[Especial libre] El laberinto de los corazones

[Tidus Cloud]

Un nuevo Aprendiz se unió a su pequeño grupo y dos caminos tenían ahora a su disposición: intentar abrir una puerta entre dos o seguir avanzando ignorando aquella puerta. Bavol estaba convencido de que el camino indicado estaba tras esa puerta, pues exigía tener una Llave Espada y que además trabajaran en equipo. Seguro que era lo que quería el moguri…

—Ey, Colibritany, ¿qué tal si me echas una mano con esto? —le sugirió Bavol a la Aprendiza mientras invocaba su Llave Espada.

El gitano apuntó con su Llave Espada a la puerta y esperó a que Colibritany (o en su defecto alguno de los otros presentes) le ayudara para abrir aquella puerta. En el hipotético caso de que nadie quisiera ayudarle, no tendría más remedio que seguir por el único camino por el que podía avanzar.

[Zodiark]

Llegamos a una nueva estancia, de nuevo los cuatro juntos, sin separarnos, y saqué la brújula para comprobar adónde nos podían llevar las diferentes rutas.

Al norte, una puerta. Comencé a hacer cábalas y me percaté de que, si íbamos por el norte, volveríamos adonde estábamos. ¿No acabábamos de venir del norte? ¿O quizá había algo más? Una puerta con dos cerraduras... Sí, tenía que esconder algo.

Los otros dos caminos seguían hacian el sur o hacia el este. Lo más lógico si queríamos continuar avanzando por el laberinto era optar por una de esas rutas, pero de pronto Light alzó la Llave Espada en dirección a la puerta norte, apuntando a una de las cerraduras con su arma. Como tenía mucha curiosidad por saber qué se ocultaba tras ese portón, y como Light ya había tomado la iniciativa, decidí seguirle e hice lo mismo con mi Pétalo de Hada.

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Puerta norte.

[Mentos]

Dejaron atrás la sala en la que se encontraban y acabaron llegando a otra zona junto con un nuevo aprendiz unido a ellos. El nuevo lugar contaba con dos opciones disponibles: cruzar una puerta dorada por el norte en la que aparentemente se necesitaba usar dos llave espadas en coordinación o en su defecto continuar por un camino hacia el este.

<<Me pregunto que habrá dentro de la puerta considerando que se necesita a dos...>>

—Ey, Colibritany, ¿qué tal si me echas una mano con esto? —sugirió Bavol mientras invocaba su llave espada.

—No —respondió tajante.

Pasado un segundo, Colibritany volvió a hablar:

—Es broma, querido. Claro que te ayudo —respondió con un tono sensual—. A mí también me interesa saber que hay tras ella.

Dicho aquello, materializó su llave espada y la apuntó dirección a la puerta junto con el chico moreno, esperando abrir el portón y poder cruzarlo, continuando hacia el norte.

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Intento abrir la puerta junto con Bavol que supongo que funcionará xD si no, avanzo por el este

[Darkness Seeker]

Finalmente, con ayuda de uno de mis compañeros, entramos en la gran sala. La cámara resultó ser un hibernadero de dimensiones interesantes. A nuestro alrededor toda clase de flores gigantes y bellas se retorcían poco a poco, como si estuvieran vivas.

—Wow, este sitio es genial

—La verdad es que es precioso

Sin embargo, al poco de llegar, a lo lejos se abrió otra puerta. Y por ella entró una figura que ya recordaba y reconocía por anteriores misiones: Saeko.

—¡Ah! ¡Tú eres la fanática de Ryota, la que quedó con Nadhia en el Reapers' Game! Eh... ¿Saeko...?

—Sí, es ella, Saeko... —le respondí pese a no saber nada de ese al "Reapers Game" —¿Tú también est...?

Un ruido me cortó a frase. Más bien, un chillido. Al que le siguieron varios, miles más. Las flores estaban comenzando a expandirse por la habitación, y la puerta se había cerrado sin apenas darnos tiempo a acercarnos a ella.



—¡Intentaré abrir la puerta! —chilló el chico que me acompañaba—. ¡Busquen
algo de adentro que pueda ayudarnos!

—¡Entendido!—le respondí mientras invocaba mi llave Espada.—¡Cuidado Saeko!

Sin perder un segundo, lancé dos Piros, uno para cada uno, hacia las plantas que más cerca estaban de Saeko, esperando que éstas ardieran y se quemaran. Después de eso, me limité a inspeccionar con la mirada algún botón o mecanismo que pudiera abrir la puerta, sin alejarme demasiado del chico en la puerta. Si alguna planta atacara a Saeko mientras buscaba la manera de abrir las puertas o se acercaba alguna planta a nosotros, respondería a base de Piros y de mi Cadena del Destino.

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¡Suerte!

*Neru lanza dos piros contra las plantas que estén más cerca de Saeko.
*Desde su Posición, busca algo con forma de mecanismo para abrir las puertas, si las encuentra se dirige hacia ello.
*Si alguna planta ataca o se acerca a Saeko y/o a Xefil, Neru trata de ahuyentarlas con Piros y su Látigo de Cadenas

[H.S Sora]

Estuve a punto de estallar en una sonora carcajada cuando me reuní de nuevo con tres de los compañeros con los que había atravesado el primer portal. Me resultaba irónico pasar de ser seis a ser dos, luego a estar yo solo y de nuevo volver a encontrarme con mi equipo casi al completo.

No tenía ningún problema con ellos, por lo que avancé en silencio mientras pensaba en el trozo de diario que tenía en el bolsillo... ¿acaso nos había mentido con lo del arma definitiva y no existía tal cosa? ¿O había algo más que no encajaba tal y como debía? Más me valía adivinarlo pronto, que cuando fuese demasiado tarde.

Entonces me percaté de que mi equipo se había parado frente a un nuevo y peculiar lugar donde había dos opciones de nuevo; una gran puerta en dirección norte y que necesitaba de dos aprendices a la vez para que esta fuese abierta, y un camino hacia el este que no parecía esconder nada del otro mundo.

Por suerte ahora que éramos tantos, cumplíamos el número de miembros necesarios de sobras, y por lo visto mi equipo también se fijó en la ruta norte que conducía el interior de aquella puerta.

Justo cuando iba a ofrecerme yo primero para abrirla — necesitando de la ayuda de uno de mis compañeros de todas formas — cuando el chico que parecía un niño se lo propuso a una de las dos chicas que iban con nosotros, una tal Colibritany según llegué a entender.

Esperé a que ambos lograsen abrir la puerta con sus respectivas Llaves Espada y si la puerta solo permitía que pasasen ellos dos y que luego hubiese que repetir el proceso de abrirla, le pediría ayuda a la chica restante mientras apuntaba mi Llave Espada hacia la cerradura de la misma manera en que lo habían hecho aquellos dos. Si por un casual la chica se negaba — aunque no veía motivo para ello, la verdad — no tendría más remedio que avanzar por el este yo solo.

Pero si se daba el caso de que la puerta tan solo tuviese que ser abierta una vez y fuese accesible para todos, no dudaría en entrar y tratar de interaccionar con mis nuevos compañeros:

—Parece que por ahora seguimos el mismo camino así que me gustaría saber vuestros nombres —diría sonriendo— yo soy Saito y —señalaría a la chica que había ayudado al chico a abrir la puerta— creo que tu eres Colibritany si no voy muy errado. ¿Y los demás? —preguntaría mientras estuviésemos avanzando, tratando a su vez de fijarme en mi alrededor para estar alerta a cualquier cosa que pudiese suceder, o a cualquier tesoro que pudiésemos encontrar.

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Saito irá por el portón una vez lo hayan abierto Bavol y Colibritany, o tratará abrirlo con Keiko si se da el caso de que necesite ser abierto para cada uso. En caso de que esta no quiera ayudarlo, Saito irá en dirección este.

[Marioxulo]

Aquel camino resulto ser mucho mas pequeño de lo que parecía ser a simple vista. SIn embargo, en uno de los lados, pude ver una puerta entreabierta. Así que decidí adentrarme en ella. Y entonces....

—¡Hostia, pero si es un cofre!

A diferencia de con la puerta anterior, y con aquellos malditos perros, en esta había sido afortunado. Dentro del cofre había una panacea, la cual me guarde inmediatamente. Me podía ser muy útil en un futuro. Pero ahora tenía que elegir de nuevo el camino por el que avanzar. Tenía dos opciones, o avanzar por donde antes nos separamos, en aquellas grandes puertas, o volver sobre mis pasos y andar hacia el oeste. No estaba seguro, pero como tenía que volver hacia atrás en mayor o menor medida, decidí ponerme en camino.

Entonces, por el camino que habían elegido antes mis compañeros pude escuchar gritos y bastante ruido. Mis dudas de por donde avanzar entonces se disiparon: no tenía nada en contra de ellos, pero avanzar hacia el centro del laberinto me parecía mejor idea. Volví entonces y me dirigí hacia el camino del oeste.

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Lyon vuelve a la bifurcación anterior y va hacia el oeste

[James Bond]

No tardaron mucho en llegar a una nueva estancia con nuevos caminos.

Uno era hacia el este. El otro continuaba hacia el norte, pero había un pequeño problema: un gran portón se erguía ante ellos, imposibilitándoles cualquier modo de pasarlo.

Sin embargo, había un extraño mensaje, el cual rezaba que las cerraduras tenían que abrirse al mismo tiempo. De pronto, al muchacho de piel morena pareció ocurrírsele una idea:

—Eh, Colibritany, ¿qué tal si me hechas una mano con esto?[/b]— le preguntó mientras invocaba su Llave-Espada desde la nada.
—No.— Respondió tanjantemente la tal Colibritany.

Pero tras unos segundos, la extraña aprendiza volvió a hablar.

—Es broma, querido. Claro que te ayudo. A mí también me interesa saber que hay tras ella.
—A mí también me interesa, siento curiosidad— comentó Keiko en aquel momento.

En ese momento llegó un nuevo aprendiz, que al parecer también quería ir por nuestro mismo camino.

—Parece que por ahora seguimos el mismo camino así que me gustaría saber vuestros nombres. Yo soy Saito— dijo sonriendo, y acto seguido se dirigió a Colibritany—. Creo que tú eres Colibritany si no voy errado. ¿Y los demás?
—Encantada de conocerte, Saito. Soy Keiko Akarui. Es un placer.

Keiko esperaría a que el muchacho de morena piel y Colibritany abrieran la puerta. De darse el caso de que hubiera que abrirla de nuevo, colaboraría con Saito.

—Oye, si no te importa, podríamos abrir la puerta, solo si tu quieres.

En el caso contrario, de darse el caso de que no quisiera colaborarar, tomaría el único camino disponible.

[Drazham]

Mientras Xefil y otro aprendiz se decantaban por el portón noreste, Nikolai y el pobre chaval al que había reprendido su compañero de bando se dirigieron hacia el oeste. Pero una vez más, se volvió a topar con un camino sin salida. No hicieron falta más que un par de pasos para toparse con una puerta en el camino y pasar a otra habitación cerrada. Lo bueno es que, al igual que la anterior, tenía un bonito cofre con su correspondiente contenido. Al final el juego le estaba saliendo factible y todo.

Eso sí, como no había continuación posible, tocaba volver a la bifurcación de antes y elegir entre la puerta en la que se habían introducido los otros dos participantes o volver a la bifurcación anterior para optar por el otro camino hacia el oeste que ninguno había escogido.

Antes de que Niko se llegase a plantear que camino elegir, una serie de sonidos similares a gritos que provenían de la puerta noreste le llamó la atención. Xefil y el otro chico se habían metido ahí dentro, y a juzgar por el jaleo que se estaba armando al otro lado de la puerta, no debía de tratarse de una placentera fiesta del té.

¿Ignorarlos por completo y deshacer sus pasos hasta la bifurcación anterior? Una opción muy tentadora, pero a la vez muy rastrera. Seguro que algunos de los fanáticos de la guerra que pertenecían a su bando los habrían dejado a su suerte, alimentando aún más el odio y desprecio entre Bastión Hueco y Tierra de Partida. Un aliciente más para un conflicto que no le convenía para nada.

Qué más daba. Si ni siquiera haría falta entrar ahí. Niko le arreó tres golpes a la puerta para llamar la atención de los que estuviesen dentro y gritó:

—¡Rápido! ¡Por aquí!

Y se alejó a una distancia prudencial para desbloquear la puerta con su llave espada y dejarles vía libre a los cautivos.

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Niko opta por abrir la puerta noreste... bien lejos.

[Tsuna]

Pues no, estaba bastante equivocada. Me adentré en la oscuridad como pude hasta terminar en lo que parecía un invernadero repleto de plantas y flores, donde en el otro extremo de la habitación pude encontrar con la vista a varios aprendices, de los cuales a uno sí conocía de Agrabah, mientras que el otro me sonaba de algo; de Tierra de Partida supuse. Tosí irremediablemente en el sitio, sintiendo cómo los efectos del gas se hacían cada vez más notables.

—Sí, soy yo... Y tengo cara, ¿sabes? —le comenté a ambos, aunque mi último comentario iba más dirigido al del pelo castaño y ropas elegantes

Pero que me hubiese mirado los pechos era lo que menos me podía importar en ese instante, pues mientras avanzaba hacia ellos en busca de alguna cura que hubiese por el lugar, las puertas se cerraron de golpe y las plantas parecieron cobrar vida; cómo no, otra trampa. Me fue inevitable recordar el Reaper's Game, juego donde luchábamos constantemente por nuestras vidas a cada segundo. Si el laberinto era algo así, yo lo tendría muy claro... esta vez no iba a perder, y menos dejarme envenenar.

El pequeño cuyo nombre todavía recordaba: Neru, me protegió con algunos hechizos Piro. Y yo no desaproveché la ocasión, sino que haciendo caso de las palabras del otro busqué con la vista rápidamente algún artefacto que hubiese a mi alrededor y pudiese servir para algo —esperaba que para abrir las puertas—, me movería rápidamente entre las plantas utilizando tanto mi Llave Espada como mi katana, cortando tanta enredaderas como me fuese posible, y en caso de verme seriamente acorralada lanzaría un Aturdidor a todos los enemigos de la zona, así como un Doble Salto para alcanzar la posición de los otros dos.

A pesar de sentirme mareada, contaba con el apoyo de Neru, estaba segura de que saldríamos con vida. Y eso no era todo, sino que, si por alguna razón necesitaban de mi Llave Espada para abrir la puerta, no dudaría en utilizarla. Estaba dispuesta a salir de allí como fuese.

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▪ Doble Salto (HC) [Nivel 3] [Requiere Elasticidad: 4]. El usuario es capaz de saltar mucho más alto que los demás, alcanzando lugares más inaccesibles.
▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.

[Suzume Mizuno]

—No lo sé... Siempre podemos volver si pega un grito, o algo.

Fátima asintió, no muy convencida, pero continuó adelante.

Cuando llegaron a la nueva bifurcación y leyó el letrero, comentó:

—¡Qué suerte! Aunque, ¿primero miramos esa habitación? Siempre podemos volver si no hay nada o no nos interesa.

Fátima no estaba muy convencida de que no fueran a encontrar nada, por lo que repetiría la estrategia de la última vez: dejaría que Malik fuera delante, invocando un Electro y sólo atacaría si encontraba algo agresivo o que se fuera a lanzar sobre ellos. En caso de que lo que hallaran no buscara pelea, pero fuera peligroso, trataría de mantenerse fuera de la puerta para no causar problemas.

Si no había nada agresivo, entraría a echar un vistazo.

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Fátima va a la puerta este

▪ Electro (HM) [Nivel 2] [Requiere Poder Mágico: 3]. Ataque básico de elemento Rayo. Pequeño relámpago lineal, con muy pocas posibilidades de paralizar al enemigo.

[xXOrbOOkXx]

En la siguiente sala, había un gran portón cerrado con una inscripción, que daba al Norte. Miré a mis acompañantes, dudoso. Quizá debería ir por el Sur, para acercarme al centro. La sala no me atraía demasiado tampoco.

—Prefiero seguir por el Sur, si no te importa —le dije al aprendiz, que tenía la Llave-Espada en ristre.

Sin embargo, invoqué mi Llave y le ayudé a abrir la puerta. Le sonreí levemente, aún sin estar conforme con su decisión de avanzar hacia el portón. Lo cierto es que parecía sumido en sus pensamientos.

—Jeanne, ¿tu que quieres hacer? —le pregunte, aunque eligiera lo que eligiera, nunca se lo reprocharía, por supuesto.

Me fijé que había un nuevo aprendiz unos metros más allá, y me pregunté si cruzaríamos nuestros caminos.

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Simbad escoge Sur.

[Sombra]

Nuevamente continué hacia el sur. Logré alcanzar una sala de gran tamaño de piedra, aunque no había nada en especial allí. Tuve que avanzar al Este hasta llegar a otra pequeña estancia.

—¿Qué es eso? —pregunté al aire sin esperar respuesta alguna en realidad.

Recogí del suelo lo que parecía ser un frasquito de cristal. ¿Era lo que creía que era? Sin duda, tenía que ser una poción.

La guardé en el bolsillo, ¡quién sabe si la podría necesitar en aquel laberinto!

Nuevamente tenía tres caminos para escoger y no tardé mucho en hacerlo...

Caminé hacia el sur otra vez más, con la suerte que estaba teniendo quizás me encontrase... ¡Qué sabía yo! Una casa a pie de playa en Islas del Destino.

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Ragun - Sur

[15nuxalxv]

Los cuatro llegamos a una nueva encrucijada: seguir al sur o abrir una misteriosa puerta que daba al norte, donde había una inscripción que rezaba:

Las cerraduras deben abrirse al mismo tiempo.

Simbad y Light la abrieron utilizando sus Llaves-Espada. Después, el gitano me preguntó:

—Jeanne, ¿tu que quieres hacer?

Exacto, ¿qué quería hacer? la puerta me daba mucha curiosidad, pero tampoco quería dejar solo a Simbad. Maya y Light iban a ir al norte, así que la única que faltaba por decidir era yo.

—Lo siento... Creo que el Norte prefiero. Suerte en el laberinto —le deseé al joven, despidiéndome con la mano—. Espero verte de nuevo.

Así, seguí a la pequeña bruja y al aprendiz por la misteriosa puerta.

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Jeanne elige norte.

[Myxa]

—¡Maldita puerta de los cojones! ¿Por qué no aparece una cabeza gigante de la puerta y habla en vez de poner las malditas letritas para putear? ¡Que da pereza leer!

Y la puerta seguía sin abrirse. La Llave-Espada no sirvió de nada, darse de cabezazos con ella tampoco. Hasta había intentado pedirlo educadamente, pero nada. No se movía un milímetro y eso la estaba poniendo de los nervios. ¿Qué clase de laberinto era ese que a cada dos por tres ocurría algo similar?

En fin, ya que esa sala parecía que no iba a encontrar nada, ni siquiera un mísero tesoro, decidió continuar su camino hacia el Este. A ver si encontraba algo por un casual.

[Astro]

Hana
Abrió la puerta de la derecha... Y se encontró con lo que podía ser el salón de cualquier casa. La sala, amplia, contaba con varios sillones y mesas, y una chimenea encendida al fondo del todo. Sentado frente al fuego estaba alguien encapuchado, escuchando la música que sonaba de un antiguo tocadiscos. Música clásica, por cierto.

Cuando Hana cerró la puerta, la figura se cerró Pero no era alguien, era algo. Un sincorazón, y de los malos.

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El Espectro chilló, furioso con la sirena por interrumpir su sesión de música. Chasqueó los dedos mientras el corazón de su centro cambiaba de color, golpeando a Hana con una ráfaga de viento y lanzándola fuera de la habitación. La puerta volvió a cerrarse tras ella.

Cuando se levantara, vería que encima de ella había aparecido un número: 5. Era un contador. Y si no conseguía que desapareciera pronto, algo muy malo le pasaría.

Por ahora, sólo le quedaba probar suerte en la otra puerta o volver para atrás.

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Hana está condenada. No puede curarse con habilidades (ni propias ni ajenas) ni con objetos que tengas en tu ficha. Tienes cinco rondas para parar la cuenta,y necesitarás encontrar un Despertador o una Panacea en el laberinto. O, bueno, volver a entrar e intentar derrotar al Espectro.

Opciones: Puerta izquierda o volver para atrás.

Aru
Tras un rato de pensárselo mucho, la aprendiza continuó su viaje al sur. Pasó por una sala redonda, sin nada destacable, y tras caminar un poco volvió a encontrarse con el mismo dilema.

Al este se abría una habitación oscura, igual que al oeste, pero también podía seguir descendiendo hacia el sur. Como detalle, si guardaba silencio podía escuchar lo que parecían ser unos sollozos dirección oeste.

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Opciones: Entrar habitación este, entrar habitación oeste, o continuar sur.

Light, Maya & Jeanne
Las Llave Espada de ambos brillaron, abriendo ambas cerraduras al mismo tiempo sin problemas. El portón desapareció al instante, desvelando un pequeño pasillo por el que avanzaron Light y Maya. Hasta llegar...

Al mismo sitio en el que habían estado minutos antes, tras el dilema del pasillo o el túnel. ¡Habían dado una vuelta absurda!

Por dónde ir ahora, dependía de ellos.

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Opciones: Las de la anterior ronda. También podéis ir a por la puerta del mensaje rojo que no abristeis antes.

Nicoxa
Continuar al norte acabó llevando a la jovencita a una nueva bifurcación. ¡No se acababan nunca!

Podía continuar norte, pasando por una sala, o girar hacia el noreste donde parecía abrirse un túnel. Decisiones, decisiones.


Alec
El brujo continuó al este por el primer pasillo que había encontrado, avanzando durante más rato de lo normal. ¡El pasillo era largo!

Finalmente, llegó a un cruce de pasillos: podía subir al norte, seguir al este, o bajar al sur. El silencio absoluto y las idénticas paredes de piedra hacían inútil saber si alguno de los caminos guardaba alguna sorpresa.

Las cartas decidirían.


Bavol, Colibritany, Saito & Keiko
Las llave espada de Bavol y Colibritany brillaron al unísono, abriendo ambas cerraduras al mismo tiempo. El portón dorado desapareció entre chispas de luz, dejando el camino libre para que pasaran.

Lo que los aprendices se encontraron podría decirse que parecía ser el interior de una iglesia. Había cruces y signos religiosos, bancos para que la gente se sentara, e incluso un altar en un extremo desde donde dirigir ceremonias.

Oh, pero tendrían poco tiempo para fijarse en esos detalles. Porque en el centro de la estancia, un enorme sincorazón hacía guardia. Y les había visto.

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Una esfera de oscuridad disparada de su boca estuvo apunto de masacrar a los aprendices, que pudieron esquivarla por los pelos.

Para escapar de allí, además de volver por donde habían entrado, tenían varias opciones: al este había una salida, igual que al norte. En el oeste había dos, una en una esquina y otra en el centro de la pared izquierda.

Pero claro, para elegir cualquiera de esas primero tendrían que sortear al monstruo. O acabar con él.

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Opciones: salida norte, salida este, salida oeste más hacia el norte, salida oeste más hacia el sur. O volver por donde habéis venido (la opción más segura) y elegir una opción de la ronda anterior.

El sincorazón atacará y se moverá, así que os recomiendo que describáis bien vuestras acciones. Algunas salidas son más arriesgadas que otras, pero dependerá de las habilidades y los movimientos que hagáis.

Lyon
Volvió a la bifurcación anterior, y continuó hacia el oeste. Poco tuvo que avanzar hasta encontrarse con un nuevo cruce de caminos: un pasillo ascendía hacia el norte, otro continuaba hacia el oeste, y hacia el sur aparecía una habitación oscura en la que no se oía ni el más misero sonido.

Tres posibilidades, una elección.

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Opciones: ruta norte, ruta oeste, habitación sur.

Saxor
El aprendiz entró en la puerta del sur, encontrándose con una pequeña habitación blanca en la que destacaba una figura, también de color blanco con un sombrero rojo, tirada en el suelo.

Un sincorazón.

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La Seta Blanca se arrastraba por el suelo con aspecto de estar herida. Por la estancia no había ni cofres ni más caminos, por lo que o hacía algo o se marchaba.

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Opciones: Interactuar con la Seta Blanca o volver atrás y elegir de nuevo de las opciones anteriores.

Fátima & Malik
La parejita feliz entraron juntos en la habitación, descubriendo lo que bien podía haber sido un cuarto de baño. Con un retrete, una ducha, y un lavabo, lo único que fallaba era que no había agua corriente alguna. Y que estaba todo muy sucio.

En un rincón, les esperaba un cofre.

¡Fátima encuentra Antídoto!
¡Malik encuentra Antídoto!

Y fin. No había más cosas, ni más caminos. Tendrían que volver a salir.

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Opciones: Abrir portón de las dos llaves, o volver atrás.

Simbad
Simbad descendió hacia abajo, justo a tiempo para ver cómo Saxor entraba en una puerta. Las opciones para él eran una puerta a la izquierda, o un camino que llevaba al oeste. También podía entrar en la misma puerta que acababa de cerrarse, pero seguramente ya no quedaría ningún tesoro para él.

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Podrías haber elegido una opción de Saxor para avanzar más, ¡procura que no se repita!

Opciones: puerta izquierda o camino oeste.

Ragun
Descendió hacia el sur para encontrarse... Casi con lo mismo. Una sala idéntica le esperaba, aunque sin poción en el suelo, de la que salían dos bifurcaciones: una hacia el oeste, y otra hacia el este.

¿Qué hacer?

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Opciones: Este u Oeste.

Myxa
Una sala cuadrada esperaba a Myxa, con una llamativa puerta naranja en ella. Respecto a caminos que seguir, había dos: uno que llevaba hacia el norte, y otro pasillo que seguía avanzando hacia el este.

En el suelo de la sala, había un dibujo de una carita sonriente.

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Opciones: abrir puerta, ir norte o ir este.

Xefil, Neru, Nikolai & Saeko
No hizo falta que Nikolai abriese las puertas desde fuera: Xefil con sus habilidades de espacio llegó rápido a las puertas, que se abrieron en el acto al contacto con su llave espada. El empujón de Xefil sirvió para que se llevara por delante a Nikolai, y que ambos cayeran al suelo.

Neru y Saeko lo pasaron un poco peor, sobre todo la última. Los hechizos de fuego del primero sirvieron de mucho, pero las zarzas parecían estar especialmente interesadas en la chica. El aturdidor y el doble salto fueron decisivos para que consiguiera salir por la puerta.

Cuando los tres estuvieron fuera, las puertas volvieron a cerrarse como si nada. Los chillidos de las plantas cesaron, y allí no había pasado nada. ¡Pero el susto no se lo quitaba nadie!

Y a Saeko cada vez le quedaba menos tiempo.

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Saeko: 2 turnos (de 5).

Opciones: Volver a la bifurcación de las habitaciones y elegir una opción de Mario. O volver a entrar en el invernadero.

MAPA:

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Fecha límite: Lunes a las 0:00

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