Su hermano estaba muerto. Y su asesino había suplantado su identidad.
¿Cómo no iba a querer alejarse por un momento de una noticia tan devastadora?
Obviamente, Nadhia conocía a Ragun desde el principio. Desde que el híbrido sincorazón se despertó en Mundo Inexistente, nunca hubo maldad o instinto asesino en sus entrañas. De hecho, era el propio Alexander quien había sido manipulado por su padre. ¿De verdad Chris hubiera querido conocer a su auténtico hermano? ¿El que se transformó en una máquina de matar? Nadhia había tenido contacto con ambas facetas.
Y por supuesto, prefería a Ragun siendo él mismo... Ragun.
Asintió a su amigo y le dio un apretón en el hombro, dispuesta a salir en su búsqueda.
Todavía temía por salir a las peligrosas calles de Agrabah, pero no podía dejar a Ragun así. Le debía muchísimo, y a Chris también.
Nadhia logró encontrar a Chris con facilidad. Tan sólo tuvo que recordar el número de sitios donde solía salir a tomar el aire cuando necesitaba escapar de su escondite, alejado de los Cat’s.
Sentado en una de las terrazas de un edificio abandonado y en ruinas, observaba el palacio de Agrabah mientras masticaba una manzana del bazar.
—¿Te encuentras bien? —no, por supuesto que no debía encontrarse bien— ¿Puedo sentarme?
Con o sin permiso, se sentaría a su lado o se apoyaría sobre uno de los lingotes de madera.
—Lo siento. Yo me enteré hace unos meses —pero no era excusa para no haberle advertido, ¿no?— Sé que debía haber venido a contarte, pero sucedieron muchas cosas.
El ataque a Tierra de Partida, la destrucción de Villa Crepúsculo. Sí, tampoco podía ser dura consigo misma.
—Sé que yo no tengo voz ni voto en vuestra relación, pero… Ragun es un buen chi... —se detuvo, incapaz de encontrar las palabras adecuadas— Mira, te voy a ser sincera. Es un híbrido, sí. Y mató a tu hermano, reemplazó su identidad… pero despertó en Mundo Inexistente sin recuerdo alguno de su pasado. Como si hubiera vuelto a nacer.
Cogió aire, mirando a Chris a los ojos.
—Pero vuestro padre lo manipuló hasta el punto de perder su humanidad. Créeme, no te hubiera gustado conocer al Alexander al que me tuve que enfrentar.
» Si de verdad quieres recuperar a tu hermano, lo tienes justo aquí. Y de verdad, siento meterme en asuntos que no me llaman, pero...
Lo cierto es que no sabía por qué estaba defendiendo a Ragun. ¿Por haber sido su amigo, quizás? No. Había otro motivo de gran peso por el que Nadhia se metía en aquel embrollo.
Y es que… valoraba el amor entre hermanos. Algo que ella creía haber perdido con Dan desde que le dejó en Ciudad de Paso con la palabra en la boca. Seguramente, se había ganado todo su odio y temía el día que volviera a verle.
Pero Chris y Ragun podían comenzar una nueva vida juntos, recuperar el tiempo perdido, aunque fuera muy egoísta por su parte poner a Chris en aquella situación tan fuera de lugar.