[Bastión Hueco] Cuestión de fuerza

por **Astro** » Sab Ene 10, 2015 11:44 pm

Spoiler: Mostrar

Adam cerró las enormes puertas del bastión de golpe, apoyando la espalda en ellas y dejándose caer lentamente hasta acabar sentado en el suelo. Escupió un poco de sangre, antes de echar un vistazo por su cuerpo: estaba lleno de heridas, hecho un asco. ¿El motivo?

Tras una semana encerrado en aquel castillo, el vampiro no había podido evitarlo. Agobiado y aburrido por tantos días en el mismo sitio, no pudo resistirse a salir del bastión para dar un paseo por la ruinosa ciudad que veía por su ventana, a pesar de las advertencias que Nanashi le había hecho. Al principio fue bien, sólo se encontró con un par de débiles sincorazón que pudo derrotar sin problemas. Pero, cuanto más avanzaba, más aparecían. Más cantidad, más fuertes, más grandes.

Incluso los instintos suicidas de Adam encontraron un límite en aquel escenario. A duras penas, consiguió salir de allí y volver al bastión, lleno de golpes y heridas por todo el cuerpo. Al menos, se había divertido muchísimo luchando. Y había vuelto a confirmar que hacía bien estando en aquel mundo, haciéndose más fuerte cada día... Aunque la guerra y todos los asuntos que rodeaban a la llave espada le importaran un pimiento.

Adam permaneció allí sentado, lleno de sangre, esperando con tranquilidad a que las heridas se curaran (ventajas de ser un vampiro). Para matar el tiempo, se puso a silbar una de sus típicas canciones.

¿Llamaría mucho la atención de los que pasaran por allí?

por **Sombra** » Lun Ene 12, 2015 6:19 pm

—Creo que debería parar de estudiar por ahora —medité en voz alta mientras jugueteaba con la estilográfica entre mis dedos.

Desde que había escapado de Monstruo y conseguido estabilizar y transformarme en sincorazón había estado investigando que clase de nuevos poderes había logrado despertar gracias a ello, por desgracia todavía no estaba del todo seguro de como utilizar esas habilidades correctamente, sin embargo poco a poco iba avanzado.

<<Estoy más cerca de ser un Maestro>>

Aquella idea se había ido haciendo paso en mi cabeza desde que había entrado a formar parte de los miembros de la Orden de Bastión Hueco y a aquellas alturas ya era un objetivo que me había marcado, sentía que me quedaba mucho y muy poco a la vez, no tenía ni idea de como era la prueba para dejar de ser un simple aprendiz. No podía ser un simple exámen escrito o algo así, estaba seguro. Todavía tenía que hacerme más poderoso.

Guardé la estilográfica en el pequeño estuche de color negro y cerré el libro del que había estado cogiendo apuntes durante horas, finalmente introduje el pequeño bloc de notas lleno de anotaciones y fórmulas para nuevos hechizos y habilidades en uno de mis bolsillos del pantalón.

Antes de levantarme de la silla tuve la libertad de bostezar sonoramente, por suerte nadie más estaba por allí así que no tuve problema alguno con hacerlo.

Abandoné la biblioteca justo cuando escuché un sonoro portazo que resonó en todo el hall del castillo. Dirigí la vista hacia el lugar de donde había escuchado aquello y me encontré de lleno con una persona con un aspecto demacrado.

Nunca le había visto, aunque tal vez sí hubiese escuchado algo sobre un nuevo novato en el castillo. El peculiar hombre, que aparentaba ser mayor que yo llevaba pocas prendas de ropa, de hecho iba a pecho descubierto y por eso era mucho más sencillo ver las enormes heridas que cubrían todo su cuerpo.

El cabello de aquel musculitos era de un tono plateado y desaliñado hasta lo imposible, quizás lo más llamativo de él era que sus ojos eran de un intenso rojo que rivalizaba con el color de su sangre.

Descendí las escaleras de la entrada principal del castillo y me aproximé con tranquilidad hacia él.

—Oye. ¿Estás bien? —Una pregunta un poco tonta, ¿cómo iba a estar bien con tantas heridas?—. ¿Necesitas una poción?

por **Astro** » Lun Ene 12, 2015 10:19 pm

Distraído con su canción, Adam no se percató de que alguien se había acercado hasta que escuchó su voz. Era un chico de pelo negro y ojos amarillos, alto (aunque no tanto como el vampiro), y con con un llamativo brazo de color negro que no parecía demasiado humano. Igual que Adam, iba desnudo de cintura para arriba, a excepción de una bufanda roja.

—Oye. ¿Estás bien? ¿Necesitas una poción?

De un brinco, el chupasangre se puso en pie, estirando los brazos con total tranquilidad.

—Nah, tranquilo, estaré bien enseguida —respondió, dirigiéndole una sonrisa de oreja a oreja.

Se pasó una mano por el pecho, limpiándose la sangre de las heridas. Heridas que, por cierto, ya empezaban a cicatrizar con una asombrosa rapidez. El otro aprendiz parecía demasiado tranquilo a pesar de haberse encontrado a alguien en aquella situación. Y desprendía un extraño olor familiar, que Adam no terminaba de saber a qué le recordaba...

Fuera como fuese, su presencia allí era demasiada tentación para el vampiro. Un vampiro que llevaba un par de horas sin llevarse nada a la boca, y que necesitaba reservas para compensar toda la sangre que había perdido... Por no mencionar que, para variar, tenía hambre.

—Pero ya que estamos, sí que podrías ayudarme en algo...

Con un rápido movimiento, Adam se abalanzó hacia el cuello del desconocido, clavando los colmillos con fuerza. Ñam.

por **Sombra** » Mié Ene 14, 2015 12:13 am

—Nah, tranquilo, estaré bien enseguida —respondió el peliplateado.

Sin decir nada más se pasó la mano por su torso lleno de heridas limpiando (o más bien rebozando) la sangre. Pude darme cuenta al fijarme en las heridas que parecían estar sanando ya, algo que hizo que clavase mis ojos en su cuerpo con curiosidad.

—Pero ya que estamos, sí que podrías ayudarme en algo...

—¿Eh? —pregunté distraído sin darme cuenta de la que se me venía encima.

Por un segundo creí que el aprendiz estaba cayendo al suelo por un mareo o desmayor a causa de la pérdida de sangre, sin embargo lo que noté cuando iba a agarrarlo de los hombros me hizo soltar un alarido de dolor. Con un empujón me quité encima a aquel sujeto y me llevé mi mano a la herida que acababa de hacerme. Efectivamente, estaba sangrando.

—¿¡Me acabas de morder!? —le grité con furia. No esperaba una respuesta, pues evidentemente lo había hecho ya que notaba dos agujeros nuevos en mi cuello. No, no es que solo me hubiese mordido el cuello también... ¿Había chupado mi sangre?—. ¿¡Qué demonios te pasa, estás loco!?

>>Explicate.

E invoqué mi llave espada apuntándole con ella. Al más mínimo movimiento brusco no me pensaría dos veces el lanzarle una de mis Flamas Tenebrosas.

por **Astro** » Jue Ene 15, 2015 1:27 am

—¿Eh?

Objetivo cumplido. Más o menos.

Adam hincó los dientes en el cuello del otro aprendiz, llegando a clavarlos en la piel y a sorber un poco de sangre. No mucha, pues enseguida el vampiro se vio empujado con fuerza contra la puerta, privándole de su preciado alimentado.

Menos mal que lo hizo.

Aquella sangre le supo horriblemente mal. Ni siquiera le pareció que fuese sangre, más bien era como si acabara de beber un poco de petróleo. Cuando miró la marca que había dejado en el cuello del aprendiz, habría jurado que la sangre era más negra que roja.

—¿¡Me acabas de morder!? —gritó el atacado, que se había llevado una mano al cuello—. ¿¡Qué demonios te pasa, estás loco!?

Entre toses e incluso con una arcada entre medias, Adam sacó con rapidez una petaca del bolsillo trasero del vaquero, de la que echó un largo trago. No paró hasta haberse quitado el sabor desagradable de la boca, dejando la petaca seca.

>>Explicate.

Una lave espada se materializó en sus manos, apuntando con ella al vampiro.

—¡¿Qué tienes en la sangre?! ¡Está asquerosa! —fue su respuesta, levantándose tranquilamente del suelo—. Y claro que te he mordido, tú te ofreciste a ayudarme. Aunque no sabía que no eras humano...

Aquella era la conclusión a la que había llegado tras saborear su sangre. No era la primera vez que le pasaba: durante sus juergas nocturnas en Ciudad de Halloween, Adam cometió alguna que otra insensatez al morder a otras criaturas de la ciudad, y siempre acabó arrepintiéndose. Su sangre estaba malísima, no era comestible para él.

Con una sonrisa de oreja a oreja, como si nada hubiera pasado, Adam apartó la llave de su camino y se volvió a colocar frente al otro aprendiz, manteniendo un mínimo de distancia.

—Adam Weiss, vampiro, he llegado hace poco —se presentó, ofreciéndole una mano para que la estrechara—. ¿Y tú?

por **Sombra** » Lun Ene 19, 2015 1:39 am

—¡¿Qué tienes en la sangre?! ¡Está asquerosa! —exclamó con una mueca de desagrado mientras se ponía en pie—. Y claro que te he mordido, tú te ofreciste a ayudarme. Aunque no sabía que no eras humano...

—Oye, yo dije ayudarte con una poción, no que te iba a dejar morderme —repliqué con desaprobación.

Arranqué el corcho de la poción con los dientes y lo escupí contra el suelo del vestíbulo apuntando todavía con mi llave espada a aquella extraña persona. Bebí la poción haciendo que la herida curase casi al instante. En ese momento me di cuenta de un pequeño detalle... Se había dado cuenta de que no era humano... ¿Por mi sangre?

Era cierto que mi sangre era de un tono negruzco, casi confundible con petroleo o tinta negra (aunque con un ligero toque rojizo) pero... ¿Era posible que con solo un mordisco pudiese saber y afirmar que no era un humano o al menos no del todo humano?

El desconocido apartó mi llave espada con cuidado y se colocó frente a mí. Observé sus movimientos con desconfianza esperando que de un momento a otro tratase de volver a atacarme sin motivo.

—Adam Weiss, vampiro, he llegado hace poco —se presentó. Un vampiro, obviamente había escuchado de esa raza más de una vez, aunque no había llegado a ver nunca uno en persona.

Si mal no recordaba no eran muy diferentes de los mosquitos; aparecían, te chupaban la sangre o te convertían en uno de ellos y se iban, así de simple. El vampiro me tendió su mano en ese momento. Me sorprendía que fuese capaz de hacer algo así con tanta naturalidad tras haberme mordido.

Suspiré e hice desaparecer mi llave espada. Esperaba que tan solo hubiese sido instinto y que no hubiese podido evitarlo, además con su reacción de asco suponía que no lo intentaría de nuevo.

<<Intentaré no pensar en el mordisco, tampoco fue para tanto...>>

—¿Y tú?

—Alexander Fürst von Wiedererinnerung... Pero todo el mundo me conoce como Ragun por aquí —me presenté estrechándole la mano que me había tendido—. Como has dicho no soy un humano, soy un sincorazón —suspiré. A aquellas alturas no era ningún secreto para nadie lo que era en realidad.

>>Y bien... ¿Qué hacías ahí fuera? ¿No te advirtieron de que la ciudad está infestada de sincorazón? Creo que ya ha muerto algún que otro aprendiz ahí fuera por ir en solitario.

por **Astro** » Lun Ene 19, 2015 8:47 pm

—Alexander Fürst von Wiedererinnerung... —se presentó al fin el aprendiz entre suspiros, haciendo desaparecer su arma y estrechando la mano de Adam.

—¿Fust Vonqué? ¿Cómo puedes pronunciar eso? —preguntó él entre risas.

—Pero todo el mundo me conoce como Ragun por aquí —aclaró.

—Eso sí puedo recordarlo. Creo.

—Como has dicho no soy un humano, soy un sincorazón. —Volvió a suspirar.

Adam enarcó una ceja, sorprendido. ¿Él? ¿Un sincorazón? ¿Era eso de verdad posible? Se rascó la barbilla con una mano, observándole de arriba a abajo con descaro. Su interés había descendido a mínimos al descubrir que no era comestible, pero ahora que sabía qué tipo de criatura era lo cambiaba todo.

Le hacía mucho más divertido.

>>Y bien... ¿Qué hacías ahí fuera? ¿No te advirtieron de que la ciudad está infestada de sincorazón? Creo que ya ha muerto algún que otro aprendiz ahí fuera por ir en solitario.

—Nanashi me comentó algo así, me suena. Pero me apetecía estirar un poco las piernas y dar unos cuantos golpes, ya sabes. Aunque no sabía que hubiera taaantos primos tuyos por allí, ha sido genial. —Adam echó a andar alrededor de Ragun, todavía observándole de arriba a abajo con una siniestra sonrisa—. Nanashi no me dijo que los sincorazón pudieran tener apariencia humana.

Olisqueó el aire, acercándose bastante al chico de la bufanda. Sí, ahora reconocía el olor que tanto le había sonado antes: el aroma a oscuridad de los sincorazón. El mismo que Ragun desprendía, aunque con un toque diferente.

Una curiosidad inmensa crecía sin parar dentro de Adam.

»Y dime, ¿eres fuerte?

por **Sombra** » Dom Ene 25, 2015 10:21 pm

—Nanashi me comentó algo así, me suena. Pero me apetecía estirar un poco las piernas y dar unos cuantos golpes, ya sabes. Aunque no sabía que hubiera taaantos primos tuyos por allí, ha sido genial. —Sonrió de una manera un tanto siniestra.

Suspiré resignado y me llevé la mano a la cabeza rascándome el pelo mientras veía como el vampiro olisqueaba de cerca mi cuerpo como tratando de verificar que mi olor efectivamente coincidía con el de un sincorazón.

No me interesaba mucho lo que hubiese hecho allí fuera, pero si de verdad era tan osado de salir de aquella manera al exterior lo matarían a la primera de cambio. Era triste decirlo, pero el cementerio estaba lleno e gente de aquel tipo.

—Nanashi no me dijo que los sincorazón pudieran tener apariencia humana.

—Pues ahora ya lo sabes, por ahora solo me he encontrado con uno más además de mí. Mateus Palamecia, si te vas a quedar con nosotros te conviene recordar ese nombre... Para alejarte de él.

Jamás se me borraría de la mente como El Emperador devoraba el corazón de aquel novato frente a mis ojos y la impotencia que sentí al ver que no podía hacer nada para evitarlo. Apreté el puño con rabia contenida, esforzándome por no volver a recordar aquella horrible escena.

—Y dime, ¿eres fuerte?—Preguntó finalmente, creí notar como su mirada se clavaba en mí mientras su sonrisa se ampliaba aún más, pero solo fueron imaginaciones mías.

Suponía a donde iba a llevar aquello, estaba seguro de que le parecía interesante enfrentarse a un sincorazón con forma humana y por tanto si respondía "sí, soy fuerte" me haría pelear contra él.

—No, en absoluto —negué con la cabeza—. No soy ni demasiado fuerte ni demasiado débil. Estoy en un punto intermedio, supongo.

>>¿Por qué lo preguntas?

Y esperé su respuesta, que ya imaginaba cual era.

por **Astro** » Lun Ene 26, 2015 1:06 am

—Pues ahora ya lo sabes, por ahora solo me he encontrado con uno más además de mí. Mateus Palamecia, si te vas a quedar con nosotros te conviene recordar ese nombre... Para alejarte de él.

—Palamecia, ¿eh? —comento Adam, rascándose la barbilla—. Claro, claro, me "alejaré" mucho de él si nos cruzamos.

Por supuesto, mentía.

—No, en absoluto —respondió Ragun a la pregunta del vampiro, negando con la cabeza—. No soy ni demasiado fuerte ni demasiado débil. Estoy en un punto intermedio, supongo.

>>¿Por qué lo preguntas?

—¿En serio? —Desde luego, esperaba una respuesta diferente—. Pareces fuerte, y si eres un sincorazón...

Dio un par de pasos, rascándose la cabeza. El vampiro no estaba para nada convencido con la respuesta de Ragun. De hecho, intuía que estaba mintiendo. ¡Los sincorazón eran fuertes! Y uno con forma humana tenía que serlo todavía más, era obvio.

Esbozando una sonrisa pícara, y con un plan en mente, Adam se giró y se puso al lado de Ragun, agarrándole por el hombro con fuerza.

—¡Oh, venga, seguro que estás exagerando! —exclamó, entre carcajadas amistosas—. ¡Tienes pinta de ser muy fuerte, no seas modesto!

Empujándole un poco, Adam llevó a Ragun hasta la fuente del vestíbulo, donde le soltó al fin. Sin perder ni un segundo, llevó una rodilla al suelo y puso el brazo izquierdo en la superficie lisa de la fuente, donde la gente solía sentarse.

—¡Te reto a un pulso, Ragun! —declaró, con una sonrisa de oreja a oreja.

por **Sombra** » Lun Ene 26, 2015 2:02 am

—¿En serio? —pareció sorprenderse de mis palabras o no creerme demasiado—. Pareces fuerte, y si eres un sincorazón...

<<¿Y si soy un sincorazón qué?>>

El vampiro empezó a rascarse la cabeza y dio un par de pasos con un rostro que parecía dudar bastante de mis palabras. Sin previo aviso y con una amplia sonrisa me agarró del hombro, le miré de reojo sin saber muy bien como reaccionar.

—¡Oh, venga, seguro que estás exagerando! —se carcajeó—. ¡Tienes pinta de ser muy fuerte, no seas modesto!

—No estoy siendo... ¡Oye! —traté de quejarme cuando el aprendiz empezó a empujarme hacia la fuente. Tuve que caminar casi obligado por Adam hasta allí, donde me soltó.

El vampiro se arrodilló con una sola rodilla frente en la superficie de la fuente y colocó allí su brazo izquierdo.

—¿Qué estás haciendo? —enarqué una ceja sin entender muy bien lo que pretendía.

—¡Te reto a un pulso, Ragun! —y sin dejar de sonreír me propuso aquello.

—De acuerdo —asentí tras meditar unos instantes. Era un simple pulso, no iba a tener nada de malo.

Me coloqué frente a la fuente posando una rodilla y coloqué mi brazo sobre la superficie que la gente solía utilizar para sentarse buscando que el vampiro me estrechase su propia mano para poder empezar.

—¿Estás preparado? —pregunté una vez me hubiese agarrado la mano—. A la cuenta de tres empezamos. Tres, dos, uno...

Y empecé a hacer fuerza.

por **Astro** » Lun Ene 26, 2015 2:19 pm

—De acuerdo.

Para sorpresa de Adam, Ragun no tardó demasiado en responder. ¡Y encima accedió! Una nueva sonrisa surgió en los labios del vampiro, que se esperaba una respuesta negativa del niño sincorazón.

—¡Así se habla, machote! —exclamó, la mar de contento, mientras Ragun se colocaba en posición.

Ambas manos izquierdas se estrecharon, y Adam no dudó ni un segundo en apretar con fuerza. Sobre todo, porque la mano que estaba agarrando era la del brazo negro de Ragun. Se moría de ganar por empezar y descubrir hasta dónde llegaría su fuerza de sincorazón. ¿Sería más fuerte que él?

—¿Estás preparado? —El vampiro asintió—. A la cuenta de tres empezamos. Tres, dos, uno...

—¡Ya!

Ambos empezaron a hacer fuerza en el mismo momento. Y sí, desde luego Ragun no era para nada débil: el primer empujón pilló desprevenido a Adam, que estuvo apunto de perder a la primera. Aunque claro, el chupasangre no iba a permitirlo.

Haciendo acopio de todas sus fuerzas, empujó todo lo que pudo arrastrando poco a poco el brazo de su rival hasta que, con un último gesto más brusco de lo normal, la mano de Ragun acabó tocando el agua de la fuente. El pulso se había terminado.

—¡Gané, yeah! —gritó, levantándose de un salto mientras daña un puñetazo hacia el techo como celebración.

Se llevó una mano instintivamente al bolsillo trasero del pantalón, en busca de su petaca. Pero cuando fue a echar un trago, recordó con tristeza que la había vaciado momentos antes para quitarse el mal sabor de la sangre negra. Qué chasco.

—Ha estado genial —comentó Adam, acercándose de nuevo a Ragun—. Eh, pero mentías con eso de que no eres fuerte. No tanto como yo, claro, pero sí que lo eres.

»Aunque me esperaba más viniendo de un sincorazón. —Se encogió de hombros—. ¿Estás seguro de que eres uno?

por **Sombra** » Lun Ene 26, 2015 4:39 pm

—¡Ya!

Nada más empezar hice acopio de mi fuerza estando a punto de ganar por un instante, sin embargo no fue así. El vampiro también tenía mucha fuerza, desconocía si era la suya propia tras entrenar duro o si era así gracias a su vampirismo, pero lo cierto era que poco a poco iba ganando terreno.

El aprendiz empezó a hacer que mi brazo se torciese lentamente hasta que con último empujón logró que tocase el agua de la fuente. Había perdido.

—¡Gané, yeah! —se lenvantó de golpe alzando su puño en señal de victoria.

—¡Por poco! —me lamenté dándome cuenta de que por un momento había estado cerca de la victoria.

Me puse en pie y di unos leves toques a mi rodilla para limpiar la posible suciedad que se había pegado a mi pantalón.

—Ha estado genial —admitió el vampiro aproximándose a mí tras buscar algo en uno de sus bolsillos. Agradecí por lo bajo las palabras de halago de Adam—. Eh, pero mentías con eso de que no eres fuerte. No tanto como yo, claro, pero sí que lo eres.

»Aunque me esperaba más viniendo de un sincorazón. —pareció decepcionarse—. ¿Estás seguro de que eres uno?

—Uhm... Sí, o al menos lo fui... Es una larga historia —comenté no muy seguro de si podía considerarme uno a esas alturas.

Para probar que no mentía cerré los ojos en busca de concentración y dejé que la oscuridad que albergaba tiñese mi cuerpo cambiándolo levemente para mostrar el aspecto que tenía como una especie de híbrido entre sincorazón y humano. Abrí nuevamente los ojos, que ahora brillaban como dos faros en mitad de la noche.

Spoiler: Mostrar

—En esta forma tengo bastante más fuerza al utilizar mis poderes, aunque no adquiero ninguna característica como super-fuerza o algo así, por lo que incluso así seguiría perdiendo contra ti en un pulso.

Finalmente, volví a mi forma normal tras unos instantes.

—Pero bueno, ni siquiera yo sabía hasta hace poco que era uno de ellos y todavía estoy investigando las habilidades que poseo como una de esas... cosas. Invocar sincorazón para que ataquen a mis enemigos y generar una especie de arenas movedizas pero hechas de energía oscura son las dos únicas cosas que he descubierto que puedo hacer únicamente cuando me transformo. —Negué con la cabeza prefiriendo cambiar de tema, al fin y al cabo dudaba que le interesase mi vida—. Tengo entendido que los vampiros tenéis poderes muy interesantes, como que os regenerais más rápidamente al chupar la sangre de otros seres vivos, ¿fue por eso que me mordiste antes?

Por suerte, el daño había sido prácticamente nulo gracias a mi famosa resistencia para resistir buenas palizas, pero eso no quitaba que no sintiese el dolor como cualquier otra persona.

por **Astro** » Lun Ene 26, 2015 7:56 pm

—Uhm... Sí, o al menos lo fui... Es una larga historia. —La respuesta de Ragun no sonó demasiado convincente.

—Si tú no estás seguro, ya me contarás —comentó Adam con una carcajada.

Empezaba a sospechar que de verdad no era un sincorazón. Tenía su mismo olor (o uno muy muy parecido), vale, pero no había tenido la misma sensación que tenía cuando se encontraba con uno. Ni siquiera parecía compartir la pasión por arrancar corazones que tanto divertía a Adam. ¡Menudo timo!

Sin embargo, lo que hizo a continuación consiguió que cambiase completamente de opinión. Todo el cuerpo de Ragun empezó a cambiar, volviéndose la piel más oscura y liberando un aura que definitivamente le recordaba a la de los sincorazón. Cuando abrió los ojos, brillaban con intensidad.

Spoiler: Mostrar

—¡Ojojojojo! ¡Esto es otra cosa! —exclamó el vampiro, admirando la nueva forma de su compañero.

—En esta forma tengo bastante más fuerza al utilizar mis poderes, aunque no adquiero ninguna característica como super-fuerza o algo así, por lo que incluso así seguiría perdiendo contra ti en un pulso.

—Tendrías que haber empezado por aquí desde el principio, tío, ahora sí que pareces un sincorazón —comentó, con aire divertido.

Pero la diversión duró poco. Ragun volvió a su apariencia normal, y la sonrisa desapareció del rostro de Adam. Menudo chasco, prefería cómo era antes.

—Pero bueno, ni siquiera yo sabía hasta hace poco que era uno de ellos y todavía estoy investigando las habilidades que poseo como una de esas... cosas. Invocar sincorazón para que ataquen a mis enemigos y generar una especie de arenas movedizas pero hechas de energía oscura son las dos únicas cosas que he descubierto que puedo hacer únicamente cuando me transformo.

—Ajam...

Asintió levemente con la cabeza, pero apenas estaba prestando atención a lo que decía (ni lo entendía ni le interesaba). Estaba más entretenido imaginando que si los sincorazón de verdad podían tener apariencia humana, pelear contra uno debía de ser el doble de divertido que hacerlo contra uno normal. Contra Ragun lo tenía difícil, porque Nanashi le mataría si intentara atacar a otro aprendiz...

Aunque estaba ese tal Palamecia que había nombrado antes, por ejemplo. Se moría de ganas por destrozarle, y eso que ni le conocía. ¿Llegaría a hacerlo...? Bueno, siempre podía buscarlo.

—Tengo entendido que los vampiros —Escuchar la palabra "vampiro" hizo que Adam volviera a prestar atención a Ragun—. tenéis poderes muy interesantes, como que os regenerais más rápidamente al chupar la sangre de otros seres vivos, ¿fue por eso que me mordiste antes?

—Sí y no. Más bien no —respondió, bostezando ampliamente—. Nos curamos más rápido que los demás por normal, pero no nos hace falta siempre sangre. Aunque la sangre siempre ayuda y no podemos estar demasiado sin ella, o algo así. No recuerdo los detalles.

Señaló su cuerpo, demostrando que todas las heridas que tenía al principio, cuando se habían encontrado por primera vez, ya no estaban. Como si nunca le hubieran herido.

—Ah, te mordí porque tenía hambre. Y porque te ofreciste a ayudarme. —Se encogió de hombros—. Fue como una invitación a que te mordiera, ya sabes.

—Bueno, será mejor que vaya subiendo para arriba. —Señaló hacia el techo, echando a andar con tranquilidad hacia las escaleras—. Comeré algo y me echaré una siesta, esto del horario diurno es una mierda. Aunque creo que tenía entrenamiento con Nanashi... Bah, qué más da.

»Un placer, Fust VonRagun —Adam le dirigió un gesto de la mano como despedida, acompañado de su típica sonrisa amistosa—. Nos mordemos por ahí~

De vuelta a su habitación, el joven vampiro le daba vueltas a su cabeza a la idea de pelear contra sincorazón. Últimamente, había sido su obsesión. Pelear le hacía sentir vivo, le divertía, era una forma de demostrar que todavía tenía un camino por delante. Ya no estaba encerrado en una vida repetitiva (aunque divertida) en Ciudad de Halloween, donde no encontraba problema que no pudiera solucionar con fuerza bruta.
Ahora todo era diferente. En aquella salida al exterior del castillo, había tenido que huir con el rabo entre las piernas al verse superado. Aquel día, cuando conoció a Nanashi y a Diana, ocurrió lo mismo. Tal vez no fuese tan fuerte como él creía...

Bah, tonterías. Estaba pensando demasiado.

Abrió la puerta de su cuarto, echó un largo trago a una de las bolsas de sangre que había dejado sobre la mesa, y se desplomó sobre la cama.

¡Maldito horario diurno!

Spoiler: Mostrar

por **Sombra** » Mié Ene 28, 2015 6:08 pm

—Sí y no. Más bien no —respondió. Levanté una ceja extrañado—. Nos curamos más rápido que los demás por normal, pero no nos hace falta siempre sangre. Aunque la sangre siempre ayuda y no podemos estar demasiado sin ella, o algo así. No recuerdo los detalles.

Y es que efectivamente, las heridas que había tenido recorriendo todo su cuerpo ya no estaban ahí, tan solo quedaban los restos de sangre seca que cubría su cuerpo. Sin duda aquella era una capacidad de regeneración asombrosa y al menos yo nunca la había visto antes.

—Ah, te mordí porque tenía hambre. Y porque te ofreciste a ayudarme.

Lancé una mirada asesina al vampiro y por un segundo me vi tentado a darle un buen soplamocos, sin embargo preferí contenerme.

—Fue como una invitación a que te mordiera, ya sabes.

—Ya... Claro —dudé. Sería mejor tenerme cuidado con él, aunque dijese que mi sangre le sabía mal nada me aseguraba que no le sirviese igualmente y por tanto que en un momento de necesidad no fuese a intentar algo.

—Bueno, será mejor que vaya subiendo para arriba. —el aprendiz se alejó hacia las escaleras con tranquilidad—. Comeré algo y me echaré una siesta, esto del horario diurno es una mierda. Aunque creo que tenía entrenamiento con Nanashi... Bah, qué más da.

»Un placer, Fust VonRagun —levantó la mano en señal de despedida—. Nos mordemos por ahí~

—Lo mismo digo... Nos mord... ¡Eh, ni se te ocurra! —acabé exclamando mientras veía como el aprendiz se alejaba.

Suspiré en cuando hubo desaparecido por el pasillo que había al fondo del hall y me observé la mano con la que había echado un pulso contra aquel novato. ¿De verdad había perdido? No me consideraba mal perdedor, pero no podía permitir que alguien me superase en nada.

—Tendré que intensificar mis sesiones de entrenamiento —medité con los brazos cruzados.

No podía permitirme perder bajo ningún concepto, sino nunca podría ser un Maestro.

Spoiler: Mostrar