- Bueno, yo se esas dos y Hielo, así que creo que sería lo básico. -responde mi compañera después de pensarlo un poco
- Bueno, tampoco tiene que aprender todos los hechizos del mundo... -respondo después de quitarme una hormiga de la zapatilla-. Con que aprenda Piro y...Hielo mismo, creo que le será suficiente
- Flynn, ¿cómo te enseñaron ha hacer magía? -me pregunta Mei
- Lo típico, me dieron un libro enorme para que lo empollara un poco y después lo pones en práctica con el rollo ese de liberar la magia dentro de ti y tal -comento, levantándome del suelo de una vez-. Bueno, empecemos con el más clásico: ¡Piro!
Camino con tranquilidad hasta colocarme a pocos metros de una pared del castillo, que se va a convertir en la diana de práctica para nuestro entrenamiento. Repasando lo que he aprendido hace poco, me concentro y preparo mi magia.
- Para usar magia hay que...sentirla...expulsarla...o algo así -intento explicarle a Migara, aunque no estoy muy seguro ni de lo que digo-. La sientes, la concentras, y la expulsas como quieres. Así, ¡Piro!
Una pequeña bola de fuego sale de mi mano directa hacia la pared que uso de diana, donde impacta y desaparece dejando una pequeña marca.
- Kupopopó, yo no sé si podré hacer eso, kupó... -dice la moguri, con el pompón otra vez hacia abajo muestra de su desanimo. Está claro que no la he convencido para nada
- ¡Venga, inténtalo! -le digo para animarla y que por lo menos lo intente-. Además, me tienes a mí, el mejor profesor de magia de Tierra de Partida. ¡No puedes fallar!
- Vale, kupó...
Me da la sensación de que solo lo intenta para que me calle, pero que no está nada convencida. Migara cierra los ojos y empieza a concentrarse, poniendo cara de esfuerzo que en su caso es más de monería que de otra cosa. ¿Conseguirá hacer magia?