— Lo siento, Mei. Siento mucho todo lo que te ha pasado… Piensa que todavía te quedan cosas aquí, ¿verdad, Happy? —Bavol intentó animarme, le sonreí, tenía razón aún tenía a Happy—. Eres una Caballero de la Llave Espada, tienes la gran misión de ayudar a los buenos, tienes a tu gatito, sabes mucho sobre electricidad, seguro que una chica tan guapa como tú tiene montones de chicos… Hay muchos motivos para estar contenta.
Sonreí a Bavol mientras me decía todo eso. En verdad era un chico muy optimista, y bastante bueno. Aunque solo pensase en proteger lo bueno y nada más...
— Creo que debería irme…
— Ojalá lo de los chicos fuera cierto...
Bavol no podría salir así que me levanté a abrirle la puerta, mientras miraba dubitativa al chico, Happy se acercó a él con ojos de no querer que se fuera parecía querer jugar con él más. Pasar el día jugando, algo que yo casi olvidaba por mis cambios de humor cuando estaba sola o con alguien. Happy se despedía de él y yo también, cuando se fue cerré la puerta mientras miraba que podía hacer, ¿quizá leer un montón más de libros?
Happy decidió otra cosa, jugar. Y yo viendo las ganas que tenía no pude dudarlo... ¡Hacía algo de tiempo que no jugábamos todo el día! Podría dejar por un día de leer para hacer feliz al gato llamado feliz.