[Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Ronda # 13 - Fecha límite: miércoles 26 de noviembre

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

[Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor Soul Artist » Lun Ago 18, 2014 7:57 pm

Shibuya ha caído.

Cuatro figuras se encontraban reunidas en torno a una misma mesa, en un bar secreto situado entre los pasillos de oscuridad que conectaban el cosmos. Un hombre alto y esbelto lideraba la reunión y a sus tres compañeros, cuyas gafas de sol brillaban por la poca iluminación del recinto.

La ciudad que amaban caía en la oscuridad. Podían verlo en el monitor de la mesa: cientos de almas se negaban a abandonar el lugar donde habían crecido, mientras muchos otros huían mediante naves proporcionadas por el Compositor y pasillos abiertos por los pequeños Reapers.

Aproximadamente el 68% de la población ha decidido no abandonar el mundo —informó con voz casi carente de sentimientos la única mujer del grupo. Se recolocó las gafas y continuó informando—. Sin contar con aquellos que intenten huir y no lo consigan, preveo una conversión en las criaturas oscuras de un 80% de la población.

Sincorazón.

El hombre más alto del grupo dio un paso al frente y el monitor iluminó su musculoso y enorme cuerpo, marcado por sus ojos vacíos y sus greñas poco cuidadas. Se cruzó de brazos y señaló a la pantalla, donde algunas criaturas negras de ojos amarillos habían comenzado a surgir, llamadas por la caída del mundo.

Ese es el nombre de las criaturas. Sincorazón. —repitió el grandullón—. ¿Dónde se encuentra nuestro Compositor?

Imagino que terminando el chiringuito —contestó el miembro restante, el cual se ajustó la gorra para intentar ocultar sus ojos vidriosos—. Cuando acabe no quedará ni rastro del mundo.

Es la decisión correcta —remarcó la mujer—. La Corrupción podría apoderarse de otros mundos.

El líder de los Reapers rodeó la mesa, pasó por al lado del grandullón y se acercó al monitor para apagarlo. Dio la espalda a los presentes e hizo una señal con la mano, apenado por lo que venía a continuación.

Aquí se separan nuestros caminos.

La mujer y el joven de la gorra aceptaron de inmediato la sentencia. Se alejaron en la oscuridad del bar hacia la salida de este, desapareciendo de allí para siempre. No volverían a pisar aquel lugar, ni nada relacionado con su antiguo mundo de origen.

Pero el grandullón se negaba a aceptar aquella condición aún. Dio un paso al frente, en dirección a su jefe, y le llamó:

Señor Kitaniji.

El hombre de las gafas de sol y los cascos sobre sus hombros giró su cabeza para mirarle. Sin embargo, su asociado seguía buscando las palabras adecuadas para expresarse.

Shibuya es todo cuanto conocíamos. ¿Qué haremos ahora? ¿Cómo encontraremos nuestro lugar, si le hemos fallado a la ciudad que protegíamos?

Una vez un amigo me dijo algo que marcó el resto de mi vida. Deberías tenerlo presente tú también, Higashizawa.

El hombre terminó de darse la vuelta y caminó en dirección al Reaper. Pasó por su lado y le susurró unas palabras, algo que quedaría entre los dos para siempre, pero que marcaría el resto de su existencia.

Y sin embargo, el fantasma de Shibuya seguiría pesando en la mente de Higashizawa.

* * *

Ciudad de Paso os necesita.

No todos los días eran citados todos los aprendices posibles de toda Tierra de Partida en el salón del trono. Muchos de ellos se encontraban en misiones o días libres, junto con algunos de los Maestros; pero todo aquel que se encontrara en el castillo en aquel momento sería llamado por los moguris. Cualquiera pensaría que se trataba de un llamamiento importante de Ronin... Pero no.

Cuando llegaron, Lyn y el Maestro de Maestros eran los únicos superiores presentes, sentados frente a un Higashizawa arrodillado ante ellos. Los aprendices no tardaron en descubrir que el que había tenido la loca idea de llamar a toda Tierra de Partida había sido ni más ni menos que el cocinero, el misterioso hombre de greñas en el pelo y músculos de un participante de lucha libre. La gran mayoría de aprendices no sabían nada de él: corrían rumores de que una vez arrancó un brazo a un chico por entrar en hurtadillas en su cocina a llevarse una simple manzana.

¿Has reunido tú a esta gente, Higashizawa? —preguntó Lyn, inclinándose en su trono a la izquierda del de Ronin.

Hace días que Ciudad de Paso está siendo asediada por los Villanos Finales —explicó Higashizawa, casi ignorando la pregunta de su superiora—. La Federación ha intentado tomar medidas, pero no es suficiente. Un mundo entero grita de agonía, y los Caballeros de la Llave Espada no hacéis nada.

¿Cómo te atreves? —se ofendió la Maestra—. ¿Crees que esta es la situación que nosotros deseamos? Son los habitantes de esa ciudad los que prefieren morir antes que dejar que les ayudemos.

Vuestro deber es ayudar al necesitado, no a quien os lo suplique. Pero visto que necesitáis ruegos, yo me arrodillo por todo un mundo para alimentar la cazuela de vuestro ego.

Lyn estaba roja de rabia ante las palabras de Higashizawa. Invocó su Llave Espada y se levantó de su trono, dirigiéndola hacia el cocinero con tono amenazante; este, sin embargo, no se movió de su sitio. Ronin hizo una señal con la mano y la Maestra bajó su arma.

Entendemos tu preocupación, Higashizawa. Y no queremos que el mundo caiga ante los Villanos Finales: sus habitantes son inocentes. ¿Pero qué esperas lograr llamando a todos los aprendices que hay e insultando a esta muchachilla temperamental?

Comprobar quién tiene más honor: los Maestros superiores o los jóvenes y entusiastas aprendices.

Estoy seguro de que los segundos e acompañarían después de la escenita —el Maestro sonrió ligeramente, tanto como su rostro cansado le permitía—, y que los Villanos Finales contestarían con todos sus miembros en un ataque en masa.

Higashizawa gruñó con la cabeza agachada, sabiendo que tenía razón. Tras un par de segundos sin respuesta, Ronin continuó:

Los Maestros tenemos prohibido entrar. Un aprendiz, sin embargo... Siempre podemos decir que lo secuestraste y te lo llevaste en contra de nuestra voluntad —bromeó el Maestro, riéndose de su propia broma en voz baja—. Hana. Te he visto: tú acompañarás a Higashizawa.

La aprendiza se vio obligada a avanzar al centro de la sala, siendo el centro de las miradas de todos los aprendices.

¿Esto es todo lo que me ofreces? No da ni para los entrantes de los Sincorazón —aseguró el grandullón, observando a la joven de arriba abajo—. Quiero a otro. Uno a mi elección.

Que Bavol sea moreno no te sirve para usarlo como azúcar —advirtió bromista el Maestro. Higashizawa le ignoró y señaló con el dedo en dirección a un aprendiz concreto entre la multitud:

Quiero a Saxor. —sentenció el cocinero—. No me conformaré con nadie más que no sea él.

Un silencio sepulcral se impuso al ser mencionado en voz alta el nombre del aprendiz. Cuando avanzó junto con Hana comenzaron los cuchicheos: al fin y al cabo, aquel era el aprendiz traidor que una vez pasó de Tierra de Partida a Bastión Hueco, y viceversa. Corrían rumores de que oía voces en su cabeza, y que su estado mental era más inestable que el de la Maestra Yami.

¿Estás seguro, Higashizawa? —preguntó Lyn con los ojos clavados en el muchacho, juzgándole de arriba abajo.

Más que de cómo se hace una tortilla francesa.

No hay más que discutir entonces. Acompáñalos a sus habitaciones y reuníos con Lyn y conmigo aquí cuando hayáis acabado. Los demás aprendices: quedaos aquí. Planearemos una incursión a Ciudad de Paso en caso de que el grupo de avanzadilla fracase.

Estaba dicho. Higashizawa acompañaría a ambos aprendices a sus habitaciones, pasando primero por la de Saxor y después por la de Hana. Al ser un hombre y una mujer sus habitaciones se encontraban en alas diferentes, por lo que el camino sería largo... Pero daría tiempo para hablar mucho.


* * *

Alec, ¿sabes lo que es un Reaper?

Las nubes en el cielo de Bastión Hueco no parecían asustar a Ariasu. La Maestra del joven aprendiz llevaba con este ya algunos meses, y en aquel tiempo le había dedicado más atención de lo que podría decirse de otros que había tomado a su cargo. Era una mujer muy aplicada, siempre atenta a sus discípulos: pero con Alec las cosas eran distintas. Una segunda vida se disputaba en su cabeza, los recuerdos de cosas que nunca vivió: y era culpa de aquel aprendiz.

Por eso, muy de vez en cuando, hacía lo posible para estar con él. Como aquel día: le había llamado para una sencilla partida de ajedrez en las terrazas de Bastión Hueco, pese a las amenazas de lluvia. Alec jugaba con las fichas blancas, mientras que Ariasu controlaba las negras. Había podido comprobar durante aquellos meses que a la Maestra le encantaban los juegos, y que prácticamente siempre ganaba, fuera en lo que fuera: nunca le había visto perder. No como Shinju, que cuando perdía se enrabietaba y lanzaba la silla en la que estuviese sentada por la primera ventana que pillase.

Por supuesto que lo sabes. Había olvidado que... —Ariasu agitó la cabeza y tomó su único caballo restante, colocándolo en una posición peligrosa—. No sé si sabrás entonces de dónde viene esa raza. Se trata de un mundo que una vez visité, uno que ya no existe...

Las puertas de las terrazas se abrieron lentamente. Ragun apareció al otro lado, convocado por su mentora, que le había hecho llegar un mensaje a través de un moguri macarra que le había robado el postre de la cena: se había quedado sin parte de su alimentación para el resto de la noche, la cual estaba a punto de engullir el paisaje de Bastión Hueco.

Sí, Shibuya. ¿Entonces ya lo conocías? Era un lugar mágico —aseguró la Maestra, haciendo otro movimiento de su ficha después de que Alec hiciese el suyo—. Allí hice bastantes amigos, Reapers también. No es coincidencia que yo fuese la Game Master... Jaque Mate.

Una vez más, Ariasu había vencido. Nadie era capaz de derrotarla si se ponía a jugar: los aprendices sólo conocían una derrota por parte de la Maestra, y sólo seis personas en el Reino de la Luz habían sido capaces de vivirla. Y Alec era uno de los que había logrado vencerla.

Es curioso que el tema haya salido, ¿no crees? Con todo lo que está pasando ahora en Ciudad de Paso... Y sus habitantes, intentando por todos los medios que la Orden no se meta. Pero tengo entendido que los Reapers siempre se apoyan entre ellos, ¿no? Porque allí hay unos cuantos...

La Maestra se levantó de su asiento y se dirigió hacia la entrada del castillo, pasando por al lado de Ragun. Le acarició el hombro y le sonrió, empujándole en dirección a Alec.

Los Maestros no podemos entrar... Supongo que no hay nada que hacer, entonces. Buenas noches, chicos.


La puerta del castillo se cerró, dejando a Ariasu al otro lado. El misterioso mensaje de la mujer era difícil de captar quizás: muy sutil, quizás demasiado misterioso. ¿Y por qué había llamado a Ragun, si no le había dicho nada?

Aquellas incógnitas se resolvieron cuando las puertas del castillo se abrieron y el gorro de la Maestra se asomó a la par que su cara:

Os intento decir que vayáis a Ciudad de Paso y salvéis el mundo de los Villanos Finales. Y que si veis a alguien de Tierra de Partida, le machaquéis el culo.

Y una vez más, las puertas del castillo se cerraron.


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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor Saxor » Mar Ago 19, 2014 6:25 am

Tierra de Partida era más tétrica de lo que recordaba... Aunque claro, ahora estábamos en guerra. Los días en los que podíamos disfrutar sin demasiadas preocupaciones habían desaparecido hace mucho. Y todo por culpa de aquel incidente en La Red.

Erased Data había secuestrado a todos los aprendices, tanto de Tierra de Partida como de Bastión Hueco, y nos había arrancado toda la oscuridad que había en nuestros corazones. Y como yo carecía de uno, me había arrancado aquello que lo sustituía: A Xayim. Después de una ardua batalla en la que trabajamos Tierra de Partida y Bastión Hueco codo con codo, habíamos logrado destruir a ese corrupto programa. Por desgracia, la cosa no acabó ahí. Ryota quiso hacer las paces con el Maestro Ronin, pero algo pasó, algo horrible. Aparentemente mi Maestro había atacado al hijo de puta de Ryota en mitad de un abrazo de reconciliación. Decía aparentemente, porque no me lo podía creer. Todos aquellos sucesos en cadena que iniciaron esta guerra empezaron con una llamada general a todos los aprendices... Y otra vez estaba sucediendo de nuevo.

Habían ordenado a todos los aprendices que se encontraban en Tierra de Partida ir hacia la sala del trono. Aquello me daba muy mala espina. ¿Estarían planeando un ataque a Bastión Hueco? Odiaba esta situación de guerra, pero me iba a ver obligado a participar en ella, y no me negaría a pelear. Algo incomodado, avancé junto a todos los aprendices hasta allí. Me temía las peores órdenes. Pero nunca me esperé algo como lo que ocurrió después.

Ciudad de Paso os necesita.

Para mi sorpresa, el ex-Reaper Higashizawa se encontraba de rodillas suplicando a los Maestros Ronin y Lyn, Y habría deseado con toda mi alma que no hubiera sido aquel mundo precisamente.

Aunque conocía a Higashizawa desde el robo en la cocina, no había sabido nada sobre él hasta que los recuerdos de mi otro yo habían llegado a mi cabeza. Su mundo, Shibuya, había sido destruido para evitar la expansión de una supuesta corrupción. Me alivié mucho cuando descubrí que no había muerto (ya que mi versión digital había presenciado cómo lo devoraba aquella cosa). Por la expresión de los maestros (y la pregunta que la Maestra Lyn hizo después) no parecía que la llamada hubiese venido de ellos.

¿Has reunido tú a esta gente, Higashizawa?

Hace días que Ciudad de Paso está siendo asediada por los Villanos Finales.. La Federación ha intentado tomar medidas, pero no es suficiente. Un mundo entero grita de agonía, y los Caballeros de la Llave Espada no hacéis nada.

¡¿Qué?!

No, no, debía ser una broma de mal gusto. Lo último que había oído de Ciudad de Paso (gracias a Atesaki) era que un paquete enviado por Tierra de Partida había atraído sincorazón a donde no los suele haber. Si la cosa había ido a peor por culpa de un grupo llamado "Villanos Finales"... Dos amigos míos vivían allí, y no quería por nada del Intersticio que les ocurriese algo. Ambos sabían pelear, pero... No podía dejar que aquel mundo siguiera así.

¿Cómo te atreves? ¿Crees que esta es la situación que nosotros deseamos? Son los habitantes de esa ciudad los que prefieren morir antes que dejar que les ayudemos─ Aquello último habría sido demasiado propio de Atesaki... ¿Entonces toda Ciudad de Paso estaba igual de recelosa con los caballeros de la llave espada?

Vuestro deber es ayudar al necesitado, no a quien os lo suplique. Pero visto que necesitáis ruegos, yo me arrodillo por todo un mundo para alimentar la cazuela de vuestro ego.

Higashizawa no quería dar el brazo a torcer, y estaba sacando de sus casillas a la Maestra Lyn, que lo amenazó con su arma. Mi Maestro le instó con la mano a que bajara el arma, lo que me alivió un poco. Quería que le escucharan... Por el bien de Beat y Atesaki, además de todos los habitantes de aquel mundo. Y por primera vez desde que volví a la orden, pude oír la voz de mi Maestro.

Entendemos tu preocupación, Higashizawa. Y no queremos que el mundo caiga ante los Villanos Finales: sus habitantes son inocentes. ¿Pero qué esperas lograr llamando a todos los aprendices que hay e insultando a esta muchachilla temperamental?

Comprobar quién tiene más honor: los Maestros superiores o los jóvenes y entusiastas aprendices.

Estoy seguro de que los segundos e acompañarían después de la escenita, y que los Villanos Finales contestarían con todos sus miembros en un ataque en masa─ ¿Pero cuántos formaban los Villanos Finales? Si eran suficientes para enfrentarse a tantos aprendices... O simplemente si eran poderosos. Pero su predicción no habría sido errónea: Quería ir allí, y podría incluso montar la escenita para ello. Tras unos segundos de pausa, mi Maestro continuó.

Los Maestros tenemos prohibido entrar. Un aprendiz, sin embargo... Siempre podemos decir que lo secuestraste y te lo llevaste en contra de nuestra voluntad —¡claro, un aprendiz! Si me presentaba voluntario para ir como "secuestrado"...—. Hana. Te he visto: tú acompañarás a Higashizawa.

Me llevé un enorme chasco cuando dijo el nombre de otra aprendiz inmediatamente casi. Tal vez si montaba la escenita, igual me intercambiaban con ella... Espera, aquel nombre me sonaba de algo, pero no podía acertar en qué. Mis dudas se disiparon en cuanto vi a qué chica se refería mi Maestro: Su copia había sido compañera de Mickael en el Reaper's Game. Sin embargo, el viejo Reaper no quedó satisfecho.

¿Esto es todo lo que me ofreces? No da ni para los entrantes de los Sincorazón. Quiero a otro. Uno a mi elección.─ Me llevé el segundo chasco cuando dijo que elegiría el segundo aprendiz él mismo. ¿Cuántas posibilidades había de que eligieran a un doble traidor como yo? Muy bajas, si no eran nulas.

Que Bavol sea moreno no te sirve para usarlo como azúcar — aunque ignoraba quién era ese aprendiz, aquella era la segunda broma en lo que llevaban de conversación. Parecía que mi Maestro no había perdido del todo el sentido del humor. Entonces Higashizawa señaló hacia el segundo apr... No, era imposible. Debía de estar señalando a alguien de detrás. Antes de poder siquiera girarme, confirmó algo imposible.

Quiero a Saxor. No me conformaré con nadie más que no sea él.

¿Qué? Oh, vamos, ¿en serio? Dime que estás alucinando.

Me había quedado en tal estado de shock que ni las palabras de Xayim me sacaron de mi asombro. Todos los aprendices me estaban mirando, y todo ruido había desaparecido con solo mencionar mi nombre. ¿Por qué a mí? ¿Yo, alguien que para los ojos de los demás había traicionado tanto a Tierra de Partida como a Bastión Hueco?

Pero aquello era lo que quería, ¿no? Salvar Ciudad de Paso. No debía vacilar ahora. Cambiando mi expresión por otra más seria, empecé a caminar... Y un montón de cuchicheos sobre mí empezaron a rondar por la sala. No sentía tanta desconfianza sobre mi persona desde antes del ataque a Vergel Radiante... Y no es que fuera bueno, precisamente. Encima los rumores se acercaban demasiado a la realidad, menos en lo de mi supuesta locura. No era lo mismo tener voces en la cabeza que tener un bicho en el espacio que debía ocupar un corazón... Y encima pudiera hablar.

¿Estás seguro, Higashizawa? —La Maestra de mi misma edad me observó de arriba a abajo por segunda vez en mi vida... Hacía dos años que lo hizo la primera vez.

Más que de cómo se hace una tortilla francesa.

No hay más que discutir entonces. Acompáñalos a sus habitaciones y reuníos con Lyn y conmigo aquí cuando hayáis acabado. Los demás aprendices: quedaos aquí. Planearemos una incursión a Ciudad de Paso en caso de que el grupo de avanzadilla fracase.

Mientras los Maestros pensaban en el Plan B, Higashizawa, Hana y yo empezamos a caminar hacia mi habitación.

Eh...─ de camino quise preguntarle aquello a Higashizawa─ . Yo también quiero salvar Ciudad de Paso, pero... ¿Por qué me has elegido?─ trataba de ignorar todo lo que podía a la chica que nos acompañaba... No quería empezar a tartamudear. Minutos más tarde, llegamos a mi habitación─. No tardo nada.

Entré rápidamente en mi habitación para recoger mis cosas. Dentro de un pequeño cofre se encontraban unos cuantos objetos curativos. Cogí todos los que tenía y los guardé en una bolsa, que me até al cinturón. Obviamente, no me olvidé de Guilmon: Estaba dentro del móvil que tenía en el bolsillo. Lo había pasado bastante mal para recuperar a mi amigo, pero por suerte pude conseguir todo lo que había dejado en Bastión Hueco antes de mi partida. Me puse la parte de la armadura en el cuerpo y, por si acaso, cogí las llaves de la nave gumi que Atesaki me regaló. Con todo preparado, salí de nuevo al pasillo.

Ya estoy listo.─ entonces solo quedaba ir a la habitación de Hana. Durante el camino, me vino algo a la cabeza. Tal vez él sepa la respuesta a mis preguntas─ .Higashizawa, ¿quiénes son los Villanos Finales? ¿Por qué están atacando Ciudad de Paso?

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Última edición por Saxor el Mié Ago 20, 2014 9:28 pm, editado 1 vez en total
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor Sombra » Mié Ago 20, 2014 5:14 pm

¡Ese estúpido Moguri! —exclamé enrabietado mientras el ascensor ascendía hacia la terraza del castillo—. Cuando lo pille le voy a dar una buena.

Cinco minutos antes a lo sumo me encontraba cenando con total tranquilidad en el comedor junto a algún otro aprendiz charlando de tonterías sobre los entrenamientos, nada importante sin duda. En un momento dado un pequeño Moguri con cara de pocos amigos y que parecía miembro de una mafia o algo así se acercó para entregarme un mensaje por parte de la Maestra Ariasu, mi mentora desde que había puesto un pie en aquel castillo o tal vez podía considerar que estaba destinada a ser mi maestra cuando la había conocido en el País de las Maravillas. El motivo de mi enfado mientras me dirigía a las terrazas (lugar donde me encontraría con Ariasu) era mi postre. Aquel moguri, tras darme el mensaje había decidido que como "pago por el favor" se llevaría mi postre y sin comerlo ni beberlo cogió mi preciado flan con nata y se fue volando a toda pastilla. Obviamente no me puse a seguirlo dado que tenía otros asuntos que atender por lo que la venganza tendría que esperar.

Caminé hacia la puerta de las terrazas y la empujé con suavidad. Allí estaban Ariasu y Alec sentados alrededor de una pequeña mesa mientras jugaban ajedrez, un juego de mesa en el que se ponía a prueba la capacidad de anticipación ante el rival. Lo único malo de dicho juego es que había una forma sencilla de ganar siempre y era memorizar las situaciones posibles a lo largo de toda una partida que podían llegar si mis cálculos no fallaban a los veinte septillones. Bueno, tal vez no era tan sencillo memorizar eso. Pero apostaba que había gente capaz de hacerlo.

Sí, Shibuya. ¿Entonces ya lo conocías? Era un lugar mágico —cerré la puerta y me coloqué en silencio observando la partida mientras esperaba a que terminasen la conversión de la que acababa de perderme la mitad o más—. Allí hice bastantes amigos, Reapers también. No es coincidencia que yo fuese la Game Master... Jaque Mate.

<<¿Game Master y Reapers?>>

Obviamente reconocía esos términos. Eran parte de la jerga de los jugadores que habíamos participado en el Reaper´s Game. Prefería mantener aquellos recuerdos aislados, pero en ocasiones era imposible mantenerlos a parte dado que durante aquel juego había luchado a muerte contra mis compañeros de Bastión Hueco.

Es curioso que el tema haya salido, ¿no crees? Con todo lo que está pasando ahora en Ciudad de Paso... Y sus habitantes, intentando por todos los medios que la Orden no se meta. Pero tengo entendido que los Reapers siempre se apoyan entre ellos, ¿no? Porque allí hay unos cuantos...

Ariasu se puso en pie y caminó hacia la puerta de la terraza. Me eché a un lado dejándola pasar a lo que respondió acariciando mi hombro y dedicándome una misteriosa sonrisa para luego darme un suave empujón hacia Alec, que acababa de perder aquella partida de ajedrez. Aunque no era de extrañar perder contra la Maestra en un juego de mesa. Había retado a mucha gente y hasta donde yo sabía jamás había perdido antes.

Los Maestros no podemos entrar... Supongo que no hay nada que hacer, entonces. Buenas noches, chicos.

¿Es alguna clase de indirecta, Maestra? —no hubo respuesta, dado que atravesó la puerta para cerrarla tras de sí. No estaba seguro de por qué me había llamado, la verdad... Pero no me extrañaría que en realidad fuese una broma de aquel maldito moguri roba-flanes.

Mientras empezaba a pensar de forma negativa -otra vez- la puerta volvió a abrirse y el gorro-seta (que me recordó peligrosamente a unos sincorazón que había visto en cierto mundo...) se asomó nuevamente para despejar mi duda.

Os intento decir que vayáis a Ciudad de Paso y salvéis el mundo de los Villanos Finales. Y que si veis a alguien de Tierra de Partida, le machaquéis el culo.

A sus ordenes.

Las puertas volvieron a cerrarse de par en par, ésta vez la Maestra no iba a volver.

Espera... ¿Pretende que nos carguemos Villanos Finales nosotros solos? Debe ser una broma —me quejé, aunque no iba a servir de nada dado que tendríamos que ir si o sí a aquel mundo—, esos tipos son muy duros.

>>Bueno... que remedio... ¿Salimos ahora o necesitas coger algo?

Aquella vez no llevaría la Nave Gumi, sino el Glider dado que no quería arriesgarme a que se la cargaran o algo así y una nave tan grande como la mía no era precisamente sigilosa. Lo mejor (y aquello era lo que quería hacer) era entrar al mundo y poder descender en un lugar seguro sin ser descubiertos.
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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor Nell » Vie Ago 22, 2014 8:07 pm

Hana madrugó la mañana del llamamiento.

Y para aclarar: nunca, absolutamente nunca, lo hacía. Como las misiones surgían en el mismo día, no le hacía ninguna falta. Si alguien la requería, que fuera a buscarla a su habitación, donde probablemente estuviera tan sopa que ni se inmutara por los golpes de la puerta. Y a los entrenamientos asistía de cuanto en cuanto, es decir, cuando un Maestro la pillaba vagabundeando por ahí.

Puede que su mente intuyera que algo estaba a punto de ocurrir, aunque la aprendiza no creía en ese tipo de temas místicos. El caso es que, al despertarse cuando los primeros rayos de sol entraban por la ventana, no quiso volverse a dormir. Se puso en pie, se dio un buen baño (últimamente solo se daba baños, para sacar a pasear al pececito) y se arregló.

Se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se arrepintió del sueño perdido cuando se miró al espejo. Allí estaba ella. Hana. La pirata. La aprendiza. La indiferente. La de la concha. La que había perdido las ojeras con las que cada mañana se levantaba, producto de pesadillas.

Y es que algo había cambiado. Desde su visita al Santuario de la Reminiscencia, ese lugar sagrado para todos aquellos locos (y un poco ahora para ella), ya no era la misma. La farsa había acabado. Y eso le daba miedo.

Cuando salió de su habitación, todavía dudando de si quería comerse el mundo, darse otro chapuzón (porque siempre tenía ganas) o ir a perder el tiempo como era lo habitual, le llegó la noticia del llamamiento masivo de aprendices. Como no tenía otra cosa que hacer, y ya que decían que era obligatorio y tal, acudió.

Habían reunido a todos los aprendices en la sala del trono, ocupando los asientos únicamente Ronin y Lyn. Frente a ellos estaba arrodillado Higashizawa, el cocinero de Tierra de Partida, quien aparentemente los había llamado a juzgar por los cuchicheos que escuchó. No le conocía, pero a Hana no podía caerle mal un tipo que le ponía un plato de comida caliente todos los días.

Pensó que sería una charla aburrida sobre los menús, y se colocó adrede cerca de la pared para esconderse en caso de necesidad. Si el cocinero se enfadaba, que no tuviera que ver nada con ella, porque no podría volver a probar un plato de Tierra de Partida nunca más. Para su sorpresa, fue escuchar la palabra «Villanos Finales», y encenderse todos sus receptores, bebiendo e interiorizando toda la información que salía de los labios de Higashizawa. De hecho, empezó a avanzar sin darse cuenta entre la multitud, muy interesada.

Nunca había estado en Ciudad de Paso, pese a ser un mundo ampliamente conocido por los aprendices, con motivo de que no tenían que fingir ser extranjeros (en él conocían la existencia de otros mundos) y por su distrito comercial. A pesar de ello, sí conocía la situación que afrontaba actualmente, gracias a escuchas y al periódico local. ¿Cómo no le iba a interesar si todo en lo que figurara la palabra «Villanos Finales» le parecía resaltado y en grande como si estuviese escrito para captar la atención de ella, precisamente?

No, Hana no había olvidado su promesa de venganza a Zande. Ni iba a hacerlo. Aquel monstruo pertenecía a esa estúpida secta, por lo que la manera más fácil de localizarle y llegar hasta él era sonsacando información a otros miembros. La aprendiza no pensaba perderse ni uno solo de sus movimientos mientras el corazón de su enemigo siguiera latiendo.

El honor que hizo mención Higashizawa le daba igual. Si estaba interesada en esa petición de ayuda, era por la posibilidad de toparse con Zande o con alguno de sus amigos.

La petición y las razones para no acudir le parecieron burocracia barata a Hana. Si le denegaban la súplica de ayudar a Ciudad de Paso, ella misma se escabulliría para marchar por su cuenta. Por sus propios fines más que para socorrer, sí, pero qué más daba. Tal vez era eso mismo lo que le deparaba el día.

Entonces, Ronin dijo su nombre y volvió a prestar atención. Le llamaba para acompañar a Higashizawa, pensando que la había pillado, cuando en realidad le estaba haciendo un favor. No le culpaba, el noventa por ciento de las veces hacía eso mismo. Avanzó con falsa modestia, incapaz de ocultar su orgullo porque el Maestro la hubiera escogido para llevar a cabo la misión, hasta que se percató de la probable razón.

Él había estado presente en su sentencia de venganza hacia Zande y en su huida. De hecho, presa de la frustración, Hana se había enzarzado con él por cosas de las que tampoco tenía la culpa. No es que se enorgulleciera de ello, pero tampoco se arrepentía. Había cometido sus errores, y por eso el Villano Final estaba libre… y vivo. Quizá aquello fuera una manera de compensar a la aprendiza, de darle la oportunidad negada.

Y se lo debía también por el numerito que montó en esa taberna de Port Royal. Y por toda la indiferencia hacia el asunto en sí de la venganza. Si aquello salía bien, encontrando a Zande, acercándose a él u obteniendo información, quedaría perdonado. Al fin y al cabo, Hana era una de las pocas que estuvo de acuerdo con la puñalada trapera que le propinó a Ryota. Al enemigo, ni agua.

Los entrantes los obtendrán de inofensivos ciudadanos si no me llevas contigo ―refunfuñó la aprendiza, cuando Higashizawa se quejó. No sabía cómo tomarse el comentario del cocinero.

Para compensar, el hombretón escogió un aprendiz por sí mismo: Saxor. Hana le conocía. Bueno, no. O sí. La verdad es que no lo sabía muy bien. En su interior, habían aparecido recuerdos de una yo diferente, una Hana que había vivido y muerto en un juego de supervivencia informático. La muchacha en sí (que se negaba a reconocerla como ella misma) no le caía demasiado bien. Se había montado unos rollos religiosos muy raros hacia ni más ni menos que ¡Ronin! Dios (y nunca mejor dicho). Y encima había ido desnuda por ahí. Menos mal que la actual Hana había crecido y dejado ese cuerpo de niña atrás, para que nadie lo identificara con el de su copia.

A pesar de que la mayoría de las veces quería ignorar a esa loca, otras no tenía más remedio que aceptar que en algún momento había existido y le había legado una serie de recuerdos. Entre ellos, como ya se ha mencionado, el que la conectaba con Saxor, el chico que encontró uno de los días en los túneles. Se separaron rápido, pero recordó ser algo cruel con él, ya que ni Mickael ni ella quisieron unir fuerzas con la otra pareja.

Ahora, a su lado, no sabía cómo dirigirse a él.

Si le conociera de antes, la cosa sería diferente. Podría fingir naturalidad, como si nada hubiera ocurrido, y ya está. Pero eso era imposible, porque no recordaba haber visto al chico ni en los pasillos, salvo los últimos meses. Debía de ser un novato. Eso lo empeoraba todavía más, porque los Villanos Finales habían demostrado no ser precisamente débiles.

¿Estás seguro, Higashizawa? —preguntó Lyn. Hana supuso que se refería a si de verdad quería marcharse con los dos aprendices elegidos, lo que le ofendió algo.

«Bla, bla, bla, ¡dejadnos marchar ya!», se impacientó.

Más que de cómo se hace una tortilla francesa ―cocinero tenía que ser.

No hay más que discutir entonces. Acompáñalos a sus habitaciones y reuníos con Lyn y conmigo aquí cuando hayáis acabado. Los demás aprendices: quedaos aquí. Planearemos una incursión a Ciudad de Paso en caso de que el grupo de avanzadilla fracase.

Al fin, libres. No le gustaba mucho eso del «grupo de avanzadilla», porque sonaba a la primera línea del ejército que siempre se escogía con cuidado porque eran los que acudían a morir. Sin embargo, se tragó la pega, no fueran a sacarle de él.

Inmediatamente, se pusieron en marcha hacia sus dos habitaciones para prepararse. Por el camino, Saxor quiso preguntar a Higashizawa la razón de su elección, a la que Hana también tenía un particular interés por escuchar. Al fin y al cabo, ella se imaginaba bien cuál había sido la de Ronin.

En cuanto Saxor terminó de arreglarse, pusieron rumbo a la habitación de Hana, situada en el ala contraria. Mientras, el aprendiz aprovechó para preguntar:

Higashizawa, ¿quiénes son los Villanos Finales? ¿Por qué están atacando Ciudad de Paso?

Un grupo de locos ―resumió Hana―. Aunque me gustaría escuchar la explicación completa ―la verdad es que lo único que sabía de ellos es que eran muy fuertes y habían tenido un gran interés por Leviatán (la Fuente, suponía, solo la había querido Zande).

Escuchó lo que tuviera que decir y, una vez llegaron a su habitación, entró en ella y cerró la puerta tras de sí. Se arregló con algo más apropiado, una camiseta de tirantes (en cuyo pecho había unas letras que decían «el puño está veinte centímetros más arriba») y unos pantalones cortos, junto al acostumbrado pañuelo (el de hoy, gris) con el que se recogió el pelo. No necesitaba esconderse los tatuajes, así que los dejó tal cual. Eso sí, se metió su nueva daga en la bota, como su as en la manga. Se guardó algunos objetos que había comprado legalmente haciendo cosas ilícitas en una mochilita y salió, preparada.

Yo tengo una pregunta más personal. ―Fue directa al grano, cerrando la puerta tras de sí. Lo había estado meditando mientras se arreglaba―. ¿Cuál es tu razón para ayudar a Ciudad de Paso? ¿Compasión? ¿Bondad? ¿Perteneces a ese mundo? ―¿por qué el cocinero, y no un moguri o uno de los camareros, había sido quien fuera a suplicar a los Maestros por ayuda? ¿Qué interés tenía él, cuando estaba hasta dispuesto a acompañarles a Ciudad de Paso?

Parecía un tipo franco, así que estaba dispuesta a creer su respuesta. Lo que más temía es que él le remitiera a la misma pregunta. Se escudaría en que Ronin la había escogido, aunque una vez estuvieran en Ciudad de Paso y Hana comenzara a hacer preguntas, le sería difícil mantener la excusa y el secreto.

Además, Higashizawa seguramente sería un lastre para el grupo y se librarían de él enseguida. ¡Uh! ¡Menuda protección! ¡Cuidado, sincorazón, que tenían un cocinero y sabía usar sartenes! ¡Sálvese quien pueda!

Aficionados…
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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor LightHelco » Sab Ago 23, 2014 12:33 am

Jaque otra vez.

Acaricié la cabecita de Ilana, acurrucada sobre mi regazo, mientras miraba fijamente el tablero. Aun no siendo un experto en aquel juego, tenía algo de habilidad para memorizar posibles jugadas, pero nunca era suficiente para vencer a Ariasu.

No llevaría más de dos meses en aquel lugar y ya había tenido varias partidas con la Maestra, todas acabando en derrota y aquella presentía que acabaría de la misma forma. Al menos en esta ocasión había conseguido eliminar a su reina y forzarla al uso constante de los caballos, aunque estos no paraban de amenazar a mis piezas más valiosas y el Rey, por lo que pronto me había encontrado con una constante sucesión de Jaques contra este.

Levanté la pieza pensando a qué lugar moverla para ganar algún turno de más entre amenazas de muerte, ya que estaba viendo que Ariasu aprovechaba estos para hacer avanzar un inofensivo peón hasta mi lado del tablero y eso era algo que no podía permitir. Había conseguido derribar una Reina, una segunda supondría mi perdición.


Quizá si acercó el Rey a la torre y hago un enro…


Alec, ¿sabes lo que es un Reaper?

La pieza se escapó de entre mis dedos cayendo al tablero y balanceándose sobre este en un intento de no caer y dar por finalizada la partida. Ilana tampoco ayudo mucho a que el Rey aguantara golpeando la mesa tras que mis uñas se clavaran en su lomo.

¡Rey a H4! —anuncié atrapando al monarca y moviéndolo a una casilla segura en la que no decidiera suicidarse mientras respiraba rápidamente debido al susto.

Por supuesto que lo sabes. Había olvidado que...

Nuestras copias lo fueron” terminé su frase sin llegar a pronunciarla. Cuando me dijeron que Ariasu iba a ser mi Maestra en Bastión Hueco sabía que no iba a poder tratarla como a la Game Master que fue su doble digital, ya que ella no había recuperado los recuerdos de la misma forma que nosotros los aprendices, pero era cierto que la había llegado a sentir bastante cercana durante estos meses, como si de alguna forma los sentimientos de la Reaper le hubiesen llegado.

No sé si sabrás entonces de dónde viene esa raza —continuó hablando moviendo el insistente caballo a la zona de enroque —. Se trata de un mundo que una vez visité, uno que ya no existe...

Shibuya, he oído hablar de él —le contesté en esta ocasión más tranquilo y con algo de tristeza, después de todo aquel había sido el mundo de Shiki, persona que no conocía, pero que deseaba volver a ver y saber si realmente se encontraba bien.

Tomé en esta ocasión mi alfil restante para liquidar al caballo. La partida ya la tenía perdida, al peón solo le quedaba un paso para volverse la nueva reina de las piezas negras y mi Rey estaba atrapado entre un caballo y una torre enemigas, al menos iba a intentar llevarme una víctima más a la tumba.

Alcé la vista un segundo hacia la Maestra, olvidándome por unos instantes del juego ¿por qué había tocado aquel tema? El Reapers’ Game era algo que quería olvidar a sabiendas de todos los problemas que me estaba causando, la gente en el castillo sospechaba de mi lealtad a Bastión Hueco, Andrei seguramente deseara mi cabeza al no poder conseguir la del imbécil de Joker y yo me comía la cabeza con temas de mundos que no tendrían que importarme.

Si, había investigado sobre Shibuya para ver si se había restaurado y también había preguntado a la gente si conocían el nuevo paradero de Joshua y los demás. ¡Más yo no quería involucrarme más en el maldito tema!

Allí hice bastantes amigos, Reapers también. No es coincidencia que yo fuese la Game Master... —no es coincidencia que yo acabase dándole la espalda a Ronin también —Jaque Mate.

Y otra victoria más a lista de la Maestra, al menos podía decir que había hecho algo más que el resto de mis compañeros: Una torre, un alfil y un peón-reina es lo único que le había dejado en esta ocasión. Dentro de varios eones quizás consiga ganarla.

Es curioso que el tema haya salido, ¿no crees? —la verdad es que hubiese preferido hablar sobre esa extraña especie de molusco nueva que habían descubierto —. Con todo lo que está pasando ahora en Ciudad de Paso... Y sus habitantes, intentando por todos los medios que la Orden no se meta. Pero tengo entendido que los Reapers siempre se apoyan entre ellos, ¿no? Porque allí hay unos cuantos...

¿Había más Reapers? Quiero decir, sí, era normal que hubiese supervivientes de un mundo destruido, los había en la gran mayoría de los casos, pero no me esperaba que hubiese Reapers vivos… agh, siquiera sabía si Reaper era una raza o un titulo. Aunque es cierto que le había echado un poco el ojo a lo ocurrido en Ciudad de Paso, prácticamente por temor a que algunos conocidos míos de Tierra de Partida hubiesen tenido la maravillosa idea de ir allí a arreglar las cosas.

Estaba seguro de que había cierto aprendiz “superior” que se le habría pasado por la cabeza hacerlo.

Maestra, no entiendo muy bien a que se refiere con eso último —remarqué tomando a Ilana en brazos y levantando al ver que esta empezaba a moverse hacia la entrada, lugar al que le seguí —. Es cierto que conozco varios Reapers, pero yo no soy uno si era eso lo que intentaba decirme.

Buscando su respuesta, me crucé con Ragun al que salude con la cabeza, mas pronto vería que no iba a ser un encuentro de pasada, ya que Ariasu se volvió a por él y lo empujo hasta mi posición.

Los Maestros no podemos entrar... Supongo que no hay nada que hacer, entonces. Buenas noches, chicos.

Buenas… ¿noches? —balbuceé patidifuso al ver como la puerta se cerraba ante nuestras narices dejándonos fuera del castillo al aprendiz oscuro y a mí —¿Había entrenamiento de Sincorazón y no me he enterado?

El chico no me contesto, aunque no fue necesario debido a que tras unos segundos de silencio, la puerta del castillo volvió a abrirse mostrando la cabeza de la Maestra.

Os intento decir que vayáis a Ciudad de Paso y salvéis el mundo de los Villanos Finales —aclaró finalmente —. Y que si veis a alguien de Tierra de Partida, le machaquéis el culo.

¿Tierra de Partida iba a ir? Agaché la cabeza inseguro ante aquello, sabía que estábamos en guerra y yo había elegido abandonarles, mas hubiese preferido no tener que enfrentarme a ellos tan pronto, no estaba aun preparado para atacar a los que fueron mis compañeros. Si que atacaría a aquellos que no conocía de nada y decidieran ser un bache en la misión, pero no quería tener que hacer daño a Light u algún otro al que llegue a considerar cercano.

Espera... ¿Pretende que nos carguemos Villanos Finales nosotros solos? Debe ser una broma, esos tipos son muy duros —le escuché quejarse a Ragun, lo cual hizo que Ilana desapareciera entre mis brazos asustada — Bueno... que remedio... ¿Salimos ahora o necesitas coger algo?

He tenido una práctica al mediodía con Nanashi en las calles de la ciudad, así que he podido coger antes todo lo necesario para las misiones —respondí en un principio, aunque me acordé de un objeto que no había tomado por miedo a que se perdiese —. Espera, no. Me he dejado una cosa en mi habitación, pero podemos alcanzarla con el Glider —levanté el brazo señalando a una de las ventanas que se veían en la fachada —. Es justo esa de allí, esta encima de mi escritorio, así que no me entretendré mucho.

Seguramente Ragun llegara a adivinar que me había dejado, ya que me faltaban como unos quince centímetros de altura. Subiéndome al Glider y asegurando la cabina en la que iba a ir Ilana, alcé el vuelo hasta alcanzar la ventana de mi habitación y entre por ella. Tal y como le había dicho al chico, el objeto se encontraba sobre mi escritorio, por lo que lo cogí rápidamente y plegándolo lo guardé bajo la chaqueta para volver a salir.

Ahora sí, podemos irnos a patear los culos de esos Villanos Finales —sonreí burlón colocándome la armadura.
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Ronda #2 - Crisis de tierras sin dueño

Notapor Soul Artist » Dom Ago 24, 2014 3:24 pm

Tierra de Partida

Ninguno de los dos aprendices se tomó a mal la misión, o al menos no lo expresaron; como mucho, Hana protestó cuando Higashizawa valoró inadecuadamente su aspecto como guerrera. Él sencillamente se limitó a ignorarla, cruzándose los brazos y soltando una pequeña risa muda.

De camino a las habitaciones de cada aprendiz comenzaron las preguntas. Saxor fue quien comenzó, con dos preguntas continuadas:

Eh... Yo también quiero salvar Ciudad de Paso, pero... ¿Por qué me has elegido?

Eres un guerrero en quien se puede confiar la sartén, chico —contestó el grandullón sin dar ninguna señal de aprecio más allá de sus palabras—. Conocí a tu otro yo durante el juego de Saavedra. Sé que tus habilidades, así como tus intenciones, son óptimas. Además... Juegas con la ventaja de conocer a los aliados que defienden el mundo.

Era cierto. Tal y como Saxor había recordado, Beat y todos sus amigos, como Neku o Rhyme, se encontraban ahora en Ciudad de Paso; y eran fuertes, por lo que seguramente se habrían unido a luchar contra la invasión.

Higashizawa, ¿quiénes son los Villanos Finales? ¿Por qué están atacando Ciudad de Paso?

Un grupo de locos ―se adelantó Hana a contestar, demostrando que ya los conocía de antemano―. Aunque me gustaría escuchar la explicación completa.

No he tenido ocasión de conocerles antes, pero el resumen de tu amiga es válido. Son un grupo criminal enfrentado con la Orden de los Caballeros, cada uno con sus motivos diferentes. Reclaman a un refugiado en el mundo, Cloud Strife, a quien salvaron algunos de vuestros compañeros... Pero esto huele a pescado podrido. Es probable que quieran someter al mundo a su dominio.

Pasaron por las habitaciones de ambos aprendices y Higashizawa esperó pacientemente a ambos con los brazos cruzados. Cuando Hana salió de su cuarto, cambiada de ropa y con un nuevo pañuelo, una nueva cuestión fue formulada:

Yo tengo una pregunta más personal. ¿Cuál es tu razón para ayudar a Ciudad de Paso? ¿Compasión? ¿Bondad? ¿Perteneces a ese mundo?

El grandullón echó una pequeña carcajada y comenzó a caminar por el pasillo camino a la salida del castillo, esperando que Saxor y Hana le siguieran. Por el camino expuso sus motivaciones:

Veo que no te gusta cocinar a fuego lento, niña. La razón por la que debo prestar mi fuerza a esa ciudad es sencilla, y difícil de explicar a la par. Amistad. Honor. Deber. Tus Maestros contestarán a lo tercero, Saxor lo hará por lo primero, y tú probablemente por lo segundo; yo debo cumplir con todas. Mucha gente de allí me espera.

Cuando llegaron a la salida del castillo encontraron a Lyn y Ronin en la plaza, esperando a su llegada. El sol ya casi estaba oculto en las montañas, por lo que cuando llegaran a Ciudad de Paso la noche ya habría invadido la ciudad. La Maestra abrió un portal de luz para los tres, aunque no les dejó avanzar aún.

Tenéis unos objetivos muy sencillos —explicó la Maestra, clavando sus ojos en los dos aprendices—. Debéis convencer al alcalde de Ciudad de Paso de que nuestra intervención es necesaria; una vez tengáis su permiso para intervenir, regresad de inmediato para que los Maestros entremos en acción. Eliminad la máxima cantidad de Sincorazón posibles, y si tenéis la oportunidad de apresar a un miembro de los Villanos Finales, hacedlo: tomad para ello estas esposas.

Lyn entregó a cada uno de los aprendices un par de esposas, unidas por una cuerda de luz de procedencia mágica. No necesitaban de llave, pues si querían abrirlas tenían sus armas para ello.

Intentad llamar la atención lo menos posible. Y no os separéis de Higashizawa bajo ningún concepto: ese lugar es peligroso. Si os separáis de él, no toméis caminos distintos para encontradle: manteneis unidos, suceda lo que suceda. Y si aparece alguien de Bastión Hueco...

Le enseñamos cómo se hace un buen puré —terminó la frase el cocinero, golpeando su puño contra la palma de su mano. Lyn no parecía demasiado conforme con aquella medida, pero afirmó con la cabeza tras desviar la mirada y bufar.

Si aparecen significa que buscan el apoyo de Ciudad de Paso en la guerra, y ese mundo tiene una serie de características que lo hacen estratégicamente óptimo en caso de conflicto. Si les ignoráis podrían llegar a contar el mundo entre sus dominios, y tendríamos una doble amenaza a la que enfrentarnos en el futuro.

No te preocupes, Ronin. Cuidaré de estos pastelitos —aseguró Higashizawa, poniendo su mano sobre los hombros de ambos—. ¿Tenéis alguna pregunta?

Tras contestar a las dudas que tuvieran, o si no las tenían sencillamente avanzarían, Higashizawa avanzó con Saxor por delante de él. Cuando Hana pensara en cruzar el brazo de Ronin la detendría: el Maestro la observaba con su único ojo serio, aunque cansado.

Recuerda, Hana. La muerte es sólo una alusión de la justicia. Si cruzas esa línea, no podrás volver atrás.

Y la soltó para dejarla ir. Ambos sabían a qué se refería.

* * *

Bastión Hueco

Ciudad de Paso estaba realmente asediada.

Cientos de naves de Sincorazón se encontraban congregadas alrededor del mundo, creando una nube de bloques gumi que imposibilitaban ver el mundo en su estado original. Atravesar aquello iba a ser una locura.

Pero más locura era lo que los dos aprendices de Bastión Hueco veían desde lejos. Algunas naves de la Federación intentaban enfrentarse a los Sincorazón, y aunque eran capaces de derribar algunos de sus enemigos, su gran superioridad numérica les ponían las cosas complicadas.

Una de las naves de la Federación lo estaba pasando particularmente mal. Ya había comenzado a arder, y estaba a punto de caer en dirección al mundo: era inevitable ya, iba a arrasarlo todo a su paso hasta llegar a la ciudad. No podían hacer nada por ella.

Los aprendices debían encontrar la manera de acceder a Ciudad de Paso. Podían usar magia desde sus Glider para intentar abrir una entrada hasta el interior del mundo, o encontrar otra manera de acceder.

Quizás si Ragun se hubiese traído su nave gumi podrían haber disparado a sus enemigos con ella... Pero no.


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Fecha límite: miércoles, 27 de agosto.

Dato: la Trama es recién entrada la noche. Lo puse en el post anterior en la parte de Bastión Hueco, pero lo recuerdo.
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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor Sombra » Mié Ago 27, 2014 4:49 pm

Esto es una locura —fue lo único que pude pronunciar cuando llegamos al lugar donde debería estar Ciudad de Paso. Un inmenso mar de asteroides Gumi bloqueaban cualquier manera de acceso como si el propio mundo hubiese colocado un cascarón a su alrededor para que nadie pudiese entrar.

Había miles de sincorazón alrededor y muchos de ellos libraban una encarnizada batalla contra varios cruceros de guerra de la federación galáctica.

Ariasu debería habernos enviado con un portal de oscuridad —y es que de haber sido así nos habríamos ahorrado muchos problemas—. ¿Se te ocurre algo?

Escuché la idea que Alec tenía en mente y asentí de acuerdo con su plan. Su estrategia era bastante buena, utilizando las naves de la federación (que acaparaban la mayor parte de la atención de los sincorazón) pasaríamos por una zona en la que la cantidad de enemigos fuese inferior, de esa forma podríamos pasar siendo vistos por un número bajo de aquellas criaturas.

En ese momento, una de las naves empezó a arder empezando a caer hacia el mundo. Aprovechar aquello podía ser nuestro "billete de entrada" a la ciudad dado que seguramente podría abrir un camino para nosotros entre las hordas sincorazón.

Materialicé mi Cadena de Memorias con mi única mano libre (dado que la otra la necesitaba para sujetarme a la tabla) y empecé a agitarla dispuesto a repeler con ella a los sincorazón que se atreviesen a acercarse demasiado a Alec y a mí.
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Re: Ronda #2 - Crisis de tierras sin dueño

Notapor Saxor » Mié Ago 27, 2014 11:38 pm

Eres un guerrero en quien se puede confiar la sartén, chico —sus palabras, teniendo en cuenta la posición de desconfianza en la que me encontraba, fueron tan sorprendentes como reconfortantes —. Conocí a tu otro yo durante el juego de Saavedra. Sé que tus habilidades, así como tus intenciones, son óptimas. Además... Juegas con la ventaja de conocer a los aliados que defienden el mundo.

Claro... Aunque en realidad no conociera realmente mis habilidades, sí que era cierto que conocía a Beat... Y si estaba luchando por defender ese mundo (que con lo terco que era, lo haría incluso cuando solo quedara huir como solución) podía ser mucho más fácil que accedieran a que les ayudáramos. Tras recoger mis cosas y formular mi segunda pregunta, fue Hana la que respondió primero.

Un grupo de locos. Aunque me gustaría escuchar la explicación completa─aunque no aclaraba mis dudas casi nada, su respuesta sí que me decía algo... Que podían ser peligrosos.

No he tenido ocasión de conocerles antes, pero el resumen de tu amiga es válido. Son un grupo criminal enfrentado con la Orden de los Caballeros, cada uno con sus motivos diferentes. Reclaman a un refugiado en el mundo, Cloud Strife, a quien salvaron algunos de vuestros compañeros... Pero esto huele a pescado podrido. Es probable que quieran someter al mundo a su dominio.

Por cada palabra que oía sobre ellos, más razones tenía para ir a Ciudad de Paso. Si ese grupo de locos quería conquistar aquel mundo... No permitiría que lo hicieran. Llegamos hasta la habitación de mi compañera, quien no tardó en entrar para arreglarse. Cuando salió, fue ella la que preguntó.

Yo tengo una pregunta más personal. ¿Cuál es tu razón para ayudar a Ciudad de Paso? ¿Compasión? ¿Bondad? ¿Perteneces a ese mundo?

Yo sospechaba cuál era la razón: Sabía que él no pertenecía a Ciudad de Paso, pero Beat y los demás ahora vivían allí. Si más gente de Shibuya se había quedado en Ciudad de Paso, era normal que Higashizawa quisiera proteger el mundo. Tras una pequeña carcajada, empezamos a caminar hacia la salida del castillo, y el cocinero respondió a sus motivos para defender aquel mundo.

Veo que no te gusta cocinar a fuego lento, niña. La razón por la que debo prestar mi fuerza a esa ciudad es sencilla, y difícil de explicar a la par. Amistad. Honor. Deber. Tus Maestros contestarán a lo tercero, Saxor lo hará por lo primero, y tú probablemente por lo segundo; yo debo cumplir con todas. Mucha gente de allí me espera—Higashizawa había dado en el clavo. Desconocía si solo lo había dicho por Beat, pero realmente había adivinado cuáles eran mis motivos para ayudarlos. Aunque, en realidad, si no hubiera tenido amigos allí, no me habría negado a ayudar, ya que habría querido ir por la tercera opción.

Por fin salimos del castillo, con la noche a punto de caer en apenas unos minutos. La Maestra Lyn creó un portal de luz, y casi al mismo tiempo sentí una punzada en el pecho. Obviamente, a Xayim no le iba a hacer ninguna gracia que entrásemos a través de aquel portal.

Tenéis unos objetivos muy sencillos. Debéis convencer al alcalde de Ciudad de Paso de que nuestra intervención es necesaria; una vez tengáis su permiso para intervenir, regresad de inmediato para que los Maestros entremos en acción. Eliminad la máxima cantidad de Sincorazón posibles, y si tenéis la oportunidad de apresar a un miembro de los Villanos Finales, hacedlo: tomad para ello estas esposas.

Mientras me daban aquellas esposas, memoricé nuestros objetivos. Nuestro objetivo principal era, en resumen, hacer que los Maestros pudieran entrar. Aún preguntándome si sería posible apresar a alguno de ellos, la Maestra continuó.

Intentad llamar la atención lo menos posible. Y no os separéis de Higashizawa bajo ningún concepto: ese lugar es peligroso. Si os separáis de él, no toméis caminos distintos para encontrarle: manteneos unidos, suceda lo que suceda. Y si aparece alguien de Bastión Hueco...

Le enseñamos cómo se hace un buen puré—la Maestra pareció inconforme con cómo había acabado Higashizawa la frase... Preferí interpretarlo como que no estaba de acuerdo con la guerra que había estallado. Pero tristemente, era cierto, estábamos en guerra y había que enfrentarse al bando contrario.

Si aparecen significa que buscan el apoyo de Ciudad de Paso en la guerra, y ese mundo tiene una serie de características que lo hacen estratégicamente óptimo en caso de conflicto. Si les ignoráis podrían llegar a contar el mundo entre sus dominios, y tendríamos una doble amenaza a la que enfrentarnos en el futuro.─ lo que acababa de decir mi Maestro también se podía traducir a la inversa: Los Maestros podían querer aquel mundo entre sus dominios para sus enfrentamientos contra Bastión Hueco.


No te preocupes, Ronin. Cuidaré de estos pastelitos —una de sus enormes manos se colocó en mi hombro—. ¿Tenéis alguna pregunta?

Sí, tengo una: ¿Cómo es el alcalde?─ Aquella era una pregunta que necesitaba ser respondida. Si nos encontrábamos con él una descripción suya ayudaría mucho a identificarlo, aunque Higashizawa estuviera a nuestro lado.

Una vez respondieron nuestras dudas, decidí avanzar hacia el portal. El simple hecho de atravesarlo me hizo sentirme bastante mal, pero no dudé en seguir avanzando. Por muy podrido de oscuridad que estuviera, debía de seguir avanzando en el camino hacia la luz... Si no quería que Xayim volviera a tomar mi cuerpo.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor Nell » Jue Ago 28, 2014 1:05 am

Tal y como esperaba, Higashizawa esclareció algunos puntos y se dejó otros por el camino. Cuando Saxor preguntó acerca del motivo de que el cocinero le hubiera seleccionado precisamente a él Hana apenas prestó atención, hasta una parte de la respuesta que no entendía:

Eres un guerrero en quien se puede confiar la sartén, chico. Conocí a tu otro yo durante el juego de Saavedra. Sé que tus habilidades, así como tus intenciones, son óptimas. Además... Juegas con la ventaja de conocer a los aliados que defienden el mundo.

¿Aliados? ¿A qué aliados conoces? ―preguntó a Saxor. Eso sí que le interesaba.

Sin embargo, ya estaban frente a su habitación y la pregunta quedó colgando en pos de la rapidez. Ya se lo volvería a repetir más tarde, cuando tuvieran tiempo a solas.

Había leído en los periódicos ese nombre, el de Cloud Strife, el hombre al que los Villanos Finales querían dar caza. Casi siempre parecía estar en medio de todos los altercados en los que se involucraba el equipo malvado. ¿Qué interés tenían en él? ¿De verdad habían puesto un mundo patas arriba solo para dar con un chaval? ¿O había algo más? Puede que fuera porque no había estado en anteriores misiones relacionadas con el tema, al contrario que otros de sus compañeros, pero a Hana todo el asunto le daba mala espina. Igual que a Higashizawa.

La respuesta a la pregunta que había formulado la aprendiza fue irritantemente más

Veo que no te gusta cocinar a fuego lento, niña ―¿¡Qué diantres significaba eso!? ¿Y a qué venía lo de niña?―. La razón por la que debo prestar mi fuerza a esa ciudad es sencilla, y difícil de explicar a la par. Amistad. Honor. Deber. Tus Maestros contestarán a lo tercero, Saxor lo hará por lo primero, y tú probablemente por lo segundo; yo debo cumplir con todas. Mucha gente de allí me espera.

Le costó entender el conjunto de la respuesta y tuvo que desmembrarla poco a poco para entender cuáles eran las razones de cada uno en la historia. Los Maestros querían salvar al mundo por el deber (comprensible); Saxor, por la amistad (¿puede haber poder peor?); y ella… por el honor (Higashizawa se había equivocado de lleno, pero no sería Hana quien le sacara del error). El motivo del cocinero Hana lo resumió muy rápido: tenía conocidos a los que debería probablemente algo e iba a devolverles algún favor pasado.

En cualquier caso, lo que sí le quedó claro es que iba a pasarlo fatal con él como fuera haciendo ese lío de palabras, junto a los vocablos gastronómicos, cada vez que abriera la boca.

Regresaron a la sala de los tronos, donde les esperaban Ronin y Lyn. Hana no pudo evitar que se le escapara un bufido. Pensaba que habían sido liberados de las formalidades y que partirían de inmediato con sus Gliders desde los jardines. El cocinero se la había jugado, aunque al ver el Portal de Luz se le iluminaron los ojos.

¡Quién pudiera tener ese poder! ¡Entrar y salir de cualquier lugar que quisiera…!

Sin embargo, la parada era necesaria, ya que ni siquiera les habían explicado aún cuáles eran sus primeros objetivos para alcanzar la meta que llevara la paz a Ciudad de Paso. En realidad, al final iba a resultar sencillo y todo: solo tenían que convencer al memo del alcalde de que necesitaba a los Portadores, y todos acudirían en tropel a continuación para combatir a los Villanos Finales.

«Es decir, tengo que encontrar a uno de esos Villanos Finales antes de que lleguen los refuerzos y obtener la información que busco de él», entendió, mientras asentía con la cabeza a todo lo que Lyn decía.

La guerra de los portadores no le interesaba, así que pasó de todos los consejos y advertencias de ambos Maestros. Su único enemigo era Zande.

No te preocupes, Ronin. Cuidaré de estos pastelitos —¡Pero qué hombre más exasperante!—. ¿Tenéis alguna pregunta?

Sí, tengo una: ¿Cómo es el alcalde?

A raíz de esa, a ella misma también le surgió otra.

¿Y cómo podemos reconocer a un miembro de los Villanos Finales? Me he cruzado con ellos en el pasado, pero no parecían compartir nada salvo su monstruosidad. Y he de imaginar que habrá más de ellos por allí. Si nos cruzamos con alguno, ¿existe alguna forma de identificarlo?

No esperaba que le dieran nada muy útil, pero cualquier dato sería bienvenido. Asintió al escuchar la respuesta y se puso en fila para pasar por el Portal de Luz, impaciente por comprobar cómo sería. Entonces, cuando se disponía a hacerlo tras Higashizawa y Saxor, Ronin la detuvo para brindarle unas últimas palabras:

Recuerda, Hana. La muerte es sólo una alusión de la justicia. Si cruzas esa línea, no podrás volver atrás.

Le soltó el brazo para dejarla ir. Ella, por el contrario, se le quedó mirando unos segundos más, con los ojos serios, los puños apretados y recordando la ira que realmente sentía bajo esa máscara de falsa tranquilidad.

La justicia no existe.

«Esto es venganza», completó en sus pensamientos.

Y echó a correr hacia el Portal, dispuesta a no permitir que Ronin la detuviera.
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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor LightHelco » Jue Ago 28, 2014 3:13 am

Esto es una locura.

Yo prefiero llamarlo comité de bienvenida —añadí al comentario de Ragun burlón, qué mejor que un poquito de humor ya que íbamos a lanzarnos contra un millar y medio de naves enemigas.

También se encontraba allí una flota de naves de la Federación que mantenía una encarnizada batalla con los Sincorazón. Escuché a Ragun quejarse de que Ariasu nos hubiese mandado allí por nuestro pie, pero yo preferí estudiar todo el panorama ya que no tenía ni media ganar de meterme en el centro de la batalla para que algún laser me alcanzara.

Centré mi atención en las enormes naves de la Federación, tenía claro que estás no nos atacarían al conocer seguramente los gliders y armaduras típicas de la Orden, por lo que podríamos aprovecharnos de ellas. Ya estaba preparando un plan cuando mi compañero se dirigió a mí viendo que había llevado una de mis manos a donde estaría la barbilla del casco de forma inconsciente y dando así una pista de que estaba bastante inmerso en la planificación.

¿Se te ocurre algo? —preguntó llamando mi atención para que compartiese con él mi idea.

Creo que sí. Está claro que no podremos pasar por la zona de los Sincorazón ¿pero y si aprovechamos a la Federación? —sugerí en principio dejando que se hiciera una idea de mi plan —. Esos aparatejos son enormes, podríamos pasar por al lado y detrás de ellos sin que los Sincorazón nos viesen y aprovechar cualquiera que avanzara para alcanzar Ciudad de Paso ¿Qué tal lo ves?

Por su gesto pude saber que estaba de acuerdo, bueno, por su gesto y porque hizo aparecer una enorme cadena capaz de acabar con las alas de algunos de los monstruos. Una de las naves aliadas explotó en ese momento perdiendo altura y dirigiéndose hacia el mundo.

Ragun, vayamos antes de que esa cosa caiga del todo, podrá ocultarnos hasta entrar en la atmósfera de Ciudad de Paso sin problemas. ¡Acelerando!

Grité aquello último bastante excitado consiguiendo que la capsula adherida a la tabla maullara descontenta. Yo lo sentía por Ilana, pero hacer cosas arriesgadas montado en Glider me hacía sentirme bastante vivo y feliz, ya lo había experimentado en aquel viaje a Port Royal cuando Fátima y yo fuimos atacados por el Barco Fantasma y ahora al volar entrar la flota de la Federación esquivando tanto trozos de naves como misiles y láseres lo volvía a sentir.

Quizás fuese cosa de ser un inconsciente que no conocía el miedo o que el volar era excitación para mi raza por herencia. Bueno, fuese lo que fuese me estaba gustando más de lo que debería, incluso había creado dos esferas de fuego que mantenía en mis manos y que acabarían en la cara del primer Sincorazón que intentase atacarme o estropearme la diversión.
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Ronda #3 - Crisis de tierras sin dueño

Notapor Soul Artist » Vie Ago 29, 2014 10:07 pm

Mientras los dos aprendices de Tierra de Partida viajaban a través del portal pudieron repasar mentalmente las respuestas que Lyn y Ronin les habían dado a sus preguntas.

Identificar al alcalde sería realmente sencillo: no sólo contaban con Higashizawa para hacerlo, sino que además, tal y como señalaron los superiores de Saxor, era el mismísimo alcalde. Era imposible no reconocerle cuando todo un mundo le trataba como tal, tanto que Ronin bromeaba con llamarle Alcade Ciudadense, con nombre y apellidos. Tendrían que reunirse con él en el ayuntamiento, por lo que no habría mayores problemas para localizarlo.

¡Y si no, haberte informado más sobre el mundo!, le recriminó Ronin medio en broma. Ciudad de Paso era un lugar que todos visitaban antes o después.

Sin embargo, parecía ser que identificar a un Villano Final no resultaría tan fácil. No llevaban marcas distintivas ni uniformes, por lo que casi cualquier persona podía ser uno de ellos. Sencillamente, si veían que alguien controlaba los Sincorazón e intentaban matarlos, lo más probable es que fuese un miembro de la organización.

Llegaron a Ciudad de Paso. Se encontraban en una plaza cuadrada, con una fuente de dos perros juntos en una de las esquinas. La noche había caído mientras viajaban: las luces de las farolas era lo poco que iluminaba aquel lugar. Aquello, la nave que caía del cielo en un sector lejano de la ciudad y explotaba al entrar en contacto con el suelo... Y los cientos de ojos amarillos que les observaban desde la oscuridad.

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¡Nos esperaban!

Higashizawa se colocó frente a los dos aprendices y, sin perder el tiempo, golpeó el suelo con su puño. El suelo comenzó a temblar y una grieta se dirigió hacia el grupo de sombras ubicadas frente a ellos, haciendo aparecer rocas de él que destruyeron algunos de sus enemigos. Pero eran demasiados para él solo: por el lado derecho más criaturas avanzaron con intención de atacar a Saxor, agitando sus cuerpos con torpeza.

¡Juas! Sólo a unos idiotas se les ocurriría entrar al mundo por un pasillo de luz.

Frente a Higashizawa, entre el grupo de Sincorazón, una figura se apareció de la nada. Caminó a cuatro patas hacia la luz y dejó revelar su cuerpo gordo y grande, de color azul tan fuerte como el del mar. Sus dientes amarillentos y afilados conjugaban a la perfección con sus ojos brillantes y blancos. Podía parecer humano en un primer vistazo, pero si alguna vez lo fue había perdido todos los rasgos que lo identificaban como tal: el gran caparazón de su espalda le identificaba como una tortuga, y sus garras como un monstruo.

Y alguien allí conocía su nombre: Cagnazzo.

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¡Seymour sabe dónde y cuándo se abre el más mínimo portal en esta ciudad condenada! —aseguró la bestia, con los Sincorazón avanzando a su lado—. Nadie entra ni sale sin nuestro permiso. ¡Y menos unos niños como vosotros tan apetitosos, juas, juas!

Cagnazzo se detuvo para mirar con curiosidad a Hana. En un primer momento pareció no reconocerla, pero abrió los ojos como platos y una terrible sonrisa de tiburón se dibujó en su rostro. Se rió para sí mismo y se relamió con la lengua.

¡Nos conocemos! Él me ha hablado mucho de ti, sí. De ti y de tu amigo... —los Sincorazón se adelantaron a él, lentos pero seguro—. Qué, ¿echas de menos a tu mami?

Tres Soldados se lanzaron contra los aprendices. Higashizawa atrapó a uno en el aire y le partió la columna vertebral como si de un palito se tratara, mientras dejaba los otros dos a cargo de los muchachos; con un par de golpes podrían con ellos.

Pero Cagnazzo tenía un ejército. Dejó a todos los Sincorazón en la retaguardia y llamó a cuatro soldados voladores, los cuales se colocaron estratégicamente por encima de él, mientras avanzaba hacia el combate por su propio pie.

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¡Entregaré a Zande tu cola, sirenita!

¿Quieres que lo silencie? —preguntó Higashizawa a Hana, mientras hacía crujir sus nudillos y su cuello.

Minuto uno y ya estaban metidos en problemas.

* * *

Sorprendentemente, el plan de entrar en el mundo haciendo uso de la nave que estaba cayendo hacia la ciudad fue más que efectivo. Los Sincorazón se apartaron para no verse arrollados por ella, por lo que Ragun y Alec vieron su oportunidad perfecta para entrar junto con ella.

Sin embargo, el fuego y el humo de la nave les dificultaba la visión durante su descenso. Y entre toda aquella confusión, un bloque gumi se desprendió y golpeó a ambos aprendices; cayeron de sus vehículos y se vieron en caída libre junto a los restos de la nave.

El golpe contra el suelo fue duro, pero no mortal. Quizás se sintieran desorientados, pero no podían quedarse quietos: una de las alas Aero comenzó a sonar peligrosamente por encima de sus cabezas, y para cuando querían darse cuenta, ya caía directo a ellos para aplastarlos. Fue gracias a sus reflejos por lo que sobrevivieron y pudieron rodar a un lado para salvarse.

Eso no quitaba, sin embargo, la explosión de la nave. Cuando pudieron levantarse la onda del estallido les empujó a varios metros contra uno de los edificios de la ciudad. Inevitablemente, los dos aprendices quedaron confusos y quizás se desmayaran.

Durante su recuperación poco pudieron percibir de lo que pasaba a su alrededor. Quizás alguno de ellos viera, a la luz de las llamas de la nave gumi, una figura oscura que rebuscaba entre las piezas; llevaba una gran bolsa a su espalda en la que iba introduciendo restos.

... estúpidas naves... provecho voy a... monumento al arte...

Pero aquellas imágenes tan confusas cesaron cuando ambos aprendices notaron sus cuerpos agitarse. Dos figuras poco claras les intentaban devolver al mundo de los vivos de forma inmediata, ignorando su estado de sueño.

... ertad... dita sea, estos cap... ¡Despertad, leñe!

Cada uno despertó de una manera diferente: Alec con su cuerpo agitado de forma repentina y Ragun con un puñetazo en la cara que traspasó incluso su armadura, dañándola ligeramente. Lo primero que vieron fue a sus agresores: dos hombres, ambos vestidos con el mismo traje negro. Uno tenía el pelo revuelto y largo, con dos gafas protectoras situadas sobre su frente; y el otro, aparte de llevar puestas unas gafas de sol, estaba calvo como una bola de bolos, con unas ligeras líneas a forma de barba delgada y muy bien cuidada.

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Muy bien, niños. Es la hora del concurso de cantar —anunció el chico pelirrojo, situado frente a Alec. Sacó una especie de bastón y lo llevo hasta su pecho, empujándole contra la pared—. Esta nave tenía algo que la Federación nos ha mandado. Desaparece y aparecéis vosotros aquí. ¿Dónde está? ¿Quién os manda?

El hombre de las gafas de sol gruñió y se cruzó de brazos, mirando con desaprobación a su compañero. El pelirrojo negó con la cabeza y le miró.

Rude, no seas así —le pidió al otro—. Dijimos que yo sería esta vez el poli malo. ¡No eres nada comunicativo!

Era difícil decir si se habían metido en problemas o les estaban tomando el pelo.

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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor Nell » Mar Sep 02, 2014 1:06 am

Puesto que Hana no había viajado antes a Ciudad de Paso, tampoco sabía cómo reconocer al alcalde. Se lo imaginaba como un tipo trajeado, refinado y probablemente repelente para una anti-leyes como ella. Que Ronin no sedescribiera era una puñeta muy propia de él para obligarles a ir con Higashizawa.

La explicación sobre los Villanos Finales tampoco había sido muy buena. «Si alguien te ataca, puede que sea uno de ellos». ¡Qué útil! ¿No se suponía que había ciudadanos enfadados con los portadores? ¿Cómo iba a distinguir entre el populacho y los enemigos reales? Tendría que irles preguntando de uno en uno y fiarse de su detector de mentiras biológico.

El enfado era más general que hacia Ronin, porque si no iban identificados no era su culpa. ¿Cómo podían unirse esas malvadas y diferentes mentes sin distinción en un grupo villano? ¿Qué les movía a esa alianza? Sabía que Zande había buscado la inmortalidad (porque de hecho la había conseguido), capricho que había antepuesto a la misión hacia su banda, por lo que Hana no tenía información al respecto.

Si la obtenía, y encontraba algo de utilidad para esos Villanos Finales, sería una moneda de cambio por la localización del asesino de lo más atractiva.

En eso pensaba cuando atravesó el Portal de Luz y pisó Ciudad de Paso por primera vez. Habían ido a parar a una ancha plaza, con una preciosa fuente adornando la esquina a sus espaldas, y farolas iluminadas por todo lo ancho debido a la oscuridad de la noche. A la luz de las estrellas se le unió el momentáneo brillo de una nave que explotaba al estrellarse contra el mundo justo en ese momento.

¿Eso es normal o deberíamos ir a echar un vistazo?

Dejó de observar el cielo para centrarse en el suelo, donde tendría que haber echado ese primer vistazo. Varios ojos amarillos le devolvieron la mirada e inconscientemente Hana dio un paso atrás, entendiendo lo que ocurría.

Sincorazón.

¡Nos esperaban!

Higashizawa se adelantó para luchar contra ellos, interponiéndose entre los aprendices y abriendo un boquete en medio de la plaza para tragarse a bastante de ellos. Punto para el cocinero. Hana reconoció que no necesitaba sartenes para pegar duro. Sin embargo, el número congregado de criaturas era exagerado, y más de una comenzó a escurrirse por los lados, buscando a las presas fáciles.

Entre ellos surgió una voz que no tardó en materializarse. Un monstruo que mezclaba las características de una tortuga y un humano, abriéndose paso entre los sincorazón como si supiera que su fealdad podía adrementarlos. En el pasado, la conoció primero como Vanora y luego con su verdadero nombre.

Cagnazzo ―murmuró, en parte para darlo a conocer entre sus compañeros y, por otro lado, para recordarlo ella misma.

Algún dios debía de estar de buen humor porque ¡menuda suerte! ¡Mira que aterrizar en el mundo y toparse de frente con uno de los compinches de Ronin! Lo cierto es que no sabía cómo se había librado el susodicho y su compañera, Barbariccia, de la petrificación del Maestro, pero Hana no podía estar más contenta de tenerlo presente. Era siervo de Zande y, como buen siervo, sabría dónde estaba su señor.

¡Seymour sabe dónde y cuándo se abre el más mínimo portal en esta ciudad condenada! Nadie entra ni sale sin nuestro permiso. ¡Y menos unos niños como vosotros tan apetitosos, juas, juas!

Seymour. Un nombre nuevo al que sumar a su lista particular de Villanos Finales. Puede que hubiese sido un error acudir con un Portal de Luz, pero Hana lo veía más lógico que aterrizar con un Glider o una nave gumi que cualquiera podría avistar mirando al cielo. El suyo al menos había sido un intento más discreto.

Entonces, se le quedó mirando un momento. Nada más cruzar la mirada con él, supo que la había reconocido, a pesar de su breve encuentro. El que, por cierto, no recordaría con cariño por el toque de Ronin al freírlo después.

¡Nos conocemos! Él me ha hablado mucho de ti, sí. De ti y de tu amigo... —¿Amigo? ¿Qué amigo? ¿Se refería a Saxor? ¿Él también conocía a Zande?—. Qué, ¿echas de menos a tu mami?

¡La mía al menos no practicaba la zoofilia! ―se le ocurrió decir a Hana, a quien le importaban poco los sentimientos de cualquier monstruo. Y aunque no sabía si era cierto o no, prefería seguir pensando en Galatea como una madre normal.

El ataque comenzó. Dos Soldados evadieron la protección de Higashizawa, mientras el tercero sufría una horrorosa muerte a manos del cocinero, directos hacia los aprendices. Sin dudarlo, Hana invocó su nueva Llave Espada y

Mientras tanto, Cagnazzo había finalizado su emotiva charla y convocado a más sincorazón voladores para que le cubrieran, dejando al resto tras él.

¡Entregaré a Zande tu cola, sirenita! ―Sonaba doloroso.

¿Quieres que lo silencie?

Eso estaría bastante bien ―asintió, imaginándose al grandote de Higashizawa rompiéndole la coraza de un puñetazo―. Si queda algo de él cuando acabemos, me pido su caparazón. Me vendrá bien un escudo.

Si podía, le gustaría estampárselo además en su horrible cara.

A pesar de que el encontronazo con Cagnazzo había reavivado los recuerdos de su difunta madre, la alegría que había sentido cuando le vio no se había esfumado. Ni siquiera con la masiva amenaza de los sincorazón, pues en la mente de Hana solo bailaba la idea de sonsacarle la ubicación de Zande. La respuesta a corta búsqueda estaba a solo unos metros de distancia. Aparte de la lucha exterior, llevaba una interior contra el alza de las comisuras de sus labios.

En este pozo de insana felicidad se le ocurrió una estrategia, cuanto menos, arriesgada. Y estúpida, si no salía bien. Pero quería darse el gusto de burlarse de su enemigo, si se daba la oportunidad. Su monstruosidad lo merecía.

Parece que va a ser un combate dificilísimo ―dramatizó, lo suficiente alto para que retumbara por toda la plaza―. Contra todas esas criaturas horribles y tenebrosas, por no hablar del monstruo, ay. Mmm… ¡ya sé! Tengo un hechizo perfecto contra ellas. Solo necesitamos ganar tiempo hasta que absorban la luz de las farolas y las estrellas, la liberen y se carguen a todos estos demonios oscuros. ―En teoría, hablaba solo para Saxor e Higashizawa, pero habría sido capaz de despertar al vecindario.

Acto seguido, proyectó en el campo de batalla por lo menos una decena de pompas hacia la zona enemiga. Flotaban en tramos separados, preciosas e inofensivas.

¡No, joder! ¿¡Por qué se han disipado!? ¡Van a tardar demasiado en llenarse de luz! ―En otra vida debió de ser una fantástica actriz de teatro, fijo―. Si las destrozan, ¡nos quedaremos sin ataque definitivo! ¡Nooooo!

Ladeó la cabeza para guiñar un ojo a Saxor entre los mechones de su pelo y aprovechando que seguía tras la espalda de Higashizawa, le agarró por la camisa para asegurarse de que no intentara coger alguna. Si lo hacía, daría un tirón para darle a entender que se detuviera y murmuraría entre dientes:

Agáchate cuando las toquen.

Mientras comprobaba si tragaban el anzuelo o no, se puso en posición defensiva para recibir a todo sincorazón que intentara ponérsele en medio. Y si Cagnazzo no picaba, por no desechar las burbujas, buscaría un sincorazón que estuviera entre ella y una, y le hechizaría con un Magneto, dejando que la cadena de explosiones hiciera el resto.

Si lo lograba, juró aplaudir por esa pequeñísima victoria que le habría costado una de sus mentiras más ridículas.


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▪ Pompas explosivas (HM) [Nivel 10] [Requiere Afinidad a Agua; Poder Mágico: 10]. Crea aproximadamente diez pompas pequeñas alrededor del usuario, que permanecen flotando en el aire hasta que alguien haga contacto con una, provocando una pequeña explosión de ésta. Las demás también lo harán según su cercanía con la primera que empieza la cadena.

[Si no cuela] ▪ Magneto (HM) [Nivel 6] [Requiere Poder Mágico: 8]. El usuario es capaz de atraer a enemigos de poco peso mediante una fuerza magnética.
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Re: Ronda #3 - Crisis de tierras sin dueño

Notapor Sombra » Mar Sep 02, 2014 6:51 pm

... ertad... dita sea, estos cap... ¡Despertad, leñe!

<<¿Eh?>>

Abrí los ojos de sopetón cuando noté un golpe en el casco de mi armadura. Dos tipos nos miraban a Alec y a mí, no los conocía de nada. Uno de ellos pelirrojo y con el cabello largo y recogido en una coleta, no parecía mucho más mayor que yo y vestía un traje negro con camisa blanca y una corbata del mismo color que la mayor parte del traje. No estaba él solo como pude ver, otro más con gafas de sol que ocultaban sus ojos, calvo y con una barba cuidada también estaba allí.

Sin saber muy bien que había ocurrido me quedé sentado sobre la acera.

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Muy bien, niños. Es la hora del concurso de cantar —dijo de una forma que resultó verdaderamente molesta. El tipo que llevaba las gafas de sol en la frente (el pelirrojo) sacó una porra extensible y apuntó al pecho de Alec de manera amenazante empujándolo con él hasta una pared cercana—. Esta nave tenía algo que la Federación nos ha mandado. Desaparece y aparecéis vosotros aquí. ¿Dónde está? ¿Quién os manda?

La pregunta parecía hacérsela a Alec, pero supuse que iba para ambos. Me sentía como si acabase de despertar después de una noche de borrachera o algo así y de vez en cuando venían imágenes sueltas a mi cabeza.

Si mal no recordaba Alec y yo habíamos trazado un plan para entrar al mundo evadiendo a los sincorazón. Nos situamos en la estela de una nave a punto de caer al mundo que abrió el camino para nosotros a través del mar de sincorazón, pero la humareda era espesa y no nos dejaba ver... Sí, estaba seguro eso había provocado que no pudiésemos ver como una pieza de la nave se desprendía del casco y venía hacia nosotros. Nos tiró del Glider y luego llegamos al suelo tras una larga caída, recordé que tras el golpe estuvimos a punto de ser aplastados por una de las alas de la nave, pero nos habíamos apartado a tiempo para evitar una muerte segura, aunque la explosión posterior fue suficiente como para dejarnos fuera de combate.

Lo que fuera que hubiese pasado después era muy confuso. Mis oídos pitaban y lo que podía ver era borroso y parecía moverse. Estaba seguro de haber visto una figura con un gran saco donde guardaba... ¿Qué era? ¿Restos de la nave?

... estúpidas naves... provecho voy a... monumento al arte...


Sí, estaba seguro. Un individuo había estado recogiendo restos de la nave por algún motivo.

Rude, no seas así —rogó el pelirrojo ante el gruñido de su compañero, que no parecía contento con su actitud—. Dijimos que yo sería esta vez el poli malo. ¡No eres nada comunicativo!

Me apoyé en la pared que tenía a mi espalda utilizándola como soporte para levantarme. Todavía me encontraba un poco mal.

No lo sabemos, ¿de acuerdo? —me retiré el casco de la armadura (un poco abollado) y tragué una bocanada de aire con dificultad para después empezar a toser—. Creo que había una persona con un saco. Dijo algo de hacer un monumento. ¿Os dice eso algo?

>>¿De verdad creeis que si tuviésemos algo que ver con la desaparición de esa nave gumi nos habríamos quedado tirados aquí? Me parece que es evidente que somos víctimas.
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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor Saxor » Mié Sep 03, 2014 1:53 am

¡Y si no, haberte informado más sobre el mundo! —me recriminó mi Maestro, mientras yo me quedaba con una expresión de no hacerme ninguna gracia. Había estado en Ciudad de Paso un par de veces, pero nunca había tenido realmente tiempo para informarme sobre él. Al fin y al cabo, Xayim había poseído mi cuerpo durante años.

Hana había preguntado también sobre la forma de identificar a los Villanos Finales, pero para nuestra desgracia no había casi ninguna relación entre ellos más allá de ser de dicho grupo, al parecer. Con poco más que la información de que "controlan a los sincorazón e intentarán matarnos", atravesamos el portal.

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Aparecimos en el Distrito 3, el cual reconocí enseguida por la fuente con dos perros que había en la misma. La noche era iluminada por una nave gumi cayendo hacia su destrucción (lo que quería decir que la batalla en el intersticio era muy reñida), las farolas... y los ojos amarillos de los sincorazón.

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¡Nos esperaban!

No tardé ni un segundo en invocar mis dos armas. En mi mano derecha apareció tras un tenue resplandor la espada de mi difunto padre, con la marca de la Guardia de Vergel Radiante entre el mango y la hoja. Por otra parte, oscuros hilos de sombras surgieron de la mía propia, concentrándose en mi mano izquierda y dando forma a la llave espada de Xayim. El mero hecho de invocar la segunda hizo que mis ojos se hicieran notar en la noche tanto como la de nuestros oscuros enemigos, brillando con la misma intensidad.

Higashizawa hizo el primer movimiento, poniéndose frente a nosotros y dando un puñetazo al suelo que eliminó varias Sombras cercanas debido a las piedras que la grieta generó. Pero yo también tuve que pasar a la acción, ya que los sincorazón se acercaban por mi derecha. Con medio giro, hice dos tajos seguidos: el primero con mi Espada Mediana, para golpear y repeler al primer grupo dispuesto a atacarme, y el segundo con la llave espada para hacer lo mismo con los que quedaran. Si aún así seguían viniendo más por ese flanco (que seguro), seguiría dando tajos en cuanto se acercaran.

¡Juas! Sólo a unos idiotas se les ocurriría entrar al mundo por un pasillo de luz.

El que encabezaba la emboscada se dejó mostrar enseguida: una especie de mezcla entre tortuga y "monstruo", ya que no podía encontrar algo a lo que pudiera compararle... ¿Quizás a un ser humano, por la forma de su cabeza?

Cagnazzo ―Hana murmuró lo que podría ser su nombre, lo que hizo que me saltaran las dudas. ¿Ya se conocían acaso? Si ambos se conocían, y parecía controlar sincorazón... No había duda alguna de que podía ser uno de los Villanos Finales.

Por favor, qué bicho más feo.

¡Seymour sabe dónde y cuándo se abre el más mínimo portal en esta ciudad condenada! Nadie entra ni sale sin nuestro permiso. ¡Y menos unos niños como vosotros tan apetitosos, juas, juas! —Cagnazzo parecía querernos decir que habíamos sido unos imbéciles por usar aquella vía para entrar. De todas formas, haber entrado al mundo desde el Intersticio podría haber sido mucho más peligroso... También supuse de inmediato que aquel tal Seymour era un Villano Final más.

Entonces, confirmando que ya se habían visto antes, el Villano Final volvió a abrir la boca.

¡Nos conocemos! Él me ha hablado mucho de ti, sí. De ti y de tu amigo... —mientras decía esas palabras sobre el amigo de Hana (que supuse que sería alguien que estuvo con ella cuando se conocieron) efectué un Libra sobre él —. Qué, ¿echas de menos a tu mami?

¡La mía al menos no practicaba la zoofilia!

Los sincorazón empezaron a avanzar, tres Soldados para ser más precisos. Mientras el primero era destrozado por el cocinero, los otros dos se dirigieron a cada uno de los aprendices. Esperé a que el sincorazón atacara para bloquearlo con mi Espada Mediana, y seguidamente hice una estocada. Como aún no había acabado con él, volví a hacerle otro tajo, acabando con su existencia.

¡Entregaré a Zande tu cola, sirenita!— Aunque estaba extrañado por la forma en la que llamó a mi compañera, no le presté mucha atención porque estábamos en mitad de una batalla. Cuatro sincorazón voladores se colocaron encima de Cagnazzo.

Tras una corta conversación entre Hana y el ex-Reaper sobre "silenciar" a Cagnazzo, me preparé para el combate. Si aquel pequeño ejército se pusiera a enfrentarse a nosotros con todos sus "soldados" a la vez, seria complicado ganar...

Parece que va a ser un combate dificilísimo. Contra todas esas criaturas horribles y tenebrosas, por no hablar del monstruo, ay. Mmm… ¡ya sé! Tengo un hechizo perfecto contra ellas. Solo necesitamos ganar tiempo hasta que absorban la luz de las farolas y las estrellas, la liberen y se carguen a todos estos demonios oscuros. ―mi compañera empezó a hablar a todo pulmón, lo que casi me da un susto. ¿Qué pretendía diciendo su plan a gritos? Si aquello fuera un farol tendría mucho más sentido... Entonces hizo aparecer varias burbujas desperdigadas por el distrito ―. ¡No, joder! ¿¡Por qué se han disipado!? ¡Van a tardar demasiado en llenarse de luz! Si las destrozan, ¡nos quedaremos sin ataque definitivo! ¡Nooooo!

En cuanto acabó aquel desesperado "error", Hana me guiñó un ojo... Lo que significaba que realmente intentaba engañarlos. Mientras esperaba a que los datos de la libra llegaran a mi cabeza, fijé mi atención en los sincorazón voladores, para bloquear y contraatacar si alguno se acercaba.

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(En Cagnazzo) ▪ Libra (HM) [Nivel 7] [Requiere Poder Mágico: 9]. El usuario es capaz de conocer algunos datos de su enemigo, como su balance de poder, alguna habilidad propia, su magia afín, etcétera.
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Gracias a Ita por la firma~
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RolKHWorld: Cronología
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Primer Arco: Corrupción

1ª Saga
Prólogo: Sólo los más fuertes... [Bastión Hueco]
Encuentro: Recién llegado [Tierra de Partida]
Trama: Un paso atrás [Tierra de Partida]
Trama: Y digo ¡salta! [Coliseo del Olimpo]
Encuentro: La ciudad eterna [El Mundo Inexistente]
Encuentro: Persecución enmascarada [Villa Crepúsculo]
Encuentro: Un lugar al que regresar [Espacio Profundo]
Trama: ¿¡Es que nadie piensa en los niños!? [Islas del Destino]
Misión: Cuidado con los asteroides [Espacio Profundo]
Encuentro: Perros, lagartos y osos parlantes [Bosque de los 100 Acres]
Encuentro: Las apariencias engañan [Tierra de Partida]
Trama: ¡Se me ha metido placton en la nariz! [Atlántica]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Primera parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella: Ruta 3 (Segunda parte) [Bastión Hueco]
Evento Global: Ocaso de una estrella (Parte final) [Bastión Hueco]

Segundo Arco: Perdición

2ª Saga
Misión: Dulces olores [Monstruo] (Inconclusa)
Trama: Ángeles Caídos [Intersticio entre los mundos]
Encuentro: Laberinto Paranoico [Espacio Paranoico]
Trama: Alianza en las Penumbras [El Mundo Inexistente]
Encuentro: ??? [???]
Encuentro: Pasado olvidado [Ciudad de Paso]
Encuentro: Coincidencias alarmantes [País de Nunca Jamás] (Inconcluso)
Trama: Cada loco con su tema [País de las maravillas]
Evento Preglobal: The End Is Where We Begin (Day 0: The Introduction) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 1 - Sector 1: Crepúsculo) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 2 - Sector 3: Ocaso) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 3 - Sector 4: Túneles) [¿Villa Crepúsculo?]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 4 - Sector 3: Ocaso) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: The End Is Where We Begin (Día 5 - Sector 2: Atardecer) [Villa Crepúsculo Virtual]
Evento Global: Datastream (Primera parte) [La Red]
Evento Global: Datastream - Ruta de la Eliminación (Segunda parte) [La Red]
Evento Global: Datastream (Parte final) [La Red]

Tercer Arco: Rebelión

3ª Saga
Trama: Crisis de tierras sin dueño [Ciudad de Paso]
Encuentro: Día de monos [Selva Profunda]
Trama: Asalto a la Torre [Torre de los Misterios]
Trama: De cero a héroe [Coliseo del Olimpo]
Trama: En busca del corazón [Espacio Paranoico]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Primera parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido - Ruta del Caído (Segunda parte) [Castillo del Olvido]
Evento Global: El Esclavo del Olvido (Parte final) [Castillo del Olvido]
Secret Episode: Another Side, Another Story - The Last Twilight [Villa Crepúsculo]

Cuarto Arco: Colisión

4ª Saga
Trama: Leyendas se contarán [Tierra de Dragones] (en proceso)


No Canon
Especial libre: San Valentín [Tierra de Partida] [Corrupción]
Especial libre: Halloween [Ciudad de Halloween] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2012! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Historias de San Valentín [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: Venid, mis pequeños [Villa Crepúsculo] [Perdición]
Especial libre: ¡Feliz Navidad 2013! [Bastión Hueco] [Perdición]
Especial libre: La mansión encantada [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: El laberinto de los corazones [???] [Rebelión]
Especial libre: ¡Los reyes han llegado! [Tierra de Partida] [Rebelión]
Especial libre: La Mansión Encantada II: La Venganza [Ciudad de Halloween] [Rebelión]
Especial libre: World War Christmas [Tierra de Partida] [Colisión]
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Re: [Ciudad de Paso] Crisis de tierras sin dueño

Notapor LightHelco » Mié Sep 03, 2014 4:43 am

Casi ni podía recordar lo ocurrido en la última recta del viaje. Tenía vagos recuerdos sobre un trozo de la nave intentando cortarnos por la mitad, pero la mayoría de aquel trayecto se encontraba en negro. Es por ello que cuando sentí como alguien me agitaba como si me tratase de un batido para hacerme volver al mundo de los vivos, me hizo pensar que Ragun me había sacado de algún lío, pero entonces vi un difuminado rostro ¿femenino?, bah, a saber, lo que más llamaba la atención de la persona que quería hacer zumo conmigo era su pelo rojo y un traje de color negro.

Tras él se encontraba una figura oscura para la que tuve que concentrarme bastante y poder distinguir la cabeza del traje negro que compartía con el pelirrojo. Este empezó a hablarme sobre algo referente a una nave, pero casi no podía entender lo que decía debido al dolor de cabeza que me había causado el golpe contra el mundo. Además, había algo más que me estaba haciendo sentirme tan ido y es que la sensación que me estaba mandando Ilana era muy parecida a la mía.

Sentí algo empujándome por el pecho hasta que choqué con lo que debía ser una pared. La persona que tenía delante debía estar intentando interrogarme sobre lo ocurrido con la nave que nos había hecho estrellarnos ¿pero qué quería que le dijese? Siquiera había llegado a escuchar la pregunta debido al maldito dolor de cabeza.

Dijimos que yo sería esta vez el poli malo. ¡No eres nada comunicativo! —le entendí por fin a mi captor descubriendo que era un hombre.

A esa voz se le unió una que yo si reconocí. Ragun se encontraba no muy lejos de mi posición custodiado por el tipo de negro.

No lo sabemos, ¿de acuerdo? —les respondió quitándose el casco de la armadura y recordándome que yo también la llevaba puesto, pero no es que estuviese con ganas para deshacerme de ella en esos instantes —. Creo que había una persona con un saco. ¿De verdad creéis que si tuviésemos algo que ver con la desaparición de esa nave gumi nos habríamos quedado tirados aquí? Me parece que es evidente que somos víctimas.

>>Creo que... Creo que dijo algo de hacer un monumento. ¿Os dice eso algo?

¿Así que alguien estuvo buscando entre los restos de la nave? ¿Cúanto tiempo habíamos pasado inconscientes? Agh, si al menos pudiese recordar algo de antes de caernos, pero ya tenía suficiente con hacer que el mareo se me pasase y que Ilana también volviera a recuperarse o…

¿Ilana? ”pasé la mirada por todo el lugar esperando encontrarla, pero no había ni rastro de ella aunque la sintiese. Y lo que sentía era algo bastante raro en mi compañera, enfado. Empecé a escuchar el tintineo de su cascabel cada vez más cerca y claro, estaba volviendo conmigo ¿pero por donde venía?

De pronto una sombra negra saltó contra el pelirrojo buscando arañarle la cara, todos mis sentidos se agudizaron en ese momento y llegara a alcanzar su objetivo o no, fui a intentar atrapar a la gata para retenerla entre mis brazos. El tipo de rojo ya me había amenazado, lo que me faltaba ahora es que nos tomasen por enemigos debido al ataque de mi mascota.

¡Ilana, para! —le ordené a mi familiar viendo y sintiendo como aborrecía a aquel pelirrojo que me había amenazado —¡Deja de arañar cosas que no son Sincorazón!
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