[The Winners] Copa Hefesto

por **Little Sho** » Dom Oct 28, 2012 11:46 pm

La realidad parecía derrumbarse ante los ojos de Zait, ahora llenos de lágrimas. Su corazón dio un vuelco al comprobar cómo su ardiente flecha perforaba el costado de su amiga. Se mantuvo paralizado y cayó de rodillas al suelo. Todo había sucedido tan rápido que ni su mente ni su corazón fueron capaces de asimilarlo. En lo que al tiempo respecta escasas milésimas de segundo, para Zait llegaron a ser eones enteros. Temblando, observaba sus manos, artífices de aquello. ¿Cómo pensaba salvarlos, a todos ellos, si no era capaz de cuidar de sus propios compañeros? Era tan estúpido que jamás llegó a pensar en el grave error que cometió. Un error que ahora carcomía su interior. Las lágrimas, como siempre, no tardaron en aflorar en sus ojos, en recorrer sus mejillas, en precipitarse hasta el suelo.

Pretendía salvar a Fate, a Umbreon, a Shadow, ayudar a Daniel, encontrar a su madre, acabar con un espectro, liberar a otro, enfrentarse a su padre… ¿Cómo? Si no era más que un crío… Un crío que buscaba crecer pero que no sabía cómo. Pudo observar, difusamente, cómo Nadhia clavaba una de sus flechas en uno de los ojos de aquella bestia y cómo, súbitamente, esta caía al ser libre de nuevo.

Se levantó con toda la fuerza que pudo, corrió con toda la energía que su alma podía entregarle y con toda la prisa a la que su corazón podía bombear. Sin pensar en el mismo, se tiró por los suelos en busca de recibir a su amiga de la mejor manera posible, ya que, en su estado, podría haber resultado aún más dañada.

Una vez en sus brazos y con todo el cuidado que pudo, trató de devolverle al suelo. En ningún momento la miró a los ojos, en ningún momento le dirigió la palabra, hasta que su voz se quebró.

—¿Te… Te encuentras bien? —preguntó, limpiándose la cara—. Yo… Nadhia… Yo… Lo siento. Lo siento mucho… No… No pretendía…

El joven se alejó, aún sin mirarle a la cara. Hizo una señas a Tak y el perro, tras haber finalizado todo el alboroto, lanzó un hechizo Piro a Neso desde detrás y procuró permanecer alerta ante cualquier posible respuesta, alejándose del hombre-caballo.

Zait, aguantando más de una lágrima, sentía furia al verse tan débil. Al comprender lo pequeño que era ante todo. Ante el estrés que suponía cada segundo de su vida. Empuñó su espada y puso la vista y la voz en el cielo.

—¡He hecho lo que me dijiste! ¡Lo que me pediste! ¡Acaté tus órdenes! ¡Las cumplí! —inspiró y exhaló—. ¿¡Qué más quieres de mí!? ¡Dímelo! ¿Necesitas algún sacrificio más? Entonces… Ten en cuenta las palabras que ya dije una vez.—corrió con todas sus fuerzas, dio un salto directo hasta Neso y susurró—Jamás me rendiré…

Con un potente grito, Zait giró sobre sí mismo, generando su Ataque Circular. Deseando con todas sus fuerzas que funcionase.

Una vez terminado y con un salto hacia atrás, Zait se retiró de la zona de peligró y recargó su ballesta, esta vez dispuesto a no fallar.

por **EspeYuna** » Mar Oct 30, 2012 1:57 am

¿Q-qué?

—¡Nadhia, kupó! ¡Ay, ay, ay! —la voz de Tandy retumbaba en mis oídos mientras dejaba de sentir la presión que ejercía la mano de Neso sobre mí. Sin embargo, no podría caer de forma segura. De hecho, mientras escuchaba las quejas de Tandy, el cual había "recibido" a Light y aún se estaba recuperando del fuerte golpe, todo parecía ir a cámara lenta cuando noté algo extraño en mi cuerpo— ¡Ten más cuidado, kupó! ¡Ay.. mi cabeza, kupó! ¡Ay..!

Sintiendo un dolor agudo en mi costado, me disponía a comerme el suelo, literalmente, si no hubiese sido porque Zait me salvó de la caída. Pegué un grito, quejándome del dolor que atravesaba mi cuerpo en aquellos instantes.

Comprobé, con los ojos entrecerrados, cómo mi piel se quemaba: el como una flecha ardiente había penetrado en mi piel, y, quizás, en algún órgano interno. Tosí, asustada de ver la flecha clavada en mi cuerpo.

"Nadhia, tranquila"

Zait me devolvía al suelo. ¿Qué suelo? El dolor me impedía pensar si me encontraba tumbada, sentada, o de pie. Aunque dudaba mucho de que pudiese levantarme.

—¿Te… Te encuentras bien? —preguntó Zait. ¿E...estaba llorando?—. Yo… Nadhia… Yo… Lo siento. Lo siento mucho… No… No pretendía…

El pequeño Zait se alejó, mientras Tandy venía en mi ayuda. Oí cómo el joven se enfrentaba al ser mitológico: yo no podía quedarme atrás.

—¡Nadhia, kupó! ¿¡Qué ha pasado, kupó!? —exclamó Tandy, asustado por la flecha que atravesaba mis costillas. Me levanté, tenía que hacerlo— ¿¡A dónde crees que vas, kupó!? ¡Tengo que sacarte esa flecha, kupó! ¡Te está quemando, kupó!

"Nadhia, sé fuerte. No te dejes vencer por ello, no tengas miedo"

A pesar de que mi fiel guardián quiso acercarse a arrancar la flecha ardiente, yo le impedí el paso con el brazo que sostenía mi arco. ¿Era posible que siguiera con él, tras la caída y aquel repentino ataque? Increíble...

—¡No, Tandy...! ¡Argh! ¡Si me la arrancas, será peor..! ¡Habrá hemorragia! —intentando no pensar en el dolor, no dejarme vencer por el quemazón y sentir cómo la flecha había invadido mi interior, evitando con ello las nauseas de imaginarlo sólo, me coloqué en posición. Alcé mi mano libre, con dificultad, para alcanzar mis flechas— Primero, tenemos que ganar. Tandy... ¿puedes hacer algo para ayudarme con la puntería?

Mientras mi guardián afirmaba con un "Sí" triste, pude comprobar que mi flecha había alcanzado uno de los ojos de Neso. Me sentí orgullosa, dentro de lo que cabía. Pero desde aquel rincón, tenía que aumentar mis posibilidades de éxito.

—¡Tarareo a las estrellas, kupó! —exclamó Tandy, tras lo cual, comenzó a entonar una dulce melodía. Sentí en mis venas, en mis ojos, cómo al tensar la cuerda del arco y apuntar hacia el otro ojo de Neso, mi vista mejoraba. ¡Genial! Argh...

Aquella flecha fue lanzada, quizás diese al ojo sano de Neso, puede que no. Sin embargo, esperé a que nadie estuviese cerca de él, obviamente. Esperé a que Zait terminara de ejecutar su ataque circular.

Tras esa flecha, prepararía mi arsenal. Preparada para lanzar flechas a diestro y siniestro, sólo para cuando Neso intentara acercarse a Light, a Alec, a Zait, o a Tak. No dejaría que sufriesen ataque alguno, y si ellos se preparaban para atacar, lanzaría antes o después de dicha estrategia. Tandy permanecía detrás mía, realmente agotado por el esfuerzo, mirándome preocupado la flecha que seguía clavada dentro de mí.

Desde allí, sería la guardiana de todos.

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por **Light** » Mié Oct 31, 2012 12:43 am

Su ataque salvaje se vio repentinamente interrumpido a causa de cierto imprevisto. Tandy, la mascota de Nadhia, se disponía a atacar en ese mismo momento con el hechizo Perla. Fue la mala coordinación entre ellos la causa de que el proyectil de luz terminara por golpearle directamente en la cabeza.

Light intentaba quitarse por todos los medios la confusión, pero no había manera. No podía reaccionar y proseguir con el ataque.

No pudo continuar con la maniobra.

Antes de que pudiera reaccionar, Neso le agarraría entre gruñidos desagradables y colisionaría su cabeza con la de Light, sin piedad alguna. Un dolor agudo en su frente se acrecentaría cada vez más, y la confusión por el golpe tampoco faltaría, por supuesto.

Después, su contrincante le mandó volando hacia Tandy, logrando que ambos colisionaran en el aire y que el joven aprendiz cayera estrepitosamente sobre el campo de batalla.

No recuperaría ligeramente la conciencia hasta chocar contra el suelo, pero el dolor agudo en su frente todavía persistiría por los serios daños. Se levantó con claras dificultades y con la mano diestra en la frente, intentando aliviar de alguna manera el intenso dolor que padecía.

Había sido una oportunidad tan buena...

Frustrado y enojado, el muchacho se lamentaba por aquel estúpido incidente con Tandy. Tenía que haber esperado el momento oportuno para realizar su ataque...

Será la última vez...

Despegó finalmente la mano de su frente y salió impulsado por la impotencia hacia Neso, aunque alguien se adelantaría.

—¡He hecho lo que me dijiste! ¡Lo que me pediste! ¡Acaté tus órdenes! ¡Las cumplí! —dedicó un tiempo a coger respiración y continúo—: ¿¡Qué más quieres de mí!? ¡Dímelo! ¿Necesitas algún sacrificio más? Entonces… Ten en cuenta las palabras que ya dije una vez —se dirigía Zait hacia Neso con cierta pasión, como si no existiese el mañana para él—. Jamás me rendiré…

Chilló y ejecutó una especie de ataque circular, una técnica de espada que seduciría a Light por completo. Éste se pararía en seco y contemplaría la ejecución de esta técnica a escasa distancia de Zait y Neso, pero eso sí, a una que le permitiría no ser golpeado por la técnica.

Increíble...

—¡¡Ese es el espíritu!! ¡No cedáis ni un segundo! —rugió al igual que su compañero y reanudaría el ataque (en cuanto Zait se alejara tras el golpe circular y Nadhia lanzara el primer flechazo). Cuando se acercara lo suficiente a Neso, estiraría los brazos y procedería a asestar contra él un tajo rabioso de izquierda a derecha con la Llave Espada, en pleno abdomen y sin detenerse en la carrera.

Tras esto, guardaría cierta distancia de seguridad con él; la suficiente para que Neso no pudiera agarrarle y cogerle como rehén.

Tenemos que ganar...

Su ataque no había sido tan increíble como la hábil técnica del joven Zait, pero esperaba que aquel centauro maloliente recibiera toda la furia de su ataque.

por **LightHelco** » Lun Nov 05, 2012 7:01 pm

El ataque no había salido bien.

Zait alcanzó con una flecha a Nadhia al ser usada como escudo por Neso, mientras que Tandy golpeó con su hechizo a Light recibiendo este un gran cabezazo del centauro.

Pero no podíamos caernos por aquel fallo y viendo el estado de mis compañeros tampoco podía quedarme siempre atrás. Materializando mi Llave Espada busqué un hueco para llegar hasta Neso y atacarle sin problemas.

Zait fue el primero en atacar girando sobre sí mismo. Decidí esperar a que el chico retrocediese para no recibir o detener el golpe, ya que parecía tomar bastante espacio. Nadhia se recuperó del fallo de Zait y aunque no se sacó la flecha del costado, se preparó para continuar el combate apuntando con su arco de frente.

Miraba por donde entrar…con miedo. Ya había descubierto lo débil que era, lo fácilmente que se me podía derrotar y aunque confiase en Zait y el resto, temía el dejarles tirados porque fuera un debilucho. Incluso Tak me resultaba superior a mí.

“Olvidate de eso, Alec, solo fue una vez y realmente ganaste” me decía a mi mismo intentando centrarme en el combate.

—¡¡Ese es el espíritu!! ¡No cedáis ni un segundo! —escuché rugir a Light desde el otro lado de la arena lanzándose contra el abdomen de Neso para atravesarlo.

Cierto. Aun estando en desventaja, nunca me había rendido y no me rendiría por un mal recuerdo. No iba a ceder contra ese monstruo.

Habiendo atacado ya Tak, pasé por al lado del canido para atacar al centauro por la espalda e intentar hundir mi Llave en su carne para impedirle moverse de esa forma.

—¡Tenemos el espíritu de unos ganadores! ¡Ceder sería la mayor humillación de todas!

por **Soul Artist** » Dom Nov 11, 2012 10:25 pm

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El grupo se organizó bien tras aquellos primeros fallos y lanzó todo cuanto tenía al guardián del río. Primeramente recibió un Piro del perro, cosa que le dejó sorprendido: ¿quién iba a decir que los perros de una cabeza eran capaces de lanzar bolas de fuego? No sólo eso, sino que pronto Zait corrió hacia él achacándole las culpas de algo que el centauro no terminaba de comprender.

—¿¡Pero de qué me estás hablando!?

Indiferentemente de la sorpresa de la situación, Zait logró ejecutar su ataque con maestría en el pecho del híbrido. Todavía sin poder recuperarse, una flecha le alcanzó el ojo sano, lo que provocó que soltara un grito de dolor que sólo fue ligeramente acallado cuando Light le atacó con un tajo directo.

No hizo falta la intervención de Alec: ya había perdido el conocimiento. El público explotó en un gran vitoreo, emocionados por el corto pero emocionante combate.

Ronda 1
¡Superada!

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por **EspeYuna** » Dom Nov 11, 2012 11:42 pm

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—¡Diana..! —murmuré, orgullosa de dar en el blanco. Había acertado en los dos ojos del centauro, me sentía feliz de haber servido de algo en el primer combate. Las habilidades de Zait y Light... eran tan... impresionantes...

Mientras el Guardián del Río caía rendido, mis ojos se fijaron en el suelo. La sangre comenzaba a gotear de forma alarmante. Aquella imagen sólo consiguió ponerme peor, provocando terribles nauseas. La cabeza me daba vueltas, escuchando en la lejanía el vitoreo del público. Ni siquiera me di cuenta de que mis rodillas habían cedido y que me hallaba apoyada en el suelo hasta que Tandy reaccionó, asustado.

—¡Nadhia, kupó! —gritó aterrado, por lo que Light, Zait y Alec pudieron escucharlo aún estando lejos y a pesar del escándalo provocado por los aplausos que nos regalaban las gradas— ¡Aguanta, kupó! ¡Tranquila, te voy a sacar eso, kupó!

—T...Tandy... —antes de poder pronunciar una palabra más, me llevé la mano libre a la boca, evitando el vomitar: sería demasiado vergonzoso en público. Empezaba a perder el conocimiento, y eso era preocupante.

—¡Ayudadme, kupó! —exclamó el pequeño moguri, dirigiéndose a los demás— ¡Llevadla dentro, kupó! ¡Allí le sacaré la flecha, kupó!

* * *

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Tras unas cortinas, el fiel guardián de Nadhia se dispuso a ayudarla. Sin embargo, estaba estrictamente prohibido usar cualquier tipo de magia blanca, poción, etc, para curar su herida durante el torneo. Tan sólo se le podría sacar la flecha y aliviar las quemaduras provocadas, hidratándose y usando alguna tela para evitar mayor pérdida de sangre.

Los gritos de dolor de Nadhia sólo duraron unos segundos, pero seguramente para el joven Zait habrían sido eternos e insoportables.

Unos minutos más tarde, Tandy salió de entre las cortinas.

—Ya está, kupó —suspiró, bastante aliviado. Luego dirigió sus ojos hacia Zait—. Pregunta por ti.

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por **Light** » Lun Nov 12, 2012 7:26 pm

Habían ganado.

—¡Lo hicimos! —pudo confirmarlo tras presenciar el desvanecimiento de Neso, quien no había podido soportar el filo de su arma. Levantó el brazo y saludó al público que les aclamaba, compartiendo con ellos el júbilo de la victoria.

La victoria en el Coliseo del Olimpo era mil veces más reconfortante que la de un torneo ordinario de Struggle, no había comparación. El título de aprendiz de héroe estaba más cerca de su alcance, solo tenían que pasar cuartos y semifinales para obtenerlo...

Aunque no se conformaría con ser finalista, por supuesto, al fin y al cabo eran The Winners, los ganadores de la Copa Hefesto.

—¡Nadhia, kupó! —a pesar de los gritos ensordecedores de los expectadores, Light se percataría del grito desesperado de la mascota de Nadhia, el travieso Tandy— ¡Aguanta, kupó! ¡Tranquila, te voy a sacar eso, kupó!

El muchacho se desplazó raudamente hacia donde se encontraba Nadhia, malherida y grave, muy grave, realmente afectada por la sangre que empezaba a escaparse de su costado.

Comprobó como la chica se cubría desesperadamente la boca. ¿Le tendría cierta aversión a la sangre?

—Cierra los ojos, te sentirás mejor —aconsejó, cerrando con sus dedos suavemente los párpados de Nadhia, permitiendo que se desmayara sobre sus brazos para poder cargarla. Su cuerpo ligero la haría bastante fácil de trasladar.

—¡Ayudadme, kupó! —rogaba auxilio su mascota, temeroso por su salud—. ¡Llevadla dentro, kupó! ¡Allí le sacaré la flecha, kupó!

—Supongo que habrá una enfermería o algo parecido, llevémosla hasta allí —aupó a la joven hasta su hombro con poco esfuerzo, ensuciándose inevitablemente de sangre la camisa. Cuidadoso de no tocar la flecha ni la herida que empezaba a empeorar cada vez más, salió rápidamente de la arena.

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No tardarían en encontrar la sala de la enfermería, contigua a la antesala del coliseo, donde iban a parar todos los combatientes del coliseo que necesitaban primeros auxilios.

Depositó a Nadhia en una de las camas y salió de entre las cortinas sin mediar palabra. Los tres aprendices esperarían tras el cortinaje, con los chillidos incontrolables de Nadhia de fondo.

Se sentó en el suelo simplemente, y resopló.

—Solo es una flecha, se va a poner bien... —indicaba a sus compañeros, calmándoles con sus optimistas palabras.

Aguardarían hasta que Tandy saliera de entre las cortinas.

—Ya está, kupó —suspiró el leal moguri con cierto alivio. Extraer la flecha no habría sido fácil, y mucho menos agradable. Dirigió su mirada hacia Zait—. Pregunta por ti.

—Ve con ella —recomendó a Zait, mientras posaba una de sus manos en su espalda, como señal de apoyo.

Seguramente era el que más estaba sufriendo.

por **Little Sho** » Lun Nov 12, 2012 10:53 pm

Zait bajó su ballesta al comprobar que todo había terminado. Prosiguió cabizbajo meditando en todo lo que había gritado. De todas formas, ¿quién le entendería? Se imaginó a sí mismo como un loco desvariando.

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Comprobó alarmado como Nadhia se desplomaba en el suelo y su fiel compañero acudía en su ayuda. Sin bacilar un segundo Light corrió hacia ella y la cargó entre sus brazos para llevarla a la enfermería de la antesala del coliseo.

Nadhia acabó en una de las camas, tapada por cortinas y siendo atendida por Tandy mientras el resto esperaba ausente. Zait, distante y frío permaneció en silencio sepulcral separado del grupo, cercano a una ventana y mirando en ella sin decir nada, sin saber qué es lo que buscaba.

En más de una ocasión y al principio del proceso, los fuertes alaridos de Nadhia retumbaron en el propio corazón del joven, que no hacía más que culparse por su incompetencia. ¿Qué pintaba él allí? Ya había ido antes y había perdido. ¿Y si era él el problema? Quería dejar claro que no había pensado jamás en rendirse, pese a lo sucedido en la anterior copa, pero… ¿Hacía bien en estar allí?

Por cada grito un escalofrío recorría su cuerpo, y su mano no dejó de temblar hasta que el mortífero silenció volvió a reinar en el lugar.

Tandy surgió entre las cortinas y un pequeño y, sobretodo, efímero alivio surgió en Zait, que ni siquiera se giró ni cambió de postura.

—Pregunta por ti —fue entonces cuando el joven de ojos vidriosos se giró a contemplar a la mascota.

Con paso lento, algo cabizbajo y sin mirar a nadie atravesó el dosel que rodeaba la cama y se dirigió a hablar con Nadhia.

Contempló a la joven tumbada sin decir una sola palabra y esperó paciente a que fuese Nadhia la que hablase.

Un único pensamiento invadió su corazón. ¿Tan patético era? Tanto que, después de haber causado más daño aún que el propio enemigo, ¿no era capaz de asumirlo? ¿Tan complicado era? Zait sabía que no podía salvarlos a todos. Pero aún así quería, lo ansiaba, lo deseaba. Zath le otorgó una oportunidad, la misma que le fue otorgada al recibir la Llave Espada. La oportunidad de ser capaz de escribir un futuro, de elegir un propio destino y recorrer un camino elegido. De dejar de ser alguien aparte, alguien sin opciones, alguien que pudiese cambiar los hechos. No era el protagonista de ninguna historia. Ni siquiera el encargado de salvar ningún mundo. Sólo sabía que, sin conocer aún el por qué, alguien había trazado un destino en él. Alguien había obrado para que su vida fuese como fue, para que su destino fuese llegar hasta donde había llegado. ¿Con qué objetivo? Zait no se sentía especial de ninguna manera. Sólo sabía que, si él no les salvaba… Nadie más lo haría.

por **LightHelco** » Jue Nov 22, 2012 10:14 pm

Mi intervención no fue necesaria, ya que mis compañeros acabaron con el centauro antes de que yo pudiese hacer nada, dándonos así la victoria en aquella ronda.

Desafortunadamente nuestra alegría no duró mucho, ya que Nadhia cayó al suelo inconsciente debido a la flecha y la pérdida de sangre por parte de esta. La llevamos rápidamente a la enfermería del coliseo para que pudiesen atenderla.

Light, Zait y yo esperamos un tiempo hasta que Tandy apareció pidiéndole a Zait que entrase a hablar con Nadhia, la cual había recuperado el sentido. Zait entró apenado y con una expresión que me recordó a la primera vez que le vi durante la misión en Nunca Jamás. Aunque el chico había madurado desde aquel día, aun era un niño en realidad, por lo que no me extrañaba tanto ese comportamiento.

—Zait, no debes preocuparte, Nadhia habrá salido de peores —le dije al pequeño para que se calmase, en fondo no era su culpa, cualquiera de nosotros podría haber cometido un error igual o peor.

Zait entró dejándonos a Light y a mí a solas en aquella sala, no tan a solas si contabas a Tak, por lo que me senté para descansar un poco y mentalizarme para la siguiente pelea, aunque no pude ignorar a mi compañero y sonriéndole intenté empezar una conversación.

—Ya es la segunda vez que vamos a trabajar juntos, supongo que en esta ocasión no tendremos que preocuparnos porque intenten tumbarnos a mordiscos.

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por **EspeYuna** » Vie Nov 23, 2012 1:00 am

El dolor al retirarme la flecha había sido insoportable. Intenté reprimir los gritos, pero de mi boca lograron escaparse esos fuertes alaridos que estarían preocupando a los demás.

Por suerte, Tandy tenía experiencia en pequeños auxilios, al igual que yo. No podíamos usar ningún tipo de magia, pero eso no significaba el no acudir métodos convencionales para detener la hemorragia y vendar mi herida en condiciones.

También se me permitía beber agua y descansar un poco antes del siguiente combate, algo que agradecí a una enfermera que pasaba por allí. Al menos quería acostumbrarme a la herida. De hecho, lo que más me había impactado de todo aquello fue cómo me había atravesado un objeto la piel.

Fue una buena noticia que no alcanzara ningún órgano, aunque, según Tandy, le había faltado poco. Estaba sorprendida por estar totalmente despierta, sin ese cansancio que antes había invadido mi cuerpo, mareada. Bueno, para qué engañarnos: con el dolor se me había pasado el aturdimiento.

—¿Tandy... podrías llamar a Zait? —mi fiel guardián puso una mueca de desagrado mientras me colocaba una gasa en la frente, pero yo le insistí— Él no tiene la culpa, ¿de acuerdo? Ve, anda.

Esperé pacientemente la llegada del joven Zait Laind cuando Tandy, vencido por mis ojos de súplica, salió de las cortinas para buscarle. Pude oír un suspiro, aunque no supe con certeza si fue de alivio o de resignación.

Me incorporé un poco, soltando un "¡Ay!" bastante molesto. Tenía que ser fuerte y no dejarme vencer por chiquilladas como esa. Bueno, "chiquilladas" podía ser para los gladiadores y héroes que se presentaban a la copa. Yo era una simple nativa de Villa Crepúsculo, donde lo más que te podías hacer durante un torneo de Struggle era un fuerte chichón en la cabeza.

No pasaron pocos segundos cuando Zait apareció entre las cortinas que me aportaban intimidad. Y las usaría para tener unas palabras con él. Realmente, me tenía preocupada. No parecía el Zait de siempre.

—¡Hola! —saludé, intentando liberar tensiones, mientras me quitaba la gasa de la frente—. Siento haber dado tantos problemas. ¡Pero ya estoy bien, Tandy es increíble con el vendaje! ¡Ay! —me quejé al alzar uno de mis brazos, precisamente el del costado herido. Intenté no darle importancia— ¡Zait, ya estamos más cerca del trofeo! ¡Es genial! ¡Aunque debo apestar a sudor de centauro, puajj! ¡Seguro que ni os queréis acercar a mí durante el resto del torneo!

Le dediqué una sonrisa, junto con una sonora risa, intentando que él mostrara la suya: la despreocupada, la aventurera, la alegre y divertida sonrisa de aquel niño que conocí en la biblioteca de Tierra de Partida. Sin embargo...

—Zait, ven —en cuanto Zait se sentara en el bordillo de la cama, le rozaría la mejilla, al igual que hice una vez con Akio, pero esta vez, me dispuse a acariciar parte de su pelo. Era como un hermano pequeño para mí. Jamás olvidaría lo que tuvo que sufrir por culpa de mi broche—. ¿Te encuentras bien? Te he notado extraño desde que llegué aquí. ¿Qué ha pasado?

>> Ya... ya no me llamas Nadhy.

Aquel último comentario... podría haberlo dejado en mi cabeza, era demasiado directo, pero necesitaba saber qué era lo que le pasaba. Porque le estaba afectando en el combate, sus ojos le delataban y no soportaba verle así. Algo extraño sucedía.

por **Little Sho** » Dom Dic 02, 2012 2:47 am

—¡Hola! Siento haber dado tantos problemas. ¡Pero ya estoy bien, Tandy es increíble con el vendaje! ¡Ay! —expresó Nadhia al mover el brazo que coincidía con la parte dañada de su cuerpo— ¡Zait, ya estamos más cerca del trofeo! ¡Es genial! ¡Aunque debo apestar a sudor de centauro, puajj! ¡Seguro que ni os queréis acercar a mí durante el resto del torneo!

—Sí… Tú lo has dicho, no queda nada…

—Zait, ven —llamó Nadhia, para luego acarciar la mejilla del joven y jugar con su pelo—. ¿Te encuentras bien? Te he notado extraño desde que llegué aquí. ¿Qué ha pasado?

>> Ya... ya no me llamas Nadhy.

—Tantas cosas han pasado en mi vida últimamente Nadhia… Yo ahora soy un emisario del destino. Alguien que ha de vagar en busca del futuro de la gente, en pos de que algo que está previamente establecido se cumpla. Puede que suene poético… Pero ni yo mismo entiendo qué significa. Y sucedió hace relativamente poco… Al abandonar Bastión Hueco, viajé al que consideraba mi mundo natal. Me sentía sólo y abandonado. Me sentía impotente por ser tan débil de no poder rescatar a Nate. Y aún lo soy. Allí… Gracias a un tipo llamado Daniel Zath supe que llevaba vivo ciento dieciséis años, pues ya que en Nunca Jamás los niños no crecen. La parte triste de aquello es que llevo buscando a mi madre desde entonces. ¿Crees que debería abandonar ya mi afán de encontrarla? Porque… ¿Qué restos podría hallar de ella? Y ahora resulta que Nate se ha transformado en un incorpóreo, perseguido por su sincorazón. Por otro lado, hay una especie de trama secreta que mi padre montó hace más de cien años, en la cual estoy involucrado directamente. Ni yo mismo sé qué hacer con mi vida. Lo único que sé es que soy muy débil para salvar a quienes quiero salvar. Soy demasiado joven para afrontar un destino que mis padres marcaron. Y demasiado viejo para encontrar a mi madre. Demasiado ingenuo para poder leer una carta escrita hace muchísimo tiempo. Demasiado infantil para lograr mis própositos… Tanto… Como para no darme cuenta del mal que me rodeaba… Que ahora no dejo de sentir. No quiero rendirme, pero no puedo evitar sentir fracaso ante mis errores. ¿Qué puedo hacer si mi luz natural no me ayuda a lograr mis metas y seguir en mi camino? Entonces… Será que quizá necesite usar el gélido frío que me rodea, congelar mi corazón y petrificar mi alma para obtener algo de lo que sentirme orgulloso…

Dicho aquello, me levanté de la camilla, no sin antes acariciar la mejilla de Nadhia, indicándole que me encontraba bien y agradecía su escucha. Seguidamente, me encaminé hacia la arena, en busca de continuar nuestra batalla y perseguir mi destino.

por **Light** » Mar Dic 04, 2012 2:23 am

Light se dejó caer sobre el mismo suelo de la enfermería, fatigado por el primer combate. Su cabeza ya no le daba vueltas, tampoco sentía dolor, pero...

"Podía haberlo hecho mucho mejor" se lamentaba a sí mismo mientras observaba con cierta amargura el filo oscuro y ensangrentando de su Llave Espada, absorto en sus pensamientos. Neso podía haber caído perfectamente en la primera ronda...

Si no hubiera fallado...

—Ya es la segunda vez que vamos a trabajar juntos, supongo que en esta ocasión no tendremos que preocuparnos porque intenten tumbarnos a mordiscos.

—Ah... Nuestra primera misión, sí —afirmó con un aire sosegado, e incluso nostálgico, pese a que no había pasado demasiado tiempo desde que cumplieron aquel encargo del gremio—. No nos resultó precisamente fácil atraparle...

>>¿Recuerdas? Le engañaste con tus trucos de cartas. Después, yo salí de los arbustos, me lanzé a por él, y... me mordió... pero finalmente conseguimos atraparle, gracias a tu sombrero. Realmente era una misión para principiantes.

>>Nada parecido a esto.

Su primera misión no se podía comparar con el desafío de la Copa Hefesto, el campeonato que les convertiría en aprendices de héroe. Su primer contrincante, Neso, había dado la talla y había resultado un oponente complicado.

Y aún quedaban tres combates... tres durísimos desafíos que superar en aquella arena.

Tenemos que ganar.

Solo podía pensar en lo mismo.

Sus compañeros seguramente también. Zait acabó abandonando la enfermería para dirigirse hacia el campo de batalla, en primer lugar. ¿Habría ya arreglado las cosas con Nadhia? Un simple accidente sin importancia no tendría que causar estragos en su relación de amistad, de ninguna manera.

Light se levantaría del suelo para comprobar el estado de Nadhia. Avanzó hacia la camilla de la aprendiza, atravesando las cortinas que la aislaban y resguardaban su privacidad.

Se detuvo delante de ella para observarla atentamente, sin pestañear, con aquella expresión seria que acostumbraba a mostrar y que asustaba. De los pies a la cabeza, mientras se terminaba de colocar correctamente el cuello de la camisa, a su debido tiempo.

—¿Estás bien? —preguntó, finalmente. Se llevó la mano hasta la sien y sonrió, dejando su seriedad intimidatoria aparte—. En cuanto estes preparada, marcharemos hacia la arena para la segunda ronda.

>>Ya se empiezan a escuchar los gritos del público. Nos están esperando.

por **LightHelco** » Jue Ene 03, 2013 12:37 am

—Ah... Nuestra primera misión, sí —afirmó respondiendo a mi pregunta de forma nostálgica, no había pasado mucho tiempo, pero tras todo lo que había ocurrido parecía una eternidad—. No nos resultó precisamente fácil atraparle...

No, aquel moguri nos había dado algo de guerra, pero las marcas de sus mordiscos desaparecieron a la semana, al contrario de lo que podríamos recibir aquí…o contra otros enemigos.

—Nada parecido a esto —sentenció Light aun algo desanimado por lo ocurrido.

Realmente no sabía reaccionar a esto, no conocía aun a Nadhia de la misma forma que lo hacían ellos y por lo tanto en parte, sentía indiferencia hacia lo ocurrido, me preocupaba por si vivía o no, pero no sabía cómo expresarlo del todo.

Vimos como Nadhia y Zait salían de la habitación, ya la primera en mejor estado, por lo que tras que Light se levantara, yo también lo hice para unirme a ellos en la arena. Los gritos de la gente se escuchaban desde la enfermería avisando del siguiente combate, cual sería nuestro contrincante era la pregunta que rondaba mi cabeza.

—Intentemos relajarnos —hablé tranquilamente con intención de calmar nervios y relajarnos tras la anterior ronda —. Si nos ponemos nerviosos o pensamos en lo peor lo más probable es que nos ocurra algo parecido a la anterior ronda, pero si nos concentramos y mantenemos la calma podremos contra cualquier rival —sonreí —. Fijémonos en su forma de luchar y encontraremos su debilidad.

>Pero si nos preocupamos por lo ocurrido nunca ganaremos y eso no es nuestro objetivo, ¿verdad?

The Winners, el nombre que había propuesto Light que nos coronaba ya como ganadores. Teníamos seguir manteniendo el espíritu de ese nombre y con esas caras largas no lo íbamos a hacer.

por **Soul Artist** » Vie Ene 11, 2013 12:32 am

Tras los increíbles resultados de la ronda anterior por parte de The Winners, parecía ser que el grupo había ganado algo de apoyo entre las gradas. Tumbar a Neso había sido algo que muchos querían, pues el centauro no parecía ser muy amado por aquel mundo, por lo que algún fan ya se habían ganado. A la salida del Templo en el que habían curado a Nadhia un par de fans fueron a animarles y preguntar qué tal estaban, preocupándose sobre todo por la mujer herida.

En el coliseo, sin embargo, la cosa no estaba igual. Nada más entrar en las gradas, el público se mostró más a favor de su contrincante que de ellos. Un joven de pelo negro y gran sonrisa se encontraba frente a ellos, con la espada enfundada. Saludaba a sus fans desde su posición, alegre de que le aplaudieran y gritaran.

Ronda 2
Zack

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—¡Eh, hola! ¡Mi nombre es Zack, y espero un gran combate con vosotros hoy!

El contricante desenfundó su arma y la dirigió hacia el grupo, preparado para bloquear cualquier ataque. Lo primero era protegerse de gente tan numerosa.

—¡En guardia!

La bola de fuego salió de las manos del joven para golpear a Tandy, la mascota de Nadhia, que no pudo esquivar el débil hechizo. Lo cierto es que no se trataba de magia muy poderosa la que el joven controlaba, pero le había hecho un mínimo de daño con el que se tendría que andar con ojo.

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por **EspeYuna** » Mié Ene 23, 2013 8:34 pm

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—Tantas cosas han pasado en mi vida últimamente Nadhia…

—Supongo, ha pasado mucho tiempo —respondí. Era cierto que ambos no habíamos coincidido desde el día que nos conocimos, el día me pidió que le enseñara a leer y me enseñó el mundo que se encontraba en un mágico libro, en la Biblioteca de Tierra de Partida. Intenté evadir los malos recuerdos, en los que Zait caía desplomado tras sujetar mi broche, y seguí escuchando lo que me fuese a contar— ¿Emisario.. del destino?

Nate.. Daniel Zath..

—P-Perdona, Zait, pero.. ¿a-acabas de decir.. ciento dieciséis años? —me quedé muda tras aquello. ¿Zait, el pequeño Zait, había vivido más de cien años? Entonces recordé la leyenda de aquel lugar llamado Nunca Jamás: "Los niños nunca crecen". Y, por lo que me decía Zait.. era cierto. Cuando escuché sobre su madre, sólo pude agachar la cabeza, entristecida por la conclusión de que, quizás, ella estuviese.. y Nate, su mejor amigo. Incorpóreo. Conocía aquel concepto por los libros, pero jamás había visto alguno. Sólo había escuchado sobre el supuesto de.. la Maestra Iwashi, en los pasillos de Tierra de Partida, tras lo acontecido en Bastión Hueco— Zait.. lo siento..

Escuché la historia del no tan pequeño Zait, mencionando que su padre estaba relacionado con algo importante, y él también.

—Zait, tú.. eres fuerte —intenté animarle, pero el joven de cabellos dorados y orejas puntiagudas siguió hablando, dándome a entender que aquel cambio de actitud se debía a que quería "madurar".

—¿Qué puedo hacer si mi luz natural no me ayuda a lograr mis metas y seguir en mi camino? Entonces… Será que quizá necesite usar el gélido frío que me rodea, congelar mi corazón y petrificar mi alma para obtener algo de lo que sentirme orgulloso…

Iba a decirle algo.. lo que fuera, con tal de volver a ver al Zait de antaño, el risueño y alegre niño.. pero tras haberme contado todo aquello, supe que no debía ser egoísta. Si aquella era su decisión, convertirse en un adulto, no tenía por qué impedírselo. Pero, si enfriar su corazón le exponía a grandes peligros.. yo misma estaría ahí para ayudarle a volver a recuperar esa calidez.

Je, otra vez estaba equivocada. Zait seguía siendo cálido. Lo comprobé cuando me acarició la mejilla, en señal de agradecimiento. Le respondí con una sonrisa, antes de que se diera la vuelta y saliera de la enfermería.

Tras las cortinas, apareció de nuevo Tandy, quien me ayudó a comprobar si me podía mover con normalidad. Le siguió Light, quien con sus ojos serios, estudiando mi estado, podría haber resultado algo intimidatorio.. pero lo conocía de sobra como para saber que sólo estaba preocupado.

—¿Estás bien? —asentí sonriendo, y él, frotándose la sien, me devolvió el gesto—. En cuanto estés preparada, marcharemos hacia la arena para la segunda ronda.

>>Ya se empiezan a escuchar los gritos del público. Nos están esperando.

—Eso parece, sí.

Hasta ese momento no había percatado el jolgorio de fuera. Mientras me colocaba el carcaj, comprobando el buen estado de mi arsenal de flechas, Tandy revoloteaba en la sala, recitando una canción donde "The Winners" era el estribillo oficial. Reí, sintiendo alguna que otra punzada en el costado. Era soportable, al menos por ahora.

—Intentemos relajarnos —escuché a Alec mientras salíamos de la enfermería, al igual que Tandy se colocaba en mi hombro derecho—. Si nos ponemos nerviosos o pensamos en lo peor lo más probable es que nos ocurra algo parecido a la anterior ronda, pero si nos concentramos y mantenemos la calma podremos contra cualquier rival —correspondí a su sonrisa—. Fijémonos en su forma de luchar y encontraremos su debilidad.

>> Pero si nos preocupamos por lo ocurrido nunca ganaremos y eso no es nuestro objetivo, ¿verdad?

—Cierto. No os preocupéis, no volverá a pasar —dije, mostrándome fuerte y con ganas para la próxima ronda. Pero, ¿quién era yo para decir que aquello no volvería a suceder? Tenía que esforzarme porque ninguno de mis compañeros volviese a estar preocupado por mi seguridad.

No volvería a bajar la guardia. Al menos eso pensaba cuando me vi sorprendida por dos muchachos que nos cogieron a la salida del Templo (o enfermería, no me acostumbraba a llamarlo de otra forma), animándonos y preguntando por mi estado. Se lo agradecí a ambos y seguimos caminando.. en pos de conocer a nuestro próximo rival.

* * *

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—¡Eh, hola! ¡Mi nombre es Zack, y espero un gran combate con vosotros hoy!

Irremediablemente, me acordé de los chicos de la Villa, quienes se exponían a las féminas con sus músculos y sus bates de Struggle.. sin embargo, aquel muchacho no parecía ser como ellos. Desenfundó su espada, y analizarle en pos de mis pensamientos fue el peor de mis errores.

—¡En guardia!

Una bola de fuego achicharró a Tandy, quien cayó al suelo. A pesar de que ya se encontraba muy débil debido a la anterior ronda, mi fiel guardián movió sus alas y se alzó en el aire, muy.. muy mosqueado.

—¡Cura! —no tardé en reaccionar, mi amigo peludo necesitaba ya un hechizo curativo con urgencia. Pero pareció ni darse cuenta de mi movimiento, pues seguía en las mismas.

—¡Maldito seas, kupó! ¡¡Ashsk kupó, lhdslkfh, tan, tan, dshajksdh..!! —no pude entender lo que Tandy soltaba por su boquita, pero seguro que no eran halagos. Suspiré, resignada.

—¡Tandy, concéntrate y ven aquí! —le ordené, cuando de repente una gota de sudor me recorrió la nuca. Aquella bola de luz.. de color.. ¿¡rosa!?— ¿¡Tandy, qué hac..!?

—¡¡Jajajaj, kupó, vas a ser vencido de la forma más estúpida posible, tan, tan, taaaaaaan!! —exclamó, ignorando mis órdenes. Una vez aquella esponjosa y veloz bola de gas rosa estuviese totalmente concentrada, salió disparada de las patitas del moguri, dando en el pecho del muchacho Zack— ¡¡Atracción, kupó!!

Tandy, yo te mato. Te juro que te mato.

Sin embargo, había prometido mantenerme firme en el combate. Y si ese hechizo funcionaba para distraer a nuestro contrincante, mejor. Eso sí, sabía que el hechizo era más débil que.. aquella vez. Cuando Light y Xefil.. ¡!

Se me subieron los colores, pero zarandeé mi cabeza de un lado a otro, fijándome en si Zack había caído bajo el hechizo. Invoqué a Ángel Forjado, y, con absoluta vergüenza, a ojos de todo el público, exclamé:

—¡¡Zack, mírame!! —mi voz, repentinamente, sonó demasiado.. demasiado.. ridícula, puede que a los ojos de los espectadores, adorable.. ¡no, era ridícula! Estaba roja como un tomate.

No se me ocurrió nada más original que aquello. No sabía si eso iba a funcionar, pero tenía que intentarlo. El resto dependía de mis compañeros, pues Light comprendería lo que estaba pasando.

Si acaso Zack se acercaba con más intenciones de acabar conmigo que de amarme, reaccionaría a tiempo con un Electro. Si no, lo haría cuando mis compañeros ejercieran sus movimientos y se apartasen de él.

Tandy se alzó en el cielo, quien se había dado cuenta del error que había cometido al no obedecer a su protegida. Estaría preparado para evadir ataques a corta distancia.

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