[Selva Profunda] ¿Quién quiere ser millonario?

Prólogo de August Redfox

Si ya has creado tu ficha, pásate por aquí para escribir la primera página de ese gran libro que va a ser tu vida. O échale un vistazo a los amigos y rivales con los que te encontrarás en un futuro.

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[Selva Profunda] ¿Quién quiere ser millonario?

Notapor Soul Artist » Mar Sep 17, 2013 4:12 pm

Atención: cinco minutos para colisión. Evacúen la nave de inmediato. Esto no es un simulacro.

Aquello no sonaba para nada bien para August, pero que nada bien.

Todo había marchado estupendamente desde que había salido de Ciudad de Paso. Nadie le había intentado detener al robar la nave que había robado honradamente en aquel mundo, y durante un rato largo tampoco había sido molestado mientras viajaba entre las estrellas. Y sin embargo, al poco de pasar junto a una ciudad con un enorme coliseo en lo más alto de una montaña, el interespacio se volvió más oscuro. Los restos de las murallas de los mundos habían sido difíciles de esquivar, pero había podido hacerlo. ¿Cuál fue el auténtico problema? Las otras naves.

En cero coma había surgido un grupo de tres naves de color verde que se dirigían hacia él, y antes de que se diera cuenta, habían abierto fuego. Pronto una de las alas Aero fue dañada, y para colmo, la segunda vino después. Consiguió atropellar a uno de sus enemigos y destruir parte de la flota en el proceso, pero las compañeras de su amigo caído se volvieron en su contra de inmediato.

La cabina en la que se encontraba ya estaba rodeada de fuego, provocado por las chispas que saltaban de los monitores rotos que ya no anunciaban el inminente peligro en el que estaba. Alcanzar los controles de la nave resultaría algo complicado sin un extintor, cosa con la que no contaba; desde luego, el anterior propietario de la nave debía de ser un agarrado de narices. A su espalda tenía, sin embargo, un pequeño pasillo que llevaba a dos habitaciones, una a cada lado, además de unas escaleras que llevarían hasta lo más profundo de la nave. Recordaba al entrar que había dos válvulas de emergencia, por lo que, a las malas, seguía teniendo una salida disponible.

Atención: cuatro minutos para colisión. Evacúen la nave de inmediato. Esto no es un simulacro.

La nave dio una tremenda sacudida que obligó al joven a tirarse al suelo. Quizá iba siendo hora de salir de allí, aunque igual era posible salvar la nave si alcanzaba los controles. ¿Contra qué iba a colisionar? ¿Uno de los restos de las murallas?
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Re: [Selva Profunda] ¿Quién quiere ser millonario?

Notapor Yandrak » Mar Sep 17, 2013 11:59 pm

El intersticio de los mundos, oscuro e inmenso, me parecía precioso desde el asiento de la nave Gumi en la que viajaba. Nave que, a pesar de las advertencias de la pesada de Cora, había resultado bastante más fácil de robar y de conducir de lo que pensaba. Para ser sincero, no estaba seguro de para qué servían todos los botones del mando de controles, pero no podía quejarme: el vehículo avanzaba sin ruidos extraños ni complicaciones entre las estrellas.

El plan marchaba a la perfección.

Pero tras pasar de largo un mundo con una especie coliseo en lo alto de una montaña (parecía demasiado primitivo como para robar allí), todo cambió. El interespacio se volvió más oscuro y cuando me quise dar cuenta tres naves de color verde habían abierto fuego contra mí. No tuve tiempo de reaccionar. Los proyectiles impactaron contra mi nave Gumi, que no tardó en perder las dos alas Aero.

Atención: cinco minutos para colisión. Evacúen la nave de inmediato. Esto no es un simulacro.

Mi nave, que ahora avanzaba a la deriva, consiguió llevarse por delante a una de las verdes. Pero ya era demasiado tarde. En la cabina de mandos se había originado un incendio por las chispas de los monitores rotos, y tomar los controles del vehículo era casi una misión casi imposible. Para colmo, las otras dos naves verdes habían vuelto a por él y era cuestión de tiempo que volvieran a abrir fuego.

Por mi parte, el impacto había provocado que cayera al suelo de cabeza. Tosiendo por el humo que generaba el incendio, me levanté protegiéndome la boca y la nariz con el brazo y contemplé el escenario que me rodeaba.

Atención: cuatro minutos para colisión. Evacúen la nave de inmediato. Esto no es un simulacro.

¿De verdad? Y yo que creía que todo esto eran efectos especiales.

No podía perder ni un segundo (aunque, irónicamente, ya lo había perdido respondiéndole a una máquina). Cogí mi espada envainada del suelo y eché a correr hacia el pequeño pasillo que había detrás de la sala de mandos. Al entrar en la nave me había fijado en que ésta disponía de dos válvulas de emergencia, y no tenía ninguna gana de descubrir contra qué se iba a estrellar esta chatarra voladora.

A toda prisa, entré en una de las válvulas y cerré la puerta. No tenía ni idea de dónde acabaría cayendo, ni siquiera si llegaría a caer en algún mundo o me quedaría flotando en el intersticio hasta que alguien pasase por allí, pero cualquiera de esas opciones era mejor que una nave en llamas a punto de estrellarse.

Pulsé el botón de expulsión. ¡Gerónimo!

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¡Primer post, yuhu! Es la primera vez que estoy en un rol que tiene tan en cuenta la redacción (normalmente siempre hacía post de cinco líneas como mucho xD). Espero haberlo hecho bien, que he estado leyendo varios temas del rol para tomar ejemplo
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[Ronda #2] ¿Quién quiere ser millonario?

Notapor Soul Artist » Jue Sep 19, 2013 1:58 pm

El joven ladrón bajó las escaleras de la nave hasta llegar a la planta inferior, un pequeño hangar para vehículos menores tales como un todoterreno cubierto por una manta. Múltiples cajas de madera obstaculizaban el paso hacia la rampa de salida, por lo que salir con el coche, y más sin disponer de las debidas llaves, se hacía casi imposible. Tampoco es que saltar al interespacio montado en un vehículo no volador fuera una gran idea, igualmente.

August se dirigió hacia una de las válvulas de escape, pero antes de alcanzarla un potente ruido de choque y una gran convulsión le frenó en seco, tirándole contra la pared del hangar. No fue difícil localizar el origen de aquel suceso, puesto que al volver a levantar la mirada descubrió, muy a su desgracia, que una de las pequeñas naves verdes había colisionado directamente con la suya, penetrando el escudo y la pared este. Aunque hacía de tapón para evitar que todos los objetos del interior del hangar salieran volando al espacio, lo cierto era que algunos papeles comenzaron a ser atraídos hacia el espacio. Poco tiempo tenía que perder.

Atención: tres minutos para colisión. Evacúen la nave de inmediato. Esto no es un simulacro.

El muchacho se dirigió hacia el interior de la válvula tras golpear el botón de expulsión con fuerza, pero un ser surgido en la misma le empujó hacia el hangar con fuerza: un Sincorazón enormemente gordo que le dañó con sólo su panza. August vio, para su desgracia, cómo las puertas de la válvula de escape se cerraban y se llevaban al Sincorazón a lo más profundo del interespacio, dejándole a él atrás.

A su alrededor aparecieron tres seres oscuros más, equipados con un casco y bailando ante su presencia. Aquellos monstruos surgían del interior de la nave que había chocado contra él, lo que explicaba por qué le habían atacado nada más verle: era la merienda de aquellos seres. En cualquier momento lanzarían una patada y, en menos de lo que cantaba un gallo, su corazón pasaría a ser el aperitivo de aquellos seres.

Su única oportunidad era la segunda válvula de escape, a su espalda. Intentar lograr más tiempo accediendo a los controles de la nave ya no era posible, pues debía volver al piso de mando y extinguir el fuego: debía olvidarse de regresar. El problema era que si intentaba correr hacia la válvula seguramente sus enemigos le cortarían el paso, y no podía permitirse nada como aquello.

Atención: dos minutos para colisión. Evacúen la nave de inmediato. Esto no es un simulacro.

La nave dio otra sacudida y el cuerpo de August fue arrastrado hacia su izquierda. Aquellos movimientos tan bruscos no le ayudaban en absoluto, y nada lograba resistirlo: ni los Sincorazón ni las cajas de madera, que fueron a acumularse en la pared este. Sin embargo, el todoterreno seguía parado en su sitio, indiferente a todos los ataques de la nave. Claro, debía tener echado el freno de mano.

Debía pensar algo rápido, dos minutos pasaban volando y más en compañía de seres devoradores de corazones.

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¡Tranquilo! Lo estás haciendo bien. Sólo comentarte que tus acciones fueron algo precipitadas igual, pero nada que no se pueda arreglar y tampoco te ha hecho daño. Por ahora vamos perfectos, tú calma y disfruta ;^)
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