Para bien o para mal, casi la mitad de los Aprendices decidieron seguir el mismo camino. Reconocí a Ragun y a Saito entre la multitud y los saludé con una sonrisa. Al menos había caras amigas en ese sitio tan raro...
Por lo demás, la sala era aburridísima. Blanca y sin decoración, igual que la otra. La única diferencia eran las dos puertas que había al fondo, justo delante de mí. «
¿Verdadero y falso..? ¿El qué?».
Hubo suerte. La voz se manifestó por segunda vez, anunciándonos un extraño mensaje.
"Rebecca proviene de Vergel Radiante."Vale, vale, ¡un acertijo! En general, me gustaban, eran divertidos de resolver... Pero, ¿no habría sido mejor preguntar algo no imposible, maldita voz? Fastidiada, empecé a dar golpecitos con la punta del zapato. No sabía quién era la tal Rebecca, ni qué era Vergel Radiante. Apañada iba.
Por suerte, la multitud jugaba a mi favor. Los Aprendices más avispados se movilizaron, y sólo tuve que seguir la corriente. Esperaba que no se equivocaran, ¡alguien tenía que saberlo! ¿No?