[La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Misión de Aru y Bavol

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[La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Nell » Lun Ene 26, 2015 10:57 pm

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Nombre: No es mentir, es ocultar la verdad.
Solicitante: Dominique.
Descripción: ¡Necesito una esposa urgentemente! Ojalá pudierais buscarme una chica buena para mí, pero ya me han dicho que no os dedicáis a eso (¿o sí?). Por el momento, necesito que me mandéis a alguien para que finja serlo una tarde. Unos parientes míos vienen a visitarme y hace tiempo les dije que estaba ya casado (estoy empezando a hacerme mayor y me daba vergüenza contarles la verdad). Si tenéis mucho personal, tampoco me importaría que viniese acompañada por alguna sirviente o mayordomo, ya sabéis, para... aparentar. No es que les mienta por divertirme, es que les hace más felices no conocer la verdad.
Vivo a las afueras de París, en una pequeña aldea, puesto que soy un honrado campesino.
Mundo: La Cité des Cloches.
Requisitos: Dos a tres participantes. Se aceptan travestismos para los papeles de esposa, criadas y mayordomo.
Recompensa: 1200 platines por cabeza.
Interesados: Aru y Bavol.
EN PROCESO


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Puesto que los dos aprendices se conocían de antes, no tenían más que acordar un punto de encuentro y partir rumbo a la misión. Si lo veían conveniente, podían anticiparse a los acontecimientos e ir al desván de Tierra de Partida, donde encontrarían atuendos con los que disfrazarse y mentir a la familia del "honrado campesino". El papel de cada uno se lo tendrían que echar a cara o cruz, o negociarlo.

En cuanto llegaran, aterrizando en una zona desierta, tendrían que guiarse por el camino a las afueras de París para llegar a la aldea donde vivía Dominique, en una casucha casi de paja y adobe, puesto que el poblado en sí era muy rural, aunque tranquilo.

Los moguris les habían dicho que el tal Dominique les había citado horas antes de la llegada de sus parientes, para que prepararan la situación. No se quedarían mucho tiempo, ya que su destino era alojarse con sus padres en París. Y en confesión, estos también les revelaron que los 2400 platines que les iba a pagar salían de la venta de su propia cosecha de subsistencia.

¿A esos extremos iba a llegar para fingir que vivía una vida feliz y plena desposado? ¿Por qué tanto empeño en ocultarles la verdad? No parecía estar bien. Quizá, si querían, podían intentar convencerle de que cambiara de idea, si averiguaban el por qué. O simplemente hacían su representación y lo que saliera.

En breves lo descubrirían.
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Tidus Cloud » Mié Ene 28, 2015 7:29 pm

Bavol entró dando un portazo en la habitación de su Aprendiza Aru. El gitano llevaba en la mano una solicitud para realizar un pequeño encargo en un mundo muy especial para él. En circunstancias normales quizás se hubiera llevado a algún compañero más fuerte que ella, pero dada los peculiares requisitos de la misión pensó que no había nadie mejor que ella.

Aprendiza, te vienes conmigo —anunció Bavol esbozando una media sonrisa—. Nos vamos de misión.

El pequeño le ofreció el papel a Aru para que lo leyera y se enterara de qué iba el encargo. Al parecer el solicitante necesitaba una chica que se hiciera pasar por su esposa delante de unos parientes. No parecía muy emocionante en sí, pero podía aprovechar la ocasión para visitar la Cité des Cloches.

Nos marchamos a París, a mi mundo. Creo que será divertido. Antes de irnos, tendremos que disfrazarte un poco, allí llamarías demasiado la atención —indicó señalando al pelo de la muchacha—. Bueno, nos vamos al almacén, ¿alguna pregunta?
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Aru » Jue Ene 29, 2015 1:56 am

Aquella mañana, nuestra aprendiza peli azul se había levantado antes para llegar antes que nadie al comedor y llevarse las tostadas recién hechas y untarlas de mermelada de fresa para llevársela a su cuarto. El motivo era porque llevaba cuatro días leyendo un libro bastante interesante que la había mantenido bastante entretenida aquellos días, tanto que se le había olvidado cenar el día anterior, por lo cual tenía bastante hambre.

Llegando a su cuarto mientras mordisqueaba una de las tostadas, cerró la puerta y se sentó en su cama con los pies cruzados, mientras mantenía el libro en su regazo y pasaba las paginas con la mano izquierda, ya que en la otra estaba su delicioso desayuno.

Minutos más tarde aquella tranquilidad desapareció.
Un golpe estruendoso de puerta perturbó aquel momento de relax que con tanto gusto le estaba sabiendo.

Aprendiza, te vienes conmigo —ordenó el causante de aquel portazo—. Nos vamos de misión.

Claro, ¿quien podría ser sino? El único que entraba en los cuartos de los demás sin llamar antes, Bavol.

Buenos días a ti también, Bavolin —dijo la muchacha sin levantar la vista del libro.

El chico le ofreció un papel que Aru aceptó al instante. No era nada más ni nada menos que una nota de encargo, que al parecer el gitano había aceptado, pero en ella ponía que precisaban una doncella que se hiciera pasar por su esposa delante de unos parientes.

¿Te vas a hacer pasar por mujer? —dijo la pequeña sonriendo tontamente

La idea de ver a Bavol con un vestido rosa y un enorme lazo era bastante tentadora, resaltando el bastante.

Nos marchamos a París, a mi mundo. Creo que será divertido. Antes de irnos, tendremos que disfrazarte un poco, allí llamarías demasiado la atención —dijo toqueteando el pelo de la joven—. Bueno, nos vamos al almacén, ¿alguna pregunta?

Aru miró su cabello extrañada, pues no comprendía el porqué su pelo llamaría la atención, ¿quizás fuese demasiado largo? De todos modos, sería muy difícil esconder tal melena.

¿Me vas a llevar a tu pueblo natal? —dijo bastante emocionada —¡Me encantaría poder conocer a tus padres! Y... —pauso mientras le daba un codazo insinuándole lo que iba a decir.

Entonces Aru se acabó sus tostadas, e incluso le ofreció la mitad de la otra a Bavol por sí tenía un poco de hambre.

¿Y como harás para parecer una mujer? —insinuó señalando el pecho del gitano.

Creo que necesitarás un poco de ''volumen''.
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Tidus Cloud » Jue Ene 29, 2015 6:20 pm

¡No, no y no! —protestó Bavol muy enfadado—. ¡¿Eres tonta o qué?! ¡No voy a vestirme de niña!

Arrancó el papel de las manos de la chica y le volvió a echar un vistazo rápidamente. Sostuvo la hoja con una mano y agitándola en el aire la aproximó al rostro de Aru como si intentara que viera de una vez lo que era evidente.

¡Lee bien! Hace falta una esposa y un sirviente, ¡y evidentemente tú harás de la mujer, no yo! —gritó Bavol muy ofendido.

El gitano le lanzó el papel a la cara y se dio la vuelta bastante alterado mientras pisoteaba el suelo. La muchacha le había ofendido con aquella insinuación, ¿cómo se podía pensar que él iba a vestirse de mujer? Además, también había dicho otra cosa que le había molestado bastante, pero por otros motivos…

Y no, no vamos a visitar a mis padres ni a nadie —Bavol desvió la mirada hacia el suelo triste de que Aru le hubiera hecho recordar ciertas cosas—. Ufff, venga ya, vamos al almacén.

Bavol inició la marcha y se dirigió rápidamente hacia los almacenes de Tierra de Partida para encontrar los disfraces que necesitarían durante aquella misión. Si la Aprendiza le había seguido, se giraría hacia ella y le indicaría:

Tienes que parecer una mujer de la Cité, así que ponte a buscar ropa en las cajas. Ah, y tienes que taparte el pelo, la gente de allí no tiene el pelo azul.

Dicho esto, el pequeño decidió ponerse él mismo a buscar sus propias ropas, mientras esperaba que su Aprendiza hiciera lo que le había indicado. En Tierra de Partida seguía vistiendo el mismo estilo de vestimenta que en su mundo natal, pero pensó que a lo mejor encontraría algo interesante que ponerse para su papel de mayordomo. Sólo tenía que buscar bien.
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Aru » Jue Ene 29, 2015 6:47 pm

Bavol le había arrancado el papel de las manos bastante enfadado y ofendido, como si lo que la muchacha le hubiera dicho fuese malo.

¡No, no y no! —gritó muy enfadado—. ¡¿Eres tonta o qué?! ¡No voy a vestirme de niña!

Pues yo creo que estarías muy linda —explicó dando su punto de vista.

Tras aquella larga discusión con el gitano, los dos se dispusieron a bajar al sótano para encontrar las prendas de su misión.

Tienes que parecer una mujer de la Cité, así que ponte a buscar ropa en las cajas. Ah, y tienes que taparte el pelo, la gente de allí no tiene el pelo azul.

Aru cogió su largo pelo y se hizo un moño, tendría que encontrar alguna peluca bonita para tapar su melena.

Vaya, pues si que es un mundo atrasado, con lo bonito que es el pelo azul —dijo balbuceando.

Tras rebuscar entre las cajas y baúles, la muchacha encontró un bello traje de época, creía que podría ser perfecto, así que se escondió tras unas viejas cortinas, y se puso el traje por encima de su ropa para probarselo.

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Después de probárselo, detrás de las mismas cortinas encontró una peluca morena de cabello largo, que le venía de perlas para su disfraz, y también se la puso.

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Salió detrás de la cortina, y dio varias vueltas delante de un viejo espejo para ver como le quedaba.

¿Está bien así verdad? —dijo dirigiéndose a Bavol.
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Tidus Cloud » Jue Ene 29, 2015 11:13 pm

¿Está bien así verdad?

Bavol elevó la cabeza para ver cómo estaba vestida su compañera. Nada más verla con aquellas pintas tan pomposas le entraron ganas de llevarse las manos a la cara agotado. Negó con la cabeza resignado, seguro que si iba así a la Cité, no tardarían ni dos segundos en intentar robarle; no obstante, no tenía más ganas de pelearse con ella.

¿Por qué te has puesto ropa de niña rica? Haberte puesto algo más normalito —preguntó Bavol mientras se ponía un chaleco de color rojo que había encontrado al fondo de una caja—. Bueno, qué más da, mejor nos vamos ya.

Tras haber visto la forma en la que se iba a vestir Aru, decidió que mejor no se ponía nada más que llamara demasiado la atención.

¿Tienes alguna pregunta sobre el mundo? —Bavol le mostró la palma de la mano para frenarla, ya que prevenía lo que iba a pasar—. Sobre el mundo, no sobre mi vida ahí.

Una vez todas las curiosidades de Aru estuvieran saciadas, le indicó con un gesto de la mano que le siguiera y se marcharon hacia los jardines dispuesto para partir a la Cité des Cloches. Para el pequeño no era tan difícil volver a su mundo después de su anterior visita en la que se había encontrado con Simbad. Además, había una gran diferencia con respecto a la otra, esta vez iba a cumplir una misión, no a visitar expresamente a sus conocidos.

¿Preparada?

Esperó a que la muchacha se lo confirmara, invocó su Armadura y su Glider y emprendió el viaje a la Cité.
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Aru » Jue Ene 29, 2015 11:26 pm

—¿Por qué te has puesto ropa de niña rica? Haberte puesto algo más normalito —preguntó Bavol—Bueno, qué más da, mejor nos vamos ya.

Al parecer la ropa aquella no era la adecuada, algo que tampoco entendía, ya que ella no era del mismo mundo que Bavol, lo cual daba a entender el porqué se había equivocado.
Cuando Bavol se dió la vuelta, Aru le hizo regañinas e imitaba lo que decía el gitano.

¿Por qué te has puesto ropa de niña rica? Ñeñe, soy Bavol y soy más listo que tu ñeñeñe~

De repente Bavol se dio la vuelta, pero ella ya había parado y no la pilló.

¿Tienes alguna pregunta sobre el mundo? —dijo Bavol mientras me paraba con la mano—. Sobre el mundo, no sobre mi vida ahí.

No, no por ahora —reveló Aru mientras negaba con la cabeza.

Entonces Bavol le indicó a la muchacha que le siguiera, y juntos marcharon hacia los jardines para partir al mundo de la misión. Sería la primera vez en que la peliazul pisase la Cité de Cloches, y eso hacía que sintiese un nudo en la garganta de los nervios.

¿Preparada?

No, espera... —entonces Aru se colocó bien la peluca para asegurarse de que ningún movimiento brusco pudiese removerla —Ya, ahora sí —finalizó levantando el pulgar.

Entonces Bavol y Aru se pusieron la armadura, subieron a su glider, y marcharon a poner inicio su misión.
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Tidus Cloud » Vie Ene 30, 2015 6:18 pm

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Veeeenga, vamos —protestó Bavol de nuevo intentando que su compañera se diera prisa.

El gitano soltó un resoplido, por culpa de aquel pomposo vestido estaban tardando tanto tiempo en recorrer el camino que iba desde París hasta la aldea del campesino al que tenían que ayudar.

Cuando cogió la misión del tablón y preguntó a los moguris sobre ella, le contaron bastante información que podría servirles de utilidad. Lo primero es dónde podría encontrar al interesado, que habitaba a las afueras de París, aunque su pequeño teatrillo lo montarían finalmente en una de las viviendas de la gran ciudad francesa.

Otro punto bien interesante sobre aquel tema era de dónde había sacado la recompensa que les iba a dar.

¿Sabes qué, Aru? —preguntó para llamar la atención de la joven—. Me han dicho que el dinero que nos va a dar lo ha obtenido vendiendo toda la cosecha que tenía. ¡Toda la cosecha! ¿Sabes cuánto cuesta conseguirla? Tiene que estar realmente preocupado por lo que puedan pensar sus padres.

No tardaron mucho más tiempo en llegar a la aldea donde vivía el solicitante de la misión. Afortunadamente el poblado era lo suficientemente pacífico como para que nadie decidiese atracar a la princesita a la que acompañaba a ver a su nuevo marido.

Bavol se acercó a un anciano que pasaba cerca de ellos para preguntarles cuál era la casa que estaban buscando.

Señor, ¿sabe dónde vive, ehm —Sacó el papel que guardaba en su bolsillo y le echó un nuevo vistazo— Dominique?

Tras unos segundos en los que el señor se quedó un tanto impactado al ver el aspecto que tenían aquel dúo, señaló temblorosamente una pequeña casa al fondo del todo. Bavol asintió sonriente y le dio las gracias al señor, que decidió continuar su camino aún con los ojos muy abiertos.

Vamos, Aru —le indicó a su compañera corriendo hacia la casucha.
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Aru » Vie Ene 30, 2015 6:33 pm

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Veeeenga, vamos —decía protestando el gitano

A la aprendiza le estaba costando bastante andar con aquel vestido, y esos horribles tacones de doncella. Y lo que era peor, la gente no dejaba de observarla con los ojos abiertos.

¿Sabes qué, Aru? —preguntó para llamar la atención de la joven—. Me han dicho que el dinero que nos va a dar lo ha obtenido vendiendo toda la cosecha que tenía. ¡Toda la cosecha! ¿Sabes cuánto cuesta conseguirla? Tiene que estar realmente preocupado por lo que puedan pensar sus padres.

¿De verdad? —dijo la muchacha mientras se medio levantaba el vestido para caminar mejor—. No entiendo bien porque tanto follón por ocultar que es soltero, ni que fuese algo malo —suspiró la muchacha

La realidad era que la reacción de aquel muchacho al enterarse de que sus parientes podrían enterarse de que eran solteros era bastante exagerada, ¿de verdad era tan bochornoso como para vender toda su cosecha? Algo no cuadraba en toda esta historia.

Bavol pidió indicaciones a un ancianito que caminaba cerca de los jóvenes aprendices, fue bastante educado a decir verdad.

Después de que el señor les diese la indicación, ambos aprendices se despidieron de él con una gran sonrisa, y a su vez, Aru le hizo una reverencia.

Vamos, Aru —le indicó a su compañera corriendo hacia la casucha.

Aru observó como Bavol corría hacia la casucha, que daba bastante pena, se notaba que era un hogar humilde, lo cual daba mucho que decir que decidiera vender su cosecha para conseguir el dinero.

Bueno... Vamos allá.
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Tidus Cloud » Vie Ene 30, 2015 7:07 pm

Bavol llamó con fuerza a la casa del solicitante de la misión. No pasó mucho tiempo hasta que un atractivo hombre abriese la puerta a sus visitantes. El gitano se preguntó si aquel podría ser el hombre al que estaban buscando. Sus cabellos eran negros y brillantes, sus ojos de un profundo azul oscuro y su piel demasiado blanquecina teniendo en cuenta que se trataba de un campesino.

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¿Eres Dominique? —preguntó el pequeño sin rodeos.

E-eh, sí —tartamudeó el apuesto joven.

Dominique echó un vistazo de arriba abajo a Bavol y por la cara que puso, el gitano pudo deducir que el hombre se encontraba un tanto confuso. Sin embargo, cuando dirigió su mirada hacia Aru, la blanca piel del joven enrojeció de repente.

¿V-venís por aquel encargo? —susurró Domnique acercándose al oído de Bavol.

Sí, somos nosotros.

El joven apoyó su cuerpo contra la puerta mientras miraba alternativamente a los dos Aprendices de la Llave Espada. Tras unos segundos en silencio, suspiró y se encogió de hombros. Bavol no entendía muy bien qué es lo que le estaba ocurriendo.

Pasad, por favor.

El gitano asintió y entró en la casa con paso animado. Miró a su alrededor para descubrir en qué tipo de viviendo vivía aquel tipo y tal y como se esperaba se encontró con una decoración muy pobre, limitada a unos cuantos muebles esenciales.

Dominique cerró la puerta tras de sí justo después de que Aru y Bavol pasaran al interior de la casa. Entrelazó las manos y comenzó a respirar, tan fuerte que incluso el pequeño se giró para ver si le ocurría algo. Le estaba empezando a parecer una persona un tanto extraña.

S-soy D-dominique, encantado —se presentó entre más tartamudeos agachando la cabeza.

Yo soy Bavol.

¿T-tenéis a-alguna duda sobre el… asunto?
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Aru » Vie Ene 30, 2015 7:23 pm

Despues de que Bavol golpeará la puerta, detrás de ella apareció un joven de cabello negro y piel pálida, tanto, que no parecía para nada ser un campesino, normalmente los campesinos que tenían cosechas solían tener la piel tostada por el sol, ya que tenían que estar constantemente bajo el labrando la tierra, otro punto que dejó aun más perpleja a la joven.

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¿Eres Dominique? —preguntó Bavol siendo directo.

E-eh, sí —tartamudeó el apuesto joven.

¡Buenas! —dijo la pequeña levantando la mano segundos después de que el cliente contestara.

Dominique parecía bastante raro, un comportamiento bastante inusual cabía a destacar.

En ese momento el cliente se acercó a Bavol para susurrarle algo, mientras la joven Aru aprovecho para mirar el interior de la vivienda. Era como lo había deducido, un hogar noble y bastante pobre, pero tenía un aura cálida y acogedora, tanto que se sentía un poco de calorsillo.

Pasad, por favor.

Con permiso~

Después de que ambos aprendices pasaran, Dominique parecía estar un tanto nervioso, tanto que hasta Bavol pudo notarlo.

S-soy D-dominique, encantado —se presentó entre más tartamudeos agachando la cabeza.

Yo soy Bavol.

Aru, soy quien se hará pasar por tu esposa —dijo mientras se le salían unas risillas.

¿T-tenéis a-alguna duda sobre el… asunto?

Entonces Aru miró a Bavol, y cruzó las manos, era el momento indicado para preguntar sobre su comportamiento extraño y sobre el porqué tanto secretismo con su familia.

Bueno, antes que nada me gustaría saber el porqué quieres ocultar a tus parientes que estás soltero, ¿que problema hay?

La pequeña escuchó con atención la respuesta del joven, esperando que fuese lo suficientemente buena como para justificar la venta de su completa cosecha.

Me han dicho que ibas a vender la cosecha para conseguir el dinero que cobraremos por esta misión, pero tu piel es casi tan perfectamente blanca como la mía, no parece que hayas trabajado mucho al sol...
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Tidus Cloud » Vie Ene 30, 2015 7:47 pm

Bueno, antes que nada me gustaría saber el porqué quieres ocultar a tus parientes que estás soltero, ¿qué problema hay?

Aru… —musitó Bavol indicándole que aquello no era buena idea.

El pequeño se mordió el labio inferior preocupado porque Dominique se enfadara con ellos por aquella pregunta. Habían venido a ayudarles con aquel encargo y si tenían que preguntarle, era sobre la misión, no sobre su vida personal. Se llevó las manos a la boca para morderse las uñas mientras esperaba que el joven decidiera reaccionar.

Por su parte, Dominique se había puesto rojo como un tomate al escuchar aquella pregunta. Abrió la boca e intentó articular alguna palabra, pero al principio solo consiguió emitir un ruido extraño.

E-es complicado —tartamudeó desviando la mirada hacia el suelo—. M-mis padres siempre han querido que me case y funde una familia, p-pero yo… yo…

Vale, vale, creo que lo entendemos, ¿verdad, Aru? —Bavol le dio un ligero codazo a su compañera para que no insistiera más.

Sin embargo, la joven tenía una pregunta más que hacerle y tampoco era muy discreta.

Me han dicho que ibas a vender la cosecha para conseguir el dinero que cobraremos por esta misión, pero tu piel es casi tan perfectamente blanca como la mía, no parece que hayas trabajado mucho al sol...

Dominique se llevó inconscientemente las manos a la cara para taparse su piel de la visión de la muchacha. Bavol le propinó un nuevo codazo a Aru, a este paso sólo iba a conseguir que el hombre se echara atrás.

Y-yo, yo, yo…

Bueno, bueno, también da igual, ¿no, Aru? —Esta vez el pequeño fulminó con la mirada a Bavol—. ¿Y si nos cuentas lo que tenemos que hacer?

S-sí —asintió el joven volviendo a bajar las manos—. L-lo que necesito es que finjas ser mi esposa mientras mis padres estén de visita. Nos iremos a una casita en París, le he pedido a un amigo que tengo por allí que me la preste unas horas. —Después se giró hacia el chico—. Les he dicho a mis padres que somos gentes con dinero, así que necesito que hagas de nuestro, ehm, criado.

» N-no es muy difícil. Simplemente tenemos que parecer que estamos muy enamorados y que somos muy felices y mis padres me dejarán en paz. ¿L-lo haréis, por favor?
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Aru » Vie Ene 30, 2015 7:59 pm

E-es complicado —tartamudeó desviando la mirada hacia el suelo—. M-mis padres siempre han querido que me case y funde una familia, p-pero yo… yo…

Comprendo —dijo la pequeña asintiendo con la cabeza

Vale, vale, creo que lo entendemos, ¿verdad, Aru? —Entonces el gitano le dio un ligero codazo a su compañera para que no insistiera más.

Aru se quejó de tal golpe y le miró por el rabillo del ojo mientras forzaba la sonrisa y asentía.

A la siguiente pregunta de Aru, Dominique se tapó la cara avergonzado algo que le hizo sentir mal a la pequeña ya que era su culpa.

¡No no no! Tu piel es muy bella, y tu eres muy guapo no tienes porqué taparte —dijo la pequeña casi sin respirar.

Entonces, Bavol, volvió a darle otro codazo, cosa que hizo que la muchacha se lo devolviera con una colleja.

Bueno, bueno, también da igual, ¿no, Aru? —Esta vez el pequeño fulminó con la mirada a Bavol—. ¿Y si nos cuentas lo que tenemos que hacer?

La muchacha volvió a asentir con la cabeza y le devolvió la mirada a Bavol, que le estaba matando con los ojos.

S-sí —asintió el joven volviendo a bajar las manos—. L-lo que necesito es que finjas ser mi esposa mientras mis padres estén de visita. Nos iremos a una casita en París, le he pedido a un amigo que tengo por allí que me la preste unas horas. —Después se giró hacia el chico—. Les he dicho a mis padres que somos gentes con dinero, así que necesito que hagas de nuestro, ehm, criado.

» N-no es muy difícil. Simplemente tenemos que parecer que estamos muy enamorados y que somos muy felices y mis padres me dejarán en paz. ¿L-lo haréis, por favor?

Si por supuesto, por algo estamos aquí, ¿y como prefieres que te llame? ¿Pichurri, Corazón, Amorsito...? Si me preguntas, yo prefiero decirte algo tipo ''Cari'', ''Mi amor'' e incluso ''Peluchito'' pero yo me adapto, tu eres el jefe.
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Tidus Cloud » Vie Ene 30, 2015 8:31 pm

Bavol fulminó con la mirada a su compañera por darle una colleja. En otras circunstancias habría conjurado un Piro contra el culo del Aprendiz que se atreviera a hacerle eso; sin embargo, decidió dejarlo pasar teniendo en cuenta que estaban en medio de una misión. Ya se vengaría después.

Dominique emitió un pequeño gritito agudo y se llevó las manos a la cara para taparse su enrojecido rostro cuando Aru le preguntó cómo quería que le llamara.

Ays, llámame como quieras, ¿pero cómo quieres que te llame yo a ti?

Dominique escuchó la respuesta de la joven mientras bajaba poco a poco las manos de nuevo. Bavol observó a los dos jóvenes hablar, quizás si su Aprendiza no la liaba demasiado, aquello pudiera salir bien.

¿H-haces, ehm, esto muy a menudo? —preguntó el joven tímidamente a su nueva esposa—. T-te veo muy suelta.

No, es su primera vez —interrumpió Bavol—. Pero si le va mal en la vida, creo que podría dedicarse a esto.

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Una vez hecho todos los preparativos los tres decidieron emprender el camino hacia París para dar comienzo con la farsa y acabar lo antes posible. En esta ocasión se encontraron con más aldeanos por el camino que siempre miraban con mucha sorpresa a aquel grupo tan variopinto.

Cansado de que le miraran raro Bavol decidió andar más rápido que los otros, ya que si tenía que esperar a que Aru acelerara, nunca llegarían a tiempo a la ciudad. Dominique aprovechó que el pequeño gitano se había adelantado para acercarse a la joven.

S-siento lo de antes, p-pero soy muy tímido con las mujeres y ains… —suspiró el joven incapaz de continuar hablando sobre aquel tema.

» Creo que tendríamos que inventarnos una historia de cómo nos… enamoramos. T-tú pareces tener más experiencia en esto, ¿qué se te ocurre?
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Re: [La Cité des Cloches] No es mentir, es ocultar la verdad

Notapor Aru » Vie Ene 30, 2015 8:51 pm

Ays, llámame como quieras, ¿pero cómo quieres que te llame yo a ti?

Vaya, pues me gustaría algo tipo ''Querida'' o algo de ese estilo —dijo la pequeña bastante seria y pensativa.

Al parecer, el joven parecía bastante sorprendido tras tal soltura respecto al tema. No es que Aru supiese mucho tampoco, pero sus padres eran del tipo de padres que no se cortaban con decirse cosas bonitas cuando estaba delante, por eso no le daba nada de vergüenza ningún tema acerca el amorío.

Tras ver que Dominique iba bajando las manos, le dio a entender a Aru que no había dicho nada que le ofendió. Menos mal, no iba a recibir otro codazo del joven gitano.

¿H-haces, ehm, esto muy a menudo? —preguntó el joven tímidamente a su nueva esposa—. T-te veo muy suelta.

No, es su primera vez —interrumpió Bavol—. Pero si le va mal en la vida, creo que podría dedicarse a esto.

Tras tal respuesta de Bavol, la joven peliazul le volvió a dar otra colleja y le miró con cara de enfado, tanto, que se podía ver prender fuego en sus ojos.

Volviendo hacia Dominique, Aru decidió contestarle mientras empujaba a Bavol de la conversación.

Pues la verdad es que no, pero no me avergüenza en absoluto hablar de amor o de sus semejantes, mis padres son muy cariñosos entre ellos por lo que no me parece ningún tema tabú. Me gustaría que te soltases conmigo, no será creíble si te pones rojo siempre que se menciona algo así, confía en mi ¿vale? Ya veras como todo irá bien —finalizó con una sonrisa.

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Decidieron poner rumbo a París, ya que todo estaba listo. Aun caminando hacia allí, los aldeanos no dejaban de mirar al los jóvenes, realmente Aru tuvo que haberse puesto otro vestido, pero ya era demasiado tarde para arrepentirse, su pan estaba apunto de empezar.

Bavol no pudo soportar las miradas de la gente, y decidió adelantarse dejando a Dominique y Aru detrás.

S-siento lo de antes, p-pero soy muy tímido con las mujeres y ains…—suspiró el joven incapaz de continuar hablando sobre aquel tema.

No te preocupes, solo será un rato y no tendrás más problemas de estos —dijo la joven dándole un golpesito en el hombro.

» Creo que tendríamos que inventarnos una historia de cómo nos… enamoramos. T-tú pareces tener más experiencia en esto, ¿qué se te ocurre?

Entonces la joven comenzó a pensar, pero ya que ella no era de ese mundo no podía saber realmente donde podrían haberse conocido ni nada por el estilo.

Bueno, dado que yo no soy de aquí, no conozco los lugares de este sitio... Pero se me ocurre algo —pausó la pequeña picandole el ojo al muchacho.—Podrías haberme salvado de algún ladrón y en ese instante nuestras miradas se cruzaron y surgió el amor, me invitaste al teatro o a algún lugar bonito y romántico, y ya está, ¿te parece bien, Dominique?
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