Ragun volvió a sacar la vela para bajar más estable. Después de bajar me pidió que le enseñara el lugar.
─ La verdad es que llegué ayer, pero algo sí te puedo enseñar. ─ Le dije en respuesta a su propuesta.
Le hice una señal para que me siguiera y subimos a pie la colina hasta llegar a la zona más frecuentada. Había una mesa rodeada de dos bancos y dos columnas, una con un pelele y la otra con tres, que tenían forma de sincorazón. Había una cascada y se podía seguir subiendo por la parte de la izquierda.
─ Esta, por así decirlo, es la zona de ocio. Aquí puede uno sentarse para relajarse o entrenar dando golpes a esos peleles.
Seguimos subiendo la colina hasta la zona más alta, donde nada más había un banco. Estaban las cuatro personas de antes, y dos de ellas estaban en el suelo, por efecto de la pelea.
─ Esta es una zona para tumbarte y para... pelear. ─ Dije refiriéndome a esos cuatro chicos.
Como ya no había más camino, bajamos hasta donde estuvimos al principio y entramos en el castillo. Era una sala grande con tres tronos.
─ La verdad es que no sé para qué sirve esta sala...
Atravesamos la sala y subimos al siguiente piso donde había unos pasillos.
─ Aquí están las habitaciones y al fondo el comedor.─ Dije para acabar la "visita turística"─ Eso es todo lo que sé del mundo.