[Ciudad de Paso] Una elección importante

Prólogo de Myriddin Law Watson

Si ya has creado tu ficha, pásate por aquí para escribir la primera página de ese gran libro que va a ser tu vida. O échale un vistazo a los amigos y rivales con los que te encontrarás en un futuro.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

[Ciudad de Paso] Una elección importante

Notapor Astro » Dom Jul 26, 2015 6:33 pm

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Una mañana más, amanecía en Ciudad de Paso. Aquel mundo, conocido como el más refugio más grande de todos aquellos que por una razón u otra habían perdidos sus mundos natales, llevaba una temporada con bastantes cambios en sus calles. Para empezar, la novedad más importante eran las elecciones que se celebraron hacía ahora una semana. En ellas, el candidato Mateus Palamecia, también conocido como El Emperador, había sido elegido como alcalde electo, desbancando a quien había estado ocupando el puesto durante años: Megumi Kitaniji.
El ambiente en la ciudad era de optimismo y alegría con el cambio. Al fin y al cabo, el Emperador no sólo había conseguido que los auto-denominados Villanos Finales prestaran su servicio al mundo, patrullando las calles y reduciendo con bastante eficiencia el número de sincorazón que las infestaban; sino que también era un firme opositor a cualquier tipo de relación con las Órdenes de la Llave Espada, cuya reputación en Ciudad de Paso era más bien horrible.

Para Myriddin, aquella sería una mañana más. El Distrito 1 estaba lleno de vida, con gente yendo y viniendo con sus ocupaciones diarias y las tiendas abriendo sus puertas al público. Aunque se mantenía todavía un toque de queda que prohibía salir de las casas por las noches, el ambiente en la ciudad había mejorado mucho desde las elecciones.

Lo que hacer en este nuevo día, dependía del joven Watson. ¿Buscar trabajo en alguna tienda? ¿Quedarse en casa tranquilo? ¿Ir a algún sitio tranquilo a, por ejemplo, leer? Tantas oportunidades, y una sola elección.


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¡Bienvenida a tu nuevo prólogo! Ya eres una veterana en esto, así que poco te puedo decir que no sepas, pero si tienes alguna duda no tengas miedo de preguntar.
Te dejo el ambiente abierto para que decidas qué hacer en esta mañana, recordándote que sólo puedes manejar a tus npcs propios. ¡Elige bien~!
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Re: [Ciudad de Paso] Una elección importante

Notapor A Nerd Girl » Dom Jul 26, 2015 8:37 pm

Miré el reloj del apartamento, releí el capítulo mientras maldecía al autor del libro por su argumento tan pésimo para salvar por tercera vez al protagonista y su banda como si un dios de cuerdas controlara todo. ¡Qué maldita bazofia! Miré de reojo a mi compañero de piso que se dedicaba a leer un libro de “Don Arturo Conan Doritos” pensé burlonamente por los dedos que tapaban el nombre del libro y cómo estaba centrado en la lectura. Yo tiré mi libro como si una pelota fuera a la bonita canasta de la basura, tres intentos y cada cual a menor distancia. Miré a mi compañero y miré al reloj .¿A qué demonios esperaba?


Saqué un papel de uno de los cuadernos sobre la mesa que estaban ahí desde tiempos inmemoriales que a su vez servían de posavasos, apoyo para los pies y matamoscas. Cogí el bolígrafo de mi chaqueta y escribí a Holmes algo simple como un <<¿Vamos de resaca?>> y se lo lancé intentando darle en el libro. ¡Oh venga! En vez del libro le di a su pie y él lo aplastó, lo pisoteó para llevarlo cerca, puso el marca páginas y me miró molesto. ¿Qué le pasaba? ¿Le había dado la regla? Me pidió el bolígrafo y sin querer le di en la oreja, entonces escribió y me tiró un trozo del papel para decirme: —Elemental, mi querido Watson que… — <<NO>> mostró abriendo el papel por la cara por donde escribió en grande y en mayúsculas y lo agitaba para que lo viera con un rostro algo de falsa molestia. —¿No odiabas los borrachos?


Ya, era para que dejases de entretenerte sin mi… ¿Sabes si llamaron los del trabajo para ver si me pedían hoy ir? — pregunté y a su vez me senté de nuevo en aquel sofá de muelles tan rotos que a una anciana le darían síntomas de Artritis al sentarse encima. Él se dedicó a sacarse las gafas de leer para empezar hacer cafés, quizá porque habíamos trasnochado, éramos idiotas y eran ya las horas para tomarse un café y bajar. Mientras el agua comenzaba a calentarse y se había terminado de sacar las tazas, el azúcar y las cucharillas sacó de nuevo el papel y lo agitó, lo lanzó a mi cara y se giró a ver que podría hacer. —No volvemos a trasnochar para jugar al Twister, me duele la santa cadera. —comenté mientras esperaba al café. Ojalá fuera sólo el jodido Twister, es que de paso jugamos al Póker (exactamente el Strip Póker) y luego unos chupitos de ron con cola que propuso el desgraciado de Holmes, buena idea campeón. Me dolía la cabeza con esa mierda.


Y de paso estábamos él en pantalones y yo en calzoncillos. Bonita vista sería para un visitante inesperado. ¡Si hubiera! Vagueé por el sofá y no pude recibir más castigo divino que la mirada de desaprobación de Dylan, para entonces no pensé que fuera en serio pero yo ya pillé un poco sus indirectas. Me moví al cuarto compartido y me duché seguido con vestirme con lo primero que tenía, en resumen cómo siempre.

¿Soy yo o te han aumentado las ojeras? — comentó sarcásticamente —Ya casi llegas a cincuenta sombras bajo tus ojos… ¿Vas a ir a la librería?


Si… —contesté bebiendo un sorbo tras sentarme a la mesa y tomar un café quemando casi llegaba a escupirlo pero en vez de eso lo tragué y sin echarle azúcar. ¡Cómo el mismo infierno, jolines! Holmes se reía de mi cara mientras me daba una servilleta para quitarme las boceras. —¿Quieres algo en especial?


Si puedes el periódico, tenemos nuevo mandamás en la ciudad y quiero saber como fueron las elecciones… Mi padre está feliz con él pero a mi me da mal sabor de boca…

Y así fue, me levanté y con un mi rostro serio de toda la vida cogí las llaves y me fui a la calle… Exactamente iría a la librería más cercana al apartamento, ¡esta vez no quería una birria de libro! ¡No es tan difícil, leñe!
Última edición por A Nerd Girl el Mar Jul 28, 2015 6:47 pm, editado 1 vez en total
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Ronda #2 - Una elección importante

Notapor Astro » Lun Jul 27, 2015 11:20 pm

En las calles del Distrito 1 se respiraba una tranquilidad absoluta. Myriddin pudo avanzar sin problema alguno, sin incidentes, hasta que al doblar una esquina chocó por accidente con alguien que surgió de repente.

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Se trataba de un hombre joven, envuelto en una larga capa marrón que le llegaba a las rodillas y con la capucha puesta. A pesar de eso, durante el momento del choque ambos pudieron verse mutuamente las caras: tenía la piel pálida, el pelo negro recogido en una coleta que parecía larga, y unos ojos que transmitían una extraña sensación de vacío. Aunque puede que fueran imaginaciones de Myriddin durante el golpe, ya que el contacto visual duró bastante poco.

Disculpa.

No llegó a decir más. El desconocido siguió su camino a ritmo ligero, sin pararse ni girarse. El joven Watson podía ignorarle sin más y seguir su camino, o intentar decirle algo, aunque no tendría éxito ya que no obtendría respuesta ni reacción alguna por parte de él. Incluso, en el caso de que echara a correr detrás de él, se llevaría la decepción de que, al girar una nueva esquina, el encapuchado se había esfumado sin dejar el más mínimo rastro.

De una manera u otra, la librería estaba justo al lado. Al entrar, comprobaría que en aquellas horas era el único cliente presente. No pasaron ni cinco segundos dentro antes de que una jovencita que no debería ni de llegar ni a los dieciséis años se acercara corriendo a él, con una sonrisa de oreja a oreja.

¡Buenos días! ¿Puedo ayudarle en algo? ¿Está buscando algo en especial?
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Re: [Ciudad de Paso] Una elección importante

Notapor A Nerd Girl » Mar Jul 28, 2015 10:03 am

Quizá la pregunta más importante de la mañana fue, ¿cómo pasamos del Twister al Strip Póker y de ahí a chupitos para acabar poniéndonos a leer? Fácilmente el Twister fue idea de Holmes, casi 5 veces caí encima suyo y otras tantas él sobre mi. Eso me gustó aunque a él no le fuera el rollo homosexual y a veces llegase al roce de la homofobia… El Strip Póker era mi idea para aprovechar que no sabemos los dos jugar al póker, ¡pero el maldito tenía suerte! Yo perdí claramente, y tras eso intentó retarme lo que quedaba a apostarnos el beber Ron con Cola. ¡Gracias campeón! Yo estaba por matarlo cuando ya era de madrugada y se acordó que tenía que leer un par de libros para saber cual aconsejarle a su padre para regalarlo como regalo de bodas por parte de nosotros dos. ¡Me tocó la típica historia cliché! ¡Y tan cliché como chocarme ahora con un tío raro!

Era un chico sacado de una secta que habría acabado su aquelarre siniestro cortando cabezas de bebes, bebiendo la sangre como si su calavera fuera un vaso para sangre y adorando a una cabra para admitir que estaban como una… Je, ese sería un buen lugar para divertirme. Debería hacer una secta así y llamarla “la secta de los idiotas sádicos con plaquetas enriquecidas”. ¡Pobres Enriques! Nuestras plaquetas los exterminarán por tener un nombre tan sumamente inadecuado para ese adjetivo. Pero ahora en serio, dejando la buena idea de la secta, aquel chico parecía más perdido que yo en una tienda de animales, que nunca he pensado pisar ni pisaré, sus ojos me despertaban intriga y preocupación por su tez que parecía haber sido bañado en lejía. No era su médico pero si lo fuera le recomendaría tomar un poco la luz del sol y quizá irse de ese trance, por que parecía yo algo preocupado de que no se perdiera. Aquel chico se disculpó pero fue lo único que llegué de contacto con él. ¿Qué le pasará a ese niño?

Quizá debería olvidarlo, ya se sabe porque no me interesa meterme en lo que suelen haber en las películas y series cliché de protagonista se cruza con tío raro, le persigue como si tuviera esquizofrenia sin razón como si una voz, un dios de cuerdas, lo controlara y de repente pasan cosas dudosas y raras a gusto del autor. Yo quería una capucha igual, así podría bromear a Dylan con lo de hacer la secta. Y así fue el resto de mi periplo, si bien era por la mala espina que le daría a alguien poco acostumbrado a lo grotesco y raro, porque ya con las cosas que he vivido no me sorprende que mi infortunio me llevase a cagarla pero bien, y por que estaba planteándome ser un médico clandestino para ganar dinero de verdad, eso o meterme en una mafia para hacer algo más que comerme los mocos con los “ya te llamaremos” de las empresas que pedía trabajo, ¿por qué dicen una mentira tan gorda y molesta? Por suerte ahora la librería estaba casi desértica. Llena de libros, quizá, pero no había más alma que la pobre chiquilla que me atendió y que quizá lo hacía porque cobra comisión.

¿Tenéis el periódico de hoy y un buen libro? Sé que cobras por comisión y eres linda pero no hace falta que te hagas la amable si no está tu jefe, me da igual como me atiendas… —contesté y a su vez me recorrí la vista por los nombres de los libros y sus portadas que parecían buenas, leías la sinopsis tras el libro y lo mandabas a la mierda por tener un peor argumento que un video porno. Yo sabía bien lo que era cobrar como una mierda por no vender si no ibas con una sonrisa a cada maldito cliente… Incluso si era el drogado de antes. Esperaba que si no estaba el mandón del jefe pudiera darle un respiro a la cría que intentaba sacarse unas pelas. Quizá para gastarlo en maquillaje o en cosas de niñas, yo si fuera por mi lo gastaría en morfina y en una mesilla de operaciones… Y muchos bisturís, guantes y máscaras. —Y ni se te ocurra recomendarme una auto-biografía o el libro de algún colaborador de la prensa rosa que eso lo quemo sin complejos, ¿entendiste?

Era demasiado joven para mi, un par de años y quizá le hubiera tirado un poco las fichas, lo bueno es que no tenía que colarme en la cola malamente y siendo insultado por incompetentes que no saben tener prisa. En realidad quería volver y seguir acosando a Dylan para que dejase de leer su libro. Le molestaba que estuviera siempre como una mosca a su mierda con él… Una vez me dijo que si no fuera que éramos como hermanos diría que nuestra relación era enfermiza. Además de que era muy narcisista por mi parte y de paso que se quejaba por que yo siempre tengo razón, ¡muy bien chaval! Pero la cosa era que yo tenía razón y él debía callar y eso le molestaba causándonos peleas… Casi semanales.
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Ronda #3 - Una elección importante

Notapor Astro » Jue Jul 30, 2015 12:10 am

La joven dependienta puso cara de pocos amigos mientras escuchaba a Myriddin. Con el ceño fruncido, aunque sin apartar la vista, titubeó un momento antes de apartarse del camino del chico.

Iré a... consultar. Espere un momento, por favor —dijo, señalando hacia un rincón de la librería antes de girarse—. P-puede mirar por su cuenta mientras tanto. Le recomiendo esa sección. En seguida vuelvo.

Hizo una tímida reverencia, antes de salir disparada hacia la trastienda mientras murmuraba algo que sonó como un insulto velado. Myriddin se quedó solo en la librería, en medio de un silencio que resultaba hasta incómodo. Pudo curiosear por la tienda todo lo que quiso, incluido el rincón que le indicó la chica en el que estaban las últimas novedades publicadas. Encontraría un poco de todo, desde libros publicados por famosillos de Tuipper hasta por uno escrito por una eminencia del Espacio Profundo.

La calma duró unos cinco minutos. Una puerta crujió, haciendo bastante ruido, aunque extrañamente no fue la de la entrada. Pocos segundos después... Una ola de agua, salida de la nada, chocó contra él, derribándole al suelo y empapándole de paso.

Algo avanzaba hacia el joven Watson, despacio. No podía verle bien, pero hacía mucho ruido al pisar las maderas del suelo. A la vez, reía.

¡Ji, ji, ji! ¡Te he encontrado! —Seguía riendo, cada vez más cerca de él—. ¿Creías que podrías ocultarte de nosotros?

Le alcanzaría en pocos segundos. Myriddin tenía la opción de hacer frente a lo que fuera que fuese en busca de explicaciones, arriesgándose a que volviera a atacarle; o salir corriendo hacia la puerta de salida o hacia la trastienda, bordeando a su atacante.

Hiciera lo que hiciese, tenía que elegir rápido.
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Re: [Ciudad de Paso] Una elección importante

Notapor A Nerd Girl » Jue Jul 30, 2015 12:27 pm

Ya se mostró su poca personalidad, hacerme caso la muy estúpida niñata. Aunque esa cara de pocos amigos me decía que aunque tuviera un par de años más quizá no lograría salir con ella, me alegraba la maldita idea. Además que la espanté y me recomendó una sección que tenían, se reverenció mientras en mi cabeza podría decirse que estaba feliz que me tratase como debiera a pesar de mis palabras, ¡oh si! Como si fuera su amo y señor, aunque fuera a broma pensar eso. Salió con pies en polvorosa quizá insultándome, ¡que le debería hacer! Era una cría, quizá hasta mi aspecto le parezca de un matón o de un drogado, pero al menos pude estar en silencio.

Me gustaba el silencio, sólo yo y libros. Libros por doquier que tenían mundos que hacían cada día mejorar para mi. Quizá por ser mi vía de escape durante toda mi vida, desde el bullying hasta las palizas de mi padre cuando venía borracho a las tres de la mañana, me levantaba de la cama y me pegaba por gastar el poco dinero que quedaba y él gastaba en alcohol… En libros que compraba de segunda mano o en perderlo gracias a los abusones. Por suerte ahora tenía para comprarme algún que otro libro y comer, me alegraba que Dylan siguiera a mi lado ayudándome. Él llegaba hasta a vivir conmigo para evitar meterme en líos y yo me alegraba tener un amigo y casi hermano como él. Al mirar la sección veía libros de famosos de Tuipper, quizá algo que Dylan solía usar para enterarse de las novedades y que yo pasaba. No quería mi cabeza que se volviera una sopa por un vicio que me causaba echarle colirios a Holmes por abusar de estar casi toda la noche revisándolo o mandando mensajitos a chicas con las que quería lío y me ponía celoso. ¡No pilla que me gusta! Parecía que lo máximo que llegábamos era a la zona de hermanos pero en contadas ocasiones.

Había hasta un libro de un alienígena y puse una mueca de asco, no quería nada de esos seres extraños. Seguro que me pegan algún parásito y me dan infecciones y síntomas raros… ¡Qué asco! Tras unos pocos minutos, sonó la puerta crujiendo bruscamente y me molestó que alguien hiciera tanto ruido… Así uno no podría leer las sinopsis y las primeras páginas del libro. Quizá fuera la chica, debería reportarle que arreglaran sus puertas. ¡Este lugar es de sagrado silencio! Entonces algo raro fue lo que pasó y me tiró al suelo empapándome y quizá comiéndome el libro que estaba leyendo. ¡Y se había mojado! Entonces gruñí fuertemente, —¡El libro no! —me había molestado que alguien tuviera la desfachatez de empapar una librería, ¡los libros son sagrados! ¡Y ese libro parecía bueno! ¡Oh venga! Traté de poner en un lugar lejos de otros libros y alto aquel libro mientras me levantaba calado hasta los calzoncillos y los calcetines. Era como si gritase en mi interior una lista larga de insultos que debería decir a aquel que estaba acercándose, paso a paso cada vez más cercano y de paso me habría hecho casi tirar la estantería si no fuera porque lo intenté evitar. Ya estaba claro, esto es una puñetera cámara oculta, ¿verdad? Esto era quizá la promoción de alguna película de terror estúpida que tendrá que ver con Cthulhu, alabado sea esa criatura de ficción, o con algún señor pantanoso.

Entonces lo que sea que fuera con esa risa absurda soltó algo que me desconcertó, ¿algún tío de alguna secta que se cabreó, me leyó la mente y quizá vendría a mutilarme por saber que hacen? Sería bueno y con eso podría sacar para hacer una novela sobre ello que llamaría “Los locos del aquelarre” o algún nombre mejor que Holmes me planteara, yo era pésimo nombrando cosas que no fueran motes molestos para la gente. Y se acercaba el que causó el pecado de mojar el libro, ¿y para qué me buscaban? Faltaría que fuera alguno de alguna mafia local que buscase a un médico saca-órganos clandestino, quizá el próximo oficio que postularía hasta que Holmes terminara sus estudios e hiciéramos la compañía de investigación. ¿Debería irme con algunos libros para salvarlos del malvado? No creo, quizá le meta un sermón por montar algo así en una librería. Me traté de mover algo más alejado de la estantería y miré con pena el libro con su tinta corrida y hojas empapadas, sólo veía libros mojados por mis lágrimas cuando eran verdaderamente buenos. Verlo así me hacía sentir triste por el autor que perdería a alguien que quería conocer su arte, y de paso era la peor forma de acabar con un libro... Ahora era una masa pastosa y doblada con tapa.

¿Quién demonios te ha mandado arruinar un buen libro? No sé a quien buscas, imbécil, pero deberías parar de empapar un lugar cómo este… —pregunté mientras me cruzaba de brazos y miraba la hora en mi reloj. Si tardaba mucho, Holmes vendría a ver si me había quedado con indecisión sobre cual comprar. Y esta vez cuando encuentro uno que me parecía el ganador me pasa esta mierda de cámara oculta. ¡Qué mala suerte! ¿Por qué siempre así? Siempre que logro algo bueno se acaba fastidiando todo… Me dediqué a revisar si mis guantes de piel eran una esponja inservible, me los puse para por si era algún idiota intentar darle un puñetazo en la cara y un sermón que nunca olvidaría, pero antes tendría que ver a quien me enfrentaba y hacerle pagar por esa falta de respeto a la lectura.
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Ronda #4 - Una elección importante

Notapor Astro » Dom Ago 09, 2015 12:42 pm

Lo que Myriddin se encontró, al plantar cara a aquel que había osado mojar sus preciados libros, no fue algo que se viera todos los días. Una criatura grande, enorme, a cuatro patas y que a primera vista parecía una tortuga gigante de color azul. Excepto por el detalle de que la cabeza era humana, y que las patas acababan en unas afiladas garras. La criatura sonrió al ver al muchacho, mostrando una hilera de amenazantes colmillos.

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¡Te atreves a dar la cara, bien! Así será muuucho más divertido —rió de nuevo, avanzando un poco hacia el chico. Al andar, Myriddin pudo fijarse en que daba la sensación de que alrededor del monstruo-tortuga había mucha más agua de la que le había atacado a él—. ¡Veamos qué fuerte eres!

En un parpadeo, atacó. De uno de los charcos salió a toda velocidad una onda de agua, con forma de media luna, que impactó contra el joven Watson, provocándole un feo corte en el hombro.

¡Ja, patético! —se mofó la criatura, con una sonrisa de satisfacción en la cara—. Venga, chico, si hablas y me cuentas qué haces aquí y con quién has venido, puede que no te haga mucho daño antes de llevarte hasta el Emperador.

El villano dejó de moverse, esperando una respuesta por parte de Myriddin. Si Watson no era rival para él, ¿qué opciones tenía? ¿Intentar hablar con él? ¿Escapar? ¿Luchar de todos modos? ¿Hacerse el muerto...?


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¡Siento la tardanza! Ya estoy de vuelta y listo para meterle ritmo al prólogo. Ánimo~
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Re: [Ciudad de Paso] Una elección importante

Notapor A Nerd Girl » Dom Ago 09, 2015 3:34 pm

¿Qué es? Una abominación. ¿Qué es? Un bicho muy… «Debí haberme traído guantes y gel anti-bacterias. » Su madre debió haber deseado tirarlo al cubo de la basura al nacer, ¡qué asquerosidad de bicho! ¿Qué le pasaba? ¿Se había tragado la tinta de un bolígrafo azul o es que al nacer lo echaron al cubo de pintura azul? No me fastidiaría más que lo que parecía decir. ¿Dar la cara? ¡Si me tenía bastante molesto! ¡Maldito! Tenía hasta una cola, y unos dientes que desearía arrancar uno por uno para hacerme un bonito collar para regalar los restantes a aquellos que no tienen dientes. ¿Cuántos tendrá?

También tendría que cortarse las uñas y ser más erguido así que la conclusión era… Estoy tocando agua que también toca ese ser con quizá bacterias y virus que podría ser desconocido en efectos a humanos. ¿¡Por qué a mi!? Entonces me aludió, eso no quitaba que en aquel momento pusiera una cara de asco profundo y cuando daba algún paso… Yo retrocedía para mantener una misma distancia… — ¡Eh!¡Cabr…! — Miré la herida que me produjo, no pude casi ver bien el ataque, pero era un tío peligroso y no pude exclamar dolor. Miré atentamente mientras cogía la parte de debajo de mi bata para intentar vendar un poco la herida para evitar que bacterias y entren e infecten mi nuevo regalo de peleas en las cuales no sé como acabo metiéndome. Además de cortar el desangramiento y estuve escuchando su mofa. ¿Debería hacer algo? ¿Mentir? No creía que fuera buena idea… El agua estaba por todo lo que alcanzase a la vista. Si corría me tiraría y me podría atacar. — Eh, imbécil… No sé a que viene todo este ataque gratuito pero he venido sólo. La dependienta está por allí… — Señalé de por donde había ido la chiquilla de antes y luego le dediqué a aquel hombre mi rostro de pura seriedad aunque estaba por decirle a broma algo como «Soy el Doctor» pero seguramente me lanzase otro ataque... Además que tenía que ponerme serio.— Vine a comprar libros, y tú vas y fastidias aquel que pensaba comprar, mentecato. ¿Y a qué vienes tú? Mojando un lugar que tiene papel y tinta, ¿tú no has leído nunca o qué te pasa? — Mantuve un tono de voz enfadado que si bien estaba yo ocupado encargándome la herida, o estaba yo intentando recordar lo que dijo de entregarme a El Emperador… ¿Ese no era el nuevo alcalde?

Entonces miré bien por dónde podría ir, ¿cuál era la salida más correcta en este caso? La calle o irme al interior de la tienda, pero ambos casos no era un buen lugar, bastaría con otra ola u otro ataque para tumbarme y quizá poder mostrar un agua roja que si tocase algún libro dejaría una muestra de mis células rojas (además de plaquetas y otros conocidos de los vasos sanguíneos) en libros y en todo el suelo. Sería algo muy difícil de limpiar con tanta agua sonrojada. Esperaba que aquel tío se diera cuenta que no era quien buscaba o lo que quisiera hacer. ¡Demonios! Vale que tenga ojeras tremendas, vale que tenga pinta de un drogado o de un camello… ¡En serio! No entendía nada de esto y estaba por lanzarle libros al bicho, pero eran libros… Libros no se tocan ni lanzan, excepto si son basura. Si son basura los lanzo a la cara del autor.

Pero principalmente lo que hice fue retroceder hasta apoyarme en una estantería para poder apoyarme con el hombro dañado y poder apretar más la tela. Cuando llegue a casa, lo primero será coger el bote de alcohol, echarlo como si no hubiera mañana (en caso de no tener cogeré el Vodka de Dylan), gritar por la reacción, vendarlo bien y comprar más desinfectantes. ¡Ah y lavarme las manos como 3 veces y de paso ducharme de nuevo. Tendré que comprar vendas a prueba del agua para poder evitar problemas y una poción para poder curarla mejor. Aunque todo eso si, claramente, salgo de ahí con vida o de una sola pieza. Estaba tardando algo más de lo que esperaba y deseaba terminar antes de que Holmes bajara a ver si me había quedado en el mundo de los libros que de tanto leer mi corazón a veces parecía lleno de tinta en vez del de una persona normal. Quizá porque yo apreciaba los libros, y aunque costase mi vida le haría pagar a aquella criatura humanoide-quelonia (si pudiéramos llamarla así) por anegar aquel lugar. ¡Que se meta en una tumba!
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Ronda #5 - Una elección importante

Notapor Astro » Mar Ago 11, 2015 7:43 pm

¡Mentiras! ¡Mentiras, y más mentiras! —bramó el extraño ser, ante las explicaciones del joven—. ¡Soy el Rey Anegado, Cagnazzo! ¡Archidiablo del agua y fiel servidor del Emperador! ¡Podría sentir la Llave Espada que tienes en tu interior a kilómetros de distancia!

Las palabras no habían funcionado. Y, como Myriddin había supuesto, intentar escapar tampoco sirvió de mucho. Una gran ola se abalanzó sobre él mientras Cagnazzo gritaba, arrastrándole con violencia y provocando que la cabeza del chico chocara contra una estantería.

A partir de ahí, todo se volvió negro.

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Humedad, frío, dolor de cabeza. Mucho dolor de cabeza. Myriddin despertó en un lugar oscuro y lúgubre, y lo primero que notó (además del mencionado dolor) fue que tenía algo pesado alrededor de las muñecas. Esposas. Estaba en una cárcel de piedra, tirado en el suelo, con las manos esposadas y sin nada en los bolsillos. Lo único positivo era que alguien le había vendado el corte del hombro de forma bastante chapucera, pero al menos ya no sangraba.

Aparte de él, en un rincón de la mazmorra parecía haber alguien más, hecho un ovillo en una esquina y tapándose de arriba a abajo con una manta mugrienta. Si uno se paraba a observarle lo suficiente, se daba cuenta de que temblaba constantemente.

Por lo demás, si Watson probaba a mirar por el pasillo que daba a su celda, no encontraría a nadie. Gritar tampoco serviría para nada, pues no tendría respuesta alguna.

Vaya marrón.
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Re: [Ciudad de Paso] Una elección importante

Notapor A Nerd Girl » Mar Ago 11, 2015 11:25 pm

Tras acusarme de mentiroso, que desgracia más graciosa pasaba aquí. Parecía que no se creía la verdad, ¿qué quería que dijera? ¿Qué estaba esperando a ser un asesino en serie? Entonces se presentó, que ya era hora, para proclamar ser de la realeza de lo que hacía. ¡Muy bien campeón! Y lo mejor era que su nombre sonaba más a cagado que a un nombre. Así que a partir de ahora lo llamaré Rey Calado, aquel que decía que yo poseía en mi interior una espada y sólo podía pensar que decía la de entre las… Bueno no era lo que fuera que llamaban “Llave Espada” que al parecer aquellos que la portan son muy poco queridos por este lugar.

Pero detectaba de alguna manera que yo tenía algo que ni sabía con anterioridad. ¿Por qué dice que tengo algo que sé que no tengo? ¿Cómo demonios podía fundamentar eso? ¿Qué demonios le pasaba? No podría creerme tal acusación que no tenía ni idea de cómo responder, pero algo que sé es que no era culpable. —¿Pero qué dices? —Pregunté mientras miraba con temor a lo que pudiera pasar. Estaba acusado de algo que era imposible. ¡No podía demostrarlo! Al menos sin pruebas, claramente que lo justificaran, solamente la acusación del Rey Calado. Aquel que de un grito hizo una gran ola que sabía que usaría aunque huyera. Por mucho que corriera, que no era muy rápido yo por desgracia, sabía que aquella manta acuática que se acercaba y me tiraba era imposible de escapar y con el golpe una hermosa contusión que iba a venir a mis problemas. ¡Muchas gracias bicharraco! ¡Hijo de…!

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Negro. Tonos negros y marrones. Poco a poco el negro se iba lentamente. Llegando a ser cada parpadeo más nítido. Aquel desenfoque iba formando por segundos y un poco de dolor de cabeza en líneas. Pero no tan nítidas. Aún no…

¿Qué pasaba? No podía pensar claramente, sólo frases cortas de mi pensamiento. Frío y húmedo aquel lugar, se sentía como cuando me encerraba en mi mente tras las palizas de mi padre y cuando corría a los callejones para llorar. Esa sensación me olía a melancolía, tomé aire para poder despertar mis músculos, mis articulaciones, mi cuerpo. ¿Dónde estaba? ¿Era todo un sueño? ¿Todos estos años de mi vida eran sueños de un niño perdido en el sufrimiento? Me di de golpe con la realidad, cruel y molesta. No era un sueño torcido con un final desconcertante, era la verdad. Este lugar no era más que algo similar a un calabozo. Se podía deducir por examinar el lugar con la mirada y el bostezo que solté. Miré molesto a algo que me impedía moverme con libertad, unas hermosas esposas. Las usaría para alguna idea del sadomasoquismo pero no era el momento porque sería para mi pareja, no como ahora que las llevaba yo. Tomé aire y traté de tapar mi bostezo. Tenía que investigar el lugar.

Esto parecía como un libro de esos que me interesan, ¿un secuestro? Ojalá fuera eso. Era una prisión de aquellos que sin juicio acababan en la hoguera acusados por cualquier mentira contada por el vecino y que gracias a la influencia no necesitaban mostrar pruebas que evidenciaran tal crueldad. Estaba sin nada, vacío de cualquier cosa que llevaba… ¡Ni unos pañuelos desechables! Pero lo que me molestaba que a pesar de irse gradualmente, seguía aquel dolor punzante en mi cráneo. Miré si seguía al menos el trozo de tela, pero en vez de eso parecía que tenía una venda. ¡Qué chapuza, por favor! Hasta yo con parálisis agitante lograría hacerlo mejor. ¡Si no tuviera estas mierdas del sadomasoquismo! Pero no podrían aparecer de la nada, claramente mi mirada fue hacia la figura recogida en la esquina. Muy buena idea el ponerme con una pareja, ¡cómo odio a la gente! Por suerte parecía más centrado en encerrarse para si mismo que en socializar y ser como Holmes. Un charlatán que no para de soltar la primera cosa para hacerse tu amigo y así no sentirse solo. Ahí yo le pondría esposas pero en la boca, con cinta americana y cosiéndole los labios.

Maldecía todo lo que pasaba en aquel día. Sólo había comenzado y por la cabeza me venía Holmes cabreado por liarla sin culpa. Mejor amigo, claramente pero sólo por ser el único. Gracioso no era aquella situación, ahora tendría a Don Social buscándome por toda la ciudad. Todo por aquel Rey Calado que parecía no estar. Renegué la idea de hablar con aquel otro prisionero de la piedra. Lleno de mugre y sin mostrar que o quien era. Miré cómo parecía más encerrado en si mismo que en quizá mi presencia. Tiritaba, a mi parecer, ¿cuántas noches pasarán entre su entrada y la mía a este macabro y lúgubre lugar? ¿Cuántas noches pasará en aquella tétrica prisión? No era sólo una prisión de piedra, pero el enigma aquí no era aquel desgraciado. Era cómo llegué yo a aquel lugar.

Ese tío tiene que mentir, no veo lógica para que me levante del sofá, salga de casa y ahora me persigan por ser lo que dice que soy… —Mirando mi mano, sentado cerca de la pared contraria a la espalda de aquel desconocido, murmuraba. —No ha pasado nada raro hoy excepto lo del tío raro… Pero un choque… —¡Y una santa mierda de paloma! Eso es más de película mala intragable. La opción del tío debió ser la más estúpida e improbable. Pero no imposible, ¿verdad? Después de todo la magia existe, pero algo que sé siempre me servía para las deducciones que venían en callejones sin salida: Cuando eliminas lo imposible, solo puede quedar la verdad, por muy improbable que esta sea.

¿Pero cómo se consigue esa mierda? No podía acusar a aquel loco de secta. Eso sería si otra probabilidad no suscitara a pensar que Rey Calado podría estar mintiendo. Una mentira puede ser suficiente, después de todo también sabía que no tenía pruebas, a mi saber, que lo demostrase. Por lo que todo quedaba en dos casos: Mentía o era la cruel verdad. Ambos me trajeron aquí. Pero el único alma que moraba para quizá usar como muñeco de deducciones, que solía ser Holmes tratando de usar la ciencia para apoyar o refutar los conceptos e hipótesis basadas en la lógica y en series de misterio que veíamos por la caja tonta o leíamos en noticias o novelas de misterio donde descubríamos al culpable antes de llegar a la conclusión del protagonista. Incluso creábamos casos hipotéticos para hacer una pelea de lógica, los recurrentes cuartos cerrados perfectos que se rompían con tiempo límite de 1 semana. Sólo perdí 3 veces, empate por ambas partes.

Mi mirada cambiaba de la mano al compañero de celda, constante y rápido para acabar parándome en aquella figura que parecía que iba a sufrir una hipotermia. Gruñí mientras me levantaba a ver que le pasaba a aquel gato asustadizo. Así que paso a paso me acerqué a su posición mientras ponía mi mala cara de siempre, ¿por qué hacía esto? Porque quería divertirme, tenía frustración y ganas de pegarle una paliza a alguien… Esa mala cara mía se tornaba en una sonrisa sádica para levantar mi pierna e intentar propinarle una patada contra la pared. No estaba en un buen día y alguien tendría que sufrir todo mi odio hacia todo, un ser incompetente que tendría la mala suerte de que su destino se acercase al mío por que yo sería capaz de molerlo a patadas hasta que mi furia se acabara. Así que si el golpe era efectivo, solo en ese caso, le seguiría dando insultando con cada patada hasta que se me agotara del vocabulario toda maldición posible.
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Ronda #6 - Una elección importante

Notapor Astro » Mié Ago 12, 2015 7:02 pm

Molestar a su compañero de celda. Mala elección. Porque lo que se ocultaba tras la manta no era una persona, sino algo mucho más extraño y, por desgracia, peligroso. Un esqueleto... Que se movía.

En cuanto el pie de Myriddin le tocó, el esqueleto animado saltó sobre el muchacho con una sorprendente fuerza, obligándole a forcejear para evitar que los dientes afilados del monstruo llegaran a clavare en su cara.

Todo indicaba que Watson perdería en cualquier momento. Llevaba poco despierto, con la herida del hombro reciente, y le fallaban las fuerzas. El esqueleto acabaría imponiéndose tarde o temprano, y lo que sucedería entonces no sería para nada agradable. Pero entonces, cuando todo iba de mal en peor, un rayo de esperanza acudió en su ayuda.

Un fuerte golpe de viento tiró a Myriddin al suelo. Al levantar la vista, lo primero que vería serían los restos del esqueleto que hasta hacia un instante estaba atacándole, ahora destrozado. Algo le había salvado... ¿O alguien?

¿Estás bien?

Sí, alguien. Al otro lado de las rejas, había una persona que no estaba antes. Varón, por el tono de su voz, se mantenía oculto en un rincón del pasillo gracias a la oscuridad del lugar, dejando a la vista únicamente las botas que llevaba puestas.

Se dice que el Emperador ha hecho preso a un portador de la Llave Espada. ¿Es eso cierto?

¿Quién era?
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Re: [Ciudad de Paso] Una elección importante

Notapor A Nerd Girl » Mié Ago 12, 2015 10:21 pm

Ojalá hubiera escuchado a Dylan sobre las clases de controlar mis ganas homicidas contra la humanidad. O quizá debí haber prevenido que tengo una mala suerte, como de costumbre con cualquier cosa (por ejemplo que casi siempre me tocaba algo imposible en el Twister y casi me caía al suelo al tercer turno). Cuando recibí la bonita sorpresa de saber que mi compañero de celda parecía que se le había podrido la piel quedando un esqueleto que se lanzó a por mi cuando le toqué. Esto era el peor movimiento del ajedrez de mi vida. Sentí como la adrenalina comenzaba a actuar intentando que mi instinto más primario, el de la supervivencia, sirviera para buscar la manera de no quedarme sin rostro alguno. No era por soberbia pero era parte de mi atractivo varonil y no quería perderlo. Entonces, por desgracia me di cuenta de bastantes datos juntos: no podía defenderme apropiadamente y no podría concentrarme. Las razones eran claras, concisas, absurdamente evidentes… Estaba herido y todavía seguía con las secuelas de aquella contusión. Todo era tan estúpido por mi parte.

Admiro los esqueletos, es más dibujé sus partes y todo lo que podría mientras estudiaba medicina pero, no pensé nunca que un esqueleto acabase conmigo. Irónico que los muertos me quieran llevar con ellos ahora que me gustaba vivir pero cuando deseaba morir no lo conseguía. ¿Cómo fue mi rostro? Creo que si tuviera un espejo vería miedo en mis ojos, pavor y quizá la carne se me puso de gallina. Mordiendo mi labio para no soltar algún grito de pánico, era una sensación que llevaba más de cinco años sin vivir: pánico.

Todo en un mismo día, todo era tan endiabladamente en un mísero día. Podría decirse que pasaba de querer tener una vida feliz y tranquila, con mis quejas y mi rutina a estar al borde de la muerte. ¿Qué mala estrella había decidido condenarme así? ¿Qué demonios podría hacer? Se imponía, me tiraba, me estaba ganando un montón de células óseas. Yo estaba en peores condiciones, quizá lo golpeé deseando que mi estancia en aquel lugar fuera más corta, pero no quería que fuera tan corta y que acompañase con una tumba con mi nombre. Tendría que ser todo una pesadilla pero, si lo es entonces no dolería tanto… Nunca las pesadillas que tuve y que sigo teniendo sentía tanto dolor y miedo. La pesadilla se hizo real, como si de tantas veces que soñaba en aquellos juegos de mesa de rol que solía jugar por el salón de Holmes cuando vivíamos juntos con su padre y madre aquellos monstruos que nos acechaban de hicieran realidad para acabar con mi existencia, yo por mucha resistencia era como si alguien que no se dedicase a subir su nivel se enfrentara al jefe final con una tirada de dados de por medio que sólo un milagro lograría salvar. Y que me salvó.

¿Viento? Eso creí que fue lo que me tiró, al duro suelo de piedra y jadeando me levanté sólo por la parte del torso... Mi pulso estaba acelerado y estaba al borde de darme un ataque de tanta emoción junta. ¡Demasiado por hoy! Por no decir que intenté parar para no hiperventilar y desmayarme. No podía permitirme el desmayo en esta ocasión pero entonces lo que quedaba de mi atacante, o mi esquelético amigo el que casi me mata y se come mi cara eran añicos. Al verlo solté un suspiro que siguió con la pregunta de alguien sobre si acaso estaba bien. ¿Había alguien por ahí? Mi mirada fue buscando la voz del lugar pero las penumbras tapaban su identidad. ¿Quién demonios sería? Por el tono de voz, se podría decir que grave como la de un adulto de género masculino, y lo único que veía eran sus botas. Quizá sea el carcelero o un tío que acompañara a aquel Rey Calado. Pero fuera quien fuera sólo podía ser él el que me salvó. No sabía si había logrado tener la mayor suerte del mundo de no ser deseado a morir o de que tenían un alma más compasiva conmigo, o que fue capricho del destino que adoraba desconcertarme de las maneras más sutiles.

Entonces la frase que menos quería era la de si era cierto que si había algún preso portador de la Llave Espada, ¿eso iba por mi? Seguía con las muñecas encadenadas, esas que me limitaban de paso el movimiento contra aquel ser del averno. Parecía corroborar que eran ciertos los rumores así que no tuve más que sincerarme para que si lograba ayudarme a escapar pudiera salir corriendo y mandarle a la mierda. Por mucho que le debiera mi vida, prefería vivir sin más problemas. — Me parece que te refieres a mi, y no tengo ni idea si es cierto. Yo sólo estaba comprando en una librería cuando me atacaron y me acusó ese tío de ser portador de… Ya sabes qué. — Tendría que intentar sincerarme y quizá buscar la manera de resolver este malentendido. ¿Cómo podría ser posible? La única posibilidad que se me ocurría era acusar a aquel que parecía salido de una secta pero no tenía pruebas y quizá todo fue a él por mis ganas de echarle la culpa a una persona. ¡No lo sentía por él pero yo no tengo la culpa de nada! —Me llamo Myriddin Watson, y gracias por salvarme del huesitos.

Presentándome me intenté levantar y acercarme a lo que me separaba del señor que salvó mi vida, que ya le di lo suficiente con un gracias. Me senté apoyándome en ellas, las rejas, y me dediqué a ver si algún rasguño acabó con alguna herida nueva o si la de antes había vuelto a sangrar… Sólo rezaba por despertar en mi cómoda cama, o en el sofá donde quizá me quedé dormido de leer esa novela aburrida y llena de clichés. Por que en este momento faltaba escribir en sangre en la pares que esto era lo más típico y absurdo de un Deux Ex Machina de cualquier serie barata. ¿Cuándo mi vida se tornó en una serie de segunda con un reparto variopinto e incompetente? Hasta llegaba al nivel de las telenovelas sin calidad alguna.

Sólo deseaba pensar que esto era un sueño, especialmente deseaba que fuera una de mis múltiples pesadillas que me causaban despertar en medio de la noche sudando y al borde de llorar, mirando a Holmes en la cama de al lado durmiendo plácidamente y yo siendo incapaz de cerrar los ojos para dormir hasta que el cansancio llegara de nuevo a abrazarme y llevarme a dormir con él.
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Ronda #7 - Una elección importante

Notapor Astro » Jue Ago 13, 2015 7:25 pm

A la vez que Myriddin se acercaba a las rejas, el hombre también dio un paso al frente, saliendo de las sombras. Alto, de mediana edad, con el pelo castaño y vestido con prendas elegantes. Observaba al preso de arriba a abajo con rostro serio y pensativo, como si estuviera decidiendo qué hacer con él.

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Te creo.

Dejó de observar al muchacho, para centrarse en la cerradura de la celda. Si Myriddin miraba, vería que no tenía el típico hueco por donde introducir una llave, sino que en su lugar había una marca con forma de hueso alargado. Unas ganzúas no servirían para nada, ni tampoco lo que tuviera el hombre en mente, pues poco tardó en alejarse con cara de decepción.

Me llamo Ryota. Cuando escuché los rumores de que un portador había sido capturado, vine corriendo a investigarlo, pero ha debido de haber algún tipo de confusión contigo. Tú no eres un Caballero de la Llave Espada.

Dejó de hablar de pronto, mirando de reojo hacia las escaleras que había al final del pasillo. Si Watson también guardaba silencio, podría escuchar unas pisadas lejanas.

»Sin embargo, no es probable que los Villanos Finales corrijan su error. Serás ejecutado o, en el mejor de los casos, condenado a pasar el resto de tus días en esta celda.

El sonido de una verja metálica abriéndose, y pasos cada vez más cerca. Alguien, quien fuera que fuese, no tardaría mucho en llegar. Ryota hizo un leve movimiento con su brazo, y una masa de sombras empezó a surgir en mitad de la celda. En un segundo, tomaron una forma alargada, ovalada, y en cuyo interior podía verse un camino infinito de oscuridad.

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Nadie inocente se merece ese destino. Por eso, tienes dos opciones. Quedarte aquí y olvidarte de que me has visto, confiando en que la justicia del nuevo alcalde te salve. O puedes confiar en alguien que te cree y cruzar este portal.

»Tú eliges.

No dijo más, y esperó su respuesta. La elección quedaba en manos de Myriddin, pero tenía muy poco tiempo para tomar una decisión. Las pisadas estaban cada vez más, y una vez llegara hasta ellos, era bastante probable que el misterioso Ryota se esfumara.

Tenía que elegir ya.
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Re: [Ciudad de Paso] Una elección importante

Notapor A Nerd Girl » Jue Ago 13, 2015 8:58 pm

Poco a poco, mientras me acercaba, aquel hombre de las penumbras salía a la vista. Podría decirse que me sacaría menos de unos diez años por lo bajo pero tampoco parecía tan joven. Quizá rondando por los cuarenta o los cincuenta, aunque yo era malo en adivinar la edad de la gente. Parecía alto, quizá pudiera alcanzarme pero su ropa al contrario que la mía era más elegante que lo que aparentaban las simples botas. Me miraba de una forma examinadora, ídem por mi parte. Yo nunca había visto a alguien que se conservara bien… ¡Oh mierda, ya me dio! Ya estaba pensando más en su atractivo que en qué hacer, pero no estaba mal a pesar de ser mayor que yo… Pensaría en piropos y quizá sutiles guiños de que quizá me interesara como pareja pero recordé mi situación y cómo podría fastidiar todo por mi gusto a encontrar a alguien que no fuera Holmes, porque siempre parecía estar de lado con la homofobia, quien pudiera tener una relación sentimental o simplemente un rollo de una noche. Era gracioso que alguien que odiase mis preferencias sexuales me quisiera como casi un hermano, pero él lo respetara mientras no ligara con hombres cerca de él o ligara con él.

Aquel hombre con dos palabras me hizo mirarle a los ojos, al parecer alguien con cabeza… Centrado en buscar como sacarme, quizá yo me mantuve en silencio mirando por si por mi lado, que dudaba podría ayudar… ¿Acaso podría? Lo dudaba, miré bien y lo único era la marca de un hueso alargado. Si pudiera tener mejor luminosidad podría decir que hueso era pero no había manera. No había un mecanismo visible para hacer que las rejas desaparecieran o me dejaran paso. Tampoco parecía por su lado debido pues no parecía hacer nada que lo mostrara. ¿Estaba condenado ahí? ¿Quién demonios era? Estaba claro que un carcelero no sería, era absurdo que el carcelero me soltara así como así creyéndome. ¿El Emperador? No, no me parecía haberlo visto en alguna foto de campaña electoral. ¿Alguno de los compañeros del Rey Calado? Y a cada pregunta que añadía llegó su respuesta cuando se presentó.

Explicó que investigó si era cierto que un portador había sido capturado. Deducible era que si sabía o notaba que no era entonces aquel Rey Calado mentía. ¡No debí culpar a aquel tío raro! ¡Ahora era todo culpa del cagado anegado! Una confusión que casi hace que me encierren en esa celda, con un esqueleto que se movía y me quería comer… Esas cosas de la vida, que uno desea crear una masacre por toda la ciudad, yo sí que anegaría la ciudad más que con agua pantanosa como hizo aquel insecto azulado, con la sangre de todos preferiblemente. Ni hasta un cachorro ni gatito quedaría con sangre en las venas. Aunque parecía ser una persona que estaba convencida que no lo era. ¿Entonces que pasó hace quizá unas horas? ¿Cuánto tiempo habrá pasado? El problema de perder el conocimiento es que pierdes el paso del tiempo, podría ser ya una semana o un par de horas de diferencia y sin un reloj no podría saber bien que horas eran. Yo me mantuve en silencio mientras veía su mirada dirigirse hacia un lado del pasillo de estos calabozos mugrientos e insalubres. Si quizá pasaba una noche más o la noche en sí podría tener desde un dulce resfriado a una pulmonía o hipotermia por no tener la idea de tener servicio de calefacción. Pero la razón por la que Ryota parecía mirar se vino con el silencio del ambiente y agudizando el oído pude escuchar leves pasos, quizá vendrían a darme de comer o a cualquier cosa.

Si bien estaba con el problema, las palabras que me dijo no eran alentadoras ni hasta para alguien que buscase la muerte. ¿Razones? Ejecutarme o dejarme quizá en este lugar hasta que me vuelva en un amigo para huesitos. Lo peor es que no quería pudrirme ahí sin tener al menos un simple libro con el que pasar la tarde, aunque fuera tan malo que me lograra sangrar los ojos y quizá buscar la manera de suicidarme para poder acabar con esa pesadilla.

Poco a poco, mi mirada buscó al autor de los paso, ¿qué se podría hacer? Acercándose, agarrándome a la celda para levantarme de mi posición e intentar buscar desde más altura sobre si era quizá el verdadero carcelero. Quizá en cuestión de segundos podría venir a encontrarme y encontrarse con el señor que estaba para mojarlo, o como se llamaba, Ryota. Aquel que tras hacer un movimiento empezó a parecerme que iba a desaparecer o que… ¿abriera una clase de portal oscuro? Estaba estupefacto, aquel tío hizo, a mi parecer, como un huevo negro de gran tamaño en medio de aquel lugar. ¿Era acaso fiable? Dos opciones, A o B… ¿Cuál era la más correcta? Miré con dudas pero quedaba casi nada para poder huir y entonces corrí como podía para salir de ahí y quizá cabrear al Rey Calado por perder su captura, ahora estaría más calada su incompetencia. No era por nada pero Holmes y yo no éramos partícipes en votarle, por muchos halagos que su padre soltara sobre él. Ahora era mi elección. Atravesé, pero a su vez miré hacia el atractivo de Ryota que quizá si no fuera por ser demasiado viejo para mi quizá hubiera pedido una cita con él.
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Ronda #8 - Una elección importante

Notapor Astro » Vie Ago 14, 2015 7:28 pm

Ve a casa y no salgas. Nos volveremos a ver.

Esas fueron las últimas palabras de Ryota antes de que Myriddin cruzase el portal. La sensación de perderse en mitad de un gran mar de oscuridad le invadió enseguida, incapaz de ver nada en tanto negro. Pero no tuvo que esperar mucho antes de que su cuerpo cayese con pesadez sobre el frío suelo de un callejón.

Un callejón del Distrito 1, para ser más exactos, justo al lado de la emblemática tienda de accesorios. Por la posición del sol y la gente que podía verse paseando por la plaza principal del distrito, debía de ser media tarde, aproximadamente. No había carteles de búsqueda y captura ni nada parecido repartidos por la zona, y Myriddin no tendría problema en avanzar sin llamar la atención de los vecinos con los que se cruzase.

Salvo que, claro, le mirasen las manos. Seguía teniendo la esposas puestas que, al igual que la puerta de su celda, tampoco tenían una cerradura convencional. En el lugar donde debía estar el agujero, se encontraba el símbolo grabado de una calavera. Necesitaría algo más que unas ganzúas para abrirlas.

Lo que hacer a continuación dependía de Myriddin. Ryota le había dicho que volviera a su casa, lo más sensato, pero puede que él tuviera otros planes en mente.


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