Uno a uno, cada aprendiz fue cruzando sus respectivos portales. Hubo cinco, sin embargo, que no lo hicieron. Hana, Jeanne, Maya, Bavol y Myxa parecieron resistirse a entrar. Pero un fuerte golpe de viento les empujó hacia una de las entradas, quisieran o no.
Cuando ya no quedó nadie en la sala, se apagaron las luces. Y la realidad se hizo evidente. No había comida alguna. La habitación era una auténtica ruina, sin lujo alguno. Los manjares de la mesa, eran en realidad comida putrefacta y poco recomendable para su consumo. Las paredes no eran blancas, sino negras.
Una figura encapuchada chasqueó los dedos, cerrando los cuatro portales.
—
Han entrado.
Portal 1 - Entrada noroesteAlec, Ragun y Hana.
Los tres se encontraron en una amplia estancia, decorada con cuatro fuentes en cada esquina y una en el centro del todo. Todo precioso, con altos muros de piedra y símbolos de corazones dibujados por las paredes.
Además, cada uno de ellos descubriría un nuevo objeto en sus bolsillos: una brújula. Útil para saber la dirección a la que ir, sobre todo.
¿Opciones para continuar? Dos caminos: uno hacia el este, y otro hacia el sur. Ninguna señal diferenciaba cada ruta. ¿Cuál elegiría cada uno?
Portal 2 - Entrada noresteLight, Jeanne, Simbad, Maya, Saxor y Aru.
Los seis se encontraron en una sala decorada con dibujos de nubes y cosas por el estilo. ¡Incluso el suelo parecía ser blandito! Era una estancia redonda, y de la que salían dos caminos: uno hacia el sur, y otro hacia el oeste. A primera vista, no había nada que los diferenciara.
Todos habían recibido una brújula para guiarse. ¿Qué ruta elegirían?
Portal 3 - Entrada suresteNeru, Malik, Fátima, Lyon, Saeko, Nikolai y Xefil.
¡El portal más solicitado, con siete aprendices! Al cruzarlo, una brújula les esperaba en sus bolsillos. Estaban en una habitación cuadrada, de paredes de piedra, de la cual salían dos caminos: uno al norte, y otro al oeste. Aparentemente, los dos eran iguales.
El grupo más numeroso, ¿cómo se dividiría?
Portal 4 - Entrada suroesteColibritany, Bavol, Nicoxa, Myxa, Keiko y Saito.
Los últimos también encontraron una brújula en sus bolsillos para poder guiarse mejor. Una sala cuadrada, de paredes de piedra, les esperaba. Y, al igual que en las otras entradas, sólo encontrarían dos caminos similares: uno al norte, y otro al este.
Cuál seguir, era cosa suya.
MAPA:
Fecha límite: Viernes 19 a las 15:00