[TdP & BH] #Hastag

[Soul Artist]

『Ivan Kit』 @ElMejor17Maestro Absoluto de la Magia. Te dejaré helado con mi poder mientras surco los cielos con mi Nave Gumi.
Sex symbol de #CiudadDePaso, cantante a viva voz de #Atlántica.
Ciudad de Paso / 19 años

—Oh, sí, nena. Soy genial.

Tenía pendiente desde hacía tiempo actualizar un poco mi biografía de Tuipper. Abracé con todas mis fuerzas el móvil, medio sentado en mi cama, contento por lo bien que había quedado. Deslicé el dedo por la pantalla para que se actualizara, puesto que quería ver las reacciones de mis seguidores cuando viesen lo mucho que me lo había trabajado. Y así me pasé aproximadamente un minuto, a lo tonto.

Nadie se había fijado. Suspiré, apenado; las chicas debían estar tímidas aquel día. Dibujé una mueca en mi rostro y puse el aparato entre mis dedos para escribir cómodamente un mensaje de forma rápida que pronto apareció en mi TL:



Ahora sí que debía haber alguna reacción positiva entre mis admiradoras. Dejé el móvil sobre la cama y me lancé al baño para darme una ducha rápida y calentita, a la par que salía y me afeitaba la poca barba mañanera que tenía. Salí del aseo silbando una canción con la toalla sobre los hombros, desnudo por mi habitación y contemplando cómo el sol entraba por mi ventana saludándome. Tomé el móvil de la cama con ilusión y actualicé Tuipper para ver las respuestas a mi mensaje.

Cero. Nadie se había detenido a hablar de la actualización de mi perfil. Todos comentaban sus cosas; Alec algo acerca de su baraja y Nadhia sobre un incidente de Ciudad de Paso que parecía alargarse mucho tiempo.

¿Qué había hecho mal? ¿Por qué nadie hablaba de mi genial cambio de look? ¡Incluso había puesto unos corchetes guays en mi nombre! Algo no iba bien. Quizás Tuipper bloqueaba mis mensajes a los demás usuarios. Gruñí un poco y me dispuse a volver a tuippear lo mismo una vez más, dispuesto a que alguien me hiciera caso sí o sí.

Y entonces sucedió. Noté cómo el pomo de mi puerta bajaba rápidamente para apartarla y dar acceso al pasillo, donde apareció un moguri con una carta en la mano enviada por Ronin. La inmunda criatura se quedó quieta observando mi cuerpo desnudo mientras mi rostro palidecía y mi mandíbula se quedaba desencajada. Y casualmente pasó Kousen por delante de mi habitación que dedicó un vistazo al interior y descubrió, con horror y asombro, mi orgulloso miembro. Se quedó unos segundos atónito ante mí, igual que yo, y caminó rápido hacia el otro lado del pasillo. No pude reaccionar lo suficientemente rápido para taparme con la toalla.

—Kupó, traigo una carta del señor...

—¡¡Fuera de mi cuarto, bicho inmundo!!

Me lancé a la puerta y cerré de un fortísimo portazo, deseando en mi interior de paso romperle la narizota al moguri. Murmuré toda clase de insultos a su raza mientras me tumbaba de lado en la cama, imaginándome cómo estrangulaba a uno de aquellos bichos con mis propias manos y cocinaba vivo a otro en una caldera.

No podía contener toda aquella furia. Agarré mi móvil de mi lado y comencé a golpear con violencia el teclado táctil, buscando desahogarme de alguna manera de aquel suceso. Pronto vi mi frustración convertida en aproximadamente una docena de tuips sobre todo el tema, de los cuales mi favorito fue uno que decía:



Suspiré largo y tendido, buscando la calma en mi corazón. Aquel debía ser un buen día, no podía dejar que aquello lo arruinase. Me levanté, dejé que mi toalla se cayera al suelo y me dirigí hacia el armario para coger ropa de entrenamiento; no iba a dejar que aquel día empezase mal. Iba a tomarlo por las riendas, con la cabeza bien alta.

Y entonces el moguri volvió a abrir la puerta con la carta en mano. Kousen volvió a pasarse por delante, probablemente para hablar de lo que acababa de suceder, y de nuevo se quedó sin habla.

—¡Señorito Kit, kupó, le digo que traigo una carta del señor Ronin!

—¡¡Fuera!!

Cerré la puerta de otro golpe y me quedé pegado a esta, furioso con el monstruo y mi día completo.

Spoiler: Mostrar

Cameo de Kousen condedido por el propio.

Que no te asuste mi Tuipper photoshopeado, no espero que hagas lo mismo. Es una pérdida de tiempo xD

[Astro]

Ban Oswald abrió los ojos sobresaltado, alarmado por un fuerte ruido. Estaba tumbado en la cama de su habitación, el sol que entraba por la ventana indicaba que el día ya había comenzado y el ruido, proveniente del pasillo, seguía escuchándose. Temiendo que pudiera ocurrir algo, el rubio se levantó a toda prisa y quitó el pestillo de su puerta para descubrir el origen del jaleo: dos moguris se peleaban en medio del pasillo con un montón de productos de limpieza tirados por el suelo. Por lo visto, habían chocado y ambos le echaban la culpa de lo sucedido al otro.

—¡Callaos de una vez, inútiles! ¡Me habéis despertado, demonios!

Y cerró la puerta de un portazo. Justo habían tenido que despertarle esa mañana, la primera que tenía libre desde hacía días y que había reservado para dormir y descansar. El nativo de Villa Crepúsculo no llevaba mucho tiempo en Bastión Hueco, pero lo poco que llevaba estaba siendo toda una tortura física. Le obligaban a entrenar todos los días, y para el sedentario y perezoso Oswald aquello no podía ser más cruel.
Aquella mañana se la habían concedido libre para que pudiera descansar y, sobre todo, para que dejara de quejarse de que le dolía todo el cuerpo. Pero habían tenido que llegar los malditos moguris para fastidiarla.

—Seguro que ahora no me puedo dormir...

Y no pudo. Con el cabreo, se había desvelado por completo y le era imposible concebir el sueño. Tras media hora intentándolo, finalmente re resignó. Se levantó y acudió al baño para darse una ducha rápida y salir vestido con ropa cómoda de andar por casa. Le habían fastidiado el sueño, pero seguía siendo su mañana libre: no pensaba salir de la habitación hasta la hora de comer.

Armado con dos chocolatinas a modo de desayuno, el joven Oswald fue a coger como de costumbre su videoconsola portátil, pero se detuvo al ver otro objeto a su lado: su móvil nuevo. Lo había comprado hacía poco a un moguri (desgraciadamente) de Bastión Hueco, y apenas había tenido tiempo para trastear con él. Hasta ahora. Cogió el móvil, se sentó en la cama, y encendió el aparato para curiosear la aplicación que más le llamaba la atención: la red social Tuipper.

Ban Oswald
@Lord_Oswald
Señor de los Videojuegos. 15 años siendo un gamer orgulloso. Hijo menor de la familia Oswald. Actualmente adaptándome a una nueva vida.
???

Tras comprobar que su biografía estaba a su gusto y repasar sus últimos tuips, el muchacho no pudo contenerse y expresó su enfado mañanero en la red:

Ban Oswald @Lord_Oswald
Demonios, ya me han jodido la mañana los #moguris. Estos bichejos solo sirven para limpiar y para incordiar.

Releyendo lo que había escrito, al chico le vino una pregunta a la mente: ¿qué pensarán los demás sobre los moguris? Con un golpecito en el teclado táctil, Tuipper mostró todos los tuips dentro del hastag #moguris, de los cuales la mayoría eran para comentar lo "monos" que eran esos bichos.

—¿De verdad alguien puede pensar que son monos? ¡Pero si parecen gatos mutantes!

Pero hubo uno que llamó la atención del aprendiz. Un tal Ivan Kit también parecía tener problema con los moguris, además de añadir un comentario sobre pelos en el café que provocó una sonrisita en el rubio. Aquello merecía una respuesta.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 Cuidado con consumir pelos de moguri. Te saldrá un pompón en la cabeza y empezarás a repetir kupó en todas las frases.

Recuperando el buen humor, el joven Oswald abrió una chocolatina con los dientes y siguió curioseando Tuipper mientras desayunaba.

[Soul Artist]

—¡Rumbo a un nuevo mundo!

Pichu, subida a mi hombro izquierdo para ver cómo partía la nave gumi, reafirmó mis palabras levantando su patita hacia el cielo. Despegué la nave y entramos en el intersticio de mundos, dejando atrás Tierra de Partida para dirigirnos hacia nuestro nuevo objetivo. A la porra el entrenamiento con Ronin, me apetecía hacer algo nuevo, algo fresco. Quería visitar algún lugar no visto antes.

Acaricié la cabeza de mi mascota y la tomé del lomo para bajarla al suelo. Retrocedí hasta salir de la sala de mando y me adentré en el pasillo principal de la nave, desviándome hacia el camarote del capitán. Abrí la puerta y Pichu se adelantó para saltar sobre la cama y enroscarse, sabiendo que tendría un ratito para dormir tranquila. Yo, por mi parte, me dirigí hacia el gran mapa del Reino de la Luz.

Tantos mundos que ver y tanto que hacer, pensé para mí mismo. Ya habían podido gozar de mi presencia en bastantes; tantos que me apetecía recordarlos e incluso comentarlos. Saqué el teléfono móvil del teléfono y, con sorpresa y alegría, descubrí una mención. Un tal @Lord_Oswald comentaba mi odio hacia los moguris con una pequeña broma acerca de lo que me sucedería de tomar su maloliente pelaje. Reí para mí mismo y pinché sobre el nombre del chico para descubrir sobre este; un muchacho interesante, cuanto menos. Y compartía mi odio hacia la aquella inmunda raza, al contrario que otros seres humanos como Nadhia.

No dudé ni por un momento. Pulsé sobre el botón de Follow para ver a partir de aquel momento todo lo que el joven tenía que contar sobre sus aventuras en esa nueva vida suya. Y de paso, contesté a su comentario con el mío propio:



Acto seguido, escribí sobre mis viajes. No dudaba en que todo el mundo quería saber todo acerca de mis aventuras y mi vida, así que ¿por qué no dárselas en menos de 140 caracteres? Por supuesto, me ahorré contarles nada acerca de Ciudad de Paso y Tierra de Partida, ya que eran los sitios donde vivía:







Me quedé mirando el mapa de reojo un momento tras hablar de mi última aventura junto con Ocus, el chico atontado y el artista maravilla. Muchos nombres que atormentaban mi mente pidiéndome ser visitados: Selva Profunda, País de las Maravillas, Coliseo del Olimpo... ¿Y adónde iría primero? Era incapaz de decidirme.

Volví a mirar mi Tuipper. ¿Por qué debía decidirlo yo? ¿Por qué no dejárselo a mis fieles seguidores? Tomé el móvil con ganas, comenzando a redactar un mensaje que animara a la gente a comentarme los sitios que ellos mismos habían visitado:



Ahora quedaba esperar.

[Astro]

Cansado de navegar por Tuipper y tras haber acabado su primera chocolatina, Ban dejó el móvil sobre la almohada y cogió su preciada videoconsola de la mesilla de noche. A pesar de su brusco despertar, el chico había recuperado su buen humor: iba a pasar la mañana tirado en la cama jugando a la consola, como habría hecho si siguiera viviendo en Villa Crepúsculo. Y eso le hacía sentir "normal" dentro de un castillo lleno de locos y de cosas imposibles.

Mientras el juego cargaba, el rubio no dudó en informar a la red de su nueva actividad.

Ban Oswald @Lord_Oswald
Mañana de descanso y videojuegos. Jugando al Mariano Kart 7.

Y se puso a jugar a su juego de carreras favorito. Siguió así un buen rato hasta que, tres carreras ganadas después, tuvo que pausar el videojuego para ir a beber algo. Cogió una botella de agua de la pequeña nevera que tenía en el cuarto y volvió de un salto a la cama, pero en lugar de volver a coger la consola optó por mirar si había novedades en Tuipper: tenía una mención. El tal @ElMejor17 había respondido a la broma de los pelos de moguri.



Ban soltó una carcajada con el comentario, imaginándose al chico de la foto con un pompón de moguri en la cabeza. Movido por la curiosidad, pinchó sobre el nombre del susodicho para descubrir un poco más sobre él: su biografía rezaba que era un joven de 19 años de Ciudad de Paso (el hogar de los que habían perdido su mundo, según había leído Ban), y un "Maestro Absoluto de la Magia". Eso sí que era raro, ¿sería un mago? Aunque después de lo que estaba viendo en los últimos días, al pequeño Oswald ya no le sorprendían ese tipo de cosas. Sin pensarlo más, el chico pulsó el botón de Follow.

—Esto parece interesante...

Según sus últimos tuips, el tal Kit había viajado por una buena cantidad de mundos. Extrañado, y sobre todo deseando saber más de mundos desconocidos para él, Ban leyó con atención las palabras que aparecían en la pantalla de su móvil. Mencionaba sirenas, bosques con animales inteligentes, una torre de un mago, e incluso la propia Villa Crepúsculo. Pero hubo un tuip que llamó en especial la atención del rubio:



Arrastrado por su ordenador. Unos juegos. ¿Podía ser...La Red? Pero el joven lo llamaba "Espacio Paranoico", podía ser otro lugar diferente. Aunque a la vez era demasiada coincidencia para ser un error. Ban abrió el recuadro de escribir con la intención de preguntarle a Kit por ese lugar, pero no llegó a pulsar ninguna letra. ¿Qué iba a decirle? ¿Y si estaba hablando de algo completamente distinto? Podía tomarle por loco. Además, en el fondo el aprendiz novato no estaba seguro de querer investigar aquel asunto. No guardaba buenos recuerdos de ese lugar...

Un nuevo Tuip sacó a Ban de sus pensamientos. Ivan Kit pedía a sus seguidores que le recomendaran un mundo que visitar. Una idea, tal vez algo perversa, vino a la mente del rubio. Si de verdad había participado en los mismos Juegos que él, solo había una explicación para que hubiera salido vencedor de allí: aquel viajero de mundos era muy fuerte. Y Ban sabía de un mundo que pondría a prueba el poder del joven: Bastión Hueco. Si era capaz de pisar aquel terreno lleno de sincorazón y vivir para contarlo, tendría la prueba que necesitaba y podría preguntarle directamente.

Además, el chico no conocía de más mundos que recomendarle.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 He oído de un peligroso mundo llamado Bastión Hueco. Oh, valiente explorador, ¿te atreverías a ir?

Obviamente, no podía decirle que él mismo estaba allí, pues debía mantener el asunto de la Llave Espada lo más en secreto posible. Y, en el remoto caso de que acudiera de verdad, tampoco iría a buscarle (demasiado peligroso). Pero, sobre todo, Ban tenía mucha curiosidad por ver qué respondía a su provocación el autodenominado "El Mejor". ¿Cometería la locura de pisar aquel nido de sincorazón?

Era el turno de Ban de esperar una respuesta.

[Soul Artist]

The path becoming clearer
I'm getting closer
And everyday im nearer
To the Salvation Code

Disfrutar de la música entrando por mis cascos era una de aquellas cosas pequeñas que merecían la pena para levantarse día a día. Sentado en la cama mientras acariciaba a Pichu y golpeaba el suelo con mi pie al ritmo de la música me dejaba perder en los ritmos y la letra de la canción. Tenía tiempo para pensar en adónde ir.

A mistad de la canción encendí la pantalla de mi móvil y actualicé Tuipper, encontrándome una mención por parte del mismo chico de los moguris: la respuesta a la pregunta de adónde dirigirme en mi nuevo viaje. Y me dejó sorprendido su propuesta:

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 He oído de un peligroso mundo llamado Bastión Hueco. Oh, valiente explorador, ¿te atreverías a ir?

Gruñí ligeramente al leer el nombre del lugar. Pues claro que había oído hablar de él, al igual que casi había muerto allí. Hordas de Sincorazón, camaleones asesinos gigantes, patadas en las partes nobles de un servidor... Ningún recuerdo bueno, y mucho menos por parte del gitano y el Maestro de todos aquellos traidores. Compañeros míos murieron allí: no quería para nada recordar aquel lugar. Obviamente mi respuesta iba a ser una negativa.

Pero antes de redactar el mensaje algo asaltó mi mente. ¿Por qué no iba a poder? Había muchas razas de Sincorazón que me encantaría poder investigar para mis informes. No podía obviar que ahora era más fuerte que las veces anteriores que estuve allí; podría arreglármelas para sobrevivir. Y lo cierto era que la biblioteca de la ciudad, por peligroso que fuera visitarla, merecía la pena al estar llena de ejemplares de libros de los que no disponíamos en Tierra de Partida. El riesgo podía merecer la pena. Y si de paso podía fardar de ello ante el chico nuevo y otros followers...



Apagué la pantalla del móvil y me levanté con cuidado. Pichu me dirigió la mirada con los ojos muy abiertos, sospechando que la dejaría sola; le acaricié la cabeza y salí del camarote, estirando las piernas al alcanzar el pasillo. Mejor ponerse en marcha cuanto antes.

Spoiler: Mostrar

Aviso: tengo un viaje hasta el sábado. No dejaré de postear por ello, pero sí lo haré de forma más irregular hasta mi vuelta. Espero que no te moleste.

[Astro]

—¡Demonios!

Mientras esperaba una respuesta del chico Kit, Ban había retomado su juego. Pero, absorto en sus pensamientos, no había sido capaz de concentrarse en la carrera virtual y había acabado penúltimo al chocar en reiteradas ocasiones con un plátano gigante.

Irritado, el chico apagó la consola de golpe y se tumbó en la cama con la vista clavada en el techo mientra intentaba relajarse.

"No puedo dejar que cualquier cosa relacionada con La Red me altere tanto, ¡demonios!"

Era cierto. Desde "el incidente", el rubio había notado que se alteraba muchísimo con cualquier tema que se relacionase de alguna manera con lo sucedido en aquel mundo virtual. Incluso había tenido problemas para ponerse delante de un ordenador, algo que era básico para su rutina. Y aunque parecía que lo iba superando con el paso de los días, cualquier chispa reavivaba el fuego.

Algo más tranquilo, Ban volvió a agarrar el móvil para descubrir que ya tenía respuesta a su pregunta. Pero, desde luego, no era la respuesta que el joven Oswald se esperaba.



—Eso no se lo cree ni él —comentó el chico a la vez que soltaba una carcajada.

O el tal Ivan Kit era un mago (o hechicero, o como se llamase) super poderoso, o era un fanfarrón de cuidado. Ban recordaba la única vez que se había atrevido a salir del castillo desde que llegó, y cómo a los cinco minutos había tenido que volver corriendo al verse rodeado de sincorazón. Era imposible sobrevivir ahí fuera sin ser extremadamente fuerte e Ivan Kit, por su foto de perfil, no lo parecía.

—Vamos a seguirle el juego...

Deseando ver adónde llevaba todo aquello, Ban decidió seguirle la corriente. Tras pensar unos segundos, encontró la respuesta adecuada a la pregunta que le lanzaba el chico de las gafas.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 No he tenido la ocasión. Pero estoy deseando ir para matar Sincorazón hasta aburrirme.

El orgullo del joven Oswald había escrito las últimas palabras, pues el chico se negaba a parecer alguien débil ante el autodenominado "El Mejor". Además no era del todo mentira, pues estaba deseando hacerse lo suficientemente fuerte como para poder salir del castillo sin problemas. Solo había que saber leer entre líneas, ¿no?

Los dedos de Ban siguieron escribiendo un nuevo mensaje, buscando una manera de descubrir si el otro joven era un mentiroso o un valiente explorador. Y para eso, ¿qué mejor que la provocación?

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 ¿Estás seguro de que estuviste en Bastión Hueco? He oído que hay que ser muy fuerte para sobrevivir allí, y tú...

Con una sonrisa pícara, Ban dejó el móvil en la cama y se levantó para abrir la ventana del cuarto. El chico asomó la cabeza, admirando las vistas de la ciudad derruida. La respuesta del "intrépido explorador" no tardaría en llegar, y el rubio ardía en deseos por leerla.

¿Le verá aparecer por el cielo de Bastión Hueco o se echará atrás cual cobarde?

Spoiler: Mostrar

Sin ningún problema. No te preocupes si tienes que retrasarte en responder por el viaje

[Soul Artist]

Ya casi estaba en el mundo prohibido. Mientras llegaba había tomado planteado cómo llegar a la biblioteca; aunque hubiese mejorado mis habilidades no podía ir a saco. Los Sincorazón de la ciudad se movían en grupos grandes y algunos de ellos podían hacerme frente ya en solitario; debía medir bien mis límites. En caso de cualquier problema debía estar preparado para volver a la nave, o al menos sacar la Llave Espada para salir volando hasta esta. Aunque esto, claro, podía alertar a los falsos Caballeros.

Comprobé el móvil y me encontré dos nuevas menciones hacia mi persona. Ambas del mismo chico al que había empezado a seguir, ambos referentes sobre mi visita a Bastión Hueco. El primero me hizo gracia; no pude evitar aguantar la risa al leerlo.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 No he tenido la ocasión. Pero estoy deseando ir para matar Sincorazón hasta aburrirme.

—¡Ja! —golpeé con una bofetada mis pantalones, intentando contener la carcajada—. ¡Eliminar Sincorazón, qué idiota! Pobre iluso, ya debería saber que nadie excepto los Caballeros podemos...

Dejé de reír al darme cuenta de lo que significaba aquel tweet. Mi cara se quedó desencajada, intentando procesar la conclusión a la que había llegado.

—... Sólo los Caballeros podemos enfrentarnos a los Sincorazón.

Levanté la palma de mi mano hasta taparme la boca. ¿Era posible? ¿El chico con el que había estado hablando era un aprendiz de Tierra de Partida? ¿Un compañero? Bueno, compañero no era la mejor palabra para describir a alguien alguien que no era capaz de visitar Bastión Hueco todavía, pero el concepto quedaba claro.

Me levanté de golpe sorprendido por mi hallazgo. Sentía el impulso de correr por la nave, dar vueltas a mi alrededor, despertar a Pichu y agitarla para que se enterara de qué pasara. Pero no, debía calmarme. Tener un nuevo fan en Tierra de Partida no estaba mal, ¿pero y si no tenía Llave Espada? ¿Y si, Arceus no quiera, era en realidad de Bastión Hueco? No, aquello era estúpido. Decía que no era de allí.

Claramente, si era un aprendiz, era nuevo en Tierra de Partida. Nunca había visitado Bastión Hueco, lo que impedía que estuviese un año atrás; y además era débil. Comentaba en su perfil algo de un gran cambio reciente en su vida, y claramente se debía tratar de eso.

Pero debía comprobarlo. Pasé de su otro tweet; sólo tenía una pregunta, una muy importante:

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald Déjame adivinar... Eres de #TierraDePartida.

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No me he podido currar por Photoshop en viaje lo del tweet, ya lo siento xD

[Astro]

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Siento el retraso, he tenido problemas con la conexión a internet y han tardado bastante en solucionarlo.

Las vistas de Bastión Hueco desde la ventana de la habitación del joven Oswald le resultaban, de alguna manera, relajantes. Cierto era que no se trataba de un un paisaje bonito, más bien triste y desolador, pero a Ban aquello le parecía mucho más apasionante que la aburrida Villa Crepúsculo, siempre tan simple y tan alegre. Tal vez fuese un efecto secundario de estar encerrado en un castillo lleno de locos, pero Ban había aprendido a ver la tranquilidad y la solemnidad de aquel mundo que tantos odiaban.

Tras estar un rato mirando por la ventana sin llegar a ver ningún vehículo volador atravesar las nubes, el rubio comprobó el móvil. Y en efecto, tenía una nueva mención de parte del tal Kit que incluía una pregunta la mar de curiosa.

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald Déjame adivinar... Eres de #TierraDePartida.

—¿Qué?

Aquello sí que era una sorpresa. ¿Le había tomado por un Caballero de la Llave espada? Bueno, vale, Ban técnicamente sí que era uno aunque llevase poco tiempo como tal, pero no de los de Tierra de Partida, ni hablar. Ahora que lo pensaba, el comentario de matar Sincorazón había estado un poco fuera de lugar: solo los que portaban la Llave Espada estaban preparados para acabar con las criaturas de la oscuridad. Maldito orgullo.

Pero, un momento... ¿Y si él también...? No, no era posible. Desde que había leído su perfil, el pequeño Oswald se había imaginado a ElMejor17 como un mago o hechicero de Ciudad de Paso con una de esas naves que podían volar entre los mundos, ni se le había pasado por la cabeza que él pudiera ser un Caballero de Tierra de Partida. O incluso, quizás, de Bastión Hueco como él.
Por otra parte, si fuese de Tierra de Partida lo habría puesto en su biografía. A los de ese lugar les encantaba autoproclamarse defensores de los mundos y alardear de lo buenos que eran. Menudos idiotas.

Mordiéndose el labio inferior, Ban empezó a escribir una respuesta. Debía controlar su orgullo para mantener su identidad secreta a salvo, y escoger las palabras correctas. Sin embargo, no dejaba de ser un Oswald: no quedaría por detrás de ese Kit.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 Dios, no xD Pero soy un maestro de la esgrima. ¿Y tú, eres de allí? #TierraDePartida.

Ahora la pelota estaba en su tejado. Satisfecho con su contestación, Ban volvió a la cama y retomó su videojuego mientras esperaba una nueva respuesta.

[Soul Artist]

Spoiler: Mostrar

No te disculpes, todos tenemos cosas en ese plan de vez en cuando. Me había preocupado por la Lista de Tramas, ya que sólo en dos de ellas podías participar (eres el único de Bastión Hueco libre xD), pero has aparecido justo a tiempo para poder inscribirte a una.

Detuve la nave al llegar a Bastión Hueco, deteniéndola por encima del mundo donde todavía no se me podía localizar. Me dejé caer sobre mi asiento y me crucé de brazos, deteniéndome a pensar cómo entraría en el pueblo sin que nadie en el castillo se percatara de mi visita. Si tuviese una función de invisibilidad en los bloques gumi todo sería extremadamente más sencillo, pero para mi desgracia no era así.

Lo mejor sería salir de la nave con el mismo Glider, descendiendo al vuelo y alejándome lo más posible del castillo para que nadie viese cómo un pequeño objeto volador se acercaba a la ciudad, como mucho equivocándolo con un Sincorazón volador. Sería un caminito, pero no veía otra opción.

Me dirigí hacia el ascensor de la nave para descender hasta la plataforma inferior. Mientras bajaba tomé el móvil de nuevo y observé una nueva interacción: el muchacho negaba ser de Tierra de Partida.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 Dios, no xD Pero soy un maestro de la esgrima. ¿Y tú, eres de allí? #TierraDePartida.

Entonces no era un Caballero, ni de mi bando ni del contrario. Me sentí profundamente decepcionado, a la par que ligeramente ofendido por el egocentrismo del chico al autodenominarse "maestro de la esgrima". ¡Lo que había que ver! ¿Quién le daba derecho a ponerse a sí mismo el título de maestro? ¡Gente como aquella me sacaba de quicio! No era mi caso, por supuesto, porque yo era un auténtico experto en todo aquello, pero él...

Igualmente no fue lo único que me molestó. Hablaba como si ser de Tierra de Partida fuese algo deshonroso, una vergüenza para cualquiera. La situación entre Tierra de Partida y Ciudad de Paso se había vuelto algo tensa en los últimos meses innegablemente, pero aquello era pasarse. ¿Y qué haría yo? Pues qué remedio que defender a los míos sin dar una respuesta clara.

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald Me he criado casi toda mi vida en #CiudadDePaso, pero debo decir que #TierraDePartida es un fantástico mundo.

El ascensor llegó a la plataforma baja y salí de él, guardándome el móvil en el bolsillo y llevándome la mano al pecho. Presioné sobre un pequeño botón de mi armadura parcial e invoqué toda ella por todo mi cuerpo, con la capa al viento. Invoqué mi Llave Bastón y lo transformé en un Glider, sobre el cual me monté con cuidado de no enganchar mis ropajes.

Spoiler: Mostrar

La nave me teletransportó a su exterior y eché a volar alrededor del mundo hasta localizar la biblioteca desde el espacio. Una vez hecho eché a volar hacia el borde de la ciudad, donde los muros de hielo llegaban, de modo que nadie en el castillo pudiera verme, absolutamente nadie. Descendí lo más rápido posible vigilando para no caer directo en un nido de Sincorazón.

Pero antes de llegar a tierra me permití sacar el móvil de mi armadura y fotografiar el bastión a lo lejos, en pleno vuelo. Con un movimiento de dedos lo envié a Tuipper, donde se publicó con la etiqueta automática de #BastiónHueco.

Estaba hecho. Sólo quedaba alcanzar la biblioteca vivo.

[Astro]

—¡Bien!

Victoria. Con la mente de nuevo en su sitio y sin pensar en lo que no tenía que pensar, Ban volvía a ser un hacha con los videojuegos. Y daba igual qué tipo de juego fuera (carreras, plataformas, shooters, RPGs...), no encontrarías a nadie en todos los mundos más hábil en ese terreno que el joven Oswald. O eso pensaba él.

Contento por cómo estaba trascurriendo la mañana, y tras una rápida visita al cuarto de baño, Ban volvió a consultar su Tuipper. Como era de esperar, el chico con el que llevaba toda la mañana hablando había dejado una nueva respuesta:

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald Me he criado casi toda mi vida en #CiudadDePaso, pero debo decir que #TierraDePartida es un fantástico mundo.

El rubio arqueó una ceja, sorprendido por la respuesta. Aunque no es que fuese una respuesta en condiciones, pues no había dado ni un sí ni un no a la cuestión de si era de Tierra de Partida. Pero viendo su opinión sobre el mundo de los lucecitas, seguramente era un fan o algo así. Si fuese un Caballero de verdad habría ido anunciándolo a los cuatro vientos mientras enseñaba su Llave espada.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 Yo he oído lo contrario, nada bueno. Me gustaría ir a comprobarlo algún día...#TierraDePartida.

En cuanto estuviese preparado y pudiese moverse por los mundos con libertad, Ban tenía en mente un viaje a Tierra de Partida. Quería verla con sus propios ojos y comprobar si el ambiente de allí era tan chupa-cerebros como le habían contado, quería ver la otra cara de la moneda. Aunque, quien sabe, igual le secuestraban y le convertían en uno de ellos. La curiosidad mató al gato, ¿no?

Mientras esperaba a que el chico Kit anunciara su llegada a Bastión Hueco, el rubio retomó su juego. No pasó mucho tiempo hasta que en el Tuipper del joven apareciese una foto de un castillo que Ban conocía muy bien, pues vivía en él. ElMejor17 había llegado a Bastión Hueco, o eso decía.

—No puede ser...

El muchacho se lanzó a toda velocidad a abrir su ventana y se asomó, buscando algún objeto volador por el nublado cielo. Pero no se veía nada, ni a nadie. La foto era sin dudas del castillo, mas bien podía ser un truco o una foto de otro que había subido a su cuenta. Por otra parte, si de verdad estaba allí fuera tendría que estar luchando con una plaga de sincorazón, por no hablar de si Alexis u otro de los aprendices veteranos le encontraban le usarían para hacer sopa.

Era la hora de la verdad. Si ese chico podía sobrevivir ahí fuera significaba que era lo suficientemente fuerte como para haber ganado unos Juegos. Pero necesitaba más pruebas, necesitaba verle. Veloz como el rayo, Ban tecleó un nuevo mensaje en su móvil dirigido al "recién llegado".

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 ¿Ese es el castillo? Mola. Dicen que allí vive gente, ¡acércate a ver si les puedes hacer una foto! #BastiónHueco

Nada más envió el mensaje, el chico volvió a asomar la cabeza por la ventana en busca de algo que se moviera. Ya fuera por tierra o por aire, si estaba allí le vería. Solo tenía que acercarse un poco al castillo.

Pero por ahora, solo podía mirar y esperar.

[Soul Artist]

Avanzar por la ciudad no era tan fácil como había pensado en primera instancia. Los Sincorazón eran mucho más numerosos de lo que recordaba de mi primera visita; cada pocos pasos debía correr a esconderme en un callejón oscuro o en el interior de alguna casa abandonada para no ser localizado por una nueva criatura oscura que surgía de alguna esquina.

Sabía que en cuanto fuese localizado tendría que salir por patas. No hacía falta recurrir a mis investigaciones para saber lo obvio: los Sincorazón se movían no por la vista o el olfato, sino por los corazones. Si tantos había por la ciudad era porque claramente habían notado mi presencia, lo que era perfectamente comparable a comida a domicilio gratis. Si uno sólo me encontraba estaría vendido, puesto que todos los demás de la zona acudirían también; y aunque podía hacerme cargo de un camaleón gigante una docena podía cambiar un poco las cosas.

Arrinconado en la esquina de uno de los callejones oscuros chasqueé la lengua y, pegado a la pared, eché un vistazo al panorama que me aguardaba. Dos Sincorazón redondos y grandes, sin rastro alguno de emblema en su cuerpo, flotaban hacia mi dirección a unos diez metros de distancia. Me aparté de inmediato y me agaché para retroceder lo máximo posible por el callejón, escondiéndome tras unos cubos de basura.

No tardaron en llegar y en comenzar a inspeccionar el callejón. Los pelos se me pusieron de punta al notar su movimiento agitado en mi búsqueda, a la par que abrían y cerraban su boca haciendo sonar sus dientes hechos de oscuridad. Tragué saliva y aguardé en mi posición en silencio; si era localizado no tendría más opción que hacer uso de mis Carámbanos para distraerles y e invocar mi Glider con el objetivo de salir del mundo. Pero, al menos por el momento, no podía invocar mi Llave Espada; aquello llamaría la atención no sólo de aquellos dos seres, sino de los de todo el mundo. Quizás, incluso, de los Señores del Castillo, si es que no sabían ya que me encontraba allí por aquellas figuritas que mostraron la localización de todos los aprendices durante el incidente del Ocaso.

Uno de los dos Sincorazón se acercó a mi posición a investigar los cubos de basura, dándome un susto de muerte. Noté cómo una gota de sudor frío me recorría la frente mientras la bola miraba fijamente los cubos, conmigo al lado completamente quieto. ¿Me había distinguido entre todas aquellas cosas? No podía ni moverme, pues si lo hacía claramente me iba a localizar.

Pero la cosa no hacía más que empeorar. El Sincorazón se acercó hasta escasos centímetros de mí, cerrando y abriendo su boca. Aquel sonido sacaba lo peor de mí: mi corazón estaba a punto de saltar por mi garganta del miedo. Cerré los ojos mientras notaba que se acercaba, intentando no mover ni un músculo, aunque resultaba difícil cuando temblaba como un flan por la situación. Iba a morir.

No podía aguantarlo más. Me dejé llevar por el pánico y saqué el móvil de mis bolsillos, atacando a la criatura con el flash de la cámara de fotos; mi ofensiva tuvo un éxito mayor del que esperaba, pues durante un segundo el Sincorazón se sintió confuso a la par que cegado. Sin embargo su compañero se encontraba perfectamente, comenzando a soltar alaridos como un loco.

Ya que la había cagado mejor hacerlo con estilo. Invoqué mi arma e invoqué unos Carámbanos para distraer al segundo Sincorazón; en cuanto mi hechizo le alcanzó salí corriendo del callejón, tirando los cubos de basura a mi lado para entretener al Sincorazón cegado. Giré a mi izquierda, el camino hacia el castillo, y no me detuve en absoluto en mi carrera.

Notaba cómo más Sincorazón que aquellos dos me pisaban los talones, deseosos de arrancarme la piel para alcanzar mi corazón. Debía encontrar un buen lugar para invocar el Glider y salir de aquel mundo lo más rápido posible, pero el proceso podía tardar unos segundos demasiado valiosos para mí. Encontrar un descanso podía ser difícil, ¿pero qué podía hacer yo?

En aquel momento no lo sabía, pero la foto que había hecho al Sincorazón se había mandado a Tuipper. Había activado la opción de colgar fotos de forma automática con el hastag #BastiónHueco antes de salir de la nave para poder hacer la foto del castillo en el aire, y ahora una imagen del enorme careto de la esférica sombra se encontraba en forma de tuip en mi TL. Y con el jaleo que estaba montando con todos aquellos Sincorazón persiguiéndome no iban a tardar en localizarme...

[Astro]

—Vamos... ¿Dónde demonios estás?

Desde la ventana de su cuarto, Ban no conseguía encontrar al supuesto visitante que había llegado al mundo. Tampoco es que fuese fácil ver algo desde tanta altura, pero una nave Gumi era fácil de reconocer aún desde lejos. A no ser que al chico Kit se le hubiese ocurrido la estúpida idea de aterrizar e ir a pie, pues o ya estaría devorado por los sincorazón o tendría que poderse ver algún signo de pelea por la ciudad.

¿Le estaría tomando el pelo?

Empezando a ponerse de mal humor, el rubio actualizó Tuipper para descubrir que la cuenta de @ElMejor17 tenía un nuevo tuip. No era una contestación al anterior comentario de Ban, ni siquiera había texto, solo el hastag #BastiónHueco y una foto que podría definirse como curiosa. Por no decir desagradable.

—¿¡Qué demonios es eso!?

Parecía una especie de enorme cara completamente negra y redonda, como si le hubieran hecho una foto directamente a la cara de un sincorazón. Pero, ¿qué significaba esto?
Ban le había pedido que se acercara al castillo para hacerle una foto a sus habitantes y ahora se encontraba con esta foto de primera plana. Un momento, ¿podría ser...?

—¡Será cabrón!

Ahora lo entendía. El chico Kit había representado a los habitantes de Bastión Hueco con una foto fea y desagradable, era una burla hacia ellos. ¡Una deshonra hacia el orgullo Oswald! El chico no estaba seguro de si de verdad estaban en el mismo mundo o no (podía estar tirando de montajes o fotos de otros), pero empezaba a tocarle las narices. ¿Quién se había creído?

Enfadado, el rubio abrió su Tuipper para mandarle un nuevo mensaje cargado de sus más buenas intenciones. Nótese la ironía.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 Si de verdad estás en #BastiónHueco, procura que no te coman. Sería una auténtica tragedia.

Malhumorado, Ban se sentó en el alfeizar de su ventana a esperar. Desgraciadamente, no podía hacer más sin desvelar su tapadera. Cualquiera que defendiese a Bastión Hueco debía pertenecer a ese bando pues, al fin y al cabo, ellos eran los "malos" de la película.

Por un momento, al pequeño Oswald le pareció distinguir una silueta humana moviéndose entre las calles de la ciudad. Pero fue un breve segundo, que bien podría habérselo imaginado. Ni siquiera le dio importancia. Se limitó a seguir observando la ciudad mientras maldecía mentalmente al idiota gafotas del Tuipper y esperaba una posible respuesta.

[Soul Artist]

¡No quiero morir! ¡No quiero morir!

Me había refugiado en el interior de una casa en ruinas tras una mesa volcada, observando a través de la ventana rota por la que había entrado cómo toda una horda de Sincorazón corría en dirección al castillo. Sí que la había hecho buena: aquello debía ser mínimo una cuarta parte de la población no humana del mundo, y todavía no habían aparecido los Sincorazón más grandes como las Armaduras. Tragué saliva desde mi posición, sabiendo que al menos durante un rato no podría salir. La situación no estaba para nada en calma.

La había hecho buena. Estaba atrapado en el mundo de aquellos que deseaban ver mi cuello bien triturado entre sus manos, había armado un jaleo bien gordo y además me estaba comenzando a entrar el hambre. Claro, no había desayunado en Tierra de Partida, y ya lo decía mamá: aquella era la comida más importante del día. El estómago me rugía mientras me suplicaba algo que llevarme a la boca, y lo único comestible de la zona parecían ser los Sincorazón redondos y gordos. No debían saber muy bien, igualmente.

Tenía que distraer mi mente con lo que fuera. Lo único con lo que contaba era con mi teléfono móvil, el cual saqué del bolsillo para ver cómo le iba a mi nuevo amigo anti moguris. Encontré tres menciones suyas bastante agradables que me hicieron olvidar mi difícil situación:

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 Yo he oído lo contrario, nada bueno. Me gustaría ir a comprobarlo algún día...#TierraDePartida.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 ¿Ese es el castillo? Mola. Dicen que allí vive gente, ¡acércate a ver si les puedes hacer una foto! #BastiónHueco

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 Si de verdad estás en #BastiónHueco, procura que no te coman. Sería una auténtica tragedia.

¡Qué majo! El chico see preocupaba por mí, seguramente debido a mi último tuip accidental a la cara del Sincorazón. Me acaricié la nuca con una sonrisilla y tomé el móvil sin vibración para escribir una respuesta decente al muchacho:

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald Tranquilo, chico. Casi me atrapan, pero me he cargado a la mayoría con mis hechizos #Electro.

Considerando, claro, que el flash de mi móvil funcionaba por electricidad y que había cargado los ojos de los Sincorazón con luz. Un poco rebuscado, pero funcional.

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald ¿No lo sabes? El castillo de #BastiónHueco no se puede visitar. Lo residen asesinos destructores de mundos. Cosa mala.

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald El castillo de #TierraDePartida sí que mola. Tienen un genial cocinero y sus habitantes son súper majos.

Dejé de tuippear cuando escuché el ruido de la boca de una de aquellas bolas oscuras. Escondí mi móvil entre mi ropa y me giré con cuidado para observar a mi enemigo, desplazándome con sumo cuidado.

[Astro]

—¡Sí, chúpate esa, cabrón!

Aburrido de estar mirando por la ventana sin ver nada claro, Ban había recogido la consola de la cama y había vuelto al alfeizar a jugar. De vez en cuando desviaba la vista para examinar el exterior del castillo, pero había encontrado mayor diversión en el juego de carreras. Se imaginaba que uno de los corredores, el fontanero rojo que siempre le intentaba quitar el primer puesto, tenía la cara de @ElMejor17. Y disfrutaba como un loco adelantándole y haciendo que chocara. ¡Sufre!

Después de terminar dos carreras (en el primer puesto, como era obvio), el rubio se levantó del alfeizar para beber agua y de paso comprobar el móvil. Para su sorpresa no solo tenía una mención en Tuipper, tenía tres.

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald Tranquilo, chico. Casi me atrapan, pero me he cargado a la mayoría con mis hechizos #Electro.

Sí, claro. Eso sí que olía a trola desde lejos. Si fuese verdad, habría visto tal masacre desde la ventana.

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald ¿No lo sabes? El castillo de #BastiónHueco no se puede visitar. Lo residen asesinos destructores de mundos. Cosa mala.

Ban enarcó una ceja, ofendido. Era verdad lo que decía el Maestro Ryota, de esa manera era como veían los demás a los miembros de Bastión Hueco. ¿Cómo podía estar la gente tan ciega?

『Ivan Kit』 @ElMejor17
@Lord_Oswald El castillo de #TierraDePartida sí que mola. Tienen un genial cocinero y sus habitantes son súper majos.

—Normal, les vacían el cerebro y solo saben sonreír y obedecer...Aunque es fácil que la comida de allí sea mejor.

Si había algo que odiaba Ban de Bastión Hueco, era la comida. Acostumbrado a platos exquisitos y de la mejor calidad, lo que servían allí parecía moco de moguri. El rubio rezaba en cada comida por conseguir pronto el permiso para viajar con libertad entre mundos para volver a Villa Crepúsculo y coger provisiones.

Volviendo al tema que le ocupaba, el chico Kit cada vez cabreaba más al joven Oswald. Parecía tener en un pedestal a los idiotas de Tierra de Partida, y encima iba por ahí alardeando de ser el mejor y que podía sobrevivir en Bastión Hueco. Já. Pero como siguiera calentándose, al final el rubio iba a acabar delatándose como Caballero.

Tenía que morderse la lengua (o los dedos, en este caso) y zanjar la conversación. Si, por un casual, de verdad había venido a Bastión Hueco, peor para él. Acabará en el estómago de un sincorazón, y desde luego no sería culpa de Ban.

Ban Oswald @Lord_Oswald
@ElMejor17 No hay creerse todo lo que cuentan. A veces los malos no son tan malos y los buenos no son tan buenos.

Qué poético le había quedado, aunque en el fondo lo que Ban quería era llamarle gilipollas e ignorante. Resignado y maldiciendo mentalmente al gafotas, el pequeño Oswald añadió un último tuip antes de apagar el móvil.

Ban Oswald @Lord_Oswald
Hora de ir a entrenar, cierro esto. #TuipperOff

Y apagó el móvil para evitar tentaciones. El Maestro le había dejado muy claro lo de guardar las identidades como portadores de la Llave espada con mucho cuidado, y Ban sabía que si seguía hablando con ese chico acabaría cagándola. Su orgullo le podía, y era mejor prevenir que curar.

—En fin...

Con un largo suspiro, Ban tomó la opción de invertir lo que quedaba de mañana en entrenar. Por lo menos, le serviría para despejar la mente y relajarse. Se cambió de ropa a un chándal con zapatillas y quitó el pestillo de la puerta.

El gimnasio y la tortura le esperaba.

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Último post por mi parte. Un placer haber compartido mi primer encuentro contigo, Narra ^^

[Soul Artist]

Y vuelta a correr.

Aquello era un no parar. Me paraba para esconderme y casi de inmediato volvía a salir corriendo huyendo de un grupo de Sincorazón; volvía a ocultarme y, de nuevo, me abalanzaba a una carrera por mi vida. Nunca más haría caso a un desconocido de Tuipper por sólo chulearme, nunca más. Promesa de Ivancito.

Las esferas de oscuridad habían ganado interés por mí aquel día, claramente. Había pasado de un par de ellos en mi búsqueda a toda una marea de aquellos bichos abriendo y cerrando la boca como locos, con sus diminutos ojos pegados en mi nuca y su oscuro aliento abrazándome con desesperación. Calculé la presencia de unos diez de ellos tras de mí como mínimo, sin otros tipos de Sincorazón a la vista.

Llegué a la plaza en la que todo el Ocaso comenzó y me detuve para recuperar el aliento: el ejercicio físico no era lo mío. No podía seguir corriendo, y menos con el castillo justo delante de mí. Morir comenzaba a ser una potente opción con tal de dejar de soportar aquella tortura.

—¡Vamos! —grité volviendo a invocar mi Llave Bastón, tomándolo con las dos manos y cargando todas mis energías mágicas con mi Magia Doble—. ¡Venid a por mí!

Las Esferas Devoradoras (por llamarlas de algún modo) se abalanzaron sobre mí, a lo que contesté con tres Electro simultáneos que se dirigieron hacia tres de las criaturas. Ninguna de ellas cayó por mi potente rayo, por lo que volví a contestar con tres Hielo que volvieron a alcanzar a los mismos enemigos. Con esto, según mis cálculos, quedaban siete; pero mis energías mentales se habían agotando. Era demasiada magia gastada de golpe.

—¡Joder!

Anulé los efectos de mi Magia doble y caminé hacia atrás con mi cuerpo agotado, vigilando a los Sincorazón frente a mí. Intentaba contener mi jadeo, pero claramente no podía entre la carrera y todo aquel ejercicio mental. Iba a desfallecer de un momento a otro, y con todos aquellos Sincorazón tan cercanos sabía que no iba a vivir para contarlo.

Pero mientras retrocedía mi cuerpo fue a chocar con el de otra persona. Me giré para identificarla, pero la palabra Morfeo resonó en mi mente mientras mis ojos se cerraban y mi cuerpo dejaba de responder.

Al menos podría descansar...

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¡Fin del Encuentro! Astro, lo mismo te digo, un placer. Seguimos en el siguiente automáticamente, que entre los dos con un poco de suerte ya serán Nivel 5 ;^)