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Mike no había vuelto a ser el mismo desde la noticia de la muerte de sus padres. Y, al igual que otros chicos, transformó todo aquel dolor en oscuridad. Los Maestros de Tierra de Partida se dieron cuenta y, pese a vivir entre ellos, retrasaron todo lo que pudieran la ascensión de Mike a aprendiz, temerosos de que su maldad se contagiara a otros. Incluso el Maestro de sus padres se dio cuenta, en sus últimos días de vida, antes de morir. Sin embargo, había durado lo suficiente como para apiadarse del muchacho y pedirle un favor especial a un amigo.
Apenas habían pasado unos días desde la muerte del viejo Maestro, y la desaparición de otros tres en el mundo llamado ahora Bastión Hueco, cuando Mike fue llamado, mediante un papel que alguien había colgado en su puerta al amanecer, a la sala principal de Tierra de Partida, al mediodía. Sin duda, uno de los Maestros quería verle. Pero, ¿quién y por qué?
