[Islas del Destino] ¡Yincana veraniega!

[Drazham]

Lo de la serpiente marina pasaba. No tenía ni pizca de gracia que un reptil de unos diez metros te arrease coletazos, pero al menos se contenía y no resultaba peligroso.

Pero aquello… Aquello era criminal. Obra de la mente de un cabrón megalómano.

<¿Es que no hay ningún Maestro normal en Tierra de Partida o qué?>.

Nikolai, sirviéndose del odio visceral que circulaba por sus venas para mantener el poco calor que conservaba, pegaba saltitos de suplicio en la nieva mientras se refregaba el cuerpo con un brazo (se imaginó lo estúpido que se vería en esos momentos), y con el otro sostenía la notita de ese malnacido. Reconoció la firma de uno de los Maestro del bando contrario. Seguro que el muy imbécil pensaba que sería divertido mandar a unos aprendices en bañador a un mundo en el que reinaba la blanca, fría y puñetera navidad.

Desesperado por el gran riesgo de sufrir una hipotermia, forzó su mente lo máximo que pudo. O sacaba la contraseña a la primera, o tendrían que llevar su cuerpo congelado a la enfermería.

[Light]

«No me extraña que seas la Maestra más odiada».

Rebecca no les dio su visto bueno y por ende nadie pasó la prueba. Y lo peor de todo fue que otros participantes les alcanzaron. Light cruzó miradas con Fátima y soltó un suspiro, algo desanimado. ¡Parecía que tendrían que esforzarse más!

Se cruzó de brazos y volvió a concentrarse en la pizarra que tenía delante. Tarde o temprano le vino una idea... que podía funcionar. ¿Y si la respuesta que estaba buscando no era otra cosa que…?

—A la mierda. Probemos con esto. —Borró lo que él creía incorrecto y se puso a dibujar de nuevo, sin pensarlo demasiado.

[Crystal]

Contraseña correcta y por lo tanto, nuevo sello; un copo de nieve.

Volvimos a la playa y no tardé en agradecer el calor. Aquellos contrastes de temperatura me acabarían provocando el resfriado del siglo. Pero no debía pensar en eso ahora, sino en el hecho de que habíamos avanzado y que, para nuestra suerte, habíamos alcanzado a los que iban una prueba por delante. Por lo tanto, aún había una pequeña posibilidad de ganar.

—Debéis dibujar el símbolo correcto en los cuadrados. Cada cuadrado tiene un número y un dibujo diferente, depende de vosotros deducir cuál es. —Observé las pizarras—. ... Suerte.

Me acerqué a la pizarra y cogí la tiza con cuidado de no mancharme mucho. ¿Qué podría ser todo aquello? Tenía una ligera idea pero... Daba igual, tenía que jugármela. Era todo o nada, y estaba dispuesta a equivocarme.

—Que arte tengo dibujando, por favor —susurré, mientras garabateaba.

[Zodiark]

—Qué.

El círculo superior derecho se iluminó en rojo, indicando que había fallado. Quizá me compliqué más de la cuenta... Volví al lugar donde se hallaban los tarros y dejé el tarro erróneo en su sitio. Pensé durante un rato la otra posibilidad que tenía en mente, de hecho era mi segunda opción así que no tuve que devanarme mucho los sesos, pero quería estar seguro y no volver a fallar o me quedaría muy atrás.

—Tiene que ser éste.

Cogí otro tarro y volví a probar suerte con el círculo que había fallado.

[Kairi]

Al poner la tierra en sus lugares correspondientes, un portal de abrió bajo sus pies y se la tragó. Se asustó un poco, pero apareció en otro mundo donde encontró su sello.

Aquel nuevo mundo estaba cubierto de nieve y tal y como iba vestida, tenía muchísimo frío. Seria mejor completar la siguiente prueba cuanto antes.

Cerca de donde había encontrado el sello, había una caja fuerte con un papel que decía:

EL SELLO ESTÁ DENTRO DE LA CAJA FUERTE.
INTRODUCE LA CONTRASEÑA PARA ABRIRLA.

TONTO EL QUE SE LE CONGELE EL CULO. FIRMADO: AKIO.

Y la única pista que tenía era el número de letras o numeros que contenía, separados por dos espacios. Después de pensarlo un rato, apresuradamente porque se estaba congelando, llegó a una conclusión.

- Esto debería ser... ¡ACHÍS!

[H.S Sora]

Había acabado de dibujar satisfecho con el resultado de mis dibujos, cuando...

¿Cómo que no está bien?

La Maestra Rebecca había negado sutilmente al pasar por mi pizarra, y no pude evitar bajar la cabeza algo decepcionado. Perder en aquella prueba significaba que alguno de mis otros compañeros acertaría y solo le quedaría la última prueba, pero entonces me percaté de que ninguno de ellos había avanzado un ápice. ¿Acaso habían fallado también?

Así debía ser, ya que todos parecían estar concentrados en lo mismo que yo: adivinar cual había sido su fallo para poder pasar y debíamos darnos prisa, ya que entonces vislumbré como cinco aprendices más entre los que estaban Freya, Saxor y Simbad y dos más que por lo visto llegaban justo a tiempo para unirse a la fiesta del dibujo veraniego. Genial, como si no hubiese bastante con competir entre nosotros.

Respiré hondo y me puse a analizar dibujo por dibujo todos los que había hecho hasta el momento, esperando encontrar el error o errores que había hecho antes de que los demás lo hiciesen bien... y entonces creí haberlo visto.

Era algo sutil y quizá fuese incorrecto, pero valía la pena arriesgarse.

[Suzume Mizuno]

¡Mierda!

Había fallado. Como todos sus compañeros, por lo que parecía. Se retorció un mechón de pelo y borró el símbolo que, estaba convencida, había fallado. Se puso un poco nerviosa cuando comprobó que estaban llegando otros participantes y cambió el peso de un pie a otro, esforzándose por pensar cuál podría haber sido el error.

Al final, tras mirar a la Maestra con dudas, creyó dar con la respuesta si bien… En realidad podía ser cualquier cosa. No tenía mucha idea. En fin, la cosa era probar e intentarlo otra vez.

Cuando terminó, buscó a Rebecca para que diera su veredicto.

[Saxor]

Los mundos que escogí para cada símbolo fueron los correctos, pero al llegar a un nuevo mundo... Maldije a quien hubiera hecho aquella prueba. ¡Estábamos en Ciudad de Navidad con ropa de verano! Me froté los brazos sin parar mientras buscaba una y otra vez sin descanso la siguiente prueba. Por fin encontré una caja, en la cual había un mensaje.

EL SELLO ESTÁ DENTRO DE LA CAJA FUERTE.
INTRODUCE LA CONTRASEÑA PARA ABRIRLA.

TONTO EL QUE SE LE CONGELE EL CULO. FIRMADO: AKIO.

—M-m-maldit-t-to A...a... ¡ACHÍS!

Tras un buen rato pensando la maldita respuesta (y con los huesos ya congelados), por fin se me ocurrió cuál podía ser la contraseña. Así que la solté... Maldiciendo a Akio a cada segundo que podía.

Puse el sello como dos veces (con lo temblorosas que estaban las manos lo puse fuera de la tabla de sellos, así que tuve que colocarlo de nuevo), lo tiré con fuerza y corrí hacia el portal, buscando...

***

—G-g-guilmon, t-t-t-te lo sup-p-plico. Lánzame t-t-todos los P-piros que puedas.

—¿Eh?

... A Guilmon para que me quitara ese frío invernal del cuerpo. Tras estar calcinado por prácticamente todo el cuerpo me abalancé a buscar a Rebecca, que la encontré en el chiringuito. Nos guió hasta la parte de atrás, donde pude ver a Light y a Saito atascados con ella, lo que eran buenas noticias, al haber alcanzado a los que iban en cabeza.

—Debéis dibujar el símbolo correcto en los cuadrados. Cada cuadrado tiene un número y un dibujo diferente, depende de vosotros deducir cuál es... Suerte.

Abrí la boca para decir algo, pero salió humo de mi boca en vez de voz. Vale, me había pasado con los Piros. Tras pensar un poco, di con una respuesta plausible para los dibujos y me puse a dibujarlos... Aunque se me daban fatal.

[Mentos]

Al final tanta preocupación para que nada pasara. Una vez llegó al otro lado la chica suspiró profundamente, aliviada.

Ahora se encontraban frente a la nueva prueba. Había un cartel que mostraba tres curiosos símbolos y, cerca de él, había numerosos tarros que contenían tierra de todos los mundos. Debían coger de los cuales pertenecían al dibujo del cartel así que Coli rápidamente empezó a coger arena, casi segura de sus respuestas.

<<Tiene que ser así, digo yo>>.

Ahora solo faltaba esperar a que algo pasara.

[Tsuna]

Dos intentos me llevó cruzar con el bote hasta la otra orilla. Al final los pocos rezagados que quedábamos allí encontramos un sello con forma de gota de agua. En el lugar además se hallaba una nota que indicaba a dónde debíamos acudir a continuación: volver en la barca y entrar en el bosque de palmeras. Por suerte el Leviatán no nos volvió a atacar a ninguno, así que pudimos llegar sin problemas. Estaba un poco mosqueada por la prueba tan rara que nos había tocado, y seguía sorprendida por el hecho de que, estando tan cerca del final, el juego todavía no hubiese terminado.

¿Acaso se habían quedado atascados todos en la misma prueba? Igual les terminaba por alcanzar, todo era probable allí.

En definitiva, tenía delante de mí unos altares con símbolos que representaban los mundos. La idea era recoger un poco de tierra del mundo al que perteneciera cada uno y colocarla sobre el símbolo correspondiente. Tenía una ligera idea de qué mundos podían ser, así que no perdí más el tiempo y me puse manos a la obra.

[RedXIII]

Casi besó la arena de la playa al poder salir de aquel sitio tan frio.

—Debéis dibujar el símbolo correcto en los cuadrados. Cada cuadrado tiene un número y un dibujo diferente, depende de vosotros deducir cuál es... Suerte.

Delante suyo la maestra Rebecca les llevó a un lugar lleno de pizarras y les dio una tiza junto a la siguiente pista.

El pequeño Moguri tuvo que buscar un cubilete para poder acomodarse y dibujar en la pizarra, una vez encontró su tiza empezó a deslizarla, dibujando así cosas que eran algo difíciles de entender a simple vista, al lado de cada dibujo iba poniendo su número correspondiente.

[A Nerd Girl]

Me alegraba pasar sin que aquel bicho volviera a atacar. ¿Se habrá divertido lo suficiente? Ni idea, pero creo que lo mejor era continuar. Tras ponerme el sello y toda la faena para ir a por el otro no tuve más que ver que estaba ahí, yo pasando un acertijo que era de nivel de primaria. ¿Es que acaso han creído que la media de los participantes llega a rozar el retraso mental? Me bastaron 2 segundos para resolverlo. Resumiendo, si alguien de mi los que veo aquí falla ya sabré quien no debo hablar para sentir estupidez tan acumulada que me dejaría anonadado.

Tenía que hacer la prueba, esperando que no fallase por exceso de confianza. Aunque al ver que Aru no estaba ahí atascada significaba que ella lo había pasado. ¿Podré alcanzarla? Y si es así, ¿cómo va para ganar? Tampoco veía al gafotas así que tocaba ponerse las pilas y no fallar ninguna.

[Marioxulo]

Conseguí el sello por mi gran actuación, como era de esperar. La maestra se acercó entonces y me puso la estampita del siguiente sello.

Ahora tenía que buscar, sin embargo, a otra maestra. Esta se encontraba en la isla, quizás escondida en algún lugar o no, pero estaba en la isla. Al cabo de un rato, logré encontrarla.

—¿Tienes tu mi sello?

[Astro]

Tercera prueba - Keiko

Keiko no se movió del sitio, así que no avanzó.


Octava prueba

¡Respuesta correcta! Lyon encontró a la persona adecuada. Ella asintió en silencio cuando se acercó, y en poco tiempo ya había sellado la tarjeta del participante: el octavo sello, con forma de media luna, conseguido. Podía seguir.


Novena prueba - Lyon

A Lyon le habían dado las instrucciones de ir hasta un pequeño islote, casi al borde de la barrera, donde estaba el sello que debían añadir a sus tarjetas. Podía ir en uno de los múltiples botes que había repartidos por la playa (la forma más segura, sin duda), o nadando, que aunque resultaría más agotador tendría una recompensa con forma de pista para la décima prueba.
Sin embargo, también estaba el peligro de que algo en el agua que podría atacarles. Que lo hiciera o no sería pura suerte, pero habría menos posibilidades si iba en el bote que si se arriesgaba a ir nadando. Él decidían.

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¡Novena prueba: llega al islote! En el islote está el sello que debéis añadir. Fácil, ¿no? Pues tiene truco. Hay algo en el agua que os puede atacar y joderos la prueba. No os matará ni os eliminará, pero os devolverá a la orilla de la playa y tendréis que volver a intentarlo en la siguiente ronda.

Hay dos opciones para llegar al islote:
> En un bote. Opción más segura, con pocas posibilidades de ser atacado.
> Nadando. Recibirás una pista por privado para la siguiente prueba, pero hay muchas más posibilidades de ser atacado.

Ser atacado o no dependerá de random.org. No hace falta mensaje privado en esta prueba, pero dejad bien claro qué opción tomáis. ¡Suerte!

Décima prueba - Saeko

Maya, Colibritany, Watson y Hana acertaron con la tierra de los mundos adecuados. Un portal se abrió de golpe bajo sus pies y les tragó, enviándoles a otro mundo. En su nuevo destino, encontraron su premio: el décimo sello, con forma de tres círculos entrelazados, conseguido.

Saeko, sin embargo, se equivocó con el círculo de arriba a la izquierda, y no pudo avanzar. Tendría que volver a intentarlo.


Undécima prueba - Maya, Colibritany, Watson, Victoria, Ragun & Hana

Alec, Aru, Nicoxa, Nikolai y Kairi hicieron cola para probar su contraseña en la caja. Y en las cinco ocasiones, se abrió. La puerta de la caja se abrió para cada participante, mostrando el premio que contenía: el undécimo sello, con forma de copo de nieve, conseguido. Pudieron avanzar.

Victoria y Ragun, sin embargo, no llegaron a probar ninguna contraseña. A ellos se les unieron Maya, Colibritany, Watson y Hana. El mundo en el que estos últimos habían llegado estaba frío. Demasiado frío. ¡Todo estaba nevado, estaban en la Ciudad de la Navidad! Desde la distancia, pequeño todo era. El viento aullaba y se colaba en su interior.
Que tenían muchísimo frío, vamos. Como seguramente llevaban ropa de verano, o incluso irían en bañador, los escalofríos y una posible hipotermia no se harían esperar.

A un par de metros de donde habían sumado el último sello, encontraron una gran caja metálica en el suelo. Un papel pegada a ella relataba las instrucciones:

EL SELLO ESTÁ DENTRO DE LA CAJA FUERTE.
INTRODUCE LA CONTRASEÑA PARA ABRIRLA.

TONTO EL QUE SE LE CONGELE EL CULO. FIRMADO: AKIO.

No había pista alguna más, por mucho que buscaran sólo conseguirían encontrar el número de letras (o número) que la componían. Si querían el sello, tendrían que soltar la contraseña.

CONTRASEÑA:
*** ** **

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¡Prueba número once, yuhu! Me da la sensación de que las anteriores pruebas no os han resultado nada difíciles, así que probaremos con esta. No hay más pistas excepto que sabéis cuantas letras/números forma y que tiene dos espacios. Bueno, puede que os haya dado una pista más, pero tendréis que leerlo todo bien y pensar.

Respuesta por mensaje privado. ¡Suerte!

Duodécima prueba - Freya, Alec, Saxor, Aru, Simbad, Nicoxa, Nikolai, Jeanne, Hiro & Kairi

El segundo intento de Light, Fátima, Celeste y Saito dio mejor resultado que el primero. Los cuatro tuvieron la misma idea, y los cuatro acertaron. Rebecca asintió cuando pasó por sus pizarras, dándoles el sello que merecían, e indicando que podían continuar. El duodécimo sello, conseguido.

Freya, Saxor, Simbad, Jeanne y Goei no tuvieron tanta suerte. Rebecca negó con la cabeza cuando pasó por sus pizarras, indicando que se habían equivocado en al menos una de las respuestas. Tendrían que volver a intentarlo.

Alec, Aru, Nicoxa, Nikolai y Kairi llegaron al poco. Habían encontraron instrucciones en la caja de que volvieran a la playa y allí, al lado del chiringuito, les esperaba la penúltima prueba: Rebecca, la tímida maestra, se dejó ver por los aprendices. Con un gesto para que la siguieran, les mostró una hilera de pizarras que había colocado detrás del chiringuito, cada una con lo mismo dibujado. Números, del 1 al 12, con un cuadrado vacío al lado de cada número.

—Debéis dibujar el símbolo correcto en los cuadrados. Cada cuadrado tiene un número y un dibujo diferente, depende de vosotros deducir cuál es. —Les mostró que cada pizarra tenía un trozo de tiza que podían usar para los dibujos—. ... Suerte.

Se hizo a un lado, dejando libertad a los participantes para que su ingenio aflorase. O tal vez su suerte. O un poco de ambos.

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11 ->
12 ->

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¡Penúltima prueba, ya casi casi terminamos!

Doce números, doce dibujos. No hay pistas directas, pero todo está dicho a lo largo de la yincana. Aunque aviso que la prueba tiene gran parte de ingenio y una pequeña de azar. Respuesta por mensaje privado. ¡Suerte~!

Decimotercera prueba - Light, Fátima, Celeste & Saito

¡Y por fin la prueba final! A pesar del bache de la prueba anterior, los cuatro volvían a estar en cabeza, y a un paso de la victoria. Rebecca les había dicho que, para conseguir el último sello, tenían que pedírselo a la persona adecuada en la playa.

Había truco, claro, y era que a diferencia de la octava prueba aquí no tendrían pista alguna. Sería puro azar, pura suerte, lo que les llevaría a ganar. ¿Quién ocultaría el sello final? ¿Alguien de Tierra de Partida? ¿O de Bastión Hueco...?

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¡Prueba final! Enhorabuena por llegar hasta aquí, pero no cantéis victoria tan pronto. Prueba de puro azar: encontrad al npc que oculta el último sello.

Sin pistas, ni ahora ni en posibles segundos intentos. El NPC en cuestión es un portador, cualquiera que aparezca en la base de datos del rol. Andrei, Chihiro, Simon, Gerard, Samara y Wix no cuentan. Respuesta por mensaje privado, y solo un nombre por intento.

¡Suerte, la necesitaréis!

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Fecha límite: jueves 10 de septiembre a las 12:30.

1.- Light: 12 sellos
2.- Fátima: 12 sellos
3.- Celeste: 12 sellos
4.- Maya: 10 sellos
5.- Colibritany: 10 sellos
6.- Freya: 11 sellos
7.- Watson: 10 sellos
8.- Lyon: 8 sellos
9.- Alec: 11 sellos
10.- Victoria: 10 sellos
11.- Saxor: 11 sellos
12.- Ragun: 10 sellos
13.- Aru: 11 sellos
14.- Keiko: 2 sellos
15.- Simbad: 11 sellos
16.- Saeko: 9 sellos
17.- Nicoxa: 11 sellos
18.- Saito: 12 sellos
19.- Nikolai: 11 sellos
20.- Hana: 10 sellos
21.- Jeanne: 11 sellos
22.- Hiro Goei: 11 sellos
23.- Kairi: 11 sellos

[Light]

¡Al fin! Los cuatro aprendices que anteriormente habían liderado la yincana superaron la complicada prueba de dibujo y pasaron a la siguiente. Volvían a estar en cabeza. Como recompensa, recibieron el duodécimo sello: ya solo quedaba uno.

Regresó a la playa, pensativo. Uno de los Portadores de la playa tenía su sello y debía dar con él o ella antes de los demás. No recibieron ninguna pista, así que ahora todo dependía de la suerte.

Entonces tuvo una idea, quizás esa persona tenía el sello. O puede que no. Light se acercó a la susodicha para preguntarle por el sello, sin pensárselo demasiado.

Estaba tan cerca del final que ya casi podía saborear la victoria.