[País de las Maravillas] Exploración maravillosa

por **Soul Artist** » Lun May 07, 2012 4:58 pm

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por **Deja** » Lun May 07, 2012 6:33 pm

«Hemos llegado a la Habitación Aplastada, cortesía de Dejay Lion. Nota: La he llamado Habitación Aplastada por su forma, preguntar más tarde a Akio por su verdadero nombre.

Es un cuarto bastante pequeño y redondo, si no fuera porque he llegado primera, tendría bastantes problemas para no chocar con nadie. En el suelo aparece dibujado el mobiliario de una casa común, pero si me acerco a comprobar las texturas, compruebo que es diferente la del suelo que la de los sofás. Con las ventanas, cuadros y plantas sucede lo mismo. Solo he encontrado una salida (a primera vista) para salir de la habitación, así que supongo que será por ahí por donde hay que ir.

De momento, me limitaré a esperar a mis compañeros, que son Ragun, guión y guión. A Ragun lo conozco de la lucha contra el sincorazón, espero que se vuelva a repetir. Aquel chaval me cae bien, y sabe luchar, nada malo para una misión como esta. Los otros dos, ni idea, ni siquiera sabía si alguien más habría escogido la misión. No estaría mal alguien duro para luchar sin problemas, o alguien agradable para pasar un buen rato.

En definitiva, mundo raro, nombre raro.»

Cerré el bloc de notas y guardé mi bolígrafo en el bolsillo. "Tengo que apuntarlo todo, hasta el color de la habitación", pensé. Tras ello, seguí apuntando detalles que me faltaban, como era el modelo de la habitación, sin aparente techo, cortinas y demás. Lo que más me llamo la atención fue que sí sobresalían dos lámparas, me senté entre ellas y esperé pacientemente la llegada de los otros aprendices.

"Máxima cautela" ponía en la descripción, también lo apunté en el diario. Posiblemente apareciesen sincorazón sin previo aviso, y si venía uno como el del Coliseo del Olimpo, estaba bien jodida.

«Hay ilustraciones de recipientes con plantas, también tienen otras texturas, pero no sobresalen. Debo cuidar las maneras y actuar con "máxima cautela" como ponía en la descripción. El suelo de la habitación está pintadas con una serie de cuadros sin orden alguno, pintados con diferentes marrones. Las paredes están pintadas con el diseño de unos ladrillos. Por último, hay unas cortinas rojas en la salida.»

por **Final Fan** » Mié May 09, 2012 7:16 pm

—¡¡¡UAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAYAYAYAY!!!

Cuando entré en el País de las Maravillas, abandonando el intersticio entre los mundos, sentí cómo caía cada vez más y más rápido por un lugar cerrado. Me tapé la cara con los brazos en un intento de prepararme para el duro golpe contra el suelo... pero éste nunca llegó. Mi cuerpo comenzó a precipitarse mucho más lentamente, y en cierto momento noté cómo la caída se convertía en un suave descenso por una...

Extraña habitación redonda de paredes altísimas. Se podría decir que es cilíndrica, aunque no parece tener techo.
Me quedé pensativo con el lápiz en la mano y el bloc de notas en la otra. Los había sacado al darme cuenta de que el lugar era seguro y me había puesto a redactar la descripción del sitio. Sin embargo, corregí el pequeño texto para aclararlo un poco mejor:

Lugar de llegada: extraña habitación redonda de paredes altísimas. Se podría decir que es cilíndrica, aunque no parece tener techo ya que llegamos desde donde debería tenerlo, como si fuese un agujero. Esto debe ser el Cubil del Conejo que se mencionaba en el cartel de la Misión.
Asentí, un poco más convencido. Miré hacia arriba y vi cómo Ragun y Nadhia estaban también cayendo lentamente.

—¡Podemos aprovechar para escribir mientras no llegamos al suelo! —les aconsejé.

Comencé a mirar hacia los lados a la vez que escribía, siguiendo con mi personal "lectura visual" de aquel mundo tan peculiar. No sólo eso, sino que también me acerqué como pude a las paredes para palparlas.

La gravedad del sitio es muy extraña. Al llegar era normal, pero en cierto punto comenzamos a caer más lentamente.
Las paredes parecen baldosa, pero tan sólo es un dibujo, como si fuese papel pintado. Además, también hay representados muebles y elementos decorativos. Parecen muy reales, pero sin embargo siguen siendo bidimensionales... ¿quizás tenían volumen en un pasado pero alguien los "aplastó" en la pared?
Ya podemos ver el suelo, con un motivo de rombos de dos tonos de marrón. La parte inferior de las paredes, colindante con el suelo, parece de ladrillo... pero seguramente sea otro "papel pintado" como el de las baldosas de la parte de arriba. En el piso parece haber muebles y dos macetas con flores, aunque también son bidimensionales como los elementos de las paredes. Hay, sin embargo, algunas cosas que sí tienen volumen: algunos cuadros que hay colgados, aunque tan sólo parecen representar colores sin formas precisas; una chimenea encendida mal colocada, a bastante altura del suelo; algo que parece una estantería, aunque no parece contener nada.
A medida que íbamos bajando podía describir con más exactitud aquella sala. Además, también logré ver a una persona que parecía estar esperando... ¡debía ser Dejay!

—¡Dejaaaaay! —le grité desde arriba, haciendo aspavientos con las manos.

Sin embargo, cuando ya casi estaba a ras del suelo la gravedad volvió a la normalidad y caí con cierta torpeza boca abajo. Solté un ligero quejido y me levanté como pude, arreglándome el pantalón. Miré a Dejay y le dediqué una sonrisa a modo de saludo. Luego le hice ver que tenía el bloc de notas en la mano.

—Voy a... —dije, señalando con el lápiz un pasillo que salía de la habitación circular.

Me adentré en el pasillo y me puse a escribir de nuevo:

Hemos llegado al suelo. De la habitación circular deriva un pasillo. Está curvado, así que no se ve su final desde la entrada. Las paredes del pasillo parecen arquearse a medida que suben, y no son tan altas como las de la sala principal. Hay unas cuantas ventanas con cortinas, pero no se ve nada a través de ellas y están "aplastadas" en la pared, al igual que los elementos mencionados anteriormente.
Caminando por el pasillo se llega a una pared con una gran puerta de color blanco crudo y de arco redondo. Esperaré a mis compañeros para abrirla.
—¡Uf! —suspiré, tras acabar de escribir.

Volví a donde estaba Dejay, que parecía bastante relajada. Seguramente ya hubiese escrito la descripción en el bloc de notas.

—Hola, hola —dije, cerrando mi cuaderno—. ¿Llevas mucho tiempo esperando?

por **EspeYuna** » Mié May 09, 2012 9:13 pm

—¡Fyk, Fyk! —¿¡pero qu...!?—¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Fyk, Ragun y yo habíamos partido hacia nuestra primera misión juntos, despegando desde los jardines de Tierra de Partida, tras encontrarnos en el famoso Gremio. El viaje a través del intersticio entre los mundos había sido tranquilo, sin ningún tipo de percance... hasta ahora.

Fyk se había acercado a la entrada de nuestro objetivo: El País de las Maravillas. Fue escuchar su grito y Ragun y yo fuimos en su ayuda, pero... ¿qué estaba pasando?

Mi Glider y mi armadura desaparecieron en cuanto entré, más bien por el susto que por hacerlo de forma voluntaria. Caía de forma estrepitosa, cada vez más rápido. Recordé mi experiencia cuando llegué a Tierra de Partida, cuando estuve a punto de matarme si no hubiese sido por Ragun e intenté invocar de nuevo mi Glider, pero algo inesperado sucedió: comencé a caer de forma más lenta, tanto es así que mi cuerpo empezó a flotar y pude colocarme en vertical. Mis ropas y mi pelo ondeaban bajo aquel extraño acontecimiento. Miré hacia los lados, aún confusa: me encontré con Ragun, quien también debió haber caído por aquella especie de agujero que nos habíamos encontrado en el intersticio, cuando Fyk desapareció de nuestros ojos.

Bajo nuestros pies pudimos observar la cabeza azul de Fyk, quien llevaba algo más de caída en aquella especie de... ¿habitación?

—¡Fyk! ¿¡Estás bien!? —grité, alzando los brazos.

—¡Podemos aprovechar para escribir mientras no llegamos al suelo! —nos aconsejó Fyk, quien estaba ya tomando nota de todo lo que estaba aconteciendo nada más llegar. ¡Era cierto! ¡Aquello era demasiado curioso como para no apuntarlo en nuestros blocs!

Saqué del bolsillo de mis pantalones el recién comprado bloc de notas sin estrenar y me puse manos a la obra.

La entrada hacia el País de las Maravillas es de lo más extraña y curiosa. Tres de nosotros cuatro hemos experimentado una estrepitosa caída por una especie de torreón cilíndrico, cada vez más iluminado. Al principio era todo negro y no éramos capaces de distinguir algo, puesto que nos preparábamos para un fuerte golpe o para salvarnos con ayuda de nuestros Glider. Sin embargo, no ha hecho falta. La gravedad de este sitio es del todo inusual y fantástica: ahora descendemos de forma más lenta, como si estuviésemos flotando en el aire.

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Entonces fue cuando se me ocurrió una idea, algo infantil, pero que me ayudaría a comprobar algo. Di una pirueta en el aire, evitando golpear a Ragun puesto que estaba muy cerca. Comencé a reír buscando la mirada de Ragun, divertida por la situación. Recobré la posición de antes y seguí escribiendo.

Definitivamente, podemos hacer cualquier movimiento, piruetas por ejemplo, pero la gravedad no cambia. ¡Es fantástico! Llevamos ya unos segundos descendiendo. No sabría decir cuántos metros hemos recorrido desde que comenzamos a caer. ¿Habrá fondo? Por lo que hemos descubierto, esta extraña habitación cilíndrica no tiene techo, puesto que provenimos de él... es como una especie de "madriguera"...

Y entonces añadí un nombre, y lo subrayé para que destacara.

Cubil del Conejo

Miré hacia los lados, observando cada minúsculo detalle que se me pudiese escapar. Seguí tomando notas sobre el aspecto de las paredes.

...las paredes parecen haber sido construidas con ladrillo...

Iba a seguir escribiendo cuando oí a Fyk gritar un nombre familiar. "Dejay". ¡Así que ya se había adelantado! ¡Genial! Pensé que habría sido malo no habérnosla encontrado pronto, puesto que la misión era de cuatro, no de tres. Y sentía curiosidad por saber cómo era. Porque también era Aprendiz del Maestro Akio.

Estaba tan distraída observando el suelo que no me percaté del cambio brusco de gravedad. Caí torpemente en el suelo. Me llevé una mano al trasero, realmente dolorido. Aunque agradecía no haber caído encima de ninguno de mis compañeros, hubiese sido vergonzoso.

Me levanté y sacudí mis bombachos mientras examinaba el final del agujero. Cogí mi bloc, el cuál se me había escapado de las manos, en el suelo, y terminé de describir el lugar.

Hay suelo, y hay que tener cuidado con los últimos metros: la gravedad vuelve a la normalidad. Observando el suelo he podido comprobar que hay una especie de sofá, macetas, y demás muebles... pero es como si estuviesen... "aplastados", por decirlo de alguna forma. Podrían ser simples detalles del suelo, algún efecto visual, pero al contactar mis dedos con el motivo del sofá, no ha sido como con la baldosa del suelo: no, es un tacto suave y mullido, el de un auténtico sofá. Me he acercado a las macetas y he podido percibir olor a flores. ¡Qué lugar tan divertido y extravagante!

Por lo que se ve hay un pasillo por el que podremos salir de esta habitación. Encorvado y largo, observo a lo lejos unas ventanas que la decoran, pero me da la sensación de que están igual de aplastadas que los demás motivos del cuarto. Además, no transmiten claridad alguna, la luz proceden de algunas lámparas (como no, también estampadas contra las paredes) Me asomo un poco junto con Fyk al pasillo y percato la presencia de una puerta.

—Qué curioso, curiosísimo —dejé escapar de mi boca.

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Con la mano algo dolorida, cerré mi bloc de notas y fui en busca de Ragun, de Fyk... y de Dejay.

—Hola, hola —dijo mi pequeño compañero, cerrando su cuaderno y saludando a Dejay—. ¿Llevas mucho tiempo esperando?

Me acerqué a saludar a Dejay cuando observé sus ojos verdiazules, su impresionante y ondulada melena rubia, brillante como el sol. Me recordó en cierto modo a las facetas de Akio, los colores claros de pelo y ojos. Su vestimenta no. De colores vivos y con detalles en la tela que me fascinaron, podría decirse que Dejay debía proceder de algún mundo parecido a los cuentos de "Las mil y una noches", el cual devoré cientos de veces en el desguace del viejo Sendh.

Su belleza me hizo sentir algo fuera de lugar. Yo podía considerarme una chica normal, sin aspectos en los que destacar. Aún así, le eché ganas y me presenté.

—H... hola. Me llamo Nadhia, y tú debes ser Dejay —me coloqué la rebeca, algo arrugada por la caída, mientras le hablaba—. Parece que somos aprendices las dos gracias a Akio, aunque nunca nos hemos visto en ningún entrenamiento —más bien, Akio no me había convocado a ningún entrenamiento con él... ¿quizás a Dejay sí? No me extrañaría, parecía una chica algo más... "guerrera", por decirlo de algún modo.

por **Sombra** » Jue May 10, 2012 10:52 am

Nada más aproximarnos al mundo, Fyk se nos adelantó siendo el primero que entrase a aquel mundo. Nadhia y yo pudimos escuchar un grito que venía de nuestro azulado compañero. Nuestra compañera, para ver lo sucedido se internó siguiendo al pequeño alienigena.

—¡Fyk, Fyk! —gritó tratando de obtener respuesta mientras acababa de pasar por las "puertas del mundo"—.¡Kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

¿También a ella le había pasado algo? Fuese como fuese no me quedaba más remedio que entrar también. Lo primero que noté fue como mi armadura y mi llave espada desaparecían dejándome a merced de una mortal caída que no parecía tener fin. No se veía techo alguno y estaba todo oscuro, aunque la luz empezaba a verse más abajo, iluminando las rojas paredes.

Había cuadros y artilugios de lo más extraños flotando. Incluso yo había empezado a flotar de la nada. Poco más abajo estaban mis dos compañeros. Mientras caíamos no pude evitar ponerme "acostado" boca abajo para ver el final de aquella caída cuando esta apareciese.

—¡Fyk! ¿¡Estás bien!? —preguntó entonces Nadhia.

—¡Podemos aprovechar para escribir mientras no llegamos al suelo! —Nadhia empezó a apuntar en su bloc lo que acababa de pasarnos.

Supuse que si ambos estaban apuntando aquello no hará falta que yo hiciese lo mismo. Nadhia, seguramente fruto del aburrimiento ante aquella larga caída empezó a hacer extrañas piruetas. La chica empezó a reír sin aparente motivo a la par que centraba en mí su mirada.

Le hice un gesto con el dedo indicando que estaba bien. Tras aquello la chica volvió a su posición normal para seguir apuntando en la libretita.

No podría decir exactamente cuando, pero en aquella cómoda posición, mientras caíamos empecé a sentirme adormilado. Me dejé guiar ante aquel sentimiento de sueño cuando repentinamente me di cuenta de que ya estaba cerca del suelo. Iba a intentar posicionarme para caer de pie, pero en ese momento la gravedad cambió súbitamente haciendo que mi cuerpo se estampara dolorosamente contra el suelo. Si alguien me hubiese visto se habría muerto de la risa.

Nadhia se había adelantado un poco junto a Fyk, observé con cuidado los extraños detalles que aquel lugar ofrecía. Dibujos de muebles, colores vivos y bastante fuertes que estaban mezclados... ¿Aquello era realmente un mundo o en realidad era una casa que había en aquel mundo en la que habíamos acabado por casualidad?

Cogí el bloc de notas y empecé a escribir aquello.

Parece que estamos en una especie de casa. Hay una sala con forma de cilindro puesto verticalmente por el que hemos ido cayendo. Hay un único camino disponible, un pasillo que se curva tras unas cortinas impidiendo ver el fondo. La sala tiene muebles dibujados por el suelo.

Cerré el bloc y seguí el camino,mis dos compañeros me llevaban ventaja y no quería perderme en un lugar que no conocía. Avancé por el pasillo, donde se veía una puerta colocándome detrás de ellos, pero cerca. Al fondo de aquel pasillo había una puerta.

El pasillo acaba tras una curva donde solo hay una puerta. Seguramente lleva al exterior.

—Qué curioso, curiosísimo —comentó Nadhia.

—Un poco...

Avanzamos un poco más, donde nos percatamos de la existencia de una persona de cabellos dorados. La reconocí, era aquella chica mandona que había conocido en aquella aventura a Coliseo del Olimpo.

—Hola, hola —saludó Fyk el primero mostrando su típica e inocente sonrisa—. ¿Llevas mucho tiempo esperando?

—H... hola. Me llamo Nadhia, y tú debes ser Dejay —se apresuró a presentarse Nadhia algo nerviosa—. Parece que somos aprendices las dos gracias a Akio, aunque nunca nos hemos visto en ningún entrenamiento.

—Hola —dije con desgana. Esperaba que con su monstruosa fuerza no volviese a hacer ninguna cosa que llamara la atención como arrastrarme por medio Coliseo gritando tonterías. La observé un momento embobado mientras recordaba aquella escena digna de una comedia—. ¿Vamos?

por **Soul Artist** » Mié May 23, 2012 9:48 pm

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por **EspeYuna** » Jue May 24, 2012 7:18 pm

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—Hola —saludó Ragun, con cierta desgana. Por un momento llegó a extrañarme por parte de él— . ¿Vamos?

—S-sí... ¿eh?

No habíamos dado ni dos pasos cuando un extraño temblor inundó la habitación. Observé el suelo, asustada. ¿Un terremoto? No. Alcé la mirada y la puerta del pasillo se abrió de golpe, apareciendo tras ella una fila de extraños seres dirigiéndose a nosotros con rapidez. Tenían un aspecto muy extraño, así que al principio pensé que serían Sincorazón, por lo que invoqué mi Llave-Espada. No eran todos iguales, su forma plana con decorativos de corazones, rombos... me resultaba extremadamente familiar. ¡No, no podía ser! ¿¡N-naipes!? ¿Como las cartas con las que se entretuvo veces el viejo Sendh?

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Aquellas cartas vivientes se dirigían hacia nosotros de forma violenta, con una especie de arma en forma de lanza cada una. Sin embargo, el ataque jamás llegó. La más adelantada de todas, al vernos, se detuvo y provocó un estrepitoso choque de la fila que se había formado en el estrecho pasillo.

Se nos quedó observando unos segundos. Aquello me puso más nerviosa aún y agarré con fuerza mi arma, esperando un posible ataque sorpresa. Había aprendido tanto en Ciudad de Paso como en aquel misterioso castillo encantado que no debía bajar la guardia nunca.

—¡Vosotros! —¿ha-hablaban? ¡Increíble! Deduje que no eran Sincorazón, pero aún así, seguí manteniendo mi postura— ¿Habéis visto a una niña rubia pasar por aquí?

Estaba casi segura de que tanto Ragun como Fyk pensaron lo mismo que yo en ese momento. Dirigí mi mirada hacia los largos cabellos rubios de Deja. ¿Se referiría a ella?

Fue un error por mi parte. El naipe de corazones rojo saltó en el mismo sitio, sobresaltado, como si llevara horas y horas intentando dar con la chica. Hizo una seña a los tres naipes que le seguían, de color negro y de rombos.

—¡¡Es ella!! ¡¡Que no escape!! —ordenó la carta—. ¡Por orden de la reina serás sometida a juicio!

No me dio tiempo a reaccionar. Uno de los naipes, al ver que estaba armada, alzó su extraña lanza contra mí. Pude defenderme con el filo de Aguacero, pero no estaba preparada para soportar un ataque tan fuerte. Caí al suelo torpemente y apuntó el filo de su lanza en mi cara. Le miré con desafío, a la vez que observaba como Deja era atrapada por los dos naipes, sujetándola cada uno por un brazo. Ella pataleaba, gritando que a qué se debía tal disparate.

—¿Es que acaso queréis que también os corte la cabeza a vosotros? —dijo el naipe que apuntaba su arma todavía a escasos centímetros de mi rostro.

Sin embargo, el naipe rojo le llamó para volver a la tropa.

—¡Déjalos, no darán problemas! ¡Además, ella no sabe nada de estos críos..! ¡Debemos preocuparnos por nosotros ahora! —parecía bastante alterado, como si temiese por algo en concreto — ¡Puede que hayamos tardado demasiado! ¡¡La reina estará como loca!! ¡Si no nos damos prisa nos cortará a nosotros también la cabeza!!

Todas los naipes comenzaron a ponerse nerviosos, formando un terrible barullo en el pasillo. Pero no tardaron en retirarse, llevándose consigo a Deja y sin darnos tiempo a detenerlos. La puerta del fondo se cerró, dejando consigo el eco de los pasos apresurados de aquellas extrañas criaturas.

El silencio nos invadió por completo a Ragun, a mí y al pequeño Fyk. ¿Q...qué narices había pasado?

Aún tirada en el suelo, había hecho desaparecer mi Llave-Espada, mirando fijamente al pasillo, totalmente traspuesta por la escena que acabábamos de acontecer. ¿Qué clase de mundo era aquel? ¿Naipes parlantes? Y lo que era más extravagante aún... ¿c-cortar la cabeza? ¿Una reina que cortaba cabezas?

—¿Qu...qué ha sido eso?

Fueron los únicas palabras que pudieron salir de mi boca.

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por **Final Fan** » Vie May 25, 2012 10:42 pm

Antes de que Dejay pudiese decir nada, pasó algo tan surrealista que incluso en el más fantasioso cuento resultaría estrambótico. Un pelotón de soldados comenzó a surgir desde el pasillo que salía de la habitación, pero no eran guerreros cualquiera... aquel cuerpo plano, aquellos dibujos... ¡eran cartas! ¡Naipes de juego vivas! Inaudito. Tenían incluso una cabeza con cara, y portaban lanzas y picas de forma amenazante.

—¡Vosotros! —gritó la portavoz— ¿Habéis visto a una niña rubia pasar por aquí?

Mi cara era un poema. No llegaba a comprender del todo aquella situación, así que lo primero que se me ocurrió hacer tras aquella pregunta fue mirar hacia la única persona rubia que conocía y que se encontraba allí... Dejay. Y no fui el único que lo hizo... mis dos compañeros no pudieron evitar hacerlo tampoco.

—¡¡Es ella!! ¡¡Que no escape!! ¡Por orden de la reina serás sometida a juicio!

—¡¿Q-qué?! ¡No, no, ella...! —exclamé, pensando en cómo aclarar el malentendido sin desvelar que éramos de otro mundo.

Pero tampoco tuve tiempo de hacer nada. Los naipes cargaron contra nosotros con sus armas, y tuve que desenvainar mi Llave Espada para bloquear el ataque torpemente. Retrocedí un poco por la potencia del golpe, mayor de la que cabría esperar, viendo cómo el resto de cartas se centraban en capturar a Dejay.

—¿Es que acaso queréis que también os corte la cabeza a vosotros? —exclamó uno de los naipes negros, apuntando amenazadoramente con su arma al rostro de Nadhia.

—¡Déjalos, no darán problemas! —lo paró uno rojo, instándolo a bajar su arma— ¡Además, ella no sabe nada de estos críos..! ¡Debemos preocuparnos por nosotros ahora! ¡Puede que hayamos tardado demasiado! ¡¡La reina estará como loca!! ¡Si no nos damos prisa nos cortará a nosotros también la cabeza!!

Los ojos se me quedaron como platos.

—¿¡L-la... c-cabeza!?

La situación era grotesca. Los soldados cogieron a Dejay entre todos en volandas, y se la llevaron por el mismo sitio por donde había venido apresuradamente. Me quedé con la boca abierta, mirando hacia el pasillo incapaz de reaccionar.

—¿Qu...qué ha sido eso? —preguntó Nadhia, que parecía tan confusa como yo.

La miré y negué rápidamente con la cabeza, todavía perplejo. Miré a Ragun y vi que tampoco había reaccionado... ¿adónde se habían llevado esas cartas a Dejay? ¿¡Y qué decían de cortar cabezas!?

—¡Aaaaaay! —reaccioné—. ¡T-tenemos que ir a ayudarla! ¡Pero la misión...! ¡Pero Dejay...! ¡Ayayay...!

Me agarré la cabeza, y me di unas palmaditas en las mejillas, intentando relajarme.

—¡Que no cunda el pánico! —dije, casi más para mí mismo que para los demás—. ¡Tenemos que describir los lugares que visitemos en este mundo mientras buscamos a Dejay! ¡E-eso es...!

Me giré hacia mis compañeros.

—¿Vamos, entonces? ¡Debemos darnos prisa!

por **Sombra** » Lun May 28, 2012 7:59 pm

Una tropa de... ¿Cartas? Apareció de la nada, parecían haber salido de una baraja de póker o algo similar. Cogí mi bloc de notas y empecé a escribir en él.

Hay un tipo de criaturas que semejan ser cartas de póker vivas, llevan armas y en cierto modo parecen peligrosos, sin embargo no parecen ser sincorazón por lo que evitaremos enfrentarnos a ellos.

—¡Vosotros! —gritó uno de los naipes hacia nosotros. Guardé mi bloc— ¿Habéis visto a una niña rubia pasar por aquí?

"Niña rubia". ¿Se refería a Dejay? Pensé mientras giraba mi cabeza hacia ella. La tropa pareció darse cuenta de la chica también por lo que uno de los "soldados carta" la señaló.

—¡¡Es ella!! ¡¡Que no escape!! ¡Por orden de la reina serás sometida a juicio!

¿Habría hecho algo? Recordaba por su personalidad que podía meterse en líos muy facilmente con solo hacer el idiota. Todavía recordaba como me había arrastrado por medio coliseo mientras gritaba cosas estúpidas.

—¡¿Q-qué?! ¡No, no, ella...! —intentó excusar Fyk a la joven, pero de poco sirvió. Cuando tratamos de defenderla con nuestras llaves espada ellos cargaron con fuerza contra nosotros. Pude bloquearles y sabía de sobra que podría derrotar a uno o dos de ellos, pero eran demasiados y no eran para nada débiles. Los otros que no lograbamos bloquear agarraron a Dejay, que tras patalear e intentar zafarse no tuvo más remedio que acabar siendo llevada.

—¿Es que acaso queréis que también os corte la cabeza a vosotros? —chilló con voz amenazante hacia el joven azulado mientras le apuntaba con una especie de hacha negra mezclada con una de aquellas lanzas.

—¡Déjalos, no darán problemas! —le calmó uno que tenía en su pecho dibujos de corazones— ¡Además, ella no sabe nada de estos críos..! ¡Debemos preocuparnos por nosotros ahora! ¡Puede que hayamos tardado demasiado! ¡¡La reina estará como loca!! ¡Si no nos damos prisa nos cortará a nosotros también la cabeza!!

—¿Perdona? —pregunté tratando de ver si había escuchado mal.

—¿¡L-la... c-cabeza!?

Los naipes cogieron por fin a la chica y se fueron sin más miramientos. Ninguno de los tres nos movimos del sitio durante unos instantes.

—¿Qu...qué ha sido eso? —preguntó Nadhia, que parecía tan confusa como yo.

Me quedé paralizado unos momentos sin saber muy bien que hacer. Toda aquella tropa había salido de la estancia por el mismo lugar por el que habían aparecido.

—¡Aaaaaay! —se quejó el alienigena—. ¡T-tenemos que ir a ayudarla! ¡Pero la misión...! ¡Pero Dejay...! ¡Ayayay...! —decía nervioso. Entorné mis ojos. Sabía muy bien cuán fuerte era aquella chica, no tendría problemas para sobrevivir.

—¡Que no cunda el pánico! —exclamó Fyk—. ¡Tenemos que describir los lugares que visitemos en este mundo mientras buscamos a Dejay! ¡E-eso es...! ¿Vamos, entonces? ¡Debemos darnos prisa!

—Será buena idea —opiné mientras hacía desaparecer mi llave espada y me dirigía hacia una puerta que abrí encontrándome con otra más ligeramente más pequeña—. ¿Qué narices? —susurré.

Volví a girar el pomo de la puerta que era ligeramente más pequeña encontrándome otra más, más pequeña aún, aquello pasó otras dos veces hasta que apareció la última puerta que nos dejaba pasar arrastras. Miré hacia Nadhia y Fyk algo extrañado antes de volver a coger mi bloc de notas para apuntar aquel extraño acontecimiento.

Las cartas se han llevado a nuestra compañera Dejay. Al parecer hizo algo que enfadó a las cartas por lo que se la llevaron a algún lugar desconocido. Exploraremos el mundo mientras la buscamos. Al final del pasillo del lugar de nuestra entrada al mundo encontramos una puerta de tamaño normal, al abrirla había otra puerta ligeramente más pequeña y así sucesivamente. No sé para que sirve exactamente algo así, pero es realmente extraño. Al otro lado no se ve nada... o eso parece.

Me agaché y me escabullí entre el marco de la puerta llegando a una habitación de tamaño completamente normal, incluso parecía que la puerta por la que acababa de pasar de había vuelto más grande. ¿Ilusionismo? Miré un poco los alrededores. Parecía algún tipo de cocina o sala, el suelo era del mismo color que del pasillo con la diferencia de que las paredes eran de color pastel, había una mesa con una silla, una chimenea a la derecha, una cama, un sofá... Y una puerta al otro cuyo pomo parecía tener dibujada una cara.

Me di la vuelta esperando a que los otros dos pasasen a donde yo estaba.

por **EspeYuna** » Mar May 29, 2012 3:17 pm

Observé a Ragun y a Fyk, quienes se habían quedado tan estupefactos como yo en el sitio.

Fyk fue el primero en reaccionar.

—¡Aaaaaay! —gritó el pequeño azulado— ¡T-tenemos que ir a ayudarla! ¡Pero la misión...! ¡Pero Dejay...! ¡Ayayay...! —decía nervioso. Me levanté del sitio. ¡Era cierto, debíamos ayudarla! P-pero... ¿y la misión? Si volvíamos con las manos vacías... aunque la vida de un aprendiz era más importante, ¿cierto? ¡Le iban a cortar la cabeza a Dejay! Me llevé una mano al cuello, tragando saliva.

—¡Que no cunda el pánico! —exclamó Fyk, tratando de poner en orden nuestras prioridades— ¡Tenemos que describir los lugares que visitemos en este mundo mientras buscamos a Dejay! ¡E-eso es...! ¿Vamos, entonces? ¡Debemos darnos prisa!

—¡De acuerdo! —aprobé. Era lo mejor que podíamos hacer en ese momento. Además, Dejay me parecía una chica con bastante carácter, me di cuenta por la forma en la que actuó frente a la baraja de naipes cuando la atraparon. ¿Sería capaz de entretenerlas?

—Será buena idea —dijo Ragun, dirigiéndose hacia la puerta que se encontraba al final del pasillo. Le seguí y me paré detrás suya, esperando a que pasase por la puerta tras abrirla. Aproveché para tomar notas.

Ha pasado algo insólito al encontrarnos con nuestra compañera de Misión, Dejay. Tras la puerta al final del estrecho pasillo ha surgido una tropa de extraños seres. Al principio pensé en que serían Sincorazón, pero nos quedamos sorprendidos cuando unos enormes naipes (¡sí, la de las barajas de cartas! Rojas y negras, de corazones y rombos, ¡increíble!) nos hablaban preguntando por una chica rubia. Al parecer, han cometido un error, pues se han llevado consigo a Dejay, ¿o quizás sí haya hecho algo? No hemos podido hacer nada para impedirlo, puesto que hemos podido comprobar que nos ganaban en número y fuerza física, al menos a mí. Hemos decidido explorar el mundo y encontrar a nuestra compañera. Hablaban sobre una mujer que cortaba cabezas... ¡este mundo me sorprende cada vez más y...

Dejé de escribir, puesto que me parecía extraño que Ragun no hubiese atravesado aún la puerta.

—¿Qué narices? —susurró. Me asomé por encima de su hombro y me quedé a cuadros.

Ragun tuvo que girar un par de picaportes más para poder salir de allí. Una puerta más pequeña que otra, de forma sucesiva y que me recordó a algo que me enseñó una vez el viejo Sendh, las "muñequitas rusas", creo que las llamaba así.

Mi amigo nos miró a mí y a Fyk con una rostro extrañado. Yo me encogí de hombros y le dediqué una sonrisa, pues también sentía lo mismo. ¿Qué clase de mundo era aquel? ¿Qué sorpresas nos aguardarían al otro lado de aquella puerta mágica?

Me agaché como hizo Ragun y le seguí al siguiente cuarto. Supongo que Fyk no tendría problema alguno, no haría falta que se agachara para entrar.

De repente, tuve la extraña sensación de que mi cuerpo había sufrido algún cambio extraño. Al entrar en aquella nueva habitación comencé a mirar los alrededores. Un lugar más iluminado que el anterior, una especie de salita.

Saqué de nuevo mi bloc. No había tiempo que perder.

La puerta que se encontraba al final del pasillo ha resultado ser de lo más curiosa y misteriosa: al abrirla, surgía otra puerta más pequeña. Y así de forma sucesiva, hasta que finalmente hemos podido entrar a la siguiente salita, mucho más iluminada que el pasillo, y con unas paredes en tonos pastel. Es acogedora, sin duda, conformada por un sofá, una chimenea, un reloj... al fondo hay una puerta bastante pequeña, supongo que será de decorativo, ¿o no? No hay salida... ni siquiera Fyk sería capaz de entrar por esa diminuta puerta...

—¡U-un momento! —exclamé, bastante nerviosa por lo que se me había pasado por la cabeza— Es imposible que no haya sitio por donde salir... ¿y toda esa tropa de cartas? ¿Por dónde han ido?

Me acerqué a la mesa y me apoyé en ella mirando los alrededores. "Ilusionismo". Era lo único que se me ocurría para describir lo que estábamos experimentando Ragun, Fyk y yo. Había leído sobre ello en los libros de la biblioteca. ¿Y si acaso estábamos bajo una especie de hechizo producto de los Sincorazón? Es lo primero que pensé, pero no, debía descartar esa idea. Los Sincorazón actuaban de inmediato tras notar nuestros corazones, no tenían la capacidad de planificar algo semejante. Ya nos habrían atacado a estas alturas.

Entonces fue cuando me di cuenta de lo que había encima de la mesa. Un bonito frasco que parecía tener una etiqueta. Lo cogí y examiné el extraño color del líquido que guardaba. Y la nota que sostenía.

BÉBEME

¿Qué me pudo pasar en aquel momento? Sólo sé que mi mente se nubló, incapaz de pensar en otra cosa que no fuese aquella orden proveniente del papel. ¿Quizás la tentación por saber qué pasaría? No... era más que eso. Me sentía obligada a hacerlo. Por alguna extraña razón no era capaz de controlar mis pensamientos. Mi corazón latía lleno de... ¿emoción?

Me giré hacia Fyk y Ragun, que estarían preguntándose qué me pasaba. Intenté decirles algo, explicarles lo que sentía, pero no podía. Sólo los observé con unos ojos apagados, invadidos por un extraño poder hipnótico. El que hizo que quitase el tapón del frasco. Y el que me indujo a llevarme el líquido a los labios.

¿Qué me estaba pasando?

por **Final Fan** » Sab Jun 02, 2012 8:11 pm

—Vale. Bien. Tranquilidad, entonces —me calmé, haciendo un gesto con las manos.

Vi que mis dos compañeros comenzaban a anotar cosas en el bloc de notas. Tanto pensar en ello... ¡y al final casi se me olvida a mí también! Abrí la libretita torpemente y comencé a escribir yo también.

Nos hemos topado con lo que parecen ser habitantes de este mundo. Se trata de naipes de baraja gigantes (casi tan altos como una persona al menos), con cara y extremidades. Portan armas y parecen estar a las órdenes de alguien a quien llaman "su reina". Buscaban a una niña rubia... ¡y se llevaron a Dejay! Hemos decidido seguir con la misión principal de describir el mundo en nuestros blocs mientras buscamos a nuestra compañera secuestrada.

—¿Qué narices? —susurró Ragun, extrañado.

Aquella expresión me hizo levantar la vista del papel para ver a mi compañero en una situación que podría llegar a lo cómico: al abrir la puerta que se encontraba al final del pasillo, resultó que había otra más pequeña detrás. Luego otra. Y otra... hasta que al fin quedó un hueco bastante estrecho por el que se veía la habitación contigua.

—¡Kaah'rad! —exclamé, bastante divertido.

Ragun nos miró a Nadhia y a mí un tanto confuso, pero yo no pude devolverle otra cosa que una sonrisa de oreja a oreja. Ellos dos tuvieron que agacharse para poder pasar por aquel marco tan bajo, pero yo los seguí casi sin siquiera bajar la cabeza.

Al llegar la siguiente habitación, me choqué con la espalda de Nadhia. ¡Allí no había espacio para casi nada! Era como si fuésemos más altos de lo normal... o más bien como si la sala estuviese a una escala un poco más pequeña. Era una sensación extraña. ¡Nunca me había sentido tan grande! Decidí apuntarlo en la libreta.

La puerta del final del pasillo resultaron ser muchas hojas en el mismo marco, con lo que al abrir la primera fueron apareciendo otras cada vez más pequeñas por detrás. Sin embargo, acabamos llegando a la puerta verdadera y hemos podido llegar a la habitación contigua.
El techo parece más alto de lo normal, pero es lo único grande que tiene. La habitación en sí tiene algunos muebles: un sofá, una mesa, una cama... también hay una chimenea y una maceta con una flor decorativa. Al fondo de la habitación hay una pequeñísima puerta en la base de la pared. ¡Creo que tendría dificultades incluso para meter el brazo en ella!

Esquivé a Ragun y Nadhia y comencé a inspeccionar un poco más a fondo las cosas de la habitación, escribiendo todo lo que fuese descubriendo.

Me acerqué a la flor de la maceta y la toqueteé un poco, la olí, vi cómo era por dentro... También me di cuenta de que al lado de la chimenea había dos hornillos que parecían poder encenderse. En una mesa que había en una esquina, además, había dos libros un poco mal colocados, así que los cogí para ponerlos rectos. Asentí con la cabeza, satisfecho cuando estuvieron bien puestos. Mientras lo hacía, el sonido de un tapón siendo sacado de una botella me hizo mirar atrás y vi a Nadhia llevarse una pequeña a la boca. ¿Qué estaba haciendo?

—¡Pero no te bebas cualquier cosa que te encuentres, podría ser peligroso! —exclamé, corriendo hacia ella.

Le arrebaté el pequeño frasco de las manos y se lo di a Ragun sin siquiera mirarlo. ¡La chica tenía la mirada perdida! La zarandeé para que reaccionase, pero sus ojos no parecían mirar a ningún sitio. Además, pasaba algo extraño... ¿me había vuelto yo más alto...?

¿...o Nadhia estaba encogiendo?

por **Sombra** » Mar Jun 05, 2012 1:32 pm

La diminuta sala, que parecía más bien una cocina por culpa del horno de ladrillo de color rojo oscuro que ocupaba parte del diminuto espacio. Bajé la mirada hacia el fondo de la habitación, había una puerta con un picaporte con... ¿Aquello era una cara? Iba a extender mi mano para abrirla, pero algo me alertó

—¡Pero no te bebas cualquier cosa que te encuentres, podría ser peligroso! —gritó Fyk alarmado ante lo que Nadhia acababa de hacer.

El primer detalle en el que me fijé fue en su broche, que brillaba tenuemente* y después me di cuenta de que estaba bebiendo de un frasquito que estaba sobre la mesa de té que habitaba en el centro de la habitación (y en la que no me había fijado a penas hasta ahora) Fyk corrió a junto ella y le arrebató el pequeño frasco para lanzármelo, justo en ese momento Fyk palideció un poco, cosa que a mí también me pasó al ver como el cuerpo de nuestra amiga se encogía a un ritmo alarmante. ¿Entonces era una poción encogedora? La miré con curiosidad y examiné su contenido. Saqué mi bloc e hice una rápida anotación.

Llegamos a una habitación pequeña que parecía una cocina, o similar. Está adornada de una extraña manera y en el centro del lugar hay una mesa con dos frascos, uno de ellos parece ser una poción encogedora.

Sinceramente, yo tampoco pude evitar interesarme en el mejunge por lo que primero lo olisqueé. Tenía un ligero aroma dulzón que podría recordar un poco a la miel, aunque no tan dulce. Llevé a mi boca el frasco y di un sorbo, antes de ver su efecto dejé el frasco sobre la mesa.

—Fyk, seguramente esta poción esté diseñada para que podamos pasar por esa puerta de ahí, no creo que sea veneno —señalé a la puerta del extraño picaporte. Acto seguido, sentí un cosquilleo y pude comprobar como todo se iba volviendo más grande...

Spoiler: Mostrar

por **EspeYuna** » Mar Jun 05, 2012 10:10 pm

El que no pudiese reaccionar no quería decir que no sintiera al pequeño Fyk arrebatándome el pequeño frasco. Me empezó a zarandear, estaba bastante asustado por la mirada perdida que les mostraba y aquel extraño sueño que invadía mis nervios.

Tras beber el líquido dulzón sentí un hormigueo, un cosquilleo en mi interior. Si no estuviese siendo víctima de ese poder, me habría asustado de ver cómo Fyk y Ragun, no, toda la sala, se agrandaba ante mis ojos.

"Un momento..."

¿Otra ilusión óptica? ¿Aquello que había bebido era veneno? Cerré los ojos con fuerza, intentando despejar la cabeza y liberarme de aquella extraña hipnosis. Cuando los volví a abrir no daba crédito a lo que había ocurrido.

La sensación había desaparecido, pero esa ilusión producida por el frasco seguía afectándome... ¿o quizás...?

Miré hacia arriba y me quedé embobada observando a Fyk y a Ragun, quienes ahora a mis ojos eran gigantes que podrían aplastarme en cualquier momento si bajaba la guardia.

—¿H-he... encogido? —dije, pensando en aquella posibilidad. Pero algo me asustó, el suelo empezó a temblar cuando uno de mis compañeros se aproximó a la mesa para dejar el frasco. Sólo fueron dos pasos, pero en cada uno de ellos mi cuerpo se balanceó hasta acabar cayendo torpemente en el suelo. Y percaté un vozarrón desagradable— ¡Agh! ¡Mis tímpanos!

—FYK, SEGURAMENTE ESTA POCIÓN ESTÉ DISEÑADA PARA QUE PODAMOS PASAR POR ESA PUERTA DE AHÍ, NO CREO QUE SEA VENENO — ¿¡pero qué!? No pude evitar taparme los oídos. El gigantesco Ragun hablaba demasiado fuerte, ¿estaba gritando? No... puede que fuese porque me había vuelto pequeña.

Alcé la mirada y observé cómo Ragun estaba encogiendo, de la misma forma que lo había hecho yo tras beber del pequeño frasco de cristal. Y es entonces cuando percaté el tenue brillo que procedía de mi broche de plata.

—H-hola... —saludé cuando el joven dejó de hacerse más pequeño. Le sonreí, resignada— ¿Otra vez, eh? —le señalé el broche, intentando confirmar mis sospechas.

Con o sin su respuesta, tuve una sensación extraña, como si alguien, o algo... nos vigilase. Y un silbido familiar, uno que pude reconocer al instante.

—¡Cuidado! —salté lo suficientemente lejos como para esquivar aquel hechizo de fuego. Y, como lo suponía, procedía de un Nocturno Rojo, los cuales me había tomado la molestia de estudiar en Tierra de Partida. Un sincorazón.

Spoiler: Mostrar

Aterricé en el suelo, pero me levanté enseguida, invocando mi Llave-Espada y apuntando hacia el objetivo. Tras eso, formulé las palabras adecuadas.

—¡Hielo! —grité, y un bloque frío y sólido salió disparado, directo en el blanco. El pequeño sincorazón desapareció.

Pero no podíamos cantar victoria. Tras aquella pérdida aparecieron otros cinco Nocturnos Rojos, tres Sombras y dos Soldados.

"Soldados...", pensé, poniéndome en guardia. Me acordé de la cicatriz que ahora mostraba orgullosa en mi párpado izquierdo. Un símbolo de valentía, pero también de torpeza.

No dejaría que me volviesen a tocar. Había ganado buenos reflejos y destreza desde la última vez.

por **Final Fan** » Mié Jun 06, 2012 5:13 am

Nadhia ya había desaparecido de mi vista, y Ragun parecía segurísimo de que el frasquito no contenía nada nocivo, así que también se lo bebió. Él también comenzó a hacerse cada vez más pequeño, ante mi claro asombro.

─¡Pero bueno! ─exclamé, un poco enfadado.

Me giré hacia la mesa y allí estaba el frasco. Ragun lo había dejado tras beberse el sorbo que lo hizo encoger. Lo miré con cierta indignación.

─¡Un frasco que dice "Bébeme" en medio de una habitación rara de un mundo que no conocemos! ¿Qué podría pasar? ─dije, con sarcasmo.

Así que tomé el frasco y bebí. Notaba cómo mi cuerpo se hacía (todavía) más pequeño, pero intenté ignorarlo y saqué mi bloc de notas, altanero. ¡Aquel frasco no me iba a tomar el pelo!

Sobre la mesa del centro hay dos estúpidos frascos que...
Chasqueé la lengua y borré con la goma del lápiz.

Sobre la mesa del centro hay dos frascos que parecen tener algo que ver con la extraña disposición de la sala. Al beber el que tiene la etiqueta azul, encongemos hasta no levantar ni un palmo del suelo. Debe ser algún tipo de magia. El otro frasco, de etiqueta roja, no lo hemos abierto aún.

Cerré el cuaderno y lo guardé de nuevo, volviendo la vista al frente... ¡y encontrándome con que Ragun y Nadhia estaban luchando contra una horda de sincorazón!

─¡Aaay! ─exclamé, sorprendido.

Me fijé en que la mayoría de enemigos se trataba de aquellas campanitas que me gustaban tanto y de las que había buscado información tras mi encuentro con ellas en el Coliseo del Olimpo. Yo los llamaba "Magos Musicales"... ¡y estaban centrados en la magia!

─¡Concentración! ─pronuncié.

Dejaría que mis compañeros atacasen a los Magos con magia, mientras yo me dirigí directo hacia las sombras y comencé a propinar puñetazos a diestro y siniestro.

por **Sombra** » Jue Jun 07, 2012 12:10 am

Mi tamaño se redució considerablemente, sobre mi cabeza estaba un enorme Fyk que con cada paso que daba provocaba un pequeño temblor que era capaz de hacerme perder el equilibrio.

—H-hola... —Me dijo de pronto la voz femenina que venía de mi compañera, Nadhia— ¿Otra vez, eh? —señaló su broche.

—Lo sé, lo he visto brillar.

No pude evitar coger el bloc y empezar a escribir aquel suceso.

La poción que tomamos en aquella sala encogió nuestro tamaño dejándonos pasar por lugares antes inaccesibles.

—¡Cuidado! —la chica saltó esquivando un ataque sorpresa, pero en mi caso, que no me había esperado aquello recibí uno de los ataque mágicos, una bola de fuego que hizo que soltase un grito de dolor.

Fruncí el ceño enfadado e invoqué mi Llave Espada con la que me coloqué en posición defensiva esperando cualquier ataque. Nadhia lanzó un ataque mágico que lo derrotó enseguida. Se había vuelto bastante fuerte en aquellos días... Sabía que su especialidad era la magia, lo sabía.

Pero justo al instante una nueva horda apareció, cinco de aquellos seres con forma de campana, tres Sombras normales y dos soldados, como aquellos tan comúnes de Ciudad de Paso.

Justo entonces, Fyk también apareció a nuestro lado, parecía haberse engullido también el brebaje pues era de nuestro tamaño, bueno, al menos a escala.

Nada más vernos, el muchacho lanzó un hechizo para fortalecerse, en mi caso apunté con mi llave espada hacia una de las campanillas rojas y dejé salir un Hielo que no llegaría a liberarle, pero que con una estocada que acerté tras aquel ataque mágico logré eliminarla sin mayor problema.

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