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―Y aquí estoy ―pensé en voz alta tras subir todos aquellos escalones que separaban el coliseo de Tebas. ¡Estaba agotado solo de subirlas!
Numerosos guerreros estaban también allí, había un gran movimiento por toda la plaza que quedaba frente al enorme estadio y puestos de mercaderes se veían allí y allá vendiendo bebidas energéticas con el nombre de algún que otro héroe.
Y por supuesto, también había peluches de Fyk, también conocido como "Blue Kid" y como no, a su lado estaba otra figura que se asemejaba peligrosamente a mí ―con dos brazos― y con un cartelito al lado que indicaba el apodo por el que se me conocía en aquel mundo; Scarfman.
Algunas personas de los alrededores parecieron reconocerme ya que me miraron con admiración, bueno no me extrañaba que Fyk y yo fuésemos populares en aquel mundo teniendo en cuenta que habíamos no solo ganado una copa, sino que habíamos salvado Tebas del ataque de la Armadura de Gárland.
El mismo que me había humillado de aquella manera.
Me abrí paso entre el enorme gentío, un tanto sofocante hasta llegar a la puerta que llevaba a un enorme pasillo que conectaba con las gradas, pero en mi caso, siendo un participante viré hacia una sala en la que un pequeño sátiro registraba a los combatientes. La cola era enorme, y parecía que rechazaba a la mayoría que querían inscribirse por alguna razón. Me extrañaba un poco, ya que todos tenían el mismo ticket para participar que yo, lo que quería decir que habían sido invitados también.
―¡Dos palabras! ―exclamó Phil―. Sin una pareja no puedes participar.
―¡Han sido seis palabras! ―gritó indignado el luchador que llevaba un casco de bronce mientras abandonaba la estancia.
¡Nadie me había dicho nada de eso de tener que tener una pareja!
A toda velocidad abandoné la cola y salí a las puertas del coliseo. ¡Tenía que encontrar a un guerrero que tuviese pinta de ser fuerte!
―¡Tengo que buscar a Zack! ―se me encendió la bombilla.
Zack era un fanático del coliseo y nunca se perdía uno, ¡tenía que estar cerca!