¿Cerca del Corazón?—
Claro, vamos.Freya aceptó de buen grado acompañar a Fran por esas galerías subterráneas, en busca de una posible salida. El oscuro y cochambroso túnel en el que se encontraban no se quedaba corto, a Freya le dio tiempo para hablar y preguntar lo suficiente.
—
Oye, Fran, ¿por qué te fuiste sin avisar? Quiero decir, podrías haber dicho algo —se ganó de inmediato la mirada de la viera—.
¿No te preocupa todo lo que está ocurriendo allí arriba? ¡¿Has visto ese monstruo gigante?! ¡Va a arrasar con todo como alguien no lo detenga! Todo porque Garfio lo invocó...»
Y sin embargo no podemos hacer nada porque nos encontramos... Vete a saber dónde nos encontramos. ¿Tienes alguna idea de qué es este sitio?Justo en ese momento alcanzaron el final de la gruta, viendo algo más de luz, muy leve, pero marcaba una mínima diferencia. El sonido del agua y las cascadas alcanzó sus oídos también, así como sus pisadas sobre los charcos que se formaban en el suelo. Se encontraban ahora en una enorme sala cuadrada de muchísimos metros de altura, aunque más que una sala parecía una caverna.
El lugar se encontraba decorado con lo que parecían los restos de unas antiguas ruinas, había escaleras de piedra por aquí y por allí, así como columnas partidas sobre el suelo y palcos superiores que daban acceso a distintos niveles. El decorado de las ruinas también se extendía por las paredes en algunas secciones, ofreciendo un exquisito estilo cargado de símbolos y líneas en algunas zonas, las pocas que todavía no habían sido devoradas por la naturaleza. La mayor parte de aquel sitio estaba formada por roca, la propia del túnel en el que se encontraban. Al parecer aquel lugar había sido construído muchísimo, pero muchísimo tiempo atrás, y el paso del tiempo lo había desgastado hasta el límite.
A lo largo y ancho de las paredes de piedra había además agujeros, formados por la propia naturaleza, desde los cuales caían cascadas de agua que desembocaban o bien en algún palco superior, en el piso donde ellas mismas estaban o en una enorme grieta que había en una esquina —por la cual caía todo el agua, evitando que ese sitio se inundara—, de la cual no se podía escuchar nada ni ver el fondo. Desde los distintos niveles de aquel lugar también se podía acceder a diversas grutas, muy similares de la que acababan de salir.
El suelo que ahora pisaban estaba encharcado, lleno de trozos de piedra blanca y columnas partidas por la mitad, o de roca afilada llena de musgo brillante y pequeños crustáceos que correteaban de un lado para otro.
Después de unos pocos instantes en los que pudieron analizar todo con cuidado escucharon el sonido de unas rocas resbalando desde la zona más elevada de todas. Freya la distinguió al momento, pues había acabado allí por intentar salvarla: se trataba de Samy, que ajena a la presencia de la aprendiz y la viera se internaba por la gruta que tenía ante ella.
—
Esa mujer también ha acabado aquí... —relató, más para ella que para Freya—
. No me fío de ella, percibo mucha oscuridad en su corazón. Si vuelves a verla, Freya, ten el mayor cuidado posible.Fran avanzó un par de pasos, analizando mejor la zona, luego dijo:
—
Creo que tengo una ligera idea de dónde estamos, por las ruinas me arriesgaría a decir que hemos acabado cerca del Corazón. Nunca había visto algo como esto, y llevo bastante tiempo explorando Nunca Jamás como para conocer la isla entera.»
Aunque ese enorme Sincorazón esté destruyendo la selva, las dos solas no podemos hacer nada en nuestra situación. De no ser por mí hubieses muerto, ya te lo dije. Así que estamos en el mismo barco —lo que era lo mismo, de no haberla salvado ella todavía podría seguir arriba ayudando. Se adelantó hasta las únicas escaleras que conectaban ese nivel inferior con los demás—
. Y a decir verdad, tengo el presentimiento que los piratas también piensan igual. Si se nos adelantan se quedarán con el Tesoro de Nunca Jamás. Tenemos que ser más rápidas, ¿no crees? ¿Qué te parece a ti?Fran esperó a las opiniones de Freya. Luego subió los escalones y observó las posibles salidas. Encontraron un total de cuatro, pero una se encontraba derrumbada y era imposible pasar por ella.
—
¿Por dónde prefieres ir?Tocaba elegir una ruta. En cuanto Freya eligiese una, su compañera respondería su primera duda, que todavía no la tenía olvidada.
—
Cuando me fui tampoco quise deciros nada. Vosotros hacéis mucho ruido, y yo soy sigilosa, sé moverme bien en la selva. Pensé que no me llevaría mucho tiempo, pero la actitud de los piratas me pareció de lo más inusual, y en cierto punto les encontré llevando a una pelirrosa inconsciente. —sonrió ante la última declaración.
Bueno, tienes tres rutas a elegir, y cada una tendrá algo distinto:
-Túnel inferior: el túnel al que se accede nada más subir las escaleras de piedra.
-Túnel intermedio: un túnel que se encuentra en un palco más arriba, hay que atravesar una cascada para entrar.
-Túnel superior: es la salida más elevada, por la que se ha ido Samy.
Frente al portón doradoTodavía en el campamento indio, Light se acercó a Nana, la pequeña que contaba con la llave del Corazón para pedir su opinión sobre si ir o no:
—
Nana, vamos al corazón y necesitaremos tu llave. Será peligroso. Si no quieres venir puedes darme la llave…Nana hinchó sus mofletes y miró a Light, negando con la cabeza.
—
No, Nana no poder perder la llave bajo ningún concepto.—
De acuerdo, pero no te acerques demasiado a los demonios. Y tú, Gaomon, céntrate en protegerla si yo no puedo.—
Cuenta con ello. —afirmó su mascota.
A continuación, Light se acercó al grupo de guerreros indios que les iban a apoyar durante la batalla, en un intento de infundir ánimos.
—
¡Vamos al corazón, luchemos por Nunca Jamás!Los indios bramaron al unísono, alzando sus armas, dispuestos a proteger con sus vidas la isla. Ellos tenían claro que toda la culpa recaía en Seymour, y los aprendices, en los Villanos Finales. Sus opiniones no eran muy dispares.
»Tened cuidado —advirtió por última vez a los Niños Perdidos.
—
Dalo por hecho, Light. En cuanto resuelva unos asuntillos por aquí, iré a echaros una mano. ¡Contad con nosotros!Así pues, Light Hikari partió con los indios guerreros, con Gaomon y con Nana a través de los cielos para acudir al combate contra el Lado Oscuro, decidido a salvar el mundo. Cuando se acercaron, el chico se dirigió hacia su mascota y la niña:
—
Tengo que ayudar a Hana y Shinju. Vosotros no os acerquéis a los Sincorazón. Antes de abrir la puerta deberíamos deshacernos de esas cosas. Tú, Gaomon, ya sabes qué hacer: céntrate en proteger a Nana.Nana, que había optado por sujetarse sobre Gaomon con fuerza, hinchó de nuevo sus mofletes, preocupada por lo que estaba por avecinarse. En realidad, quería más atención por parte de Light, que fuese él quien la protegiera y no su mascota, y eso la enfadaba.
Entretanto la batalla que llevaban Hana y las maestras no pintaba muy favorable...
―
Podríamos preparar una distracción… —sugirió ella.
Pero entonces llegaron Light y los demás, como una salvación.
—
¡Nos encargamos de las Bolas oscuras, vosotras podéis concentraros en el Lado Oscuro! ¡Ya sabéis! ¡Concentraos en atacar a los pequeños! ¡Cuidado con el grande!Los indios afirmaron, todavía abrumados por ver a semejante monstruo justo delante, y permanecieron en la retaguardia de esa forma unos momentos, viendo cómo los Caballeros de la Llave Espada lo enfrentaban sin ningún miedo.
Gaomon y Nana, en cambio, se pudieron resguardar frente al portón de oro, detrás de Shinju. Era la zona más segura de momento, pues ambos lados estaban llenos de Bolas Oscuras.
―
Hagamos lo que dice Light. Yo me volveré invisible para que no me ataque y tengas que volver a curarme. Hay que atacarle con todo lo que tengamos. Yo iré a por la cabeza, la última vez parece que eso le desorientó. Tú a por las manos, según Shinju son su punto débil, aunque no tengo ni idea de cómo lo sabe.—
E-está bien... lo intentaré hacer lo mejor que pueda. —explicó asintiendo con la cabeza.
Hana utilizó su
Canturreo, volviéndose invisible, a la vez que Light arremetió con un
Aturdidor contra las Bolas Oscuras más cercanas, ya que ninguna les estaba poniendo en peligro directo en ese momento. Ambas, las del brazo derecho, quedaron aturdidas. Y en ese momento, mientras Hana ascendía hasta arriba el Lado Oscuro disparó otras tres esferas de energía blanca. Una fue a por la maestra Rebecca, que evitó de nuevo haciendo gala de una gran elasticidad, otra en cambio impactó contra uno de los indios, causando una tremenda explosión en el aire y dejando al hombre inconsciente. La última fue a por Nana y Gaomon.
—
Ah no, de eso nada. ¡A la niña no se le toca, no, no!Shinju enarboló su Llave Espada en el aire, logrando que la esfera se desviara de su camino e impactara contra una pared rocosa.
Light aprovechó para golpear sin descanso a las Bolas Oscuras aturdidas, gracias a su velocidad no fue complicado acabar con la primera, y la segunda siguió su destino. Los indios se abalanzaron a por las otras dos Bolas Oscuras, las que protegían el brazo izquierdo. Las criaturas atacaron con mordiscos y empujones que les pusieron en aprietos.
El Lado Oscuro, que había acabado de levantarse de nuevo, recibió un hechizo
Aqua+ por parte de Hana en la cabeza. La aprendiz aprovechó el instante para propinar algunos golpes con su Llave Espada, y luego se retiró con cautela. Light tampoco se quedó quieto, dispuesto a ayudar a quiénes tuviesen problemas se dirigió a por las dos Bolas Oscuras restantes: los indios no iban a sobrevivir, sus armas apenas hacían daños, y en un fuerte movimiento derribó a una de ellas.
De nuevo y recuperado, el Lado Oscuro apretó con fuerza el puño, se inclinó con rapidez y lo clavó en la tierra, generando un pozo de oscuridad del cual empezaron a sugir un montón de Sombras comunes.
x15Las criaturas se lanzaron sin pensarlo a por Shinju, Gaomon y Nana. Luego se volvió a erguir sobre sus dos piernas. Pero un disparo de fuego y llamas, seguido de un hechizo
Electro, explotaron en su mano indefensa (donde Light derrotó inicialmente a las dos Bolas Oscuras). Los piratas del aire, Balthier y Nono, acudieron también a la lucha y volaban por el aire gracias a los polvos de Campanilla.
—
¡Nos debéis una, kupó!—
Fran tampoco está aquí...Una nueva oleada de nubes de oscuridad se manifestó en el campo de batalla, dejando ver a peligrosos enemigos:
La situación parecía perdida.
Pero llegó el turno de las maestras.
—
N-no temáis... Mi poder nos dará ventaja.La maestra Rebecca se vio envuelta en un aura de color azul celeste, desprendía mucha magia por todos los poros de su piel, sus ojos también se tornaron de dicho color y la serenidad la envolvió. Extendió su brazo derecho, empuñando su Llavero, y con un paso adelante extendió un manto de agua a través de todo el campo de batalla, bajo sus pies, transformando el escenario en una especie de lago. La hierba y la tierra se sumergieron mientras la propia maestra caminaba con calma sobre el líquido.
En un movimiento veloz de su arma, la maestra fue capaz de disparar una ola de agua fría, que contaba con un gran tamaño. Impactó con una fuerza atroz en el grupo de Sombras, erradicando a muchas de ellas y generando una ligera onda expansiva tras el golpe. Luego alzó la vista arriba, ejecutó un movimiento más, preciso y potente, y una nueva ola de agua erradicó a gran parte del grupo de Fantasmas. Luego arremetió con tres nuevos hechizos en la mano izquierda del Lado Oscuro. Al final la maestra resopló, abatida, y se encogió en sí misma durante unos momentos para volver a recuperarse. Estaba al límite de sus fuerzas.
—
Oh, no puedo dejar que la atontada de Becca me quite el protagonismo, ¡no señor!Shinju materializó ante la vista de todos unas esferas de energía, de color rosa brillante, giró sobre sí misma y estas salieron disparadas hacia las manos del Lado Oscuro como unos rayos de energía.
La GigaSombra y su grupo, pese a que les costaba esta vez avanzar por culpa del agua, iban a por Shinju y los que se resguardaban tras ella.
El Invisible, sediento de corazones poderosos, fue a por la maestra Rebecca enarbolando su arma con violencia, ¿podría la maestra repeler a un monstruo así ella sola y en su estado?
Los indios por su parte se reagruparon con Light, dispuestos a vencer a los Fantasmas Farol.
Ya ningún sincorazón protegía al Lado Oscuro, pero todos corrían peligro. El coloso alzó sus manos y se empezó a formar una esfera negra y anaranjada en lo alto, haciéndose cada vez más grande. Aquel ataque debía ser muy potente porque incluso las piedras y algunas ramas de los árboles se empezaron a ver arrancados, volando hacia dicha esfera.
¿Cómo procederían los aprendices?
Nombre: Lado Oscuro
Raza: Sincorazón Jefe
Nivel: 40
VIT: 91/310
Enemigos:
-Atacando a Rebecca: Invisible (x1).
-Atacando a Shinju, Gaomon y Nana: GigaSombra (x1) y Sombras (x8).
-Luchando contra los indios y Light: Fantasma Farol (x8).
El Lado Oscuro está desprotegido. Recordad que Balthier y Nono se han unido a la lucha también, podéis darles indicaciones.
El Campamento IndioEntretanto, Maya había decidido quedarse en el Campamento de los indios.
—
Voy a quedarme. La situación se ha calmado pero quién sabe si aún está por venir otra oleada de Sincorazón. No podemos dejar el campamento indefenso, y además aún hay cosas que hacer aquí, heridos que tratar. Seré más útil echando una mano aquí. ¿A ti qué te parece, Ukki?. Mog, ¿puedes quedarte tú también? No sé si Ukki y yo podremos con todo si la situación empeora de nuevo.—
Por supuesto, kupó... —comentó un Mog preocupado, que alzaba la vista hacia la selva—
. Recordad que debéis trabajar en equipo, kupó.»
Y por supuesto, me encargaré de él —añadió, refiriéndose al Juez Gabranth—.
Podéis marcharos tranquilos. Suerte... y cuidadoMaya se despidió de sus compañeros, optó por permanecer en el hogar de los indios, intentando redimirse de alguna forma porque se sentía culpable. No había sido capaz de cumplir su promesa. Gabranth la miró con ceño fruncido, preocupado, aunque no dijo nada. Desde su captura apenas había dicho nada, nadie se había molestado en preguntarle ni hablarle.
—
Tigrilla, ¿verdad? —
¿Eh? Sí, soy yo. ¿Qué te ocurre, por qué no has seguido a tus amigos?No fue complicado encontrar a Tigrilla, se hallaba junto al Jefe indio, ayudando a los guerreros a cargar cosas y ofreciendo descanso a los ancianos.
—
Yo soy Maya, y este es Ukki. Estaremos encantados de ayudar en todo lo que sea posible.—
Encantada, Maya. Será un placer tenerte aquí ayudando. Contamos con tu ayuda.»
Por cierto, ¿si encuentras la armadura y el casco que hemos traído puedes devolvérmelos, por favor? No quiero que se pierdan.—
¿Una armadura y un casco? Claro, los buscaré ahora mismo.A continuación Maya quiso ir acompañada del antiguo Juez y de Mog, ayudando por el campamento.
—
Vamos.—
Kupó.Uno de los guerreros indios le pidió a la niña que ayudara a cargar con los restos de una caseta de campaña, para colocarlos en una pila de madera y restos que iban a quemar, así como todas las pertenencias abrasadas de su interior. No fue un trabajo duro, pero costó algo de tiempo. Después se quiso acercar al Jefe indio, parecía bastante ocupado, pero el hombre abrió los ojos con sorpresa al ver allí a la chica. Se acercó a ella.
—
Conque tú seguir por aquí, nosotros agradecer toda tu ayuda, pequeña guerrera. Pero intentar no hacer mucho esfuerzo. Nosotros mantener un ojo alerta para que tragedia no volver a suceder, tú no preocupar.El Jefe se separó de Maya y se alejó, volviendo al núcleo del poblado indio, donde pretendía escoltar a todos los aldeanos al
Árbol principal, debía ser un sitio muy importante. Luego llegó Tigrilla, acompañada por Peter, los dos cargaban con la bolsa donde estaba la armadura a duras penas. Sudaban mucho, pero no les importaba llevar a cabo una tarea tan dura. La dejaron junto a Maya y sus acompañantes, después se despidieron y marcharon. Parecía que Peter tenía mucho de que hablar con ella.
—
Zawrid... —se pronunció Gabranth, por primera vez en casi todo el día tras su derrota.
—
Te preguntarás por qué tengo tanto interés en tu armadura, ¿no?—
No, entiendo que despierte vuestro interés. Para vosotros ha sido mi identidad hasta el día de hoy.Después se sentó, agotado y resoplando, con la cabeja gacha. Parecía haber perdido toda la energía que le mantenía con vida, su ilusión por vivir.
—
Bueno, realmente no tengo ninguno. Simplemente, siempre te he visto con ella, y hasta hoy no había tenido la ocasión de verte vestido... normal... dentro de lo que cabe. He pensado que seguramente le tienes mucho apego, así que me parecería cruel deshacernos de él. Mi intención era entregárselo a la Federación cuando todo esto acabase y te encarcelasen —Gabranth tragó saliva al escuchar esas palabras—.
Ya te lo he dicho, no soy tan mala.El silencio se apoderó del Juez. La brisa de la noche sopló con fuerza entre los presentes.
—
Gabranth, ¿qué es lo que pasó? ¿Por qué... la oscuridad se apoderó de ti? L-Lo siento... No quiero meterme en asuntos que quizá creas que no me conciernen. Pero... ¡Déjame ayudarte!Gabranth sonrió por instinto, una sonrisa agotada y afligida, pero no comentó nada más. Maya le intentó mirar a los ojos, pero él mantenía la cabeza agachada. Se encontraba distinto.
—
Aseguras tranquilamente que estás lleno de oscuridad, ¿pero qué pasará si te acaba consumiendo? Sé que no te importa morir, me lo has dejado bastante claro, pero, ¿es que no hay nadie en tu vida que dejes atrás, solo y triste, si eso ocurre? ¿Aunque sea... Palamecia? En el Inframundo me hablaste del honor, y me di cuenta de que lo valoras mucho. Dime, ¿qué tiene de honorable marcharse y dejar atrás a la gente a la que le importas?—
El poco honor que me quedaba lo he perdido hoy, con mi derrota. No sé qué buscas en este viejo soldado sin voluntad, Maya Zawrid. Debes olvidarme. —aclaró tajante.
»
Es mi deber como Caballero de la Orden mantener el equilibrio entre la luz y la oscuridad, y evitar que esta última lo consuma todo a su paso. Además, recuerdas la promesa de la que te hablé, ¿verdad? Supongo que... esa promesa también te incluye a ti... No pienso dejarte sucumbir a la oscuridad, Gabranth, por mucho que a ti no te importe. Así que ponme las cosas fáciles, por favor.Gabranth alzó la mirada de golpe, mirando casi con furia a Maya.
—
No dejas de demostrar lo necia que eres, Caballero. A lo largo del día os he observado a todos: a ti y a tu grupo. Ha sido tal el impacto que vuestra victoria sobre mí os ha otorgado, que no veis más allá de vuestros propios intereses, permanecéis cegados —declaró—
. ¿Qué crees que está sucediendo en esta isla, Maya Zawrid? ¿De verdad ha sido la opción más inteligente vigilarme a mí, con uñas y dientes, cuando muchos otros peligros acechan ahora mismo? Puede que haya perdido todo mi honor, y toda mi voluntad para luchar por lo que creo, pero guardaré mis principios en mi corazón hasta el final.Hizo una pausa.
»
Pese a ser mi enemiga, no sería capaz de cargar con la culpa de ver a una niña arrepentida por sus fracasos el resto de su vida.Aquellas declaraciones podrían haber impactado mucho a la niña, que estaba delante escuchando. Dijera algo o no, el antiguo Juez continuó. Todo lo hacía porque quería ayudar a Maya, pero no como a la Portadora de la Llave Espada que era, sino porque era una niña. Una niña inocente que no entendía nada.
—
Poco después de la caída de Villa Crepúsculo los Sincorazón se empezaron a reunir en masa en esta isla. Tanto Seymour como yo desconocíamos los motivos, pero teníamos un cometido que cumplir, es por ello que, aprovechando las circunstancias, los manipulamos para traeros aquí. Creíamos que la única posibilidad de abrir la puerta era con vuestra Llave, ahora comprendo lo equivocados que estábamos. Las estratagemas que haya llevado a cabo mi compañero poco tienen que ver conmigo, ya te dije que, pese a no ser ejemplares, todos buscamos el mismo objetivo. Yo he intentado hacer las cosas a mi manera y he caído hasta lo más bajo que podía haber caído —hizo una pausa, esperando que Maya asimilase lo que estaba contando—
. ¿De dónde crees que ha salido esa horda de hace un momento? ¿Crees que la ha invocado este guerrero sin aliento? Qué necia.»
Pretendes salvar vidas y cumplir una promesa, niña, pero estando tú sola aquí no haces más que poner a todos en peligro.Una esfera de color negro y naranja se materializó entonces en lo alto de la jungla, donde se estaba llevando a cabo la batalla contra el Lado Oscuro. Se distinguían algunas rocas y ramas volando, atraídas por dicha magia.
—
¿Te niegas a prestarles tu apoyo, o sigues aferrada a la promesa de tu maestro? —la miró con seriedad.
Maya no había conseguido las respuestas que estaba buscando, pero era cierto que de seguir insistiendo el Juez iba revelando cosas y cosas. Le estaba haciendo pensar en muchas cosas.
Así pues, ¿a qué se iba a mantener aferrada Maya? ¿Amigos o promesa?
Light Hikari:
VIT: 55/66
PH: 8/58
Gaomon:
VIT: 32/36
PH: 14/20
Maya Zawrid:
VIT: 32/36
PH: 16/40
Ukki:
VIT: 6/6
PH: 2/2
Hana Shimizu:
VIT: 56/56
PH: 3/38
Freya:
VIT: 22/30
PH: 23/28
Fecha límite: Viernes 3 de Junio.