pero no tengo muy claro cómo ha pasado: ¿se habrá girado la ballena entera? No, el movimiento y los temblores habrían sido mucho más fuertes en ese caso...¿entonces solo ha girado esta cavidad? Fuese como fuese es algo interesante y bastante útil para explorar el interior de la ballena, sobre todo porque ahora el conducto que antes estaba a unos seis metros (y que se había cerrado durante el giro, aunque ya volvía a estar abierto) se encuentra accesible para avanzar a la siguiente zona. Aunque a su vez, ya no puedo volver por el camino por el que he venido (por lo menos hasta encontrar alguna manera de volver a girar la estancia). En otras palabras, solo me queda seguir adelante y ver qué me depara mi querido Monstruo.

Todavía con mucho cuidado, camino hasta el conducto y no me hace falta acercarme mucho para que un olor muy ácido me de en toda la cara. Justo mi peor pesadilla: ese era el indicio de que los ácidos estomacales están cerca. Con mucha prudencia y con los pies todavía en la zona que ha girado, asomo la cabeza a la nueva estancia para examinar de arriba a abajo lo que hay en el otro lado.

[Sombra]

Aquella nueva zona estaba iluminada con una luz amarillenta que venía de los ácidos estomacales que él había deducido que se encontraban ahí. El suelo estaba en su totalidad bañado por las letales aguas, sin embargo existían pequeñas "islas" (obviamente de carne palpitante, como el resto del monstruo) que podría usar para pasar al otro lado.

Pero antes de que pudiese saltar, varias hormigas negras de ojos amarillos salieron del suelo como si hubiesen sido parte de este en algún momento. Las cuatro en total habían salido en el lugar en el que había estado antes por lo que retroceder no era una opción, por desgracia.

El primero de los seres, que estaba más cerca se fundió en el suelo y comenzó a avanzar hacia él. Poco más atrás, el muchacho podría darse cuenta de que había una Espada Mediana en el suelo con la que podría defenderse. Podía luchar o retroceder saltando a la primera de las plataformas rodeadas de ácido. Las plataformas no estaban lejos entre sí, saltaría sin problemas de una a otra si se lo proponía.

El joven podría reconocer los monstruos que acababan de aparecer como los conocidos Sincorazón que llevaban aterrorizando Ciudad de Paso desde hacía bastante tiempo. Aquellos era de lo más débil, pero aún así él no tenía ninguna clase de entrenamiento de combate contra aquellas criaturas. Si al menos tuviese una de aquellas famosas armas llamadas "Llaves Espada" de las que hablaban los adultos... Sí, en Ciudad de Paso era sabiduría popular conocer a los llamados Caballeros de la Llave Espada. No era raro para nada que de vez en cuando se dejaran caer y hiciesen una purga de los distritos 2, 3, 4, 5 y las calles adyacentes.

Al final del camino de las plataformas había otro conducto que no podía ver a donde llegaba por el momento por culpa de los vapores que emitían los ácidos.

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Ciudad de paso es un mundo especial en cierto modo en este rol. Todo el mundo conoce las llaves espadas, los sincorazón y demás ya que la mayoría de habitantes son supervivientes de otros mundos, entre ellos hay cientos de supervivientes de Bastión Hueco, evidentemente.

Menciono esto para que sepas que no es raro que conozcas sobre esas cosas y que no sería metagaming.

[Pistacho]

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Oído cocina~

Mis temores se hacen realidad cuando descubro que el suelo del otro lado está lleno de ácidos estomacales, con pequeñas "islas" de carne por las que poder avanzar. Parece arriesgado, pero no hay mucha distancia entre una plataforma y la siguiente, y con un poco de cuidado podría saltar de una a otra para seguir hacia delante.

No tengo mucho tiempo para decidirme, pues de repente aparecen de la nada cuatro figuras negras, parecidas a hormigas, y que se mueven amenazantes hacía mí desde la parte por la que he venido. No tardo en reconocer qué son: Sincorazón, los monstruos de la oscuridad que atacan a cualquiera que pase por delante de ellos. Genial, mis dos pesadillas juntas: me he encontrado con ácido y con sincorazón al mismo tiempo.
En Ciudad de Paso estos seres son bastante habituales, aunque allí los habitantes tenemos la ayuda de los Caballeros de la Llave Espada, unos guerreros bastante poderosos que blanden una espada con forma de llave, encargados de proteger los mundos de estos monstruos. Claro, para ellos es fácil con su super arma, pero yo no tengo ninguna posibilidad contra estas sombras. Ni siquiera con la espada mediana que hay en el suelo (conociéndome, antes me doy a mí mismo con la espada que a los sincorazón).

Pero cuando el primer sincorazón empieza a avanzar rápidamente hacia mí, tengo que reaccionar. La lucha no es una opción ahora mismo, así que me limito a agarrar la espada del suelo (por si las moscas) y cruzar el conducto saltando a la primera plataforma. Con mucho cuidado, voy saltando de "isla" en "isla" avanzando hacia el siguiente conducto, procurando no respirar los vapores de los ácidos (y no caerme). No estoy seguro de si los sincorazón podrán seguirme por aquí, pero prefiero no girarme para comprobarlo.

[Sombra]

Johan logró pasar con éxito las islas sin ningún contratiempo, aunque seguido en todo momento por los sincorazón que le seguían de cerca. El muchacho pudo llegar con éxito por lo cual podía seguir por el conducto que ya dejaba ver lo que había al otro lado.

Podía verse a traves del conducto una especie de cavidad de tres metros de largo (como mucho) y aproximadamente tres de ancho que no tenía nada particularmente llamativo a excepción de otra de aquellas glándulas que temblaban de una manera realmente extraña. La que había golpeado antes había servido para que pudiese pasar, sin embargo esta vez no sería necesario ya que tenía el paso a la siguiente zona justo a su nivel, lo que le permitiría pasar sin problemas. Aún así, podía golpear aquella cosa si quería, pese a que se arriesgara a que pasase algo malo.

Los sincorazón se acercaban, debía escoger que hacer.

[Pistacho]

Por suerte para mí, avanzar saltando entre plataforma y plataforma resulta más fácil de lo que creía. Cuando ya estoy llegando a las últimas "islas" de carne, me giro para comprobar que como me temía los sincorazón me están siguiendo. Sin perder ni un segundo más, acelero el ritmo para llegar al final y cruzar el conducto.

La zona a la que llego resulta ser una cavidad de unos tres metros de largo y otros tres de ancho, cuyo único elemento llamativo es otra de esas glándulas carnosas que antes me había servido para darle la vuelta a la estancia. En una situación normal me habría quedado para ver qué podía hacer esta esfera, pero viendo que el conducto a la siguiente estancia está a mi nivel no me puedo arriesgar a que los sincorazón me atrapen.

Decidido, sigo corriendo y cruzo el conducto a toda prisa. Los sincorazón parecen decididos a ir a por mí y a no ser que los despiste o tenga un golpe de suerte, no sé cómo voy a librarme de ellos.

[Sombra]

La continuación al conducto que acababa de pasar dio con una zona imposible de subir, un camino sin salida. El techo estaba a al menos doce metros de altura y lo que bloqueaba su paso era una empinada pared de carne, sin embargo. Algo podría llamar la atención del joven poderosamente.

Se trataba de una maleta como las que se usaban para llevar el equipaje. A simple vista no parecía tener nada interesante y sin duda, no le sonaría de nada. Sin embargo, en cuanto abriese y explorase todos los bolsillos que la negra maleta (bastante sucia) tenía encontraría cosas bastante interesantes; un paquete con tres pilas alcalinas, una lata de aceitunas no demasíado grande, un encendedor, tres paquetes de tabaco, uno de ellos casi vacío, un par de camisas blancas, tres corbatas, unos zapatos elegantes y un teléfono móvil además de una cartera con algo de dinero, un ordenador portatil con su propio cargador y un neceser normalucho con cosas para higiéne básica (cepillo de dientes, crema dental, una lima, un cortauñas y un poco de champú)



Tal vez quisiese llevarse todo, cosa que era buena idea en parte, el problema era que no podría ir llevando una maleta tan pesada, lo mejor era llevarse las cosas que considerase más importantes hacia su base para poder cumplir con su cometido. Entre los bolsillos de sus pantalones y sus manos podría llevar algunas cosas.

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Minijuego Time: ¿Qué puede resultarte más útil? Escoge bien :D Puedes llevar un total de cinco cosas.

[Pistacho]

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Como no has mencionado a los sincorazón, supongo que no me han seguido (de momento)

Mi carrera para huir de los sincorazón me lleva hasta un callejón sin salida, a una zona donde es imposible continuar. Asustado por el riesgo de que los monstruos me puedan acorralar, me giro espada en mano para comprobar que, de momento, no hay señales de ellos. Tras esperar un poco y ver que no hay peligro, me relajo y examino la estancia donde me encuentro. No hay manera de seguir avanzando, pero sí que hay una cosa que me llama la atención: una maleta negra.

Con cuidado, abro el equipaje y me pongo a curiosear su interior. Dentro, encuentro varias cosas que en tiempos debían haber pertenecido a alguien, pero que por un motivo u otro habían acabado dentro de la ballena (por suerte para mí).
Hay todo tipo de cosas: un paquete con tres pilas alcalinas, una lata de aceitunas, un encendedor, tres paquetes de tabaco (uno de ellos prácticamente vacío), un par de camisas blancas, tres corbatas, unos zapatos elegantes, un teléfono móvil, una cartera con algo de dinero, un ordenador portátil con su propio cargador y un neceser con varias cosas de higiene dentro.

Muchas de estas cosas me son útiles para vivir e incluso para intentar contactar con el exterior, pero no tardo en comprobar que no puedo llevarme la maleta con todas las cosas, pesa demasiado. Tengo que elegir lo que me mejor me puede servir y llevarlo entre mis bolsillos y mis manos. Difícil elección, aunque algunas cosas son fácilmente desechables.
Lo primero que selecciono es el paquete con las tres pilas alcalinas (con un poco de suerte, servirán para hacer funcionar la radio), seguido por el teléfono móvil (si la radio no sirve, tal vez esto lo haga). Guardo ambas cosas en un bolsillo del pantalón y sigo con la elección. Guardo el encendedor en el otro bolsillo del pantalón, pues el fuego nunca viene mal (sobre todo para cocinar) y después cojo con cuidado el ordenador portátil con su cargador. Aunque es difícil que sirva para pedir ayuda, puede tener información dentro que merezca la pena leer. Por último, el objeto final es el neceser para la higiene que me servirá para ayudarme un poco con mi aseo (no tengo problemas para "ducharme" en la boca, pero empiezo a echar de menos un champú en condiciones).

Con mi elección hecha, me levanto con los objetos bien guardados y agarrados (el portátil y el neceser en un mismo brazo y la espada agarrada con la mano del otro brazo) y me dispongo a volver a la boca. Tengo que tener cuidado, porque los sincorazón pueden estar aún rondando por aquí cerca, pero tampoco me puedo quedar aquí quieto. Sin pensarlo más, cruzo el conducto que he cruzado minutos antes y empiezo el camino de vuelta.

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Lista de objetos que elijo:
- Paquete con tres pilas alcalinas
- Encendedor
- Teléfono móvil
- Ordenador portátil con cargador
- Neceser

[Sombra]

Los sincorazón parecían haber perdido el interés por el muchacho, puesto que al volver por el único camino disponible, donde se encontraban los potentes ácidos estomacales de Monstruo solamente se veían los humeantes líquidos que burbujeaban como si de agua hirviendo se tratase.

El muchacho, que pretendía volver a la boca no tuvo problema en sortear la zona saltando como lo había hecho minutos antes, ni siquiera le costó trabajo llegar al conducto que estaba a una altura que le impedía subir de manera normal gracias a una oportuna "cama elástica" de carne que le ayudó a subir gracias a su enorme capacidad para hacer rebotar cualquier cosa.

Pronto llegó a la zona inicial, tan solo necesitó bajar del pequeño alto en el que se encontraba para encontrarse con el último conducto que conectaba directo con la boca.

Estando allí, ahora podía empezar a probar las cosas. ¿Por dónde debería empezar?