[Tierra de Partida] La terrible bestia de TdP

[VaniRoxy801]

Continuaron siguiendo al gato de la maestra Rebecca hasta que llegaron al río que pasaba por los jardines de Tierra de Partida, donde el gato se paró. Los tres permanecieron en la distancia, observando como el gato daba vueltas por el sitio.

En ese momento Yagami fijó su atención en una manchita blanca que empezaba a moverse hacia el gato. Tras fijarse detenidamente se dio cuenta de que era un ratón pequeño y blanco. Era extraño, pero parecía que los dos animales se habían puesto a conversar. ¿Se entendían un gato y un ratón? ¿Enemigos por naturaleza y estaban allí “hablando”?

Cada vez se volvía más aburrida aquella noche… Pasaba el tiempo y los animales seguían allí, sin hacer nada y no había ni rastro de la supuesta “Bestia de Tierra de Partida”. Yagami se estaba aburriendo muchísimo y no paraba de bostezar, todo aquello le parecía una completa pérdida de tiempo.

Pero justo en ese momento ocurrió algo. El gato se erizó, el ratón se subió a su lomo y de repente más felinos empezaron a aproximarse desde el aire. Eran unos gatos muy extraños, que se estaban acercando hacia ellos volando con sus orejas. Tenían un aspecto siniestro y unos ojos amarillos, brillantes y terroríficos. Aparecieron un total de seis.

Para mayor sorpresa, el gato de la maestra Rebecca volvió a erizarse, pero esta vez su aspecto cambió, mostrando unos rasgos similares a los felinos que se habían acercado.

—No sé qué haréis vosotros, pero lo de quedarme parado no me convence...

Light fue el primero en reaccionar, invocando su Llave Espada y atacando a uno de los felinos. No fue un golpe directo, si no que lanzó una especie de onda con su arma. El gato al que golpeó volvió a emprender el vuelo y los demás le siguieron. Habían atraído completamente la atención del grupo de bestias.

—No eres muy discreto, ¿eh? — le dijo Yagami a Light —Bueno, supongo que ahora no nos queda otra que atacarles…

Los enemigos estaban volando en ese momento, no podían atacarles de frente. Yagami sacó una de sus manos de los bolsillos y la alzó hacia uno de los gatos voladores.

—Concéntrate…

Una maraña oscura empezó a concentrarse en la mano de Yagami, poco a poco, formando una bola oscura. Apuntó hacia uno de los felinos que estaba en el cielo y liberó su energía. Yagami se había asegurado de no estar demasiado lejos para poder alcanzarle y por lo visto funcionó. La bola oscura avanzó en línea recta hasta el enemigo y le impactó de lleno, haciendo que cayese al suelo, posiblemente muerto o muy herido.

Se frotó un poco la mano, seguía cansándole bastante hacer ese tipo de cosas, pero ahora no era momento de flaquear, volvió a alzar la mano, esta vez para invocar su Llave Espada, pero no se movió del sitio.

—¿Algún plan aparte del de atacarles sin parar? — le preguntó a sus compañeros.

Por ahora parecía ir todo bien, pero no sabían las sorpresas que podían tener guardadas los felinos voladores, así que había que tener alguna estrategia en mente por si la cosa se torcía. Y como no, Yagami no iba a pararse a pensar en eso.

[Nell]

Los tres aprendices se quedaron quietos, escondidos, aguardando el movimiento del gato, que se había parado en mitad del camino. Si había llegado o no a su destino… pronto lo descubrirían.

Al principio, Hana no lo vio. Sin embargo, al ver al gato mover la cabeza hacia algo en particular, pudo finalmente distinguir a la nueva criatura: un ratoncillo grisáceo, de ojos grandes y morados, bastante pequeño. Obviando que no huía de su depredador natural, Hana descartó inmediatamente que pudiera ser el enigmático atacante. Cualquiera de un pisotón podría haberse librado de semejante amenaza.

Sin embargo, la escena no acabó ahí. De repente, al gato de Rebecca se le erizaron los pelos, al mismo tiempo que el ratón se resguardaba en su lomo de la próxima amenaza… que venía desde el cielo.

Boquiabierta, Hana contempló a los nuevos gatos que aparecían desde las alturas, blancos a rayas, de orejas más curvas, y con un aspecto fantasmal, según la aprendiza, a causa de sus ojos. A pesar de que en el suelo sólo aterrizaron seis, los demás continuaban en el aire. Eran más de los que había pronosticado la Maestra.

Y la cosa no acababa ahí. Listo para la batalla, el gato de Rebecca adoptó un aspecto amenazante, que se asemejaba aún más a su recién llegada familia. ¿Sería alguna clase de traidor? ¿Y por qué seguía insistiendo en luchar, si era obvio que el resto de encuentros los había perdido?

«O quizá no. ¿Quién te dice que no venció, e impidió un ataque a Tierra de Partida?».

El primero en actuar fue Light. Hana quiso frenarlo, ya que les convenía más que el gato de Rebecca luchase primero, a fin de enseñarles cómo peleaban sus enemigos, pero fue inútil. El aprendiz ya se lanzaba, con Llave Espada en mano, hacia uno de los voladores. Por otro lado, Yagami también decidió centrarse en otro suspendido, derribándolo a distancia.

—Habría sido más fácil dejarlos en paz hasta que un bando resultase ganador —comentó, no obstante, mientras se encogía de hombros. No le hacía gracia ser parte de los salvadores de aquel bicho—. E intervenir cuando haya más de esos bichos abatidos.

Como ya era tarde, Hana sólo podía lamentar que las cosas se hubiesen producido de aquel modo. No obstante, no se quedó quieta. Salió del escondite que tenían, avanzando sólo un par de pasos, y lanzó el hechizo Aqua contra los gatos que se habían posado en el suelo. Pero, al ser tan rápidos, sobre todo en superficie, esquivaron la ola fácilmente, y sólo uno fue tan despistado como para dejarse llevar por la corriente.

—El plan lo tendríamos que haber pensado antes —volvió a mencionar. Sí, aún estaba un poco resentida—. Ahora sólo nos queda improvisar.

Finalmente, invocó su Llave Espada, blandiéndola con ambas manos, y dispuesta a defenderse de cualquier placaje minino. Puesto que se le había acabado la magia, tendría que luchar a la manera tradicional.

Haciendo recuento, quedaban dos criaturas suspendidas, y cinco en el suelo, además del animal de Rebecca y el ratón. Seguían en desventaja y ya habían empleado el factor sorpresa. Quizá sí fuera hora de pensar un plan.

[Light]

Hana y Yagami no tardaron en intervenir para actuar en el combate. Desgraciadamente, tuvieron que hacerlo sin la previa estrategia que estos habían deseado, pero... ¿Acaso había tiempo para estrategia alguna?

Yagami utilizó un hechizo oscuro: una bola de oscuridad que impactaría contra uno de los gatos, tumbándole con éxito de un solo golpe. Un escalofrío le recorrió por todo el cuerpo a Light Hikari, una sensación bastante desagradable.

¿Oscuridad?

Perplejo y distraído, sus reflejos no fueron suficiente para esquivar el ataque de una de las criaturas que se encontraban en el aire. La bestia le clavó los colmillos en el hombro, perforando dos diminutos agujeros en su camisa blanca. El joven dolorido hizo una breve mueca, ya que aunque no era un dolor muy intenso le resultaba bastante molesto. Agarró a la criatura con su mano derecha y la lanzó lo más lejanamente que pudo, como si de una pelota se tratase.

Hana se acercó.

—Habría sido más fácil dejarlos en paz hasta que un bando resultase ganador —indicó—. E intervenir cuando haya más de esos bichos abatidos.

—¡Entiendo a lo que te refieres, pero...! —intentaba explicarle a su compañera sus razones, pero en aquel momento se encontraba quitándose a otro gato... de la cara. En cuando consiguió despegarle de su rostro raspado (de la misma manera que había hecho con el gato anterior), continuó—: ¡...No me parecía buena idea dejar a las mascotas de nuestros Maestros enfrentarse a semejante batallón!

—El plan lo tendríamos que haber pensado antes —señaló la chica de pelo azul tras tumbar a una de las bestias con un conjuro de Agua—. Ahora sólo nos queda improvisar.

—Lo sé, lo sé...

Y en ese preciso momento, el gato de Rebecca se encontraba combatiendo contra tres de los cinco gatos salvajes que se encontraban en el suelo, obviamente la superioridad numérica no estaba de su parte. A causa los frenéticos movimientos de evasión del gato de la Maestra, Mordisquitos se desequilibró y cayó rodando por el césped. El gato que había recibido previamente la Onda lunar de Light se lanzó sobre el ratón indefenso, pero no consiguió acertarle.

Por los pelos...

Light se había interpuesto a tiempo y había atizado a la criatura con un rápido golpe de la Llave Espada, dejándole prácticamente seco sobre el suelo. Cogió a la mascota de su Maestro y la posó sobre su hombro.

—Uno menos...—musitó aliviado, y resopló.

[VaniRoxy801]

La batalla seguía su curso, mientras Light intentaba zafarse de un gato que le estaba atacando, Hana utilizaba un hechizo de agua contra el enemigo.

—Habría sido más fácil dejarlos en paz hasta que un bando resultase ganador. —dijo Hana— E intervenir cuando haya más de esos bichos abatidos.

—¡Entiendo a lo que te refieres, pero...! —Light intentaba responder a Hana, pero los gatos seguían abalanzándose sobre él— ¡...No me parecía buena idea dejar a las mascotas de nuestros Maestros enfrentarse a semejante batallón!

—El plan lo tendríamos que haber pensado antes. Ahora sólo nos queda improvisar.

—Lo sé, lo sé...

—¿Podéis dejar la charla para luego? — intervino Yagami — Ahora hay que concentrarse en abatir a esos bichos…

Yagami miró hacia algunos de los gatos que seguían en el cielo. No, no podía lanzarles otra bola de oscuridad, estaba algo agotado tras haber lanzado la anterior y no quería quedarse sin fuerzas en medio de ése combate. Antes de que pudiese reaccionar, uno de los gatos se dirigió en picado hacia él, pero pudo esquivarlo en el último momento y asestarle un golpe con Llave Espada que lo dejó aturdido en el suelo.

—Éste ya no se levanta más…

Light estaba algo más lejos, al parecer se había puesto a proteger al ratón blanco del enemigo y había derrotado a otro gato. La batalla parecía ir bien, por mucho que el enemigo les superase en número estaba claro que eran capaces de vencerles si seguían a ése ritmo.

[Nell]

A Hana no le gustaba, para nada, la situación. No prestó atención a las explicaciones de Light, porque a ella le importaban menos las mascotas de los Maestros; ni a las quejas de Yagami, a las que empezaba a acostumbrarse. En su lugar, esquivaba a los gatos, a la par que intentaba golpearlos con la Llave. En la mayoría de los casos no los alcanzaba, y con razón. Hana era aún muy débil.

Por otro lado, Light y Yagami consiguieron derribar a dos más. Quedaban cinco, y como la chica no quería llevarse un número inferior de victorias, intentó aprovechar que su objetivo era el gato para atacarles cuando estuvieran inmersos en el combate. Precisamente, dos animales, el salvaje y el domesticado, tenían entonces un duelo de zarpazos, que Hana quiso interrumpir a favor de la victoria del segundo.

Sin embargo, tuvo que detener su avance, dolorida, cuando uno de los gatos que aún volaban la golpeó en la cabeza. Una de las zarpas del animal quedó enganchada al pelo, del cual tiró con fuerza para intentar retirarse, pero el enredo necesitaba más de maña que de forcejeo.

Hana, sabiendo que no tendría más ocasiones como aquella, se llevó la mano al pelo, no para asirlo y evitar que el animal siguiera intentando arrancarle las raíces, sino para coger la pata atrapada, desenmallarla del cabello, y aprovechar el agarre para lanzar al gato contra el suelo. Después del tortazo, si se levantaba, sería cuando ellos ya no estuviesen por allí.

Por otra parte, el gato de Rebecca, sin quedarse atrás, acabó por empujar con fuerza a su contrincante hasta el río, el cual se lo llevó rápidamente, quién sabe adónde. Definitivamente, estaban por fin en ventaja. Sólo quedaban tres enemigos.

[Light]

Aunque la situación inicial se había mostrado bastante desfavorable, los aprendices habían reducido considerablemente el número de bestias. Ahora solo quedaban tres bestias...

Cuatro, incluyendo el gato oscuro de Rebecca, que se encontraba en pleno combate contra los otros tres; sin duda una lucha bastante desigual entre las partes.

Y bastante frenética.

Las bestias se encontraban totalmente enloquecidas, como si se fueran a matar en cualquier momento, aquellas tres fieras se lanzaban sin dudarlo contra el felino oscuro. Éste, evadía hábilmente, pero eso no le quitaba de recibir algún que otro zarpazo. La superioridad numérica era una desventaja fatal...

Bufó, y empezó a retroceder hasta la orilla del arroyo. Los tres enemigos le habían rodeado, y estaban dispuestos a tirarle al río, tal como él mismo había hecho con uno de los suyos.

¿Qué ocurriría si el gato de la Maestra fuera arrastrado por la corriente? ¿Cómo se lo podrían decir a Rebecca? ¿Cómo podría ella afrontar la perdida del gato que había acabado de adoptar?

Mordisquitos descendió desde su hombro hasta el césped. Seguramente se había percatado de la situación crítica de su compañero felino, por lo que se atrevió a actuar. Empezó a dirigirse hacia las tres bestias restantes que acosaban a su compañero. Éstas no tardarían en detectarle, y en olvidarse por completo del gato de la Maestra...

¿Acaso iban tras Mordisquitos?

Light al principio se había apresurado a detener a la mascota, pero cambió de opinión en cuanto presenció al gato de Rebecca actuar. Aprovechando la distracción de Mordisquitos, su compañero felino embistió rabiosamente contra uno de sus contrincantes, y permitió al roedor alcanzar una vez más su espalda.

Como si Mordisquitos fuera el jinete, y la bestia su caballo, empezaron a luchar con una sincronización perfecta. El gato oscuro esquivaba todos los ataques, y atacaba en el momento adecuado, pese a su locura. ¿Sería Mordisquitos el que dirigía las acciones de su compañero? ¿O era el mero hecho de combatir juntos lo que les fortalecía? Fuera lo que fuera, los aprendices no lo sabrían, ya que era un secreto que solo compartirían aquellas criaturas.

Todo un ejemplo de trabajo en equipo para los aprendices.

“Trabajo en equipo...” pensó Light, mientras rememoraba inevitablemente las palabras que Mog había compartido con ellos en una ocasión. No estaba acostumbrado a hacerlo, de hecho, el chico había jugado a pocos deportes de equipo, y desgraciadamente el Struggle no había sido uno de ellos. ¿Por qué no empezar a trabajar en equipo en ese momento?

Para facilitarles el trabajo a aquellos dos, Light se acercó hasta una de las criaturas, con la intención de luchar contra ella. Empezó a atacar con estocadas rápidas, pero su enemigo era demasiado evasivo para ser golpeado por ataques tan simples. Aunque estaba cegado por la locura, aquella bestia parecía más inteligente que las otras, ya que aún no se había lanzado a atacar, como si esperara el momento oportuno. ¿Estaría quizás asustada?

A este paso nunca acertaré...

Zarandeaba a Teluria rápidamente, pero era demasiado lento. Nada de lo que hacía daba resultado alguno...

Tengo una idea...

Siguió agitando su Llave Espada, tal como había estado haciendo hasta ahora. Mientras intentaba atinar a la criatura, Light se iba desplazando de su posición, como si empezara a recorrer un círculo (y sin acortar las distancias con la bestia), consiguiendo así que la criatura evasiva hiciera lo mismo, y que diera la espalda a Hana y Yagami, que se encontraban no muy lejos. Si estos dos eran perspicaces, se percatarían de que era el momento perfecto para atacarle por la espalda, pues el gato mutante estaba totalmente concentrado en la batalla contra Light.

[VaniRoxy801]

Tan sólo quedaban ya tres de los gatos enemigos. Éstos estaban concentrados atacando al gato de la Maestra Rebecca, que hacia lo posible por hacerles frente. El ratón blanco seguía en el campo de batalla, de hecho, estaba distrayendo a los felinos enemigos para que el gato de la maestra tuviese ventaja contra ellos.

El ratón volvió a montarse sobre el gato y continuaron atacando. Era curioso ver como el ratoncito “cabalgaba” sobre el gato mientras éste golpeaba a los rivales. Yagami seguía sin encontrarle sentido a la extraña cooperación que tenían esos dos animales.

Fuese como fuese, debían ayudarles y acabar con esa batalla lo antes posible. Light se lanzó hacia el enemigo y empezó a atacar a uno de los gatos, pero éste era demasiado ágil para poder golpearle. Los otros dos felinos seguían distraídos luchando contra el gato de la maestra. Estaba claro que una lucha directa contra esos bichos era muy arriesgada, dada su agilidad, pero un ataque a distancia con alguna magia era demasiado agotador para utilizarlo tan continuamente.

Yagami observó la situación, el gato contra el que luchaba Light estaba completamente concentrado en él, podía acercarse y golpearle para ayudar a Light… ¿Ayudar? Yagami sonrió. Lo de ayudar a los demás no era lo suyo. Decidió pasar completamente de su compañero de misión y dirigirse a los dos enemigos que atacaban al gato de Rebecca, que también estaban distraídos.

Pudo acercarse sin problemas a uno de ellos y asestarle un buen golpe con la Llave Espada por detrás. Otro enemigo menos. Desgraciadamente el otro gato se percató de la presencia de Yagami y le encaró bufando. Yagami se puso en guardia, esperando que el felino le atacase.

[Nell]

Después de acabar con todos los gatos que aún sobrevolaban sus cabezas, para alegría de Hana, sólo quedaron tres que luchaban, en ese momento, contra la solitaria mascota de la Maestra, a punto, además, de ser llevada por la corriente del río. La aprendiza sólo pensó en la posibilidad de que el animal no supiese regresar a casa y Rebecca se preocupase. ¿Qué harían entonces? ¿Domesticar al salvaje que quedase vivo para sustituirlo? ¡Menudo desperdicio de tiempo! Más fácil era darlo por muerto.

Pero se calmó rápidamente pensando que aquel mundo, desgraciadamente, no era lo suficiente grande como para que nadie se perdiera durante mucho tiempo.

Incluso viendo cómo Mordisquitos iba en su ayuda, a socorrerle, Hana no movió ni un músculo. ¡Ni siquiera quería pelear contra aquella cosa! Y consideraba haber hecho más que suficiente. Seguro que los demás podían terminar el trabajito. O, mejor aún, que lo hiciera el bicho.

Por otro lado, Light se había lanzado a la batalla contra otro gato. De una forma que, al poco rato, dejó ver sus verdaderas intenciones, tanto para Yagami como para Hana. Sí, no era, en absoluto, mala idea…

Hana no quería intervenir. Prefería seguir cruzada de brazos y dejar que el animal de Rebecca hiciera algo. Pero, finalmente, terminó suspirando. ¡Qué diablos! Cuanto antes acabasen, antes podrían volver a la cama. Y para eso no debía quedar ni rastro de la amenaza.

Enarboló la Llave Espada y aprovechó la situación propiciada por Light para alcanzar al minino y dejarlo fuera de juego. Entonces, sí, completamente convencida de que no quería más líos, hizo desaparecer su arma. Si alguien quería más guerra, que no contasen con ella. Ya había hecho más que suficiente.

—¿Qué tal si del último se encarga el interesado, como tendría que ser? —mencionó a sus compañeros.

En cierto modo, le daba igual. Bastaba con acabar con él para poder volver y reportarle a Rebecca todo lo sucedido. Pero aún le seguía enrabietando haber intervenido por ese debilucho.

[Light]

Hana y Yagami se enfrentaron contra aquellas bestias que habían aterrizado bajo la intensa luz de la luna en Tierra de Partida; cada uno a su modo.

Yagami no cooperó con Light, así que decidió enfrentarse contra dos de los gatos que se encontraban entretenidos con el gato de la Maestra. Terminó exitosamente con uno de aquellos mininos.

Hana decidió cooperar con Light para ver cuanto antes la misión cumplida, algo que éste agradecería bastante. Consiguió tumbar al felino esquivo, por lo que ya solo quedaba uno en pie.

—¿Qué tal si del último se encarga el interesado, como tendría que ser? —sugirió una Hana que desistía de combatir.

No hacía falta que lo sugiriera, ya que el gato de Rebecca no tardaría en lanzarse contra su único contrincante; la última de las bestias que se disponía a atacar a Yagami. Mordisquitos volvió a caer sobre el césped, aunque ya no tendría nada que temer, pues aquella bestia no volvería a atacarle.

Ahora el combate solo era entre aquellos dos felinos, así que Light se limitó a observarles. Ambos contendientes forcejearon y rodaron por todo el césped, utilizando todas las armas que poseían: sus zarpas, sus colmillos...

Hasta que uno de aquellos dos cayera al agua y otro resultara vencedor, pues rodaban hacía el arroyo y no tardarían mucho en llegar hasta la orilla...

¿Quién empujaría a quién?

[VaniRoxy801]

—¿Qué tal si del último se encarga el interesado, como tendría que ser? —dijo Hana. Al parecer ella había ayudado a acabar con el gato que atacaba a Light. Ya sólo quedaba uno, que estaba bufando frente a Yagami.

Yagami seguía en guardia por si el bicho se decidía a atacarle, pero no fue necesario. Cuando el enemigo empezó a moverse, la mascota de la Maestra Rebecca se le embistió. Los dos felinos empezaron a luchar a base de arañazos y mordiscos. El gato de Rebecca le ganaba de sobras.

Yagami hizo desaparecer la Llave Espada y volvió a meterse las manos en los bolsillos. Podía dar la misión por acabada, puesto que el felino enemigo estaba ya en las últimas. La mascota de la maestra le dio un fuerte placaje que lanzó al gato hasta el arroyo. El enemigo se quedó flotando cerca de la orilla, completamente inconsciente. Ahora todos los enemigos habían sido derrotados.

— Bueno, ya está ¿no? — le dijo Yagami a los otros dos — ¿Podemos acabar esta tontería e irnos a dormir ya?

La misión le había servido para calentar un poco, pero por lo demás le seguía pareciendo una pérdida de tiempo. Estaba deseando acabar ya para poder descansar y dedicar el día siguiente a hacer cosas más interesantes.

[Nell]

Spoiler: Mostrar

Finalizamos la misión, ¿no?

Contemplaron el fin del último enemigo, arrastrado por el río, como muchos otros de sus compañeros. Hana, que ya se había cruzado de brazos antes, se limitó a suspirar, como si hubiese sido una larga y tediosa tarea. Lo que sí tenía claro, tal y como había dicho Yami, es que era hora de irse a la cama.

—Al menos esta tontería no tiene porqué salir de nosotros —soltó, indirectamente. No le apetecía que corriera la noticia de que había madrugado para irse a pelear con gatitos. ¡Era denigrante!

Sin embargo, antes de marcharse, el gato de Rebecca les maulló. Quizá fuese un agradecimiento, una réplica por haber intervenido, o simplemente que tenía hambre. El caso es que Mordisquitos subió a su espalda y, sin más, partió de vuelta hacia el castillo, guiándoles por el camino.

Puede que volvieran a cooperar en una lucha más adelante. O puede que no. ¿Quién sabe?

[Zee]

EDIT:

—¿Ése es el último, Ronin?

Mientras decía éstas palabras, Simon se ocupaba de acomodar una decena de cajas en el almacén de su nave gumi, Fahrenheit. A su lado se hallaba el Maestro Ronin, contemplando con atención el trabajo que el comerciante llevaba a cabo en aquel momento. En su hombro, un pequeño ratón blanco descansaba.

Un ligero gruñido pareció responderle al joven del sombrero.

—Una última jaula, muchacho —contestó el otro hombre, ignorando el sonido que había salido de una de aquellas "cajas", a la par que le pasaba una nueva a su interlocutor—. ¡Espero que no se te hayan cansado ya los brazos!

Una carcajada resonó en aquella bodega de metal. Al instante, varias criaturas reclamaron con chillidos y pequeños rugidos, molestos por los ruidos que salían de la garganta del Maestro. Simon no respondió a la broma; simplemente sonrió y acomodó la última jaula en un lugar donde no pudiese moverse mucho.

—Hecho entonces. ¿Cuántos han sido esta mañana? ¿Nueve?

Ronin asintió con la cabeza y añadió, con una jocosa sonrisa:

—¡Ni más ni menos! Parece que el pequeño Mr. Hyde se está volviendo en todo un héroe, ¿eh? —como respondiendo a sus palabras, un "gato" negro apareció de algún sitio detrás de Ronin y, de un salto, se acomodó sobre su hombro libre. El Maestro lo acarició levemente, sin apartar la mirada de Simon—. ¡Ya podríamos decirle a Rebecca que lo entrene como Aprendiz! —Ronin volvió a reír fuertemente. El joven no dijo nada, pero una mueca incómoda se dibujó en su rostro.

—Como sea... ya me ocuparé de devolver a éstos también. ¡Agh, es que no entiendo cómo pudieron colarse tantos en la nave! —sentenció, haciendo ademán de salir del almacén. Sin dejar de conversar con él, el Maestro Ronin lo acompañó.


Mientras tanto, los dos pequeños animalitos se escabulleron de los hombros de Ronin y, como era costumbre, el ratón subió sobre el lomo del gato. Con un agilidad propia de su raza, el animal se las arregló para salir de la nave por un camino distinto al que los dos humanos habían tomado. Rápidamente, recorrió los amplios jardines y las colinas hasta que se halló frente al castillo. Un par de Aprendices lo miraron con curiosidad, pero el felino los ignoró y se dirigió con velocidad hacia los dormitorios... por fuera del edificio.

Nadie lo vería, pero el animal se colaría por la ventana abierta de tres habitaciones diferentes, y dejaría un pequeño regalo de agradecimiento en el alféizar. Al despertar, Yagami, Light y Hana podrían encontrar, si ponían suficiente atención, un pequeño juguete para gato:

Spoiler: Mostrar

¡Enhorabuena, habéis obtenido un objeto de invocación!

Mordisquitos y Mr. Hyde [Nivel 10] - Al ser invocados, el par de mascotas recompensará al Aprendiz con un objeto de bajo nivel al azar que puede o no ayudar en batalla, a manera de agradecimiento. El objeto no puede traspasarse a otro tema; si no se utiliza, se perderá para siempre.

Y luego, felices tras haber dejado los regalos, los curiosos animalitos volverían a las habitaciones de sus respectivos amos. Seguramente, a descansar por fin.

Spoiler: Mostrar

No estoy bien ahora. Elegí el peor día para puntuar y cerrar. Tenía planeado escribir una conclusión extra, pero no estoy de humor. En lo más mínimo.

Light: 10 PX + 9 PX por interpretación.
Nell: 10 PX + 10 PX por interpretación.
VaniRoxy: 10 PX + 7 PX por interpretación.

Agradecería que otro GM fuese quien actualizará la EXP a las fichas. No puedo conmigo ahora. Siento terminar esto con semejante muestra de patetismo.

Buen trabajo, Aprendices. Cierro tema.