Kemu 'Mei' Yang
Saeko
Cronología:
Mei: Encuentro Una Noche para pensar > Encuentro ¿Te vienes?
Saeko: Encuentro Diversión > Encuentro ¿Te vienes?
Ciudad de Paso
Era fin de semana, al fin, en la peculiar ciudad que recibía cientos de visitantes, de quién sabe cuántos mundos, diariamente. El sol pegaba fuerte en pleno día, los niños corrían jugando de un lado para otro en el Distrito 1, ignorando las advertencias sobre los Sincorazón, mientras que muchos adultos se dedicaban a almorzar.
El caso de Roxana sí fue un poquito diferente, había oído hablar sobre un nuevo restaurante bastante interesante que le llamó enormemente su atención: El Genuine Fake. Por lo que la joven muchacha abandonó sus tareas diarias para ir a comer.
En cuanto entró comprendió las razones por las que hablaban bien sobre aquel establecimiento. Exquisitamente cuidado, bien iluminado, muebles aparentemente caros y obras de arte ilustradas en las paredes:
El lugar se hallaba a rebosar de gente y el olor a comida cargaba el ambiente; niños corriendo por las mesas y provocando a los camareros dolores de cabeza, hombres recién adultos celebrándolo con alcohol por todo lo alto, y numerosas familias tomando el almuerzo del día. Roxana no esperó y se sentó sobre una silla, junto a la barra. Esperó, esperó, y esperó… pero nadie acudió. Los camareros debían de estar muy ocupados.
—¡Ey! ¡¿Qué pasa aquí?! ¡Llevo diez minutos esperando y nadie viene a atenderme! ¡Eh, tú! —Y se dirigió a la primera camarera que pasó, señalándola. Ella no lo sabía, pero se trataba de Mei, aprendiza de Tierra de Partida. Roxana había ojeado tantas veces el menú que se había memorizado todo lo que quería degustar— ¡Sí, ven aquí! Mira, quiero para picar un poco de Salmón de Atlántica con alioli, también unos cuantos pistachos y Champiñones del Boque de los Enanos. De primer plato una Sopa de Paso. De segundo un Filete de Buey. De postre un Pastel de Santa Claus y para beber una Heartless de naranja. —Y terminó de hablar, ciertamente, puede que pillase a la muchacha por sorpresa, pues hablaba a una velocidad impresionante, tanto, que cualquier camarero sin experiencia se hubiese perdido en el primer plato— ¡¿No me has oído, o te lo tengo que repetir dos veces?! —Sin duda era una muchacha de carácter
Si Mei se fijaba mejor, vería que Roxana vestía unas grandes botas color rosa muy bien cuidadas, junto con medias color castaño oscuro y una falda blanca cubierta por cinturones, donde descansaban dos revólveres. Ésta vestía un corsé del mismo color que las medias, haciendo juego con el enorme sombrero oscuro donde reposaba una preciosa rosa. Sus guantes eran también color rosa, y sus ojos eran tan rojizos como su cabello, el cual se dividía en dos enormes coletas de peculiar forma.
Por otra parte, lugares de esa clase no solo ofrecían diversión a los habitantes de la ciudad, sino que ayudaba a otros a guardar secretos o pasar información confidencial...
—Aquí tienes, supongo que con esto ya está todo.
—B-bien… e-entonces me encargaré d-de que le llegue… Buen día…
Y la muchacha de piel pálida y cabello plateado, conocida como Yukiko por algunos, se marchó del local, dejando al hombre rubio y a su acompañante en la mesa.
—Me gustaría quedarme aquí un poco más para almorzar, tenemos todo el día a fin de cuentas.
Su acompañante asintió, y ambos esperaron a que alguien les atendiese. Y así, un día más comenzaba.