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Si quieres damos una vuelta, yo tras esto debo irme. Estoy... Mudandome a otro lado pero no puedo evitar volver a ver a mi amigo.—reveló
Aru de repente se quedó de piedra… ¿Entonces era la última vez que hablarían? ¿No habrían más recuerdos con Myr? ¡Si se acababan de conocer! ¿Cómo podía desaparecer de su vida así, sin más….?
La joven agachó la cabeza, bastante triste y desilusionada… Pero ocultó su preocupación, con una sonrisa, y con una agitación de cabeza que usó como confirmación a su sugerencia.
La noche era húmeda, bastante para ser verano… Incluso no parecía que fuera verano en sí, sino otro mes, otra época del año.
La chica se abrochó del todo su chaqueta, sentía un poco de frío, pero no quería preocupar a los presentes, así que simplemente silenció y seguía caminando mirando, admirando aquella noche en las calles de su querido mundo. Sin duda aunque ya había visto otros lugares, para ella aquella y antiguas calles tenían su propio encanto, como si por muy rotas o quebradas que estuvieran su suelo, su paisaje… Tuvieran algo de calidez que reconfortaban aquello, una gran luz en su interior. Entonces de repente miró a Myr, sin duda, él le recordaba a su amado mundo. Por lo que había aprendido, el muchacho tuvo un doloroso pasado, pero aun así, la chica podía sentir calor y alegria detrás de esa gruesa capa que ocultaba posiblemente, su dolorido corazón.
Myr podría notar si la miraba, como la joven le miraba de reojo, no quería perder ningún detalle de aquella, la que sería su primera y última noche… ¿Quizás?
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¿Y tú Aru? ¿Cuánto tiempo llevas aquí? Yo sólo he salido una vez de este lugar, Dylan es natal y yo ni idea. ¿Cual es tu historia, si me permites preguntar?La muchacha se quedó emocionada al ver cómo él intentaba sacar tema de conversación, y sobre todo para saber más de ella.
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Yo también nací aquí, mis padres ya tenían la tienda que visitastes antes de yo venir al mundo. Mi historia no es muy interesante, pero claro… Me gusta pensar que aún no está acabada, supongo que porque después de todo… Solo tengo 18 años. —Dijo sonrojada y con una gran carcajada.
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¿Sabeís, Myr, Dylan? Yo también abandonaré este… Digo, ejem, también me voy a mudar. Esta es nuestra primera y última noche… Supongo… —dijo con tono triste, intentó nuevamente ocultarlo, pero esta vez, no pudo.
Aru nunca había pensado en las desventajas de ser una aprendiza de la llave espada… Nunca le había importado estar sin sus padres, ya que igualmente, siempre volvía de visita pero… Myr posiblemente se fuera más lejos, y claro, ella no podía aparecer como si nada en su nueva casa, con su nueva vida… Y quien sabe si con una esposa.
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Pero intentaré volver de vez en cuando —concluyó.
La cosa no había acabado ahí, tras de ellos… Unos pequeños ruidos se aproximaban.
La joven Aru, ya conocía bastante bien esos ruidillos… Eran los sonidos de un sincorazón, y no parecía venir solo.
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Poneos detrás de mi —sugirió la chica mientras observaba cómo estas criaturas se materializaba.
Entonces, la joven tiró de ambos muchachos, obligándolos a correr con ella a algún callejón, no podía invocar su llave a la vista de cualquiera, y más sabiendo la situación.
Ya ocultos de cualquiera, la joven antes de que ellos preguntasen algo, invocó su llave espada.
El grupo de sombras ( 5 en total ) les había perseguido, como preveía esta.
La muchacha apuntó a una y dió una estocada, para su sorpresa, Myr se había unido a la batalla con… ¿Otra llave espada? Ambos le dieron a la vez a la sombra.
Quedaban cuatro.
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¡¿Qué?! ¿Eres también un aprendiz? —dijo bastante sorprendida la muchacha.