[Especial libre] El laberinto de los corazones

[Suzume Mizuno]

El gesto de Fátima se iluminó cuando abrió uno de los cofres y comprobó que habían encontrado algo. Un veneno soporífero. ¡Dos, en realidad! Se apresuró a guardarlo y sonrió a Malik.

—¡No me lo esperaba! Puede que sea útil en algún momento.—Una vez hubo comprobado que no había nada más en la sala que pudieran coger, salió al pasillo, a tiempo de ver cómo la chica de Bastión Hueco se metía en otra habitación—. Me gustaría ver si encontramos otras cosas. ¿La adelantamos y echamos un vistazo a otras habitaciones?

Esperó su respuesta y luego echó a andar a paso ligero hacia el norte. Al cruzar por la zona donde la joven de Bastión Hueco había estado echó un vistazo a la habitación de la derecha y frunció el ceño al ver que quedaban restos de humo verde. Por si acaso no se acercó, pero no pudo evitar mirar con cierta preocupación hacia la joven, que ahora investigaba la otra puerta. Cuando pasaron de largo susurró a Malik:

—¿Crees que estará bien? A lo mejor tendríamos que ir con más cuidado a partir de ahora…

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Fátima pasa al lado de Saeko y sigue hacia el norte

[Tanis]

Malik obtuvo el inesperado regalo con una sonrisita. Le vino la idea de regresar sobre sus pasos y usar el veneno sobre los cantantes de la sala del karaoke para que se callaran, pero enseguida se olvidó de eso. Guardó el veneno en su bolsillo y salió al pasillo tras Fátima, después de echarle una lastimera ojeada al esqueleto.

Vio la sombra de la chica de Bastión Hueco justo en quicio de otra puerta antes de desaparecer en ella. Seguía cerca, en tanto que los otros ya se habían separado del todo. Asintió a la propuesta de Fátima, de examinar las puertas que se encontraran en adelante también. La verdad era que la propuesta de llegar el primero al centro no le tentaba tanto como el -ejem- saqueo.

Siguió los pasos de la muchacha hacia el norte para adelantar camino. También al pasar por delante se fijo en los restos de humo verde y arrugó el entrecejo. Así que cabía la posibilidad de encontrar trampas. Mierda, eso dificultaba el saqueo.

—No lo sé... Siempre podemos volver si pega un grito, o algo.

Pero iría con más cuidado a partir de entonces. Junto con Fátima, avanzó recto hacia el norte.

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Norte

[Mentos]

Tras el paseo, se encontraron con la muchacha que también pasó por el portal junto con ellos y Nicoxa.

—Supongo que podemos ir los tres juntitos por el camino.

Sin más dilación, procedieron a avanzar por el norte, mediante el camino. Finalmente, acabaron llegando a una sala rosa.

—Por fin algo distinto, ya estaba resultando monótono este laberinto, ¿no creéis?

La sala poseía varias salidas: el camino de donde venían, uno dirección al norte, otro que dirigía hacia el noreste y una misteriosa puerta que, cuando Coli alcanzó a ver, pudo observar como se cerró casi inmediatamente y dejó entrever una figura.

<<Qué mal rollo>>.

—Uf, qué aburrimiento, yo sigo hacia adelante —interrumpió Bavol mientras iba dirección noreste.

—Sí, parece el único camino viable para llegar al centro...

Dicho esto, los tres aprendices continuaron su viaje mediante el camino del noreste.

[Nell]

Después de la suerte de la Poción, llegó hasta un callejón sin salida. Bueno, sin salida para quien fuera en solitario como Hana, puesto que el camino lo bloqueaba una puerta con dos cerraduras que debían desbloquearse a la vez. Maldita fuera la ideología del compañerismo y los idiotas de Bastión Hueco.

Sin querer refunfuñar mucho, regresó al cruce anterior y tomó la desviación restante, hacia el sur. Nuevamente, el camino se dividía en dos y le tocaba decidir. Cada vez más segura de que las únicas contrariedades que se encontrarían eran callejones sin salida, echó a andar muy segura otra vez hacia el sur. Le daba curiosidad esa melodía.


[Hana al sur]

[H.S Sora]

Temeroso, me adentré poco a poco dentro de la puerta llevándome una desagradable sorpresa con ello una vez me hube adentrado dentro y observado donde me hallaba. No era una habitación lujosa como la sala donde habíamos llegado todos los aprendices, ni una chillona como aquella en la que acababa de estar, no señor; más bien se trataba de un sitio pobre, que no me inspiraba ninguna clase de confianza, aquello era peor que una pocilga.

¿A que rayos huele aquí?

Inspeccioné lentamente la habitación y no encontré nada de valor salvo latas de comidas tiradas y esparcidas por toda la instancia y un colchón que tenía un particular color que hacía que no quisiese siquiera tocarlo con un palo. Entonces, cuando estaba a punto de dar media vuelta e irme por donde había venido, logré ver un diario.

Se encontraba encima de una mesa, y nada más abrirlo e ir pasando algunas páginas pude comprobar que aquello estaba demasiado dañado para poder leerse bien, aquellas páginas parecían llevar mucho tiempo escritas. Entonces, ¿por qué seguía girando las hojas? Finalmente encontré una frase que sí podía leerse, aunque no sabía que pensar de ella:

"El moguri mintió."

¿Se está refiriendo al que nos ha incitado a participar?...

Arranqué el trocito de diario donde podía leerse aquella frase y lo guardé en mi bolsillo, quería poder enseñárselo a alguno de mis compañeros si llegaba a verlos otra vez, dado que de otra forma dudaba que me creyesen lo más mínimo. Pero lo peor que podía hacer era quedarme parado en aquella pequeña sala, tenía que continuar y descubrir que demonios estaba pasando y como habíamos acabado así, y por lo visto la única forma de conseguir respuestas sería ganando aquel estúpido juego.

Dado que en aquel misterioso sitio no hallaría nada más, salí por aquella puerta para toparme de nuevo con los dos caminos casi idénticos que había visto antes, ahora me tocaba probar suerte en uno de ellos.

Como los dos me parecían exactamente idénticos, me dejé guiar por el azar y avancé en dirección noreste.

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Saito sale del mini zulo, y se va por el noreste~

[Sombra]

Tras despedirme del brujo no tardé mucho en encontrar una nueva bifurcación. Podía seguir recto, por el sur o girar hacia mi izquierda, que era el equivalente al este por lo que veía.

No parecían tener ninguna característica en particular, y la verdad es que no tenía ni idea de que tamaño tenía todo aquel laberinto. ¿Si seguía descendiendo encontraría algún otro aprendiz?

Tras unos instantes pensando en que ruta tomar me decanté por seguir por el camino hacia el sur una vez más, quizás encontrase algo interesante allí.

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Ragun por no variar sigue hacia el Sur

[Zodiark]

—Pues yo no seré quién entre por aquí —comentó Light, encarándose al pasillo que apuntaba al sur, según la brújula de mi bolsillo.

Aunque la curiosidad me invadía de nuevo, aquella puerta parecía muchísimo menos fiable que el túnel en ruinas. Obviamente quería saber qué había allí, pero ya me había prometido a mí mismo que no me desviaría más y que seguiría buscando una salida y, quién sabe, quizá también aquella arma definitiva de la que había hablado del moguri. Y, la verdad, aquella puerta con lo que parecía pintura (ESPERABA que fuese pintura) no tenía mucha pinta de ser la salida al exterior.

Así pues, sin dejar de fijarme en la puerta, con curiosidad, corrí hacia Light y le seguí por el pasillo, dejando atrás aquella sala, y con ella toda posibilidad de saber qué se ocultaba allí.

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Camino sur.

[xXOrbOOkXx]

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Simbad escoge la puerta Sur.

-Hombre, hemos encontrado una puerta que dice "no pasar". Creo que la respuesta es bien obvia.

Una vez más seguí a aquel aprendiz, acompañado de Jeanne. Miré mi brújula para darme una idea aproximada de dónde estábamos. La verdad, había sido un golpe .de suerte llegar a una habitación con el Sur, porque si queríamos llegar al centro del laberinto, era la decisión propicia.


Sin embargo, algo no me daba buena espina. Podía ser aquel tipo de situación en la que debías escoger la opción más osada para ganar. Pero yo no era valiente.

[Zee]

Con dos bifurcaciones, no había manera de separarnos todavía más. Suspiré, lamentándome por seguir atascado con mi grupo y, en especial, por no haberme encontrado con nada más interesante que un montón de perros. Lo peor de todo es que no había habido manera de quitárnoslos de encima, e incluso a esas alturas seguía culpando al tío que se había metido detrás de mí.

Miré a uno de los chicos acercarse a una gran puerta. Era inevitable que aquella fuese más atrayente que el pasillo simplón que teníamos a la izquierda, por lo que me acerqué hasta él con un ligero trote y posé mis manos en la entrada.

—Mientras tú no seas tan inaccesible como el otro sujeto, supongo que está bien —le dije al joven, ayudándolo a abrir la puerta que nos llevaba al noreste.

[Astro]

Light, Jeanne, Maya & Simbad
Haciendo caso al mensaje, los aprendices bajaron hacia el sur, teniendo que avanzar un poco al este un par de veces mientras lo hacían. Acabaron en un pasillo que les llevó sí o sí al este, hasta llegar a una sala cuadrada con cuatro entradas.

Aparte de en la que estaban ellos, la oeste, en el norte había un portón dorado con dos cerraduras y un cartel al lado que rezaba:

"Las cerraduras deben abrirse al mismo tiempo."

Afortunadamente ellos eran los suficientes, así que ir por allí era una opción. Por el este había un pequeño pasillo que parecía llevar a una amplia sala; y en el sur había otro que se extendía hacia abajo.

Tres caminos, ¿cuál coger?

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Opciones: abrir portón norte (debéis hacerlo dos mínimo para que se abra), ir este o bajar sur.

Si bajáis sur, podéis combinar con una opción de Saxor.

Keiko, Bavol, Colibritany & Saito
Por el noreste cruzaron un estrecho pasillo, huyendo de la habitación rosa, hasta llegar a una zona en la que había dos formas de continuar: arriba, apuntando al norte, había un portón dorado con dos cerraduras y un cartel que decía:

"Las cerraduras deben abrirse al mismo tiempo."

Cumplían el número, pero debían ponerse de acuerdo si querían probar por allí. Por otro lado, podían avanzar hacia el este, donde parecía haber una amplia sala sin nada destacable.

¿Por dónde ir?

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Opciones: Abrir portón norte (debéis hacerlo dos mínimo para que se abra), o ir al este.

Nicoxa
La valiente jovencita avanzó por la sala oscura con cuidado... Hasta que algo tirado en el suelo hizo que tropezara y cayera de morros.

Justo entonces se encendieron las luces, mostrando una pequeña habitación rectangular sin otra cosa que muros de piedra y un cofre en medio, justo con lo que había tropezado Nicoxa. Y dentro...

¡Nicoxa encuentra Ultrapoción!

Con el botín conseguido, podía volver al cruce de caminos y elegir de nuevo.

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Opciones: Norte o este.

Nikolai & Lyon
El pasillo del oeste resultó ser un poco engañoso: era más corto de lo que parecía, y enseguida se encontraron con una pared (o chocaron contra ella si iban despistados). Podía parecer un callejón sin salida, pero había una puerta entreabierta allí... Y se podía ver un cofre dentro.

¡Nikolai encuentra Panacea!
¡Lyon encuentra Panacea!

No encontró caminos ni ninguna otra cosa, así que solo le quedaba ir al noreste con los demás... Desde donde se escuchan ruidos e incluso gritos.

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Opciones: Noreste, o volver a la bifurcación anterior (donde las dos habitaciones) e ir oeste.

Neru, Xefil & Saeko
Neru y Xefil cruzaron las grandes puertas hacia el noreste, mientras que Saeko entraba en la habitación oscura del oeste que acabó conduciéndola a una gran sala, igual que a él.

Parecía un bonito invernadero, con un montón de plantas exóticas expuestas en filas por las paredes. Resultaba hasta precioso para aquel que disfrutara de la naturaleza. Los aprendices no tardarían en verse mutuamente, e incluso podrían intercambiar unas palabras, pero pasados un par de minutos...

Las puertas se cerraron, y todas las plantas chillaron con furia. Sí, chillaron. Caras monstruosas se formaron en sus pétalos, y largas enredaderas surgieron de sus macetas, lanzándose con furia contra los intrusos.

Habían caído en una trampa.

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Trampa de las plantas: estáis rodeados de plantas dispuestas a comeros, y tenéis que salir de allí echando leches. Podéis usar vuestras habilidades (CONTRA LAS PLANTAS, NO CONTRA OTROS APRENDICES) para defenderos y abriros el camino.
Las puertas están cerradas sin más. No se abrirán simplemente empujando. ¡Discurrid para abrirlas!

Opciones: ¡Sobrevivir!

Alec
El brujo continuó hacia el sur, teniendo que girar un momento al este para luego seguir descendiendo. Se volvió a encontrar con un pasillo hacia el este, y tras caminar un poco encontraría un hueco grande para pasar a otro pasillo, desde el que podía ir al al oeste, o descender al sur por dos rutas posibles.

También podía continuar al este en el pasillo al que había llegado primero, que parecía alargarse bastante.

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Opciones: Continuar este por el primer pasillo, ir oeste por el segundo pasillo, ir sur por el lado izquierdo, ir sur por el lado derecho.

Fátima & Malik
Ambos avanzaron hacia el norte, llegando pronto a una sala en la que destacaba una puerta lista para ser abierta. A la izquierda, por el único camino a seguir, había un enorme portón dorado con dos cerraduras. Un letrero a sus pies decía:

"Las cerraduras deben abrirse al mismo tiempo."

Habían tenido suerte, pero para ir por allí tendrían que seguir juntitos.

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Opciones: abrir portón (debéis estar los dos) hacia el oeste o entrar en puerta.

Hana
Poco tuvo que avanza la sirenita. Un pasillo largo que pronto acabó en lo que parecía un callejón sin salida, de no ser por tener dos puertas, una a cada lado, listas para ser abiertas y probar suerte.

La música de antes, por cierto, sonaba con más fuerza en la de la derecha.

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Opciones: puerta izquierda o puerta derecha.

Ragun
El más resistente de los aprendices del bastión descendió hasta llegar a una amplia sala sin nada destacable aparte de sus paredes de piedra. El único camino a seguir desde allí era uno hacia el este, donde llegó a una pequeña estancia que guardaba una sorpresa en el suelo.

¡Ragun encuentra Poción!

A partir de allí, tenía tres opciones: norte, sur, o este. Lo único malo, es que no había nada que pudiera servirle de pista para guiarse mejor.

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Opciones: norte, sur o este.

Saxor
Saxor se encontró con que, al norte, estaba un grupo de cuatro aprendices, seguramente vería alguna cara conocida.

Sus opciones para avanzar, además de subir hacia arriba para unirse a ellos, era entrar en una puerta que estaba a la izquierda, entrar en otra puerta que estaba hacia abajo o descender para coger un camino hacia el oeste.

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Opciones: Puerta izquierda, puerta abajo, ir oeste.

Myxa
Myxa no avanzó en esta ocasión.


Aru
Aru no avanzó en esta ocasión.


MAPA:

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Fecha límite: domingo 21 a las 16:00

Recordar que podéis enviar un MP si os pilla mal.

[Nell]

Avanzó hasta un callejón sin salida (qué coincidencia, justo lo había estado pensando), pero que le daba acceso a dos puertas: derecha o izquierda. La melodía venía de la de la derecha. Sacó de nuevo la brújula para comprobar que eso era dirección este, el camino que la guiaría más o menos hacia el centro (puesto que había empezado al oeste, si su sentido de la orientación no era malo). No se fiaba de los caminos rectos, pero ¿de qué podía fiarse una ahí dentro?

Decidió escoger la puerta de la derecha y que la suerte lo decidiera de nuevo. También trató de identificar el sonido, porque la verdad es que la melodía es bastante importante de cara a saber si acercarse o no a la ubicación puede ser bueno o malo... de poder corregirse, claro.


[Hana al este/derecha]

[Light]

De nuevo todos siguieron por el mismo camino, el pasillo sur de la sala rectangular.

Durante el camino, Light comenzó a replantearse si de verdad deseaba hacerse con la Llave Espada que les prometió el moguri. Él ya tenía su Llave Espada personal, Alma Inquebrantable, el arma que invocó la noche que sobrevivió a la cuenta atrás del eidolon. Desde que la obtuvo no se había replanteado nunca sustituirla por otra de la tienda moguri, se sentía muy cómodo cuando la utilizaba.

No le interesaba demasiado, pero si le ofrecían esa llave lógicamente no la rechazaría.

«¿Por qué se llamará Llave Espada de los corazones…? ¿Qué tendrá de especial?», le parecía sospechoso que el moguri no les hubiera explicado mucho más; por no decir que los mismísimos Maestros ni siquiera la habían nombrado.

Con esos pensamientos en la cabeza alcanzó la siguiente bifurcación. Ahora tenían que elegir entre bastantes opciones, pero la que más le llamaba la atención era la de seguir por el camino norte, bloqueado por un gran portón dorado con mensaje adjunto.

«Veamos… las cerraduras deben abrirse al mismo tiempo…».

El mensaje era bastante claro. Light hizo aparecer su gran Llave Espada y apuntó a una de las cerraduras con ella, preparado para desbloquear la puerta. Miró a sus compañeros, esperando que ellos hicieran lo mismo: con una llave más seguramente bastaría para abrir el portón.

Después, simplemente tendrían que avanzar para explorar y descubrir qué había tras ese portón.

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Light sugiere abrir el portón norte y entrar

[Sito]

Aunque intentaba ir con cuidado no pudo evitar tropezar con algo debido a la oscuridad. Su bello rostro fue directo hacia el suelo en una caída poco decorosa, pero al menos eso sirvió para que la estancia se iluminara. La luz reveló qué era lo que había provocado su caída.

Un lindo cofre se encontraba en el centro de la habitación, que estaba totalmente vacía si pasaba por alto el tesoro. La suerte sonreía a Nicoxa cuando lo abrió, ya que en su interior encontró una Ultrapoción, que guardó inmediatamente.

Feliz como una ardilla con su bellota, volvió sobre sus pasos hasta la encrucijada anterior. Dos pasillos con destinos desconocidos se extendían uno al norte y otro al este. Acababa de tener bastante suerte, y esperaba que fuera así en el futuro.

Los caminos parecían idénticos, pero quería avanzar un poco más en dirección al norte, por lo que tomó el de arriba tras despedirse del dibujo de los perros amorosos.

[LightHelco]

Más pasillos y más opciones. Avanzaba demasiado lento, entre tener que elegir y todo quien me decía que alguien no se me hubiese adelantado tanto que ya estuviese a pocos pasos del centro.

—No, es imposible, habría que ser el dios de la buena fortuna para haber llegado ya al centro —me reñí sacando una nueva carta —. Debería intentar concentrarme y no dejar que la promesa de un arma poderosa se me suba a la cabeza.

Si, quería con todas mis ganas esa llave de los corazones, pero tampoco podía dejar que el poder me obsesionase. No conocía a prácticamente ningún brujo que hubiese acabado bien tras amasar magia y poder de forma tan alocada, era mejor que fuese con cuidado y no me dejara llevar por mis ansias.

—Supongo que es parte de los genes brujeriles, después de todos siempre buscamos el superar al vecino. ¡Oh, Sota de Corazones! —miré la carta empezando a avanzar por el primer pasillo hacia el este —. Quizás sea mejor que tome precauciones, las figuras no suelen ser cosas simples o normales.

Desenvainando por segunda vez el arma, volví a marcar el suelo y fui andando por el pasillo en esta ocasión sin guardar el arma. Mejor prevenir que curar decían.

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Alec se dirige al Este por el primer pasillo

[Zee]

—Wow, este sitio es genial —dije en cuanto entramos a la habitación. Era bastante raro encontrar un sitio con tantas plantas en el interior de un laberinto, ¡pero a quién le importaba! No era ni sería lo más extraño que veríamos aquel día, así que lo mejor que podíamos hacer era disfrutar de las vistas. Y del agradable olor.

Me vi tomado por sorpresa cuando vi a otra persona entrar frente a nosotros. Su apariencia me sonaba mucho, y lo hacía más y más conforme se acercaba al centro. Me le quedé viendo con los ojos entreabiertos, intentando acordarme de dónde...

—¡Ah! ¡Tú eres la fanática de Ryota, la que quedó con Nadhia en el Reapers' Game! Eh... ¿Saeko...?

Menuda manera de empezar una conversación. Sonreí nerviosamente, rascándome el costado de la cabeza, sabiendo que no debí dejarme llevar por Némesis en cuanto entramos al Laberinto. Que tuviera la posibilidad de apoyar mis ideas, e incluso manipularlas, era un peligro mayor a las trampas del lugar.

—Es bastante atractiva. ¿Le has visto los pechos?

La voz de la Bruja irremediablemente atrajo mi vista hacia abajo. Carraspeé y aparté la mirada al instante, sintiendo que el color se me subía a las mejillas.

—En fin.

Las puertas se cerraron de pronto, al igual que con la habitación pasada. Habiendo experimentado ya algo similar, materialicé mi Llave-Espada y me coloqué en guardia al instante. Como si fueran mandrágoras de los cuentos antiguos, las plantas que nos rodeaban empezaron a chillar fuertemente. Cobraron vida y sus raíces y ramas comenzaron a extenderse en dirección a nosotros.

—¡Intentaré abrir la puerta! —grité, intentando hacerme oír por encima de las plantas—. ¡Busquen algo de adentro que pueda ayudarnos!

Dicho aquello, me disipé con un chasquido y reaparecí en el aire, a un lado de la puerta por la que el otro chico y yo habíamos entrado. Temeroso de que las plantas pudieran alcanzarme, cambié mi eje de gravedad con un Transversal y apoyé mis pies en la entrada, para después girarme hacia la cerradura y apuntarle con mi Llave-Espada. En cuanto escuchara el chasquido de ella abriéndose, si es que lo había, daría un amplio salto para aterrizar con todo mi peso y abrirla así con un potente pisotón.

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▪ Elusión Mágica (HM) [Nivel 8] [Requiere Afinidad a Espacio; Poder Mágico 12, Reflejos 15]. El usuario se teletransporta en un parpadeo a un sitio completamente distinto en un radio de cinco metros. Útil para esquivar ataques o confundir al enemigo.
▪ Transversal (HM) [Nivel 9] [Requiere Afinidad a Espacio; Poder Mágico: 10]. El usuario cambia su propio plano de gravedad, permitiéndose desenvolverse por los muros o por el techo. Dura dos posts si no es interrumpido.