─¡Aaaaaahhh!─ Grité mientras me perdía por el espacio. De lejos pude ver a Fyk como me llamaba, preocupado. Parecía que había conseguido evitar que él fuera golpeado por ese Sincorazón gigantesco, pero me había hecho trizas. Sus ataques eran bastante lentos, pero muy potentes. Fyk empezó a dirigirse a la cabeza del sincorazón, y consiguió con dos ataques destruir la otra pata. El sincorazón cayó para un lado, y desde lejos se pudo ver el temblor. Si el combate duraba más, haría un agujero sin tener que entrar. Fyk se acercó a mí con su Glider.
─¡Saxor, recomponte! ¡Ya está desequilibrado, ahora tenemos que apresurarnos para...!
Pero se cortó, por una serie de naves que se dirigieron hasta el pesado sincorazón. Empezaron a disparar, mientras intentaban destruirlo. Mi compañero me colocó en su Glider, a lo que empecé a buscar mi Llave Espada y mi Espada Mediana, que habían salido desperdigadas por el espacio. Tras encontrar mis armas, las reinvoqué las dos e hice desaparecer la mediana y transformando la Llave Espada en mi Glider. Me subí a él y miré los ''fuegos artificiales''. Tras unos minutos, vi cómo el sincorazón desaparecía, con un corazón que, por desgracia, era de color azul. La nave brilló por un segundo, pero no sabía qué lo había causado.
─Ah, ese brillo debe haber sido el escudo ─me aclaró─. ¡Brakkirt ha debido arreglarlo! ¡A ver quién es el listo que es capaz de adherirse a nuestra nave ahora! ¡Ja!
Algunas naves pasaron delante nuestra, y uno nos saludó en agradecimiento. Fyk puso la mano en el pecho, y automáticamente la puse yo también.
─ Fyk... ese corazón era azul... creo que no ha sido liberado.─ Le comenté. El problema sería que en algún momento podría renacer como sincorazón de nuevo, y volvería a causar problemas.